PLANTEO: FIN DE LA EDUCACION PRIVADA EN URUGUAY. Inicio de una discusión (para presentación ante Congreso de AFFUR-2009) Consideraciones primarias e imprescindibles A modo de introducción al tema que nos ocupará considero necesario efectuar las siguientes precisiones acerca de mi perfil humano e ideológico a los efectos de que nadie,distraída o deliberadamente, invalide la discusión que pretendo se dispare, por motivos equivocados. La puesta sobre la mesa de este tema no proviene de ningún radical (categoría en la que al parecer ahora entran “ex amigos” y “ex compañeros” ahora satanizados y perseguidos). Tampoco me anima interés político-partidario alguno, ya que siempre he procurado respetar el principio de autonomía sindical respecto de todo poder o esquema de pensamiento. Hijo de trabajador del transporte y trabajador yo mismo de la Enseñanza y particularmente de la Universidad de la República, simplemente pienso (y he pensado siempre) que no hay temas tabúes y que pocos temas interesan o deberían interesar tanto a la clase trabajadora como la Educación que recibirán sus descendientes. Esta puntualización es importante ya que, conociendo el tipo de razonamiento que pudiera ser utilizado por algunos, las primeras descalificaciones a un planteamiento como éste podrían ser de este tenor o parecido: que es un tema demasiado profundo, que no es oportuno discutirlo en esta coyuntura (año electoral), que qué intereses habrá detrás, etc.etc. Quienes me conocen saben que es una iniciativa honesta, basada en primer lugar en la experiencia de vida del proponente y sus allegados y en segundo lugar en la información que ha formado esta opinión. Análisis situacional del tema En un proceso iniciado ya hace décadas, la Educación Pública Uruguaya ha pasado de tener un alto prestigio (merecido por cierto) inclusive fuera de fronteras sobre lo cual no es necesario abundar, a sufrir en amplios espectros de nuestra población (inclusive en integrantes de nuestra clase trabajadora) un descrédito (yo creo y seguramente muchos coincidirán,espero, exagerado pero en cierta forma respondiendo a una realidad). Esta sensación de que la formación en instituciones públicas es deficitaria en algunos aspectos ha llevado a que cada vez sea mayor el número de institutos privados habilitados en las distintas ramas de enseñanza, incremento que no se compadecería con un crecimiento tan bajo de población como tiene, lamentablemente, el Uruguay. Permítaseme aquí hacer una aclaración: va de suyo que ante un PROBLEMA DE PRINCIPIOS como el de fondo que se plantea (¿ES JUSTO, CONVENIENTE Y NECESARIO QUE HAYA EDUCACIÓN PRIVADA EN EL URUGUAY), en realidad no importaría si es mucha o poca la actividad privada en la enseñanza. Pero lo que sí sucede es que se torna más preocupante este proceso por la situación actual y la proyección de futuro. Escuelas y liceos privados existen desde que tengo memoria (no así las Universidades, que son más “jóvenes” que yo) pero en un barrio trabajador eran muy escasos los padres que los utilizaban y, casi siempre, por razones de afinidad religiosa,o pertenencia a alguna colectividad de inmigrantes. Tenemos así que, en la actualidad, además de la clase media alta y la alta, un gran número de trabajadores públicos y privados confían (muchos con gran esfuerzo económico) la formación de sus hijos a Institutos privados de los más diversos tipos (religiosos, laicos, de colectivos nacionales, etc.) Este proceso no ha tendido a revertirse en los últimos tiempos sino a profundizarse, con lo cual se da la situación de que, el nivel de exigencia de quien aún recurre a la educación pública podría llegar a ser cada vez menor, consagrándose así un círculo totalmente vicioso. Nosotros pensamos que se debería seguir confiando en la formación a través de Instituciones públicas y sí aumentar la exigencia por calidad a las autoridades responsables. Otra discusión será determinar cuales son los caminos para lograr ese aumento de calidad aunque parece de perogrullo que seguir mejorando la situación presupuestal y los salarios del personal docente y no docente es la primera opción, para luego establecer programas actualizados y entonces sí, exigir más calidad en la actividad. Porqué proponer el fin de la educacion privada? En primer lugar por un tema filosófico y político. La educación particular ha servido históricamente para ahondar la brecha entre las clases y tender al estancamiento de la gente en el grupo económico en el que nació. Reiterando el razonamiento: en tiempos en que no era tan explícita la caída de calidad de la formación pública, ni era tan numerosa la población que usufructuaba los servicios privados podría permitirse “hacer la vista” gorda e ignorar un tema de JUSTICIA SOCIAL. Hoy creemos que ya no es posible. Y planteamos discutir si se quiere cambiar la situación o no. Veamos ahora algunos de los argumentos que se han sostenido históricamente para defender la existencia de institutos privados de enseñanza. LIBERTAD: El concepto de libertad se utiliza en relación a este tema básicamente en dos sentidos: Libertad de los padres para elegir que tipo de educación quiere para sus hijos y Libertad en cuanto consumidores de servicios: se asegura que el Estado no tiene que tener el Monopoliode la educación, tomando ésta como un servicio que presta la Sociedad. En el primer sentido (Libertad en clave filosófica) tenemos para decir que a nuestro entender de lo que se trata fundamentalmente es que la Educación garantice el crecimiento moral e intelectual de los niños. La libertad que debiéramos garantizar como sociedad es la de hijos y no la de los padres. Es muy dudoso en mi concepto que garantice la libertad del menor el que un progenitor envíe a sus hijos a colegio católico porque él lo es, o evángelico, etc. En cuanto a los colegios laicos podría sostenerse que allí sí funciona la libertad: no hay enseñanza religiosa de ningún tipo ni de otros valores que los que caracterizan a la sociedad uruguaya. Pero quienes disfrutan de esta “libertad”? No ciertamente la enorme cantidad de uruguayos que aún hoy están bajo la línea de pobreza, ni tampoco quienes (que también son gran cantidad) superan esa línea por muy poco. Volvemos entonces al razonamiento expresado antes: la Educación debería servir, además del aspecto exclusivamente académico, para hacer más igualitario el colectivo. En el segundo aspecto que consideramos la Educación es mucho más que un servicio: es un derecho-deber de la sociedad en su conjunto y de los padres para con sus hijos: a través de ella se generan las condiciones como dijimos para la evolución moral e intelectual de los menores con las finalidades obvias de divulgación del conocimiento adquirido colectivamente y preparación del chico para la vida productiva adulta. Este derecho-deber es fundamental y no debería en mi opinión encomendarse a terceros ajenos al Estado, por más controles sobre programas y funcionamiento que se les impongan. Algunos preguntarán: No sería un Estado totalitario el que monopolizara la Educación? La respuesta es claramente NO. Ha habido estados totalitarios en la historia en los que la Educación no era precisamente pública y recientemente sufrimos dictaduras en las cuales no se cuestionó en absoluto la existencia de enseñanza privada. Por supuesto no hay que pecar por ingenuos y desconocer que podrían existir tentaciones totalitarias que aprovecharan una “educación oficial” (sea del signo ideológico que fuere). Pero justamente en la línea de razonamiento que expresamos el hecho de que todos los sectores sociales, todas las ideologías, todas las religiones, etc. confluyan en la misma educación servirá (o debería servir) para la exigencia de la más absoluta imparcialidad, expresada en la histórica laicidad con la que nació la educación popular uruguaya, de la mano de José Pedro Varela, y que hoy se expresa no solo en la ausencia de todo tinte clerical, sino también político partidario. IGUALDAD:Se ha manejado el concepto de igualdad para significar que todos deberían en igualdad de condiciones, disfrutar de la Libertad en sentido filosófico que manejamos más arriba. Pues bien: no es así como ya lo dijimos: la verdadera Igualdad se daría si, independientemente de la situación económica de nuestras familias, todos gozáramos del mismo derecho a una educación igual en calidad y nivel de exigencia. Por supuesto no estamos hablando de tener formación pública de bajo nivel ya que en el mundo de hoy es aún más impensable que antes. Son cuantiosos los recursos que se vuelcan por los particulares para financiar la enseñanza privada y aún más: por mandato de la Constitución, esas instituciones tienen excención de impuestos, con lo cual indirectamente, hay una transferencia de recursos de los sectores más humildes hacia los que pueden pagar por la formación de sus hijos. En nuestro concepto se debería estudiar la posibilidad (tal vez por impuestos específicos que no caigan en la gran bolsa de “rentas generales”) de que, al menos gran parte de esos recursos, se destinen a financiar una cada vez mejor enseñanza pública. De lo contrario justificamos la negativa de las clases dominantes a que se incremente el presupuesto educativo (con la excusa del aumento del gasto público) porque claramente, no están dispuestos “a pagar dos veces” educación, ya que la suya la financian privadamente. Posible instrumentación de un cambio en el sentido propuesto: Va de suyo que lo primero que habría que hacer es generar la más amplia y democrática discusión posible sobre este tema, incluyendo a todos los sectores sociales, partidos políticos, actores de la educación, etc. Obtenido eventualmente un sentido de opinión mayoritario a favor de la cuestión sería necesario impulsar una reforma de la constitución, ya que tanto la “libertad de enseñanza” cuanto la excención impositiva tienen rango constitucional. Como dijimos por la vía de impuestos específicamente destinados a ello se debería financiar la satisfacción del lógico aumento de la demanda educativa generado por la asunción del Estado de toda la función. Porqué la presentación ante el Congreso de AFFUR? Somos una Federación de Sindicatos de base de la Universidad de la República, conjunto de trabajadores de la enseñanza, a quienes nos interesa como al que más el tema. No haría falta más explicación. CONCLUSIONES El planteo realizado no tiene implicancias negativas de ningún tipo. No atenta contra la libertad de nadie, ya que quien quiera puede dar a sus hijos la formación que desee fuera de la común y obligatoria. Obviamente se relaciona con las tres ramas de la Enseñanza, independientemente del nivel que se determine como obligatorio por el Estado. No se atenta contra la libertad individual de nadie: simplemente el Estado reasumiría la total responsabilidad por la formación de sus ciudadanos en lo básico y en lo profesional, reservándose para el ámbito privado la complementariedad que cada individuo elija. No se deberá estar distraído por quien comparta el criterio ante ciertas argumentaciones: no se busca ningún totalitarismo (el “todos” usufructuante del servicio de educación deberá garantizar la lucha contra cualquier tendencia de ese tipo). Las constituciones se pueden reformar: son normas que los pueblos se dan en contextos históricos determinados y por ello mismo no son inmutables, aunque lo que sí deberán siempre prevalecer son los principios de LIBERTAD E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES. Con el sistema actual quienes tienen una “libertad relativa” son quienes pueden pagar y no todos los habitantes de la Repúlica. No se aspira con este planteo (al menos por el proponente) a ninguna discusión sobre el tipo de organización social, política y económica que el País debe darse): ello se discutirá como siempre en todas las organizaciones sociales y luego se procesará a través de los Partidos Políticos.