Energías renovables o alternativas

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ENERGÍAS RENOVABLES
Biomasa y R.S.U.
La más amplia definición de BIOMASA sería considerar como tal a toda la materia orgánica de origen vegetal
o animal, incluyendo los materiales procedentes de su transformación natural o artificial. Clasificándolo de la
siguiente forma:
Biomasa natural, es la que se produce en la naturaleza sin la intervención humana.
Biomasa residual, que es la que genera cualquier actividad humana, principalmente en los procesos agrícolas,
ganaderos y los del propio hombre, tal como, basuras y aguas residuales.
Biomasa producida, que es la cultivada con el propósito de obtener biomasa transformable en combustible, en
vez de producir alimentos, como la caña de azúcar en Brasil, orientada a la producción de etanol para
carburante.
Geotérmica
Nuestro planeta guarda una enorme cantidad de energía en su interior. Un volcán o un geíser es una buena
muestra de ello.
Diversos estudios científicos realizados en distintos puntos de la superficie terrestre han demostrado que, por
término medio, la temperatura interior de la Tierra aumenta 3ºC cada 100m. de profundidad.
Este aumento de temperatura por unidad de profundidad es denominado gradiente geotérmico.
Se supone que variará cuando alcancen grandes profundidades, ya que en el centro de la Tierra se superarían
los 20.000ºC, cuando en realidad se ha calculado que es, aproximadamente, de 6.000ºC.
La forma más generalizada de explotarla, a excepción de fuentes y baños termales, consiste en perforar dos
pozos, uno de extracción y otro de inyección.
En el caso de que la zona esté atravesada por un acuífero se extrae el agua caliente o el vapor, este se utiliza
en redes de calefacción y se vuelve a inyectar, en el otro caso se utiliza en turbinas de generación de
electricidad.
En el caso de no disponer de un acuífero, se suele proceder a la fragmentación de las rocas calientes y a la
inyección de algún fluido.
Tipos:
• Hidrotérmicos, tienen en su interior de forma natural el fluido caloportador, generalmente agua en
estado líquido o en vapor, dependiendo de la presión y temperatura. Suelen encontrarse en
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profundidades comprendidas entre 1 y 10 km.
• Geopresurizados, son similares a los hidrotérmicos pero a una mayor profundidad, encontrándose el
fluido caloportador a una mayor presión, unos 1000 bares y entre 100 y 200ºC, con un alto grado de
salinidad, generalmente acompañados de bolsas de gas y minerales disueltos.
• De roca caliente, son formaciones rocosas impermeables y una temperatura entre 100 y 300ºC,
próximas a bolsas magmáticas.
Eólica
La fuente de energía eólica es el viento, o mejor dicho, la energía mecánica que, en forma de energía cinética
transporta el aire en movimiento. El viento es originado por el desigual calentamiento de la superficie de
nuestro planeta, originando movimientos convectivos de la masa atmosférica.
La Tierra recibe una gran cantidad de energía procedente del Sol. Esta energía, en lugares favorables, puede
ser del orden de 2.000 Kwh/m2 anuales. El 2 % de ella se transforma en energía eólica con un valor capaz de
dar una potencia de 10E+11 Gigavatios.
A lo largo de la historia ha habido varios modelos de molinos de viento y de los cuales se pueden hacer
grupos:
• De eje vertical
• De arrastre diferencial
• De pantalla
• De válvulas abatibles
• De palas giratorias
• De variación cíclica de incidencia de palas fijas
• De variación cíclica de incidencia de palas móviles
• De eje horizontal
• Molinos de viento clásicos
• Eólicas lentas
• Eólicas rápidas
Las formas de mayor utilización son las de producir energía eléctrica y mecánica, bien sea para
autoabastecimiento de electricidad o bombeo de agua. Siendo un aerogenerador los que accionan un
generador eléctrico y un aeromotor los que accionan dispositivos, para realizar un trabajo mecánico.
Otro tipo de aerogenerador es el ciclónico, un proyecto poco conocido, consistente en la mezcla de unir
sistemas eólicos y solares.
Se compone de un inmenso invernadero con una chimenea central.
El aire es calentado por efecto invernadero y asciende por la chimenea
Este aire ascendente mueve una turbina dispuesta en la embocadura de la chimenea.
Hidráulica
Es una fuente energética renovable merced a un ciclo natural. Y la transformación de su energía potencial en
energía hidroeléctrica permite un alto nivel de eficiencia energética, ya que en el proceso se alcanza un grado
de aprovechamiento superior al 80%, rendimiento que no se consigue en ninguna otra instalación de
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producción de electricidad.
Sin embargo, todo esto no quiere decir que deba ser considerada como una fuente inagotable,
permanentemente disponible o que esté totalmente al amparo de problemas medioambientales.
Existen varios tipos de miniturbinas:
De reacción, que aprovecha la energía de presión del agua en energía cinética en el estator, tanto en la entrada
como en la salida, estas aprovechan la altura disponible hasta el nivel de desagüe.
Kaplan: se componen básicamente de una cámara de entrada que puede ser abierta o cerrada, un distribuidor
fijo, un rodete con cuatro o cinco palas fijas en forma de hélice de barco y un tubo de aspiración.
Francis: caracterizada por que recibe el flujo de agua en dirección radial, orientándolo hacia la salida en
dirección axial.
Pelton: Consta de un disco circular que tiene montados en su periferia unas paletas en forma de doble cuchara
y de un inyector que dirige y regula el chorro de agua que inciden sobre las cucharas, provocando el
movimiento de giro de la turbina.
Solar
La energía liberada del Sol se transmite al exterior mediante la denominada radiación solar.
El espectro de la radiación solar esta compuesto por:
• Luz ultravioleta [7%]
• Luz visible [47%]
• Luz infraroja [46%]
Las transformaciones producidas en el Sol consisten en transformaciones de hidrógeno en helio, a través de
pasos intermedios, entre los que figuran la obtención del deuterio. El resultado global es que cuatro átomos de
hidrógeno se convierten en uno de helio. Ahora bien, esta transformación se realiza con una pérdida de masa.
El átomo de helio obtenido tiene una masa inferior a la de cuatro átomos de hidrógeno. Esta pérdida de masa
se transforma en energía, se ha calculado que el Sol pierde cada segundo 4.2 millones de toneladas de materia
que se transforma en energía.
Deduciendo de la famosa ecuación de Einstein ( E = m . c2 )
Existen en la actualidad dos vías de aprovechamiento de la energía solar: la térmica y la fotovoltaica.
A su vez, el aprovechamiento de la energía solar como fuente energética por vía térmica se ha orientado en
dos direcciones: la primera, para utilizaciones a baja y media temperatura; y la segunda, para la producción de
electricidad mediante altas temperaturas.
En esta última vía, el sistema consiste fundamentalmente en concentrar los rayos solares, mediante espejos, en
un punto, en el que se alcanzan así elevados niveles de temperatura.
Para producir electricidad en cantidad apreciable, serían necesarios grandes conjuntos de espejos que
ocuparían superficies muy extensas y tendrían −tanto ellos, como la tecnología necesaria para que capten
adecuadamente la radiación solar− un coste muy elevado.
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Temperaturas mucho más bajas, inferiores a los 100ºC, pero con instalaciones más sencillas, se consiguen con
los llamados colectores solares. Estos sitemas constan de unos paneles que se sitúan en los tejados de los
edificios o en lugares despejados, de forma que puedan recibir las radiaciones solares directamente y
transmitirlas en forma de calor a un fluido.
Hay asimismo colectores −por ejemplo, los llamados colectores de concentración− que permiten alcanzar
temperaturas de entre 100ºC y 300ºC y son aplicables a ciertos procesos industriales para suministro de vapor,
o incluso, electricidad.
La vía fotovoltaica consiste en la transformación directa de energía solar en energía eléctrica merced al
llamado efecto fotovoltaico.
La conversión de la energía solar en energía eléctrica por vía fotovoltaica se realiza de forma directa,
mediante células fotovoltaicas.
Una célula fotovoltaica es un dispositivo generador de energía eléctrica que está constituido por materiales
semiconductores dopados, esto es, materiales semiconductores a los que han sido adicionados determinados
tipos de impurezas.
Una célula fotovoltaica está formada por dos láminas muy delgadas de materiales semiconductores que se
superponen: la primera de ellas es un cristal de silicio con impurezas de fósforo; y la segunda, un cristal de
silicio con impurezas de boro. Cuando el sol ilumina la célula, la energía de la radiación luminosa provoca
una corriente eléctrica en el interior de la misma, generando una fuerza electromotriz entre dos electrodos
adosadso respectivamente, a cada capa de la célula.
Maremotriz
Se han diseñado varios dispositivos para convertir la energía de las olas en electricidad y hacerla llegar a la
tierra. Unos están concebidos para ser instalados en tierra firme: el canal ahuesado y la columna de agua
oscilante; otros, para su localización en aguas profundas: flotadores, boyas de ondulación, alerones, bolsas
elástica, cilindros sumergidos... En estos dos últimos tipos de diseños, la idea consiste, básicamente, en
exponer a las olas dispositivos flotantes, en una amplia gama de frecuencias y direcciones, que están
sometidos a complejos movimientos tridimensionales.
Para aprovechar este tipo de energía, se necesitan estructuras bastante sólidas, complejas y costosas, para
proporcionar la estabilidad hidrodinámica necesaria y así obtener un rendimiento razonablemente alto.
Además, el movimiento oscilatorio de las olas oceánicas se encuentra en un rango de frecuencias de entre 3 y
30 ciclos por minuto, muy inferior a los centenares de revoluciones por minuto que exige la generación de
energía eléctrica.
La maquinaria necesaria para convertir el lento movimiento de las olas en electricidad es asimismo costosa e
implicaría pérdidas adicionales. Por añadidura, para reducir los costes de mantenimiento y de transporte de
energía a tierra, sería aconsejable instalar los dispositivos cerca de la costa −o en tierra firme−, pero ahí es
donde la energía de las olas es mucho menor. A su vez, el diseño de un dispositivo eficaz capaz de soportar
con un mantenimiento mínimo, las condiciones climatológicas del mar abierto constituyen en sí mismo un
gran problema. Por último, no se pueden olvidar los problemas ecológicos que se derivarían de instalaciones
semejantes.
Hay un amplio conjunto de problemas que hacen que la energía de las olas realmente aprovechable en la
actualidad no sea considerable; y el coste de la electricidad generada con estos sistemas, muy superior al de la
producida con fuentes energéticas convencionales.
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El mar proporciona una fuente natural de energía por medio de las olas. La potencia media de las olas del
Atlántico que llegan a las costas de Europa Occidental se sitúa en unos 250.000 MW. Sin embargo, su
conversión en forma de energía utilizable es técnica y económicamente difícil e implica una gran pérdida de
potencia.
Las centrales mareomotrices aprovechan la energía de las mareas para producir energía eléctrica. Para ello, en
la bahía o estuario donde se asienta la central, deben tener unas grandes mareas, con unos diez metros de
diferencia de nivel entre pleamar y bajamar.
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