EDITORIAL - Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas

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EDITORIAL
TRES AÑOS DE VIDA
El 28 de junio se cumplirán tres años de la asamblea fundacional que diera
origen a la Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas (AVEGUEMA). Un
año antes había comenzado a germinar la idea y a nuclearse tras ella los socios
fundadores.
La tarea inicial, sentar las bases estatutarias, fue realizada cuidadosa y
prolijamente. Era necesario puntualizar a través de los propósitos, su finalidad,
los motivos por los que se creaba y el espacio que se deseaba ocupar. Así nació
esta entidad en la que tendrían cabida todos los veteranos que lo deseasen y los
ciudadanos que quisieran adherirse. Se trataba de establecer objetivos claros y
precisos cuyo logro debería materializarse en un ámbito perfectamente definido.
Su eje central discurría por la unión de todos los veteranos, su esforzada
participación en la guerra, la respetuosa evocación a sus camaradas caídos en
combate y la vigencia de la causa Malvinas.
Así las cosas se continuó con la conscripción de socios, la inscripción como
asociación civil sin fines de lucro, la obtención de la personería jurídica, la
fundación de un periódico al que se denominaría La Gaceta Malvinense y en el
cual pudiesen relatar su historia los verdaderos protagonistas de la guerra, los
veteranos. La lista de actividades desarrolladas, que es extensa, continuaría con
el solo objeto de alcanzar los propósitos estatutarios.
A tres años de la fundación y según lo establecido en el artículo 11º del Estatuto,
en el transcurso de la asamblea anual ordinaria que se realizará el 24 de junio, los
socios activos elegirán a las nuevas autoridades que por un período de tres años
tendrán a su cargo la dirección y administración de la asociación.
Se trata de un acto importante y trascendente, las autoridades que han regido a la
entidad en este primer período se encontraban investidas de la legalidad que
deriva de la norma, las elegidas por la próxima asamblea de socios, precisamente
por esta circunstancia, agregarán a lo legal la legitimidad de su origen.
Pero no es solo este aspecto el que se alcanzará a partir de esta elección, habrá
también un relevo de hombres en la conducción con el consiguiente impulso
creativo que ello implica, rotará la procedencia de los veteranos que asumirán los
cargos directivos y, lo que resulta trascendente, se materializará una renovación
generacional a través de las nuevas designaciones.
Lo expresado implicará sin dudas nuevos proyectos e ideas, contemporaneidad
con la generación castrense que cumple funciones actualmente, , todo lo cual es
de suponer permitirá una acción mas armónica en la conducción de la entidad,
sin descartar por cierto el apoyo que se requiera de los mayores, basado
fundamentalmente en la experiencia, factor cuya adquisición resulta siempre
costosa. En estas instituciones todo es perfectible solo son inmutables los
principios y valores que sustentan su existencia
La circunstancia conlleva siempre un balance, en este sentido nadie mejor para
efectuarlo que los asociados ya que son ellos el objeto de la asociación y
destinatarios del esfuerzo de sus directivos. La memoria y el balance que
estatutariamente debe confeccionarse en estos casos, contendrán muchos de los
datos que faciliten esta evaluación, pero también quienes luego de cuatro años de
trabajo dejan sus funciones deben aportar algún juicio, enriquecido no solo por
las vivencias que otorgan experiencia sino también por la pasión con que han
desarrollado tan importantes tareas
Desde el punto de vista institucional estamos satisfechos por lo logrado. Si se
hecha una mirada retrospectiva, veremos que hace tres años solo disponíamos
de entusiasmo y algunas ideas sobre lo que se podía pretender, hoy tenemos una
entidad que ha actuado con el máximo de seriedad cumpliendo los propósitos
estatutarios y sin apartase un ápice de ellos, con una masa societaria de dos mil
socios, que aunque no satisface plenamente con relación al número de veteranos
que podrían serlo, la coloca seguramente, como organización de veteranos de
primer grado, a la cabeza de las existentes con personería jurídica y todos los
requisitos legales que tal circunstancia implica.
Este logro ha sido alcanzado merced al apoyo del más variado tipo que hemos
obtenido de instituciones oficiales, privadas, camaradas, adherentes e incluso
anónimos colaboradores que se han negado a publicitar su importante aporte.
Pero no podemos expresar el mismo sentimiento respecto a la ejecución de
mecanismos de reconocimiento y protección a los miembros veteranos mediante
acciones propiciatorias ante los poderes públicos. Quizás por falta de habilidad o
escaso poder de convicción no hemos podido a la fecha revertir la situación
discriminatoria que en materia de beneficios viven en la actualidad los veteranos
y sus derecho habientes, tampoco hemos obtenido soluciones concretas a los
problemas que padecen los afectados física y psíquicamente por la guerra y no se
nos ha brindado respuestas a nuestras propuestas relacionadas con la
representatividad, idoneidad, estructura y dependencia que deben poseer los
órganos a cuyo cargo se encuentra la conducción de la problemática de los
veteranos a nivel del estado nacional.
Hemos hablado reiteradamente de este tema a través de los editoriales de nuestro
periódico. Si bien hemos sido recibidos en forma por demás considerada por
todas las autoridades visitadas, excepto las del Gobierno de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y su Legislatura, las respuestas o soluciones en general no han
sido recepcionadas y estas deben llegar antes que sea tarde, sobre todo por el
transcurso de la edad cronológica de los posibles beneficiarios. Resulta más que
triste requerir lo que corresponde por la vía de la justicia, cuando debería ser la
justa y equitativa recompensa a quienes han puesto en juego, en cumplimiento de
preceptos constitucionales, lo mas valioso que puede ofrendar un ser humano, su
vida. Este hecho de por si constituye el máximo ejemplo en el cumplimiento de
los deberes ciudadanos.
Por último solo nos resta una vez más agradecer a todos aquellas instituciones y
personas que han colaborado para que AVEGUEMA sea lo que es hoy y a los
camaradas que han brindado su tiempo desinteresadamente en la conducción de
la entidad. A quienes nos sucedan en las responsabilidades que transferimos les
deseamos el mayor de los éxitos, seguramente nuestras falencias y tropezones les
permitirán seleccionar mejor el camino que los conducirá al logro efectivo de los
propósitos estatutarios, por el respeto que como sobrevivientes debemos a
nuestros camaradas, héroes caídos en combate, por el bien de todos los veteranos
y por el patriótico mantenimiento del tema de las Islas Malvinas, Georgias y
Sándwich del Sur, como una causa nacional, sin tiempo ni espacio tal cual reza
en nuestra norma estatutaria y es el deseo de nuestro pueblo.
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