La conciencia suya

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La conciencia suya
Robert E. Surgenor, Cleveland, Estados Unidos
Da ganas de reír cuando personas aparentemente inteligentes procuran
decirnos que sus investigaciones han demostrado que evolucionamos a
través de varias especies hasta lo que somos ahora. Han tragado
completico la doctrina darwiniana de que éramos monos ¡pero ahora
somos hombres!
Por supuesto, quienes propagan la teoría de la evolución contradicen de
plano las enseñanzas del Señor Jesús y las verdades de la Santa Biblia. El
Señor mismo preguntó, “¿No habéis leído que el que los hizo al principio,
varón y hembra los hizo?” Mateo 19.4. ¡Él ratifica el relato de Génesis
capítulos 1 y 2 acerca de la creación! Pero los intelectuales rechazan tal
cosa -1 Corintios 2.14- y hacen mentiroso al Hijo de Dios.
Surge la pregunta de por qué algunos persisten en propagar la evolución.
Diré por qué. Si la raza nuestra evolucionó de una microscópica masa
nuclear de protoplasma, hasta lo que somos ahora, no hay Creador, no
hay Dios a quien enfrentar, y si es así, podemos vivir como nos da la
gana, morir, y se acaba la cuestión.
¿Pero es verídico todo este pensamiento ridículo? ¡No! Una lectura
cuidadosa de 1 Corintios 15.39 hace ver que el cuerpo del hombre difiere
muchísimo del de las bestias, peces y aves. La raza humana comenzó
cuando “Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”, Génesis 2.7. Dios lo
dice, Cristo lo enseñó y yo lo creo. ¿Y usted?
Usted es un ser de tres componentes: espíritu, alma y cuerpo, 1 Tesalonicenses 5.23. La eternidad está impresa allí adentro, y usted tendrá
que encontrarse con Dios.
La conciencia definida
Otra cosa convincente es que el hombre tiene una conciencia, algo que
ninguna bestia, pez o ave tiene. Usted es un ser complejo con por lo
menos siete facultades: 1. Su mente produce pensamientos. 2. Su
memoria retiene pensamientos. 3. Su alma comprende pensamientos. 4.
Su espíritu analiza pensamientos. 5. Su corazón aprecia pensamientos. 6.
Su voluntad energiza pensamientos. 7. Su conciencia convence de
pensamientos.
¡Dios le ha dotado de conciencia! Es el vínculo que le ata a Él. Es como un
perro guardián que ladra ante la tentación y el pecado. Es la protesta
divina, y clama cuando usted peca. La palabra conciencia se divide en dos
partes: con significa “en relación a” y ciencia “conocimiento”. Funciona
así: 1. He pecado. 2. Sé que he pecado. 3. Dios sabe que he pecado. 4.
Yo sé que Dios sabe que he pecado. 5. Dios sabe que yo sé que Él sabe
que he pecado.
Una conciencia acusadora
En Juan 8.1 a 11 vemos la conciencia funcionando. Líderes religiosos
hipócritas habían llevado ante Jesús a una mujer sorprendida en
adulterio, diciendo, “Nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú,
pues, ¿qué dices?” Ellos nunca tuvieron un trato personal con Dios, pero
procuraban tapar su propia maldad condenando a otros. Contemplando a
cada uno, Él dijo, “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en
arrojar la piedra contra ella”.
La conciencia no tiene poder para salvar, pero tiene poder para clamar y
acusar, y esto es exactamente lo que sucedió en los corazones y las
mentes de sus acusadores. “Al oir esto, acusados por su propia
conciencia, salían uno a uno”. Sí, todos los acusadores salieron. ¿Por qué?
Porque su conciencia les dijo que ellos, también, habían pecado. ¡La
Palabra de Dios toca nuestra conciencia y nos convence de que somos
pecadores! ¿Quién puede decir que nunca ha pecado? Si la conciencia
está activa, no lo permitirá. Todos han pecado, Romanos 3.23.
Una conciencia corrompida
¡La conciencia puede ser aquietada, abusada y callada! Dios dice de
algunos que “su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan
conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”, Tito 1.15,16.
Ellos dicen, “Soy cristiano”, pero no tienen un verdadero amor para el
Señor Jesús. Aman las distracciones y los placeres del mundo. Su posición
ante Dios no les intranquiliza, porque su conciencia ha perdido la voz; ha
sido corrompida.
Si su conciencia y su memoria están funcionando, estoy seguro de que ha
tenido pensamientos acerca de sus pecados del pasado. ¿Usted ha
considerado cómo será encontrarse con un Dios santo en la eternidad?
Dice Apocalipsis 20.12,15, “Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie
ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es
el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras ... Y el que no se halló
inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Es el fin
trágico de aquellos que descuidaron los clamores de su conciencia y por
esto murieron en sus pecados.
¿Hay escapatoria de este juicio por venir, y del castigo eterno? ¡Sí! Dios
proclama, “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”, 1
Timoteo 1.15. “Cristo murió por nuestros pecados”, 1 Corintios 15.3. “La
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”, 1 Juan 1.7. “El
que en Él cree, no es condenado”, Juan 3.18.
Que Dios le ayude a ver su necesidad del Salvador. Amigo, sea honesto
consigo mismo, y sea honesto ante Dios. Tome el lugar de un pecador
necesitado de salvación, y confíe en Jesucristo como su Redentor, ¡y será
salvo por la eternidad!
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