EL PELIGRO AVIARIO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN El tema “El Peligro Aviario y los Medios de Comunicación”, desarrollado durante la IV Conferencia Internacional de Peligro Aviario y Fauna fue seleccionado por el Dr. Samuel Cardoso, Oficial Regional AGA de la OACI, Lima, Perú para ser analizado posteriormente en una mesa redonda. Texto de la Conferencia : EL PELIGRO AVIARIO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Por Clara A. Castillo Como es de todos conocidos, los medios de comunicación social juegan un papel de vital importancia en la divulgación y concienciación de todo hecho u acontecimiento que sea de interés público.- En Panamá por ejemplo, los que habitamos aquí hemos sido testigos de innumerables situaciones o problemas a los que se les ha dado una respuesta positiva como consecuencia de una cobertura periodística bien dirigida o ya sea por alguna denuncia de los ciudadanos a través de los medios de comunicación. El tema de la prevención del peligro aviario, en nuestro país empieza a tomar vigencia en el año de 1996 cuando las autoridades aeronáuticas de ese entonces presididas, al igual que hoy, por el Licenciado Eustacio Fábrega Lopez, dan los primeros pasos para establecer el Comité Nacional para la Prevención del Peligro Aviario. Desde esa fecha, una vez constituido el Comité Nacional, los medios de comunicación han jugado un papel importante dando cobertura a las acciones emprendidas por las autoridades aeronáuticas en conjunto con el Comité así como a situaciones de denuncias por parte de la comunidad en otros casos. No obstante, esto no ha sido suficiente para resolver algunas situaciones específicas que propician el riesgo del peligro aviario. La influencia de los medios ha permitido que personas, comunidades y grupos organizados tengan acceso al significado, proyección e importancia que encierra este tema, no solo por el riesgo que representa para las operaciones aéreas de nuestros aeropuertos, sino también para la salud ambiental, para la salud de la población. Sin temor a equivocarnos nos atrevemos a decir que muchas personas, antes de la creación del Comité Nacional, no conocían el significado de este termino, de no haber sido porque escuchó o leyó sobre él en algún medio de comunicación. Y aún habrá muchos otros que no tienen idea de que se trata el peligro aviario. A través de los medios, el Comité Nacional para la Prevención del Peligro Aviario de Panamá ha podido divulgar y en muchos casos presionar a quienes corresponda, específicamente a empresas para solucionar situaciones de carácter higiénico ambiental mal manejadas que estaban contribuyendo con la proliferación de focos de concentración de aves, específicamente aves de rapiña y el consecuente peligro que las mismas representan para la seguridad de las operaciones aéreas. No obstante, tenemos que reconocer que aún falta mucho por alcanzar. Este es un tema complejo, difícil de transmitir y demanda un gran esfuerzo para lograr que lo que se diga en los medios no sólo interese sino que genere acciones. En consecuencia, es importante que los comunicadores pasen de la mera cobertura a una propuesta de acción. Pero, aquí esta el problema, ¿Cómo lograr esto si los periodistas o comunicadores son asalariados que obedecen a la política o lineamientos de una empresa? ¿Cómo puede un periodista denunciar por ejemplo a un empresario que es un fuerte anunciante para un medio xs.? La verdad que la situación es difícil. En nuestro país por ejemplo, tenemos serios problemas de contaminación en áreas específicas como la de Juan Díaz, aledaña al Aeropuerto Internacional de Tocumen, en donde están localizadas varias empresas procesadoras de productos cárnicos. Algunas de las cuales, en más de una ocasión, han sido denunciadas no sólo por el Comité Nacional sino además por representantes de las poblaciones que de una u otra formas se ven afectados por el mal manejo de algunas empresas (malos olores, desperdicios etc). Y, señores, han pasado semanas, meses y hasta años y todavía no se logra que algunas de ellas se adecuen a las normas ambientales o sanitarias establecidas en la ley. Y esto, ya no es un tema exclusivo de las autoridades, ni de la aviación ni de los ambientalistas, pues todos en alguna medida estamos siendo afectados. El peligro aviario nos afecta a todos, pues no se trata de que un gallote o cualquier miembro de la fauna le hagan pasar un susto –con suerte- a los viajeros y a los miembros de la tripulación de un avión, sino de mucho más. Se trata de contaminación; de insalubridad; de pérdidas económicas exorbitantes para los explotadores de aeronaves y lo más lamentable, de perdida de vidas humanas tal y como ya ocurrió en nuestro país en el año 2000, cuando un helicóptero chocó con un Gallinazo, dejando como saldo, dos muertos y tres sobrevivientes; se trata de traumas sicológicos para los sobrevivientes y familiares de las víctimas… Evidentemente, en Panamá y todos los países del mundo requieren de empresas que cumplan con una política de responsabilidad social seria y de ciudadanos que entiendan que todos tenemos algo que aportar para lograr un ambiente sano por una mejor calidad de vida y de paso por una mayor seguridad de las operaciones aéreas. Obviamente, el tema del peligro aviario no es un tema de interés para el ciudadano común, para el empresario o la autoridad política hasta el momento en que se vea afectado por una determinada situación. Tampoco es un tema que aumente las ventas de un diario o capte la sintonía de una estación de radio o televisión. De allí, que los medios deben plantear con claridad los objetivos que buscan y por qué es importante lograrlos. Por otra parte, estas son situaciones cuyos resultados se alcanzan a largo plazo, y la ausencia de logros visibles hace que se pierda el interés del público. Por tanto los medios deben concienciar a la población de modo que, cada uno de los sectores que la integran estén conscientes de que el tema de la prevención del peligro aviario es una tarea permanente que requiere de la participación de todos. Por ejemplo, no se le puede pedir a los ciudadanos que no tiren desechos, si la entidad correspondiente no diseña un sistema de recolección eficiente. Lamentablemente tenemos que admitir que el sistema de nuestro país no llena los requerimientos de la población. Tenemos que admitir que la ciudadanía en general no coopera lo suficiente , pese a que desde hace más de 10 años el Ministerio de Educación de nuestro país, conjuntamente con la Dirección de Fomento de la Autoridad Nacional del Ambiente viene trabajando en los colegios y con la sociedad. Es poco lo que se ha logrado. Los malos hábitos persisten, por lo que hay que seguir trabajando duro para esperar resultados en generaciones posteriores, porque ya es hora de entender que un ambiente deteriorado atenta contra la salud, y la salud, es la vida de los pueblos. En consecuencia, no se debe improvisar para evitar que acciones que inician con gran entusiasmo se enfríen o se detengan en poco tiempo. Ante estas situaciones, los medios de comunicación haciendo honor al titulo que ostentan del “Cuarto Poder” deben tener objetivos claros que contribuyan a despertar conciencia sobre la prevención del peligro aviario y sus problemas conexos. El periodismo debe ser investigativo y complementado con campañas de motivación, a corto, mediano y largo plazo, según la necesidad, teniendo en cuenta la existencia de diversos públicos a los cuales se debe llevar el mensaje. En Panamá, instituciones como la Autoridad Nacional del Ambiente en conjunto con organismos conservacionistas han ofrecido capacitación a los comunicadores sobre la forma de manejar una información de carácter ambiental, las mismas autoridades aeronáuticas y otras han expresado su preocupación por el tema del peligro aviario, su origen y consecuencias, sin embargo los medios de comunicación social únicamente se hacen eco de la problemática cuando ocurre una situación de denuncia o cuando se genera un incidente o accidente. Los dueños de los medios, a nuestro modo de ver, deben estar en sintonía con la importancia del tema. Aquí no debe haber espacio par ocultar información. Hasta cuando la línea de algunos medios va a ser la de no “golpear a sus anunciantes” cuando la seguridad y salud de la población están en juego. O es que acaso todos los miembros de la sociedad no podemos analizar y ponernos de acuerdo en lo que conviene a todos?.