B.- MATERIALES EN CAMPOS MAGNÉTICOS EL VECTOR MAGNETIZACIÓN 6.13.- Los materiales magnéticos: su naturaleza.En el párrafo 6.4 vimos que el origen de las fuerzas magnéticas está en el movimiento de las cargas. De acuerdo a los modelos atómicos conocidos, dentro de los átomos hay cargas en movimiento, que serán responsables del magnetismo. Podemos distinguir: a) el movimiento orbital de los electrones alrededor del núcleo; Fig. 6.11 b) un movimiento de giro sobre sí mismo que también los electrones realizan simultáneamente con el anterior, llamado “spin del electrón”, y c) los núcleos de los átomos que realizan en forma similar un giro sobre sí mismos, llamado “spin nuclear”. Los tres tienen en común que hay cargas eléctricas en movimiento. Cuando una carga eléctrica se mueve en una trayectoria circular se comporta como una corriente eléctrica, generando por lo tanto un momento dipolar magnético orbital e , en forma similar a lo que vimos en el párrafo 6.7. Lo mismo sucede con una carga eléctrica que gira sobre sí misma: también genera un momento dipolar magnético de spin s , y para el núcleo que gira sobre sí mismo, también existe un momento dipolar magnético nuclear N . En la figura 6.11 se dibujaron los tres vectores que corresponden a estos tres momentos dipolares magnéticos. Para el electrón de carga -e que gira en su órbita alrededor del núcleo, con un radio circular r y velocidad angular , se forma una corriente i cuyo valor es: i = e/T = -e / 2 medida en amperes. De acuerdo a la definición dada en (6.13) para el momento dipolar magnético de una espira con corriente, el momento magnético del electrón que gira alrededor del núcleo en módulo es: e i - e 2 1 r - er 2 2 2 VI B 1 y como el momento cinético de la masa del electrón me que gira alrededor del núcleo es Le = me r2, (de origen mecánico), resulta que la relación anterior la podemos escribir: e = - e Le 2m e (6.21) El sentido del momento dipolar magnético es hacia abajo, tal como se ve en la figura 6.11 debido a que la corriente positiva tiene sentido contrario al movimiento del electrón (ver párrafo 6.11). Para el caso del spin del electrón se puede demostrar (no lo hacemos aquí por estar fuera del alcance propuesto para este curso) que el momento dipolar magnético se relaciona con el momento cinético a través de: s = - e Ls me (6.22) es decir, con un factor de proporcionalidad que es el doble del anterior, y donde Ls es el momento cinético de spin. El sentido del vector momento dipolar magnético de spin habrá que tomarlo según el sentido de giro de la carga negativa del electrón. Si se aplica un campo magnético exterior B , se genera en cada dipolo un par dado por: Tme e B o bien Tms s B Con referencia al electrón que gira alrededor del núcleo, el movimiento resultante es una precesión alrededor del eje de B en una frecuencia que se denomina la frecuencia de Larmor y está dada por: e L B 2m e siendo siempre L << , con la velocidad angular propia del electrón. Con referencia al momento magnético debido al spin nuclear su valor es n = 10-3 e veces el del momento magnético orbital. En este caso, su efecto es despreciable sobre el total de las propiedades magnéticas de los materiales. Pero de VI B 2 todas maneras es interesante destacar que es la base de una aplicación de mucho interés en la Medicina, que es la Resonancia Magnética Nuclear. Cada átomo tiene diferentes componentes de momentos magnéticos, y su combinación determina las características magnéticas de los materiales y permite hacer una clasificación de los mismos en diamagnéticos, paramagnéticos, ferromagnéticos, antiferromagnéticos, ferrimagnéticos y superparamagnéticos. Una herramienta de gran interés en el estudio de los materiales magnéticos es la difracción de neutrones. Estas partículas tienen momento magnético, a pesar de no tener carga eléctrica neta. Ello se debe a que se admite que los neutrones tienen carga eléctrica positiva y negativa circulante, cuyos momentos magnéticos no se compensan. El paso de los neutrones a través de la materia se ve afectado por los momentos magnéticos de la misma. Estos experimentos de difracción dan información sobre el estado magnético de la materia. Se debe destacar que estas corrientes que dan lugar a los momentos dipolares magnéticos descriptos, se las denomina corrientes “ligadas”, a diferencia de las corrientes “libres” que son las que circulan por los conductores, tal como se dijo en el párrafo 4.3. a) El diamagnetismo.En 1778 A.J. Brugmans descubrió que había materiales tales como el antimonio y el bismuto que eran repelidos por el campo magnético de un imán. Hacia 1846, Michael Faraday investigó numerosas sustancias y fue él quien acuñó dos términos: diamagnéticos para las sustancias repelidas por el campo y paragmagnéticos para las que se ven atraídas por el campo magnético. Faraday descubrió que muchos elementos y gran cantidad de compuestos eran diamagnéticos. El bismuto es el material que posee mayor diamagnetismo Los materiales ferromagnéticos en cambio eran fuertemente atraídos por el campo. Pertenecen al grupo de los diamagnéticos los átomos que no tienen momento magnético dipolar permanente. Ello sucede cuando el momento magnético orbital y el de spin se compensan para anularse. También se pueden compensar los electrones de a pares. Podría parecer que al aplicar un campo externo, no habría momento sobre el átomo. Sin embargo analicemos esta situación. Supongamos que se aplica un campo magnético externo B tal que su vector está en la misma dirección que el momento magnético de un electrón que esté girando alrededor de su núcleo. En ese caso, por efecto de la ley de Lenz, el electrón en movimiento tendrá una velocidad menor, de tal manera que su propio campo se oponga al externo. En el caso en que el campo magnético aplicado tuviera su vector en un sentido opuesto al del momento magnético del electrón que gira en su órbita, éste reaccionaría de modo de aumentar su propio campo, y por lo tanto su propia velocidad. Es decir que la ley de Lenz se cumple a escala atómica. Como resultado, VI B 3 se produce un momento magnético pequeño que se opone al campo magnético externo aplicado. b) El paramagnetismo.Hay materiales en los cuales el momento magnético orbital y de spin electrónico son desiguales, y tienen, entonces, un momento magnético neto. Cuando se aplica un campo magnético externo, los dipolos tienden a alinearse y el momento aumenta. Pero debido a la agitación térmica, esa alineación no es perfecta, y tiende a inhibir el proceso, obteniéndose en la práctica solo alineación parcial. Se trata de las sustancias paramagnéticas, y cuando se las coloca en las proximidades de un imán, éste las atrae. Ejemplos de sustancias paramagnéticas son el potasio, el oxígeno, el tungsteno, las tierras raras y varias de sus sales como el óxido de neodimio. c) El ferromagnetismo.En los materiales ferromagnéticos cada átomo tiene un momento magnético importante, causado por los momentos magnéticos de spin que no están compensados. Las fuerzas interatómicas hacen que estos átomos se alineen en forma paralela en regiones que contienen un gran número de átomos. Estas regiones se denominan dominios (figura 6.12), y pueden tener variedad de formas y de tamaños, con dimensiones que van desde el milímetro hasta varios centímetros, dependiendo de la forma, tamaño, material y aún de su historia magnética previa. Un material ferromagnético virgen, tendrá dominios con un momento magnético muy importante. Pero los momentos de los dominios variarán en dirección de dominio a dominio. Por ello, hay una cancelación de momentos magnéticos cuando se toma todo el material. Pero ni bien se aplica un campo externo, los dominios que están en la dirección del campo externo aplicado incrementan su dimensión a expensas de sus vecinos, y el campo interno se incrementa enormemente sobre el campo externo aplicado. Fig. 6.12 Al retirarse el campo externo, no se vuelven a colocar los dominios en una forma aleatoria completamente, es decir que quedan algunos alineados según estaba el campo externo, quedando un campo magnético residual dentro del material. El hecho de que el momento magnético del material es diferente después que el campo externo fue sacado, o que el estado magnético del material es función de su propia VI B 4 historia, se denomina la histéresis del material, tema que será objeto de discusión en un trabajo práctico de laboratorio. Los materiales que son ferromagnéticos a temperatura ambiente son el hierro, el cobalto y el níquel, y pierden su carácter de tales a una temperatura conocida como la temperatura de Curie. En el caso del hierro es 770 C. Algunas aleaciones de estos metales entre sí y con otros metales son también ferromagnéticos. Un caso es la aleación de aluminio, níquel y cobre, conocida como alnico. Algunas tierras raras, como el gadolinio y el disprosio son ferromagnéticos. También alguna aleación como el bismuto-manganeso son ferromagnéticos. d) El antiferromagnetismo.Los momentos magnéticos de átomos adyacentes se alinean en forma opuesta, de modo que el momento magnético total es cero. Un campo externo los afecta en forma muy débil. Se descubrió primero en el óxido de manganeso, y posteriormente en muchas sustancias más. En general está presente a bajas temperaturas, y por el momento no tiene gran aplicación técnica. e) El ferrimagnetismo.Sus átomos muestran una alineación antiparalela de los momentos magnéticos, pero de valores no iguales. Por ello resulta un momento magnético neto, pero que es menor que en los materiales ferromagnéticos, y entonces hay una respuesta importante a un campo magnético externo aplicado, pero menor que en los ferromagnéticos. Los materiales ferrimagnéticos más importantes son las ferritas. Estas sustancias tienen la característica de que la conductividad eléctrica es muy baja: varios órdenes de magnitud menor que en los semiconductores. Las corrientes inducidas son así mucho menores cuando se aplican campos alternos, como en los transformadores que operan a altas frecuencias. Las pérdidas óhmicas son bajas. El ferrimagnetismo también desaparece a la temperatura de Curie. Ejemplos de estos materiales son la magnetita u óxido de hierro (O4Fe3) o la ferrita de níquel (O4 Fe2 Ni). f) El superparamagnetismo.Estos materiales se componen de una unión de materiales ferromagnéticos en una matriz de materiales no ferromagnéticos, en general buenos dieléctricos. Aunque los dominios existen dentro de las partículas ferromagnéticas individuales, no pueden penetrar en las partículas adyacentes. Una aplicación técnica de gran importancia es la cinta magnética usada en el registro magnetofónico. Las partículas ferromagnéticas pueden cambiar rápidamente su magnetización dentro de una pequeña distancia de cinta. De esta forma se puede almacenar gran cantidad de información. VI B 5 6.14.- El vector magnetización.A los efectos de describir mejor el comportamiento de los materiales sometidos a la acción de campos magnéticos, vamos a introducir el vector magnetización M . Esta definición será muy similar a la que hicimos en el párrafo 3.9 para introducir el vector polarización P . Supongamos que dentro de un volumen pequeño existen momentos dipolares magnéticos, provenientes de cualquiera de los posibles en un material dado, es decir del orbital e , del de spin electrónico s , o del de spin nuclear n (a los fines prácticos, como dijimos, este último no se considerará). Supondremos que dentro del volumen hay un momento magnético promedio o resultante de todos los que se encuentran dentro de él, que llamaremos p . Definimos entonces el vector magnetización como: M = p lim 0 (6.23) Las unidades del vector magnetización son: M Am m 2 3 A m que son las mismas que la del vector H . Si deséaramos obtener el momento dipolar magnético total que llamaremos t de un cuerpo de volumen , suponiendo imanación uniforme en todo el volumen, tendríamos: t M y si no fuera uniforme: t M d Hemos visto que cuando se utilizan imanes permanentes, existe el momento dipolar magnético permanente (ver párrafo 4.5), y que por otra parte las corrientes ligadas dentro de los átomos dan lugar a momentos dipolares magnéticos (ver párrafo 6.13). VI B 6 En el caso de utilizarse el formalismo de imanes permanentes, el vector magnetización en un volumen donde existe un momento dipolar magnético permanente m es: m M Si ahora suponemos la existencia de una “carga magnética equivalente” qm, dentro de ese volumen, podríamos escribir: m q m l expresión que es equivalente a la del momento dipolar eléctrico que vimos en el párrafo 1.31, y que está contenido dentro del volumen que podemos suponer de sección y longitud l, es decir: = l, con lo cual queda: M m q m l q m l cuyas unidades son obviamente las mismas de antes. Trataremos ahora de calcular el valor del vector Magnetización con el formalismo de las corrientes al estilo de Ampère. Escribamos el vector momento dipolar magnético en una pequeña longitud l del material: n n p p i (i lig ) i n(i lig ) i 1 i 1 suponiendo que todas las ilig y los son iguales y que están contenidos en la distancia l del material, y pi momento dipolar magnético de cada elemento. El vector magnetización es entonces: M (n i lig ) l es decir que: n ilig = M l lo que nos permite escribir: i lig.total M d l VI B 7 Recordemos que la ley de Ampère nos permitía escribir que: H dl i donde la corriente es la llamada libre. Queda claro así que en un imán, al no haber corrientes libres, ya que son todas ligadas, debemos escribir: H dl 0 6.15.- Relación entre los vectores campo, inducción magnética y magnetización.Para obtener el campo magnético total será necesario sumar ambas corrientes, es decir las libres más las ligadas: ilig + i = itotal y reemplazando por las expresiones anteriores: M dl H dl i total Para escribir la corriente total, utilizaremos el vector B y la constante 0 a efectos de resolver el problema de las unidades. Nos quedará entonces: i total B dl 0 es decir: B d l M d l H 0 dl lo cual nos permite escribir la relación: B = 0 ( H M ) (6.24) que es similar a la (3.19) que rige entre los vectores eléctricos, salvo en la definición del vector magnetización, ya que en este caso está multiplicado por la constante 0. Analicemos esta expresión en un caso muy sencillo como el del toroide. Supongamos un devanado de N vueltas bien apretadas, por las que circula la corriente i. En el interior del mismo suponemos vacío (o aire, ya que numéricamente la diferencia es muy pequeña). En ese caso se cumple que: B = 0 H . VI B 8 Ahora bien, si dentro del mismo devanado se coloca un material ferromagnético, como hierro por ejemplo, por los efectos descriptos precedentemente, los momentos magnéticos del material se alinean, y se obtiene una inducción magnética mucho mayor. Aparece ahora en juego el vector magnetización, que explica este fenómeno. La corriente libre es la que circula por el devanado o bobina y es la que genera H , en tanto que las corrientes ligadas dentro del material magnético son las responsables de M . Esto sería equivalente a tener un toroide que en lugar de tener núcleo de hierro, fuera de aire, pero con un devanado de un número de vueltas N’ >> N, para dar cuenta de la nueva inducción magnética que se ha establecido. Entre el vector magnetización y el vector intensidad de campo se establece la relación: M = mH (6.25) donde m se denomina la susceptibilidad magnética. Dado que: B = H es posible escribir: = 0 (1 m ) De la propiedad fundamental del flujo del vector inducción (4.9): div B = 0 aplicada a la relación entre los tres vectores magnéticos, se obtiene: Fig. 6.13 VI B 9 (6.26) div H = - div M es decir que al no ser cero esta divergencia, el vector intensidad de campo magnético H , tiene como fuentes los polos magnéticos norte, así como las cargas eléctricas positivas eran las fuentes del vector intensidad de campo eléctrico E . Los sumideros respectivos son los polos sur y las cargas eléctricas negativas. Se observa además que el campo H se origina donde termina el campo M y viceversa. La figura 6.13 ilustra esta situación. 6.16.- Circuitos magnéticos. El método de Hopkinson.En el párrafo 2.6 definimos la fuerza electromotriz como: 2 e = E dl 1 En forma similar, y de acuerdo a la ley de Ampère que estudiamos en el capítulo IV, definiremos la fuerza magnetomotriz como: Fmm = H d l = Ni L (6.27) 0 la cual, haciendo reemplazos adecuados queda: L L B dl Fmm = d l = dl = o 0 0 L y si observamos la última integral, vemos que es muy similar a la que da la resistencia de un conductor. Por ello, llamaremos a dicha integral la reluctancia del circuito magnético, es decir: L dl 0 = (6.28) lo cual nos permite escribir una ley muy similar a la ley de Ohm para circuitos eléctricos, y que es: Fmm VI B 10 (6.29) con , flujo del vector inducción magnética. Para el caso de circuitos donde existan más de una malla, las leyes que se aplican son completamente similares a las utilizadas en circuitos eléctricos. Escribiremos las leyes que podríamos llamar “de Kirchoff” para circuitos magnéticos así: N 0 j1 j N N j1 j=1 N ji j = j j (6.30) (6.31) Las ecuaciones (6.27) a la (6.30) inclusive, se deben a Hopkinson, y permiten resolver una gran variedad de problemas relacionados con circuitos que ahora llamaremos magnéticos. Veamos algunos ejemplos. En la práctica, cuando se realizan bobinados sobre materiales magnéticos, suele haber interrupciones (entrehierros) con formas más o menos variadas, impuestas por las condiciones de la construcción. Además el bobinado a veces no cubre todo el material magnético. El problema a resolver es el valor del campo magnético en cada punto, dados el número de vueltas N y la corriente i. Supongamos el caso dado en el ejemplo de la figura 6.14, en la cual se dan todos los parámetros del toroide, que tiene un pequeño entrehierro de aire, de espesor d, que genera una dispersión de las líneas de inducción. Apliquemos el método debido a Hopkinson. Fig. 6.14 Nuestro circuito magnético está constituido por el toroide con material magnético de longitud L, y el entrehierro de aire, con espesor d. Calculemos las respectivas reluctancias utilizando la (6.28): 2 dl L = h h 1 (h) = d dl d = 0 0 0 ( eh ) = VI B 11 La fuerza magnetomotriz se obtiene aplicando la (6.27) y resulta: Fmm = N i Si usamos la (6.29), podremos calcular el flujo magnético : 1 L d N i = { [ ]} h 0 Veamos ahora otro ejemplo. Supongamos un circuito magnético de dos mallas, como el de la figura 6.15. Utilizaremos para resolverlo las ecuaciones (6.30) y (6.31). A modo de ejemplo aplicaremos estas leyes al circuito de la figura 6.15. Resulta para el nudo A: 3 + 2 - 1 = 0 y para las mallas I y II respectivamente: N 1I 1 = l1 l3 1 + 3 1 1 3 3 N2I2 = l2 l3 2 3 22 3 3 Este sistema de tres ecuaciones permite obtener 3 incógnitas del circuito magnético de dos mallas. Fig. 6.15 6.17.- El ciclo de histéresis magnética.Supongamos que a una pieza de hierro no magnetizada, se la somete a la un campo magnético externo H , inicialmente pequeño. A medida que dicho campo externo H aumenta. Lo propio sucede con el flujo magnético B .Por lo tanto B también va creciendo, haciéndolo de la forma que se puede apreciar en la figura 6.16 hasta llegar a un valor de B en el cual se satura, luego de producirse un gran cambio en la pendiente. Si ahora se hace disminuir el campo H , no se vuelve por el mismo camino inicial, sino otro que está por encima del anterior, y cuando se llega a H = 0, B no lo es. Este valor de B se denomina la imantación remanente o remanencia. VI B 12 H Si ahora cambia el sentido de , y se lo aumenta, llega un momento en el cual B = 0, pero no H . Este valor de H ahora se lo denomina la fuerza coercitiva. La curva, ahora puede continuar en la forma que se observa en la figura 6.16 hasta un valor de B de saturación, luego se cambia nuevamente el Fig. 6.16 sentido de H y así hasta cerrar todo el ciclo, que se denomina ciclo de histéresis magnética del material. Fig. 6.17 La figura 6.17 muestra el ciclo de histéresis de materiales blandos y duros. Los primeros se imanan y se desimanan fácilmente y los segundos no. Los primeros son muy usados en transformadores y maquinarias mientras que los segundos se los usa en aplicaciones de imanes permanentes. Existen materiales que tienen una remanencia y una fuerza coercitiva muy altas, que son aptos para imanes permanentes, tales como las ferritas. Un anillo magnético de este material se utiliza para el almacenamiento de información en computadoras. Para magnetizar el hierro se debió gastar energía, parte de la cual queda en el material. Esta densidad de energía magnética almacenada, por la cual se la lleva a la saturación, a partir de un estado totalmente desmagnetizado, está dada por la expresión: u m HdB B 0 (6.32) cuyas unidades son, como se sabe, J/m3. El área entre la curva del ciclo de histéresis y el eje B será entonces una medida de la densidad de energía. VI B 13 Si H aumenta o disminuye, de forma tal que se recorra el ciclo repetidamente, el área encerrada por el mismo representa la densidad de energía gastada en la magnetización y desmagnetización en un ciclo completo. Dicho proceso involucra someter a esfuerzos a los cristales y fragmentos de cristales de la muestra y se termina manifestando en calor. 6.18.-La magnetohidrodinámica. Generación de potencia.Esta nueva forma de generación de potencia ofrece actualmente ventajas interesantes que la hacen muy promisoria. En los generadores convencionales se utiliza un conductor sólido que se mueve en un campo magnético llamado el inducido. En los generadores MHD dicho inducido es sustituido por un gas ionizado móvil, constituido por un plasma. La figura 6.18a muestra un esquema del mismo. Es un cilindro por el cual fluye el plasma impulsado por un gradiente de presión. Fig. 6.18 a Fig. 6.18 b En una zona del tubo se coloca un campo magnético B , y un par de electrodos, ambos perpendiculares entre sí, como se puede apreciar en la figura 6.18a. Los electrodos están conectados a la carga. La ionización térmica de gases se produce a temperaturas elevadas (~ 4000 K). Para bajar la temperatura se añaden sustancias que ionizan más fácilmente a temperaturas menores (“semillas”), tales como sales de potasio. Así se ioniza aire, o bien argón, ambos “sembrados”, a temperatura del orden de 2000 a 2500 K. La temperatura es uno de los problemas que tiene este tipo de generadores. El gas eléctricamente conductor se mueve a velocidad v tal como se representa en la figura 6.18b. El campo magnético B aplicado genera entonces un campo E i inducido: Ei v B VI B 14 y si el fluido es isótropo, mediante la ley de Ohm puntual escribimos: J i Ei v B (6.33) usando la expresión (6.1), y haciendo uso de idl J d, se obtiene: dF Fi JB d (6.34) que es la fuerza por unidad de volumen que se transmite al gas ionizado, y es opuesta a la velocidad v del fluido, retardándolo. Reemplazando en (6.34) por (6.33) se obtiene, en módulo: Fi = v B2 y como P Fi v resulta: P v2 B2 (6.35) medida en watts / m3 , y es la potencia obtenida por este tipo de generador. Aquí hemos dado sólo una descripción sintética de esta forma de obtener potencia sobre la cual se investiga activamente. 6.19.-El efecto Hall.Supongamos un conductor representado en la figura 6.19 en forma de cubo, que transporta una corriente i, y que está en presencia de un campo B . En realidad se mueven las cargas negativas (e) en sentido contrario, tal como se sabe. El campo B desvía las cargas produciéndose una carga espacial, hasta que las fuerzas se equilibran, es decir: 1) Se genera un campo eléctrico E H , por el desbalance de cargas producido por el campo magnético. (EH = EHall). 2) Aparece la fuerza: FH eE H sobre los electrones. Fig. 6.19 3) Existe también una fuerza de origen magnético: FB ev B. 4) El campo E H se denomina campo eléctrico de Hall (se establece en 10-14 seg). VI B 15 5) La fuerza de Lorentz, en el equilibrio es cero FH FB F e EH v B EH v B J Pero como i = n e v J nev v ne J EH B ne y se ve que E H (6.36) 1 o sea que a mayor concentración n, menor EH. n Pero como además VH = EH d, resulta en módulo: VH JBd iB.d ne ne y como = l. d, es finalmente: VH iB nel (6.37) Esta expresión permite calcular la concentración n de portadores, pues i, B, VH, y l se pueden determinar. En el caso de conocerse la concentración de cargas, la pastilla de Hall puede ser usada para la determinación de campos magnéticos. 6.20.- El disyuntor diferencial.Una interesante aplicación de los circuitos magnéticos a la seguridad de las instalaciones eléctricas es el llamado disyuntor diferencial. En el circuito de la figura 6.20 podemos ver una carga, simbolizada por la resistencia R, por la cual pasa la corriente. También se representa la corriente i 1 “de ida” y la i2 “de vuelta”. Ambas pasan por los bobinados N1 y N2 de un transformador especial, tal que N1 = N2 , y los devanados realizados en forma opuesta, de modo que también son opuestos los flujos magnéticos. En funcionamiento normal y para cualquier valor de la corriente los valores absolutos de i1 e i2 son iguales. En la figura 6.20 puede verse que en dicho transformador hay un tercer bobinado N3 en el cual no se generará ninguna fem mientras i1 = i2. Pero si por algún VI B 16 tipo de problema o accidente la corriente i1 o la i2 varía, se cumple i1 i2 y las bobinas N1 y N2 no tienen igual corriente y por lo tanto el núcleo registra un flujo que es la diferencia de los producidos en N1 y N2 y que genera una fem en N3. Se produce así una corriente en dicho bobinado que puede accionar la llave de corte de la instalación eléctrica protegida por el disyuntor. Este sistema, como se puede apreciar, actúa por diferencia de corriente y por ello se lo denomina “diferencial”. En las aplicaciones domiciliarias las corrientes i1 e i2 son alternas. Este tema se verá en el capítulo VII. Fig. 6.20 VI B 17