“Nos censuraron pero no nos callamos” Radio censurada vuelve al aire No se rinde un gallo rojo, sólo cuando ya está muerto. Después de mas de un mes de permanecer en silencio, la Radio Comunitaria Raíces FM 107.7, vuelve al aire con nueva frecuencia y 20 metros de antena. Durante el gobierno de Jorge Batlle se firmó la autorización de cambio de frecuencia de radio gente al 107.1, proporc! ionándole así total impunidad para ocupar el espacio que legal y legítimamente venia utilizando la única Radio Comunitaria de Maldonado. Enterados de esta situación, el colectivo que gestiona la Radio Comunitaria llevó adelante todos los tramites necesarios para evitar este atropello, se reunió con el presidente de la URSEC (Unidad Reguladora de Servicios de las Comunicaciones), inició un pedido de amparo ante la justicia, trató el tema en la Junta Dptal. de Maldonado. A pesar de todo esto se permitió la censura de este medio de comunicación, ignorando el comunicado firmado por todo la Junta en “defensa de la Radio Comunitaria y la liberta! d de expresión”, ignorando la normativa legal y las continuas irregularidades e ilegalidades en las que incurrió la radio Gente. Pero es necesario profundizar en algunos aspectos que son relevantes e imprescindibles para una mejor comprensión de este tema. Cuando hablamos de la falta de libertad de prensa pensamos en los gobiernos que censuran a los periodistas. Pero hay otro tipo de censura no tan evidente, una discriminación silenciosa que se comete contra muchos sectores sociales. Consiste en los mecanismos mediante los cuales se distribuyen las frecuencias de radio y televisión. Estos mecanismos funcionan como un “filtro” necesario para garantizar a reducidos grupos sociales (poderosos grupos económicos, familias adineradas y empresarios inescrupulosos) el acceso a las mismas. Garantizando a su vez y de forma automática la exclusión de la mayor parte de la población. ¿Cómo se conceden las frecuencias de radio y televisión en nuestro país? En Uruguay no existe una política clara ni seria en cuanto a la concesión de las frecuencias de radio. Estas se conceden a través de la autorización del poder ejecutivo. Esto quiere decir que se hace de forma arbitraria ! y sin criterios definidos. La URSEC, que es el organismo encargado de controlar en la materia y asesorar al poder ejecutivo, se ha dedicado, desde su creación durante la administración Batlle, a incautar, robar y vender los equipos de las Radios Comunitarias. De esta manera los gobiernos blanquicolorados han usado la adjudicación de frecuencias de radio para pagar favores políticos. Durante las administraciones de Lacalle y Sanguinetti, sólo en Maldonado, creció la cantidad de radios comerciales de tres a veintiuna, la mayoría transmitiendo de forma irregular. De esta manera se ha favorecido el monopolio antidemocrático y excluyente de la mayoría de los sectores sociales. En todo caso los gobiernos no pueden subastar ni regalar las frecuencias de radio y televisión, sencillamente porque no les pertenecen. Estas frecue! ncias son patrimonio común de toda la humanidad, igual que el aire, los océanos, el agua o la capa de ozono. Estas ondas radioeléctricas pertenecen a la comunidad internacional. Los estados son solamente sus administradores y deben garantizar el acceso equitativo a ellas de todos los sectores. Las Radios Comunitarias son legales... La legislación vigente es clara al respecto. En nuestro ordenamiento jurídico las leyes de la constitución y los tratados internacionales tienen un rango jerárquico superior a las demás disposiciones legales, por lo que, si existen disposiciones internas que contradigan a estas, quedan automáticam! ente anuladas, pierden su validez. En este sentido es importante resaltar que la libertad de expresión se garantiza en nuestro ordenamiento jurídico en el artículo 29 de la Constitución: “es enteramente libre en toda materia la comunicación de pensamientos por palabras, escritos privados o publicados en la prensa, o por cualquier otra forma de divulgación, sin necesidad de previa censura”, y bajo un régimen de responsabilidad ulterior por los abusos que se cometieren. Según especifican las normas internacionales (por ejemplo, el art. 13.1 del Pacto de San José de Costa Rica), “este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”. En esas normas está implícito asimi! smo otro aspecto, que se expresa directamente en el inciso 2do. del artículo 1º de la ley Nº 16.099, de fecha 3/11/89: la libertad de fundar medios de comunicación: “Los titulares de los medios de comunicación ejercerán la facultad referida por el artículo anterior sin necesidad de previa autorización, censura, garantía o depósito pecuniario” y en el inciso 3ro: “Todos los habitantes de la República son titulares de las libertades referidas...” Lo que quiere decir que cualquier vecino de Maldonado puede fundar un medio de comunicación sin pedir autorización y sin necesidad de pagar un solo peso. De esta forma surgen las Radios Comunitarias, por un lado el poder ejecutivo ha venido pagando f! avores políticos regalando frecuencias de radio y por el otro surgen desde los barrios y sus organizaciones un conjunto de radios que toman el aire haciendo cumplir los derechos de todos, a decir, a escuchar y ser escuchados. Maldonado: el dial avasallado. Este fue el titulo del artículo que escribiera el periodista Carlos Peláez al respecto de este tema. Transcribo a continuación parte del artículo a modo de reseña histórica de la irregular radio Gente. A mediados del año 1999, el periodista Alexis Cadimar, entonces corresponsal del diario El País e integrante de la dirección del semanario Realidad Semanal, logró acceder a la frecuencia mediante adjudicación directa. Aunque en realidad la misma fue adjudicada también a la señora Sandra Pérez, hija del periodista carolino Dorbal Perez y madre de un hijo extramatrimonial del ex Senador Forista Wilson Sanabria. Antes, la señora Pérez se había desempeñado en el senado de la República, en la secretaría del ex senador y ex embajador Hugo Fernández Faingold, con quién Sanabria tie! ne negocios agropecuarios en sociedad. Pérez y Cadimar, constituyeron Turul S.A. y fundaron FM Gente en el 90.1 del dial. La información surge de la respuesta que el ex Ministro de Defensa, Yamandú Fau, dio a un pedido de informes realizado por el diputado socialista Guillermo Chifflet, a principios del 2003. La frecuencia 91.1 estaba adjudicada a la ciudad de Piriápolis a nombre de Gustavo Pérez Tabo, desde el 15 de febrero de 1994, aunque nunca salió al aire. Por Resolución Nº 41.997 de 17 de enero de 1997 se autorizó el cambio de frecuencia a la 90,1 con los mismos parámetros técnicos. Pero según el expediente de la URSEC 99/03040/1/2152 del 27 de diciembre del 2001, “fue instalada irregularmente en la ciudad de Maldonado, sin contar con la debida autorización”. Durante los años 2002 y 2003, los directores de FM Aspen de Punta del Este y FM Láser de Maldonado, así como decenas de ciudadanos, denunciaron ante el organismo regulador de las comunicaciones que “las trasmisiones de las referidas emisoras eran interferidas por FM Gente”. Además, esta emisora presentó irregularidades en su instalación lo que produce un “extraño” fenómeno: en casi toda la ciudad capital del departamento sólo se puede sintonizar la 90.1 porque irrumpe en todo el dial. La situación consta en la URSEC por denuncias formuladas por varios ciudadanos. Una inspección realizada por el organismo corroboró la situación y ordenó su traslado a la ciudad de Pan de Azúcar. El mismo organismo aplicó varias multas en efectivo al constarse en diferentes oportunidades violaciones a lo establecido por la Ley de Radiocomunicaciones. Pero aunque fueron constatadas todas las ilegalidades y afectaciones a los intereses de ! otras emisoras el Poder Ejecutivo, por resolución 1619/03 del 6 de noviembre 2003, autorizó el traslado de la planta trasmisora, desde el Cerro Pan de Azúcar a la ciudad de Maldonado, “modificando la frecuencia de 90.1 Mhz. Canal 211 B, a 107.1 Mhz. Canal 296 y aumento de potencia a 60 Kw (PER) con 150 metros de altura media de antena”. El 17 de febrero de 2005 la URSEC corroboró que “Turul S.A. ha incumplido en forma reiterada lo dispuesto por el acto administrativo, desconociendo en qué forma y con qué parámetros está operando, conducta que es pasible de sanciones económicas y practicar nueva intimación, todo, bajo apercibimiento de solicitar la revocación de la autorización”. Sin emba! rgo vencidos todos los plazos nada ocurrió y la referida emisora comenzó a emitir por el 107.1, según su machacona publicidad. Es decir FM Gente obtuvo lo que muchísimas emisoras del país no han logrado. Es obvia la presencia de un importante “padrino”. Y más allá de que Alexis Cadimar – un ex adherente al Partido Colorado y director de la emisora - ha negado públicamente cualquier vinculación política, nunca pudo explicar los beneficios recibidos. Porque FM Gente no es la única emisora que opera. De alguna manera poco clara también retransmite por la frecuencia 106.5 cuyo nombre de fantasía es Cadena del Mar, que sale en Maldonado y en Colonia. Esta frecuencia fue adjudicada en 1999 a Marengreen S.A. en la persona del licenciado Gustavo Barceló, quien ese mismo año dirigió la campaña publicitaria hacia las elecciones internas del ex Senador Sanabria y luego se desempeñó en la Dirección de Comunicaciones municipal durante la administración de Enrique Antía. El presidente de Marengreen era Juan Artola, conocido empresario y prestamista de Maldonado, también ligado políticamente a Sanabria. A pesar de todo esto, finalmente se efectivizó el cambio de frecuencia, incluso ignorando la normativa vigente. Según prescribe la Convención americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), firmada por el Uruguay y vigente desde 1985, sobre la libertad de pensamiento y de expresión en su artículo 13.3, que no se puede restringir “por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información y por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”. ¿Radios Comunitarias? Son radios controladas por la sociedad. Las Radios Comunitarias pretenden ser controladas por su público destino. “No sólo mediante una llamada telefónica solicitando un tema musical. Por ello buscamos una relación de ida y vuelta, muy atentos a todas las voces”. Habilitar una expresión directa “Queremos la expresión directa de todos ! y todas, sin necesidad de representaciones, intermediarios como locutores o periodistas iluminados. La radio hecha por el vecino del barrio, el compañero de trabajo o de estudio. Por eso somos evidentementente públicos; nuestra vocación no es el ocultamiento ni la clandestinidad”. Sin fines de lucro “Nuestra motivación no es la de establecer una nueva empresa comercial lucrativa, "explotar" un canal de radio. Nacemos apuntando hacia una integración social y cultural y los ingresos se reinvierten en la propuesta de comunicación”. Orientadas a una propiedad social Estos medios no son propiedad pr! ivada de una persona o una familia. Pertenecen a organizaciones sociales, vecinales, zonales o gremiales, que las poseen como propiedad colectiva o social, en términos reales. De gestión colectiva: Las decisiones sobre la orientación de cada medio no son tomadas por directores todopoderosos ni por algún otro tipo de mandamás. Necesariamente esto se realiza mediante discusiones y acciones colectivas, donde el grupo que realiza la gestión distribuye decisiones y tareas. Independientes de partidos políticos, Instituciones religiosas o de Instituciones estatales. “Dado que intentamos expresar íntegramente a una comunidad barrial, juvenil o grem! ial, evitamos alinearnos tras banderías que dividen a la sociedad en fragmentos, tales como los partidos políticos o las corrientes religiosas, esto sin perjuicio de las opciones de todas y cada una de las personas. Nos mantenemos independientes de toda institución estatal o paraestatal, las cuales cuentan ya con medios de expresión propios o con recursos para obtenerlos”. Programación Variada. Se evita irradiar una temática única o un sólo tipo de música. “El entorno social es un mosaico de variedades e intereses, y es deseable que ello se refleje en nuestra programación”. Dar Espacio a las Organiz! aciones Sociales. A diferencia de muchos medios de la prensa "grande", que practican la exclusión o desinformación del accionar de sindicatos, gremios estudiantiles, comisiones barriales, etc. “Nosotros nos orientamos a brindarles mayores espacios a las organizaciones sociales”. Son un Movimiento. Las Radios Comunitarias no son entes aislados. Se nuclean en torno a Ecos (Coordinadora de Radios Comunitarias del Uruguay). Desde su nacimiento han promovido acciones en conjunto y discutido colectivamente los temas que más les importan. “Tenemos muchísimo en común, más allá de las diferencias que surgen de nuestra gran diversidad. Y estamos dispuestos a seguir en el camino de la discusión franca y colectiva así como la acción coordinada, incluso para promover el surgimiento y consolidación de las Radios Comunitarias”, declaran. Por eso la importancia medular de las Radios Comunitarias. Hoy son estos medios de comunicación los únicos medios que garantizan la libertad de expresión en las condiciones citadas. Sólo en estas radios encuentran eco las voces silenciadas por los medios masivos de comunicación. “Sólo en este tipo de medios se garantiza la pluralidad, la participación y la diversidad, entendida esta ultima en el marco de un proyecto común que permita la cohesión y combata la disgregación y la fragmentación social actual, tan perjudicial para los intereses de! nuestro pueblo”, declara un integrante de la radio. “Nos censuraron, pero no nos callamos...” La Radio Comunitaria estuvo mas de un mes sin transmitir, pero ahora volvió al aire. Hace cuatro años que transmite y dos años y medio que se encuentra ubicada en su actual local, (Rincón entre Javier de Viana y Támaro a 1 cuadra y ½ de Lavalleja) que es el local sindical de los trabajadores de la Asistencial Medica. Se la puede escuchar por el 107.7 FM ! los sábados de 18 a 23 y los domingos de 8 a 15 hs. Está iniciando una campaña de financiación con el objetivo de poder transmitir y ser oídos, con mayor potencia, subiendo la antena y haciéndole ajustes al transmisor y otros aparatos. Todo esto por la saturación del dial fernandino (producto de años de pésima administración del espectro radioeléctrico). Dicha campaña consta de venta de bonos colaboración de 20, 50 y 100 pesos y venta de tortas fritas en la feria de los domingos. Además, están trabajando sobre la ampliación del proyecto de radio hacia una cooperativa de trabajo, una Productora y un periódico barrial que funcionarían en torno a la radio y con un proyecto común.