Curso de la Escuela de Práctica Jurídica *** «Justicia penal de menores en España. Aspectos sustantivos y procesales» Selección de Jurisprudencia y Formularios Material elaborado por: Dra. Ana I. Luaces Gutiérrez Dr. Carlos Vázquez González 2008 Selección de Jurisprudencia Ausencia del informe del Equipo Técnico Audiencia Provincial de Barcelona, Sección 5ª, Sentencia de 3 Abr. 2001, rec. 97/2001 Ponente: Assalit Vives, José María. Nº de recurso: 97/2001 Ref: LA LEY JURIS: 782562/2001 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO. La parte dispositiva de la Sentencia apelada es del tenor literal siguiente: "FALLO: Que debo condenar como condeno a Yassine H. como autor responsable de un delito contra la salud pública a la pena de doscientos cuarenta días multa con una cuota diaria de 200 Ptas. con un día de arresto sustitutorio por cada dos cuotas impagadas y cinco mil pesetas de multa con dos días de arresto sustitutorio en caso de impago, y costas. Dése al dinero y sustancia intervenidos el destino legalmente previsto." SEGUNDO. Admitido el recurso y de conformidad con lo establecido en el art. 795.4ª de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, no siendo preceptivo el emplazamiento y comparecencia de las partes, se siguieron los trámites legales de esta alzada y quedaron los autos vistos para sentencia. HECHOS PROBADOS ÚNICO. No se admiten los hechos declarados probados en la sentencia recurrida, ya que se declarará nulo el juicio oral con revocación de la misma. FUNDAMENTOS DE DERECHO ÚNICO. El recurrente alega en su recurso tres motivos de impugnación de la sentencia recurrida. Los dos primeros denuncian la infracción de la 1ª Ley por inaplicación de la Disposición Transitoria Duodécima del Código Penal de 1995 y vulneración del derecho de defensa del artículo 24.1 de la Constitución. Ambos se hallan íntimamente ligados, ya que el recurrente al tiempo de cometer los hechos tenía 17 años, los mismos que en el acto de celebración del acto del juicio oral, que fue celebrado el día 19 Oct. 2000, es decir, antes de la entrada en vigor de la nueva Ley de regulación de la responsabilidad penal del menor. Aunque es cierto que en su día se dictó auto de apertura del juicio oral contra el apelante, con señalamiento del día y hora de su celebración que le fue notificado y fue 3 citado personalmente, y que aunque fue suspendido el juicio fue señalada nueva fecha, intentando su citación en el domicilio designado por él, después de ser advertido en los términos expresados en el artículo 789.4, en relación con el artículo 793.1, ambos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, también debe ser tenido en consideración que este último precepto dispone que la ausencia injustificada del acusado citado en estos términos, no seré causa de suspensión del juicio oral si el Juez o Tribunal, a solicitud del Ministerio Fiscal o de la parte acusadora, y oída la defensa, estima que existen elementos suficientes para el enjuiciamiento, cuando la pena solicitada no exceda de un año de privación de libertad o, si fuera de distinta naturaleza, cuando su duración no exceda de seis años. En el presente caso al tiempo de celebrarse el juicio oral no existían elementos suficientes para el enjuiciamiento del acusado, pues no obraba en la causa, como dispone la Disposición Transitoria Duodécima del Código Penal de 1995, el informe sobre la situación psicológica, educativa y familiar del menor, así como sobre su entorno social, y en general, sobre cualquier otra circunstancia que pudiera haber influido en el hecho que se le imputa. Desde luego tales extremos o circunstancias sí podían influir en el enjuiciamiento de los hechos y en las consecuencias penales anudadas a la conducta del acusado. A ello no puede oponerse que si no obraba el informe era imputable al menor, pues independientemente de que encontrándose el encausado a disposición del Juzgado de Instrucción no fue interesada por éste la realización del mismo, véase en este sentido el Auto de incoación de previas en el que no se adopta resolución alguna al respecto y que por auto de fecha 12 Ago. 2000 se declaró finalizada la instrucción sin interesar el repetido dictamen, debe tenerse en cuenta que la indicada Disposición Transitoria contiene un mandato dirigido a los Jueces y Tribunales que conozcan la causa y por ello debe ser cumplido con anterioridad a que sea celebrado el juicio oral, pues del resultado del dictamen se pueden extraer circunstancias que pueden ser tenidas en cuenta para el correcto enjuiciamiento de los hechos y, en su caso su sanción. Por lo expuesto, procede estimar el recurso de apelación formulado, con declaración de nulidad del acto del juicio oral celebrado, y consecuentemente se revoca la sentencia recurrida, con retroacción de las actuaciones al momento anterior a su celebración. Se declaran las costas de la presente apelación de oficio. FALLAMOS: Debemos estimar y estimamos el recurso de apelación formulado por YASSINE H. contra la sentencia dictada el día 23 Oct. 2000 por el Juzgado de lo Penal núm. 1 de los de Barcelona, en el Procedimiento Abreviado núm. 335/00, y consecuentemente Revocamos dicha resolución en el sentido de declarar la nulidad del acto del juicio oral celebrado, con retroacción de las actuaciones al momento anterior a su celebración. Se declaran las costas de la presente apelación de oficio. Notifíquese esta resolución a las partes e infórmeseles que contra la misma no cabe recurso ordinario alguno, salvo los extraordinarios en los supuestos legalmente establecidos. Dedúzcase testimonio de la presente resolución y remítase juntamente con los autos principales al Juzgado de procedencia para que en él se lleve a cabo lo acordado. 4 Sobreseimiento del expediente por encontrarse el menor en ignorado paradero y ausencia del informe del equipo técnico Audiencia Provincial de Jaén, Sección 1ª, Auto de 1 Feb. 2002, rec. 3/2002 Ponente: Aguirre Zamorano, Pío José. Nº de sentencia: 9/2002 Nº de recurso: 3/2002 Ref: LA LEY JURIS: 1135454/2002 HECHOS PRIMERO. El Ministerio Fiscal inició y concluyó expediente contra el menor Savin C. por un presunto delito de robo con fuerza y otro de robo de uso, recibiéndolo el Juzgado de Menores junto con el escrito de alegaciones. Con fecha 25 Oct. 2001 el Juzgado decretó la apertura de la fase de Audiencia, dándose traslado al letrado del menor para que formulase escrito de alegaciones, interponiendo el letrado recurso de reforma. El Juzgado de menores dictó auto de fecha 28 dé noviembre de 2.001 acogiendo el recurso y acordando el sobreseimiento provisional y archivo del expediente. Contra dicho auto interpuso recurso de apelación el Ministerio Fiscal que fue admitido por el Juzgado. SEGUNDO. Recibidas las actuaciones, en esta Sala, el día 11 Ene. 2002 recayó diligencia de ordenación ordenando que se formase el correspondiente rollo y tras los trámites legales quedaron para resolución el día 29 Ene. 2001. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO. Antes de entrar a conocer del fondo hay que precisar los términos del debate. La Juzgadora de instancia entiende que el informe del equipo técnico de menores regulado en el art. 27 de la L.O.R.R.P.M. es requisito esencial para la celebración de la audiencia y al no constar el mismo y además al estar el menor en paradero desconocido es procedente acordar el sobreseimiento provisional y archivo del expediente. El Ministerio Fiscal entiende que la ausencia del informe del equipo técnico no puede dar lugar al sobreseimiento y además el Juzgado tampoco puede acordarlo por hallarse el menor en paradero desconocido si previamente no ha sido declarado en rebeldía y además, en todo caso, podía celebrar el juicio en su ausencia si tiene domicilio conocido y se solicita, como es el caso, la medida de un año de libertad vigilada, todo ello de conformidad con lo dispuesto en el art. 793.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. SEGUNDO. Así las cosas, el auto impugnado tiene que ser confirmado íntegramente. Ya la exposición de motivos de la Ley Orgánica 5/2000 de Responsabilidad Penal de los Menores dispone que, en el derecho penal de menores ha de primar, como elemento determinante del procedimiento y de las medidas que se adopten, el superior interés del 5 menor, que ha de ser valorado con criterios técnicos y no formalistas por equipos de profesionales en el ámbito de las ciencias no jurídicas, sin perjuicio desde luego, de además la aplicación de las medidas o principios garantistas generales tan indiscutibles como el principio acusatorio, el principio de defensa, o el principio de presunción de inocencia. Pues bien, si el interés superior del menor ha de primar en el procedimiento y en la elección de la medida y, ese interés, ha de ser valorado por el Equipo Técnico, se ha de concluir que el informe del equipo resulta imprescindible para celebrar la audiencia. No es de recibo lo manifestado por el Ministerio, Fiscal, en el sentido, de que el informe del equipo es una simple prueba pericial y que ha de ser practicada en el juicio oral. Ya se ha explicado que no se puede considerar como una prueba pericial, sin más, y además si el menor está en ignorado paradero, no se explica cómo el equipo puede informar en el acto del juicio oral. TERCERO. A mayor abundamiento el sobreseimiento del expediente, está también motivado por encontrarse el menor en ignorado paradero, siendo su presencia en la audiencia estrictamente necesario de conformidad con lo establecido en los arts. 35, 36 y 37 de la Ley Orgánica 5/2000. Ciertamente, como informe el Ministerio Fiscal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal es supletoria a la Ley de Responsabilidad Penal del Menor (Disposición final primera de la Ley). Esta supletoriedad tiene que aplicarse en lo no previsto en la Ley Orgánica pero no puede alcanzar en lo expresamente previsto en la Ley. Es por ello, que si la Ley Orgánica 5/2000 dispone que el menor tiene que asistir a la audiencia no se puede suponer que es de aplicación los arts. 789.4, 793 y 791.4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que prevé la celebración del juicio en ausencia del acusado, cuando haya designado domicilio, y la pena solicitada no exceda de un año de privación de libertad o, si fuera de distinta naturaleza, cuando su duración no exceda de seis años. CUARTO. No es de aplicación, en el presente caso, lo argumentado por esta misma Sección de la Audiencia Provincial en su auto núm. 126/2001 en el sentido de no resultar coherente con el respeto a los derechos y el. principio de proporcionalidad, el privar a un menor de libertad para realizar un informe actualizado, máxime cuando en el acto de la Audiencia esté prevista la posibilidad de que se oiga al equipo técnico. En este caso, existía un informe y además el menor no estaba en paradero desconocido. A mayor abundamiento, consta en el expediente que el menor fue conducido por la policía ante la fiscalía de menores donde se le recibió declaración y posteriormente fue puesto en libertad. Pues bien ese era el momento de al menos haber hecho un informe sucinto por el equipo técnico, que además, se encuentra ubicado en las mismas dependencias de la fiscalía de menores y depende funcionalmente del Ministerio Fiscal. FALLAMOS: Desestimar el recurso planteado por el Ministerio Fiscal contra el auto de fecha 28 Nov. 2001 dictar por el Juzgado de Menores en el expediente núm. 237/2001, auto que se confirma en su integridad. 6 Acreditación de la edad del menor Audiencia Provincial de Barcelona, Sección 10ª, Sentencia de 28 Abr. 2003, rec. 265/2003 Ponente: Planchat Teruel, José María. Nº de recurso: 265/2003 Ref: LA LEY JURIS: 1506264/2003 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- La parte dispositiva de la Sentencia apelada es del tenor literal siguiente: "FALLO: Que debo condenar y condeno a Juan Miguel como autor responsable de un delito de resistencia a agente de la autoridad previsto y penado en el art. 556 CP y de una falta de hurto en grado de tentativa prevista y penada en el art. 623,1, 16 y 62 del CP, con la concurrencia de la circunstancia agravante de reincidencia respecto del delito, a las penas de: por el delito 1 año de prisión y por la falta 1 mes de multa con una cuota diaria de 3 € y con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas impagadas y a que indemnice al agente de la Guardia Urbana de Barcelona nº NUM000 en la cantidad en que se tasen los cristales rotos de las gafas a determinar en ejecución de sentencia y al agente nº NUM001 en la suma de 850 €, así como al pago de las costas procesales causadas". FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Se aceptan asimismo los fundamentos jurídicos que se contienen en la Sentencia recurrida. SEGUNDO.- El motivo único del escrito rector de esta alzada presentado por la representación procesal del condenado en la instancia se reduce a la alegación de no quedar justificado que el encausado contase con dieciocho años de edad, esto es, sostiene la exención de responsabilidad criminal por minoría de edad y apoya su alegato en la consignación de la fecha de nacimiento en la hoja histórico penal conforme a la cual, efectivamente, no llegaría a la mayoría de edad. El motivo no puede ser acogido. Conforme la correcta distribución del "onus probandi" (cuestión que en el proceso penal suscita enorme complejidad, hasta el punto en que no son pocos los tratadistas que niegan que exista tal distribución apriorística) debe estimarse que cuando se alberga duda de la edad o ésta es discutida compete a la parte acusadora promover su aseguramiento por alguno de los medios que establece el art. 375 LECrim., esto es, documental (certificaciones) o pericial médica, precepto añejo que en lo menester viene complementado por el art. 785,3ª ("en las declaraciones se reseñará el Documento Nacional de Identidad de las personas que las presten. Cuando por tal circunstancia o por cualquier otra no ofreciere duda la identidad del imputado y conocidamente tuviere la edad de dieciocho años se prescindirá de traer a la causa el certificado de nacimiento. En otro caso, se unirá dicho certificado y la correspondiente ficha dactiloscópica"). 7 Careciéndose de las certificaciones que allí se expresan y sin documento oficial alguno que revele con mínimo rigor la edad del condenado en la instancia, unida la ficha dactiloscópica (folio 32), despliega su completa eficacia el reconocimiento médico forense que, con fundamento en el análisis radiológico, concluye en que por su formación ósea es de diecinueve años o superior. A partir de tal constatación correspondería a la defensa desvirtuarla pues sí podría entenderse que se convertiría en lo que la doctrina legal ha denominado como "prueba reclamada" por la de cargo y en tal particular, abstracción hecha de la consignación en determinados pasajes de autos a manifestación del propio inculpado, la mera constatación como fecha de nacimiento el 5/5/1984 en la hoja histórico penal (no dejando de orillar que tomare razón de la propia manifestación del interesado en determinados autos) se revela insuficiente para privar de eficacia a aquella acreditación sin descartar tampoco el mero error de trascripción al llevar al contrasentido que en la propia condena allí consignada también sería menor de edad. FALLAMOS: Que desestimando el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de Jon contra la Sentencia dictada con fecha doce de junio de dos mil dos en el Procedimiento Abreviado nº 239/02 seguido en el Juzgado de lo Penal nº 2 de Barcelona debemos confirmar y confirmamos íntegramente dicha resolución y declaramos de oficio las costas procesales de la apelación. 8 Recurso de casación para unificación de doctrina Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia de 3 Feb. 2003, rec. 1002/2001 Ponente: Jiménez Villarejo, José. Nº de sentencia: 115/2003 Nº de recurso: 1002/2001 Ref: LA LEY JURIS: 1088/2003 ANTECEDENTES DE HECHO 1. El Juzgado de Menores de Zaragoza incoó expediente de reforma con el núm. 270/01 en el que recayó sentencia condenatoria el 2 Jul. 2001, que contenía el siguiente fallo: «Que debo imponer e impongo a los menores: Iván H. H., Emilio José P. M. y Abraham H. H., como coautores de dos delitos: uno en grado de tentativa de robo con violencia e intimidación en las personas agravado por el empleo de instrumentos peligrosos, y otro de homicidio, con la agravante de abuso de superioridad, a las siguientes medidas para cada uno de ellos: Por el delito en grado de tentativa de robo con violencia e intimidación en las personas, agravado por el uso de elementos peligrosos; en primer lugar, la medida de tres años de internamiento en centro especializado de reforma de menores de carácter cerrado, completada con otra de tres años de situación de libertad vigilada, a tenor del contenido del plan de marcado carácter educativo y resocializador, que en su momento será elaborado por el Sr. educador designado al efecto. Por el delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, en primer lugar, la medida de ocho años de internamiento en centro especializado de reforma de menores de carácter cerrado, completada con otra de cinco años de situación de libertad vigilada, a tenor del contenido del plan de marcado carácter educativo y resocializador, que en su momento será elaborado por el Sr. educador designado al efecto. No obstante lo anterior, por imperativo legal, al imponerse varias medidas, por las razones expuestas, y para cada uno de los tres menores reseñados, el plazo total de cumplimiento de la medida de internamiento en centro especializado de reforma de menores en régimen cerrado será de ocho años, complementada sucesivamente ésta por la de situación de libertad vigilada de cinco años. Firme la presente resolución se abonará a los mismos el tiempo cumplido privados de libertad por esta causa con carácter preventivo o cautelar desde los días 2 (Emilio José e Iván) y 5 (Abraham) de abril de 2001, y se remitirá testimonio de particulares de la misma y del acta de las dos sesiones de la audiencia, y de las piezas de convicción al Juzgado de Instrucción núm. 4 de los de Zaragoza, diligencias previas núm. 1483/2001. Se prorroga la medida de internamiento cautelar en un centro especial de reforma de menores por tiempo de otros tres meses como máximo, librándose al respecto los despachos correspondientes y testimonio de esta sentencia a la pieza separada de medidas cautelares seguidas en este Juzgado con el núm. 11/2001. Se reservan las acciones civiles, en todo caso, a los perjudicados, los padres del joven fallecido, Juan R. A., D. Ángel R. U. y D.ª M.ª Elena A. O.; y así, en cuanto la pieza separada de responsabilidad civil, se alza la suspensión de la misma, sin más trámite conforme a las reglas de dicho procedimiento y se concede 9 al anterior, a quienes espontáneamente se consideren como tales y a las compañías aseguradoras que se tengan por partes interesadas en el plazo de un mes desde la notificación de ésta para poder personarse en dicha pieza separada mediante un escrito, indicando las personas que consideren responsables de los hechos cometidos y contra los cuales pretendan reclamar, bastando con las indicación genérica de su identidad; levándose a tal fin testimonio de particulares de esta sentencia a tal pieza». 2. Contra dicha sentencia, la representación procesal de los condenados interpuso recurso de apelación que fue resuelto, por sentencia de 27 Sep. 2001, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, que contenía el siguiente fallo: «Que desestimando los recursos de apelación formulados por D.ª Carmina Mayor Tejero, Letrada del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza y del menor Emilio-José P. M., D. Javier Sánchez Marcaray, Letrado del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza y del menor Iván H. H., y D.ª Yolanda Mompel Lasheras, Letrada del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza y del menor Abraham H. H., y estimando el interpuesto por el MF, formulados todos ellos contra la resolución de fecha 2 Jul. 2001 y auto aclaratorio de fecha 5 Jul. 2001 dictados por el Ilmo. Sr. Magistrado Juez titular del Juzgado de Menores de Zaragoza, en el expediente de reforma núm. 270 de 2001, se revoca parcialmente el fallo de la sentencia, en el sentido de establecer que la medida de libertad vigilada solo se podrá imponer a los menores, en su caso, una vez cumplida o finalizada la medida privativa de libertad del internamiento en centro cerrado; y siempre que tal medida de libertad vigilada se considere conveniente para el interés del menor, previa audiencia del Fiscal, sus Letrados y la entidad pública de protección o reforma, declarando asimismo la firmeza de esta sentencia, y manteniendo el resto de los pronunciamientos que no se opongan a ésta, y con declaración de oficio de las costas de esta segunda instancia». 3. Notificada esta última sentencia a las partes, la representación procesal de Emilio José P. M. preparó e interpuso contra la misma recurso de casación para unificación de doctrina señalando tres contradicciones sobre la sentencia recurrida y determinados pronunciamientos contenidos en resoluciones de las Audiencias Provinciales de Cádiz y Jaén constituidas en Salas de Menores y de esta misma Sala. 4. Por su parte, la representación procesal de Abraham H. H. preparó e interpuso el mismo recurso con fundamento en las mismas contradicciones señaladas en el anterior. 5. La Sala de Menores de la Audiencia Provincial de Zaragoza tuvo por preparados e interpuestos los dos recursos, requirió testimonio de las sentencia citadas por los recurrentes para contraste con la recurrida y remitió todas las actuaciones previo emplazamiento de los recurrentes y del Ministerio Fiscal. 6. En esta Sala las partes recurrentes reprodujeron sus escritos de interposición y el Ministerio evacuó el trámite que se le confirió y por las razones que adujo, impugnó las pretensiones deducidas en los recursos. 7. Por providencia de 13 Dic. 2002 se declaró el recurso admitido y concluso, señalándose para el acto de la vista oral el pasado día 22 Ene. En el acto de la vista, los recurrentes informaron en defensa de sus respectivos recursos y el Ministerio Fiscal 10 reiteró en su informe la impugnación formulada por escrito, seguidamente, la Sala deliberó con el resultado decisorio que a continuación se expresa. FUNDAMENTOS DE DERECHO 1. Contra la sentencia dictada en apelación por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, constituida en Sala de Menores, han interpuesto recurso de casación para unificación de doctrina las representaciones procesales de dos de los menores a los que, habiendo sido impuesto por el Juzgado de Menores de dicha ciudad un internamiento en centro cerrado de reforma por tres años y otro por ocho años, vieron confirmadas dichas medidas en la sentencia que ahora impugnan ante esta Sala. Las dos partes recurrentes señalan, a efectos de la unificación de doctrina que constituye el objeto de su pretensión tres contradicciones que dicen haber advertido entre la sentencia recurrida y otros tantos pronunciamientos --dos de otras Salas de Menores y uno de esta misma Sala-- por lo que, para evitar inútiles repeticiones, daremos una sola respuesta a cada una de las cuestiones planteadas. 2. La primera contradicción que señala el recurso interpuesto en nombre de Emilio José P. y la segunda de las señaladas por el otro recurrente, es la que se dice existe entre el particular del fallo de la sentencia recurrida en que se declara su firmeza por una parte, y la sentencia y el auto dictados, también conociendo de apelación interpuesta contra sentencia de un Juzgado de Menores, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz el 5 Jun. 2001 por otra, de cuyas resoluciones se deduce, a juicio de las recurrentes, que el Tribunal últimamente citado mantiene un criterio distinto del sostenido por la Audiencia de Zaragoza sobre el efecto suspensivo que debe atribuirse al recurso de casación para unificación de doctrina en relación con la firmeza de la sentencia dictada en apelación. Teniendo en cuenta el innegable interés que tiene la cuestión suscitada, por cuanto se encuentra íntimamente vinculada a la propia definición de un recurso hasta este momento desconocido en nuestro Derecho procesal penal -el establecido en el art. 42 de la Ley 5/2000, de 12 Ene., reguladora de la responsabilidad penal de los menores, que en adelante designaremos con las abreviaturas LRPM-, esta Sala va a hacer abstracción de que este primer punto litigioso, planteado solo por el Ministerio Fiscal ante el Tribunal de apelación, no está realmente previsto como objeto del recurso de casación para unificación de doctrina en el art. 42.2 LRPM, puesto que la pretendida contradicción no está obviamente referida a «hechos y valoraciones de las circunstancias del menor», puesto que está determinada por una norma estrictamente procesal. Pese a lo que podría ser considerado un obstáculo a la admisibilidad de esta primera cuestión, nos consideramos obligados a resolverla en el ineludible ejercicio de la función nomofiláctica que a esta Sala incumbe. Debemos decir, antes de pasar adelante, que así como la atribución de firmeza a la sentencia dictada en apelación es clara en la recurrida, cuyo pronunciamiento sobre el particular se encuentra largamente razonado en los fundamentos jurídicos decimocuarto a decimosexto de la misma, no ocurre lo mismo en las resoluciones de contraste. Por lo pronto, ni en el fallo ni en la fundamentación de la sentencia dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz se hace alusión alguna a la cuestión de la firmeza. Sólo en el auto dictado en la misma fecha y en la pieza separada de situación cautelar dimanante del mismo procedimiento, no por cierto en la parte dispositiva sino 11 en el fundamento jurídico séptimo, se dice incidentalmente, al razonar la revocación de las resoluciones adoptadas por el juez de menores prolongando la medida cautelar de internamiento más allá del límite establecido en el art. 28.3 LRPM, que «parece lo más razonable entender» que, en la hipótesis de la interposición de un recurso para unificación de doctrina, la sentencia de esta Sala que lo resolviese podría remover y rectificar situaciones materiales creadas por las resoluciones dictadas en la instancia «que, por ello, no habrían devenido firmes con anterioridad». La Audiencia de Cádiz, en consecuencia, aun absteniéndose prudentemente de pronunciarse sobre un problema que excedía del contenido del recurso resuelto en el mencionado auto, no dejaba de expresar un criterio favorable al efecto suspensivo del recurso de casación para unificación de doctrina, contrario evidentemente al exteriorizado con inequívoca rotundidad en la sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Aunque el planteamiento de la contradicción no responde exactamente, como vemos, a los términos previstos en el art. 42.2 LRPM, parece oportuno zanjarla por las dos razones ya adelantadas: el interés intrínseco de la cuestión y la función constitucional de esta Sala como órgano en que culmina el orden jurisdiccional penal. El recurso de casación para unificación de doctrina, establecido e insuficientemente regulado por el art. 42 LRPM, es un remedio extraordinario cuya finalidad es reforzar, a través de la jurisprudencia de esta Sala, la garantía de la unidad de doctrina -y consiguientemente del principio de seguridad jurídica y del derecho a la igualdad de todos ante la ley- en el ámbito del Derecho sancionador de menores. Debe entenderse que la naturaleza extraordinaria de este recurso no solo se manifiesta en su carácter tasado -solo puede ser interpuesto para resolver, en determinados supuestos de especial gravedad, las contradicciones doctrinales a que se refiere el apartado 2 del art. 42 LRPM- sino en su carencia de efecto suspensivo por lo que es acertada, en este punto, la doctrina mantenida en la resolución recurrida según la cual las sentencias dictadas en apelación por las Salas de Menores de los Tribunales Superiores de Justicia -o, en su defecto, por las Secciones de las Audiencias Provinciales constituidas en Salas de Menores- alcanzan firmeza desde el mismo momento de su pronunciamiento. El derecho a una segunda instancia reconocido a todo sentenciado en causa penal por el art. 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos está satisfactoriamente garantizado, en el Derecho sancionador de menores, por el recurso de apelación establecido en el art. 41 LRPM, que es de pleno conocimiento, de lo que es legítimo deducir que, aun quedando limitadamente abierta la posibilidad de impugnar en algunos casos las sentencias resolutorias de la apelación, las mismas deben tener la condición de ejecutorias tan pronto sean dictadas. Lógica consecuencia de la inmediata firmeza de dichas sentencias es que las medidas cautelares que hubieran sido acordadas por el juez de menores durante la tramitación del expediente para la custodia y defensa del menor expedientado, deberán cesar al dictarse la sentencia y ser sustituidas, en su caso, por la medida o medidas de reforma impuestas en ella, lo que obliga a interpretar el último inciso del art. 28.1 LRPM, en que se prevé el mantenimiento de la medida cautelar «durante la sustanciación de los eventuales recursos», excluyendo de éstos el que estamos examinando. Esta solución se encuentra abonada además, de un lado, por la dificultad que ofrecería en no pocos casos resolver y tramitar las dos instancias del procedimiento reformador y el recurso de casación en los seis meses que fija el art. 28.3 LRPM para la duración máxima de la medida cautelar de 12 internamiento y, de otro, por la finalidad que a ésta y a las demás medidas cautelares se asigna en el art. 28.1 LRPM. Si entre dichas finalidades se encuentra la defensa del menor expedientado, parece lo más prudente que no sea preceptivo poner fin a un internamiento cautelar por el hecho de que la interposición del recurso de casación determine el agotamiento del plazo legal de seis meses. Ahora bien, lo que acabamos de decir no significa que el recurso para unificación de doctrina pueda ser equiparado, como se sostiene en la sentencia recurrida, al recurso en interés de ley arbitrado en el art. 490 de la Ley de Enjuiciamiento Civil a los meros efectos de conseguir la deseable unidad jurisprudencial pero sin asignarle, caso de ser estimado, efectos revocatorios de clase alguna. Hay que reconocer que el art. 42.7 LRPM, al decir que la sentencia de casación producirá «los efectos señalados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal», no resuelve los problemas que suscita su interpretación toda vez que en la citada Ley no se regula el recurso de casación para unificación de doctrina, pero sí permite descubrir una línea de orientación si referimos aquellos efectos al recurso de casación por infracción de ley en el que, si se estima y casa la sentencia recurrida, la Sala debe dictar a continuación, separadamente, la sentencia que proceda conforme a derecho. La Audiencia Provincial que dictó la sentencia sometida a nuestra censura entiende que el marco de referencia válido para determinar la naturaleza del recurso de casación para unificación de doctrina e integrar su incompleta regulación, es el recurso en interés de ley instaurado en la Ley de Enjuiciamiento Civil y no el recurso para unificación de doctrina regulado en el art. 216 y ss. del texto refundido de la Ley de Procedimiento Laboral aprobado por RDLeg. 2/1995. Razona dicho Tribunal que a la sentencia que dictare la Sala de lo Social del Tribunal Supremo no se le podría dejar de asignar efectos revocatorios porque las decisiones de esa jurisdicción, si no son homogéneas, pueden acarrear «graves consecuencias nacionales en el uniforme mundo de las relaciones socio-económicas, laborales, sindicales, de convenios colectivos, etc.; que no se pueden equiparar a las decisiones que afectan al mundo individual de una persona sometida a la jurisdicción de menores». Esta Sala no comparte tal opinión. Por transcendentes que puedan ser las consecuencias de una resolución dictada en el orden jurisdiccional social, no lo son menos, desde una perspectiva estrictamente constitucional, las que pueden derivarse de una sentencia en que a un menor se le imponga, por el órgano especializado del orden jurisdiccional penal, un internamiento de reforma en régimen cerrado que consiste en una verdadera privación de libertad. Es por ello por lo que una sentencia estimatoria del recurso para unificación de doctrina interpuesto contra la sentencia de una Sala de Menores tendrá necesariamente efectos revocatorios materiales si, con ocasión del examen de las contradicciones que son objeto del recurso, se llega a la conclusión de que debe prevalecer, en favor del menor en cuyo nombre se ha interpuesto la alzada, la doctrina mantenida en la sentencia o sentencias de contraste que se declara más conforme a derecho. Sólo en el caso, podemos decir, de que la doctrina asumida favorezca al menor pues ello parece ser ineludible exigencia de la firmeza de la sentencia recurrida, circunstancia ésta que aproxima la naturaleza del recurso de casación por unificación de doctrina a la del llamado recurso de revisión. En el nuevo recurso el interés de la ley no está, pues, disociado del interés del menor por cuya razón, los modelos que han de ser tenidos en cuenta, para la interpretación de los puntos que en la regulación legal han quedado oscuros o insuficientemente resueltos pese a la primordial remisión a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, han de ser, de una parte, el recurso para unificación de doctrina regulado en el art. 216 y ss. del texto refundido de 13 la Ley de Procedimiento Laboral y, de otra, el recurso de revisión regulado en los arts. 954 y ss. LECrim. En definitiva y circunscribiéndonos a la cuestión planteada en la primera contradicción señalada en el recurso interpuesto por la representación de Emilio José P. M. -segunda de las señaladas por la otra parte recurrente- y a los problemas directamente relacionados con aquélla, debemos declarar: A) La interposición del recurso de casación para unificación de doctrina, establecido en el art. 42 LRPM, no suspende la firmeza de la sentencia recurrida, dictada por la Sala de Menores que conoció del recurso de apelación interpuesto contra la dictada por el juez de menores. B) Es ajustado a Derecho, en consecuencia, declarar la firmeza de la sentencia de la Sala de Menores una vez pronunciada, acordar el cese de la medida cautelar que pudiese haber sido adoptada durante la tramitación del expediente y ordenar, en su caso, la ejecución de la medida de reforma impuesta en dicha sentencia. C) Si el recurso de casación para unificación de doctrina fuese estimado, la Sala que resuelva el recurso dictará nueva sentencia ajustando la situación creada por la recurrida a la doctrina que se haya declarado más ajustada a Derecho, siempre que ésta resultare más favorable al menor sometido a reforma. D) En ningún caso los pronunciamientos de la sentencia de casación alcanzarán a las situaciones jurídicas creadas por resoluciones precedentes a la recurrida. No procede, en consecuencia, con las salvedades que se deducen de los anteriores razonamientos, estimar la contradicción denunciada en el motivo primero del recurso de la representación de Emilio José P. M. y en el segundo de la de Abraham H. H. 2 (sic). La segunda contradicción señalada en el recurso de la representación procesal de Emilio José P. M.-tercera en el recurso de la representación de Abraham H. H.- es la que se dice existe entre los razonamientos en que se apoya, en la sentencia recurrida, la atribución a los menores del ánimo de matar y la consiguiente condena de los mismos como coautores de un delito de homicidio, y los expuestos en la sentencia de esta Sala 417/1998 en la que se llegó a una solución distinta en relación con algunos de los que fueron acusados en el procedimiento de que dimanó el recurso de casación en que la indicada sentencia se dictó. Este motivo de los recursos que analizamos no puede ser estimado. Como se dice en la exposición de motivos de la LRPM y ya hemos recordado en el fundamento jurídico anterior, la finalidad del nuevo recurso es reforzar la garantía de la unidad de doctrina «en el ámbito del Derecho sancionador de menores», quedando explicitado el sentido de esta frase en el art. 42.2 LRPM en que se dispone que las contradicciones doctrinales que pueden dar lugar al recurso tienen que estar referidas a «hechos y valoraciones del menor que, siendo sustancialmente iguales, hayan dado lugar, sin embargo, a pronunciamientos distintos». Significa esto -decíamos en nuestra reciente sentencia 1836/2002- que lo perseguido a través de este remedio «es alcanzar, en el tratamiento de la responsabilidad penal del menor y en su orientación educativa, siempre inspirada por el superior principio del interés del menor, el grado de coherencia y previsibilidad, dentro de la propia jurisdicción, que 14 exigen los principios de igualdad y seguridad jurídica». En principio, hay que considerar ajenas a esta problemática las diferencias que creen advertir las partes recurrentes entre los criterios seguidos en la sentencia recurrida y los seguidos en la de contraste sobre extremos tales como la inferencia del «animus necandi» en los autores del hecho y el concepto de la coautoría. En términos generales, debe entenderse que las decisiones adoptadas en la jurisdicción de menores sobre materias como éstas u otras que tampoco tengan relación con las circunstancias del menor y la orientación que debe inspirar su tratamiento, encuentran su último control de legalidad en el recurso de apelación de que han de conocer las Salas de Menores de los Tribunales Superiores de Justicia o, en su defecto, las que se constituyan en las Audiencias Provinciales. Ello con independencia de que podamos decir, en este caso, que la doctrina sostenida en la sentencia recurrida sobre los dos puntos en que se refieren las partes recurrentes no es en modo alguno contradictoria con la que, de forma prácticamente uniforme, se viene manteniendo por esta Sala en sus más recientes pronunciamientos. No procede, en consecuencia, estimar la circunstancia de contradicción aducida en los motivos segundo y tercero, respectivamente, de los recursos interpuestos en nombre de los menores Emilio José P. y Abrahám H., por lo que dichos motivos deben ser rechazados. 3. La tercera contradicción señalada en el recurso de la representación procesal del menor Emilio José P., que en el escrito de la representación de Abraham H. figura en primer lugar, es la que se ha producido, en opinión de estas partes, al ser impuesta a los menores en la sentencia recurrida una medida de internamiento durante ocho años en centro de régimen cerrado por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, en tanto la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Jaén, constituida en Sala de Menores, en sentencia dictada el 26 Jun. 2001, confirmó en apelación la imposición de una medida de la misma naturaleza por seis años a un menor declarado autor responsable de un delito de asesinato. Tampoco en este caso hay motivo para que resolvamos la pretendida contradicción por ser ésta inexistente, procediendo en consecuencia desestimar la última impugnación de que es objeto la sentencia recurrida. Debemos decir, en primer lugar, que no es en modo alguno clara y manifiesta la diferencia doctrinal que se denuncia. En el fundamento jurídico sexto de la sentencia recurrida y en respuesta a la pretensión de una de las partes apelantes, según la cual en la resolución de primera instancia había sido infringido por el juez de menores el art. 7.3 LRPM, se dedican unos breves razonamientos a fundamentar la duración de las medidas impuestas. Pero en la sentencia de contraste –que no figura en estos autos de casación sino en los de apelación-- no se hace ninguna consideración sobre este tema toda vez que en aquella ocasión ninguno de los apelantes lo suscitó. Y en segundo lugar, hay que tener en cuenta que, a tenor de lo dispuesto en el art. 7.3 LRPM, en la elección de la medida o medidas adecuadas se debe «atender de modo flexible, no solo a la prueba y valoración jurídica de los hechos, sino especialmente a la edad, las circunstancias familiares y sociales, la personalidad y el interés del menor», lo que quiere decir que no deben ser tenidas por contradictorias dos decisiones de distintas Salas de menores por el mero hecho que la duración del internamiento impuesto en una de ellas, en razón de un delito de homicidio agravado por la circunstancia de abuso de superioridad, sea mayor de que la duración del internamiento impuesto en la otra por un delito de asesinato. Aunque el asesinato es evidentemente un delito más grave que el de homicidio -aun concurriendo en éste una circunstancia agravante-, no es la valoración jurídica del hecho el único ni el más importante de los factores a que hay que atender en la 15 elección de la medida adecuada para la reforma del menor. La diferencia entre la medida impuesta en la sentencia recurrida y la impuesta en la sentencia de contraste no es, pues, reveladora de una distinta doctrina «respecto de hechos y valoraciones de las circunstancias» de los menores a los que se impusieron las medidas sino, sencillamente, de que en uno y otro caso se tuvo en cuenta no tanto la calificación jurídica del hecho cometido como las circunstancias diversas que en los menores concurrían. No procede, por tanto, declarar la existencia de la última contradicción denunciada ni lógicamente resulta necesario resolverla mediante un pronunciamiento de esta Sala que fije la doctrina más correcta por lo que, rechazando los motivos tercero y primero, respectivamente, de los recursos interpuestos en nombre de los menores Emilio José P. M. y Abraham H. H., quedan desestimados los dos recursos. PARTE DISPOSITIVA Que debemos desestimar y desestimamos los recursos de casación para unificación de doctrina interpuestos por las representaciones procesales de Emilio José P. M. y Abrahan H. H. contra la sentencia dictada, el 27 Sep. 2001, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, en el rollo de apelación núm. 225/01 dimanante del expediente de reforma núm. 270/01, del Juzgado de menores de Zaragoza, que desestimó el recurso de apelación interpuesto por Emilio José P. M. y Abraham H. H., condenando a los recurrentes al pago de las costas devengadas en el presente recurso. Póngase esta resolución en conocimiento de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, a la que se remitirán cuantos antecedentes elevó en su día a esta Sala. 16 Responsabilidad civil Audiencia Provincial de Asturias, Sección 2ª, Sentencia de 19 Jun. 2003, rec. 117/2003 Ponente: Lanzos Robles, Antonio. Nº de sentencia: 176/2003 Nº de recurso: 117/2003 Ref: LA LEY JURIS: 1448249/2003 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO. Por el expresado Juzgado y en la Pieza de Responsabilidad Civil se dictó sentencia en fecha 3 Abr. 2003, cuya parte dispositiva literalmente dice: «FALLO: Estimo íntegramente la demanda deducida a instancias del Ministerio Fiscal, en la representación que legalmente le corresponde de D. Alonso, contra Octavio, y, en consecuencia, le condeno a satisfacer a aquel la cantidad de mil trescientos ochenta y dos euros con treinta y tres céntimos de euro (1382,33 euros). Y estimo en parte la misma demanda en cuanto se refiere a los también demandados D. Hugo y D.ª María Rosario, y, en consecuencia, les condeno solidariamente, entre si y con su hijo Octavio, a satisfacer al citado la cantidad de novecientos veintiún euros con cincuenta y cinco céntimos de euro (921,55), que se entiende comprendida en el importe total del que responde Octavio. En ambos casos, esa cantidad se verá aumentada en el interés previsto en el art. 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Entiéndase desestimada parcialmente la demanda en cuanto a los restantes importes pretendidos de D. Hugo y D.ª María Rosario. Sin pronunciamiento en cuanto a costas.» SEGUNDO. Contra dicha resolución se interpuso en tiempo y forma recurso de apelación por el Ministerio Fiscal fundado en los motivos que en el correspondiente escrito se insertan y, tramitado con arreglo a derecho se remitieron los autos a esta Audiencia donde, turnados a su Sección 2ª se ordenó traerlos a la vista para deliberación y votación el pasado día 16 de los corrientes, conforme al régimen de señalamientos. FUNDAMENTOS JURIDICOS PRIMERO. Por el Ministerio Fiscal se impugna la sentencia dictada por el Juzgado de Menores de Oviedo en la Pieza de Responsabilidad Civil dimanante del Expediente antedicho interesando que se deje sin efecto la moderación de la responsabilidad civil solidaria de los padres del menor (reducción de 30%) que el Juzgado de Menores estableció en uso de la facultad reconocida en el artículo 61.3. de la LO sobre responsabilidad panal de los menores. SEGUNDO. La pretensión de que la facultad de moderación recogida en el precepto antedicho tenga sólo efectos «ad intra» no se corresponde con el espíritu ni la letra de la Ley. Efectivamente, si la facultad de moderación no tuviera efectos «ad extra», estaríamos ante una responsabilidad civil más severa aún que la que recoge el artículo 1903 del Código civil en sus párrafos 2º y 6º, y no parece que sea esa la intención del legislador, pues como expresa la Sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos 17 (Sección 2ª) de 12 Abr. 2002, lo primero que podemos advertir en esta nueva regulación es la importante innovación que se introduce en el sistema general de responsabilidad civil y que la Exposición de Motivos de la Ley califica de «revolucionario» en lo que respecta a la solidaridad con el menor responsable de los hechos, de sus padres, tutores, acogedores o guardadores. Sin que olvidemos que el menor infractor es el principal responsable civil, pues el art. 61.3 LORPM dice, textualmente, que «cuando el responsable de los hechos cometidos sea un menor de 18 años, responderán solidariamente con él de los daños y perjuicios causados sus padres, tutores, acogedores y guardadores legales o de hecho, por este orden. Cuando éstos no hubieren favorecido la conducta del menor con dolo o negligencia grave, su responsabilidad podrá ser moderada por el juez según los casos», sin embargo la realidad es que la nueva Ley está introduciendo un tercer modelo de responsabilidad civil de padres y guardadores, distinto a los contenidos en los Códigos Civil y Penal. Sobre este nuevo modelo se ha sostenido la tesis de que se trata de una responsabilidad por culpa cuasi-objetiva por la implicación que estas personas, según los casos, han de tener en el proceso del desarrollo personal del menor, con lo que todo esto puede ayudar para intentar evitar la dejadez en la educación, como la actitud de protección y de justificación de la conducta del niño. Por el contrario parece, mas convincente la tesis de quienes opinen que se trata de una responsabilidad objetiva para quienes responden por hecho ajeno. Ello es así porque se prescinde totalmente de los criterios de imputación subjetivos, los cuales sólo se tienen en cuenta para dejar al arbitrio del juzgador la moderación de la responsabilidad, en el sentido de que podrá graduarse la cuantía de la indemnización, pero no suprimirla, «cuando éstos no hubieren favorecido la conducta del menor con dolo o negligencia grave» (art. 61.3. LORPM) No cabe duda de que el sistema presenta notables diferencias tanto del que regula la responsabilidad «ex delicto» que se basa de forma expresa en la culpa o negligencia del responsable, como del régimen de responsabilidad extracontractual previsto en el artículo 1903 del Código civil, que también se apoya en criterios subjetivos a pesar de que la jurisprudencia haya avanzado hacia la cuasi-objetivización. Es claro, pues, conforme a su interpretación tanto literal, como finalista (artículo 3 del Código civil) del artículo 61.3. de la LORPM que la responsabilidad de los tutores y guardadores es objetiva a todos los efectos. Así, se desprende de la propia lectura del precepto y de que únicamente en un inciso separado se permita, no la exclusión, sino la moderación de la responsabilidad y además, deriva de su propio fundamento y de su finalidad, cual es: establecer un sistema objetivo, y sin excusas o fisuras, que garantice y asegure la indemnización de los daños sufridos por la víctima del delito cometido por menores, pero de ahí a pretender que la moderación de la responsabilidad civil solidaria sólo puede aplicarse «ad intra» hay un paso más que, en opinión de esta Sala, la Ley no autoriza a dar. TERCERO. Sentado lo anterior, ha quedado demostrado el hecho de que los padres del menor en alguna medida sí han cumplido con su labor de educadores, tratando de prever otros males, por lo que esta Sala considera adecuada y ajustada a derecho la indemnización establecida en concepto de responsabilidad civil con cargo al menor y a 18 los padres del mismo y la moderación de responsabilidad respecto de éstos, por lo que, al no ser atendibles los argumentos de quien recurre, procede confirmar la sentencia impugnada, con expresa desestimación del recurso de apelación formulado contra la misma, si hacer especial pronunciamiento sobre las costas de esta alzada. FALLAMOS: Que desestimando, como desestimamos, el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Fiscal contra la sentencia dictada por el Juzgado de Menores de Oviedo en la Pieza de Responsabilidad Civil de que dimana el presente Rollo, debemos confirmar y confirmamos dicha resolución, sin hacer especial pronunciamiento sobre las costas del recurso. 19 Delitos cometidos por menores relacionados con bandas terroristas Competencia judicial objetiva Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia de 26 Nov. 2001, rec. 3813/1999 Ponente: Conde-Pumpido Tourón, Cándido. Nº de sentencia: 2220/2001 Nº de recurso: 3813/1999 Ref: LA LEY JURIS: 1044/2002 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO: El Juzgado de Instrucción núm. 2 de Eibar, instruyó procedimiento abreviado 3/1997 y una vez concluso lo remitió a la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, que con fecha 19 Jul. 1999, dictó sentencia que contiene los siguientes hechos probados: Probado y así se declara que el día 6 May. 1995, se reunieron en la cocina del Caserio Iturbe Zaharra de la localidad de Saroluce, propiedad de Carmen M. B., Suar y Aidor A. T., nietos de la misma de 17 años de edad y sin antecedentes penales, y Aritz I., sin antecedentes penales y de 17 años de edad, que había acudido al mismo sobre las 23.00 h, para fabricar un artefacto explosivo que iban a colocar, en una cabina Telefónica de las inmediaciones de la Herri Eskola de Soraluce en apoyo de los presos de ETA encarcelados en la prisión de Fresnes (Francia). A tal efecto habían adquirido veinticuatro cohetes pirotécnicos en el establecimiento de la Sra. A. sito en la localidad de Aramaiona. Sobre las 23.00 h Aidor A. T. que, en la mesa de la cocina, introducía en un recipiente la pólvora, previamente extraída de los tiros de los cohetes pirotécnicos, teniendo ya preparados sobre la citada mesa, diversas pilas sueltas, un despertador, cinta adhesiva y un cable de unos auriculares. Al prensar la pólvora en el recipiente se produjo una explosión. A consecuencia de la misma el menor Suhaiz O., que se encontraba en la cocina viendo la televisión y ajeno a la actividad de los acusados, sufrió quemaduras en un 20% de la superficie corporal necesitando tratamiento médico. También resultó herido Aidor A. T. con quemaduras en el 60% de la superficie corporal. En la habitación se produjeron diversos desperfectos, renunciando la propietaria a cualquier indemnización, también renunció a toda indemnización el representante del menor herido. SEGUNDO: La Audiencia de instancia dictó la siguiente parte dispositiva: Fallamos: Que debemos condenar y condenamos a Suar A. T., Aidor A. T. y Aritz I. E., como responsables en concepto de autores de un delito de imprudencia temeraria del art. 565 del Código Penal de 1973, con la concurrencia de la atenuante de minoría de edad, 20 a la pena de cien mil pesetas de multa y al abono de las costas procesales por iguales partes. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO: El primer motivo del recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal, al amparo del art. 5.4º de la LOPJ, por infracción del derecho constitucional al juez ordinario predeterminado por la Ley, interesa se declare la anulación de la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, pues dado que el Ministerio Fiscal en sus conclusiones definitivas atribuyó a los acusados, además del delito de tenencia de explosivos del art. 264 del Código Penal de 1973, ya incluido en la calificación provisional, otro del art. 174 bis b) del mismo texto legal, en relación con el anterior, la Sala de instancia debió declinar la competencia a favor de la Audiencia Nacional, al haber sido objeto de acusación un delito de la exclusiva competencia de este último órgano jurisdiccional. SEGUNDO: El motivo debe ser estimado. La competencia objetiva se atribuye legalmente al Tribunal que debe conocer de un proceso en función de la naturaleza de la infracción penal que es objeto de acusación y de la pena que pudiera corresponderle. Esta competencia determina el juez predeterminado por la ley para el enjuiciamiento de unos concretos hechos delictivos. Los parámetros utilizados para la determinación de la competencia objetiva, son, de un lado, la clasificación de las infracciones en delitos y faltas que el Código Penal contiene; de otro, respecto de los delitos, se toma en consideración la naturaleza del delito objeto de acusación y asimismo el tipo y cuantía de las penas que, según el propio Código, pudieran imponerse. La conjunción de estos criterios, además del relativo al aforamiento reservado a un concreto Tribunal, determina el Tribunal objetivamente competente. La atribución de la competencia a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se establece legalmente en función de la naturaleza de determinados tipos delictivos, por medio de un listado de concretos delitos, entre los que se incluyen, además de los cometidos fuera del territorio nacional, los enumerados en el art. 65.1º de la LOPJ. En el núm. 6º del referido precepto se establece, de modo residual pero especialmente relevante, que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional también será competente para conocer de «cualquier otro asunto que le atribuyan las leyes». Es en este supuesto en el que se encuentran las causas por delitos cometidos por personas integradas en bandas armadas o relacionadas con elementos terroristas o rebeldes cuando la comisión del delito contribuya a su actividad, y por quienes de cualquier modo cooperen o colaboren con la actuación de estos grupos o individuos, así como los delitos conexos con los anteriores, conforme a la disposición transitoria de la Ley Orgánica 4/1988 de 25 May. de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. TERCERO: Con arreglo a ello, la Sala de instancia debió declinar la competencia a favor de la Audiencia Nacional, al haber sido objeto de acusación un delito de la exclusiva competencia de este último órgano jurisdiccional, ya que la competencia 21 objetiva para conocer de un determinado proceso, se concreta, conforme se ha expuesto, por él o los delitos, que se imputan a los acusados. En el presente caso, se les acusa por el Ministerio Fiscal, en su calificación definitiva, como autores de un delito de tenencia de explosivos en relación con otro del art. 174 bis b) del Código Penal de 1973, que se refiere a acciones realizadas por los integrantes o colaboradores de bandas armadas, por lo que la competencia debe ser atribuida a la Sala Penal de la Audiencia Nacional, ya que la última infracción es competencia exclusiva de este órgano jurisdiccional. Como señalan las sentencias de esta Sala de 24 Mar. 1992, 7 Dic. 2000 y 23 May. 2001, núm. 922/2001, la competencia viene determinada por las pretensiones deducidas por las partes acusadoras en los escritos de calificación. Esta norma tiene su excepción en lo prevenido por el art. 793.8º de la LECrim. para los supuestos de discrepancia entre las acusaciones, en los que la decisión sobre competencia corresponde al órgano jurisdiccional, excepción que no concurre en el presente caso. CUARTO: La estimación del recurso debe determinar la anulación de la sentencia de instancia, por quebrantamiento del derecho constitucional al juez predeterminado por la ley, que en este supuesto equivale a un quebrantamiento de forma. Ahora bien, dicha decisión no implica en el caso presente la remisión de las actuaciones a la Audiencia Nacional, para su enjuiciamiento, pues una vez anulada la sentencia, el proceso se retrotrae a una fase anterior a la de enjuiciamiento, lo que obliga a aplicar el punto Sexto de la disposición transitoria única de la LORRPM (Ley Orgánica 5/2000, de 12 Ene., reguladora de la responsabilidad penal de los menores, modificada por las Leyes Orgánicas 7/2000 y 9/2000, ambas de 22 Dic.), ya que los acusados eran menores de dieciocho años cuando cometieron los hechos. Conforme a dicha disposición en los procedimientos penales en curso a la entrada en vigor de la Ley, en los que haya imputadas personas por la comisión de hechos delictivos cuando aún no hayan cumplido los dieciocho años, el Juez o Tribunal competente remitirá las actuaciones practicadas al Ministerio Fiscal para que instruya el procedimiento regulado en la misma. Como ha señalado esta Sala al resolver los recursos de súplica interpuestos por el Ministerio Fiscal respecto a la tramitación de los recursos de casación pendientes que afecten a menores, «En el caso de que se apreciase un quebrantamiento de forma que retrotrajese el procedimiento a un momento anterior al enjuiciamiento, es claro que procederá la aplicación del punto sexto de la disposición transitoria única, y el nuevo enjuiciamiento ya se realizará conforme a las reglas de la LORRPM». En consecuencia la anulación de la sentencia impugnada conlleva la devolución de las actuaciones a la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, para que, una vez practicadas las anotaciones y actuaciones oportunas, las remita al Ministerio Fiscal adscrito al Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, para que instruya el procedimiento regulado en la LORRPM [disposición adicional cuarta 2 a) de la citada Ley]. PARTE DISPOSITIVA 22 Que debemos estimar y estimamos el recurso de Casación interpuesto por el Ministerio Fiscal por quebrantamiento de derecho constitucional (equivalente al quebrantamiento de forma), anulando la sentencia dictada por Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, con devolución de las actuaciones a dicha Audiencia, para que una vez practicadas las anotaciones y actuaciones oportunas, las remita al Ministerio Fiscal adscrito al Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, para que instruya el procedimiento establecido en la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal del Menor. 23 Robo con violencia. Sentencia de conformidad Juzgado de Menores de Granada, Sentencia de 18 Nov. 2003, rec. 572/2002 Ponente: Calatayud Pérez, Emilio. Nº de recurso: 572/2002 Ref: LA LEY JURIS: 1532440/2003 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO: Las presentes diligencias fueron incoadas con fecha 8 de Noviembre de 2003, procedentes del Expediente de Fiscalía nº 534/02, en las que aparecen encartados los menores anteriormente citados por un presunto delito de Robo con Violencia e intimidación. SEGUNDO: El Equipo Técnico de Apoyo, cumpliendo lo dispuesto en el artículo 27,5 y 37 de la Ley Orgánica 5/2000, emite informe sobre la situación psicológica, educativa, familiar de los menores, proponiendo como medida un servicio en beneficio de la comunidad durante 200 horas para Javier, José María y Alberto; y un año de libertad vigilada para Alonso. TERCERO: Con fecha 6 de febrero de 2003 se recibe en este Juzgado Expediente de Fiscalía, con el escrito de alegaciones correspondiente. Seguidamente se da traslado del mismo a la defensa quien en tiempo y forma lo contesta, no mostrándose conforme con lo solicitado por el Ministerio Fiscal. Posteriormente se dicta Auto por el que se decreta la apertura de la Audiencia, declarándose la pertinencia de las pruebas propuestas y citando a la celebración de la misma a las partes de conformidad con lo dispuesto en el art. 35. CUARTO: Con fecha 18 de Noviembre de 2003, se celebró la Audiencia de conformidad con lo dispuesto en los artículos 31 y sigs. de la LO 5/2000. El M. Fiscal califica los hechos, como constitutivos de un delito de robo con Violencia e intimidación del art. 242.1 CP. Solicitando se imponga a los menores las medidas de un servicio en beneficio de la comunidad durante 200 horas a desarrollar en el programa de inmigrantes de Cruz Roja para Javier, José María y Alberto; y un año de libertad vigilada para Alonso Vigilada; de conformidad con lo dispuesto en el art. 7 de la LO 5/2000 QUINTO: De conformidad con lo dispuesto en el art. 36, una vez informados los menores en lenguaje claro y comprensible de la medida solicitada por el M. Fiscal en su escrito de alegaciones, así como de los hechos y de la causa en que se fundan, ellos mismos se declaran autores de los hechos y muestran su conformidad con la medida solicitada. HECHOS PROBADOS 24 Los cuatro menores, puestos previamente de acuerdo, con unidad de acción de propósito y acción sobre las 19:40 horas del día 14 de octubre del 2002, se dirigieron a bordo de 2 ciclomotores a Ángeles Nieves G. A., que caminaba por la Avenida Nicaragua de la Localidad de Salobreña, y de un fuerte tirón le arrebataron el bolso que portaba y que contenía efectos tasados pericialmente en 158,34 y 1332,18 en efectivo. Con posterioridad a los hechos, fue recuperado y entregado a su propietaria 1240 en efectivo y el resto de efectos a excepción del teléfono móvil tasado en 90. FUNDAMENTOS JURIDICOS PRIMERO.- El art.36 de la Ley Orgánica 5/2000 establece que si el menor se declarase autor de los hechos que le imputa el Fiscal y así mismo se mostrase conforme con la medida solicitada, "El Juez podrá dictar acuerdo de conformidad", una vez oído el letrado del menor. SEGUNDO.-En el presente caso, efectivamente nos encontramos ante unos hechos que son constitutivos de un delito de Robo con Violencia toda vez que realiza la sustracción con ánimo de lucro, de un bolso empleando violencia esto es como tiene declarada reiterada jurisprudencia del TS "Constituye violencia a una persona toda acción o ímpetu de fuerza que se realice sobre ella para vencer la resistencia natural que oponga a la desposesión", entendiendo el procedimiento del "tirón" como una manifestación típica del robo con violencia, lo que sucede en el presente caso. Todo ello reconocido por el propio menor y perfectamente tipificado por el M. Fiscal. TERCERO.-El Juez de Menores no podrá imponer una medida que suponga una mayor restricción de derechos ni por un tiempo superior a la medida solicitada por el Ministerio Fiscal Art.8, 1 y el art. 7. 3 LO 5/2000 establece que "Para la elección de la medida o medidas adecuadas, tanto por el Ministerio Fiscal y el Letrado del Menor en sus postulaciones como por el Juez en la sentencia, se deberá atender de modo flexible, no sólo a la prueba y valoración jurídica de los hechos, sino especialmente a la edad, las circunstancias familiares y sociales, la personalidad y el interés del menor". Javier posee un núcleo familiar normalizado, el graduado escolar y se encuentra matriculado en la casa de oficios. Alonso incumple las normas familiares, tiene dificultades de adaptación personal, familiar y social y está realizando un programa de garantía social. José María presenta una situación familiar y social está normalizada; está matriculado en el primer curso de ciclo formativo de grado medio. Alberto David, tiene una familia monoparental por fallecimiento del padre y respeta la autoridad materna, está realizando un programa de garantía social. Por lo anteriormente expuesto y siendo ésta ajustada a derecho, procede dictar una sentencia en los mismos términos interesados por el representante del Ministerio Publico, que ha tenido en cuenta las distintas circunstancias que rodean a los menores valorando para su petición el interés especial de éstos. Todo ello sin perjuicio de la posibilidad que contempla el art. 14 LO 5/2000 " El Juez de oficio o a instancia del M. Fiscal o del letrado del menor, previa audiencia de estos e informe del equipo técnico y en su caso de la entidad publica de protección o reforma de menores, podrá en cualquier momento dejar sin efecto la medida impuesta, reducir su duración o sustituirla por otra, 25 siempre que la modificación redunde en el interés del menor y se exprese suficientemente a éste el reproche merecido por su conducta", en relación con el art. 51 del mismo cuerpo legal. FALLO: Que debo resolver y resuelvo imponer a los menores Javier L. M., Alonso R.M., José María D. S. y Alberto David F. M. las medidas de un servicio en beneficio de la comunidad durante 200 horas a desarrollar en el programa de inmigrantes de Cruz Roja para Javier, José María y Alberto; y un año de libertad vigilada para Alonso Vigilada, como autor de un hecho que de ser mayor sería constitutivo de un Delito de Robo con Violencia e Intimidación. Notifíquese esta Resolución al Ministerio Fiscal, así como al menor y su representante legal y al denunciante y/o perjudicado. Contra la presente sentencia no cabe recurso de conformidad con lo dispuesto en el art. 975 LECrim. Declarándose firme la presente resolución a tenor de lo previsto en el art. 988 LECrim., en relación con el art.141 de la misma. 26 Caso núm. 1 Audiencia Provincial de Jaén, Sección 1ª, Sentencia de 26 Jun. 2001, rec. 3/2001 Ponente: Arias-Salgado Robsy, Elena. Nº de sentencia: 2/2001 Nº de recurso: 3/2001 Ref: LA LEY JURIS: 805059/2001 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO. Por el Juzgado de Menores de Jaén, en el Expediente núm. 2/2.001, se dictó, en fecha 21 Abr. 2001, sentencia que contiene los siguientes hechos probados: " El día 1 Nov. 2000 el menor Samuel S. R. se reunió con Alberto M. A., menor ya juzgado en otro expediente por estos hechos, Antonio G. R. y Jesús O. E., ambos mayores de edad, y sujetos a la jurisdicción ordinaria, en un pub no identificado de la localidad de Jaén, donde tomaron varias consumiciones alcohólicas y cocaína. Sobre las 4'00 horas se marcharon en dirección a la zona de pubs, y al pasar por la Avenida de Muñoz Grandes entró Alberto a la tienda de 24 h existente en la misma. Al salir se cruzó con un grupo de seis muchachos, entre los cuales se encontraba el fallecido Jaime O. A., siendo también integrantes de dicho grupo Olivia B. P., novia del anterior, Carolina H. M., Gema L. C., Josefina H. J. y José M. G., que volvían a sus domicilios andando, unos delante y otros detrás e iban riéndose, ante lo cual el menor Alberto se encaró con ellos, creyendo que se reían de él, y contestándole el fallecido «que no iba con él y los dejara en paz», siguieron caminando, aunque el grupo de los agresores continuó llamando su atención con frases tales como «oye, qué os pasa, de qué os reís» y al insistir dirigiéndose directamente a Jaime, éste se dio la vuelta y dijo «qué pasa, qué quieres», dándole el más mayor, «el avispa», una bofetada, a lo que Jaime respondió con un empujón. Entonces, aquel lo agarró, lo lanzó boca abajo sobre el capó de un coche y rodeándolo el resto del grupo, entre ellos el menor Samuel, que se habían acercado antes con «el avispa», los cuatro comenzaron a agredir a Jaime con un número no determinado de armas blancas, de entre cuatro y cinco tipos distintos y de diferentes dimensiones, que llevaban, causándole en un breve espacio de tiempo un total de treinta y tres heridas, de ellas diez en la cavidad cefálica, quince en la cavidad torácica y el resto en las extremidades superiores e inferiores, habiéndose producido, al resultar afectados el corazón, pulmón e hígado, un shock hipovolémico por hemorragia aguda y la muerte inmediata. Tras la agresión, Samuel y los otros tres agresores se dieron a la fuga.» Caso núm. 2 Juzgado de Menores núm. 2 de Alicante, Sentencia de 9 Jul. 2004, proc. 292/2004 Ponente: Mera Gorrachategui, María Isabel. Nº de sentencia: 203/2004 27 Nº de recurso: 292/2004 Ref: LA LEY JURIS: 1706/2004 HECHOS PROBADOS El día 2 Abr. 2004, sobre las 7 h. 10 m. la joven Shila B., salió de su domicilio sito en Orihuela-Costa, Residencial xxx, bungalow xxx, para coger el autobús escolar, portando su mochila con el material necesario. En la C/ Nicolás de Bussi, donde se coge dicho autobús, se encontró con el menor Tobías P. M., nacido el 8 Feb. 1990, quien la abordó y empleando la fuerza necesaria, logro arrastrarla hasta un descampado, detrás de una nave de material de construcción que se ubica en el n.º 111 de la citada calle, cayéndose la mochila al suelo pues Shila se resistía. Allí, le bajó los pantalones y las bragas, le levanto la camiseta, le quito el sujetador, se coloco un preservativo de la marca «Durex» y la penetró eyaculando. Posteriormente se lo quito y la penetró vaginal y analmente, causándole desgarros en ambos orificios. La menor se defendía, por ello Tobías la golpeaba, sufriendo contusión en región frontal a nivel de línea media por encima de los arcos ciliares, contusión en región molar derecha, y hematoma en región orbicular derecha con intensa hemorragia subconjuntival. Cuando la menor se encontraba sin fuerzas, Tobías la cogió del cuello con las manos y la estrangulo, causándole la muerte. Ocurridos estos hechos, la arrastro unos metros y colocó encima del cuerpo un sofá abandonado, que allí existía marchándose a casa de sus abuelos. Sobre las 8 h. saco a pasear su perro y acordándose que había dejado el preservativo utilizado al lado del cuerpo, con intención de destruir pruebas, volvió al lugar, le dio la vuelta al cadáver, pero no lo encontró. Su perro cogió y le quito una zapatilla, que fue lanzada por Tobías lejos del cuerpo de la víctima, lanzando igualmente la otra. Caso núm. 3 A.P. Jaén. (Seccion 1.ª). Sentencia 23 mayo 2006. P.: Jurado Cabrera. Nº de Recurso: 10/2006 Ref: LA LEY JURIS 654142/2007 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO. Por el Juzgado de Menores de Jaén, en el Expediente núm. 309/05, se dictó, en fecha 7 de febrero de 2006, sentencia que contiene los siguientes hechos probados: Resulta acreditado que desde al menos el inicio del curso académico 2.0042.005. a principios de octubre de 2.004, los menores Rodolfo, Víctor, Carlos y Emilio, todos ellos cursando estudios en el IES Albariza de Mengíbar, en unión de otros dos estudiantes del mismo centro menores de 14 años, previamente concertados, comenzaron a hacer patente de modo violento su presencia cada vez que se encontraban con Donato, compañero de estudios en el mencionado Instituto, siendo así que cada vez que se acercaban a él, le dirigían todo tipo de insultos tales como, nariz falsa, trompeta, 28 cabrón, hijo de puta, langostino, maricón llegándole a propinar todo tipo de cogotazos y empujones, escribiendo Rodolfo en la pizarra de la clase, nariz falsa y avisos de daños dirigidos a Donato. Sobre las 12:30 horas del día 29 de octubre de 2.004, tras haberle manifestado su intención de agredirle al salir de clase, estando dispuestos a ir a su casa, lo esperaron, y tras seguirle por detrás algunos metros, al llegar a la altura del campo de fútbol, le cortaron el paso, agarrándole por detrás, lo acorralaron, y tras golpearlo por detrás de la cabeza, se le cayeron las gafas de graduación marca Oxydo al suelo, valoradas en 280 Euros, aprovechando que se agachaba a recogerlas para pisotearlas, rompiéndoselas y mofándose de él, mientras comenzaban a lanzarle patadas y puñetazos, causándole politraumatismo en cabeza, oídos, mejilla derecha, rodilla izquierda, mano derecha, así como epifisiolisis en dedo pulgar de la mano derecha, que requirieron una primera asistencia facultativa. Como consecuencia de la prolongada situación de acoso, Ismael ha sufrido un cuadro depresivo reactivo y fobia social que ha precisado, además de una primera asistencia, tratamiento psicológico, requiriendo 76 días de estabilización y 21 días de incapacidad para sus ocupaciones habituales, continuando con tratamiento psicológico no inferior a un año, habiendo dejado de asistir a clase entre los días 2 de noviembre y 23 de diciembre, excepto los días 23 y 24 de noviembre, debido a la situación de angustia y temor hacia los menores arriba citados, que le impedía incluso salir solo a la calle, reincorporándose a partir de 10 de enero de 2.005. Caso núm. 4 Juzgado de Menores 1. San Sebastián. Sentencia 12 mayo 2005. P.: Uranga Mutuberría Nº de Recurso: 310/2004 Ref: LA LEY JURIS 575049/2005 HECHOS PROBADOS PRIMERO. Resulta probado y así se declara que Jokin C. L., nacido el... en... cursaba sus estudios de Educación Secundaria en el instituto Talaia de Hondarribia. El 15 de septiembre del año 2003 coincidiendo con el primer día del curso escolar se sintió indispuesto por problema intestinal que provocó una defecación involuntaria en la clase. Este hecho motivó que los días siguientes, dos semanas aproximadamente, recibiera burlas e insultos de sus compañeros. Si bien, la situación se zanjó tras la conversación que se mantuvo entre los alumnos y la jefa de estudios, quien también puso los hechos en conocimiento de los padres de Jokin para que hubiera contactos si se observaban anomalías al respecto. El resto del curso transcurrió sin problemas. SEGUNDO. A mediados del curso académico 2003/2004, Jokin pasó de salir con su grupo de amigos con los que compartía partidos de fútbol a una relación con otro grupo formado por Javier, Miguel, Fernando, Ignacio, Jaime, Martín, Ángel y María. Así, terminadas las clases y durante la primera quincena de agosto, Jokin se fue de campamento a Zuaza con Javier, Miguel y Fernando. Allí fueron sorprendidos por los monitores fumando hachís. 29 A la vuelta, los monitores enviaron a los padres de los menores sendas cartas donde relataban los hechos. Estas cartas sólo llegaron a manos de los padres de Jokin, pues el resto interceptó la correspondencia impidiendo que sus padres se enteraran de lo ocurrido. Los padres de Jokin tomaron la decisión de hablar con los padres de los otros tres amigos y contarles lo sucedido. Este hecho cambió radicalmente la posición de Jokin en su cuadrilla de amigos, pues paso de ser uno más a convertirse en el chivato, todos sentían «que le habían traicionado» y así se lo hicieron saber pues se inició su distanciamiento y actividades de reproche por lo sucedido: - En fiestas de Hondarribia, a primeros de septiembre, Jokin apenas salía. No le avisaron para la cena de 6 de septiembre que efectuaron todos los amigos. El día del alarde, J. O., aprovechó que pertenecía a su misma compañía para reprocharle su comportamiento en el verano, increpándole y dándole empujones, acompañado por el resto del grupo, por lo que tuvieron que ser separados por los integrantes de la compañía. - El día 13 de septiembre, comienza el primer día del curso académico 2004/2005, aprovechando un cambio de clases donde no había profesorado Javier se dirigió a Jokin para pedirle explicaciones del verano, le insulto y le pegó un puñetazo en la cara que le originó una herida sangrante en la boca como consecuencia del aparato de ortodoncia que portaba. Lo mismo hicieron el resto del grupo, tanto los que estaban en la misma aula, fundamentalmente Fernando e Ignacio, como en diferentes (Ángel, Jaime o Martín) pues aprovechaban los términos de las clases para acudir donde estaba Jokin y tras insultarle «chivato, cagón» le propinaban empujones y chetas (cachetes con la mano en la cabeza). Esto lo hacían dos o tres veces al día. Para evitar ser vistos por los profesores Miguel vigilaba para que nadie se acercara y en otros ocasiones Ignacio. - El día 14 de septiembre, en un cambio de clase, Jokin acudió a ver a una persona a la clase de Martín. Al ser visto por éste se le acercó y le dijo «tú que haces en esta clase que la vas a contaminar» le dio un empujón empotrándolo contra el paragüero donde recibió patadas en las piernas y golpes en los hombros y abdomen de la mano de él y de Javier y Fernando. Este último fue visto cuando propinaba una patada por la espalda a Jokin que se encontraba en clase, de espaldas y sin posibilidad de reaccionar frente al golpe que iba a recibir. Este mismo día en clase de gimnasia se efectuaba un juego denominado «campo quemado» donde formados dos equipos, uno elimina a otro a base de darle con el balón. Esta circunstancia fue aprovechada por Martín y Fernando para pegar más balonazos a Jokin. Asimismo se unieron el resto de los chicos del grupo que estaban en su clase, hasta que Jokin abandonó el gimnasio. - El día 15 de septiembre, coincidiendo con la fecha en que Jokin tuvo su problema gastrointestinal del curso pasado, en la primera hora de clase se tiraron rollos de papel higiénico alrededor de su mesa, Martín cogió dos rollos del water y se los puso encima de la mesa. Cuando apareció la profesora preguntó quién los había tirado y Javier indicó que Jokin por lo que la profesora ordenó al mismo y a los que estaban a su lado que los recogieran. 30 En un cambio de clase, Javier volvió a increpar y agredir a Jokin, metiéndose en medio María, a quien Jokin le dijo que no iba el asunto con ella, pero María le propinó a Jokin una torta en la cara, a continuación Javier, Fernando e Ignacio también pegaron puñetazos e insultaron a Jokin. Jokin no se defendía de estas agresiones e insultos. TERCERO. Los días 16 y 17 de septiembre Jokin decide no acudir a clase. CUARTO. El día 17 de septiembre la jefa de estudios del instituto Talaia, D.ª Concepción S., se encuentra en el recreo repartiendo entre los alumnos hojas informativas relativas a vacunas y funcionamiento del comedor y pregunta si falta algún alumno, recibiendo la respuesta de que estaba ausente Jokin C. Decide llamar a la madre para saber cuál es la causa y está le manifiesta su desconocimiento ya que Jokin entraba y salía en casa a las horas habituales por lo que no supuso su falta a la ikastola. La jefa de estudios habla por teléfono con el menor, pero éste se niega a contarle lo sucedido. D.ª Milagros L. pregunta a su hijo lo sucedido y tras varios requerimientos le dice que sus amigos Javier, Miguel, Fernando, Ignacio, Jaime, Martín, Ángel le pegaban e insultaban y es el motivo por el que no quiere acudir al colegio. La jefa de estudios vuelve a llamar el sábado por teléfono a la madre de Jokin a casa y recibe esta información, así como que también se habían puesto los hechos en conocimiento de los padres de algunos de estos alumnos. El lunes día 20 de septiembre, la jefa de estudios y la orientadora educativa hablan con estos siete chicos, quienes reconocen su participación. Interrogando, igualmente a la menor María, por pertenecer a la cuadrilla, quien admite su intervención. Este nombre es facilitado a la señora L. por D.ª Concepción en una nueva conversación telefónica efectuada al mediodía. En la misma, la jefa de estudios conoce que los padres de Jokin habían tenido una reunión con los padres de algunos chicos y es requerida por la señora L. para que vea los hematomas que Jokin presentaba por el cuerpo, quedando ambas de acuerdo en celebrar una reunión con todos los padres el martes a las 8:30 horas y momentos antes ver al menor. El martes día 20 de septiembre a las 8:00 horas la señora S. recibe una llamada de Milagros L. para comunicarle que su hijo no estaba en casa, ignorando su paradero, pese a que había estado la noche anterior tranquilo y sin problemas. Por la tarde se efectúa la reunión con los padres de Jokin y el resto de los menores, donde hay enfrentamientos verbales por ambas partes. A las 18:50 horas del día 21 de septiembre aparece el cuerpo de Jokin C. L. al pie de las murallas de la localidad de Hondarribia desde donde se había precipitado, señalándose como data del óbito alrededor de las 7:00 horas de este día. QUINTO. A los ocho menores se les abrió un expediente disciplinario que concluyó con una sanción de expulsión del instituto Talaia por siete días, si bien hasta la fecha no 31 han reingresado al mismo y han recibido apoyo escolar en el domicilio durante dos horas al día. María y Martín cambiaron de residencia y centro escolar. SEXTO. El informe de autopsia se describen las siguientes lesiones «área equimótica de tonalidad amarillenta y bordes difuminadas, no figurada, de 7x3 cm situada en región pectoral izquierda; áreas equimóticas de tamaño comprendido entre 2 y 4 cm, de igual tonalidad, no figuradas, en cara externa de hombro y brazo izquierda; áreas equimóticas de tonalidad amarillenta, no figuradas de 4,3 y 2 cm situadas en la cara anterior y externa de hombro derecho; equimosis no figurada de 2 cm, de tonalidad amarillenta, en región abdominal derecha; equimosis no figurada, de 1,5 cm, de tonalidad amarillenta, en pierna izquierda». Se establecen como consideraciones médico-legales «en atención a los antecedentes referidos, en las lesiones descritas en el informe de autopsia, aquellas que se han definido como áreas equimóticas o equimosis de tonalidad amarillenta se constituyen en lesiones previas al momento de la muerte, toda vez que las mismas implican la degradación de la hemoglobina en infiltraciones laminares de sangre. Resulta comprometido afirmar un periodo o datación de las mismas, por la influencia de numerosos factores en su evolución, pero podemos aproximar un periodo de 8-10 días». 32 Formularios del procedimiento de menores según la lo 5/2000 de responsabilidad penal de los menores 1. 2. 3. 4. 5. 6. Solicitud de Habeas Corpus Diligencias preliminares Incoación del expediente por el Ministerio Fiscal Desistimiento de la incoación del expediente por el Ministerio Fiscal Acta de reparación o conciliación con la víctima Decreto del Fiscal sobre la petición de sobreseimiento del expediente al Juez por conciliación o reparación entre el menor y la víctima (art. 19) 7. Auto del Juez de Menores acordando el sobreseimiento por conciliación o reparación (art. 19.4) 8. Escrito del letrado del menor solicitando la práctica de alguna diligencia de prueba (art. 26.1) 9. Escrito del letrado del menor solicitando al Fiscal la práctica de una diligencia de prueba restrictiva de derechos fundamentales (art. 26.3) (PIEZA SEPARADA) 10. Escrito de personación del perjudicado como acusador particular ante el Juez de Menores (art. 25) 11. Informe de asesoramiento del Equipo Técnico 12. Escrito de alegaciones del Ministerio Fiscal 13. Escrito de alegaciones de la acusación particular 14. Providencia de incoación del proceso penal 15. Escrito de alegaciones de la defensa del menor 16. Escrito de alegaciones de la defensa del menor 17. Conformidad 18. Auto de sobreseimiento y archivo 19. Auto de archivo por prescripción 20. Auto de señalamiento de audiencia 21. Sentencia 22. Escrito del letrado del menor interponiendo recurso de apelación contra la sentencia (art. 41.1) 23. Escrito instando al Juzgado de Menores la modificación de la medida impuesta. Fuentes: Fiscalía.org Córdoba Campos, R., Formularios a la Ley Orgánica 5/2000, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, 2ª ed. Comares, Granada, 2007. Ornosa Fernández, Mª. R., Derecho penal de menores, 4ª. Ed. Bosch, Barcelona, 2007 Rovira Torres, O. La responsabilidad penal de los menores, Bosch, Barcelona, 2007 33 1. Solicitud de Hábeas Corpus [Este procedimiento no sirve sólo para verificar el fundamento de cualquier detención; sirve, asimismo, para poner fin a detenciones que, aun justificadas legalmente, se prolongan indebidamente. Será competente para conocer de la solicitud el Juzgado de Instrucción en servicio de Guardia del lugar donde el menor se halle privado de libertad; si no constare, el del lugar donde se produjo la detención, y, en defecto de los anteriores, el del lugar donde se hayan tenido las últimas noticias sobre el paradero del menor detenido. Si la detención obedece a la investigación de bandas armadas o elementos terroristas, lo será el juez central de instrucción correspondiente. La legitimación para instar el procedimiento la ostentan las personas y autoridades relacionadas en el art. 3 LOHC y también el letrado del Turno de Oficio por estar tácitamente apoderado al efecto, según, entre otras, STC 224/1998, 24 noviembre 1998 y Auto 55/1996]. Al Juzgado de guardia de El letrado designado de oficio para la defensa del menor , ante el Juzgado comparezco y Digo: Que mediante el presente escrito, de conformidad con la Ley Orgánica 6/1984, vengo a instar la incoación del procedimiento de Hábeas Corpus del menor , para que sea presentado de forma inmediata ante la Autoridad Judicial. A los efectos previstos en el art. 4 de la citada Ley, señalo: – Que el lugar en que se encuentra el menor detenido es en la Comisaría de – El motivo por el que se solicita el Hábeas Corpus es el siguiente: [Detención ilegal; plazo de detención superior al legalmente necesario (STC 18.11.1993 y STC 224/1998); plazo de detención superior al legalmente autorizado (24 horas); violación de derechos del detenido; indicar otras circunstancias que se consideren relevantes, v.gr. no son graves los hechos por los que ha sido detenido, no resulta clara su participación en los mismos...]. En su virtud, Al Juzgado Solicito: Que tenga por instado procedimiento de Hábeas Corpus en favor del menor , lo incoe, y disponga que dicho menor pase a su presencia de forma inmediata, para resolver por auto lo que proceda en orden a su situación personal antes de 24 horas [art. 8 LOHC, v.gr. la inmediata puesta en libertad, la puesta a disposición del Ministerio Fiscal o el cambio de custodia]. En ,a de de Fdo. Ldo.: Col. Núm. [Es importante la STC 29/2006, de fecha 30-01-2006, que otorga el amparo al considerar que la inadmisión liminar basada en la legalidad de la situación de privación de libertad supone, en sí misma, una vulneración del art. 17.4 CE, al implicar una resolución sobre el fondo que sólo puede realizarse una vez sustanciado el procedimiento, puesto que el anticipar el examen de fondo en el trámite de admisión, impide comparecer ante el Juez, formular alegaciones y proponer los medios de prueba pertinentes para acreditar lo que a su derecho interese al solicitante (art. 7 LOHC). El órgano judicial sólo puede denegar la admisión del procedimiento de hábeas corpus, porque en la solicitud se omita algún requisito formal o procesal de los exigidos por el art. 4 de su Ley reguladora o porque no estuviera el afectado en una situación fáctica de real y efectiva privación de libertad. Contra la denegación de algún medio de prueba, aunque la LOHC no se pronuncia, es aconsejable hacer constar la protesta y motivos de la misma, así como la vulneración del derecho fundamental a la utilización de los medios de prueba pertinentes, a los efectos de un ulterior recurso de amparo. El plazo máximo para la resolución del expediente, que habrá de revestir la forma de auto motivado, es de 24 horas desde que se dicta el auto de incoación. Así lo han dispuesto las SSTC, entre otras, 154/1995, 61/1983 y 116/1986. 34 La LOHC no contiene pronunciamiento con respecto a la posibilidad o no de recurrir el auto que pone término al procedimiento a diferencia de la previsión relativa al auto de incoación del procedimiento o de denegación de la misma que no admite recurso ordinario alguno (STC 153/1988, 20 julio). Por tanto, según autores como Bejerano Guerra, F., al encontrarnos ante un auto dictado por el juez de instrucción, de conformidad con la LECrim, sería recurrible en reforma y apelación, aunque poco efectivo por las dilaciones que los mismos seguirían en relación con el fundamento del hábeas corpus]. 35 2. Procedimiento: Diligencias Preliminares nº DECRETO DEL FISCAL DE MENORES ,a Por recibidas las anteriores diligencias policiales nº procedentes de , procédase a abrir Diligencias Preliminares para resolver sobre su admisión, conforme autoriza el art. 16.2 de la Ley Orgánica 5/2000, anotándose en el Libro Registro, con nº . A tal fin, y siendo necesario para la resolución de las presentes, practíquense las siguientes diligencias: - Lo acuerda y firma el Ilmo. Sr. Fiscal 36 3. Incoación del expediente SECCIÓN DE MENORES DE LA FISCALÍA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE DECRETO DEL FISCAL DE MENORES En ,a En esta Fiscalía se han incoado Diligencias Preliminares con el nº menor/es . , por contra el/los El Ministerio Fiscal es competente para la investigación de los hechos y para resolver sobre los mismos conforme a lo dispuesto en el art. 5 de la Ley 50/81 que regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal y arts. 6, 16.2 y 23 de la Ley Orgánica 5/2000, por lo que procede INCOAR EXPEDIENTE para la investigación de los hechos y el ejercicio de la acción prevista en esta Ley ante el Juzgado de Menores, con el nº de registro . Para ello procédase a la práctica de las diligencias necesarias y en particular de las previstas en el art. 22 de la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. Solicítese del Equipo Técnico el informe al que se refiere el art. 27 de dicha Ley. Notifíquese al/los perjudicado/s el contenido del art. 22.3 de la LO 5/2000, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. Y requiérasele/s para que aporte FACTURA de los efectos sustraídos, a fin de proceder a su valoración pericial una vez ésta obre en el procedimiento. Notifíquese la anterior resolución al/los menor/es y al Juzgado de Menores. Lo acuerda y firma el Ilmo. Sr. Fiscal 37 4. Desistimiento de la incoación del expediente por el Ministerio Fiscal (ART. 18) DECRETO Los hechos de los que aparece denunciado el menor... constituyen un delito menos grave/una falta cometido/a sin violencia o intimidación en las personas y no consta que el menor haya efectuado con anterioridad hechos de la misma naturaleza. Conforme a lo previsto en el art. 18 de la Ley 5/2000, de 12 de enero, procede desistir de la incoación del expediente al menor y dar traslado de lo actuado a la entidad pública de protección de menores para la adopción, en su caso, de las correspondientes medidas de protección en relación al menor. Lo acuerda y firma en El Fiscal 38 ,a de de 5. Acta de reparación o conciliación con la víctima ACTA REUNIDOS DE UNA PARTE: , menor de edad, acompañado de su representante legal y asistido de su letrado , con expediente incoado en la Fiscalía de Menores con el núm. El menor asume su responsabilidad en los hechos y manifiesta su disposición a reparar el daño causado con su conducta. DE OTRA PARTE: , víctima de los hechos, quien manifiesta que acepta el compromiso de reparación y que entiende el sentido educativo del mismo. El equipo técnico informa sobre la conveniencia, en interés del menor, de que realice una actividad reparadora que consistirá en y que tendrá como finalidad que . Se responsabiliza de la ejecución material de la reparación la entidad pública de resultados se deberá informar a esta Fiscalía. , sobre cuyos Por el Ministerio Fiscal se estima que el compromiso de reparación efectuado reúne los requisitos exigidos por el art. 19 de la LORRPM y que supone una fórmula de solución del conflicto que tiene en cuenta a la víctima del delito y una respuesta alternativa a la sanción penal. En ,a de de (Firma de todos los presentes) 39 6. Decreto del Fiscal sobre la petición de sobreseimiento del expediente al Juez por conciliación o reparación entre el menor y la víctima (art. 19) DECRETO Los hechos de los que se encuentra denunciado el menor constituyen un delito menos grave/una falta y no consta que en su realización se haya producido violencia o intimidación graves. El menor: a) se ha conciliado con la víctima; b) ha asumido un compromiso de reparación consistente en y lo ha realizado de forma satisfactoria; c) se ha comprometido a cumplir la actividad educativa propuesta por el equipo técnico de y la ha efectuado de forma correcta y adecuada. En consecuencia, se da por concluida la instrucción de este expediente y procede remitir al Juez de Menores lo actuado y solicitarle el sobreseimiento y archivo del expediente, al cumplirse los presupuestos establecidos en el art. 19 de la LORRPM. Así lo acuerda y firma, (Firma del Fiscal) 40 7. Auto del Juez de Menores acordando el sobreseimiento por conciliación o reparación (art. 19.4) AUTO En ,a de de HECHOS ÚNICO. El Ministerio Fiscal ha remitido a este Juzgado lo actuado hasta la fecha en el expediente acompañado de Decreto en el que da por concluida la instrucción del expediente al menor al tiempo que solicita el sobreseimiento y archivo del mismo, al darse el supuesto previsto en el art. 19 LORRPM ya que el menor ha efectuado una reparación consistente en o se ha conciliado con la víctima, según se desprende del acta de reparación realizada. FUNDAMENTOS DE DERECHO ÚNICO. Según se aprecia en las actuaciones instruidas, que han sido remitidas por el Ministerio Fiscal, el menor ha efectuado una reparación a la víctima consistente en o se ha conciliado con la víctima o ha realizado una reparación en beneficio de la comunidad, la cual ha sido aceptada y considerada satisfactoria por la misma. En consecuencia, conforme al art. 19 LORRPM y habiendo solicitado el Ministerio Fiscal el sobreseimiento y archivo de las actuaciones, procede acceder al mismo. VISTO el artículo citado y demás de general y pertinente aplicación, DISPONGO que procede acordar el sobreseimiento y archivo de lo actuado y su notificación a las partes. Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en el plazo de cinco días por los trámites del procedimiento abreviado regulado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Así lo acuerda y firma SS.ª el/la Ilmo./a. Sr./Sra. D./D.ª Menores de Magistrado/a Juez del Juzgado de 41 8. Escrito del letrado del menor solicitando la práctica de alguna diligencia de prueba (art. 26.1) AL SR. FISCAL DE MENORES , letrado del menor , con núm. de colegiado Fiscalía de Menores comparezco y DIGO: , en el expediente ante la Que en las actuaciones de referencia seguidas por un delito del que aparece como denunciado el menor al que represento, no se ha practicado la diligencia de prueba de reconocimiento del menor, prevista con carácter general en los artículos 368 a 374 de la LECrim. y que resulta de todo punto necesaria para determinar la participación de mi defendido en los hechos, lo cual siempre ha negado. Por todo ello, SOLICITO que, por presentado este escrito, con sus copias, se sirva admitirlo, y acordar de conformidad con lo interesado. En ,a de (Firma del letrado) 42 de 9. Escrito del letrado del menor solicitando al Fiscal la práctica de una diligencia de prueba restrictiva de derechos fundamentales (art. 26.3) (PIEZA SEPARADA) A LA FISCALÍA DE MENORES , letrado del menor en el expediente núm. en fase de instrucción en esa Fiscalía, DIGO: 1.º Que en las actuaciones de referencia, seguidas por un supuesto delito de agresión sexual, del que está denunciado el menor al que represento, no se ha practicado prueba alguna en virtud de la cual se realice un análisis de un fluido corporal tendente a determinar el ADN de la víctima y su presunto agresor a efectos de establecer su coincidencia con las muestras tomadas en su día del cuerpo de la víctima. Estas pruebas biológicas se entienden como absolutamente necesarias para acreditar que mi defendido no ha sido autor de los hechos de los que está denunciado. 2.º La prueba solicitada afecta a derechos fundamentales como el de la intimidad personal, regulado en el art. 18 de la CE y el de la dignidad de la persona (art. 10 CE), por lo que conforme a lo previsto en el art. 23.3 de la LORRPM en relación con el art. 26.3 del mismo cuerpo legal procede solicitar al Ministerio Fiscal que, de estimarlo procedente, solicite al Juez de Menores la práctica de dicha prueba. Cabe hacer referencia a la doctrina reiterada del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo (SSTC 114/1984, de 29 de noviembre y 24/1992, de 19 de febrero; STS de 7 de junio de 1994) que exigen para la práctica de las pruebas que afectan a derechos fundamentales una autorización judicial a través de un Auto motivado, con base en criterios de proporcionalidad respecto del fin perseguido, siendo, en todo caso, necesario el consentimiento de los afectados. En consecuencia con lo expresado, SOLICITO al Sr. Fiscal de Menores que entienda procedente la solicitud al Juez de Menores de la autorización y práctica de la prueba de análisis biológico para determinar el ADN del menor denunciado y su cotejo con el de las muestras de fluidos obtenidas en su día del cuerpo de la víctima. En ,a de de (Firma de letrado) 43 10. Escrito de personación del perjudicado como acusador particular ante el Juez de Menores (art. 25) AL JUZGADO DE MENORES , mayor de edad, con nacionalidad , con DNI/Pasaporte teléfono , ante la Fiscalía de Menores comparezco y DIGO: con domicilio en y Que mediante este escrito me persono como acusador particular (en mi propio nombre o en nombre de mi hijo ) en el expediente núm. que se sigue en esa Fiscalía y solicito que se me dé vista de todo lo actuado, conforme a lo establecido en el artículo 25 de la LORRPM, y ser tenido como parte en el procedimiento a los efectos previstos en el art. 25 LORRPM. Por todo ello, SOLICITO que teniendo por presentado este escrito, con sus copias, se sirva admitirlo y tenerme por personado como acusador particular en el expediente referido y se acuerde, así mismo, darme vista de todo lo actuado y que se me notifiquen la totalidad de las diligencias cuya práctica se solicite y acuerde, así como tenerme por parte en el procedimiento a los efectos legalmente previstos. Es justicia que pido en ,a de de (Firma) 44 11. Informe de asesoramiento del Equipo Técnico Asesoramiento Técnico de Menores Equipo Técnico de DATOS JUDICIALES Procedimiento: Fiscalía de Menores de Fecha de petición de informe: ; Expediente nº Hechos atribuidos: DATOS PERSONALES Apellidos y Nombre: Fecha de nacimiento: Edad: Nombre del padre: DNI / Pasaporte: Dirección: Población: Provincia: Lugar: Provincia: País: Nombre de la madre: Teléfono: C.P.: Comarca: GENOGRAMA SITUACIÓN SOCIOFAMILIAR SITUACIÓN PERSONAL VALORACIÓN Y PROPUESTA El/la asistente social En Visto bueno ,a 45 DIRECTAS: Entrevistas (joven y familia) Tutorías Proyecto de observación individual Pruebas diagnósticas Dinámicas de grupo Observación (inducida y/o pasiva) INDIRECTAS: Recogida de información de otros agentes sociales que puedan tener conocimiento del joven y/o familia o hayan hecho algún tipo de intervención con él o la familia, o tengan referencias de los grupos a los cuales pertenece el joven. Las informaciones indirectas han de ser también contextualizadas, solicitadas sólo en caso necesario y en ocasiones han de relativizarse para evitar posibles efectos estigmatizadores. ANÁLISIS DE LA DOCUMENTACIÓN EXISTENTE SOBRE EL JOVEN ELABORACIÓN DEL INFORME DE ASESORAMIENTO a) El informe de asesoramiento 46 Consideraciones generales - El informe de asesoramiento es el instrumento escrito utilizado por las diferentes unidades de asesoramiento para dar a conocer al ámbito judicial la situación del joven, juntamente con una valoración detallada de la misma. Es entonces, el elemento principal de comunicación con la instancia judicial y fiscal. - Está incluido en un proceso regido por los principios de oralidad, donde no es posible preservar del todo el carácter confidencial, aunque se pide un interés legítimo para poder acceder a él. - Por otra parte, está claro que este informe tiene un valor considerable para la instancia judicial, pero que legalmente no es vinculante. - Se ha de tener presente que la información, al ser presentada por escrito, tiende a convertirse en un instrumento estático, que fuera de su contexto original y del momento en que se ha hecho, puede perder su valor; pudiéndose producir una desconexión entre el propósito inicial por el cual se realiza y el uso posterior que se hace. Pautas de general aplicación La elaboración de los informes de asesoramiento, se ha de regular por las orientaciones generales que a continuación se destacan: Se ha de ofrecer una información del caso sintética, globalizadora e integradora de las diversas disciplinas. Un informe de asesoramiento es diferente de un informe de ejecución. Se ha de hacer una jerarquización de la información útil que se ha de reseñar y la que no se ha de dejar por escrito. El resto de información obtenida y no reflejada en el informe puede ser utilizada, si se requiere, por aquellos que puedan llevar a cabo la intervención educativa posterior. La información que llega a los técnicos una vez elaborado el informe, y que pueda resultar significativa para el caso, será facilitada en el momento de la comparecencia y/o audiencia. Se ha de centrar la información principalmente en la situación socioeducativa y personal del joven (objeto de la intervención), sin olvidar el ámbito familiar, que tiene especial incidencia en el desarrollo de éstos, al tratarse de menores de edad. Será necesario destacar las potencialidades y aspectos positivos tanto del joven como de la familia. Se ha de tener presente el respeto a las personas que se atienen a la información que sobre ellas quedará reflejada. Se han de elaborar informes personalizados, evitando la estandarización y estereotipo. La terminología ha de ser clara y concisa, evitando los tecnicismos que puedan dificultar la comprensión, teniendo en cuenta que los principales interlocutores son las instancias judiciales y fiscales, que no son especialistas en las disciplinas propias de los equipos de asesoramiento. Se ha de tener presente que cada informe es un documento único para cada expediente abierto a petición de las instancias judiciales, y que éstas han de obtener, a partir de su lectura, una valoración global del caso. Se ha de encontrar un equilibrio entre la descripción de la realidad y su interpretación. El informe no ha de ser una simple transmisión de la información obtenida sin la correspondiente elaboración y evaluación. Pero, tampoco se ha de caer en interpretaciones muy “agosarades” de aquello que son solamente hipótesis, o en sobreinterpretaciones que intenten llenar vacíos de información. De la misma manera será importante que el tono y el lenguaje no sean taxativos, sino que reflejen el momento de hipótesis en que se encuentran las valoraciones. GUIÓN SOBRE LOS CONTENIDOS DE LOS INFORMES DE ASESORAMIENTO 1. Área sociofamiliar 1.1 Estructura familiar 1.2 Situación social de la familia – vivienda – situación económica y laboral – relaciones con la comunidad 1.3 Sistemas de relación del núcleo familiar – intrafamiliar – familiar-entorno: escuela, barrio y otros servicios – situación del menor en la dinámica familiar – expectativas del menor sobre la familia – expectativas respecto al hijo 1.4 Actitud de la familia ante la situación actual del menor (ante el hecho delictivo, los motivos y/o consecuencias de la conducta del chico/a) 2. Área del menor 2.1 Características personales del menor – actitud y comportamiento ante los profesionales y ante el proceso de observación – aspectos físicos – hábitos (vida cotidiana, tóxicos, ...) – autonomía y responsabilidad – concepto de sí mismo 47 – aptitudes personales – conductas significativas que es necesario considerar (perfil de personalidad, si procede) 2.2 Ámbito escolar y pre-laboral – situación actual y descripción de la trayectoria anterior – aprendizajes – intervención de la escuela en el caso – implicación de los padres en la escolarización – disposición y recursos personales del menor – expectativas de futuro – habilidades y destrezas – experiencia laboral y pre-laboral y expectativas de futuro 2.3 Ámbito relacional – características del grupo de iguales y relaciones que establece – actitudes con los adultos – conocimiento de los recursos y asistencia – ocupación del tiempo libre 2.4 Actitud del menor ante el hecho y el paso por el ámbito de la justicia 3. Valoración global Esta valoración, entendida como la abstracción básica de los aspectos destacables de la información recogida por los profesionales, permite globalizar las diferentes áreas que estudia el informe y tendría que plantearse como una hipótesis explicativa e integradora de la situación del joven. En este sentido se tendría que tener en cuenta: - La incidencia familiar como favorecedora o no, del proceso de adaptación psicosocial del joven. El nivel de implicación y la disposición de recursos de los referentes parentales para asumir sus responsabilidades educativas. - Las características de la personalidad del joven (aptitudes y actitudes), capacidades (responsabilización ante sus actuaciones, disminuciones, ...) y los comportamientos más relevantes como factores que favorecen o impiden su desarrollo adaptado de sus capacidades y conductas. - Valorar la vivencia y posición del joven ante las normas (interiorización normativa), si la presunta actuación que ha motivado nuestra exploración se puede inscribir dentro de su patrón de funcionamiento habitual (reincidencias) así como la reacción que ésta ha provocado en su entorno (contexto familiar, social, ...) y las consecuencias que ya ha tenido para el joven. - Remarcar si hay o no necesidades socioeducativas y destacar posibles situaciones de riesgo, identificando la problemática principal del joven. - Reflejar las posibilidades o dificultades que presentan los recursos del entorno social del joven para poder abordarlas en caso de que estas necesidades no estén suficiente o adecuadamente cubiertas. Devolución. Orientación. Derivación. 48 12. Escrito de Alegaciones del Ministerio Fiscal Expediente nº Diligencias Preliminares nº AL JUZGADO DE MENORES El Fiscal, evacuando el trámite previsto en el art. 30.1 de la LO 5/2000, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, DICE : 1) Que concluido el expediente procede actuar conforme establece el precepto aludido 2) Que a tal efecto remite al Juzgado de Menores el Expediente seguido a , nacido el por un presunto , formulando a tal efecto las siguientes: , ALEGACIONES 1) 2) Los hechos son constitutivos de , por aplicación de los arts. del Código Penal 3) El menor denunciado aparece como responsable, en concepto de autor, de los hechos descritos, según el art. 28 del Código Penal 4) No concurren circunstancias modificativas de su responsabilidad Como breve reseña a sus circunstancias personales y sociales a la vista del informe del EQUIPO TÉCNICO, pueden destacarse: 5) Se solicita, a la vista de lo anterior y del contenido de los arts. 9.1 y 7.3 de la LO 5/2000 la medida de En virtud de lo expuesto el Fiscal INTERESA la apertura de la correspondiente AUDIENCIA, en la que pretende valerse de los siguientes medios de prueba: PRUEBA - Examen del menor Testifical, a cuyo fin deberán ser citados a través de la oficina judicial: - Pericial, debiendo ser citados a través de la oficina judicial: EQUIPO DE ASESORAMIENTO TÉCNICO, a través de los responsables del informe que aparece en los folios del expediente y con el objeto de ratificar/ampliar el contenido del mismo. - Documental, Y hace suya la prueba propuesta por las demás partes, con derecho de intervenirla aun cuando fuese renunciada. En ,a Fiscalía de Menores 49 13. Escrito de alegaciones de la acusación particular [El perjudicado personado debe formular un auténtico escrito de alegaciones en los mismos términos que los señalados en el art. 30 LORRPM para el Ministerio Fiscal porque la Ley ya le permite expresamente instar la imposición de medidas, y, sobre todo, porque la regulación actual elimina las anteriores limitaciones existentes que impedían a la acusación particular discrepar de la calificación jurídica de los hechos. Ahora, la acusación particular puede abogar por una tipificación de los hechos distinta de la del Fiscal, lo que comporta, obligatoriamente, una concreción previa de los hechos correlativa con la calificación jurídica discrepante]. Juzgado de Menores n.º De Expediente n.º Al Juzgado de menores D. , Procurador de los Tribunales y de Dña. , según tengo acreditado en la causa al margen referenciada, ante el Juzgado comparezco y, como mejor en Derecho proceda, DIGO: Que por medio del presente escrito y dentro del plazo al efecto conferido y conforme a lo dispuesto en el art. 31 LORPM, paso a efectuar las siguientes: Alegaciones Primera.– [descripción de los hechos]. Sobre las 12,30 horas del día 11 Noviembre 2004, el menor , nacido el , se apoderó del ciclomotor que su propietaria, Dña , tenía estacionado frente a su lugar de trabajo en la Av. . El ciclomotor, que no ha sido recuperado, ha sido tasado en 1.200 euros. Segunda.– [Valoración jurídica de los hechos]. Los hechos son constitutivos de un delito de hurto, consumado del art. 234 CP. Tercera.– El menor es responsable de los hechos en concepto de autor del art. 28 CP. Cuarta.– No concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad. Quinta.– Procede imponer al menor acusado la medida educativa de internamiento en centro de régimen abierto por el tiempo de seis meses, para que aprenda el respeto a la propiedad ajena, y hechos de tal gravedad no se vuelvan a producir. No se pueden trasvasar sin más los principios del derecho Penal de adultos a la jurisdicción de menores, ya que lo que se impone en ésta no son penas, sino medidas que van dirigidas a beneficiar al menor y, en este caso, el Equipo Técnico informó que el menor encausado está ocioso y tiene muchos expedientes incoados por lo que necesita una medida que permita restaurar una conducta adecuada. Y si se parte de la base de que la madre del menor parece haber asumido como inevitable la decisión de éste de abandonar sus estudios y que la familia desconoce las actividades de éste o sus amistades, y que pasa mucho tiempo en la calle sin supervisión familiar, es evidente que la medida de internamiento en Centro de régimen abierto resulta idónea para tratar de recuperar al menor. [Recordar, que al igual que el Ministerio Fiscal, la acusación particular podrá discrepar de la propuesta efectuada por el correspondiente equipo técnico, y será en este momento cuando las diferencias de criterio se harán más sensibles, tendentes a la búsqueda, por la acusación particular, en muchos casos, a la imposición de medidas de privación de libertad y ante ello, muchos autores consideran que la exigencia contenida en el art. 30.1 LORRPM de exponer en el escrito de alegaciones, de 50 forma razonada, los fundamentos jurídicos y educativos que aconsejen la medida que se solicita, no parece debe ser ajena a las peticiones que pueda formular el acusador particular.] Responsabilidad civil.– El menor deberá indemnizar a Dña. en la suma de 1.200 euros. En su virtud, AL JUZGADO DE MENORES SOLICITO: Que teniendo por presentado este escrito, se sirva admitirlo y, en méritos a su contenido, se tenga por evacuado el trámite de alegaciones conferido. OTROSÍ DIGO: Que para el acto de audiencia, y sin perjuicio de intervenir en las pruebas propuestas por las otras partes, esta parte propone las siguientes: [Recordar, la prohibición contenida en la letra d) del art. 25 LORRPM, para que la acusación particular pueda proponer pruebas relativas a la situación psicológica, educativa, familiar y social del menor] I. EXAMEN del menor acusado. II. TESTIFICAL, con examen de los siguientes testigos: – De D. (con expresión del domicilio), el cual deberá ser citado judicialmente. – De los agentes de la Policía Municipal con carnés profesionales n.º y n.º ser citados a través de su superior jerárquico. , que deberán III. DOCUMENTAL, consistente en que se den por reproducidos en el acto de Juicio Oral los folios n.º En su virtud, AL JUZGADO DE MENORES SOLICITO: Se sirva admitir los medios de prueba articulados, acordando lo procedente para su práctica. En ,a Fdo. Ldo.: Col. núm. de de Fdo. Proc.: Col. núm. 51 14. Providencia de incoación del proceso penal JUZGADO DE MENORES Telf. PROVIDENCIA DEL/LA MAGISTRADO/A-JUEZ SR./A. ,a Dada cuenta. Por presentado el anterior parte de incoación procedente de la Fiscalía de Menores, en relación al Expediente de Menores nº ; háganse las anotaciones en el libro correspondiente de este Juzgado, y procédase a la incoación del Expediente de Investigación que corresponda. Recibidas las actuaciones se acordará. Lo manda y firma S.Sª, doy fe. DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo que ha ordenado el/la sr./a. Magistrado/a-Juez, quedando registrado el Expediente de Investigación con el nº . Doy fe. 52 15. Escrito de alegaciones de la defensa del menor Juzgado de Menores n.º De Expediente n.º Al Juzgado de menores Dña. , letrada designada de oficio para la defensa del menor referenciado, comparezco y como mejor proceda en Derecho, DIGO: , en el expediente al margen Que por medio del presente escrito y dentro del plazo al efecto conferido y conforme a lo dispuesto en el art. 31 LORRPM, paso a formular el siguiente escrito de defensa, en disconformidad con el Escrito de Alegaciones formulado por el Ministerio Fiscal, con base a las siguientes: ALEGACIONES Primera.– Se niegan los hechos tal y como quedan relatados en la correlativa del Ministerio Fiscal. Segunda.– No hay correspondencia con tipo penal alguno. Tercera.– Sin delito no cabe hablar de autoría. Cuarta.– No concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad. Quinta.– No ha lugar a la adopción de medida alguna. Responsabilidad civil.– No ha lugar a la misma. En su virtud, AL JUZGADO DE MENORES SOLICITO: Que teniendo por presentado este escrito, se sirva admitirlo y, en méritos a su contenido, se tenga por evacuado el trámite de alegaciones conferido. OTROSI DIGO: Esta parte hace suya la prueba propuesta por el Ministerio Fiscal aun en el caso de que éste renunciara a ella o a parte de la misma. AL JUZGADO DE MENORES SOLICITO: Se sirva tener por formulados los medios de prueba y acordar lo pertinente para su práctica. En ,a Fdo. Ldo.: Col. núm. de de Fdo. Proc.: Col. núm. 53 16. Escrito de alegaciones de la defensa del menor Expediente de Investigación nº Expediente de Menores nº Diligencias Preliminares nº AL JUZGADO , abogado/a, actuando en nombre y representación del menor acreditado en las actuaciones indicadas, comparezco ante el Juzgado y DIGO : , tal y como consta Que mediante este escrito de defensa, dentro del plazo legal y en debida forma, según lo que dispone el art. 30 de la LO 5/2000, me opongo al escrito del Ministerio Fiscal. CONCLUSIONES Primera.- Los hechos no han sucedido tal y como los relata el Ministerio Fiscal Segunda.- Los hechos relatados no son constitutivos de delito o falta que aprecia el Ministerio Fiscal, ni de ningún otro Tercera.- Sin delito no se puede hablar de autoría, ni de ninguna otra forma de participación Cuarta.- Atendiendo a que no existe delito, tampoco se puede hablar de circunstancias que puedan modificar la responsabilidad penal del menor Quinta.- Se ha de absolver a mi defendido, con todos los pronunciamientos favorables SOLICITO Que tenga por presentado este escrito con sus copias, y por evacuado el trámite conferido OTROSÍS AL JUZGADO DIGO Primero.- Que para el acto del juicio oral paso a proponer los siguientes medios de prueba: Y hago mía la prueba propuesta o que propongan las otras partes, con derecho a intervenirla y a pedir su práctica aun cuando fuere renunciada. AL JUZGADO SOLICITO Que tenga por propuesta la prueba anterior y disponga lo necesario para su práctica En Letrado/a Col. nº 54 ,a 17. Conformidad del menor JUZGADO DE MENORES Telf. Exp. Inv. PROVIDENCIA DEL/LA MAGISTRADO/A-JUEZ SR./A. ,a Dada cuenta. Por recibido el anterior escrito, únase a los autos de su razón y teniendo en cuenta el contenido del mismo y de conformidad con lo dispuesto en el art. 32 de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, procédase a la celebración de la COMPARECENCIA en los términos del art. 36 de la mencionada ley; señalándose para la misma el día , a las horas, citándose para dicho acto al Ministerio Fiscal, a , y a sus legales representantes, así como al letrado defensor; expidiéndose los oportunos despachos de citación; haciéndole/s saber que las diligencias quedan en este Juzgado a disposición del/los letrado/s defensor/es para su estudio hasta la fecha de la comparecencia. Lo manda y firma S.Sª, doy fe. E./ DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo ordenado. Doy fe. 55 18. Auto de sobreseimiento y archivo JUZGADO DE MENORES Telf. AUTO DEL/LA MAGISTRADO/A-JUEZ SR./A. En ,a Dada cuenta. Por recibidas las anteriores actuaciones, únase al Expediente de Investigación nº correspondiente al Expediente nº ; y teniendo en cuenta los siguientes , HECHOS PRIMERO.- Que las presentes actuaciones se incoaron por contra el/los menor/es , y habiéndose solicitado por el Ministerio Fiscal el sobreseimiento y archivo de las presentes actuaciones, al darse el supuesto previsto en el art. 19 LORRPM ya que el/los menor/es ha/n efectuado una reparación con la víctima/s. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- Habiéndose solicitado por el Ministerio Fiscal el archivo de las actuaciones, es procedente de conformidad con lo establecido en los arts. 27.4 y 19.1 LORRPM, decretar el Sobreseimiento y Archivo del expediente. Por lo expuesto y vistas las disposiciones legales y de aplicación, ACUERDO EL SOBRESEIMIENTO Y ARCHIVO de la presente causa. Notifíquese esta resolución al/los menor/es y legal/es representante/s y al Ministerio Fiscal. Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante la Sección de Menores de la Audiencia Provincial, en el plazo de los tres días siguientes al de la última notificación, por los trámites del procedimiento abreviado regulado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Así lo acuerdo, mando y firmo, , Magistrado/a-Juez de Menores de E./ DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo mandado; doy fe. 56 . 19. Auto de sobreseimiento por prescripción JUZGADO DE MENORES Telf. AUTO DEL/LA MAGISTRADO/A-JUEZ SR./A. En ,a Dada cuenta. Por recibidas las anteriores actuaciones, únase al Expediente de Investigación nº correspondiente al Expediente nº ; y teniendo en cuenta los siguientes , HECHOS PRIMERO.- Que las presentes actuaciones se incoaron por contra el/los menor/es , y habiéndose solicitado por el Ministerio Fiscal el sobreseimiento y archivo de las presentes actuaciones, visto su contenido y lo actuado en la causa, por prescripción de los hechos antes mencionados. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- Habiéndose solicitado por el Ministerio Fiscal el archivo de las actuaciones, por prescripción del/la es procedente de conformidad con lo establecido en el art. 10.1 de la LO 5/2000 de 12 de enero, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, decretar el Archivo del expediente. Por lo expuesto y vistas las disposiciones legales y de aplicación, ACUERDO EL ARCHIVO de la presente causa por PRESCRIPCIÓN de los hechos. Notifíquese esta resolución al/los menor/es y legal/es representante/s y al Ministerio Fiscal. Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante este Juzgado en el plazo de tres días, del que conocerá la Ilma. Audiencia Provincial de esta Ciudad. Así lo acuerdo, mando y firmo, , Magistrado/a-Juez de Menores de . E./ DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo mandado; doy fe. 57 20. Auto de señalamiento de Audiencia JUZGADO DE MENORES Telf. AUTO DEL/LA MAGISTRADO/A-JUEZ SR./A. En ,a Dada cuenta. Vistas las anteriores diligencias del Expediente de Investigación núm. correspondiente al Expediente núm. ; y teniendo en cuenta los siguientes , HECHOS PRIMERO.- La presente causa fue incoada por este Juzgado de Menores de , por y, previos los trámites legales, se formularon los escritos de alegaciones por el Ministerio Fiscal y por la defensa, relativos a los hechos, calificación jurídica, participación del menor en ellos y la medida que en su caso le debería corresponder, proponiendo las pruebas de que intentan valerse; acordándose la apertura de Audiencia. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- En tal estado de la causa, procede acordar, conforme con el art. 34 de la LO 5/2000 de 12 de enero, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, en relación con el art. 33 a) del mismo cuerpo legal, la admisión de las pruebas propuestas y señalar fecha para la celebración de la Audiencia. Vistas las disposiciones legales citadas y demás de aplicación, ACUERDO ADMITIR las pruebas propuestas y declararlas pertinentes, SEÑALÁNDOSE LA AUDIENCIA para el , a las HORAS, citándose al Ministerio Fiscal, al Equipo Técnico, al letrado defensor y al/los menor/es , que podrá/n estar acompañado/s de sus legales representantes, citándose también para dicho acto a los testigos propuestos por el Ministerio Fiscal y por la defensa, haciéndoles saber la obligación que tienen de concurrir, bajo las prevenciones legales; expídanse al efecto los oportunos despachos. Notifíquese esta resolución a las partes y cítese a las personas mencionadas. Contra esta resolución cabe recurso de reforma en el plazo de tres días desde su notificación ante este Juzgado. Así lo acuerdo, mando y firmo, , Magistrado/a-Juez de Menores de E./ DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo mandado; doy fe. 58 . 21. Sentencia Se incluyen en este modelo las diferentes posibilidades que puede tener la sentencia del Juez de Menores: absolución, conformidad o acordando una medida con oposición del menor. La sentencia de conformidad que aquí se incluye prevé el supuesto de que el menor y su Letrado se conformen con los hechos, calificación jurídica y medida, que en este caso es la de amonestación. También puede darse la situación de que el menor y su Letrado se opongan sólo a la medida solicitada (art. 36.3 LORRPM), por lo que habría que acudir al modelo de fundamento jurídico que acuerda la medida con oposición. SENTENCIA En ,a de de VISTOS por el/la Ilmo./a. Sr./Sra. D./D.ª , Magistrado/a Juez del Juzgado de Menores de , los precedentes autos del expediente en el que aparecen denunciados los menores , nacido en , el , hijo de y de , por un delito de robo con intimidación y otro de receptación, en el que aparecen personados como acusador particular D. y como actor civil D. y responsable civiles D. y D.ª ANTECEDENTES DE HECHO Las presentes actuaciones se iniciaron con motivo de atestado instruido por el Grupo de Menores de que originó que el Ministerio Fiscal acordase la incoación de expediente a los menores y una vez practicadas las correspondientes diligencias de prueba en la fase de instrucción, se acordó por aquél la conclusión de dicha fase y se elevó a este Juzgado el expediente acompañado del correspondiente escrito de alegaciones, solicitando la apertura del trámite de audiencia y, después de que fue acordado, se formularon, a su vez, por los letrados de los menores sus correspondientes escritos de alegaciones, con el contenido que obra en autos. Por su parte, el acusador particular y el actor civil presentaron escritos solicitando la práctica de diversas pruebas en la audiencia, que también fue acordada. La audiencia se celebró el día y hora señalada con el resultado que obra en las actuaciones. HECHOS PROBADOS El menor A, nacido el , acompañado de otras personas a las que no afecta esta resolución, sobre las horas del día , en el parque de , se dirigió a y a , que se encontraban sentados en un banco y, después de apuntarles con una pistola, que no ha sido intervenida, y que luego se guardó en el cinturón de forma visible, se apoderó de un teléfono móvil y de unas gafas de sol, propiedad de , los cuales han sido valorados pericialmente en . A continuación, otros de los componentes del grupo obligaron a a dirigirse a un cajero situado en y le conminaron a que sacase 200 euros. Uno de los integrantes del grupo se dirigió después a los menores B, nacido el y C, nacido el , y les dio a cada uno de ellos 30 euros, los cuales aceptaron a pesar de que conocían que procedían de la sustracción que se acababa de efectuar. No está acreditada la participación en los hechos del menor D. FUNDAMENTOS JURÍDICOS PRIMERO. Procede la libre absolución del menor D del delito de robo con intimidación que le fue imputado. 59 El menor ha negado en todo momento su participación en los hechos. No existe prueba alguna que acredite la misma, puesto que no ha sido reconocido en ningún momento por las víctimas y ninguno de los testigos que han declarado pudo afirmar que se encontraba presente en el momento en que sucedieron los hechos, por lo que, en modo alguno, ha quedado destruida la presunción de inocencia de que goza conforme al art. 24 de la Constitución. SEGUNDO. Los hechos declarados probados son legalmente constitutivos de un delito de robo con intimidación, previsto y penado en los artículos 237 y 242 del Código Penal, del que aparece como responsable en concepto de autor el menor A ya que el testimonio reiterado a lo largo del tiempo, preciso y claro de las dos víctimas no deja lugar a dudas, conforme a la libre valoración de la prueba establecida en el art. 741 de la LECrim., de que los hechos sucedieron tal como han sido relatados y que integran de forma plena el tipo penal más arriba descrito, por cuanto mediante la exhibición de una pistola logró apoderarse, para hacerlos suyos, de distintos efectos de las víctimas, que se los entregaron ante el temor que sentían. Sin embargo, no puede entenderse que en este caso concurra el subtipo agravado de utilización de armas peligrosas ya que la pistola, a pesar de que está acreditada su utilización, no ha sido intervenida al menor y no constan sus características y composición, requisitos exigidos, a tales efectos, por la jurisprudencia en SSTS 302/1996, de 10 de abril y 833/1997, de 11 de junio. TERCERO. Los hechos declarados probados constituyen también un delito de receptación previsto y penado en el art. 298 del Código penal, del cual aparecen como responsables en concepto de autores los menores B y C puesto que, al ser modificados por el Ministerio Fiscal en trámite de conclusiones respecto de ellos los hechos que se les imputan y la calificación jurídica de los mismos, ambos menores se conformaron con ambos extremos y con la medida de diez sesiones de prestaciones en beneficio de la comunidad, prevista en el art. 7.1.k) de la LORRPM, que proporcionalmente fue solicitada para ellos, por lo que, conforme a lo previsto en los artículos 32 y 36 de dicho texto legal, procede dictar sentencia de conformidad, cuyo fallo, en todo caso, fue dictado y anticipado en el acto de la Audiencia, según lo previsto en el art. 245.2 LOPJ en relación con el art. 794 LECrim. La medida acordada tendrá como contenido la asistencia de los menores durante diez sábados consecutivos a la residencia de personas de la tercera edad a efectos de que, en sesiones de cuatro horas cada una, realicen tareas de ayuda y cuidado de las personas que allí se encuentran. CUARTO. No procede acordar la medida de internamiento en régimen cerrado por un año solicitada para el menor A por el Ministerio Fiscal y el acusador particular, a pesar de que en el informe del equipo técnico también se entiende que la actuación educativa respecto del menor debe orientarse en tal sentido como forma de contención y como respuesta a los hechos cometidos. En el informe del equipo técnico se deja sentir la búsqueda de otras soluciones alternativas para el menor teniendo en cuenta que, según reconoció el representante de dicho equipo técnico en el acto de la audiencia, los padres del menor son personas que están muy preocupadas por la evolución de su hijo y se han mostrado dispuestas a colaborar en el control del cumplimiento de la medida. De ahí que deba intentarse una medida en medio abierto para poder dar al menor la oportunidad de modificar sus hábitos de conducta dentro de su entorno. Por ello, debe adoptarse respecto del menor A la medida de libertad vigilada prevista en el art. 7.1.h) 2.ª de la LORRPM, para que, a través de ella, se someta a un curso de habilidades sociales, que tendrá una duración de seis meses, con dos sesiones semanales, y que se desarrollará en el centro situado en La medida acordada es de todo punto necesaria para que el menor, a la vista del informe elaborado por el equipo técnico, que destaca sus dificultades para relacionarse correctamente con su grupo de iguales 60 y con sus padres, desarrolle las facultades necesarias para poder controlar sus impulsos y agresividad, al tiempo que aprenda las pautas de comportamiento social necesarias para mejorar las deterioradas relaciones familiares. Por otro lado, se aprecia como una respuesta proporcionada al delito cometido, de acuerdo con la doctrina establecida por la STC, Sala 1.ª, 61/1998, de 17 de marzo. La entidad pública de reforma, que deberá ejecutar la medida, una vez que esta resolución sea firme, informará a este Juzgado mensualmente sobre la evolución del menor y, en todo caso, sobre cualquier incidencia o aspecto destacable durante ella. QUINTO. Tal como determina el art. 39.1 en relación con el art. 64 LORRPM, la sentencia debe contener también un pronunciamiento sobre la responsabilidad civil derivada del delito, al haber sido solicitada una indemnización por los efectos sustraídos por el acusador particular y por el actor civil. De ahí que a la vista de los informes periciales que constan en el expediente penal en los que se tasan el teléfono sustraído, marca Motorola, en 300 € y las gafas de sol, también sustraídas, en 150 €, sea procedente acordar que D. , propietario de ambos, sea indemnizado en la suma de 450 €, mientras que D. deberá ser indemnizado en 200 € por la cantidad que le fue sustraída en el cajero. De esta suma, de acuerdo con lo previsto en el art. 61.3 LORRPM, serán responsables civiles solidarios el menor A y D. y D.ª , padres del menor, sin que sea procedente moderar su responsabilidad ya que existe en el expediente un informe del psicólogo del centro escolar al que acude el menor en el que consta que se comunicó a los padres la actitud cada vez más desafiante y violenta del menor en el centro y no se observó que por parte de éstos se produjese reacción alguna, con lo que es evidente que, aunque en este momento tratan de mostrar una actitud colaboradora y de control de su hijo, en aquel entonces no adoptaron ningún tipo de medida para intentar atajar las conductas cada vez más violentas de su hijo, con lo que no dan los presupuestos necesarios para la moderación de la responsabilidad civil de los padres previstos en el art. 61.3 LORRPM. FALLO Que procede: 1. Declarar la libre absolución del menor D del delito de robo con intimidación que le fue imputado. 2. Acordar la medida de libertad vigilada con el contenido establecido en esta resolución y por tiempo de seis meses respecto del menor A por la comisión de un delito de robo con intimidación. 3. Acordar la medida de diez sesiones de prestaciones en beneficio de la comunidad para los menores B y C por la comisión de un delito de receptación, con el contenido establecido en esta resolución, y dado que los menores han mostrado su conformidad con la medida, procede declarar la firmeza de la presente resolución respecto de ellos y comenzar los trámites para su ejecución. 4. D. deberá ser indemnizado por el menor A en 450 € mientras que D. lo deberá ser en 200 €, siendo responsables civiles solidarios el menor A y D. y D.ª padres del menor. Notifíquese esta resolución a las partes e infórmese al resto de menores que contra ella cabe interponer recurso de apelación en el plazo de cinco días desde su notificación ante la Audiencia Provincial. Así, por esta mi sentencia, definitivamente juzgando en esta instancia, lo pronuncio, mando y firmo. 61 22. Escrito del letrado del menor interponiendo recurso de apelación contra la sentencia (art. 41.1) AL JUZGADO DE MENORES DE PARA ANTE LA AUDIENCIA PROVINCIAL , letrado del menor en el expediente , DIGO: Que en fecha me ha sido notificada la sentencia núm. de fecha dictada por ese Juzgado en el expediente de referencia en cuya parte dispositiva se establece que y estimando que la citada resolución no es ajustada a derecho, por medio del presente interpongo contra ella RECURSO DE APELACIÓN con base en las siguientes ALEGACIONES: PRIMERA. Sobre los hechos probados. Error en la apreciación de la prueba SEGUNDA. Infracción del artículo 242 del Código Penal. Inexistencia del delito de robo con intimidación en la conducta de mí representado TERCERA. Sobre la medida que se impone al menor. La medida acordada para el menor de libertad vigilada con obligación de asistir a un curso de habilidades sociales es absolutamente innecesaria para él. El Juzgador no ha tenido en cuenta el informe pericial aportado por esta parte y ratificado en el acto de la audiencia, del que se desprende que el menor se encuentra en la actualidad en una situación muy diferente a la que tenía cuando fue elaborado el informe del equipo técnico, ya que no hay que olvidar que el mismo fue realizado hace diez meses y que desde entonces no ha cometido ningún hecho delictivo nuevo, lo cual puede deberse a lo benéfica que está resultando para él la terapia psicológica a la que desde hace seis meses se está sometiendo de forma voluntaria. De ahí que no solo no proceda acordar la adopción de ninguna medida desde el punto de vista jurídico, al no haber cometido el menor ningún hecho delictivo, sino también desde el punto de vista educativo ya que no precisa de ninguna actuación en tal sentido. Por todo ello, SOLICITO que, por presentado este escrito y copias, se sirva admitirlo y tener por presentado RECURSO DE APELACIÓN en tiempo y forma contra la sentencia núm. dictada en fecha por ese Juzgado en el expediente y tras los trámites legalmente previstos, proceda a remitir los autos a la Audiencia Provincial al efecto de que en su día, acogiendo las alegaciones formuladas, se acuerde la revocación de la sentencia y se dicte otra en la que se absuelva a mi representado del delito del que ha sido acusado. Es Justicia que pido en ,a de de 63 23. Escrito instando al Juzgado de Menores la modificación de la medida impuesta. Juzgado de Menores n.º De Expediente n.º Al Juzgado de menores D. , Abogado designado de oficio de la menor , según consta acreditado en el expediente al margen referenciado, ante el Juzgado comparezco y, como mejor en Derecho proceda, DIGO: Primero.– Que en virtud de sentencia firme, le fue impuesta a mi defendida la medida de Segundo.– Que según lo previsto en el art. 13 LORRPM, el Juez podrá en cualquier momento dejar sin efecto la medida impuesta, reducir su duración o sustituirla por otra, siempre que la modificación redunde en interés del menor y se exprese suficientemente a éste el reproche merecido por su conducta. Tercero.– Que siendo el caso que la menor muestra un total arrepentimiento de su anterior conducta, sería muy oportuno para la misma la sustitución de la medida impuesta por la de En su virtud, AL JUZGADO DE MENORES SOLICITO: Que, tras los trámites legales oportunos, se sirva acordar la sustitución de la medida impuesta por la de En ,a de de Fdo. Ldo.: Col. Núm. [Aunque en este formulario se ha optado por la sustitución de la medida, hay que tener en cuenta que el art. 13 LORRPM contempla las posibilidades de: dejar sin efecto la medida impuesta, reducir su duración o sustituirla por otra] 64 65