Guía de estudio semanal *** Casas de Bendición Jesucristo rompe las cadenas ENTREMOS EN TEMA “Aunque somos muchos, somos un solo cuerpo, porque comemos de un solo pan” (1ª Corintios 10:17) PARA COMPARTIR ENTRE TODOS Libertad de la atadura de la egoísmo y el aislamiento Lección 6 EMPECEMOS COMPARTIENDO La celebración de la cena del Señor nos recuerda que somos el cuerpo de Cristo, y que a pesar que somos muchos y diferentes somos uno porque todos participamos de El. Aunque en muchos filosofías y doctrinas política esta presente el concepto de unidad y de cuerpo, estas son diferentes a las del cristianismo porque toman como elemento aglutinante una ideología con la cual se persigue un objetivo superior. Pero en el evangelio la fuente y el poder de la unidad no esta en una idea, ni en una doctrina, sino en una persona, JESUCRISTO. Solo podemos entender y experimentar la realidad de ser un cuerpo cuando estamos verdaderamente unidos a El. Esta es una poderosa realidad que, como enseña Pablo, es producida por el Espíritu Santo, quien nos introduce, nos fusiona en un solo cuerpo, y cuya cabeza es el mismo Señor “Pero todos fuimos bautizados por el mismo Espíritu Santo, para formar una sola iglesia y un solo cuerpo” (1ª Corintios 12:13) Esta realidad espiritual, cuando es vivida efectivamente, tiene como efecto inevitable que nos libra de las cadenas del egoísmo y el aislamiento. Ser miembros del cuerpo de Cristo y vivir como tales es el desafío de esta hora. Defina el egoísmo ¿Qué significa vivir aislados? ¿En que nos limita el egoísmo y el aislamiento? ¿DE QUÉ SE TRATA? El egoísmo es un amor apasionado y exagerado hacia nosotros mismos, que nos induce a no sacar a relucir nada que no se refiera a uno mismo; y a preferirnos en todo antes que a los demás. El asilamiento nace de un pensamiento individualista que nos induce a retraernos de nuestros semejantes y a mantenernos aparte con nuestras familias y amigos. El egoísmo nace de una reacción instintiva de nuestra naturaleza, y el aislamiento procede de un criterio erróneo más que de un sentimiento depravado. El que se aísla egoístamente lo hace porque piensa, equivocadamente, que de esa manera se librara de problemas; y que se puede salvar solo. Solo el evangelio de Jesucristo nos puede librar de estas ataduras que limitan nuestro desarrollo y potencial Lectura Bíblica: Hebreos 10: 19-25 1. Todo empieza en Jesucristo Lo primero que la palabra nos muestra es que la posibilidad de ser familia de Dios y cuerpo de Cristo la obtenemos gracias a lo que El hizo. El es el principio y el fin de todas las cosas. “Yo soy el Alfa Fue El quien vino a mostrarnos al verdadero Dios, y fue el mismo Jesús quien se constituyo y la Omega, en el camino para que pudiéramos llegar a El. principio y fin” Pudimos atravesar el abismo que nos separaba del Dios Santo por medio de Jesucristo, (Apocalipsis 1:8) quien se constituyo en el puente que nos acerco a Dios. Pero no solo eso, sino que además fue establecido como superior sacerdote para oficiar a nuestro favor como único y eficaz intermediario ante Dios “Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por El se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (He. 7:25) 2. Viviendo la doctrina Luego de dar su enseñanza el autor de la carta hace algunas exhortaciones que nos hacen “Bienaventurado concluir que toda doctrina que no tenga su correlato en la práctica de todos los días es s los que oyen la simplemente letra muerta. Con respecto a esta actitud errada Santiago (1:22) dice: “Pero no palabra de Dios y basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando la obedecen” ustedes mismos” Es con esta misma idea en mente que, además de enseñar, da las (Lucas 11:28) recomendaciones practicas que siguen: IEB CASA DE BENDICION ** CAPITAN BERMUDEZ “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” .(Santiago 4:8) “ Manténganse atentos y firmes en la fe; sean fuertes y valientes " (1ª Corintios 16:13) “Somos creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras” (Efesios 2:10) ¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! “Mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando” (Hebreos 3:13) Guía de estudio semanal *** Casas de Bendición. a) Acerquémonos (vs. 22). Saber lo que sabemos no debe llevar a hacer lo que debemos. Al empezar y al terminar el día y de cuando en cuando en medio de nuestras actividades debemos apartarnos, aunque sólo sea un momento, y entrar en la presencia de Dios y rendirle el culto que el merece. Esta invitación es más que un deber es una bendición para nosotros, ya que el mismo dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. (He. 4:16) b) Mantengámonos firmes (vs.23) No nos soltemos de lo que creemos. Muchas cosas tratarán de apartarnos de nuestra fe; el materialismo intentarán con sus argumentos hacer que nos olvidemos de Dios; las circunstancias difíciles que todos atravesamos en la vida conspirarán para sacudir nuestra fe. Solo el que se mantiene firme sobre lo que ha creído atravesara las tormentas sin sucumbir ante ellas. c) Considerémonos unos a otros (vs. 24) Es aquí done el autor nos hace tomar conciencia de cuerpo. Tenemos un mismo Padre, un mismo Señor y un mismo Espíritu. Aquí la palabra empieza actuar sobre todo rastro de egoísmo que pueda quedar en nosotros; y sobre el aislamiento al que somos tentados a recurrir. Cristianismo y egoísmo son incompatibles; no somos cristianos cuentapropistas, sino que pertenecemos a la misma empresa y tenemos la misma misión. d) Estimulándonos al amor y a las buenas obras (vs. 24) La mejor manera de hacerlo es con el ejemplo. Una vida que muestre en sus acciones el interés y amor de Cristo es el mejor estimulo para otros. La murmuración, las conversaciones vanas, y las actitudes fingidas son un estorbo al amor fraternal, y apagan la vida del cuerpo. La sinceridad que otros vean en nosotros será la mejor motivación para las buenas obras y el servicio. e) No dejemos de congregarnos (vs. 25) Hay costumbres buenas y las hay malas, congregarse, reunirse, asociarse con el pueblo de Dios es una buena y sana costumbre. Por más que parezca rutinario, es bueno y saludable para la vida espiritual participar de las reuniones, al igual que la costumbre de comer y dormir todos los días es vital para la salud física. Pero la escritura nos muestra que esto no solo es un mal hábito sino que tiene connotaciones mas graves. La palabra en el original da la idea de desertar, y desamparar, por lo que quien abandona su lugar en el cuerpo esta desertando de su deber y desamparando a sus hermanos. Quizás sea en esta mala costumbre donde especialmente se escondan el egoísmo y el individualismo que nos llevan al aislamiento. f) Exhortándonos mutuamente (vs. 25) Esto es lo contrario de desertar porque en esta acción cumplo mi función dentro de la comunidad en la tarea de mantener viva la fe, la fidelidad, la esperanza y el amor, que son tan importantes para la vitalidad de la iglesia. Nosotros tenemos el deber cristiano de animar a los hermanos. Muchas veces una palabra de aprecio o de gracias o de alabanza le ha mantenido a uno en pie. Bienaventurados los que saben decirla. Ojala se pueda decir un día de nosotros lo que dijo de Job un de sus amigos: “Yo recuerdo que tus sabias enseñanzas infundían fortaleza a los débiles. Si alguien caía, tus palabras lo levantaban; tú sostenías al que estaba por caer” (Job 4:3-4) SEÑOR ¿QUÉ QUIERES PARA HOY? APLICANDO ESTA VERDAD A NUESTRA VIDA Que vivamos lo que decimos creer todos los días, y en todo lugar Que entendamos el valor que tenemos cada uno para la vida del cuerpo PARA RECORDAR EN LA SEMANA NUESTRO COMPROMISO Orar unos por otros para que el amor y la buenas obras se multipliquen entre nosotros Oremos unos por otros para ninguno abandone su lugar en el cuerpo de Cristo Oremos unos por otros para que seamos librados del egoísmo y el aislamiento IEB CASA DE BENDICION ** CAPITAN BERMUDEZ vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones