INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA fundado por san Juan Bosco y por santa María Dominica Mazzarello N. 859 La Deliberación Capitular se hace Vida Los días de la sesión plenaria del Consejo que estamos viviendo en Castelgandolfo son un tiempo fuerte de comunión con el Instituto. La comunicación de las visitas realizadas a las inspectorías por parte de las Consejeras visitadoras y de los encuentros realizados por las Consejeras de los ámbitos nos pone en contacto con la vida de las realidades locales. En ellas la significatividad y el valor de la profecía, signos de la presencia y de la acción de Dios, se unen a problemas y esfuerzos. Es el misterio de la gestación de la vida; es la experiencia del límite que abre a la gracia de la conversión y a la búsqueda humilde y creativa de la novedad para servir a los jóvenes en la lógica exigente del amor. Un hilo conductor común, incluso en las diferentes situaciones, contextos y culturas, orienta y unifica los distintos itinerarios. Juntas, como Instituto, intentamos dar contenido a la renovación vital propuesta por la Deliberación del CG XXI. El camino de las inspectorías y de las comunidades presenta ritmos diversos. Muchas lo realizan con paso decidido implicando a todas las hermanas; otras son llamadas tal vez a intensificar el compromiso de hacerse conscientes y responsables en vistas a un futuro que sea significativo para nuestra vocación de FMA. El motivo de fondo que acompaña la búsqueda y los pasos que estamos dando es la puesta en práctica de las líneas del Capítulo. Nos sentimos particularmente apremiadas por cuanto la asamblea capitular decidió: Implicar al Instituto en un proceso vital de renovación, en el contexto del estudio sobre la vida religiosa hoy en la Iglesia, mediante: - la profundización personal y comunitaria de las constituciones actuales; la asimilación de las orientaciones del Capítulo general; la inculturación del Proyecto formativo; la elaboración de las líneas orientativas de la misión educativa de las FMA.(Act. CG XXI, n. 40) Este proceso, oportunamente acompañado por el Consejo general, orientará los pasos hacia la revisión del texto constitucional. De algunas partes del Instituto y de algunas hermanas en particular nos llega a veces la petición de explicitar las modalidades con que estamos acompañando este proceso, como Consejo general, según lo ordenado por la misma Deliberación. En esta conversación de familia procuraremos dar respuesta a la pregunta y compartir con todas vosotras los pasos que estamos realizando. Caminos con las comunidades inspectoriales. De los encuentros personales y del compartir la vida y proyectos de las comunidades inspectoriales y locales podemos tomar opciones y caminos concretos de renovación en línea con cuanto está indicado en la Deliberación. Son pasos iluminados por la perspectiva de la comunión. Los Seminarios sobre la espiritualidad de comunión con estilo salesiano, realizados en seis Conferencias Interinspectoriales, representan una experiencia única en esta dirección porque han concretado el deseo de comunión que todas sentimos profundamente; han ayudado a reconocer los esfuerzos de la comunión y han instado a llegar con renovado conocimiento a las fuentes que la 1 alimentan: la Palabra de Dios, la Eucaristía, el carisma que se nos ha dado y que anima la historia del Instituto. Los procesos que se están realizando de acompañamiento-discernimiento, evangelización, interculturalidad, edocomunicación, se han manifestado con mayor evidencia como expresiones dinámicas e interdependientes de esta comunión. Constatamos con gozo que en las realidades inspectoriales la experiencia del Seminario continua en la vida de las hermanas que han participado en él y las compromete a implicar eficazmente a las comunidades. En muchas inspectorías cuanto se ha vivido orienta hacia caminos y propuestas: programaciones, ejercicios espirituales, asambleas, encuentros para revivir la misma experiencia con la certeza de que la comunión es posible. Todo esto afianza la esperanza en quien todavía debe celebrar el Seminario. La profundización de las Constituciones encuentra un espacio creciente en la oración, en la reflexión personal y en el compartir comunitario y anima al compromiso de hacer siempre más de nuestra regla de vida el proyecto de santidad al que Dios nos llama (cf C 78. 173). Las Constituciones se convierten así en el referente significativo al discernir las cosas nuevas que el Espíritu está pidiendo hoy a la vida religiosa, a nuestra vida de FMA; su asimilación nos hace conscientes de eventuales aspectos que exigen ser nuevamente expresados. El estudio vital de las Constituciones está enriquecido por el compromiso de inculturar el Proyecto formativo requerido por el CG XXI. Se está pasando del entusiasmo inicial ante las novedades, sobre todo referente a las distintas edades, al estudio más profundo de las grandes opciones, de los caminos que se indican en el Proyecto, contrastándolos con las diversas realidades culturales y sobre todo procurando hacerlos vida. No se está escribiendo un nuevo libro, se está buscando dar vida al actual. Es una experiencia que debe crecer, a nivel personal y comunitario, para que se abra de verdad un surco nuevo, un germen de vida (cf PF, p. ) En el panorama de la vida consagrada hoy Los caminos que se están haciendo en las comunidades inspectoriales llaman a la conversión en la línea de una mayor radicalidad y de atención al contexto concreto donde trabajamos. La comparación con las reflexiones, las propuestas y los caminos que la vida consagrada está realizando en los diversos Países evidencia significativas correspondencias con las opciones del Instituto, enriquece nuestra experiencia, amplía los horizontes, potencia la comunión eclesial. La preparación y celebración del próximo Congreso internacional de la vida consagrada constituye una nueva oportunidad en esta perspectiva. Como FMA estamos en comunión con todas las consagradas y consagrados que se preparan a esta gran convocatoria, dejándonos acompañar por el Documento de trabajo, sintetizado para nosotras en la circular n. 858. En esta hora de la historia, marcada por violencias y deseos de paz, estemos a la escucha del Espíritu que nos está indicando caminos concretos de comunión y de reconciliación. Nos encontramos, como comunidad eclesial animada por Jesús y por el espíritu de las bienaventuranzas, fuertemente comprometidas a compartir la pasión por Dios y por cada ser humano. A partir de los más pequeños y de los más débiles. La participación directa en el Congreso de alguna FMA –invitadas en calidad de Superiora general, Presidenta de la Conferencia Nacional de las Religiosas, experta, religiosa joven- nos ofrecerá la ocasión de reforzar este movimiento de búsqueda y recíproca valoración de los dones, presente en las varias expresiones de vida consagrada, que es signo elocuente de comunión. La atención a las situaciones reales del Instituto El estudio visitadoras contextos. bienes, en 2 compartido de las relaciones de las Consejeras de los ámbitos y de las Consejeras orientan la reflexión hacia algunas situaciones reales del Instituto en los diversos Entre los puntos de atención, hemos considerado la experiencia de la comunión de sintonía con los compromisos asumidos en la Programación del sexenio acerca de la promoción de caminos de ciudadanía evangélica y los procesos de educación a la legalidad, a la justicia social en la línea de la transparencia económica y del compartir corresponsable a todos los niveles. Tomemos nota de que esta educación se exige en todas las etapas del proceso formativo. (cf línea 3.3) Mientras por una parte constatamos el compromiso de vivir una equilibrada relación entre pobreza personal/comunitaria y solidaridad, comprobamos que no siempre es fácil obrar en línea con una nueva visión del desarrollo que lleve a una mejor calidad de vida para todos. Surge a propósito la urgencia de una formación específica de las Ecónomas, la llamada a una mayor austeridad incluso en las construcciones, la necesidad de educarnos y educar a la esencialidad de la vida y a mantener siempre viva la opción por las y los jóvenes más pobres en todos los contextos (cf C 23) Sigue siendo un desafío para el Consejo general “la animación para una efectiva comunión de bienes, según la lógica de la autodelimitación, de la sobriedad y del consumo crítico” (Programación 17) La atención a las situaciones concretas nos ha llevado a dedicar tiempo, en nuestra reflexión, al acompañamiento de algunas realidades de carácter internacional, continental o de zona –como por ejemplo Vides internacional, las Comisiones continentales Escuela/Formación profesional, el Equipo de Comunicación social América (ECOSAM)- en la lógica de la interacción entre Consejo general y Conferencias interinspectoriales para el crecimiento del sentido de pertenencia y de corresponsabilidad. Queremos potenciar los caminos iniciados valorando el diálogo con las inspectorías, favorecer la descentralización y, al mismo tiempo, la unidad en la comunión. Constatamos con agradecimiento el impulso misionero en la responsabilidad de inculturar el carisma en realidades de antigua y nueva fundación. Al mismo tiempo la profundización en el tema de la interculturalidad ofrece nuevas aportaciones al compromiso del acompañamiento formativo de las vocaciones autóctonas iniciado hace años. Líneas orientadoras de la misión educativa de las FMA Continuamos también la reflexión sobre las líneas de la misión educativa de las FMA a partir del material elaborado durante la sesión plenaria invernal y enriquecido, a continuación, por la aportación de una comisión especial. Las líneas, generales y amplias, deberán ofrecer elementos para repensar una pastoral juvenil orgánica, proyectada en estilo salesiano con las características del espíritu de Mornese, del que somos cada vez más conscientes y entusiastas intérpretes. Se han clarificado los objetivos de este trabajo e individuado los elementos de fondo que, mientras nos sitúan en continuidad con la tradición educativa del Instituto, nos invitan a dejarnos interpelar por el cambio de época, por los desafíos contemporáneos y por la cultura juvenil. De esta manera sabremos tomar de ello oportunidades y riesgos y reflexionar sobre la calidad evangélica del proceso educativo, de las propuestas, de nuestra misma presencia. A través de las líneas se nos propone animar las opciones operativas de las FMA para renovar el ímpetu misionero con la confianza de poder entrar en comunicación con las y los jóvenes de cada contexto, en cualquier situación en que ellos se encuentren. Queremos reafirmar el deseo y la responsabilidad de ser fieles al mandato del Señor de hacer resonar el anuncio del Evangelio, para que las y los jóvenes puedan reconocer la sed de infinito que llevan en el corazón, escuchar la Palabra que invita a no tener miedo y a afrontar con esperanza el futuro en la respuesta al proyecto de Dios. La elaboración de estas líneas es considerada como uno de los momentos privilegiados para implicar al Instituto en el proceso de renovación que queremos realizar. Creemos que el diálogo que seguirá –a partir de los próximos meses- entre las inspectorías y el Consejo general será rico y significativo; nos dará impulso para continuar juntas esta nueva 3 búsqueda que se propone dar calidad a nuestra misma vida, a la de las comunidades educativas y a la existencia de las y los jóvenes. Dentro de algunos días viviremos la experiencia de los Ejercicios espirituales junto con el Rector Mayor y su Consejo. Será para cada una de nosotras tiempo de mayor comunión con cada hermana del Instituto, con las comunidades educativas y, en particular, con los hermanos Salesianos. Nuestra oración llegará a vosotras en los lugares concretos de vuestra misión cotidiana. Castelgandolfo, 29 junio 2004 Con afecto La Madre Antonia Colombo, Superiora General de Instituto de las FMA y hermanas del Consejo General 4