V SEDES Y DENOMINACIONES DEL COMPLUTENSE SEDES Se creó el Instituto de Segunda Enseñanza de Alcalá de Henares en 1933 y comenzó su actividad académica en un edificio prestado, monumental sin duda, pero con necesidad de obras de acondicionamiento que no llegaron a concluirse en los primeros años y que la guerra y las penurias de los años posteriores deterioraron aún más el edificio, lo que obligó a un traslado provisional a otro centro escolar que tampoco reunía las debidas condiciones. Volvió a la plaza de San Diego al restaurado colegio de San Pedro y San Pablo donde, a los pocos años, quedó desbordado por el número de alumnos y donde las condiciones físicas para la actividad docente fueron deteriorándose hasta el punto de ser imposible cumplir con lo establecido en la normativa vigente en lo referente a la organización de cada curso académico. Pasaron cuarenta y cuatro años y, por fin, se construyó un nuevo edificio que estuvo saturado de alumnos hasta que veinticinco años después se realizó una ampliación. Seguidamente se exponen los distintos lugares donde el Complutense ha desarrollado su actividad en sus 75 años de historia. 135 1. Colegio de San Ildefonso del edificio de la Universidad El Complutense es el primer instituto de Segunda enseñanza creado fuera de la capital y el único de enseñanza mixta de Madrid. Se instaló en el colegio de San Ildefonso hasta 1947. Fueron unos años difíciles para la enseñanza. El primer curso hubo que arreglar los desperfectos encontrados cuando se traspasó el edificio al instituto y acondicionar espacios para impartir las enseñanzas respectivas. Además hubo que habilitar otros espacios necesarios para el internado, que funcionó los primeros años, y para la biblioteca. Aunque era evidente la necesidad de acometer obras de reforma, éstas no terminaban de empezar. Esto era motivo de lamento en cada acto celebrado en el instituto. Así se recuerda en “El Eco de Alcalá”, en marzo de 1935, el lamentable estado en que el Instituto se encuentra, respecto a las obras, que nunca comienzan. Posiblemente nunca se iniciaron esas obras necesarias porque poco después, la guerra, las bombas, el abandono, etc., dejaron las dependencias del instituto mucho más deterioradas, de hecho fue declarada zona devastada. Aun así, continuaron las enseñanzas los cursos siguientes a la finalización de la guerra, hasta que un incendio en noviembre de 1945 completó el desastre y no quedó más remedio que buscar otro espacio para poder impartir las clases de bachillerato. Así describe la situación el director, Sebastián Navarro, en la prensa local, “ALCALÁ), el 1 de julio de 1947: Aunque para nosotros es un honor dar las clases en la gloriosa Universidad de Alcalá de Henares, ésta se encuentra en un estado tal de abandono y peligro que difícilmente podremos continuar el próximo curso en las mismas condiciones. En una habitación –si es que puede recibir tal nombre-, de reducidísimas dimensiones, está enclavada la dirección, secretaría y sala de profesores; las clases son insuficientes y en condiciones tales que en los meses crudos de invierno es materialmente imposible dar las clases, esto sin contar el estado ruinoso y de verdadero peligro de este dicho edificio. Ese próximo curso comienzan las clases en la calle de San Juan. Ya se empieza a hablar de la necesidad de la construcción de un instituto que reúna todas las condiciones necesarias para impartir la enseñanza con cierta dignidad. Así termina ese artículo el director: Todavía no hemos perdido las esperanzas de tener un Instituto en debidas condiciones, ya que con motivo 136 del próximo Centenario de Cervantes no puede faltar la construcción de un Instituto de Enseñanza Media para Alcalá de Henares, como se merece por su historia y tradición. Esas esperanzas quedarían cumplidas treinta años después; pero entonces ya eran necesarios tres o más institutos. 2. Grupo escolar número 2 de la calle San Juan. En octubre de 1947 el instituto trasladó sus enseñanzas a calle San Juan, hoy C.P. Cardenal Cisneros, por el estado ruinoso en que se encontraba el edificio de la universidad, como queda dicho. Pero se autoriza el proyecto de rehabilitación del colegio de San Pedro y San Pablo en abril de 1953 y fue en 1954 cuando se adjudicaron las obras de adaptación del edificio para instituto. Esta segunda ubicación de la calle San Juan no ofrecía las mínimas garantías para ejercer dignamente la enseñanza. Así se refleja en un escrito dirigido a la superioridad: Después de nuestra guerra de liberación, el Instituto Nacional de Enseñanza media de Alcalá de Henares estuvo enclavado en el edificio de la Universidad de esta población, pero en el año 1947 y con motivo de las obras que allí se iniciaron, el instituto tuvo que trasladarse de una manera provisional al grupo escolar número 2, donde continúa hasta la fecha. En condiciones verdaderamente lamentables se ha venido desarrollando nuestra labor docente, ya que las clases las constituyen seis habitaciones, desprovistas de toda clase de condiciones tanto pedagógicas como higiénicas, y otra habitación para todos los demás menesteres, es decir, dirección, secretaría, sala de profesores, etc.. Y después de urgir al ministerio para que se aceleren las obras de la nueva sede en el Colegio San Pedro y San Pablo termina el escrito así: Esta dirección interesa hacer constar para su debido conocimiento, que no obstante las malas condiciones del Instituto, las clases se han venido desarrollando normalmente por parte de los catedráticos y profesores. En enero de 1949 se publicaba el contenido del anterior escrito en el periódico “ALCALÁ” esperando que pronto pudieran dar las clases en condiciones y amplitud necesarias en los mismos techos que albergaron la célebre Universidad “Complutense”. 137 3. Colegio San Pedro y San Pablo del edificio de la Universidad. En 1957, después de diez años de proyectos y de obras, el Complutense volvió a la plaza de San Diego, al rehabilitado colegio de San Pedro y San Pablo. Se superan las condiciones lamentables de los años anteriores y comienza a aumentar la matrícula de alumnos. Pero pronto surgen nuevos problemas. Los alumnos no disponían de espacios apropiados para la Educación Física y deben pedir prestados los campos de deportes del colegio de La Paloma, el número de alumnos crece considerablemente y ya a mitad de la década de los sesenta no se puede matricular a todos los que solicitan plaza, por lo que el número de alumnos libres también aumenta. Urge construir nuevos institutos para albergar a la creciente población estudiantil. En octubre de 1966, el director del instituto Complutense, D. José Tortajada, dirige un escrito al alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Alcalá de Henares en el que le trasmite la “urgente necesidad de disponer en la ciudad de nuevos locales destinados a Institutos Masculino y Femenino de Enseñanza Media”. Porque el colegio de San Pedro y San Pablo “no reúne las convenientes condiciones para la función docente, y además resulta ya insuficiente para albergar la cada día más numerosa población estudiantil de estudios medios, por lo que ha habido que limitar la matrícula, cosa que sucederá en años venideros, “con el perjuicio evidente para las familias de Alcalá de Henares menos dotadas económicamente”. En los años sesenta el Estado había puesto en marcha los Planes de Desarrollo y, acogiéndose a uno de esos planes, el Ministerio de Educación y Ciencia estaba “dispuesto a empezar inmediatamente la construcción de los nuevos locales destinados a Institutos de Alcalá de Henares”. Sólo se exige al Ayuntamiento que ceda los terrenos necesarios (10.000 metros cuadrados) mediante escritura pública en la que conste la finalidad de los mismos. Ruega al señor alcalde que tome conciencia de la grave situación presente y para el porvenir de la Enseñanza Media oficial, que no permita que se desaproveche la oportunidad que brinda el Plan de Desarrollo para la construcción de nuevos institutos en la ciudad. A finales de esta década, la directora, Celia Gomis, tiene que justifi138 car que la organización del centro (horarios, distribución de los alumnos, etc.), no cumple la normativa vigente porque no se podían dar sólo cuatro horas por la mañana como decía la normativa, ya que en algunos grupos debían ser cinco algunos días de la semana. Hasta 1977 se realizaron todo tipo de gestiones ante las autoridades académicas, políticas y eclesiásticas para encontrar un remedio al elevado número de jóvenes que querían matricularse en el único instituto de la zona, el Complutense, muchos de ellos, porque no podían costearse la enseñanza en alguno de los tres o cuatro colegios privados de Alcalá. Se consiguió que los Escolapios cedieran seis aulas de un antiguo colegio en la calle Ferraz. 4. Traslado a la periferia de Alcalá. Distrito del Val. Este primer curso (1977-78) comenzaron las clases en noviembre. Y siempre completó su aforo en exceso. En la construcción del nuevo edificio no se tuvieron en cuenta las nuevas necesidades educativas que la sociedad demandaba, por lo que hubo que realizar en los años siguientes varias ampliaciones y remodelaciones de todo tipo. En el nuevo edificio cabían más alumnos, pero tenía bastantes carencias que tardaron en resolverse. El semanario Puerta de Madrid, el diario Ya y una revista de Enseñanza Media publicaron en enero de 1983 un escrito del Consejo de Dirección del instituto con el siguiente título: INSTITUTO COMPLUTENSE: SITUACIÓN INSOSTENIBLE, donde se expresan las condiciones precarias y la situación insostenible con las que está funcionando el instituto que, después de seis años abierto, carece de salón de actos, de laboratorios, de un gimnasio, de almacén, de cerramiento externo, etc. Parecía que la única misión de este instituto era hacinar alumnos en las aulas. Los robos de material eran constantes, incluso cuando mal finalizó el cerramiento pues era fácil entrar y salir. Cerrar unos patios cubiertos “inútiles en este centro” solucionaría el tema de los robos. Pero el problema más grave es que el edificio tiene una sola escalera de 1,90 metros de ancho para uso diario de más de dos mil personas. Se plantea el grave peligro de un desalojo en caso de una emergencia. 139 En los ochenta, se cerraron los porches y se ganó espacio para un aula de audiovisuales y otra de dibujo. Se instalaron los laboratorios, se construyó una escalera de emergencia. Nada de salón de actos ni gimnasio ni almacén. En los noventa, se construyó un nuevo gimnasio, demasiado pequeño para satisfacer las necesidades del centro. En los primeros años de este tercer milenio, con la llegada de los alumnos de primer ciclo de ESO, se ha ampliado el edificio construyendo seis nuevas aulas con diversos departamentos, una nueva cafetería, y, por fin, un almacén. Se han redistribuido los distintos espacios de la planta baja mejorando la secretaría, el despacho del secretario, la jefatura de estudios, la biblioteca, el departamento de orientación, las aulas de informática y de compensatoria y las aulas de tecnología y de música. En el espacio del antiguo gimnasio se ha construido un salón de actos que, según algunos comentarios, es bastante acogedor. Se han ampliado y mejorado las pistas polideportivas. Sólo en los últimos años, desde la ampliación de 2002, se aprecia cierta holgura en el aforo. Como se puede apreciar, han sido muchas las desventuras, los sinsabores, las apreturas, las incomodidades, que han acompañado la trayectoria del Complutense en estos setenta y cinco años. Pero, a pesar de todo, ha sido un instituto querido y recordado por los alumnos, dejado con gran sentimiento por muchos de sus profesores y, en toda su trayectoria, ha sido un referente para la enseñanza secundaria en Alcalá de Henares. 140 DENOMINACIONES En su creación, recibió el nombre de Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Alcalá de Henares. En los primeros años ya se le denominó Complutense. En la prensa local aparece como Instituto Nacional de Alcalá de Henares, el Instituto, Instituto Complutense. Después de cada reforma del sistema educativo ha ido cambiando en parte su denominación. El plan de 1938 y durante toda la dictadura franquista consagra la denominación de Instituto Nacional de Enseñanza Media Complutense. En la prensa local se le denomina como Instituto Nacional Complutense, Instituto Complutense, Instituto Nacional Complutense de Enseñanza Media, Instituto Nacional Complutense, Instituto de Alcalá de Henares, Instituto Complutense de Enseñanza Media Así continuó con la reforma de 1953. En la década de los 70, Instituto Nacional de Bachillerato Complutense; en los ochenta, Instituto de Bachillerato Complutense; y en los últimos años del siglo XX (nueva reforma), Instituto de Educación Secundaria Complutense. Cuando fueron construyéndose nuevos centros de secundaria en Alcalá, se le diferenciaba entre los alcalaínos como instituto nº 1 o el de El Val. En todas las distintas denominaciones, hay dos palabras permanentes: la primera y Complutense. De ahí que nos entenderemos todos llamándolo Instituto Complutense o, simplemente, “El Complutense”. O el “Complu” para muchos alumnos. 141