En nuestras comunidades el murmullo ya veces el grito es constante

Secretariado de parroquias
UNIDAD 1
Bienvenida.
Objetivos del curso
En nuestras comunidades el murmullo y a veces
el grito es constante ¡Qué pocos somos! ¡Las
familias ya no rezan! ¡Siempre los mismos!
Y surge la pregunta que intenta ahondar hacia lo
profundo: ¿Se perdió la fe? Algunos intentan
responder presentando uno de los paradigmas
de estos tiempos: “la crisis en la transmisión
de la fe”
Decimos que en nuestros gestos y actitudes no
transparentamos a Dios; que es imposible
transmitir la fe porque las estructuras de nuestras
sociedades no lo permiten, nos sentimos tan exigidos en las obligaciones cotidianas que
nuestra fe pasa a ser una exigencia más en la lista.
Ser cristiano en muchos aspectos se transformó en una práctica privada más que en un
estilo de vida, sumado a nuevos movimientos religiosos que nos acusan de falta de
compromiso comunitario, concluimos en recluirnos en nuestra pequeña vida cotidiana ya
repleta de obligaciones y preocupaciones.
Pero esta crisis se inscribe en un marco que no termina en lo religioso, hay crisis en la
transmisión de la cultura, los valores y una profundísima crisis en la comunicación….En un
entramado tecnológico que nos integra cada vez más política social y económicamente, no
sentimos y vivimos cada vez más desintegrados y alienados. En este nuevo contexto
social, la realidad se ha vuelto para el ser humano cada vez más opaca y compleja.
DA36.
Podemos decir que nuestra sociedad ha decidido poner a Dios en el freezer o mejor aún, ha
considerado que Su presencia o ausencia es indistinta, diríamos que en la vida misma Dios
es un invitado de piedra.
Esta es la razón por la cual muchos estudiosos de nuestra época han sostenido que la
realidad ha traído aparejada una crisis de sentido. DA37
Nuestra preocupación es tan grande que ante este escenario bajamos los brazos ganados
por el avance de esta realidad o insistimos en fotocopiar estructuras y modelos pastorales sin
éxito. Pareciera que política, economía, cultura, desarrollo del hombre no pudiesen
convivir en perfecta comunión con los acontecimientos Creación - Encarnación y
Redención.
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Secretariado de parroquias
Cuando en 1963 el papa Juan XXIII en “Pacem in Terris”, introduce la expresión: “signos de
los tiempos”, nos llama a leer la acción del Espíritu Santo en los acontecimientos de la
historia humana.
La Iglesia, y como Iglesia todos los bautizados, estamos llamados a reconocer, discernir e
interpretar lo que Dios nos pide en esos acontecimientos.
Es también una referencia evangélica los signos de los tiempos en el sentido escatológico,
(al final de los tiempos) pero ambos sentidos se encuentran íntimamente unidos, porque el
Reino de Dios se construye en arras, desde aquí y ahora.
Por ello al iniciar la lectura del documento conciliar Gaudium et spes leemos: “Los gozos y
las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de
los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo… La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del genero
humano y de su historia” (GS. 1)… “Para cumplir esta tarea, corresponde a la Iglesia el deber
permanente de escrutar a fondo los signos de los tempos e interpretarlos a luz del Evangelio,
de forma que… pueda responder a los perennes interrogantes de los hombres…” (GS. 4).
He aquí la intención de este curso: el Evangelio de San Marcos
propone un proyecto en el que estas falsas dicotomías caen por el suelo
y aprendemos a leer la acción de Dios en todos los acontecimientos que
se nos presentan cotidianamente. Creemos y anunciamos “la buena
noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios” (Mc 1, 1).
Este evangelio propone a las comunidades cristianas como sujetos
protagónicos en la transmisión de la fe: “Sólo quien reconoce a Dios,
conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano”
Benedicto XVI.
Jesús les confía especialmente Su Proyecto a las comunidades…
Porque tienen espíritu de pobre y confiando en la Divina Providencia se abren a los barrios
aportando su experiencia de vida y fe.
Porque lloran y descubren en sus lágrimas el agua que lava los dolores y los transforma en
esperanza.
Porque eternas buscadoras del Reino de Dios en cada rincón, tienen hambre y sed de
justicia, y no se conforman con el bienestar de su comunidad sino que van en búsqueda de
los marginados y los excluidos.
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Por ello nos proponemos a lo largo de este recorrido de 10 meses:
 Caminar hacia la toma de conciencia del actual cambio epocal y su incidencia en la
transmisión de la fe.
 Descubrir a través de la lectura del Evangelio de San Marcos elementos que nos
inicien en el análisis de transformación de la dimensión político-cultural social y
económica de nuestra sociedad.
 Aproximarnos a las grandes líneas de interpretación del evangelio para resignificar
nuestro entorno.
 Verificar nuestros procesos tradicionales de iniciación cristiana y de socialización
religiosa en nuestras comunidades.
 Potenciar un compromiso eclesial que enmarcado en nuestro carisma orionita se
encuentre en tensión con la gran misión.
Modalidad del curso:
Les proponemos realizar este camino en comunidad en un grupo de estudio, reflexión y
oración. No obstante podremos hacerlo sin compañeros de ruta. (de manera personal)
Mensualmente recibiremos cada unidad de lectura con textos adjuntos de autores diversos
que enriquecen la reflexión.
Trabajos
Cada unidad terminará con un trabajo personal o comunitario. La proyección del trabajo tiene
como fin poder compartir lo construido y rezado en cada grupo o comunidad con las otras
comunidades orionitas vía correo electrónico. ([email protected])
Momento de oración
En cada unidad encontrarán el espacio de oración indispensable para seguir fortaleciendo
nuestra fe.
Cuando nos saltan dudas podemos comunicarnos con la casilla de correo del secretariado:
[email protected]
Que podamos como nos decía Don Orione “…llevar a Cristo al corazón de los
humildes y pequeños, al corazón del pueblo, y llevar al pueblo a amar cada vez
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mas a Cristo, la familia y la patria” Centrarlo todo en Cristo, que los hombres y
los pueblos se impregnen de cristianismo, que haya una restauración cristiana y
social de la humanidad…pero hay que… ir al pueblo, vivir su vida, sufrir sus
sufrimientos…” “No basta conocer y amar la Verdad, conviene saberla, decirla y
actuarla”.
¡En comunión con el Espíritu y acompañados por nuestro carisma construyamos juntos este
espacio de formación. Bienvenidos!
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