TEORÍA ANTROPOLÓGÍCA. (Sobre el hombre) Platón nace en

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TEORÍA ANTROPOLÓGÍCA. (Sobre el hombre)
Platón nace en Atenas en el año 428 a C y muere en el 347 a C. (s. V y IV a C). Fue
discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles.
En la filosofía antigua nos encontramos con distintas posturas respecto a la cuestión
antropológica: Por una parte una visión materialista del hombre que afirma que el ser
humano es material y mortal como el resto de los seres ( así lo creen Leucipo y Demócrito
para quienes incluso el alma está compuesta de átomos y Epicuro quien introduce el
“clinamen”: movimiento inclinado y azaroso de los átomos para salvaguardar la libertad del
hombre) Se dio también una postura ESPIRITUALISTA: Es el caso de Pitágoras, quien
introduce la idea de una realidad espiritual e inmortal que coexiste con el cuerpo humano,
esto es, el alma y probablemente el primero que sostuvo en Occidente la metempsicosis,
doctrina según la cual el alma expía una culpa original reencarnándose en sucesivas
existencias corpóreas y el maestro de Platón, Sócrates que consideró al hombre como
compuesto de alma espiritual e inmortal y cuerpo material y mortal.
Platón, al igual que su maestro, afirma que el hombre es un compuesto de
cuerpo y alma. Por ello hablamos de dualismo en Platón, no solo metafísico (dos
mundos: mundo sensible, mundo inteligible) sino también en su concepción
antropológica. Ahora bien para Platón La unión entre cuerpo y alma es accidental
(como la unión entre el jinete y el caballo: el jinete dirige al caballo pero son dos
sustancias distintas) al contrario que lo será en su discípulo Aristóteles para quien
dicha unión será sustancial. Alma y cuerpo en Platón no son una única sustancia sino
dos sustancias independientes.
La relación entre cuerpo y alma está caracterizada por la tensión, y esto es así
porque las inclinaciones del cuerpo, sus impurezas, estorban al alma y pueden
condenarla a la terrenalidad, a la esclavitud de seguir atada a este mundo, a la
reencarnación, dificultándole que cumpla su destino que es la contemplación de la
Ideas, lo que significa su regreso al mundo al que pertenece, al mundo en el que
preexistió al cuerpo.
El alma pertenece al mundo de las Ideas (al mundo inteligible) y ahí debe y quiere
regresar. Por eso, el cuerpo es la cárcel del alma, una cárcel que nos acompaña
siempre en esta vida, una cárcel de la que el alma, que es en Platón el auténtico “yo”
debe liberarse, a través de la purificación, eliminando las pasiones e impurezas, si no
lo consigue deberá reencarnarse hasta conseguir en otras vidas y otros cuerpos la
purificación, es esta una idea cuya influencia proviene de la religión órfica que llega a
Platón a través del estudio de los pitagóricos.
En el Gorgias, el Fedón y la República aparecen los mitos del juicio final, donde incluye la
doctrina pitagórica de las sucesivas reencarnaciones del alma). En síntesis Platón afirma
que las almas salen de las manos del Demiurgo, todas iguales, eternas y atemporales;
después se encarnan espaciotemporalmente en cuerpos materiales concretos. Se trata de
la primera encarnación. Después de la muerte, el alma permanece peregrina durante unos
mil años, encarnándose sucesivamente en diferentes cuerpos, eligiendo así su destino.
Puesto que el sentido de la (cada) vida consiste para Platón en ir eliminando
todo aquello que ata al hombre a la terrenalidad para que el alma se libere
definitivamente del cuerpo, el ejercicio de la filosofía es para Platón una preparación
para la muerte.
Cuerpo y alma son dos sustancias independientes y diferentes, El cuerpo es
sustancia material y el alma es inmaterial, cuando se separan el cuerpo muere pero el
alma no. Por lo tanto en Platón, el alma preexiste al cuerpo y subsiste (pervive)
después de la muerte del cuerpo, es una sustancia inmortal.
Platón, entiende, a la manera de su época, que el alma es el principio de vida del
cuerpo, (el cuerpo del hombre necesita del alma para tener vida) pero para Platón el
alma es también y sobre todo, el principio inteligente que conoce. (Le da la capacidad
de conocer).
Las relaciones entre cuerpo y alma se ponen de manifiesto en la naturaleza tripartita
del alma. Esta división puede entenderse como la expresión de los conflictos
psíquicos y éticos que el ser humano experimenta en sí mismo. La distinción de partes
en el alma está muy en relación con la vida ética individual y la concepción política de la
sociedad.
La preexistencia del alma, su visión tripartita del alma y la “caída accidental”
del alma al mundo corpóreo la expresa Platón metafóricamente en el diálogo el Fedro
a través del “mito del carro alado” en el que el alma racional, simbolizada por un
auriga (conductor del carro) trata de dirigir de forma equilibrada un carro tirado por
dos caballos: uno blanco, noble , que simboliza al alma irascible y otro negro, rebelde,
que simboliza al alma concupiscible, al no conseguirlo en un momento dado el carro
“cae” accidentalmente , pierde las alas, al caer y unirse al cuerpo el alma olvida lo que
ha contemplado (idea básica para la teoría de la reminiscencia en el conocimiento)
Platón no nos deja nada claro si se trata de tres funciones del alma (como
afirma en La República) o de tres almas distintas (como afirma en el Timeo) Estas tres
partes del alma o almas que distingue Platón son:
El alma o parte racional: es específicamente humana, (solo la posee el hombre) tiene
la capacidad de conocer lo inteligible, Según afirma Platón en el Timeo esta parte del
alma es de naturaleza divina pues ha sido formada por el Demiurgo con los mismo
elementos que el alma del mundo, es la parte separable del cuerpo, es por tanto
inmortal y dada su afinidad (similitud) con las Ideas tiene la capacidad de conocerlas.
Su virtud es la sabiduría y su función es el gobierno racional del cuerpo. Platón la sitúa
en la cabeza. (Será el alma dominante en los filósofos-gobernantes en su propuesta
política)
El alma irascible: no es separable del cuerpo y por tanto es mortal. Su virtud es
la fortaleza , se rige por el valor y su función es la de impulsar a la acción, la de querer.
Puede conseguir que lo seres humanos superen el dolor y renuncien a los placeres
cuando la parte racional lo decide. Platón la sitúa en el pecho. (Será el alma dominante
en los guardianes-soldados en su propuesta política).
El alma concupiscible: no es separable del cuerpo y por tanto es mortal. Se rige
por el deseo, su función es la de manifestar los deseos y necesidades del cuerpo para .
Su virtud es la templanza, es decir, la moderación de los placeres. Platón la sitúa en el
vientre. (Será el alma dominante de los artesanos-productores en su propuesta
política).
La naturaleza “tripartita del alma” tiene su peso, en el resto de la filosofía platónica en la
ética (cada parte del alma tendrá su virtud propia, y la armonía entre las tres será la
justicia) y en la política (en cada clase social predomina un alma).
Con sus respectivos matices Aristóteles y la Europa medieval defendieron el dualismo almacuerpo, aunque en el caso de Aristóteles alma y cuerpo son dos co-principios sustanciales y
ambos desaparecen con la muerte, negando así tanto la preexistencia del alma como su
inmortalidad.
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