5-1 facilitacion del commercio

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Por un comercio más fácil y justo
Facilitación del comercio
O B J E T I V O S P R I N C I PA L E S
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Reducir, simplificar y uniformizar los procedimientos de importación, exportación,
tránsito y aduanas, en beneficio de los operadores comerciales
y las administraciones públicas
Aumentar la transparencia y mejorar el funcionamiento de las normativas
comerciales
Garantizar una acción internacional coherente para la facilitación del comercio
Proporcionar a los países en desarrollo asistencia e instrumentos de ayuda
al desarrollo para que simplifiquen sus procedimientos y normativas comerciales
La facilitación del comercio supone la simplificación y harmonización de los procedimientos comerciales
y aduaneros y de los intercambios de información correspondientes relacionados con la importación y
la exportación de mercancías.
Resulta necesaria porque la actividad económica hoy en día se desarrolla con arreglo al principio de la
producción “justo a tiempo” y sobre la base de sistemas de suministro integrados a nivel mundial. Las
normativas comerciales deberían ajustarse a las necesidades de la actividad económica que regulan.
Sin embargo, el comercio actual se rige por normas anticuadas. Es preciso modernizar las normas de
la OMC en este sector, de manera que todos los países impulsen prácticas comerciales sencillas y
modernas.
Entre algunos de los problemas figuran los requisitos de datos y documentación innecesarios o excesivos,
la falta de transparencia de las aduanas, la ausencia de recursos judiciales rápidos, la excesiva duración
del despacho de aduana, la descoordinación entre las aduanas y los demás organismos de inspección
y las técnicas aduaneras obsoletas. También es preciso mejorar los regímenes de libre tránsito, ya que
retrasan la evolución de los países pobres sin acceso al mar.
Los trámites aduaneros y fronterizos obsoletos consumen cantidades enormes de tiempo y dinero, lo
que dificulta la actividad empresarial, frena el crecimiento y ralentiza el desarrollo económico, sobre todo
en los países en desarrollo. Por esta razón, la facilitación del comercio forma parte de las prioridades
principales de las empresas de todos los países, desarrollados y en desarrollo.
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¿A quién beneficiará la facilitación del comercio?
La facilitación del comercio aportará beneficios tangibles a todos los miembros de la OMC. Los estudios
muestran que los procedimientos comerciales pueden llegar a representar entre el 4 % y el 5 % del
coste total de una transacción comercial, lo que equivale aproximadamente al nivel medio de los aranceles
aplicados actualmente al comercio de bienes industriales de los países desarrollados. Así pues, reducir
a la mitad estos costes podría suponer un ahorro de unos 300 000 millones de euros.
La facilitación del comercio es un proceso en el que todos los miembros de la OMC resultan beneficiados,
en particular los países en desarrollo. Las pequeñas y medianas empresas de estos países son las que
más padecen las consecuencias de las normas obsoletas y los procedimientos comerciales excesivamente engorrosos, que suponen costes fijos irrecuperables. Son también estos países quienes resultan
más perjudicados por la pérdida de inversiones, cuando las empresas deciden no invertir ante las dificultades asociadas a la importación y exportación de mercancías. También son estos países los que más
sufren la pérdida de ingresos generada por el fraude y el bajo nivel de recaudación de aranceles.
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¿Cuál es el objetivo de las negociaciones sobre facilitación del comercio?
El 1 de agosto de 2004, los miembros de la OMC decidieron entablar negociaciones relativas a la facilitación
del comercio en el marco del Programa de Doha para el desarrollo, lo cual representa una ocasión idónea
para negociar unas normas más estrictas en este ámbito. La UE defenderá un conjunto de compromisos
ambiciosos y concretos. Las negociaciones tienen por objeto mejorar y consolidar las normas de la OMC
relativas a la facilitación del comercio, gracias a la aplicación de los conceptos y principios ya consolidados
y recogidos en los acuerdos de la OMC, como la proporcionalidad, la menor restricción comercial posible
y la no discriminación, así como la búsqueda de los medios adecuados que permitan garantizar el respeto
de cualquier nuevo compromiso. Los desafíos y los objetivos de las negociaciones son los siguientes:
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Aumentar la transparencia de la normativa comercial (artículo X del GATT) mejorando su
accesibilidad, yendo más allá de la mera publicación de la legislación general, ampliando el ámbito
de las normativas que deben publicarse y ser accesibles, creando puntos de información y mecanismos
de consulta, exigiendo posibilidades de recurso de las decisiones, intensificando el diálogo entre las
administraciones nacionales y los operadores comerciales, etc.
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Simplificar los procedimientos de importación, exportación y aduaneros (artículo VIII del GATT)
definiendo compromisos claros en relación con los pagos y tasas, los requisitos relativos a la
documentación exigida y los trámites de importación, exportación y aduaneros, entre otras medidas.
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Lograr la aplicación efectiva de la libertad de tránsito (artículo V del GATT) reduciendo el margen de
discriminación, determinando los requisitos fronterizos realmente necesarios para el tránsito,
fomentando la creación de regímenes de tránsito regionales efectivos en las regiones pobres del
planeta, etc.
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Abordar las preocupaciones de los países en desarrollo, en concreto la cuestión del trato especial
y diferenciado. Otro elemento esencial de las negociaciones es cómo garantizar que los países en
desarrollo reciben suficiente asistencia técnica relacionada con el comercio, en particular para el respeto
de las nuevas obligaciones. Los miembros deben asimismo intentar definir las necesidades y las
prioridades en materia de facilitación del comercio, especialmente en el caso de los países en desarrollo
y los menos avanzados. Además de ello, las negociaciones deben tratar las preocupaciones de los
países en desarrollo por lo que respecta al coste de las medidas propuestas.
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Adoptar disposiciones que permitan instaurar una verdadera cooperación entre aduanas u otras
autoridades competentes.
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¿Por qué son necesarias las normas de la OMC?
El comercio mundial necesita una estructura internacional coherente de facilitación del comercio, que
encauce los esfuerzos actuales y fije normas comunes mundiales para sustituir la multitud de normas
que elevan los costes de las empresas. Lograr este objetivo a escala internacional exige una fuerte voluntad
política, derechos y obligaciones bien definidos y compromisos precisos en función de los acuerdos.
El proceso de reforma de las aduanas y simplificación de los regímenes no tendrá éxito si sólo se sigue
un planteamiento desde la base, sino que se requieren asimismo el impulso de los responsables políticos
y unos parámetros de actuación claros. La OMC ocupa una posición inmejorable para ello, habida cuenta
de su sólido historial en el establecimiento de compromisos internacionales respetados por sus miembros,
y de los mecanismos de que dispone para garantizar su aplicación y supervisión. El Programa de Doha
para el desarrollo representa una oportunidad única para lograr progresos tangibles, en la medida en
que su enfoque mundial crea el compromiso político necesario para garantizar tal conjunto de normas
ambiciosas, equilibradas y útiles.
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¿Cuál es el papel de las demás organizaciones internacionales?
Las organizaciones internacionales como la Organización Mundial de Aduanas (OMA), las Naciones Unidas,
la CNUCD, el Banco Mundial, la Organización Marítima Internacional y la Organización de Aviación Civil
Internacional también han trabajado en el ámbito de la facilitación del comercio y continuarán
proporcionando asistencia vinculada al comercio o desempeñando su labor de organismos de
normalización técnica (por ejemplo, la OMA en la definición de normas aduaneras detalladas). Las normas
e instrumentos de estas organizaciones pueden integrarse en un marco de la OMC que garantice que
todas colaboran para prestar ayuda al desarrollo.
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¿Tendrán los países en desarrollo dificultades para aplicar las nuevas normas que
surjan del Programa de Doha para el desarrollo y de la OMC?
Las nuevas obligaciones asumidas en el marco de la OMC requerirán un esfuerzo por parte de todos
los países, incluida la UE. Si bien es cierto que las reformas necesarias tendrán un coste, por lo general
mínimo, se traducirán en un ahorro económico a medio plazo para los países e incidirán positivamente
sobre el comercio y, por consiguiente, sobre el crecimiento económico. En primer lugar, la experiencia
de los países en desarrollo que han emprendido el proceso de facilitación del comercio muestra que
los costes se compensan rápidamente con el aumento de los ingresos y los ahorros conseguidos por
las empresas. En segundo lugar, los países en desarrollo podrán contar con la asistencia vinculada al
comercio proporcionada por donantes bilaterales y multilaterales, pues se dispondrá de un marco en
la OMC gracias al cual resultará más fácil comprometer y prestar la ayuda. El trato especial y diferenciado
y la ayuda vinculada al comercio formarán parte integrante de cualquier acuerdo futuro. Cualquier acuerdo
o entendimiento relativo a los artículos V, VIII y X del GATT debe reconocer las necesidades a las que
se enfrentan los países en desarrollo, especialmente los menos avanzados, y debería contemplar un
apoyo práctico a su desarrollo. Por consiguiente, las disposiciones futuras de la OMC pueden incluir
una serie de disposiciones sobre trato especial y diferenciado, por ejemplo obligaciones iniciales menos
onerosas para los países en desarrollo más pobres, períodos transitorios para el respeto de los
compromisos y condiciones más estables en lo referente a la prestación de asistencia técnica.
Los países desarrollados han de estar a la altura de las promesas hechas en Doha. La UE se ha
comprometido a aumentar -– y ha puesto un gran empeño en ello – la cantidad, la calidad y la coordinación
de la asistencia técnica vinculada al comercio, así como a colaborar con otros países desarrollados y
donantes multilaterales. La UE ha incrementado considerablemente la ayuda que concede a proyectos
relacionados con la facilitación del comercio en todo el mundo y tiene la intención de seguir haciéndolo
en el futuro. La asistencia técnica relacionada con el comercio ha sido designada una de las áreas
prioritarias para la cooperación de la UE al desarrollo y esta dimensión se ha integrado en todos los
niveles pertinentes del proceso decisorio en materia de financiación. De este modo, se garantiza a largo
plazo que los países en desarrollo puedan contar con la ayuda de la UE al desarrollo a efectos de facilitación
del comercio.
Para mayor información sobre este tema:
http://europa.eu.int/comm/trade/issues/sectoral/facilitation/index_en.htm
Para el sitio web de la DG Comercio Exterior:
http://europa.eu.int/comm/trade
MARZO
DE
2005
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