En Chile las madres trabajadoras en el sector informal y... dilemas muy fuertes para conciliar la atención de los hijos...

El cuidado de los/las niños/as en Chile
Jueves, 28 de Enero de 2010 10:23
En Chile las madres trabajadoras en el sector informal y en el trabajo doméstico enfrentan
dilemas muy fuertes para conciliar la atención de los hijos y el desempeño laboral.
Por Irma Arriagada. Socióloga, investigadora visitante del Centro de Estudios de la
Mujer (CEM)
Por cuidados nos referimos a la gestión y a la generación de recursos para el
mantenimiento cotidiano de la vida y la salud; a la provisión diaria de bienestar físico y
emocional, que satisfacen las necesidades de las personas a lo largo de todo el ciclo
vital. Durante este ciclo hay circunstancias o períodos vitales en los que se requiere de
cuidados intensivos o especializados. Por ejemplo: en la niñez, durante la enfermedad o
cuando se vive alguna discapacidad y en situaciones de vejez no valente.
El cuidado de los niños, especialmente hasta los tres años, es esencial para el desarrollo
cognitivo, emocional y para su integración social. En Chile se efectúa principalmente en las
familias y lo realizan las mujeres. La información de la Encuesta de Uso de Tiempo realizada
en el Gran Santiago de 2008 por el INE, establece que las mujeres realizan el 67% del trabajo
doméstico y el 79% del cuidado de personas (niños y adultos).
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Asimismo son mujeres quienes realizan este trabajo de manera remunerada. Asimismo, la
información de la Encuesta CASEN de 2006 reveló un importante déficit de instituciones
públicas para el cuidado de la infancia, en especial, en las edades preescolares. La cobertura
de salas cunas y jardines infantiles era claramente insuficiente y limitaba fuertemente las
posibilidades de trabajo para las mujeres, en especial, para las de menores ingresos. El
gobierno de Michelle Bachelet le otorgó una gran importancia al problema del cuidado de niños
y niñas en edades preescolares para lo cual diseñó el Programa de Protección Social Chile
Crece Contigo. Según datos oficiales han aumentado las salas cunas y los jardines infantiles y
en 2010 se contará con 70 mil nuevos cupos y 3500 nuevas salas cunas públicas y gratuitas, a
cargo de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y la Fundación INTEGRA. De esta
forma, muchos niños y niñas de madres de escasos recursos que trabajan fuera y dentro del
hogar, han tenido la posibilidad de un cuidado desde la cuna, que les ha permitido desarrollar
al máximo las potencialidades de los niños y las oportunidades para trabajar de las madres.
Sin embargo, el cierre de la mayoría de las salas cunas y de los jardines infantiles de la JUNJI
durante los meses de verano plantea un gran dilema para las trabajadoras, especialmente del
sector informal, que al no contar con vacaciones deben buscar la forma de dejar a sus hijos al
cuidado de otros. En la medida que el trabajo de cuidado se sigue considerando una tarea
femenina, privada y familiar, las estrategias para enfrentar el problema también tienen ese
carácter. Se tiende a recurrir a las madres y otros parientes, en determinados casos los hijos
mayores se hacen cargo de los hermanos menores, se lleva a los niños al trabajo cuando ello
es posible, se los deja a cargo de alguna vecina, se paga por el cuidado a alguien no
especializado en el cuidado infantil o, en casos extremos, se los deja solos. En síntesis, se
busca soluciones individuales, con riesgos para los niños y niñas, quienes no reciben el
cuidado que requieren y con un aumento del stress y el agobio para las madres.
En Chile las madres trabajadoras temporeras, en el sector informal y en el trabajo doméstico,
cuyos horarios y vacaciones –si los tienen- no coinciden con la de los jardines infantiles y que
no cuentan con los recursos suficientes para contratar alguien que cuide a sus hijos pequeños,
enfrentan dilemas muy fuertes para conciliar la atención de los hijos y el desempeño laboral, de
los cuales es preciso hacerse cargo. Si bien existen iniciativas interesantes, como los jardines
para madres temporeras aun no se logra una adecuada cobertura. Una medida importante
sería la mantención del funcionamiento o la rotación de algunos jardines infantiles durante el
período de vacaciones para aquellos niños cuyas madres deben trabajar en dicho período;
otras medidas incluyen vacaciones de verano en campamentos para niños y niñas, granjas
escuelas, colonias de verano, centros de cuidado diurno y otros que deben estudiarse en
función de la edad de niños y niñas e implementarse de manera descentralizada y orientados a
aquéllas madres trabajadoras que más los necesitan.
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* Este texto se elaboró en el marco del proyecto de CEM-Chile e INSTRAW
“Construyendo redes: Mujeres latinoamericanas en las cadenas globales de cuidado”
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