PEDRO UN EJEMPLO DE TRANSFORMACIÓN Juan 21:15-19 y 2 Pedro 1:12-15 La palabra de Dios ha establecido la definición de lo que es la fe, ya que Hebreos 11:1, reza así: "Es, pues, la fe, la certeza (realidad) de lo que se espera, la convicción (evidencia) de lo que no se ve”. También nosotros conocemos por un diccionario los sinónimos de la fe, que son: Confianza o crédito, palabras que nos enseñan la realidad de lo que Dios quiere que depositemos en él. Como ejemplo: vender algo a crédito es tener fe o confianza en que el que se lleva la mercancía lo va a pagar en el plazo acordado. Hay un versículo en la escritura que llama mucho la atención pero antes de citarlo, quisiera que nos preguntáramos: ¿Tenemos realmente fe? Este versículo es Hebreos 11:6, donde dice: "Pero sin fe es imposible agradara Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y es galardonador de los que le buscan”. Este será nuestro tema en esta oportunidad, cuando nos haremos otra pregunta, ¿Cuáles son los impedimentos de nuestra fe que nos impiden agradar a Dios? En esta ocasión tomaremos, la historia del apóstol Pedro, para ilustrar esta verdad y respondernos la pregunta que nos hemos planteado. Por otra parte tenemos que tener presente que el apóstol Pedro fue un hombre especial para Dios, y con su vida el Señor quiere enseñarnos muchas verdades que nosotros debemos conocer. Veamos lo que podemos aprender de este pasaje por medio del siguiente bosquejo: I. EL APÓSTOL PEDRO NO ERA PERFECTO II. EL APÓSTOL PEDRO TENÍA QUE SER ENSEÑADO Y MOLDEADO III. EL APÓSTOL PEDRO SERÍA UN GRAN EJEMPLO DE FE Estas verdades son una realidad en cada creyente que recibe a Jesús como salvador; identifiquémonos, pues, con esta historia. Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 2 “Evangelismo” I. EL APÓSTOL PEDRO NO ERA PERFECTO A. B. CUANDO JESÚS LE LLAMÓ, EL ERA UN PECADOR 1. Como pecador, era carente de fe. Tenemos que entender que el apóstol Pedro era un hombre común, lleno de pasiones igual que cualquiera de nosotros y además con un temperamento impetuoso y espontáneo. 2. Como pecador, era dominado por su yo. Es evidente que el apóstol Pedro mostró durante su tiempo con Jesús un carácter fuerte y guiado por sus pasiones y deseos. 3. Como pecador, desconfiaba hasta de sí mismo. Fue un hombre desconfiado y falta de fe, en los momentos difíciles el apóstol Pedro desconfió del poder de Dios en el cual él podía descansar. CUANDO JESÚS LE LLAMÓ, DEBÍA SER TRANSFORMADO 1. Dios, en su voluntad tiene un plan individual para cada creyente. Cuando llama al apóstol Pedro, Jesús sabía que él tenía un potencial tremendo como líder y como siervo para ser usado de manera particular en la obra de Dios cuando fuera transformado por el poder del Espíritu Santo. 2. Jesús comenzó con decirle en Marcos 1:17 - "Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”. Este fue el inicio de lo que Dios iba a hacer con él. Era el principio de su transformación y todo comenzaba con el privilegio de ser llamado por Dios mismo. 3. Jesús continuó cambiando su nombre lo cual sería parte de esta transformación. En Juan 1:42b vemos lo siguiente: "Y le dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás, tú serás llamado Cefas, que quiere decir, Pedro”. Sabemos que el significado de los nombres eran importante para un judío y el nombre que Jesús había escogido para él indicaba la forma en que él sería fortalecido en su fe. C. CUANDO JESÚS LE LLAMÓ, HABRÍA DE FORTALECERLE LA FE 1. La Palabra declara que sin fe es imposible agradar a Dios. El apóstol Pedro tendría que aprender esta enseñanza y aplicarla a Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 3 “Evangelismo” su vida de manera particular porque era imposible que él pretendiera servir a Dios sin confiar en Él. 2. Jesús sabía que el apóstol Pedro iba a ser probado, por lo que muchas veces se lo anticipó. En Lucas 22:31 vemos una de estas ocasiones: "Dijo también el Señor: ¡Simón, Simón! He aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte”. 3. Dios le daría al apóstol Pedro victoria en la fe, pero él tenía que saber que para fortalecer su fe era necesario que pasara por diferentes y multicolores pruebas. Tenía que aprender que sin pasar por las pruebas era imposible crecer en fe. II. EL APÓSTOL PEDRO TENÍA QUE SER ENSEÑADO Y MOLDEADO Dios tenía preparado un plan para la vida del apóstol Pedro, así como Dios tiene un plan individual para cada uno de nosotros; pero lo cierto es que Dios no va a usar a nadie que no quiera ser enseñado y moldeado a su carácter. Dios conoce cada uno de los impedimentos que tenemos para ser creyentes de fe y la historia del apóstol Pedro nos enseña cuáles son y cómo podemos obtener la victoria sobre ellos. A. PRIMER IMPEDIMENTO: LA DUDA Esto es falta de confianza en las promesas divinas. Es todo lo contrario a la fe. Si leemos Mateo 14:22-33 encontramos algunos detalles importantes. 1. En su falta de fe, Dios permitió un momento de angustia e inseguridad en la vida del apóstol Pedro (vv. 22-24). “En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario”. 2. En su debilidad, Jesús le dio un auxilio oportuno para fortalecer su fe, pudiera apagar sus dudas y confiara en el poder de Jesús (vv. 25-30) “Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 4 “Evangelismo” andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!” 3. B. En su humillación, Jesús le dio una seguridad absoluta, para que fortaleciera su fe en su poder (vv. 31-33) “Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios”. SEGUNDO IMPEDIMENTO: TEMOR 1. Proverbios 29:25 nos declara lo que es el temor en cuanto a la fe. Dice: “El temor pondrá lazo; más el que confía en Jehová, será exaltado”. 2. Jesús habló del temor muchas veces al apóstol Pedro y a los demás discípulos. a. En Mateo 10:28 les declaró: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. b. En Mateo 26:24 les dice: “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido”. c. Mateo 26:56 narra lo siguiente: “Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron”. En el momento en que Jesús fue apresado todos los discípulos se dejaron llevar por el temor y huyeron dejando sólo a Jesús. d. Mateo 26:69-75 termina diciendo acerca de la mayor prueba del apóstol Pedro: “Pedro estaba sentado fuera en el patio; y Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 5 “Evangelismo” se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno. Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente”. 3. Isaías 30:15 nos enseña dónde está la victoria del creyente sobre el temor. "Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel, en descanso y en reposo seréis salvos, en quietud y confianza será vuestra fortaleza”. C. TERCER IMPEDIMENTO: LA IGNORANCIA Esto lo podemos traducir como la falta de conocimiento del plan divino. 1. La fe nuestra se debilita por la falta de conocimiento de la palabra de Dios. Romanos 10:17 dice: "La fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios”. 2. Por la falta de conocimiento entorpecemos muchas veces los planes divinos, Mateo 16:21-23 nos dice: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. 3. Por la falta de conocimiento nunca podremos reforzar la fe para ser de bendición en el plan divino. Mateo 26:52-54 nos enseña lo siguiente: “Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 6 “Evangelismo” más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?” III. EL APÓSTOL PEDRO SERÍA UN GRAN EJEMPLO DE FE A. EL APÓSTOL PEDRO FUE TRANSFORMADO EN GRAN MANERA 1. El apóstol Pedro aprendió a ser útil a la obra de Dios, pero antes tuvo que llorar amargamente como lo vemos en Mateo 26:75 cuando dice: “Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente”. 2. Tuvo el privilegio de predicar por primera vez y ganarse 3,000 para la gloria de Dios - Hechos 2:41 da testimonio de esta bendición cuando dice: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”. 3. El apóstol Pedro aprendió a no confiar en sí mismo sino en el poder de su Señor. En Hechos 12:1-19 nos narra esta experiencia de manera particular diciéndonos: “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Pedro es librado de la cárcel Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 7 “Evangelismo” el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos. Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar. Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó allí”. B. EL APÓSTOL PEDRO VENCIÓ LOS IMPEDIMENTOS DE LA FE 1. 1 Pedro 1:3-9 declara que el apóstol Pedro venció la duda en cuanto a lo que Jesús era para él. Este pasaje nos dice: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas”. 2. 1 Pedro 3:13-18 agrega que el apóstol Pedro venció el temor en Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 8 “Evangelismo” cuanto a lo que pudiera sufrir por su Señor. “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Más también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”. 1 Pedro 4:12-19 abunda acerca del poder sobre el temor diciendo: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien”. 3. 2 Pedro 1:16-21 termina diciendo que el apóstol Pedro venció la ignorancia al recibir la revelación del plan de Dios, lo que le produjo la fe suficiente para vivir por sus promesas. “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 9 “Evangelismo” complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. 2 Pedro 3:1-18 agrega al tema diciendo: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. C. EL APÓSTOL PEDRO ES HOY NUESTRO GRAN EJEMPLO DE FE 1. Para esto el apóstol Pedro sometió su vida. 2. Para esto el apóstol Pedro sometió su voluntad. 3. Para esto el apóstol Pedro sometió su corazón. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: Hoy nos toca a nosotros, dejar al Señor operar en nuestras vidas y más que todo, demostrar a él que queremos ser usados en su obra. Para motivarnos, leamos Juan 21:15-19 cuando dice: “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que Iglesia de Convertidos a Cristo Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla 10 “Evangelismo” le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”. Hagámonos una pregunta: ¿Estamos dispuestos a ser ceñidos por el Señor y ser llevados por él adonde no queremos ir? Ojalá y experimentemos el gozo de servirle y de robustecer nuestra fe en él. AMÉN