UN PERFIL DEL GUÍA CVX (SÍNTESIS) J. Reyes y C.Guzmán Mayo del 2003 Esta es una síntesis de una presentación realizada hace algunos años y que puede ayudarnos a continuar el camino de formación en los grupos de Guías de comunidades CVX. Considerando la CVX como camino de crecimiento y de vida cristiana, el guía tiene las funciones de “hacer crecer” y “animar la vida en el espíritu". Para esto acompaña, presenta medios de crecimiento, se relaciona con el grupo pero también con cada persona en particular. Hacer Crecer: Hacer crecer es una función básica del guía: mas que angustiarse por la distancia que tiene el grupo respecto al ideal, el guía ha de ser capaz de reconocer los cambios o progresos que el grupo experimenta. No importa de dónde parta cada uno...lo importante es que haya crecimiento. Los siguientes son indicadores de crecimiento que nos pueden ayudar a seguir el proceso del grupo y la formación personal del propio guía. 1.- Clarificación progresiva delos deseos más profundos ¿Cuáles son los motivos centrales de mi vida? ¿ Cuales los sueños, los valores, la dirección? 2.- Aprendizaje de los medios para explorar la propia vida. revisión de vida, examen de conciencia, discernimiento de espíritus. 3.- Crecimiento de la fe, la esperanza, la caridad. Centrarse en Dios que actúa en cada uno. 4.- Adquisición de una nueva visión de viejos problemas o temas. Interrogar los acontecimientos, cambiar de ángulo, modificar los esquemas de pensamientos. Abiertos a la novedad de Dios. 5.- Logro de una mejor valoración personal.. sabemos que valemos ..cada uno es precioso a los ojos de Dios. 6.- Desarrollo de una relación más personal con Jesús: conocerle, creerle, amarle. 7.- Mayor entusiasmo por servir 8.- Mayor amor a los pobres y pasión por la justicia. Buscamos amar y servir al más pobre, convertir a los ricos a la justicia y desarrollar un estilo de vida austero y solidario. 9.- Mayor amor a la Iglesia: caminamos con otros, construimos pueblo de Dios y se amplía la capacidad asociativa y el sentido de pertenencia. Animar la vida en el espíritu La vida en el espíritu es toda la vida, cuando ésta entra en contacto con Dios. Entonces, un tema central en la CVX será siempre la propia experiencia, la vida real de cada uno y los esfuerzos (nuestros y de Dios) están orientados a lograr esta integración. Para ello ayuda a reconocer y agradecer la acción del Dios Trino: - Crear, dar vida, darnos dignidad, sentido, cobijo..Dios Padre -Venir al encuentro, centrarnos, sanar, enseñar, servir, sufrir, transformar, trabajar ..... Dios Hijo - Distribuir dones, reconciliar, crear comunidad, dar fuerza Dios Espíritu Santo ....y mirando esta acción de Dios, descubrir cual es la propia respuesta, el compromiso personal. Cualidades y actitudes básicas del guía 1.- Respeto. es el otro quien busca, opta, decide... 2.- Estima y valoración profunda por el otro. Desarrollar genuino aprecio por el otro. 3.- Ayudar al otro a cuestionarse profundamente, a debatir las dudas e inconsistencias. No es un juez que corrige o castiga. 4.- Animar, estimular a todos. Dar fuerza y apoyo para mantener y emprender caminos queridos por Dios; Ayudar a re-orientar la vida o buscar sentidos profundos a las experiencias duras o aparentemente sin sentido de la vida. Presentar los medios de Crecimiento. El guía presenta los medios de crecimiento de manera que puedan ser gradualmente incorporados por los miembros a su vida. Estos no son cargas, obligaciones o exigencias, son oportunidades, riquezas dones para crecer. Algunos medios se practican en grupo durante las reuniones, como la corrección fraterna, oración comunitaria, cursos, seminarios, discernimiento comunitario, ayuda mutua, revisión de vida, etc. Otros son personales, pero se incorporan al grupo al ser compartidos en la puesta en común de las reuniones. Algunos de ellos son la oración personal, examen o pausa diaria, acompañamiento, EE, sacramentos, devociones particulares, servicios apostólicos, etc. El grupo y el individuo El guía acompaña a un grupo que está conformado por personas diversas, habitualmente también en momentos diferentes del proceso de crecimiento CVX. Pero el guía ayuda al grupo a mirar su proceso comunitario y así reconocer la acción de Dios en él y los caminos de crecimiento. Aunque existan diversos niveles de pertenencia y compromiso comunitario, el guía debe estar atento a que esta diversidad permita a todos los miembros su crecimiento, que todos se beneficien de la vida comunitaria. Esto es más posible cuando existe al menos un grupo de personas centrales o nucleares (que les hemos llamado “núcleo portante”). Cuando parejamente el grupo está constituido por personas más periféricas o alejadas del camino CVX, evidentemente la disolución del grupo es muy probable. ¿Involucrarse o no? En la mayoría de los grupos el guía es una persona externa al grupo, cuyo proceso espiritual y a veces humano no coincide con el del grupo, y que se le reconoce mayor experiencia y un rol de formador. Participa de la vida del grupo pero compartirá su experiencia y vivencias en la medida que ésta ayude al grupo a reconocer el momento en que vive. Tiene un rol de escucha y reflejo. En otros grupos, sobretodo de adultos ya con largo camino en CVX, el guía puede ser alguno de los miembros del grupo, por lo tanto es plenamente participante de la comunidad, al mismo tiempo que el que reza, mira y refleja el proceso al resto del grupo. Así, podrá ir haciendo indicaciones de proceso que e grupo normalmente acogerá, luego de mejorarlas. En otros grupos, el guía será una persona externa, cuyo proceso personal y espiritual no coincide con el de la mayoría de los del grupo. El grupo reconoce en él una persona más experimentada, y le confiere un rol de formador: claramente no es un miembro ordinario del grupo, aunque participa de la vida y actividades. El coordinador, en cambio, será un miembro del grupo, que preparará las reuniones con el guía. El guía tiene un rol de escucha y reflejo, y compartirá su experiencia personal en cuanto ésta ayude al grupo a reconocerse el momento que vive. No se involucra, no en el sentido que no comparta su experiencia, pues podría transformarse en un profesor muy desagradable, sino en el sentido que su compartir es más testimonial y funcional y menos cargado del momento presente. En fin, el perfil del guía es amplio y exigente. Aunque el servicio del guía se define en relación al grupo pequeño que acompaña, sus habilidades van desde l personal hasta la dimensión eclesial y comunitaria más amplia, desde el discernimiento de espíritus hasta el análisis sociopolítico. Un elemento central en el perfil del guía es que sabe que no todo depende de él: sabe trabajar asociado, promueve las actividades en otros niveles de la C.V.X y la Iglesia, va fomentando el compromiso de los miembros en torno a un sueño compartido con muchos en Chile y en el mundo.