Actividad de relevamiento magnético de las inmediaciones de la

Manejo Ambiental 2008
INSTITUTO ANTÁRTICO URUGUAYO
Manejo Ambiental
Presentado por Tte.Cnel Waldemar Fontes
[email protected]
Oficial de Medio Ambiente
Documento producido por C/N (CG) Aldo Felici
Consejero del Instituto Antártico Uruguayo y Oficial de Medio Ambiente
Actualizado al 18 de setiembre de 2008
Contacto por email: [email protected]
Teléfono: (598 2) 487 8341 al 43
Web: www.iau.gub.uy
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Programa de Monitoreo Ambiental de la Base Científica Antártica Artigas
(BCAA)
Mapa con sectores de diferentes atributos ambientales en las inmediaciones de BCAA
Esta actividad se realiza de acuerdo con el Artículo 3 del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección
del Medio Ambiente (Protocolo de Madrid), donde se establece la necesidad del monitoreo de los
productos de las actividades en la Antártida y sus efectos sobre el medio ambiente, a través de parámetros
ambientales y elementos claves del ecosistema, y en correspondencia con las disposiciones de los Artículos
2 y 5 del Anexo I del Protocolo, los cuales remiten a la observación ambiental.
Los objetivos del proyecto son:




Protección de los valores ambientales (flora, fauna, sistemas de aguas continentales, sistemas
marinos, suelo, aire, etc.) dentro del área ocupada por la BCAA y su zona de influencia.
Establecimiento de un patrón para el estudio del estado del medio ambiente actual a través de
la cuantificación de parámetros clave.
Utilización del patrón antes determinado para cuantificar una mejora continua o la extensión
y velocidad del deterioro ambiental, y en base a los resultados obtenidos, recomendar medidas
de mitigación.
Satisfacer los requisitos legales establecidos en el Protocolo de Madrid, como obligaciones de
resultados de carácter vinculante para la República.
El Programa de Monitoreo para la Base Artigas se desarrolla de acuerdo a las Guías Prácticas del COMNAP.
Se ha implementado la medición de emisiones gaseosas, térmicas, acústicas y electromagnéticas, como
asimismo se están estudiando indicadores biológicos en el área de influencia de la BCAA. El Programa está
orientado a la observación de impactos ambientales y a la vez se ha planificado para contribuir con el Informe
del Estado del Medio Ambiente en la Antártida, en lo que respecta al área de influencia de la BCAA.
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Aproximación Inicial al Monitoreo Biológico en la Base Uruguaya “Artigas”
Lapas antárticas usadas como indicadores
biológicos
Analizando muestras en BCAA
Una de las principales preocupaciones del Instituto Antártico Uruguayo es desarrollar un Programa de
Monitoreo Ambiental que tiene una buena relación beneficio – costo y práctico, dadas las condiciones
imperantes en la Antártida.
Uruguay está actualmente recorriendo su camino de incluir el uso de organismos como indicadores biológicos
de contaminación en el Programa preexistente, para lo cual el IAU ha incorporado desde hace tres años un
grupo de biólogos de la Facultad de Ciencias al equipo responsable por el desarrollo y la implementación de
actividades de monitoreo. El objetivo de este nuevo, más comprensivo Programa de Monitoreo es optimizar
los recursos del Área Medioambiental del Instituto Antártico Uruguayo, evitando duplicación de esfuerzos, y
dirigir actividades específicas de monitoreo para apreciar las diferentes formas de eventual impacto humano
que pudieran resultar en y próximas a la Base.
En este contexto, se continua implementando el monitoreo biológico también para el Plan de Contingencia
de la Descarga de Combustible en la BCAA. El objetivo de esta actividad de monitoreo es el de evaluar la
integridad biológica del área comprendida entre la Bahía Collins y la Caleta Ardley antes, durante y después de
las maniobras de trasvasado de combustible, para contribuir a verificar que no se producen alteraciones en la
biota como consecuencia de dichas actividades. El monitoreo biológico realizado durante el presente período
demostró que el impacto de la descarga de combustible fue mínimo y transitorio.
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Actividad de relevamiento magnético de las inmediaciones de la BCAA
Relevamiento del campo magnético en BCAA.
En el contexto del Programa de Monitoreo Ambiental del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), e inserto en el
tópico del mismo: “Medición de Radiación Electromagnética”, se desarrolla el plan de relevamiento
magnético de las inmediaciones de la BCAA, procurando analizar la estrecha relación entre el campo
magnético imperante en el ambiente y actividades vitales tales como la reproducción, crecimiento, desarrollo
de patologías y orientación en las migraciones.
A los efectos de realizar las mediciones electromagnéticas, técnicos uruguayos construyeron un
magnetómetro triaxial, basado en dos sensores magnetorresistivos, cada uno capaz de sensar en dos ejes
ortogonales, orientados formando un triedro. La información digitalizada se almacena en una memoria
interna al instrumento, el cual alimentado con batería propia, posee capacidad de operación autónoma.
Actualmente, se está también desarrollando tecnología propia en las áreas de la saturación magnética y de la
precesión protónica, a efectos de construir una estación fija automática en BCAA, como contribución de
Uruguay a las actividades del Año Polar Internacional 2007-2008, a la luz del impulso que se ha dado a la
realización de estudios geomagnéticos de la manera más extensiva posible en virtud del proceso de inversión
de los polos magnéticos terrestres.
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Empleo de Biodiesel en Antártida. Experiencia en la BCAA
Medio terrestre de orugas operado con mezcla de biodiesel y gas-oil antártico
En la planificación de las Campañas Antárticas a partir del año 2007, se analizó y consideró el empleo, por
primera vez en la Antártida, de la mezcla de biodiesel de producción nacional con gas-oil antártico en
diferentes proporciones para bajar su punto de congelamiento para los vehículos y empleándolo de manera
pura en el incinerador de residuos de BCAA. El biodiesel es un agrocombustible de origen biológico
homologado en Europa por las normas DIN 14.214 (Deustcher Industrie Normen), y en Estados Unidos por
las disposiciones emanadas de las normas ASTM D-6751 (American Section of the International Association
for Testing Materials), producido en el caso de Uruguay mayormente a partir del procesamiento de cultivos
oleaginosos, y seleccionando para la experiencia antártica el de aceite de soja elaborado según la norma
nacional UNIT 1.100 (Instituto Uruguayo de Normas Técnicas), desarrollada de manera similar a las normas
DIN europeas.
Este combustible carece de microorganismos y la reducción de emisiones previstas por las especificaciones
técnicas en relación al gas-oil, contribuye con los principios del Protocolo al Tratado Antártico sobre la
Protección del Medio Ambiente.
El biodiesel posee las mismas propiedades del combustible diesel derivado del petróleo empleado para
vehículos con el cual es posible mezclarlo en cualquier proporción, y es un combustible alternativo que desde
el punto de vista de inflamabilidad, ésta puede llegar a estar en el 50% de la del gas-oil, lo cual hace más
seguro su manipulación y almacenamiento, especialmente en el ambiente seco de la Antártida.
En cuanto a sus emisiones, produce un 50% menos de monóxido de carbono (CO), prácticamente no se
produce emisión de dióxido de azufre (SO2) por el muy bajo (0,01% en peso) o inexistente contenido de
azufre en el biodiesel, mientras que el dióxido de carbono (CO2) emitido por el biodiesel puede ser
reabsorbido por los cultivos vegetales que se usan para su producción, pudiendo considerarse un combustible
renovable.
A la luz de la celebración del Año Polar 2007-2008, se está impulsando el empleo del Biodiesel como
combustible alternativo en la Antártida, y su uso racional de una manera gradual y creciente para los próximos
años, cuya producción está considerada a través de ANCAP en los planes energéticos de la República,
proveyendo a su autosustentabilidad como fuente de energía alternativa.
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Extensión del Uso del Sistema de Identificación Automática (SIA) para la Seguridad
de las Operaciones Antárticas
Triángulo circulado mostrando representación gráfica en pantalla de vehículo
uruguayo desplazándose de BCAA hacia la base rusa Bellinghausen.
Con el propósito de contribuir a incrementar la seguridad de las operaciones en la Antártida, especialmente a
la luz de accidentes sufridos en el mar y en el hielo por personal de otros programas antárticos, se ha
extendido el uso del Sistema de Identificación Automática (SIA) homologado por la Organización Marítima
Internacional (OMI), instalándolo en estaciones y móviles terrestres o náuticos empleados en la BCAA.
De esta forma, se apunta a la salvaguarda de la vida de científicos, personal logístico y otras personas que se
desplacen en los medios de transporte uruguayos, y a su vez complementariamente a la seguridad del material,
facilitando las tareas de búsqueda y rescate, o también de apoyo logístico, incluyendo el caso de un incidente
ambiental, en base a un continuo seguimiento de la posición de los móviles.
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Medidas preventivas para evitar la introducción de especies alienas en la Antártida, en
cumplimiento del Anexo II del Protocolo al Tratado Antártico sobre la Protección del
Medio Ambiente (Protocolo de Madrid).
Medios aéreos y navales empleados en la actividad antártica.
La inspección de la carga y equipaje en el Instituto Antártico Uruguayo, su desinfección previa al embarque y
la fumigación de las aeronaves y las naves con un insecticida aprobado por la OMS sin riesgos para la
tripulación y los pasajeros, como la permetrina, constituyen medidas preventivas adecuadas para evitar la
introducción de especies alienas en la Antártida, como pueden ser, entre otros, mosquitos, moscas de la fruta
(Drosophila sp.), cucarachas, e incluso arácnidos.
Así como las consecuencias son múltiples para la salud pública de los países que padecen de manera creciente
la importación de vectores de ciertas regiones con enfermedades endémicas, también es de esperarse
alteraciones en el medio ambiente antártico en el caso de introducción de especies alóctonas (especies alienas, o
bioinvasoras), agentes patógenos, o tierra no estéril como lo establece el Anexo II del Protocolo, especialmente
con aquellos organismos que cuentan con preadaptaciones que facilitarían establecerse en el ambiente. Tal es
el caso de aquellos que son patagónicos, magallánicos, de montaña, o del ártico y su zona de influencia
(tundra y taiga, etc.).
Estas medidas se están profundizando, especialmente a la luz de los efectos del calentamiento global, a partir
del cual ciertas especies pueden extenderse más allá de los límites conocidos de distribución escapando
además a las presiones que los parásitos y predadores naturales ejercen sobre ellos, pudiendo ahora
transportarse diversos organismos vivos de un lugar a otro con mayores oportunidades de resultar eficaces
colonizadores.
El tratamiento de este tema que involucra a las especies no nativas en la Antártida, en el cual Uruguay ha sido
uno de los primeros países que están participando activamente en el ámbito del Comité de Protección
Ambiental, se ha convertido por su implicancia de futuro en el tema de más alta prioridad en el contexto del
plan de trabajo para los próximos 5 años de este órgano.
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Relevamiento de Desechos Marinos en la Costa Septentrional de la Base Científica
Antártica Artigas (BCAA) en la Isla Rey Jorge / Isla 25 de Mayo. Contribución a la
Efectivización del Anexo IV “Prevención de la Contaminación Marina” del Protocolo
de Madrid.
Artículos encontrados y retirados de la costa para ser clasificados y caracterizados en BCAA
El IAU ha venido desarrollando de manera continua desde el año 2000, según el método normalizado
establecido por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), un
Programa de Relevamiento de Desechos Marinos en las áreas costeras próximas a sus instalaciones y por
tanto en el Área de la CCRVMA correspondiente a la Subárea Estadística 48.1, donde se encuentra la
B.C.A.A., en Isla Rey Jorge (o Isla 25 de Mayo), realizándose el relevamiento en las tres unidades de muestreo
en un área Norte de la costa accesible desde la base en la Antártida.
En el presente año 2008, se ha contado también con la participación de profesionales de la DINARA
(Dirección Nacional de Recursos Acuáticos), con la cual se están coordinando esfuerzos mutuos a través de la
colaboración institucional que provea la multiplicación de fuerzas en el desarrollo y gestión de actividades
tendientes a optimizar la comprensión de las relaciones dinámicas y la conservación de recursos vivos
marinos y el medio ambiente antártico, con el fin de obtener un efecto sinérgico en la implementación de
cometidos afines en la Antártida y sus ecosistemas dependientes y asociados.
La finalidad del programa que es la de colaborar con las funciones de la Comisión en el análisis de la
efectivización de las Medidas de Conservación, puede también extenderse para contribuir al seguimiento de
las medidas implementadas en conformidad al Anexo IV “Prevención de la Contaminación Marina” del
Protocolo al Tratado Antártico sobre la Protección del Medio Ambiente, con aplicación a su vez en el
informe del estado del medio ambiente y la notificación de datos sobre los temas que a continuación se
especifican: búsquedas de desechos marinos en las playas; enredo de aves y mamíferos marinos en los
desechos marinos; presencia de desechos marinos en las colonias de aves marinas; y animales contaminados
externamente (petróleo u otra sustancia).
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Relevamiento de restos históricos del naufragio de Pta. Suffield, Bahía Maxwell, Isla
Rey Jorge (Isla 25 de Mayo), en relación a la Resolución 5 (2001) y Anexo V “Áreas
Protegidas” del Protocolo de Madrid.
Restos del naufragio en Punta Suffield
El Instituto Antártico Uruguayo se encuentra realizando el relevamiento de los restos históricos del naufragio
localizado en Pta. Suffield, Bahía Maxwell, en la Isla Rey Jorge (o Isla 25 de Mayo), dispersos en un área de 80
x 20 mts siguiendo la línea de la costa a 400 mts de la BCAA, los cuales presumiblemente pertenecerían a un
barco velero de madera ballenero o foquero, de dos palos, construido después de la segunda mitad del SXIX.
Este relevamiento está siendo conducido de acuerdo a lo establecido en la Resolución 5 (2001), Guías para la
manipulación de restos históricos pre-1958 cuya existencia o presente localización no es conocida, teniendo
en cuenta la importancia que representa la actividad marítima para el desarrollo del conocimiento de la
Antártida, y con ello su preservación a través de la propuesta para una eventual designación como Sitio o
Monumento Histórico (Anexo V del Protocolo de Madrid).
Del estudio de las mediciones surge que las dimensiones coinciden con unidades de medida británica, lo
cual sería un indicio de que la construcción probablemente sería de Gran Bretaña o de Estados Unidos de
América.
También se han tomado medidas de protección de los restos, mediante la colocación de carteles
indicadores y la adopción de directrices orientadas a la prevención de evitar remover las piezas existentes,
así como limitar la circulación entre las mismas únicamente a las personas cuya presencia sea necesaria
para su estudio, conservación, o por otra razón de interés científico.
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