¿Existe una preocupación por las líneas eléctricas y el cáncer? Gran parte de la preocupación por las líneas eléctricas y el cáncer proviene de estudios sobre personas que viven cerca de líneas eléctricas y gente que trabaja en "profesiones eléctricas" . Algunos de estos estudios parecen mostrar una relación entre la exposición a campos magnéticos de frecuencia industrial y la incidencia de cáncer. Sin embargo, los estudios epidemiológicos más recientes muestran poca evidencia de que las líneas eléctricas estén asociadas a un aumento del cáncer , los estudios de laboratorio han mostrado poca evidencia de una relación entre campos de frecuencia industrial y cáncer y la conexión entre los campos generados por las líneas eléctricas y cáncer no es biofísicamente plausible. Una revisión llevada a cabo en 1996 por un grupo de importantes científicos de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos concluyó que: "Ninguna evidencia concluyente y consistente muestra que la exposición residencial a campos eléctricos y magnéticos produzca cáncer, efectos neurocomportamentales adversos o efectos sobre la reproducción y el desarrollo.". Una revisión de 1999 por parte del Instituto Nacional de la Salud (National Institute of Health) de Estados Unidos concluyó que: "La evidencia científica que sugiere que la exposición [a campos electromagnéticos de frecuencia industrial] supone algún riesgo para la salud es débil.". Una revisión de 2001 elaborada por el Consejo Nacional de Protección Radiológica (National Radiation Protection Board, NRPB) del Reino Unido concluyó que: "Los estudios experimentales de laboratorio no han proporcionado una buena evidencia de que los campos electromagnéticos de frecuencia industrial sean capaces de producir cáncer, y los estudios epidemiológicos tampoco sugieren que causen cáncer en general." . Una revisión de la literatura epidemiológica por parte de la Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación No Ionizante, ICNIRP, concluye que: "En ausencia de evidencias de los estudios en células o animales, y dadas las incertidumbres metodológicas y, en muchas casos, inconsistencias de la literatura epidemiológica existente, no hay ninguna enfermedad crónica para la cual haya una relación etiológica [causal] con campos de frecuencia industrial que pueda considerarse establecida". Los mayores estudios sobre leucemia infantil y líneas eléctricas jamás realizados informaron en 1997-2000 de que no podían encontrar ninguna evidencia significativa de una asociación entre líneas eléctricas y leucemia infantil. Por el contrario, un par de estudios publicados en 2000 informaron de que si se combinaran todos los estudios en los que se pudo medir o estimar el campo magnético, se podría encontrar una asociación estadísticamente significativa entre leucemia infantil y el promedio de campo más elevado. Por otro lado, una serie de estudios han mostrado que la exposición de animales durante toda su vida a campos magnéticos de frecuencia industrial no produce cáncer. En general, la mayoría de los científicos consideran que la evidencia de que los campos de las líneas eléctricas causen o contribuyan al cáncer es débil.