XXV. Externalidades XXV. EXTERNALIDADES 1 1. Externalidades: concepto general Una “externalidad” o un “desborde” es un impacto positivo (en cuyo caso hablamos de beneficios “externos”) o negativo (costos “externos”) sobre otra parte no involucrada directamente en una transacción económica. En tales casos, los precios no reflejan los costos o beneficios plenos de la producción o consumo de un producto o servicio. En consecuencia, los productores y consumidores de un mercado no soportan todos los costos o recogen todos los beneficios de la actividad económica. A título de ejemplo, una industria que origina contaminación del aire impone costos a toda la sociedad, en tanto que la construcción de una vivienda a prueba de incendios mejora el nivel de seguridad de su vecindario. En un mercado competitivo, la presencia de externalidades implicaría que hay demasiada producción o consumo excedente de un bien teniendo en cuenta todos los costos y beneficios para la sociedad. Si existen costos externos – tales como la contaminación – el bien terminará siendo producido más de la cuenta en un mercado competitivo, ya que el productor no toma en cuenta los costos externos al decidir su plan de producción. En forma similar, si se registran externalidades positivas como en las áreas de educación o seguridad públicas, los mercados privados producirán demasiado poco y aquí los productores y compradores no tomarán en cuenta los beneficios económicos deparados a los demás. Los beneficios y costos sociales son definidos simplemente como la suma de los beneficios y costos de todas las partes involucradas. La teoría económica estándar implica que todo intercambio voluntario es beneficioso para las dos partes involucradas en el comercio, a raíz de que si el comprador o el vendedor no se vieran beneficiados por el comercio, simplemente no realizarían dicho intercambio. Pero un intercambio puede dar lugar a efectos adicionales sobre terceros. Para los afectados, estos efectos pueden ser negativos (como la contaminación por una fábrica) o negativos (las abejas del vecino que polinizan el jardín). La economía del bienestar demuestra que la existencia de externalidades termina generando resultados que no son óptimos desde el punto de vista social. Los que sufren los costos externos lo hacen en forma involuntaria, pero los que gozan de beneficios externos lo hacen sin incurrir en costo alguno. 1 V. David D. Zhang, Peter Brecke, Harry F. Lee, Yuan-Qing He, and Jane Zhang, “Global climate change, war, and population decline in recent human history”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, December 2007, vol. 104; Michael R. Raupach, Gregg Marland, Philippe Ciais, Corinne Le Quéré, Josep G. Canadell, Gernot Klepper, and Christopher B. Field, “Global and regional drivers of accelerating CO2 emissions”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, vol. 104, June 2007; Andrei P. Kirilenko and Roger A. Sedjo, “Climate change impacts on forestry”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, vol. 104, December 2007; Mohammed Dore, Mark Johnston, Harvey Stevens, “Global market relations and the phenomenon of tropical deforestation”, draft, May 1996; William D. Nordhaus, “The ecology of markets”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, Vol. 89, February 1992; Lawrence H. Goulder and William A. Pizer, “The Economics of Climate Change”, November 2005; William D. Nordhaus, “Reflections on the Economics of Climate Change”, Cowles Foundation Paper 860, Journal of Economic Perspectives, Vol. 7, Number 4, Fall 1993; Simon Dietz, Alex Bowen, Cameron Hepburn, Chris Hope, Nicola Patmore, and Nicholas Stern, “On Discounting Non-Marginal Policy Decisions and Cost-Benefit Analysis of Climate-Change Policy”, December 2006, SSRN; William R. Cline, “The Economics of Global Warming”, Peterson Institute, June 1992; Robert S. Pindyck, “Irreversibilities and the timing of environmental policy”, January 2000; Nicholas Stern, “The Economics of Climate Change”, October 2006, British government; Wikipedia, “The Stern Review”; “Externality”; Christopher Bliss, “The Stern Report Is it the Answer?”, The Hayek Society, January 2007; Wikipedia; Jo Ann Kwong, Centro de Estudios Económicos y Sociales, Año 33, Nº 719, 1991; Richard Schmalensee, Paul L. Joskow, A. Denny Ellerman, Juan Pablo Montero, and Elizabeth M. Bailey, “An Interim Evaluation of Sulphur Dioxide Emissions Trading”, Journal of Economic Perspectives, 12,3 (1998). Diego Álvarez, Enrique A. Bour, María Paula Cacault, Iris Ceñal, Antonnella Di Menna, and Romina Job, “Una Externalidad relevante: el Calentamiento global inducido por la actividad humana”, Novenas Jornadas Actuariales de la Fac. de Ciencias Económicas, Nov. 2008. XXV. Externalidades 737 De hecho, un intercambio voluntario puede terminar reduciendo el bienestar social cuando existen costos externos. La persona afectada por la externalidad negativa bajo contaminación sufrirá un descenso de su nivel de utilidad, ya sea por el disgusto subjetivo o los costos potenciales explícitos (mayores gastos médicos, por ejemplo). La externalidad puede dar lugar a una muerte pulmonar, violando de esta forma su derecho de propiedad. Un costo externo, por lo tanto, puede plantear problemas éticos o políticos. También podría ser definido como un caso de derechos de propiedad mal definidos, como es el caso de la contaminación del agua por cuerpos en descomposición que no pertenecen a nadie (como sucede en algunos países y dentro de ciertas tradiciones legales). Por otra parte, un beneficio externo incrementa la utilidad de terceros sin que les cueste un centavo. El bienestar social colectivo aumenta, pero los que lo proveen no tienen forma de monetizar tal beneficio, por lo cual será producida una menor cantidad del bien que la socialmente óptima. Tales bienes suelen incluir a la educación (pero el caso éste es muy discutido, como veremos más adelante), el cuidado de la salud (que puede reducir el riesgo y los costos de enfermedades transmisibles) y la aplicación de la ley. Las externalidades positivas muchas veces están asociadas con el problema del free rider (p.ej. los individuos vacunados reducen el riesgo de transmisión de la enfermedad correspondiente a los que lo rodean, y cuando el nivel de vacunación es elevado, la sociedad puede gozar de una salud muy mejorada y beneficios de bienestar; pero un individuo puede rechazar ser vacunado, y así evitar la enfermedad haciendo “free riding” gracias a los costos soportados por los demás). Remedios Cuando se presentan externalidades, hay diversas formas de mejorar la utilidad social. El enfoque movido por el mercado de corregir las externalidades es “internalizar” los costos y beneficios de los terceros afectados, por ejemplo exigiendo al que contamina que pague por cualquier daño causado. Empero, la internalización de costos y beneficios puede no resultar factible, en especial cuando los verdaderos valores monetarios no pueden ser determinados. La cuantificación monetaria de las externalidades es un proceso a veces dificultoso, dado que refleja el punto de vista ético y las preferencias de una población completa en muchos casos. Puede no resultar claro de quiénes son las preferencias más importantes, habrá intereses en conflicto que tornará dificultoso determinar el valor de las externalidades, y todas las partes involucradas pueden tratar de influir para que las respuestas políticas sean en beneficio propio. Un ejemplo es el de las externalidades de fumar cigarrillos, que puede costarle o beneficiar a una sociedad según sea la situación. Como puede ser imposible monetizar los costos y los beneficios, otros métodos son necesarios para ya sea imponer las soluciones o sumar las elecciones sociales si hay externalidades significativas. Aquí puede desempeñar un papel importante la democracia representativa. En definitiva, la economía política no es otra cosa que el estudio de los medios y resultados de agregar las decisiones y beneficiosos que no se limitan a transacciones puramente privadas 2 . 2. Ejemplos 2.1 Negativas 2 Economistas enrolados en el “laissez-faire” como Friedrich Hayek y Milton Friedman a veces se refieren a las externalidades como “efectos de vecindario” o “efectos derrame”, aunque hay que tener en cuenta que no son necesariamente de poca importancia o localizadas. XXV. Externalidades 738 Muchas externalidades negativas (también llamadas “costos externos” o “deseconomías externas”) están vinculadas con las consecuencias ambientales de la producción y el consumo. Entre las principales cabe destacar: El riesgo sistémico describe los riesgos enfrentados por la economía global a partir de los riesgos asumidos por el sistema bancario. La regulación bancaria – aunque impone un costo de riesgo moral – se justifica porque los costos privados de la quiebra de un banco son inferiores a los costos sociales 3 . El cambio climático antropogénico atribuído a las emisiones de gases con efecto invernadero por la quema de combustibles líquidos, gas y carbón. El calentamiento global ha sido ubicado como la externalidad Nº 1 de toda la actividad económica, por la magnitud del daño potencial y porque aún no hay efectos de mitigación. A este problema dedicaremos lo que resta del presente capítulo desde el punto 3. en adelante. La contaminación acuífera por industrias que envenenan el agua, dañando a plantas, animales y seres humanos. La producción de animales de granja, que creció en el siglo XX, dejó como resultado granjas más fáciles de administrar, con menores empleados (a veces menos calificados), y una gran cantidad de producción de bienes uniformes de origen animal. Generan externalidades porque “contribuyen a incrementar el pool de bacterias resistentes a los antibióticos debido al sobreuso de antibióticos; problemas de calidad atmosférica; contaminación de ríos, cursos de aguas y aguas costeras mediante deshechos animales; problemas sanitarios de los animales, principalmente por mantener a los animales dentro de perímetros muy reducidos” 4 . La recolección de peces de una compañía pesquera oceánica puede agotar las existencias de la pesca disponible y puede dar lugar a un exceso de pesca. Éste es un ejemplo más de un recurso de propiedad común, sobre el cual volveremos en otro capítulo, llamado la “Tragedia de los comunes”. Cuando un automóvil entra a una ruta, impone muchas veces costos de congestión a los demás que circulan por la misma vía. Un negocio puede decidir a propósito proporcionar financiación insuficiente a una parte de sus emprendimientos, con el fin de pasar esos costos a otro, dando lugar a una externalidad. En un caso, el “costo” puede ser el de facilitar bienestar social o jubilación mínima; en economía este tipo de problemas es atribuíble a la categoría de “riesgo moral”, que trataremos en un capítulo próximo. El consumo de un individuo puede ocasionar la elevación del precio del bien, dejando a otros consumidores en peor situación al obligarlos a reducir su consumo. A estos efectos se los llama a veces “externalidades pecuaniarias”; hay que tener en cuenta que la raíz de estos efectos no se encuentra en ninguna externalidad, sino en una conducta anti-competitiva, poder de mercado u otras fallas del mercado. El costo de almacenar residuos nucleares provenientes de plantas nucleares por más de 1000 años (o por más de 100000 años en ciertos tipos de plantas nucleares) no se incluye dentro del costo de la electricidad producida por la planta de generación. Aquí el tercero afectado son las próximas centenares de generaciones. En todas estas situaciones el beneficio marginal social de consumir resulta inferior al beneficio marginal privado de consumir, lo que conduce a que el bien o servicio sea consumido en exceso con respecto al óptimo social. Si no hay una intervención inteligente, el bien o servicio tendrá un precio de equilibro en defecto y no serán tomadas en cuenta las externalidades negativas asociadas. 3 V. De Bandt, O.; Hartmann, P. (1998), “Risk Measurement and Systemic Risk”, European Central Bank. V. Weiss, Rick (2008), "Report Targets Costs Of Factory Farming", Washington Post; Pew Commission on Industrial Farm Animal Production, Proc Putting Meat on The Table: Industrial Farm Animal Production in America, The Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. 4 XXV. Externalidades 739 2.2 Positivas Un productor de miel mantiene un sistema de panales para obtener miel de las abejas. Un efecto colateral o externalidad asociada con esta actividad es la polinización de los cultivos vecinos por las abejas. Y el valor generado por la polinización puede resultar aún más importante que el valor de la miel recogida. Un individuo que planta un jardín atractivo frente a su casa puede proveer de beneficios a otros que viven en la misma zona, e inclusive beneficios financieros por el incremento del valor de sus propiedades. Un individuo que adquiere un producto interconectado a una red (p.ej. un teléfono celular con video) puede incrementar la utilidad de esos teléfonos para todos los que tengan un teléfono celular con video. Cuando un nuevo usuario de un producto aumenta el valor del mismo producto poseído por otros, el fenómeno es denominado una externalidad de red o efecto de red. Este tipo de externalidades tienen a menudo “puntos de equilibrio” en los que, súbitamente, el producto recibe una aceptación general y un uso casi universal, un fenómeno que ya es común en la cobertura casi universal por celulares con video en algunos países escandinavos 5 . La transferencia del conocimiento sobre inventos y la información – una vez que ha sido obtenido y hecho accesible un invento (o cualquier otra forma de información práctica) – los demás se benefician explotándolo. Las leyes de copyright y de propiedad intelectual han sido diseñadas para que el inventor o creador pueda apropiarse, al menos durante un período de tiempo, del monopolio sobre el mismo a cambio de compartir información mediante publicaciones u otros medios. Muchas veces gran parte del beneficio de un bien o servicio proviene de tener la opción de comprar algo más que de haberlo comprado. Un servicio de bomberos privado que solamente le cobrara a los que tuvieron un incendio significaría claramente una externalidad a expensas de unos pocos. En tales casos, ciertos tipos de seguro pueden ser la solución, siempre que la gente tenga la opción de evaluar el beneficio que surge de dicha opción. Un miembro de una familia que compra una película o un juego proveerá una externalidad positiva a los restantes miembros familiares que podrán ver la película o jugar ese juego. Una organización que compra una gran pantalla de proyecciones y un proyector otorgará beneficios a aquellos que pueden usar esa pantalla con diversos propósitos. La propiedad hogareña crea una externalidad positiva al ser más probable que los hogares se involucren con su vecindario que los arrendatarios. Éste es el motivo por el cual en USA los intereses pagados sobre los créditos hipotecarios son deducibles del impuesto a las ganancias 6 . La educación crea una externalidad positiva porque hace que la gente más educada sea menos propensa a cometer crímenes violentos, lo que redunda en beneficio de todos los habitantes de la comunidad (aún de los menos educados). Como se observa, las externalidades o las soluciones propuestas a las mismas también pueden dar lugar a conflictos políticos, causas judiciales rencorosas, etc. Lo que puede significar que el problema de externalidades sea demasiado complejo como para manejar el concepto de óptimo de Pareto. También es cierto que si hay demasiadas externalidades positivas que quedan fuera del círculo de participantes de una transacción, habrá muy pocos incentivos para que las partes participen en actividades que conducen a las externalidades positivas. 2.3 Posicionales 5 V. Carl Shapiro & Hal R. Varian, “Network Effects”, September 1998. V. Glaeser, Edward L. and Shapiro (2002). "The Benefits of the Home Mortgage Interest Deduction". Social Science Research Network.. 6 XXV. Externalidades 740 Las externalidades posicionales se refieren a un tipo especial de externalidad que depende de la clasificación de los actores en una situación. Debido a que cada actor está tratando de "sobrepasar" a otros actores, las consecuencias son involuntaria y económicamente ineficientes. Un ejemplo es el fenómeno de "sobreeducación" (refiriéndose a educación postsecundaria) en el mercado laboral norteamericano. En la década de 1960, muchos jóvenes de clase media norteamericanos se prepararon para sus carreras completando una licenciatura. Sin embargo, por el decenio de 1990, muchas personas del mismo medio social completaban títulos de maestría, esperando “sobrepasar" a los otros competidores en el mercado de trabajo por señalización de su mayor calidad como potenciales empleados. Por los 2000s, algunos puestos de trabajo que anteriormente sólo exigían título de bachiller universitario, tales como puestos de análisis de política, estaban exigiendo maestrías. Algunos economistas sostienen que este aumento de requisitos educativos fue superior a lo que era eficiente, y que se trató de un despilfarro de la sociedad y de recursos personales buscando la realización de estas maestrías. Otro ejemplo es la compra de joyas como un regalo para otra persona, por ejemplo, un cónyuge. Para que un marido A pueda demostrar a su esposa A que la quiere más que el marido B quiere a su esposa B, el esposo A debe comprar más costosas joyas que el marido B. Como en el primer ejemplo, el ciclo continúa de mal en peor, porque cada actor se posiciona a sí mismo con relación a los otros actores. Este fenómeno se conoce en la literatura económica como el de “Keeping up with the Joneses”. Una solución a esta externalidades es imponer regulaciones desde una autoridad externa. En el primer caso, el gobierno podría aprobar una ley en contra de las empresas que exijan títulos de maestría, a menos que el puesto realmente requiera una calificación avanzada. El gráfico adjunto presenta los efectos de una externalidad negativa. Por ejemplo, la industria del acero vende en un mercado competitivo – antes de que se impongan y apliquen medidas de control de la contaminación. El costo marginal privado resulta menor que el costo marginal social o costo público por el monto del costo externo, es decir el costo de contaminación del aire y del agua. Esto está representado por la distancia vertical entre las dos curvas de oferta (suponemos que no hay beneficios externos, de tal modo que el beneficio social es igual al beneficio individual). Si los consumidores sólo toman en cuenta Costos externos en un diagrama de oferta su costo privado, terminarán pagando un Y demanda precio Pp y adquiriendo una cantidad Qp, en lugar de los niveles eficientes Ps y Qs, que reflejan la idea de que el beneficio marginal social debería ser igual al costo marginal social, es decir que la producción debería ser incrementada en tanto que el beneficio marginal social sea superior al costo marginal social. Resultado= el mercado libre es ineficiente porque en la cantidad Qp, el beneficio social es menor que el costo social, por lo cual la sociedad estaría mejor si los bienes entre Qp y Qs no hubieran sido producidos. El problema radica en que la gente compra y consume demasiado acero. Esta discusión implica que contaminar es más que un problema ético, que es más que empresas ambiciosas que maximizan beneficios. El problema radica en la disyunción existente entre los costos marginales privados y los costos marginales sociales que no son resueltos por el libre 741 XXV. Externalidades mercado. Se trata de un problema de comunicación y coordinación societaria a fin de equilibrar beneficios y costos. La discusión implica asimismo que la contaminación no es algo resuelto por los mercados competitivos. De hecho, un monopolio puro podría usar parte de sus beneficios en exceso siendo benevolente e internalizando la externalidad (es decir, pagando el costo de contaminación). Lo más probable sería que el monopolio restrinja en forma artificial la cantidad ofrecida a efectos de maximizar beneficios. Esta alternativa en verdad beneficiaría a la sociedad en esta situación porque significaría menor contaminación que el caso competitivo. Las empresas competitivas no tienen más opción que producir de acuerdo con los incentivos del mercado o con los costos privados: si alguna decidiera internalizar los costos externos, el productor incurriría en costos más elevados que los de sus competidores y estaría obligado a salir del mercado. Luego se requiere alguna solución colectiva, tal como la intervención gubernamental prohibiendo o desalentando la contaminación, por medio de incentivos económicos como los impuestos, etc. El gráfico adjunto muestra el efecto de una externalidad benéfica o positiva. Por ejemplo, supongan que la industria que produce vacunas contra la viruela las vende en un mercado competitivo. El beneficio marginal privado de estar vacunado es inferior al costo marginal social o beneficio público por el monto del beneficio externo (p.ej. la sociedad está protegida en forma creciente de la viruela por cada vacuna aplicada, incluyendo aquellos que no reciben la vacuna). Este beneficio marginal externo de tener una aplicación de la vacuna está representado por la distancia vertical entre ambas curvas de demanda. Si no hay costos externos, el costo social es igual al costo individual. Beneficios externos en un diagrama de Oferta y Demanda Si los consumidores sólo toman en cuenta sus propios beneficios privados de ser vacunados, el mercado terminará con un precio Pp y una cantidad Qp como antes, en lugar del precio eficiente Ps y la cantidad eficiente Qs. Estos últimos reflejan la idea de que el beneficio marginal social debería ser igual al costo marginal social, es decir, que la producción debería ser incrementada siempre que el beneficio marginal social sea superior al costo marginal social. El resultado es que un mercado sin trabas será ineficiente puesto que a la cantidad Qp, el beneficio social es mayor que el costo societario, luego la sociedad como un todo estaría mejor si se produjeran más bienes. El problema es que la gente está comprando demasiadas pocas vacunas. La cuestión de los beneficios externos está vinculada con la de los bienes públicos (Capítulo XXIV) que constituyen bienes en los que resulta difícil, si no imposible, excluir a la gente de ciertos beneficios. La producción de un bien público depara externalidades benéficas para todos, o casi todos los miembros del público. Como sucede con los costos externos, aquí hay un problema de comunicación y coordinación societaria a fin de balancear beneficios y costos. Lo cual también implica que la vacunación no es algo bien resuelto en un mercado competitivo. El gobierno debe aparecer al costado con una solución colectiva, tal como subsidiar o requerir legalmente el uso de la vacuna. En tal caso, al bien se lo suele llamar un bien meritorio. 2.4 Soluciones posibles Existen al menos cuatro tipos generales de soluciones al problema de las externalidades: XXV. Externalidades 742 (1) Criminilización Como suele suceder con la prostitución, las drogas adictivas, el comercio fraudulento, y diversos tipos de leyes ambientales y dirigidas a la salud pública; (2) Responsabilidad Civil Extracontractual Por ejemplo, acciones por los no-fumadores, pleitos por responsabilidad por diversos productos. (3) Provisión gubernamental Como en los casos de los faros, la educación y la defensa nacional. (4) Impuestos o subsidios de Pigou A fin de remontar las injusticias o desbalances económicos (tema sobre el que volveremos más adelante). Los economistas suelen preferir la categoría (4) por ser la menos invasiva y constituir potencialmente el método más eficiente para resolver externalidades. La intervención del gobierno no siempre es necesaria. Los métodos tradicionales de vida han evolucionado como una forma de conducirse con los costos y beneficios externos. Las comunidades que se conducen en forma democrática también han aprendido a resolver estos problemas de manera amistosa. Hay veces en que las externalidades pueden ser resueltas por acuerdo de partes. La solución puede llegar a causa de la amenaza de acción gubernamental. El acuerdo primario, y más común, es el acuerdo tácito por medio del proceso político. Los gobiernos son elegidos para representar a los ciudadanos y generar compromisos políticos entre intereses de diversa índole. En forma normal, los gobiernos suelen aprobar leyes y regulaciones para resolver problemas de contaminación y otros tipos de daño ambiental (En la Argentina, el Decreto 1070/2005 dio lugar al Fondo Argentino del Carbono, “con el objeto de facilitar e incentivar el desarrollo de proyectos del Mecanismo para un Desarrollo Limpio en la República Argentina, bajo las modalidades que establezca la reglamentación.”; en 1990 se promulgó la Ley 23.829 de “Convenio de Cooperación con la República Oriental del Uruguay para Prevenir y Luchar contra Incidentes de Contaminación del Medio Acuático producidos por Hidrocarburos y Otras Sustancias Perjudiciales”; etc. Un compendio de disposiciones puede hallarse en el sitio de la Asociacion Argentina de Abogados Ambientalistas.) Estas leyes y resoluciones a menudo adoptan la forma de regulaciones de “control y comando” (tales como la fijación de metas, estándares, o requerimientos a ser llenados por los procesos), o mecanismos de reforma de los precios ambientales (tales como eco-impuestos y otros impuestos de Pigou, permisos de contaminación comercializables o la creación de mercados para los servicios ecológicos. El segundo tipo de acuerdo es un arreglo puramente privado entre las partes involucradas. Ronald Coase argumentó que si todas las partes involucradas pueden organizar un sistema de pagos de manera de que cada una pague a la otra por sus acciones, podrá ser alcanzado un arreglo eficiente sin intervención del gobierno. Algunos llevan este argumento al extremo, afirmando que el gobierno debería limitarse a facilitar la negociación entre los individuos o grupos afectados y a hacer cumplir los contratos resultantes. Este resultado es conocido como Teorema de Coase, y requiere que: Los derechos de propiedad estén bien definidos; La gente interviniente sea racional; Los costos de transacción sean mínimos. Si todas estas condiciones se cumplen, las partes privadas podrán negociar a fin de resolver el problema de externalidades. Este teorema no sería aplicable al caso de la industria del acero que vimos antes. Por ejemplo, si una factoría de acero causa daños irreversibles a los pulmones de un amplio número de individuos por la contaminación, resultaría difícil, si no imposible, que cualquiera negocie con el productor, y existen amplios costos de transacción. Por tanto, el enfoque más XXV. Externalidades 743 habitual sería la regulación de la empresa – imponiéndole límites sobre la cantidad de contaminación considerada “aceptable” – y pagando por la regulación y su aplicación mediante impuestos. Tampoco el ejemplo de las inmunizaciones mediante vacunas satisfarían el Teorema de Coase; como los beneficiarios externos potenciales de la inmunización sería la misma gente, ésta se tendría que auto-organizar para pagarse uno al otro a efectos de ser vacunados. Pero semejante organización sería difícil de distinguir de la acción de un gobierno. Esto no significa que el Teorema de Coase sea irrelevante. Por ejemplo, si un leñador ha planificado desmantelar un bosque de manera que tiene un impacto negativo sobre un centro turístico cercano, el propietario del centro turístico podría llegar teóricamente a cerrar un trato con el leñador, por ejemplo pagándole para que no lo tale – o tal vez podría comprar el bosque. La situación más problemática, desde el punto de vista de Coase, es cuando el bosque no pertenece a nadie; no es que sea importante “quién” es el poseedor, ya que cualquier propietario tendrá interés en acordar con el propietario del centro turístico (si ese arreglo es mutuamente beneficioso). Ronald H. Coase (nacido en diciembre de 1910) es un economista británico y profesor emérito en la Universidad de Chicago. Recibió el premio Nobel de Economía en 1991 “por el descubrimiento y aclaración del significado de los costos de transacción y derechos de propiedad para la estructura institucional y el funcionamiento de la economía.” Ronald Coase es considerado el fundador del Análisis Económico del Derecho y de la nueva economía institucional. Es además un miembro de la Escuela de Chicago. El artículo de 1960 The problem of Social Cost, 'El problema del costo social', es considerado el artículo más citado en la literatura económica de todos los tiempos y países, pero sus ideas centrales ya estaban explícitas en el artículo The Nature of the Firm, 'La naturaleza de la empresa' de 1937 en el que exlica que cualquier sistema de asignación de precios tiene un costo y que es posible hacer un análisis económico de las reglas, las formas de organización y los métodos de pago. La visión de Coase sobre los costes de transacción en la teoría sobre la organización moderna fue reintroducida por Oliver E. Williamson. También es a menudo considerado como el padre de una reforma Ronald H. Coase (1910- ) de las licencias de reparto de licencias del espectro Premio Nobel 1991 electromagnético para la radio, basado en su artículo “The Federal Communications Commission” (1959) que criticaba el mecanismo de concesión de licencias, proponiendo que los derechos de propiedad eran un método de asignar el espectro a los usuarios. Otra contribución importante suya es la ‘Conjetura de Coase’: un argumento informal sobre los monopolistas de productos perecederos. Indica que éstos no tienen mayor poder de mercado porque son incapaces hacer creíbles sus compromisos de no bajar los precios en períodos futuros. 3. El calentamiento global del planeta Calentamiento global es un término utilizado habitualmente en dos sentidos: 1) Es el fenómeno observado en las medidas de la temperatura que muestra en promedio un aumento en la temperatura de la atmósfera terrestre y de los océanos en las últimas décadas. 2) Es una teoría que predice, a partir de proyecciones basadas en simulaciones computacionales, un crecimiento futuro de las temperaturas. Algunas veces se utilizan las denominaciones cambio climático, que designa a cualquier cambio en el clima, o cambio climático antropogénico 7 , donde se considera 7 Se llama influencia antropogénica a aquellos efectos producidos por las actividades humanas. Existe un cierto debate en torno a la posibilidad actual de que el hombre esté influyendo más o menos en el clima de XXV. Externalidades 744 implícitamente la influencia de la actividad humana. Calentamiento global y efecto invernadero no son sinónimos. El efecto invernadero acrecentado por la contaminación puede ser, según algunas teorías, la causa del calentamiento global observado. La temperatura del planeta ha venido elevándose desde mediados del siglo XIX, cuando se puso fin a la etapa conocida como la Pequeña Edad de Hielo 8 . Cualquier tipo de cambio climático además implica cambios en otras variables. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que intentan simular la física de la atmósfera y del océano y que tienen una precisión limitada debido al desconocimiento del funcionamiento de la atmósfera. La teoría antropogénica predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los Fig. 1 Gráfico de la concentración de dióxido de carbono datos científicos es el Panel Intergubernamental en la atmósfera terrestre (azul) y la temperatura media global (rojo), en los últimos del Cambio Climático (IPCC, por las siglas de 1000 años. Inter-Governmental Panel on Climate Change). El IPCC indica que "[...]La mayoría de los aumentos observados en las temperaturas medias del globo desde la mitad del siglo XX son muy probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas.” Este enunciado establece una conexión estrecha entre la teoría antropogénica y la teoría económica de las externalidades. Sin embargo, existen algunas discrepancias al respecto de que el dióxido de carbono sea el gas de efecto invernadero que más influye en el Calentamiento Global de origen antropogénico. El Protocolo de Kyoto 9 , acuerdo promovido por el IPCC, promueve una reducción de emisiones contaminantes (principalmente CO2). El protocolo ha sido tachado en ciertas ocasiones de injusto, ya que el incremento de las emisiones está tradicionalmente asociado al desarrollo económico, con lo que las naciones a las la Tierra y también lo hay sobre las influencias que pudo causar en el pasado. Incluso en épocas preindustriales a través, sobre todo, de la deforestación y la reconversión de tierras para sus actividades agrarias y ganaderas. No hay consenso absoluto de que actualmente la influencia del hombre sea sustancial. La pregunta que se plantea en realidad no es si afecta sino cuánto y cómo. Porque la variación natural del clima no ha dejado de actuar porque esté la humanidad medrando en el mundo. El problema es hasta qué punto la contribución del hombre ha podido y puede cambiar el curso natural del clima y la forma en que lo hace actualmente y lo ha hecho en el pasado. 8 La Pequeña Edad de Hielo fue un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX. Puso fin a una era extraordinariamente calurosa llamada Óptimo climático medieval. Hubo tres máximos: sobre 1650, alrededor de 1770 y hacia 1850. Inicialmente se pensó que era un fenómeno global, pero posteriormente fue desmentido. Bradley y Jones (1993), Hughes y Díaz (1994) y Crowley y Lowery (2000), describen la PEH como una época donde el Hemisferio Norte tuvo un modesto enfriamiento de menos de 1ºC. 9 El Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que provocan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones del año 1990. Por ejemplo, si la contaminación de estos gases en el año 1990 alcanzaba el 100%, al término del año 2012 deberá ser del 95%. Es preciso señalar que esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5%, sino que éste es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por Kyoto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir. Este instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscripta en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC. XXV. Externalidades 745 que más afectaría el cumplimiento de este protocolo serían las zonas menos desarrolladas. El período sobre el que se discute la evolución de la temperatura varía, a menudo, indebidamente, según la tesis que se quiere defender. En ocasiones desde la Revolución Industrial, otras desde el comienzo de un registro histórico global de temperatura alrededor de 1860; o sobre el siglo XX, o los 50 años más recientes. La década más calurosa del pasado siglo XX fue, con mucho, la de los años 1990. Los que niegan que haya calentamiento encuentran culpable que muchos gráficos empleados para mostrar el calentamiento empiecen en 1970, cuando comienza a subir de nuevo la temperatura después de 36 años de un ligero descenso. Señalan que durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se incrementó mucho la emisión de los gases de efecto invernadero, y afirman, falsamente según algunos autores 10 , que en la época predominó entre los especialistas la alarma por un posible oscurecimiento global o enfriamiento global a fines del siglo XX 11 . La interpretación actual, dentro del emergente consenso científico sobre el cambio climático, del enfriamiento relativo de mediados de siglo, lo atribuye al aumento en las emisiones de aerosoles claros, que amplifican el albedo 12 , determinando un forzamiento negativo. Su reducción siguió a la sustitución de combustibles y tecnologías por otros que emiten menos de estos aerosoles, en parte por las medidas de lucha contra la contaminación urbana e industrial y la lluvia ácida en los países desarrollados, de manera que el aumento en la emisión global de aerosoles se ha frenado. En los últimos 20.000 años el suceso más importante es el final de la Edad de Hielo, hace aproximadamente 12.000 años. Desde entonces, la temperatura ha permanecido relativamente estable, aunque con varias fluctuaciones como, por ejemplo, el Período de Enfriamiento Medieval o Pequeña Edad del Hielo. Según el IPCC, durante el siglo XX Fig. 2 Predicciones basadas en diferentes modelos del la temperatura promedio de la atmósfera se incremento de la temperatura media global respecto de su valor en el año 2000. incrementó entre 0,4 y 0,8 ºC. Las temperaturas en la tropósfera inferior se han incrementado entre 0,08 y 0,22 ºC por decenio desde 1979. El aumento de la temperatura no sigue una ley lineal, sino que presenta fluctuaciones debidas a la variabilidad natural, siendo la más notable de ellas el fenómeno de El Niño (ver más adelante). Durante el mismo período las temperaturas en la superficie terrestre muestran un incremento de ≈ 0,15 ºC por decenio. El debate ha sobrepasado el ámbito científico y ha llegado al debate público. Al Gore, autor de "Earth in the Balance" (La Tierra en juego) y el documental "Una verdad incómoda" recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007, junto al Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, «por sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para la toma de las medidas que sean 10 Peterson, T.C., Connolley, W.M. & Fleck, J., 2008: The myth of the 1970s global cooling scientific consensus. Bulletin of the American Meteorological Society, in press. 11 G. J. Kukla, R.K. Matthews & J.M. Mitchell, Quaternary Research, 2, 261- 9, 1972: "The end of the present interglacial". 12 El albedo es la relación, expresada en porcentaje, de la radiación que cualquier superficie refleja sobre la radiación que incide sobre la misma. Las superficies claras tienen valores de albedo superior a las oscuras, y las brillantes más que las mates. El albedo medio de la Tierra es del 30-32% de la radiación que proviene del Sol. Es una medida de la tendencia de una superficie a reflejar radiación incidente. XXV. Externalidades 746 necesarias para contrarrestar ese cambio». Muchas de las teorías del calentamiento global son motivo de controversia, principalmente por sus repercusiones económicas. Existe un debate social y político sobre la cuestión, en tanto que la comunidad científica internacional ha llegado a un consenso científico suficiente para exigir una acción internacional concertada para aminorar sus efectos. Los defensores de la teoría del calentamiento global por causas antropogénicas expresan una amplia gama de opiniones, aunque la posición mayoritaria es la defendida por el IPCC, que culpa a la actividad industrial y pide la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero. Algunos científicos simplemente reconocen como datos observables los incrementos de temperatura. Otros apoyan medidas como el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático, que intentan tener cierto efecto sobre el clima futuro y llevar a cabo otras medidas posteriormente. Éstos piensan que el daño medio-ambiental tendrá un impacto tan serio que deben darse pasos inmediatamente para reducir las emisiones de CO2, a pesar de los costos económicos para las naciones. Por ejemplo Estados Unidos, que produce mayores emisiones de gases de efecto invernadero que cualquier otro país, en términos absolutos, y es el primer mayor emisor por habitante (ver Anexo). Los economistas también han alertado acerca de los efectos Fig. 3 Temperatura media terrestre, 1900-2004 desastrosos que tendrá el cambio climático sobre la economía mundial con reducciones de hasta un 20% en el crecimiento, cuando las medidas para evitarlo no sobrepasarían el 1%. Los daños económicos predichos provendrían principalmente del efecto de las catástrofes naturales, con cuantiosas pérdidas de vidas humanas, por ejemplo en Europa. También existen autores escépticos, como Bjørn Lomborg, que ponen en duda el calentamiento global, basándose en los mismos datos usados por los defensores del calentamiento global. La revista Scientific American (2002), dedicó un numero especial para refutar el libro de Bjørn Lomborg, donde los autores de los reportes citados por el autor, lo acusan de falsearlos o malinterpretarlos. Algunos científicos defienden que no están demostradas las teorías que predicen el incremento futuro de las temperaturas, argumentando que las diferencias del índice de calentamiento en el próximo siglo entre los diferentes modelos informáticos son de más del 400% (a pesar de que en esta horquilla de variación siempre se recogen aumentos significativos). Estos científicos han sido acusados de estar financiados por consorcios petroleros o presionados por sus fuentes de financiación públicas como el gobierno de los EE. UU. T.M.L. Wigley, del NCAR, publicó en 1998 13 los resultados de la aplicación de un modelo climático a los efectos del Protocolo de Kyoto, distinguiendo tres casos en el comportamiento de los países del anexo B del protocolo (los industrializados): a) que el cumplimiento del protocolo fuera seguido por una sujeción a sus límites, pero sin nuevas medidas de reducción; b) que el protocolo fuera cumplido, pero no seguido de ninguna limitación (sino de lo que se llama business as usual); c) que el protocolo, una vez cumplido, se continuara con una reducción de las emisiones del 1% anual. Las reducciones del calentamiento previsto por el modelo para 2050 (2,5°C) eran respectivamente 0,11-0,21 °C (aproximadamente 6%), 0,06-0,11 °C (3%) y alrededor de 0,35 °C (14%). En todos los casos los resultados son muy modestos. Los llamados escépticos se atuvieron al segundo caso (3% de 2,5 °C, es decir, 0,7 °C) y lo esgrimieron sistemáticamente como prueba de la inutilidad del protocolo de Kyoto. Fue usado por ejemplo, en el Congreso de Estados Unidos, aún bajo administración Clinton, para parar la adhesión a Kyoto. Wigley es citado 13 Wigley, T.M.L. (1998), The Kyoto Protocol: CO2, CH4 and climate implications, Geophysical Research Letters, vol. 25. XXV. Externalidades 747 por los opuestos a cualquier regulación para declarar que el protocolo de Kyoto es innecesario, por inútil, en contra de la conclusión del propio Wigley para quien es insuficiente, pero aún así es «importante como primer paso hacia la estabilización del sistema climático.» El propio Wigley ha revisado la cuestión en un trabajo más reciente 14 concluyendo que «para estabilizar las temperaturas medias globales, necesitamos finalmente reducir las emisiones de gases de invernadero muy por debajo de los niveles actuales». 4. Teorías del calentamiento global El clima varía por procesos naturales tanto internos como externos. Entre los primeros se destacan las emisiones volcánicas, y otras fuentes de gases de efecto invernadero (como por ejemplo el metano emitido en las granjas animales). Entre los segundos pueden citarse los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol (Teoría de Milankovitch) y la propia actividad solar. Los especialistas en climatología aceptan que la Tierra se ha calentado recientemente (El IPCC cita un incremento de 0.6 ± 0.2 °C en el siglo XX). Más controvertida es la posible explicación de lo que puede haber causado este cambio. Tampoco nadie discute que la concentración de gases invernadero ha aumentado y que la causa de este aumento es probablemente la actividad industrial durante los últimos 200 años. También existen diferencias llamativas entre las mediciones realizadas en las estaciones meteorológicas situadas en tierra (con registros en raras ocasiones comenzados desde finales del siglo XIX y en menos ocasiones todavía de una forma continuada) y las medidas de temperaturas realizadas con satélites desde el espacio (todas comenzadas a partir de la segunda mitad del siglo XX). Estas diferencias han sido achacadas a los modelos utilizados en las predicciones del aumento de temperatura existente en el entorno de las propias estaciones meteorológicas debido al desarrollo urbano (el efecto llamado Isla de calor). Dependiendo del aumento predicho por estos modelos las temperaturas observadas por estas estaciones serán mayores o menores (en muchas ocasiones incluso prediciendo disminuciones de las temperaturas). 4.1 Teoría de los gases invernadero La hipótesis de que los incrementos o descensos en concentraciones de gases de efecto invernadero pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue postulada extensamente por primera vez a finales del siglo XIX por Svante Arrhenius, como un intento de explicar las eras glaciales. Sus coetáneos rechazaron radicalmente su teoría. La teoría de que las emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo al calentamiento de la atmósfera terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes en la comunidad científica durante el último cuarto de siglo. El IPCC, que se fundó para evaluar los riesgos de los cambios climáticos inducidos por los seres humanos, atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las actividades humanas. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (National Academy of Sciences, NAC) también respaldó esa teoría. El físico atmosférico Richard Lindzen y otros escépticos se oponen a aspectos parciales de la teoría. Hay muchos aspectos sutiles en esta cuestión. Los científicos atmosféricos saben que el hecho de añadir dióxido de carbono CO2 a la atmósfera, sin efectuar otros cambios, tenderá a hacer más cálida la superficie del planeta. Pero hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad, nubes) en la atmósfera terrestre, y el agua es un gas de efecto invernadero. Si la adición de CO2 a la atmósfera aumenta levemente la temperatura, se espera que más vapor de agua se evapore desde la superficie de los océanos. El vapor de agua así liberado a la atmósfera aumenta a su vez el efecto invernadero (El vapor de agua es un gas de invernadero más eficiente que el CO2. A este proceso se le conoce como la retroalimentación del vapor de agua (water vapor feedback). Esta retroalimentación es causante de la mayor parte del calentamiento que los modelos de la atmósfera predicen que ocurrirá 14 Wigley, T.M.L. (2005), "The Climate Change Commitment," Science, vol. 307, pp. 1766–69. 748 XXV. Externalidades durante las próximas décadas. La cantidad de vapor de agua así como su distribución vertical son claves en el cálculo de esta retroalimentación. Los procesos que controlan la cantidad de vapor en la atmósfera son complejos de modelar y aquí radica gran parte de la incertidumbre sobre el calentamiento global. El papel de las nubes es también crítico. Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima. Ustedes habrán notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un día soleado de verano, que de otro modo sería más caluroso. Es decir: las nubes enfrían la superficie reflejando la luz del Sol de nuevo al espacio. Pero también se sabe que las noches claras de invierno tienden a ser más frías que las noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes también devuelven algo de calor a la superficie de la Tierra. Si el CO2 cambia la cantidad y distribución de las nubes podría tener efectos complejos y variados en el clima y una mayor evaporación de los océanos contribuiría también a la formación de una mayor cantidad de nubes. A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe un debate entre los que "defienden" y los que "se oponen" a la teoría de que la adición de CO2 a la atmósfera terrestre dará como resultado que las temperaturas terrestres promedio serán más altas. Más bien, el debate se centra sobre los que serían los efectos netos de la adición de CO2, y en si los cambios en vapor de agua, nubes y demás podrán compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento observado en la Tierra durante los últimos 50 años parece estar en oposición con la teoría de los escépticos de que los mecanismos de autorregulación del clima compensarán el calentamiento debido al CO2. Los científicos han estudiado también este tema con modelos computarizados del clima. Estos modelos se aceptan por la comunidad científica como válidos solamente cuando han demostrado poder simular variaciones climáticas conocidas, como la diferencia entre el verano y el invierno, la Oscilación del Atlántico Norte o El Niño (ver más adelante sobre este fenómeno). Se ha encontrado universalmente que aquellos modelos climáticos que pasan estas evaluaciones también predicen siempre que el efecto neto de la adición de CO2 será un clima más cálido en el futuro, incluso teniendo en cuenta todos los cambios en el contenido de vapor de agua y en las nubes. Sin embargo, la magnitud de este calentamiento predicho varía según el modelo, lo cual probablemente refleja las diferencias en el modo en que los diferentes modelos representan las nubes y los procesos en que el vapor de agua es redistribuido en la atmósfera. Fig. 4 Concentración de dióxido de carbono en los últimos 417.000 años. La parte roja indica la variación a partir de 1800. Sin embargo, las predicciones obtenidas con estos modelos no necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los escépticos en esta materia responden que las predicciones contienen exageradas oscilaciones de más de un 400% entre ellas, que hacen que las conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas. Los ecólogos responden que los XXV. Externalidades 749 escépticos no han sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que las temperaturas se elevarán en el futuro. Los escépticos discuten la validez de los modelos teóricos basados en sistemas de ecuaciones diferenciales, que son sin embargo un recurso común en todas las áreas de la investigación de problemas complejos difíciles de reducir a pocas variables, cuya incertidumbre es alta siempre por la simplificación de la realidad que el modelo implica y por la componente caótica de los fenómenos implicados. Los modelos evolucionan poniendo a prueba su relación con la realidad retrodiciendo evoluciones ya acaecidas gracias a la creciente potencia de los computadores, aumentando la resolución espacial y temporal, puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a pequeñas parcelas de la atmósfera en intervalos de tiempo discretos. Las industrias que utilizan el carbón como fuente de energía, los tubos de escape de los automóviles, las chimeneas de las fábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (correspondientes a 6.000 millones de toneladas de carbón puro) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera terrestre cada año. La concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado hasta un 31% por encima de los niveles pre-industriales, desde 1750. Esta concentración es considerablemente más alta que en cualquier momento de los últimos 420.000 años, el período del cual han podido obtenerse datos fiables a partir de núcleos de hielo. Se cree, a raíz de una evidencia geológica menos directa, que los valores de CO2 estuvieron a esta altura por última vez hace 40 millones de años. Alrededor de tres cuartas partes de las emisiones antropogénicas de CO2 a la atmósfera durante los últimos 20 años se deben al uso de combustibles fósiles. El resto es predominantemente debido a usos agropecuarios, en especial deforestación. Los gases de efecto invernadero toman su nombre del hecho de que no dejan salir al espacio la energía que emite la Tierra, en forma de radiación infrarroja, cuando se calienta con la radiación procedente del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un invernadero de jardinería, aunque éstos se calientan principalmente al evitar el escape de calor por convección. No se trata de incluir dentro del debate el efecto invernadero natural que suaviza el clima de la Tierra. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente 30 ºC. Los océanos podrían congelarse, y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera. Los incrementos de CO2 medidos desde 1958 en Mauna Loa muestran una concentración que se incrementa a una tasa de cerca de 1.5 ppm (partes por millón) por año. De hecho, resulta evidente que el incremento es más rápido de lo que sería un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se informó que la concentración alcanzó 376 ppm. Los registros del Polo Sur muestran un crecimiento similar al ser el CO2 un gas que se mezcla de manera homogénea en la atmósfera. Los geólogos creen que la Tierra experimentó un calentamiento global durante el Jurásico inferior con elevaciones medias de temperatura que llegaron a 5 ºC. Ciertas investigaciones indican que esto fue la causa de que se acelerase la erosión de las rocas hasta en un 400%, un proceso en el que los valores de dióxido de carbono tardaron unos 150.000 años en volver a niveles normales. Posteriormente se produjo también otro episodio de calentamiento global conocido como Máximo termal del Paleoceno-Eoceno. 5. Modelos climáticos XXV. Externalidades 750 Los modelos climáticos más recientes dan una buena simulación de los cambios globales de temperatura en el siglo XX. Las simulaciones climáticas no atribuyen inequívocamente el calentamiento que ocurrió desde 1910 hasta 1945 a variaciones naturales o a forzamientos antropogénicos. Todos los modelos muestran que el calentamiento producido entre 1975 y 2000 es en gran medida antropogénico. Estas conclusiones dependen de la exactitud de los modelos utilizados y de la correcta estimación de los factores externos. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que hay procesos climáticos importantes que están incorrectamente explicados en los modelos climáticos, pero no piensan que otros modelos mejores puedan cambiar la conclusión sobre el origen del calentamiento global actual (fuente: IPCC). Los críticos puntualizan que hay defectos y factores externos no especificados que no se han tenido en consideración, y que podrían cambiar la conclusión del IPCC. Algunos críticos no identificados dicen que las simulaciones climáticas son incapaces de acomodar los mecanismos de autorregulación del vapor de agua ni de manejar nubes. Algunos efectos solares indirectos pueden ser muy importantes y no han sido explicados por los modelos (fuente: The Skeptical Environmentalist). El IPCC 15 afirmó que "En la investigación y la creación de modelos climáticos, debemos reconocer que nos enfrentamos con un sistema caótico no lineal, y por lo tanto las predicciones a largo plazo de los estados climáticos futuros no son posibles". Datos de interés Según un artículo publicado en enero del 2004, el calentamiento global podría exterminar a una cuarta parte de todas las especies de plantas y animales de la Tierra para el 2050. Estudios realizados, muestran que la década de los noventa, fue la más caliente en los últimos mil años. En caso de que todo el hielo que forma el Inlandsis 16 antártico se fundiera, el nivel del mar aumentaría aproximadamente 61 m; un aumento de sólo 6 m bastaría para inundar a Londres y a Nueva York. El nivel del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera podría duplicarse en los próximos 30 o 50 años. Los países más afectados son los principales en promover la reducción de emisión de los gases invernadero. En 1984 el tamaño del hueco en la capa de ozono, que se mide sobre la Antártida, era aproximadamente 7 millones de km², hasta 1990 en que alcanzó 29 millones de km² (cuatro veces mayor). Desde 1990, el agujero de ozono sigue una tendencia a la reducción. (Estos datos se miden en la Fig. 5 Superficie promedio del agujero de ozono época de mayor amplitud del agujero, verano). La aceleración del flujo del hielo en regiones de Groenlandia se estimó en 2000 que disminuye el volumen de su inlandsis en 51 km³/año, aunque una evaluación más reciente sitúa el número en 15 “Climate Change 2001: The Scientific Basis”, Cambridge, UK: Cambridge University Press, 2001. Inlandsis u hoja de hielo (palabra de origen escandinavo) es la denominación correspondiente a todo gran campo glaciar del tipo llamado hielo continental localizado en latitudes elevadas y con extensiones realmente continentales (más de un millón de km²). En la actualidad los dos grandes inlandsis son la calota de hielo que recubre la mayor parte de la Antártida y la que recubre la mayor parte de Groenlandia. 16 XXV. Externalidades 751 150 km³/año. Parte del aumento se debe a una aceleración reciente de la fusión de los glaciares periféricos, y se estima que su contribución al aumento del nivel del mar ha alcanzado en 2005 un valor 0,57±0.1 mm/año. Indonesia es el país con mayor número de especies de mamíferos y pájaros en peligro de extinción, 128 y 104 respectivamente. En Estados Unidos se recupera sólo el 11% de los residuos sólidos producidos, y en Europa Occidental es del 30%. Brasil fue entre 1990 y 2000 el país en el que hubo mayor deforestación con 22.264 km². Cinco de los 10 países que más deforestan se encuentran en el continente africano. El IPCC afirma en “Climate Change 2001: Synthesis Report” que: “Se proyecta que los glaciares y las capas de hielo continúen su retirada generalizada durante el siglo 21. Se prevé que en el Hemisferio Norte disminuyan aún más la capa de nieve, el permafrost 17 , y la extensión del hielo marino. Es posible que la placa de hielo antártica aumente su masa, mientras que la de Groenlandia la pierda. Datos del IPPC: cambios en la atmósfera, clima y sistema biológico terrestre durante el siglo XX: Temperatura media mundial de la superficie: aumento en 0,6 ± 0,2 ºC en el siglo XX; la superficie de la Tierra se ha calentado más que los océanos (muy probable: 90-99%). Temperatura en la superficie del Hemisferio Norte: aumento durante el siglo XX más que en otro siglo de los últimos 1.000 años; el decenio de 1990 ha sido el más cálido del milenio (probable 66-90%). Temperatura diurna de la superficie: disminución en el período 1950-2000 en las zonas terrestres; las temperaturas mínimas nocturnas han aumentado el doble de las temperaturas máximas diurnas (probable 66-90%).” (Climate Change 2001: Synthesis Report). Conclusiones finales: las concentraciones atmosféricas de los gases secundarios de efecto invernadero antropogénicos (CO2, CH4, N2O y el O3 troposférico) han aumentado en gran medida desde 1750. El principal gas de invernadero es el vapor de agua. Algunos gases secundarios de efecto invernadero perduran mucho tiempo (por ejemplo, el CO2, el N2O y los PFC). Gran parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años se ha producido probablemente por un aumento de concentraciones de gases de efecto invernadero debido a actividades humanas. (Climate Change 2001: Synthesis Report). 5.1 Soluciones domésticas para reducir la emisión de dióxido de carbono Algunas de las soluciones que cada individuo de las sociedades más avanzadas puede aplicar para controlar la producción de CO2, siempre que sea posible, son: 1) Cambiar las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo (compactas fluorescentes, o LED's). Las CFL, consumen 60% menos electricidad que una bombilla tradicional, con lo que este cambio reduciría la emisión de dióxido de carbono en 140 kilos al año. 2) Poner el termostato con dos grados menos en invierno y dos grados más en verano. Ajustando la calefacción y el aire acondicionado se podrían ahorrar unos 900 kilos de dióxido de carbono al año. 3) Evitar el uso del agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una duchateléfono de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia. 4) Utilizar un colgador/tendedero en lugar de una secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año. 17 Se denomina permafrost, permagel o permacongelamiento a la capa de hielo permanentemente congelado en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías o periglaciares como es la tundra. Puede encontrarse en áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Rusia y norte de Europa entre otras. XXV. Externalidades 752 5) Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos energía y evita que continúe la deforestación mundial. 6) Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume 10 veces más energía. 7) Evitar comprar productos envasados. Si se reduce en un 10% la basura personal se puede ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año. 8) Utilizar menos los aparatos eléctricos; al menos, los encaminados exclusivamente al ocio. Desconectar los aparatos de radio, televisión, juegos, etc. a los que no se esté prestando atención en ese momento. 9) Elegir un vehículo de menor consumo. Un vehículo nuevo puede ahorrar 1.360 kilos de dióxido de carbono al año si rinde dos kilómetros más por litro de combustible (lo mejor sería comprar un vehículo híbrido o con biocombustible). 10) Conducir de forma eficiente: utilizando la marcha adecuada a la velocidad, no frenar ni acelerar bruscamente, y en general intentar mantener el número de revoluciones del motor tan bajo como sea posible. 11) Evitar circular en horas pico. 12) Usar menos el automóvil. Caminar, ir en bicicleta, compartir el vehículo y usar el transporte público. Reducir el uso del vehículo propio en 15 kilómetros semanales evita emitir 230 kilos de dióxido de carbono al año. 13) Elegir una vivienda cerca del centro de trabajo o de educación de nuestros hijos. 14) No viajar frecuentemente ni lejos por puro placer. Desde hace unos 20 años el hábito de viajar en avión se ha extendido de tal forma, y en ocasiones a precios tan bajos, que las emisiones de gases debidas a los aviones se han incrementado en más de un 200%. 15) Revisar frecuentemente los neumáticos. Una presión correcta de los neumáticos mejora la tasa de consumo de combustible en hasta un 3%. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono. 16) Plantar árboles. Una hectárea de árboles, elimina a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida. 6. Cambio climático global, guerras y población en la historia humana reciente Los científicos siempre han notado que las actividades sociales dependen del clima. También, que la temperatura influye más sobre nuestras vidas que cualquier otro factor climático y que la sociedad humana es especialmente vulnerable a cambios amplios y de largo plazo de la temperatura. Por el otro lado, la investigación científica sobre los efectos sociales del cambio climático tendió a concentrarse en los costos económicos de los cambios climáticos presentes y futuros, descuidando estudiar cómo las sociedades reaccionaron históricamente a los cambios climáticos de largo plazo. Pero en forma reciente se ha intentado utilizar datos paleolíticos reconstruidos de alta resolución a fin de elucidar casos individuales de colapsos de población y cultivos en la prehistoria causados por fracasos agropecuarios en los Estados Unidos y en China. XXV. Externalidades 753 Webster 18 ha puntualizado que la guerra ha constituido una elección adaptativa ecológica de sociedades prehistóricas con recursos limitados y creciente población, aunque sin usar datos científicos sistemáticos para soportar sus conclusiones. Varios otros autores han sugerido que el concepto de conflicto medioambiental ha estado presente, concentrándose sólo en conflictos causados por cambios de corto plazo climáticos y eventos meteorológicos. Galloway 19 halló que los cambios climáticos de largo plazo controlaron el tamaño de la población en las latitudes medias. Empero, su hallazgo carece de precisión cuantitativa debido a la ausencia de registros climáticos de alta resolución para la época. Zhang y otros estudiaron un lapso prolongado de la historia de China y hallaron que el número de estallidos de guerras y colapsos de la población china están significativamente correlacionados con las variaciones de temperatura del Hemisferio Norte y que todos los períodos de disturbios nacionales, colapsos de la población, y cambios dinásticos tuvieron lugar en las fases frías de este lapso. Este estudio pudo ser extendido a nivel continental al período comprendido entre 1400 DC y 1900 DC, durante la Pequeña Edad de Hielo (ver Fig. 6). La hipótesis propuesta es que los cambios de largo plazo del clima tienen efectos directos sobre la capacidad de sustento de la tierra (medida por la producción agropecuaria). Fluctuaciones de esta capacidad afectan a su vez la oferta de alimentos per capita. La escasez de recursos alimentarios en áreas pobladas aumenta la probabilidad de conflictos armados, hambrunas, y epidemias, los cuales reducen el tamaño de la población. La disminución de la población, como mecanismo en feedback, tiene una tendencia dominante a incrementar la oferta de alimentos per capita (reflejada en precios más bajos de los alimentos), dando lugar a una relativa paz social y un rápido crecimiento de la población. La interacción entre estos componentes de un sistema social da lugar a un ritmo importante de la macrohistoria de las sociedades agropecuarias La vinculación entre el clima y la producción agrícola ha sido demostrada en muchos estudios empíricos. En condiciones de stress ecológico, las elecciones de las especies animales son la reducción del tamaño de la población, la emigración y el cambio de dieta alimentaria. Entre el hambre y el canibalismo tiene lugar en forma típica la despoblación. Los humanos tienen más mecanismos, sociales muchos de ellos, para adaptarse al cambio climático y mitigar el stress ecológico. Además de emigrar, pueden hacer la guerra, introducir cambios económicos, innovar, comerciar, u optar por una pacífica redistribución de los recursos. El cambio económico ha sido un proceso lento y costoso que involucra el cambio de culturas, tecnologías y costumbres. El hambre y la enfermedad fueron difíciles de ser evitados cuando la velocidad de la innovación humana y su transferencia no fueron lo suficientemente rápidas como para evitar el rápido cambio ecológico. En condiciones de recursos en disminución el comercio y la redistribución no serían de gran ayuda porque el stress ecológico se produjo a un nivel global o regional de gran escala. Por fin, el desarrollo de instituciones internacionales y nacionales no ha sido todo lo potente como para disminuir las tensiones creadas por la escasez de recursos alimentarios. Períodos sincronizados en los 500 años que van desde 1400DC a 1900DC son períodos de paz y turbulencia aparentemente relacionados con los cambios de temperatura. Los dos picos de fatalidades humanas aparecen en el frío siglo XVII y a principios del siglo XIX. En estos dos períodos coinciden dos de las mayores declinaciones de la población a partir de 1400DC. Examinando los ciclos de ciclos de guerra/paz en las guerras chinas desde 1000DC se obtienen varios ciclos (>25 guerras por década), todas las cuales transcurrieron en un clima frío. 18 19 Webster D., (1975), Am Antiquity 40. Galloway PR (1986), Population Dev. Rev. 12. XXV. Externalidades 754 Los cálculos realizados demuestran que el número de guerras del siglo XVIII fue el más reducido en comparación con otros siglos. Los resultados indican que la relación de guerras durante los siglos fríos es 1.93 veces la relación de guerras en el clima más templado del siglo XVIII, y 1.77, 1.91, 1.50 y 2.24 veces más elevada que en el HN, Asia, las áreas áridas del HN y Europa, respectivamente. Fig. 6. Variación de la paleo-temperatura, frecuencia de guerras, y tasa de crecimiento de la población, 1400DC-1900DC. (A) Anomalía de temperatura (ºC) en el HN suavizada por un filtro Butterworth de bajas frecuencias. (B) Nº de guerras en el HN (verde brillante), Asia (rosado), Europa (turquesa), y en áreas áridas del HN. (C) Número de guerras mundiales registradas por Wright (turquesa), Luard (naranja) y Brecke (verde brillante). (D) Tasa de crecimiento de la población cada veinte años en Europa (turquesa), Asia (rosado), y en el HN (azul) e índice de fatalidad a los 50 años (verde brillante). Las fases frías son sombreadas en rayas grises. Todas las series temporales de guerras están en unidades de 10-años. Los datos pueden ser encontrados en http://www.pnas.org /cgi/content/full/0703073104/DC1 (SI, table 1). Las curvas en verde brillante corresponden al eje y de la derecha. XXV. Externalidades 755 El stress ecológico disparado por el cambio climático induce la reducción de población de todas las especies, incluyendo a la humana. Johnson y Gould 20 demuestran que la producción agrícola de la Mesopotamia (actualmente Irak) siguió de cerca al clima cambiante, conduciendo a periódicos colapsos de población signados por hambrunas y guerras. Utilizando las mejores estimaciones de población mundial disponibles, Zhang et al compararon las series de temperatura del Hemisferio Norte (HN) con la tasa de crecimiento de la población del HN. Los cambios de la tasa de crecimiento de la población pueden ser divididos en tres períodos. Entre 1000DC y 1400DC, cuando la tecnología agrícola y el comercio se encontraban poco desarrollados, también fue baja la tasa de crecimiento de la población, y la población mundial se estancó. A causa del descenso gradual de la temperatura y del crecimiento del área fría del “Período Medieval Templado” hasta la Pequeña Edad de Hielo, también disminuyó en forma concomitante la tasa de crecimiento. Caídas bruscas de la temperatura inducían un “shock demográfico”, con un coeficiente de correlación entre la temperatura del HN y la tasa de crecimiento de la población altamente significativo (r=0.84, P<0.001, n=21). La tasa de crecimiento alcanzó su nivel más bajo en los siglos XIII-XIV, primariamente a causa de las epidemias, las guerras y las hambrunas. En China la invasión mongólica de los siglos XIII-XIV estuvo relacionada con el stress ecológico causado por el enfriamiento, que redujo la población china en prácticamente la mitad (una declinación de ≈ 55 millones). En Europa, la Muerte Negra se expandió durante cierto tiempo, acompañada por intranquilidad social y colapso económico, que mató entre una cuarta y una tercera parte de la población entre 1347 y 1353 DC. La mayor parte de los científicos cree que la peste negra fue un brote de peste bubónica, una terrible enfermedad que se ha extendido en forma de pandemia varias veces a lo largo de la historia. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (Rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo. La mayor epidemia del siglo XIV comenzó quizá en algún lugar del norte de la India, probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste fue traída a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (actual Teodosia) fue asediada por los mongoles. La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad (si bien la enfermedad no se contrae por contacto con los muertos). Los Fig. 7 Inspirada por la Muerte Negra, la danza macabra es una refugiados de Kaffa llevaron después la peste alegoría sobre la universalidad de la muerte y un tema frecuente de los artistas de fines de la Edad Media (Holbein) a Messina, Génova y Venecia, alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaban las costas. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia alrededor de 1351. El clima frío nada pudo hacer para contener a la peste. Empero, según Zhang et al, el enfriamiento habría causado guerras, emigración forzada, o hambrunas, que deben haber ayudado en forma marcada a diseminar los “vectores”. El segundo período es desde 1400DC a 1700 DC. La primera etapa de este período coincidió con un período templado y el comienzo de los “Tiempos Modernos Tempranos”. La población del HN 20 Johnson D.L. Hould D.A. (1984), en “Climate and Development”, ed. Biswas AK (Dublin). XXV. Externalidades 756 creció rápidamente, quedando la tasa de crecimiento a un nivel elevado hasta 1600 DC. Cuando el más frío y largo período de la Pequeña Edad de Hielo tuvo lugar en el siglo XVII, hubo guerras de gran magnitud, en particular la guerra entre 1618 DC y 1648DC que devastó a la población europea, con más hambres y epidemias. En China, la población declinó un 43% (≈70 millones) por las guerras, el hambre y las epidemias entre 1620 y 1650. En los dos últimos siglos de la Pequeña Edad de Hielo la población humana tuvo un crecimiento dramático a causa de las Revoluciones Industrial y Agrícola, aunque un período de enfriamiento hacia mediados del siglo XIX terminó causando un shock demográfico, parcialmente explicado por la guerra en distintos continentes. 6.1 Implicancias teóricas y prácticas Todos los casos analizados por Zhang et al, y en particular Europa y China, sirven para indicar que la guerra y la pérdida de población han sido cambios adaptativos importantes en la sociedad pre-industrial. A largo plazo y a una escala global, el desarrollo tecnológico y social elevaron la tasa de crecimiento de la población en un 30% entre 1400-1700 DC y en 310% entre 1700-1900 DC. También se redujo la dependencia climática de la tasa de crecimiento de la población después de 1400DC, postponiendo el momento de decrecimiento de la población y acelerando la subsiguiente recuperación. Malthus, Darwin y otros ecólogos han sostenido que comienzan a operar “frenos positivos” cuando el crecimiento de la población sobrepasa el nivel de los recursos de subsistencia, sobre la base de que el nivel de recursos necesarios para la supervivencia básica es esencialmente constante o tal vez creciente a una tasa monótona. Ello puede no ser cierto del todo, en la medida que el nivel de los alimentos de subsistencia (alimentos) crezca de manera oscilatoria y no siempre positiva, a causa del impacto del cambio climático, no así el crecimiento de la población 21 . Con respecto a las teorías de la guerra, se trata, indudablemente, de un fenómeno social extremadamente complejo, y desde la época de Tucídides ha habido muchos estudiosos del problema. Algunas teorías pueden dar cuenta de ciertos conflictos, pero ninguna ha podido explicar la frecuencia de las guerras durante un período específico de la historia humana y determinar cuándo, dónde y por qué los ciclos de guerra y paz tienen lugar. Aquí es donde la teoría de la escasez de recursos alimentarios puede encontrar un lugar firme de asentamiento. 7. El impacto del cambio climático sobre la silvicultura Los bosques y las selvas cubren en forma global ≈4.000 millones de hectáreas (ha) de tierra, un 30% de la superficie terrestre de la Tierra. En 2005, 3.500.000.000 de m3 de madera de 434.000 millones de m3 de plantas en crecimiento fueron extraidos de las selvas (Fig. 8): ≈un 40% lo fue en calidad de combustible sólido. La mayor parte del área forestal está cubierta por selvas primarias (36%) o naturales modificadas (53%). El área forestal primaria ha estado declinando lentamente a un ritmo anual de 6 millones de ha a partir de los 1990, con una tasa particularmente elevada en Brasil e Indonesia: estos dos países son responsables de una pérdida anual de 4.9 millones de ha selváticas. La pérdida de áreas forestales tiende a producirse en países de bajo nivel de ingreso, mientras que los países de elevado nivel de ingreso han revertido sus pérdidas tempranas y ya están experimentando expansiones forestales 22 . 21 E. Boserup (1985), en “The Conditions of Africultural Growth: The Economics of Agrarian Change Under Population Pressure” (Allen & Unwin, London) es una anti-malthusiana que mantiene que la presión de la población conducirá al crecimiento de la producción agrícola. Está en lo cierto si se concentra en una región de escala limitada y por períodos de tiempo de corto plazo, si la tierra tiene la potencialidad de ser cultivada, o por un período muy largo de tiempo para tomar en cuenta a la historia humana. Sin embargo, los cultivos intensivos podrían no mantener el ritmo de una población creciente en un período de enfriamiento en Europa y China. 22 Kauppi, P.E., Assubel J.H., Fang J., Mather A., Sedjo R.A., Waggoner P.E. (2006), Proc. Nat. Acad. Sci. USA 103. 757 XXV. Externalidades >100 3 2 Fig. 8. Cosecha de madera global (incluyendo con fines de combustión) computadas sobre una base por país, m /km . Las áreas en blanco corresponden a cosechas reducidas o a ausencia de datos. Además de la producción de madera y combustible, hay un amplio rango de servicios provistos por las áreas selváticas y forestales que incluyen productos forestales que no son la madera, como las bayas y los hongos, la provisión de habitats para las especies animales, protección del suelo y del agua, conservación de la biodiversidad, oportunidades de turismo y recreación, plantas medicinales, etc. Estos servicios son especialmente importantes para cerca de 1.200 millones de individuos dependientes de los bosques que viven en situaciones de extrema indigencia. En muchas comunidades rurales africanas al sur del Sahara, estos productos pueden llegar a contribuir con más del 50% del ingreso efectivo del agricultor, proveyendo más del 80% de las necesidades sanitarias de la población, y proveen ⅔ del consumo anual de carne. Otro servicio de creciente importancia de los bosques es como sumideros de carbono, aunque surgen dudas sobre la efectividad de la reforestación en zonas boreales y de latitud media como para poner freno al aumento de temperatura causado por el menor poder reflectivo de la tierra forestal en comparación con las praderas o los cultivos. 7.1 Los efectos de la temperatura, la precipitación y el cambio de concentración de dióxido de carbono Las temperaturas cambiantes y la alteración de las precipitaciones probablemente producirán un fuerte impacto directo sobre las forestas naturales y modificadas. El ciclo del dióxido de carbono comprende, en primer lugar, un ciclo biológico donde se producen intercambios de carbono (CO2) entre los seres vivos y la atmósfera. La retención del carbono se produce a través de la fotosíntesis de las plantas, y la emisión a la atmósfera, a través de la respiración animal y vegetal. Este proceso es relativamente corto y puede renovar el carbono de toda la tierra en 20 años. En segundo lugar, tenemos un ciclo biogeoquímico más extenso que el biológico y que regula la transferencia entre la atmósfera y los océanos y suelo (litósfera). El CO2 emitido a la atmósfera, si supera al contenido en los océanos, ríos, etc. es absorbido con facilidad por el agua convirtiéndose en ácido carbónico. Este ácido influye sobre los silicatos que constituyen las rocas y se producen los iones bicarbonatados. Los iones bicarbonatados son asimilados por los animales acuáticos en la formación de sus tejidos. Una vez que estos seres vivos mueren quedan depositados en los sedimentos de los fondos marinos. Finalmente, el CO2 vuelve a la atmósfera durante las erupciones volcánicas al fusionarse en combustión las rocas con los restos de los seres vivos. En algunas ocasiones la materia orgánica queda sepultada sin producirse el contacto XXV. Externalidades 758 entre ésta y el oxígeno lo que evita la descomposición y, a través de la fermentación, provoca la transformación de esta materia en carbón, petróleo y gas natural. El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero (G.E.I.) que contribuye a que la Tierra tenga una temperatura habitable. Por otro lado, como hemos visto, un exceso de dióxido de carbono se supone que acentuaría el fenómeno conocido como efecto invernadero, reduciendo la emisión de calor al espacio y provocando un mayor calentamiento del planeta; sin embargo, se sabe también que un aumento de la temperatura del mar por otras causas (como la intensificación de la radiación solar) provoca una mayor emisión del dióxido de carbono que permanece disuelto en los océanos (en cantidades colosales), de tal forma que la variación del contenido del gas en el aire podría ser causa o consecuencia de los cambios climáticos, cuestión que no ha sido dilucidada por la ciencia. En los últimos años la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera ha presentado un aumento. Se ha pasado de unas 280 ppm en la era preindustrial a unas 379 ppm en 2005 (aún cuando su concentración global en la atmósfera es de apenas 0,03%). Este aumento podría contribuir, según el Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático promovido por la ONU, al calentamiento global del clima planetario 23 ; en oposición, otros científicos (Global Warming Petition Project) dudan de que la influencia de los gases de efecto invernadero (básicamente anhídrido carbónico y metano) haya sido crucial en el calentamiento que se lleva registrando en promedio en la superficie terrestre (0,6 grados centígrados) en los aproximadamente últimos 100 años. El CO2 se utiliza como agente extintor eliminando el oxígeno para el fuego. En la Industria Alimenticia, se utiliza en bebidas carbonatadas para darles efervescencia. También se puede utilizar como ácido inocuo o poco contaminante. La acidez puede ayudar a cuajar lácteos de una forma más rápida y por lo tanto barata, sin añadir ningún sabor y en la industria se puede utilizar para neutralizar residuos alcalinos sin añadir otro ácido más contaminante como el sulfúrico. En agricultura, se puede utilizar como abono. Aunque las plantas no pueden absorberlo por las raíces, es añadido para bajar el PH, evitar los depósitos de cal y hacer más disponibles algunos nutrientes del suelo. También es utilizado en refrigeración como una clase de líquido refrigerante en máquinas frigoríficas o congelado como hielo seco. Este mismo compuesto se usa para crear niebla artificial y sensación de hervor en agua en efectos especiales en el cine. Otro uso que está incrementándose es su empleo como agente extractante cuando se encuentra en condiciones supercríticas dada su escasa o nula presencia de residuos en los extractos. Este uso actualmente se reduce a la obtención de alcaloides como la cafeína y determinados pigmentos, pero una pequeña revisión por revistas científicas puede dar una visión del enorme potencial que este agente de extracción presenta, ya que permite realizar extracciones en medios anóxidos lo que logra obtener productos de alto potencial antioxidante. Es utilizado también como material activo para generar luz coherente. (Láser de CO2). Junto con el agua es el disolvente más empleado en procesos con fluidos supercríticos. También se usó como agente químico para el genocidio de prisioneros eslavos, judíos y disidentes durante la Alemania nazi. El CO2 desplaza al O2 (oxígeno) de la hemoglobina provocando la asfixia celular. Varios modelos biogeográficos demuestran un cambio polarizado de la vegetación potencial en un clima con duplicación del CO2 a unos 500 km o más de las zonas boreales. Los modelos de equilibrio y algunos modelos de vegetación dinámicos proyectan que este cambio de la vegetación hacia nuevas áreas disponibles con condiciones climáticas favorables resultarán eventualmente en expansión de bosques y el reemplazo de hasta el 50% del área actual de tundra. 23 “This topic considers both natural and anthropogenic drivers of climate change including the chain from greenhouse gas (GHG) emissions to atmospheric concentrations to radiative forcing to climate responses and effects. CO2 is the most important anthropogenic GHG. Its annual emissions have grown between 1970 and 2004 by about 80%, from 21 to 38 Gt, and represented 77% of total anthropogenic GHG emissions in 2004. The rate of growth of CO2-eq emissions was much higher during the recent ten year period of 19952004 (0.92 GtCO2-eq per year) than during the previous period of 1970-1994 (0.43 GtCO2-eq per year).” {WGIII 1.3, TS.1, SPM} (Informe sobre el Cambio Climático de la ONU) XXV. Externalidades 759 La concentración creciente de CO2, además de modificar el patrón de temperatura y de precipitaciones, también puede incrementar la producción por medio de “efecto de fertilización del carbono”. Trabajos anteriores han demostrado el elevado potencial de mejora del crecimiento inducido de CO2, llegando hasta un 80% de incremento de la producción de madera para naranjos. Empero, permanecen aún elementos desconocidos. El enriquecimiento al aire libre de CO2 demostró un efecto pequeño de la concentración creciente de CO2 sobre el crecimiento de la madera. Sin desmedro de los efectos contradictorios de variaciones de concentración de CO2, exposición a la luz solar, disponibilidad de nutrientes, temperatura, temperatura, y precipitación, el hecho es que la tasa de crecimiento de las selvas aumentó desde mediados del siglo 20. 7.2 Incendios, insectos, patógenos y acontecimientos extremos Para las selvas y bosques, las modificaciones climáticas inducidas por los incendios forestales, los brotes de insectos y patógenos, así como acontecimientos extremos como los vientos muy fuertes, pueden resultar más importantes que el impacto directo de mayores temperaturas y elevados niveles de CO2. En las últimas dos décadas se han presenciado incendios importantes en Canadá, Estados Unidos occidental, y Rusia, a causa tanto de condiciones climáticas como de otras condiciones como la condición de los combustibles, fuentes ignífugas, cambios en el uso de la tierra, y variaciones de la protección contra el fuego. Las pérdidas potenciales de madera, pulpa, y producción de papel, así como los daños a la salud y a productos no derivados de la madera causados por la elevación de la actividad ignífuga, son bastante inciertos en la medida que los daños del fuego pueden producirse en regiones menos accesibles. También son importantes, para bosques de distintos tipos, las cuestiones sanitarias provocadas por las pestes y brotes de enfermedades. Los efectos incluyen desde la pérdida del follaje y del crecimiento, el daño a la madera, hasta una enfermedad de las plantas caracterizada por la muerte gradual de los brotes más jóvenes que progresa hasta las ramas más gruesas. Por ejemplo, entre 1998 y 2002, 5 millones de ha de bosques (1.7% del área forestal) fueron afectadas por insectos en los Estados Unidos, y 14 millones en Canadá (4.5%). Es muy probable que estos fenómenos naturales sean alterados por el cambio climático y tengan impacto sobre la industria forestal. Ya hay evidencia de que las temperaturas más templadas han trasladado el habitat de diversos insectos forestales. El cambio climático puede cambiar en forma dramática las fronteras existentes de insectos y patógenos y modificar la fisiología de las plantas y sus mecanismos de defensa. Existe una preocupación creciente de que el nuevo habitat de los insectos produzca un daño a las especies forestales que no puedan tolerar invasiones de insectos, por ejemplo suponiendo un calentamiento moderado de 2ºC ciertas especies de pinos de las Montañas Rocosas estarán seriamente amenazadas, y éstas son especies que proveen alimentación a diversas especies salvajes. Aún sin incendios o insectos, los cambios de frecuencia de acontecimientos extremos, como los huracanes, las tormentas de invierno, las sequías, etc. pueden ocasionar pérdidas masivas a la actividad forestal comercial. Estos efectos son específicos de ciertas regiones, e incluyen el acceso reducido a los bosques, costos crecientes para el mantenimiento de rutas e infraestructura, daños directos a los árboles por el viento, nieve, hielo, etc. Los vientos fuertes pueden dañar a los árboles rompiendo ramas, pérdida de la copa, ruptura del tronco, o destrucción completa, causada especialmente por la rápida formación de huracanes en un clima templado. Por ejemplo, en enero de 2005 el huracán Gudrun con ráfagas máximas de 43 m/s produjo daños a más de 60 millones de m3 de árboles en Suecia. En un clima más templado, la frecuencia de eventos extremos como olas de calor y sequías severas aumentará, aunque persiste cierta incertidumbre todavía. El daño causado por las sequías severas puede agravarse XXV. Externalidades 760 por el daño causado por invasiones de insectos e incendios. Por ejemplo, la ola de calor de 2003 en Europa llevó a una temporada de incendios extrema. En Portugal se destruyó el 5.6% del área forestal del país. Simulaciones de modelos muestran que durante la temporada de Oscilación de El Niño 24 en 2001 aproximadamente ⅓ de las selvas de la amazonía resultaron susceptibles al fuego. Otro modelo ampliamente utilizado en Lund-Postdam-Jena, de vegetación dinámica, apunta a la eventualidad de una pérdida de las lluvias amazónicas bajo señales significativas y plausibles correspondientes a un aumento superior al triple de CO2 hacia fines de siglo 25 . Los incendios forestales, las invasiones de insectos y los daños de los vientos y otros eventos extremos tienen como resultado pérdidas económicas significativas del sector forestal. Por ejemplo, en Estados Unidos, los incendios forestales de 2003 terminaron con una pérdida de U$S 337 millones de madera. Otros efectos adversos incluyeron reducciones de la biodiversidad y de los productos que no son de madera, impactos negativos sobre la erosión y la hidrología, y la pérdida de valores estéticos y de recreación. En un clima cambiante, los costos directos e indirectos causados por eventos extremos más frecuentes afectarán la oferta de madera, los precios de mercado, y el costo de los seguros, aunque todos estos costos son muy inciertos. 7.3 Impacto del cambio climático sobre la silvicultura Cambios de la oferta. Los modelos de rendimiento tienden a demostrar que el cambio climático puede aumentar la producción de madera por medio de la relocalización de las forestas, es decir por medio de una traslación hacia los polos de las especies forestales más importantes. El cambio climático también puede acelerar el crecimiento de la vegetación causado por un clima más 24 En climatología se denomina El Niño a un síndrome climático, erráticamente cíclico, que consiste en un cambio en los patrones de movimientos de las masas de aire provocando, en consecuencia, un retardo en la cinética de las corrientes marinas "normales", desencadenando el calentamiento de las aguas sudamericanas; provoca estragos a escala mundial, afectando a América del Sur, Indonesia y Australia. El nombre de "El Niño" se debe a pescadores del puerto de Paita al norte de Perú que observaron que las aguas de la Corriente Peruana ó Corriente de Humboldt, que corre de sur a norte frente a la costa peruana, se calentaban en la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes o banco de peces huían hacia el sur, debido a una corriente caliente procedente del Golfo de Guayaquil (Ecuador). A este fenómeno le dieron el nombre de Corriente del Niño, por lo del niño Jesús. El nombre científico del fenómeno es Oscilación del Sur El Niño (El Niño-Southern Oscillation, ENSO, por sus siglas en inglés). Es un fenómeno con más de once milenios de historia climática. El episodio prodrómico se inicia en el océano Pacífico tropical, cerca de Australia e Indonesia, y con él se altera la presión atmosférica en zonas muy distantes entre sí, se producen cambios en la dirección y en la velocidad de los vientos y se desplazan las zonas de lluvia en la región tropical. En condiciones normales, también llamadas Condiciones Neutrales, los vientos Alisios (que soplan de este a oeste) apilan una gran cantidad de agua y calor en la parte occidental de este océano. El nivel superficial del mar es, en consecuencia, aproximadamente 5 dm más alto en Indonesia que frente a las costas del Perú y Ecuador. Además, la diferencia en la temperatura superficial del mar es de alrededor de 8 ºC entre ambas zonas del Pacífico. Las temperaturas "frías" se presentan en América del Sur porque suben las aguas profundas y producen un agua rica en nutrientes y se mantiene el ecosistema marino. Durante "la Niña" las zonas relativamente húmedas y lluviosas se localizan en el sudeste asiático, mientras que en América del Sur son relativamente secas. Durante el Niño los vientos alisios se debilitan o dejan de soplar, la máxima temperatura marina se desplaza hacia la Corriente de Perú, que es relativamente fría, y la mínima temperatura marina se desplaza hacia el Sudeste Asiático. Esto provoca el aumento de la presión atmosférica en el sudeste asiático y la disminución en América del Sur. Todo este cambio ocurre en un intervalo de seis meses, que entre aproximadamente junio a noviembre es muy fuerte con alteraciones en el clima. Las consecuencias de este fenómeno climático involucran en regiones aleatorias de América del Sur distintos fenómenos, como lluvias intensas; disminución de la intensidad de la corriente de Humboldt; pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras; formación intensa de nubes generadas en la zona de convergencia intertropical; períodos muy húmedos; y baja presión atmosférica. 25 Cox, P.M., Betts R.A., Collins M., Harris P.P., Huntington C., Jones C.D. (2004), Theor. Appl. Clim. 78. 761 XXV. Externalidades templado, temporadas de crecimiento más largas, y una elevación de la concentración de CO2 en la atmósfera. La mayor oferta de plantas y árboles afectará a los mercados, produciendo una reducción de los precios. También tendrá un impacto sobre otros usos, por ejemplo mejorando el potencial de usar varios tipos de energía de biomasa de madera. Cambios de la demanda Contrariamente a predicciones anteriores de la FAO sobre una demanda en rápido crecimiento de madera para la construcción industrial de 2.1 mil millones de m3 hacia 2015 y 2.7 mil millones de m3 hacia 2030, el crecimiento actual de la demanda ha sido muy inferior. La demanda actual alcanza a 1.6 mil millones de m3 y está un poco por encima de la demanda de 1.5 mil millones de m3 de comienzos de los 1980 26 . Producción de madera Fig. 9 Tendencias en la producción de madera 3 (miles de millones de m ) La producción total de madera, incluyendo la de uso industrial y como combustible, ha estado creciendo desde 2.5 mil millones de m3 en los 1960 hasta 3.2 mil millones de m3 en los 1990. En 2005 alcanzó un pico de 3.5 mil millones de m3 debido a una tendencia larga de producción creciente en Europa, Africa y Sud América (Fig. 9). Los estudios de los modelos en general predicen incrementos adicionales de la producción global industrial, con aumentos o disminuciones de los precios en el futuro en un orden de ±20% y con beneficios de la mayor producción trasladándose a los consumidores. La tendencia futura de la madera usada como combustible es más problemática, ya que depende en buena parte del uso de la madera en sustitución de carbón fósil de precio elevado. También se torna posible un traslado global de la oferta de madera para la industria del Hemisferio Norte al Hemisferio Sur. La tendencia actual es hacia el sur de alta productividad, dejando atrás las forestas boreales. Empero, el recalentamiento podría ocasionar que ciertas actividades retornen al norte. Conclusión En línea con las conclusiones del Intergovernmental Panel on Climate Change report, los experimentos de proyección recientes indican que un moderado crecimiento de la temperatura como se espera bajo una duplicación del CO2 tendrá un impacto positivo global sobre el sector forestal, aumentando la oferta de madera y manteniendo o disminuyendo los precios. No queda empero claro cómo los modelos utilizados simularán las respuestas forestales. Los efectos de una elevación del CO2 medidos en contextos experimentales e implementados en modelos bien pueden sobreestimar las respuestas de un escenario real, debido a la existencia de varios factores limitativos como pestes, herbicidas, competencia por los recursos, agua en el suelo, calidad del aire, etc., que aún no son bien comprendidos ni cómo operan a gran escala ni si están bien implementados en los modelos amplios. También hay inconsistencias entre los modelos usados por los ecólogos a fin de estimar los efectos del cambio climático sobre la producción y composición forestal y los modelos usados por los analistas para proyectar los rindes forestales. La respuesta de la actividad forestal al calentamiento global será probablemente multifacética. En algunos sitios, especies más apropiadas al clima reemplazarán a las antiguas especies que ya no estarán adaptadas. Asimismo, las forestas plantadas podrán ser relocalizadas en regiones con climas más apropiados. En general, podemos esperar que las plantaciones y las operaciones forestales asociadas se trasladarán hacia latitudes más altas, especialmente si en algunos sitios 26 Food and Agriculture Organization – FAO (2005), Global Forest Resources Assessment 2005 (Food and Agriculture Organization, Rome), FAO Forestry Paper 147. XXV. Externalidades 762 tropicales se registra un recalentamiento sustancial. En América Latina las plantaciones forestales deberían trasladarse hacia el sur de Brasil y Argentina. En algunos casos los mismos sitios serán utilizados pero las especies cambiarán hacia aquellas más apropiadas al nuevo clima. En materia económica, los cambios climáticos tendrán un impacto sobre la actividad forestal y se trasladarán las preferencias de producción (por ejemplo, mediante un mayor uso de biocombustibles) en forma de impactos sociales y económicos mediante la relocalización de la actividad forestal. Los efectos distributivos implicarán a los negocios, a los propietarios de tierras, a los trabajadores, a los consumidores, al gobierno y al turismo. Es probable que las compañías forestales de los países en desarrollo tengan un escaso impacto sobre la producción total de madera, ya que son especialmente vulnerables debido a su limitada capacidad de adaptación en medios rurales y comunidades dependientes de sus recursos como para responder al riesgo de manera proactiva. 8. Ecosistemas, externalidades y la ecología de los mercados Las economías son consideradas a menudo como sistemas ecológicos en los cuales “todo está conectado con todo lo demás”. En una economía moderna compleja, surge la cuestión de si el mercanismo de mercado puede coordinar en forma apropiada todas las interconexiones o si, en lugar de ello, se requiere de algún organismo superior al mercado para coordinar la intrincada red de actividades humanas. En economía ha sido una proposición generalmente aceptada que los mercados competitivos descentralizados pueden coordinar a los diferentes organismos de manera eficiente. Los problemas creados por la contaminación y otras externalidades pueden anular esta eficiencia a menos que sean corregidas por derechos de propiedad adecuados o mediante impuestos correctivos. Pero al cerrar el círculo económico, la economía “internalizada” no requiere en la práctica cerrar los ciclos naturales mediante el expediente de vincular todos los flujos físicos mediante el reciclaje. En efecto, las distintas economías están conectadas entre sí en la esfera de la producción a través de los insumos y productos que circulan a través del mundo. Están conectadas mediante el intercambio de bienes y de servicios. Y también lo están mediante los flujos de fondos a través de los cuales alguna gente o países financian la actividad de los demás. Se cree que las grandes crisis económicas del siglo pasado, tales como los pánicos bancarios, la Gran Depresión de los 1930, la crisis de la deuda de los 1980, la bancarrota de los países socialistas, han tenido lugar por fallas sistémicas. Asimismo, si en el futuro ocurre algún apocalipsis ambiental, es de esperar que sea como resultado de un fracaso de los mercados en incorporar señales apropiadas de escasez en los precios. Mi propósito es que exploremos en esta sección la “ecología de los mercados”, en el sentido de la interdependencia de las actividades económicas. Comenzaremos con un esbozo histórico del origen del análisis económico de los sistemas interdependientes. Luego analizaremos las sorprendentes propiedades de una economía de mercados competitivos cuando existen interdependencias. Finalmente, veremos cómo las condiciones que conducen a asignaciones de mercado pueden entrar en cortocircuito y llevar a la ineficiencia económica. 8.1 El flujo circular de Quesnay La circularidad del proceso económico fue descripta por un médico francés de la corte de Louis XV y miembro de los “Fisiócratas” 27 . Quesnay 28 asimiló la circulación de bienes en una economía 27 La fisiocracia era una escuela de pensamiento económico del siglo XVIII fundada por François Quesnay y Anne Robert Jacques Turgot en Francia. Afirmaba la existencia de una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la intervención del gobierno. Su doctrina queda resumida en la expresión «laissez faire, laissez passer» (dejar hacer, dejar pasar). El origen del término fisiocracia proviene del griego y quiere decir "gobierno de la naturaleza", al considerar los fisiócratas que las leyes humanas debían estar en armonía con las leyes de la naturaleza. Esto está relacionado con la 763 XXV. Externalidades al flujo de sangre en el organismo y desarrolló una teoría para describir cómo circulan los bienes y el ingreso a través de una economía. La Fig. 10 de su artículo reproduce a grandes rasgos la versión de 1759. ¿Cuál era su propósito? Demostrar que la agricultura era la única fuente de riqueza de una economía, porque sólo ella producía un excedente por encima del costo de producción (tal vez debería ser considerado como el santo patrón de la “ecología profunda”). Por excedente entendía que el producto neto era superior a los costos de producción. Hoy en día, a este “excedente” lo llamamos “renta” de los factores que se encuentran en oferta fija. El flujo circular comienza con 900 de producción bruta de la agricultura, de los cuales 300 son abonados a los terratenientes, los cuales a su vez gastan todo su ingreso en comestibles y en artículos de lujo y otras manufacturas del sector “estéril”. Los granjeros también compran bienes manufacturados para reemplazar el capital usado así como bienes para su uso personal. Los artesanos del sector industrial compran alimentos y comercian con otros países, completando así el círculo de gasto y producción. Su principal contribución fue mostrar la interdependencia de la vida económica. En cuanto tal, esta concepción hizo poco para mostrar si el flujo de ingresos y producción era eficiente o ineficiente – respuestas a estas preguntas deberían esperar casi 200 años más. Fig. 9 El Tableau Économique de F. Quesnay La limitación del enfoque fisiocrático radica en argumentar que la actividad industrial es “estéril” porque no hay excedente, o valor económico por encima del costo de producción. Este enunciado es equivalente a afirmar que, bajo condiciones competitivas y rendimientos constantes a escala, las firmas no obtienen beneficios. Es paradójico que la economía moderna dé vuelta este enunciado argumentando que los beneficios nulos son una condición para la operación eficiente de un sistema de precios. idea de que sólo en las actividades agrícolas la naturaleza posibilita que el producto obtenido sea mayor que los insumos utilizados en la producción surgiendo así un excedente económico. Los fisiócratas denominaron estériles a las actividades como la manufactura o el comercio donde la producción sólo sería suficiente para reponer los insumos utilizados. 28 Quesnay, F. (1972), “Tableau Économique”, 1758-59 Editions, eds. Kuczinky, M. & Meek R.L. (MacMillan, London). 764 XXV. Externalidades Hacia el primer tercio del siglo XX, los desarrollos de la economía matemática permitieron progresar en la comprensión de los sistemas interdependientes anticipados por la teoría de Quesnay. El análisis de insumo-producto de Leontief nos permite escribir la ecología industrial 29 de una economía moderna de un modo sucinto. Por ejemplo, si x es un vector columna (nx1) igual a [x1,x2...,xn] e y es un vector de productos finales (usados para consumo, exportaciones, o nuevos bienes de capital), donde y’ es [y1,y2,...,yn]. El concepto nuevo relevante es el de “coeficiente de insumo-producto”, aij, que mide el flujo del bien i en la producción del bien j (unidades de i por unidad de j). La matriz A es una matriz nxn de coeficientes de insumo-producto aij. Además, suponemos que existe un recurso primario exógenamente dado, trabajo (L) usado en la producción. El requerimiento de trabajo por unidad de producto es bi, y el vector de requerimientos de trabajo es b’=[b1,b2,....,bn]. Dejando de lado por el momento problemas de fechar los insumos y los productos, el sistema puede ser escrito así: [1] [2] x≥Ax+y L≥b’x. Las inecuaciones [1] establecen que la producción bruta de cada bien (los componentes de x) no puede ser inferior a la cantidad que se requiere para la producción de otros bienes (Ax) más la demanda final (y). La inecuación [2] establece que los requerimientos totales de trabajo (b’x) no deben exceder a la oferta laboral (L). Consideremos ahora a éste como un modelo de ecología industrial añadiendo algunos elementos dinámicos al modelo. Siguiendo el espíritu de Quesnay, supongamos que los insumos de semillas, trabajo, etc., son invertidos en un período y cosechados en el período siguiente. Entonces nuestro sistema debe ser replanteado de la manera siguiente: [3] [4] xt ≥ Axt+1 + yt Lt ≥ b’xt+1. FranÇois Quesnay, 1694-1774 Digamos que tenemos millones de granjeros, molineros, panaderos, etc., y otros trabajadores y gente de negocios que deben tomar decisiones sobre la siembra, y otras decisiones de una manera (aparentemente) no coordinada. Las empresas y los consumidores toman sus decisiones estrictamente sobre la base de consideraciones de beneficios y de utilidad, sin un interés intrínseco en coordinarse o en tomar en cuenta el bienestar de los demás. Para simplificar, supóngase que todos los que participan en una industria tienen tecnologías idénticas con “rendimientos constantes a escala”. También supongamos que no hay “efectos externos” o 29 La Ecología Industrial (IE) es un campo interdisciplinario que se concentra en combinaciones sustentables de medio ambiente, economía y tecnología. La idea central es la analogía entre los sistemas naturales y los socio-técnicos. El término ‘industrial’ no sólo se refiere a los complejos industriales sino en forma más general a cómo los humanos usan los recursos naturales en la producción de bienes y servicios. La ecología se refiere al concepto de que nuestros sistemas industriales deberían incorporar los principios que exhiben los ecosistemas naturales. XXV. Externalidades 765 interacciones entre los agentes fuera del mercado 30 . ¿Cómo funcionará este “ecosistema”? Para las empresas que utilizan las tecnologías descriptas en [3] y [4], el vector de costos de producción en el momento t, a saber Ct, viene dado por: [5] Ct = [A’pt-1 + b’wt-1] (1+rt). En esta ecuación, p’=[p1,p2,...,pn] es el vector de precios y w es el salario por unidad de trabajo. También suponemos que a los granjeros se les aplica una tasa de interés de r por ciento por período, por los préstamos tomados –la tasa de interés refleja la productividad del capital o la “espera”. El primer término del segundo miembro representa los costos de los insumos de los distintos elementos (semillas, fertilizante, etc.) que entran en la línea de producción. El segundo corresponde a los costos laborales unitarios; y el término (1+r) convierte los costos de producción incurridos en costos del período en que son vendidos. Si hay competencia perfecta de todos los productores, el equilibrio económico tendrá lugar cuando el precio apenas alcanza a cubrir el costo medio; éste es el equivalente económico del equilibrio entre el depredador y su presa, o entre nacimientos y muertes. En equilibrio, se tendrá: [6] pt = [A’pt-1 + b’wt-1] (1+rt). Para estos precios habrá un cierto flujo de demandas, oferta, e insumos que satisfacen las ecuaciones [3], [4] y [6] en forma conjunta con las relaciones de demanda de la economía. Y aquí viene la sorpresa. Bajo las condiciones estipuladas, el equilibrio será óptimo en sentido de Pareto. “Óptimo en sentido de Pareto” significa que no podemos reacomodar a firmas, flujos, decisiones de producción, o cualquier otra cosa para reducir la cantidad de trabajo necesaria para producir el monto de bienes finales producidos. Este enunciado es uno de los resultados centrales de la teoría económica y una versión rigurosa del principio de la “mano invisible” de Adam Smith. La cualificación más importante es que no existan externalidades, por las cuales podrían entrar en divergencia los costos privados y sociales. La función clave de los mercados es su rol como mecanismos de descubrimiento del valor (o precio) y como mecanismo de aplicación. Esto es, el mercado ideal competitivo descubre el valor de los bienes para los consumidores y los costos de producción para las empresas. El papel clave lo desempeña el precio, que es el bastón y la zanahoria del mercado. Los precios óptimamente determinados son llamados “precios sombra” con el fin de indicar que representan costos y utilidades marginales y que pueden ser diferentes de los precios de mercado. 8.2 Ecología de los mercados ¿Qué nos dice esta historia idealizada sobre la ecología de los mercados? Nos informa que existe un mecanismo de coordinación que funciona por encima del nivel del organismo económico individual. Esta función la cumplen los precios, que señalizan el valor marginal de los bienes para los consumidores y los costos marginales de producción de bienes a los productores. En un mercado competitivo, no se requiere un súpercomputador o un planificador central para tratar de optimizar todo el sistema, tomando en cuenta los trillones de interacciones entre los diferentes organismos económicos, ya que el sistema de precios facilita las señales económicas adecuadas. Este resultado es un corolario sorprendente: en nuestra economía de mercado idealizada, las 30 Este supuesto inocuo es crucial para el argumento que sigue a continuación. Por ejemplo, todos los artesanos operan en sus parcelas sin interacciones tecnológicas como la contaminación de los peces o polinización de las abejas. Sólo interactúan cuando van al mercado y compran o venden la miel de las abejas o el pescado. XXV. Externalidades 766 eficiencias usuales que resultan básicas para los científicos físicos no gozan de una virtud independiente. Como ingenieros sociales dedicados a perseguir las satisfacciones humanas, no debemos inquietarnos sobre restricciones termodinámicas o eficiencia térmica o la cuantía en que estamos aumentando la entropía del universo. Estas restricciones físicas sólo serán importantes en la medida que sean incorporadas en los precios sombra de recursos determinados. En otros términos, no tiene sentido minimizar el insumo de BTU 31 (1 BTU = 1.055x103 J) en un proceso productivo; en su lugar, deberíamos minimizar los BTU luego de ponderar cada BTU por su correspondiente precio sombra. Este panegírico del mercado parece demostrar una visión Panglossiana 32 de que un mundo de mercados es el mejor de todos los mundos posibles. Pero estamos dejando de lado varias características del mundo real que arrojan dudas sobre estas conclusiones.¿Qué sucede si hay energía no renovable u otros recursos naturales que la economía está agotando? ¿Qué hay de los basureros crecientes, del agujero de ozono, y de la amenaza del cambio climático? ¿Cuál es la situación en materia de equidad de la asignación del mercado? ¿Y qué de las depresiones que han arrojado a millones de personas fuera del mercado de trabajo?¿Y las hiperinflaciones que han destrozado el valor de las monedas? Trateremos algunas de estas cuestiones. 8.3 La distribución del ingreso ¿Qué significan los mercados competitivos ideales para la distribución del ingreso? ¿Existe una mano invisible del mercado que asegure que la gente más merecedora obtenga una paga justa, o que los que trabajan duro por largas horas tendrán un estándar de vida decente? No. En realidad, los mercados competitivos no garantizan que el ingreso y el consumo van a ir a parar a los más necesitados o a quienes lo merecen más. En su lugar, la distribución del ingreso y del consumo en una economía de mercado refleja la disponibilidad inicial de talentos heredados y de riqueza, junto a una variedad de otros factores como la discriminación, el esfuerzo, la salud y la suerte. Aunque el mercado promueve la eficiencia, Adam Smith no estaba justificado al afirmar que una mano invisible dirige en forma exitosa a los individuos que buscan en forma egoista su propio interés hacia la promoción del “interés público” – si interés público significa una distribución equitativa del ingreso y la propiedad. Smith no demostró esto, ni ningún otro economista ha podido hacerlo desde 1776. 8.4 Perturbaciones macroeconómicas Por cerca de dos siglos, las economías de mercado han estado plagadas de brotes periódicos de inflación (precios crecientes) y depresión (elevado desempleo). A veces, como en la Gran Depresión de los 1930, las privaciones persistieron por cerca de una década porque los gobiernos aún no sabían como revitalizar a la economía. De estos aspectos trata la macroeconomía, descuidados hasta las contribuciones de J. M. Keynes. Hoy en día, los economistas creen que ciertas fricciones y rigideces en los mercados – en particular, debido a salarios y precios inflexibles 31 Unidad de energía inglesa. Abreviatura de British Thermal Unit. Se usa principalmente en los Estados Unidos. Ocasionalmente también se puede encontrar en documentación o equipos antiguos de origen británico. En la mayor parte de los ámbitos de la técnica y la física ha sido sustituida por el Julio, que es la correspondiente unidad del sistema internacional. Una BTU equivale aproximadamente a: 252,2 calorías; 1.055 julios; 12.000 BTU = 1 tonelada de refrigeración = 3.000 frigorías. Una BTU representa la cantidad de energía que se requiere para elevar un grado Fahrenheit la temperatura de una libra de agua en condiciones atmosféricas normales. Un pie cúbico de gas natural despide en promedio 1.000 BTU, aunque el intervalo de valores se sitúa entre 500 y 1.500 BTU. 32 Según el "paradigma panglossiano", en alusión al Doctor Pangloss, personaje con el que Voltaire caricaturizó a la filosofía de Leibniz en su novela Cándido y según el cual "todo existe necesariamente para el mejor de los fines". XXV. Externalidades 767 – están por detrás de los desvíos temporarios de la actividad económica de su potencial pleno. Las perturbaciones macroeconómicas producen probablemente pérdidas de producto muy superiores a la contaminación y a al monopolio, pero esto es un tema para tratar por separado. 9. Recursos naturales, residuos, y equidad Ahora consideremos el flujo circular de la actividad industrial con una oferta fija de energía y recursos naturales extraidos por la actividad industrial. Además, tenemos que agregar los vertederos de residuos. En este caso, ya no se trata de un sistema cerrado, porque los recursos son agotados y los residuos son progresivamente acumulados. Hasta ahora, el único factor productivo externo era el trabajo. ¿Qué sucede al incluir recursos en merma? Esta pregunta tiene una larga tradición en economía. Uno de los primeros estudios fue llevado a cabo por William Stanley Jevons, fundador de la teoría de la utilidad marginal. Jevons tenía una visión más bien optimista sobre el rol del carbón y la hulla: “Día a día nos resulta más evidente que el carbón del cual disponemos en excelente calidad y abundancia es el motivo principal de la moderna civilización material.” 33 Este punto de vista optimista contrasta con la visión sombría de Meadows et al 34 o con la evaluación del impacto sobre el cambio climático de continuar usando el carbón. ¿Esperaríamos que un sistema de mercados use los recursos naturales agotables demasiado rápidamente? En términos de precios, esto significa preguntarse acerca de si el precio de mercado de los recursos naturales ha sido fijado demasiado bajo. Esta cuestión puede ser abordada extendiendo el análisis de eficiencia y de los mercados a fin de incluir un único recurso natural. Supóngase que existe una única fuente de energía limpia, limitada y de bajo costo (llamémosla gas natural o G). Cuando G se agota, los requerimientos energéticos de la economía William Stanley Jevons (1835-1882) deben ser satisfechos mediante un recurso de alto costo, limpio y sobreabundante, a veces llamado “basckstop technology”, que podría ser la energía solar o S. Supongan que ambas formas de energía son sustitutos perfectos en la producción. Todos los mercados son perfectamente competitivos, no hay distorsiones causadas por impuestos, incertidumbre, o externalidades. Bajo estas condiciones, el mercado asignará el recurso natural escaso de manera eficiente. Lo cual implica que la cantidad del recurso escaso será asignada en cada momento y a cada 33 Jevons, W.S. (1866), The Coal Question (Rouledge, London). “Limits to Growth” es un libro de 1972 que modeliza las consecuencias de una población mundial en rápido crecimiento y una disponibilidad finita de recursos, encargado por el Club de Roma. Sus autores fueron Donella H. Meadows, Dennis L. Meadows, Jørgen Randers, y William W. Behrens III. El libro utilizó el modelo World3 a fin de simular las consecuencias de interacciones entre la Tierra y los sistemas humanos. El libro se hace eco de las preocupaciones y predicciones de Thomas Robert Malthus en "An Essay on the Principle of Population” (1798). El modelo original examinó cinco variables, bajo el supuesto de que el crecimiento exponencial describía sus patrones de crecimiento. Las variables fueron: la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y el agotamiento de recursos. Los autores se propusieron explorar la posibilidad de un patrón de retroalimentación sustentable que podría ser alcanzado cambiando las tendencias de las cinco variables. La versión más reciente fue publicada en 2004 con el título “Limits to Growth: The 30-Year Update”. Donnella Meadows, Jørgen Randers, y Dennis Meadows actualizaron y ampliaron la vrsión original. 34 XXV. Externalidades 768 categoría de demanda en su uso más valioso; ningún planificador encontrará una forma de reasignar el recurso de modo de elevar la satisfacción o consumo en algún período sin reducirlos en otro período. En otros términos, no hay manera de producir el consumo de la economía con un menor insumo de gas natural y otros recursos. Analizaremos ahora este enunciado haciendo uso de la teoría de la programación lineal. La asignación eficiente permitirá minimizar los costos descontados de los servicios energéticos sujeto a restricciones de disponibilidad. Supóngase que hay 1500 unidades de G, que la cantidad de energía requerida cada período de 25 años es 325 unidades, y que para simplificar los cálculos la tasa de descuento a 25 años respecto a los costos futuros es (1+r)-25=0.1. Finalmente, suponemos que el costo del gas es $1 por unidad en tanto que el costo de la energía solar es $6 por unidad. La asignación eficiente de recursos minimiza el valor presente de los costos de energía V: [9] V=0.10(G1+6S1)+ 0.11(G2+6S2) + 0.12 (G3+6S3)+ 0.13 (G4+6S4) + . . . + 0.1n-1 (Gn+6Sn) El requerimiento de producción es que la producción total de energía sea como mínimo igual al requerimiento de energía de cada período: [10] Gt+St ≥325, para todo t. Adicionalmente, la cantidad total de gas extraído no puede ser superior a los recursos: [11] G1+G2+ . . . + Gn ≤ 1500. Como las variables no pueden ser negativas, usando técnicas de programación lineal se obtendrá el resultado que se encuentra en Tabla 1 siguiente. Tabla 1. Producción óptima de gas natural y de energía solar y precios de eficiencia de los combustibles (por períodos de 25 años) Cantidades producidas y usadas, Costos Precios de eficiencia de los miles de millones de unidades descontados del combustibles, $ constantes por unidad Período programa óptimo, Gas Solar miles de millones Solar Gas de $ descontados 1 325 0 325.0 qs,1 ≤ 6.0 qg,1= 1.0005 2 325 0 32.5 qs,2 ≤ 6.0 qg,2 = 1.005 3 325 0 3.25 qs,3 ≤ 6.0 qg,3 = 1.05 4 325 0 0.325 qs,4 ≤ 6.0 qg,4 = 1.5 5 200 125 0.095 qs,5 = 6.0 qg,5 = 6.0 6 0 325 0.0195 qs,6 = 6.0 qg,6 ≥ 6.0 Total 1500 450 361.1895 La segunda y la tercera columnas indican el uso de combustible más barato y de la costosa tecnología backstop. No resulta extraño que el combustible más barato sea utilizado en primer término por el efecto del descuento. Cuando se agota el gas, la economía comienza a utilizar la fuente energética más costosa. Los primeros cuatro períodos usan exclusivamente el combustible de bajo costo. En el 5º período, el gas no puede abastecer todas las necesidades, luego comienza a utilizarse una mezcla de gas y energía solar. Los precios sombra pueden ser interpretados como la disminución de la función objetivo (es decir, la reducción de costos) resultante de relajar en una unidad la restricción correspondiente. En particular, examinamos el precio sombra de uno de los combustibles entregado en el futuro (y luego lo traducimos en términos de valores corrientes en lugar de valores presentes). Por ejemplo, el precio sombra del gas natural en el período 1, qg,1, es el monto en que disminuiría el costo total XXV. Externalidades 769 si se pudiera entregar una unidad adicional de gas en t=1. Si una unidad adicional de gas natural estuviera disponible en el período 1, el costo de satisfacer la demanda de energía disminuiría en $1.0005. Es de notar que los precios sombra del gas natural crecen a través del tiempo (en pesos constantes en el momento de entrega). Los precios sombra parecen un engendro extraño en nuestra economía ecológica. Pero como lo señaló Kantorovich a fines de los 1930, los precios sombra desempeñan un rol crucial al ayudar a determinar una asignación eficiente de recursos en una economía planificada. De hecho, un plan óptimo no puede ser separado de sus precios. Demostró que si los consumidores y las empresas tomaran sus decisiones sobre la base de precios sombra, los planificadores podrían descentralizar completamente las decisiones económicas más importantes. Veamos ahora cómo sería la solución de mercado. Las restricciones son las mismas que antes, pero se alteran los criterios de quienes toman decisiones. En una economía de mercado, los recursos energéticos son de propiedad de los individuos o de las empresas, y los mantienen bajo su control o los utilizan según los precios que esperan prevalezcan en el futuro. Para simplificar supondremos que el futuro es conocido con certidumbre. Luego la energía solar tiene un precio de oferta de $6; no habrá oferta a un precio inferior pero sí un monto indefinidamente grande a ese precio. En el caso del gas natural, la decisión es un poco más complicada. Los propietarios del gas pueden a) Leonid Vitaliyevich Kantorovich (1912-1986) venderlo a un precio de mercado igual a pg,t, que les Premio Nobel de economía 1975 proporciona un rendimiento de pg,t – 1 (donde 1 es el costo de extracción del gas), o b) retener el gas por un período y realizar una ganancia de capital. Definamos la regalía como el ingreso neto, ρg,t = pg,t –1. La condición de equilibrio para el propietario del gas es la siguiente: [12] Tasa de retorno de mantener el gas desde el período t al (t+1) = ( ρg,t+1 – ρg,t) / ρg,t = Tasa de retorno sobre los activos alternativos = Rt donde Rt es la tasa de retorno en el período de tiempo relevante (digamos que es la tasa de interés). [12] señala que los propietarios de gas lo mantendrán en el subsuelo sólo si esperan que el valor neto del gas aumente menos que la tasa de interés. Si la regalía creciera menos que la tasa de interés, todo el gas sería vendido. Luego, para que se venda algo de gas pero no todo el gas, la regalía debe crecer exactamente según la tasa de interés 35 . 35 Éste es el contenido de la conocida “regla de Hotelling” que define el sendero de precio neto como una función del tiempo, al maximizar la renta temporal de extraer un recurso natural no renovable. La renta máxima también es conocida como renta de Hotelling o renta de escasez, y constituye la máxima renta que puede obtenerse al reducir el stock del recurso. Esta es una regla muy simple que establece que, si P(t) es el beneficio unitario en el momento t y δ es la tasa de descuento, P’(t)/P(t) = δ. Este resultado muestra que bajo condiciones de explotación eficiente de un recurso no renovable ni aumentable, el cambio porcentual del precio neto por unidad debe ser igual a la tasa de descuento a fin de maximizar el valor presente del recurso capital a lo largo del período de extracción. Esta renta económica es una renta extraordinaria, dado que surge en una situación en la cual el propietario del recurso tiene libre acceso al recurso. Luego, la renta del recurso debe ser igual al precio sombra del recurso natural o capital natural. Este concepto también ha sido aplicado a recursos biológicos y otros recursos renovables. XXV. Externalidades 770 Lo que ello implica para el precio del gas es que, si el precio en el período 1 es 1.0005, la regalía será 1.0005-1=0.0005. En el período siguiente, la regalía será 0.0005x(1+r)25 = 0.0005x10=0.005 y el precio será, por consiguiente, 1.005. Todavía más, en el período en que el gas se agota y la energía solar aparece en el mercado energético, el precio del gas será igual a 6. Como vemos, la trayectoria de precios es la misma que los precios de eficiencia generados por un uso eficiente del recurso. 10. Externalidades: contaminación Hemos visto que mercados que funcionen en forma correcta serán capaces de asignar los recursos naturales agotables de manera eficiente. Lo mismo se aplica a otros tipos de recursos naturales, como las tierras agrícolas, los bosques, los minerales no combustibles, el arsénico, los metales pesados, entropía negativa, y así sucesivamente. Pero este resultado no se extiende mucho más allá. Por ejemplo, no se extiende a las externalidades, que aparecen cuando las empresas o la gente imponen costos o beneficios a otros por afuera del mercado. La noción de externalidad es complicada y puede ser comparada útilmente con un bien económico normal. Las transacciones del mercado involucran el intercambio voluntario en que la gente intercambia bienes por dinero. Cuando una firma compra un recurso escaso como la tierra, el petróleo, o trigo, compra el bien de su poseedor, que resulta plenamente compensado por el costo incremental de producción del bien. Pero hay varias interacciones que tienen lugar fuera del mercado. La Firma A vuelca un químico de alta toxicidad en un arroyo y contamina el arroyo para la gente que pescaba o nadaba aguas abajo. La Firma A usó la escasa agua pura sin pagar a la gente cuya agua ha sido contaminada y ha generado una deseconomía externa. La Firma B inventa un microprocesador que se puede clonar de manera fácil; logra captar una parte del retorno social de su actividad de invención, pero acarrea amplios beneficios a los consumidores en forma de precios más bajos y servicios mejorados. En ambos casos, una firma ha beneficiado o perjudicado a gente fuera de las transacciones de mercado; es decir, ha existido una transacción económica sin un pago económico. La existencia de externalidades genera un defecto fundamental del mecanismo de mercado. Con externalidades, los mercados proveen señales incorrectas a las empresas y a los consumidores y dan lugar a precios y productos ineficientes. En general, los mercados producen demasiado de aquellos bienes que provocan deseconomías externas y muy poco de bienes que producen economías externas. Remedios para las externalidades. Como la contaminación y otras externalidades dan lugar a ineficiencias, a los gobiernos se les requiere con frecuencia corregir esta falla del mercado. Virtualmente todas las soluciones eficientes involucran la “internalización”, que implica enfrentar a los que toman decisiones con los costos o beneficios sociales totales de sus acciones. Un ejemplo es la responsabilidad legal, donde alguien que ha dañado a otros puede ser obligado a compensar por los daños a las partes afectadas. Los remedios gubernamentales más difíciles y controvertidos entran dentro del área de los controles ambientales. En su mayor parte, los gobiernos han utilizado mecanismos de “comando y control”, instruyendo a los que contaminan a dejar de practicar o controlar ciertas actividades. Los estudios económicos indican que estas aproximaciones pueden ser enormemente ineficientes 36 . A causa de la ineficiencia de estos enfoques, los economistas han enfatizado la utilidad de enfoques por “incentivos” o de “mercado” a las externalidades. Según este enfoque, el generador de la externalidad se enfrentaría a impuestos o subsidios por externalidades de manera que la señal de precio reflejaría el costo o beneficio social total que se produciría en un mercado no regulado con externalidades. 36 Tietenberg, T. (1988), Environmental and Natural Resource Economics (Scott Foresman, Glenview, IL), 2nd edition, encontró que las regulaciones de comando y control pueden resultar varias veces más costosas que una estrategia regulatoria eficiente. XXV. Externalidades 771 El resultado destacable es que, si se aplica el impuesto o subsidio apropiado a la externalidad, un mercado dará lugar a un resultado eficiente. La existencia de externalidades implica que el sistema de mercados deja de ser eficiente en el sentido de Pareto, ya que los precios no recogen las valoraciones marginales de los agentes que se ven afectados por la presencia de los efectos externos. Se produce así una situación de falla de mercado, lo que abre la puerta a la intervención del sector público a fin de contrarrestar la eficiencia. Las principales soluciones propuestas a los problemas de externalidades son: La asignación de los derechos de propiedad Las externalidades se caracterizan por una situación en la que no están bien definidos los derechos de propiedad. Por ejemplo, en una habitación cerrada los fumadores generan una externalidad negativa sobre los no fumadores al hacerles respirar el humo de los cigarros. Sin embargo, si, por ejemplo, los derechos de propiedad sobre el aire están asignados a los no fumadores, fumadores y no fumadores podrían negociar sobre el nivel de humo, de tal modo que los fumadores compensaran a los no fumadores por las molestias del humo del tabaco. Esta es la idea que subyace tras el Teorema de Coase (1960): “Si la información es perfecta y no existen costos de transacción asociados a la negociación, la asignación de los derechos de propiedad permite internalizar el efecto externo y alcanzar la solución eficiente en el sentido de Pareto.” K. Arrow (1970) propuso como mecanismo de asignación la creación de un mercado de derechos de propiedad. Impuestos y subsidios: Fijación, por parte del sector público, de impuestos (caso de externalidad negativa) o subsidios (caso de externalidad positiva) que reflejen la valoración marginal de los efectos externos y permitan su internalización. Esta solución fue propuesta por Pigou (1920), por lo que este tipo de impuestos habitualmente es conocido como impuestos pigouvianos. Esta solución al problema de la contaminación es elegante e intelectualmente satisfactoria, pero así como ha generado excitación entre legisladores ha tenido una fría recepción entre los físicos. El único ejemplo práctico de impuestos a las externalidades lo constituye el impuesto sobre los clorofuorocarbonos 37 , aprobado en 1989. Estos impuestos son cobrados en proporción al potencial de agotamiento del ozono de diferentes elementos químicos y deben satisfacer un test de costo-efectividad como estrategia de control. Una propuesta importante en el área de cambio climático han sido los impuestos al carbono, que tienden a ecualizar los costos marginales de abatimiento en distintos usos como una estrategia para reducir el calentamiento global. Un impuesto al carbono es un impuesto sobre emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Es un ejemplo de un impuesto a la contaminación, en cuyo caso algunos economistas están a favor porque grava un “mal” más que un “bien” (como el ingreso). El “impuesto al carbono” es un impuesto directo sobre el dióxido de carbono, generado como 37 El clorofluorocarburo, clorofluorocarbono o clorofluorocarbonados (denominados también CFC) es cada uno de los derivados de los hidrocarburos saturados obtenidos mediante la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro principalmente. Debido a su alta estabilidad físico-química y su nula toxicidad han sido muy usados como líquidos refrigerantes, agentes extintores y propelentes para aerosoles. Fueron introducidos a principios de la década de los años 1930 por ingenieros de General Motors, para sustituir a materiales peligrosos como el dióxido de azufre y el amoniaco. La fabricación y empleo de CFC fueron prohibidos por el protocolo de Montreal, debido a que los CFC destruyen la capa de ozono. Sin embargo, pese a ello, la reciente producción de CFC repercutirá efectos negativos sobre el medio ambiente en las próximas décadas. El mecanismo a través del cual atacan la capa de ozono es una reacción fotoquímica: al incidir la luz sobre la molécula de CFC, se libera un átomo de cloro con un electrón libre, denominado radical Cloro, muy reactivo y con gran afinidad por el ozono, rompiendo la molécula de éste último. La reacción es catalítica, se estima que un sólo átomo de cloro destruye hasta 30.000 moléculas de ozono. El CFC permanece durante unos dos años en las capas altas de la atmósfera donde se encuentra el ozono. XXV. Externalidades 772 resultado de la combustión de combustibles fósiles, entre otros. Si el impuesto al carbono fuera igual al costo social del carbono, sería un ejemplo perfecto de un impuesto de Pigou. A causa de su vinculación con el calentamiento global, a veces se supone que un impuesto al carbono requiere un esquema administrado a nivel internacional. Empero, esto no es necesario. La Unión Europea consideró un impuesto al carbono que abarcaba a todos sus estados miembro antes de comenzar con el intercambio de emisiones en 2005. Inglaterra introdujo en forma unilateral un rango de impuestos al carbono y de aranceles para acompañar el sistema de intercambio de emisiones de la Unión Europea. Fíjense que los sistemas de intercambio de emisiones no constituyen un impuesto de Pigou porque implican la creación de derechos de propiedad. Empero, tanto los impuestos como los permisos intercambiables fijan un precio para las emisiones, el mismo para todas las partes involucrsadas. Luego, las metas de reducción de emisiones se consiguen a costo mínimo. La intención de un impuesto al carbono es reducir las emisiones de dióxido de carbono y consiguientemente desacelerar el cambio climático. Puede implementarse gravando la quema de combustibles fósiles – hulla y carbón, productos del petróleo como las naftas y el combustible usado por los aviones, y el gas natural – en proporción a su contenido de carbono. Regulación El sector público establece normas legales que fijen el nivel óptimo de producción o de consumo en presencia de externalidades. Mecanismos de compensación La aplicación de impuestos y subsidios, así como de la regulación, plantea problemas ya que exige del sector público conocer la valoración marginal de los efectos externos por parte de los agentes. Surge así un problema de revelación de preferencias, ya que los agentes podrían tener incentivos para mentir sobre su valoración marginal de los efectos externos. Por otra parte, la asignación de derechos de propiedad y la negociación sobre los mismos pueden dar lugar a comportamientos estratégicos que impidan alcanzar la solución competitiva. Por ello, se plantea la utilización de teoría de los juegos a fin de diseñar mecanismos de compensación que permitan alcanzar la solución eficiente, al hacer que los agentes revelen su verdadera valoración marginal de los efectos externos. Externalidades y medio ambiente Las externalidades se dan con frecuencia en actividades relacionadas con el medio ambiente, en casos en los que los derechos de propiedad no están bien definidos. Un ejemplo clásico es la contaminación del aire o el agua. Las soluciones que se aplican en la realidad suelen comprender tanto los impuestos y los subsidios como la regulación. La asignación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero de acuerdo al Protocolo de Kyoto es un ejemplo de asignación de los derechos de propiedad. Bonos de carbono Los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero). El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. La transacción de los bonos de carbono —un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono— permite mitigar la generación de gases invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido. Mientras que algunos lo llaman “mecanismo de descontaminación”, el término es considerado por otros como un error dado que se han ideado para intentar reducir los niveles de dióxido de carbono, o CO2, pero el dióxido de carbono no es un gas contaminante sino que, muy lejos de ello, es la base fundamental de la vida vegetal y, por tanto, de la vida animal XXV. Externalidades 773 sobre el planeta. Sin CO2, no existiría vida en la Tierra. Las reducciones de emisiones de GEI se miden en toneladas de CO2 equivalente, y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera, y puede ser vendido en el mercado de carbono a países Anexo I (industrializados, de acuerdo con la nomenclatura del protocolo de Kyoto). Los tipos de proyecto que pueden aplicar a una certificación son, por ejemplo, generación de energía renovable, mejoramiento de eficiencia energética de procesos, forestación, limpieza de lagos y ríos, etc. En un esfuerzo por reducir las emisiones que provocan el cambio climático en el planeta, como el calentamiento global, los principales países industrializados -a excepción de Estados Unidos que es el caso más emblemático, ya que, habiendo ratificado la UNFCCC en 1992, no se encuentra alcanzado por las restricciones cuantitativas a las emisiones de GEI establecidas en el Protocolo, por no haberlo ratificado - han establecido un acuerdo que establece metas cuantificadas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el 2012, el Protocolo de Kyoto. Para cumplir se están financiando proyectos de captura o abatimiento de estos gases en países en vías de desarrollo, acreditando tales disminuciones y considerándolas como si hubiesen sido hechas en su territorio. Sin embargo, los críticos del sistema de venta de bonos o permisos de emisión, argumentan que la implementación de estos mecanismos tendientes a reducir las emisiones de CO2 no tendrá el efecto deseado de reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, como tampoco el de reducir o retardar la subida de la temperatura. Según el estudio de Wigley, 1999, la implantación del Tratado de Kyoto cumplido por todos los países del mundo, incluidos los Estados Unidos, causará una reducción de 28 partes por millón (ppm) para 2050, o reducirá la temperatura predicha para ese año en 0,06 ºC, o sino retrasará la fecha en que debería cumplirse el aumento dicho en 16 años. ¿Un nuevo idilio ecológico? Pese a todas las dificultades que surgen al implementar la fijación de precios por las externalidades, la lógica de estos aranceles es que convierten a la economía en el equivalente económico de un sistema ecológico cerrado. Al asegurarse que todos los costos y beneficios tienen precio, se restablece el flujo circular cerrado de la economía. El sistema internalizado permite nuevamente extraer la máxima satisfacción humana con recursos humanos limitados y con los recursos naturales disponibles. Al cerrarse el círculo, la economía internalizada no necesita realmente cerrar el ciclo físico conectando a los vertederos de basura con los recursos energéticos. En otros términos, no se requiere reciclar toda la basura o incinerar toda la bazofia: sería un derroche exigir emisiones cero o 100% de reciclaje. No es necesaria ninguna inteligencia sobrehumana, o Gosplan 38 o EPA 39 que organice los componentes y aplique directivas a las firmas y a los consumidores. Si las externalidades más importantes pudieran ser corregidas (una condición muy fuerte), entonces las zanahorias y los bastones de los beneficios y pérdidas harán por las sociedades humanas lo que hará un proceso Darwiniano de selección natural para los ecosistemas. 11. Análisis económico de las emisiones de dióxido de sulfuro El SO2 (dióxido de sulfuro) es producido por los volcanes y en diversos procesos industriales. Como el carbón y el petróleo a menudo contienen componentes sulfurosos, su combustión genera dióxido de sulfuro. La ulterior oxidación de SO2 –habitualmente con la presencia de catalizadores 38 El Gosplan (ruso: Госпла́н) era el comité para la planificación económica en la Unión Soviética. La palabra Gosplan es una abreviatura de Gosudarstvennyi Komitet po Planirovaniyu (ruso: Государственный комитет по планированию), Comité Estatal de Planificación. Una de sus principales tareas era la elaboración de los planes quinquenales. 39 La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (comúnmente conocida como EPA por sus siglas en inglés, algunas veces USEPA) es una agencia del gobierno federal de Estados Unidos encargada de proteger la salud humana y proteger el medio ambiente: aire, agua y suelo. XXV. Externalidades 774 como el NO2, da lugar a H2SO4 formando lluvia ácida. Ésta es una de las mayores preocupaciones en lo que se refiere al impacto ambiental del uso de estos combustibles como fuentes energéticas. Entre sus usos puede mencionarse su rol como conservante: a veces el dióxido de sulfuro es utilizado para los duraznos secos y otras frutas secas a raíz de sus propiedades antimicrobiales. Cuando es así usado, es denominado E220. El preservante es utilizado para mantener la apariencia del fruto e impedir su putrefacción. Su presencia le otorga al fruto un gusto químico especial. En la industria de los vinos, el dióxido de sulfuro es un compuesto muy importante, y es calculado como partes por millón en el vino. Sirve también como antibiótico y antioxidante, protegiendo al vino del deterioro de las bacterias y la oxidación. El sulfuro de dióxido es responsable de que se especifique en las etiquetas “contiene sulfitos”. Los vinos que tienen una concentración por debajo de 10 ppm no requieren esta especificación en los Estados Unidos y según las leyes europeas. El límite superior de SO2 permitido al vino es de 350 ppm en los Estados Unidos. En la Unión Europea es del 160 ppm para los vinos tintos y 210 ppm para los blancos y los rosados. Para bajas concentraciones, el SO2 es prácticamente indistinguible en el vino, pero si la concentración se ubica por encima de 50 ppm el SO2 se hace evidente tanto al olfato como al paladar. SO2 también es muy importante en los servicios sanitarios de una vinería. Las vinerías y sus instalaciones deben ser mantenidas muy limpias, y como no es posible el uso de lavandina, habitualmente se utiliza una mezcla de SO2, agua y ácido cítrico para limpiar los conductos, los tanques, y otro equipamiento para mantenerlos limpios y libres de bacterias. El sulfuro de dióxido constituye también un buen reducidor. Usando agua, el sulfuro de dióxido es capaz de decolorar sustancias. También es utilizado para reducir la lavandina en los papeles y otros materiales delicados como la ropa. Este efecto de lejía normalmente no dura demasiado tiempo. El oxígeno de la atmósfera vuelve a oxidar los teñidos reducidos, restableciendo el color. El dióxido sulfúrico también es usado para fabricar ácido sulfúrico. El ácido sulfúrico es tóxico en grandes cantidades. Como se condensa con facilidad y con una elevada temperatura de evaporación, el dióxido de sulfuro es un candidato para los refrigeradores. Antes del desarrollo de los freones, el dióxido de sulfuro era utilizado en las heladeras hogareñas. El dióxido de sulfuro es un solvente versátil inerte que ha sido usado ampliamente para oxidar la sal. Ocasionalmente, se lo utiliza como una fuente en el grupo sulfonyl de la síntesis orgánica. El dióxido de sulfuro actúa como un ácido. Su inhalación da como resultado respiración laboriosa, tos y/o una garganta seca que puede causar un daño pulmonar permanente. Cuando se lo mezcla con agua y en contacto con la piel, puede tener lugar la congelación. En contacto con los ojos, puede resultar que se pongan rojos y doloridos. El Acta de Enmienda del Aire Puro 1990 fijó el primer programa también de gran escala que descansó en permisos negociables de emisión – llamados “concesiones” en dicho programa. El fin del programa fue disminuir la lluvia ácida reduciendo las emisiones de dióxido de sulfuro de las plantas eléctricas de generación a la mitad del nivel que tenían en 1980, comenzando en 1995. Resulta una experiencia importante en materia ambiental y como un experimento tipo de la política medio-ambientalista. 11.1 ¿Qué sucedió con el programa de lluvia ácida? La lluvia ácida se produce cuando el SO2 y los óxidos de nitrógeno (NOx) reaccionan en la atmósfera formando ácidos sulfúricos y nítrico, los que luego caen a la Tierra, en ocasiones a miles de km de sus fuentes, bajo la forma ácidos húmedos o secos. En USA, el precursor dominante de la lluvia ácida es el dióxido de sulfuro que emana de las plantas de energía a carbón en el nordeste y el centro-este. En estas emisiones se concentró el programa de lluvia ácida creado por el Enmienda de 1990. Se creó un techo para las emisiones de SO2 de las plantas de generación eléctrica, a ser implementado en dos fases. En la fase 1995-1999, las emisiones anuales agregadas producidas por las 263 unidades de generación amplias más sucias deberían situarse por debajo de un techo. A partir de 2000, virtualmente todas las plantas de XXV. Externalidades 775 generación nuevas o existentes con combustible fósil estarían sujetas a un límite estricto sobre las emisiones anuales agregadas. En ambas fases, a los propietarios de las unidades afectadas se les dio un cierto número de permisos comerciables, llamados “concesiones”, que seguirían en cada año reglas que dependerían de las emisiones históricas y del uso de combustibles. Cada concesión le permite a su tenedor emitir una tonelada de SO2. Todos los años, la EPA subasta un pequeño número de concesiones, cuyos ingresos son reembolsados a las empresas eléctricas en proporción a su asignación de concesiones. Las nuevas unidades afectadas deben comprar concesiones de las unidades ya existentes o de la EPA. Cada unidad de generación debe entregar a EPA concesiones válidas que cubran las emisiones de cada año dentro de los 30 días de terminar el año o, en caso contrario, incurren en severas penalidades. Las concesiones pueden ser compradas o vendidas sin restricciones a fin de cubrir emisiones en cualquier parte del continente de USA. Permitir que las concesiones pudieran ser libremente comerciadas sería una política de óptimo primario si y solamente si las emisiones en cualquier lugar de USA tuvieran el mismo daño marginal – lo cual no sucede. Empero, un comercio sin restricciones podría ser juzgado como una respuesta razonable de second best a la preocupación de que de otra manera el mercado podría ser muy estrecho si los costos marginales de abatimiento están inversamente correlacionados con los daños marginales. En tal caso, las reducciones marginales tenderán a realizarse en los lugares de bajo costo y daño elevado en equilibrio. Reducciones amplias de las emisiones del oriente central, podrían, de hecho, ser satisfechas, aunque se carece un análisis formal de esta propiedad. Una concesión puede ser usada el año en que es emitida o “bancada” para ser usada el año siguiente. En los 1990, los analistas predijeron precios de las concesiones de alrededor de $250-350 por tonelada en la fase I y de $500-700 en la fase II. El programa de lluvia ácida representa un desvío importante de la tradición de “comando y control” que rigió en forma tradicional la política ambiental de USA y otras partes del mundo. Este enfoque tradicional implicaba prescribir determinados métodos de abatimiento, como el de los “estándares ingenieriles”, o tasas máximas de emisión, llamados “estándares de performance”, para una clase particular de contaminantes de fuentes de emisión. En 1971, por ejemplo, la EPA anunció una tasa máxima de emisión de SO2 (expresada en libras de sulfuro por millón de BTU o combustible quemado) para las nuevas unidades de generación que quemaban carbón. Restricciones adicionales de emisión – que variaban sustancialmente según su carácter estricto o no – fueron aplicadas a las unidades existentes bajo los Planes de Implementación del Estado, sin imponer límites sobre las emisiones totales. En contraste, el enfoque de oermisos comercializables se concentra sobre las emisiones totales, más vinculadas en forma directa con los daños ambientales. El gráfico adjunto despliega información histórica sobre el precio de las concesiones en 1995 y antes, o actuales. Los círculos de la figura muestran los precios de equilibrio (precios de subasta reducidos que ganaron la puja). 11.2 ¿Cuánto costó? XXV. Externalidades 776 Se estima que el costo total (anualizado) de reducir las emisiones en 3.9 millones de toneladas en 1995 ascendió a unos U$S 726 millones. (Todos los costos incluyen costos de capital anualizados, así como los incrementos, si los hubo, de costos de operación y de combustible). Lo cual representa un promedio de U$S187 por tonelada de reducción de emisiones. O unos U$S 210 por tonelada promedio si las emisiones reducidas, sin incurrir en costos, son excluidas del total. 11.3 ¿Por qué han sido tan bajos los precios de las concesiones? Gran parte de la teoría de los primeros años de comercio de concesiones radicó en reparar que los precios de las concesiones en la etapa fase temprana serían sólo de U$S100, cerca de la mitad de lo que se esperaba unos años antes. Debe notarse que las decisiones de conformidad debían ser tomadas antes de comienzos de 1995. Muchas empresas de electricidad suscribieron contratos a largo plazo por carbón de sulfuro en el período 1991-94 a precios que reflejaban sus expectativas por la fase I. 11.4 ¿Qué se aprendió? Por mucho tiempo los economistas han argumentado que el uso de permisos comerciables es una alternativa superior a la regulación ambiental de comando-y-control 40 . El programa de lluvia ácida de los Estados Unidos demuestra que este argumento es correcto en la práctica. No solamente permitió reducir las emisiones de SO2, sino que lo hizo en tiempo, sin discusiones legales generales, y a costos más bajos que los proyectados. Es importante observar que pocos programas ambientales de comando-y-control han tenido éxito en todas estas dimensiones. Considerando al programa de lluvia ácida como un experimento más general de la política ambiental, es demasiado temprano como para inventariar todas las lecciones que ha dejado. Pero podemos mencionar, entre las principales, las siguientes: 1) se aprendió que los programas a gran escala de intercambio de permisos pueden operar más o menos como están descriptos en los manuales; es decir, pueden garantizar la reducción de emisiones y permitir a emisores maximizadores del beneficio reducir el costo total de cumplimiento con las normas. 2) Se puede esperar que un programa de permisos negociables, dé lugar a sorpresas y a una adaptación eficiente a las sorpresas producidas en otros rincones de la economía. Aquí la gran sorpresa fue la rápida expansión del área de mercado de carbón del Powder River Basin 41 y el retraso en reconocer este cambio condujo aparentemente a sobreinversión y a excesos en el abatimiento de las emisiones. Pero el mercado reaccionó a la información contenida en los precios de las concesiones, y fueron canceladas varias órdenes por algunos purificadores que remueven las impurezas del gas de carbón. Resulta inimaginable que un régimen de comando-y-control se adapte de forma tan sensible a un evento exógeno de tal importancia. 3) Mercados eficientes y competitivos para la negociación de concesiones pueden tomar un cierto tiempo para desarrollarse, y esta velocidad puede ser sensible a algunos elementos de diseño del programa. Por ejemplo, las subastas de concesiones que la EPA debía realizar parecen haber facilitado tanto el descubrimiento de precios como el desarrollo del mercado de concesiones. Uno 40 Tietenberg, Thomas H., Emissions Trading: An Exercise in Reforming Pollution Policy, Washington, Resources for the Future, 1985. 41 El Powder River Basin es una región al sudeste de Montana y al nordeste de Wyoming que tiene un tamaño de alrededor de 120 millas de este a oeste y 200 millas de norte a sur, conocida por sus depósitos de carbón. En 2007, el Powder River Basin sólo produjo 396 millones de toneladas de carbón, más que el doble de la producción de West Virginia, y más que toda la región de los Appalaches. XXV. Externalidades 777 puede probar con subastas más amplias y con un diseño distinto, pero sólo la experiencia con nuevos programas permitirá resolver este punto. 4) Nada sugiere en la legislación que los programas de permisos negociables sean la varita mágica para resolver cualquier problema medioambiental a un costo despreciable. Está claro que no sería posible usar un programa de permisos negociables para tratar, por ejemplo, con una fuente aislada de emisiones tóxicas que tendría solamente efectos locales, ya que no habría suficientes participantes para constituir la función de un mercado. 12. Ecologismo de mercado Según comenta Wikipedia, en un artículo ardoroso pero que tiene mchos elementos de verdad, el ecologismo de mercado es una posición del ecologismo que sostiene que el mercado libre, los derechos de propiedad privada y la responsabilidad civil proporcionan las mejores herramientas para preservar la salud y la sustentabilidad del medio ambiente. Sus tesis principales son: a) que un bien natural pueda ser bien privado o de usufructo privado provocaría un estímulo económico para su conservación y renovación, y b) que la responsabilidad privada permitiría delimitar más claramente las esferas de derechos y obligaciones particulares a la hora de resolver conflictos ambientales. Algunos economistas ven a los problemas ambientales como derivados de las fallas del mercado. En cambio, los ecologistas de mercado libre argumentan que los problemas ambientales surgen a causa de: a) las leyes que rigen los derechos de propiedad que no logran proteger adecuadamente o definir los derechos, y b) las leyes que rigen los reclamos extracontractuales de clases o de individuos que proporcionan inmunidad a los contaminadores frente a las reclamaciones extracontractuales, o interfieren con las reclamaciones de tal manera que sea difícil de sostenerlas legalmente. Sobre esta base, consideran que la mejor manera de proteger el medio ambiente es cambiar las leyes que rigen los derechos de propiedad y los reclamos extracontractuales para que esas leyes ya no sufran de los defectos que generan en personas y empresas incentivos perjudiciales para no proteger el medio ambiente. Algunos economistas ecologistas tradicionales enumeran los supuestos defectos de la economía de mercado como ser la sobreexplotación de los recursos de propiedad común; la sobrecontaminación; muy poca limpieza de lo contaminado; y el excesivo consumo. En respuesta a estas preocupaciones, los economistas que prefieren el enfoque ecologista de mercado sostienen que: La sobreexplotación se produce en la medida de la falta de incentivos de propiedad para el cuidado de los bienes, y que este efecto de la colectivización ocurre en la medida de la multiplicidad de la propiedad (Tragedia de los comunes). La sobreexplotación reduce el valor intrínseco y de venta de los bienes, cuyo efecto es más claramente percibido por los distintos propietarios o a través de la copropiedad limitada. La propiedad y el mercado, al contrario, provocarían un incentivo para una explotación racional y sustentable que incremente el valor del bien. La contaminación se produce cuando y en la medida en que a las víctimas les ha sido impedido u obstaculizado el ejercicio de responsabilidad civil para la restitución de dicha agresión. Las autoridades legislativas y judiciales han tendido a favorecer a las industrias pesadas por encima de las acciones de individuos en nombre de los "bienes públicos" y el "bien común". En cambio, la responsabilidad sobre externalidades podría determinarse de forma más justa y lógica sobre la base de los derechos de propiedad. La limpieza de la contaminación también se produce naturalmente en un mercado libre, porque la reducción del valor negativo de una propiedad es una ganancia neta, una vez más conduciendo a un mayor valor intrínseco y de venta, por tanto, de comerciabilidad. El consumo excesivo es un concepto viciado, porque se asume que los recursos son no-renovables. El mercado, a través de la oferta y la demanda, regula el consumo ajustándolo en función de la oferta. Por ejemplo, si un recurso se convierte en más escaso, su valor aumenta y, por tanto, también su costo. Esto obliga a los consumidores a reorientar sus compras hacia sucedáneos que tienen recursos más abundantes en oferta. Además, el mayor valor de mercado de los recursos crea un incentivo para crear más de los productos básicos, y permite un mayor gasto en hacerlo. En el ecologismo de mercado existen varias corrientes, pero son especialmente notables los coasianos (que proponen el comercio supranacional de carbono), los ecolibertarianos, y los anarquistas de mercado (que se oponen al comercio de carbono por ser una industria gubernamental). Entre los ecologistas de mercado, los hay radicales y/o heterodoxos. El anarquismo de mercado sostiene que las zonas contaminadas y deterioradas son aquellas públicas o estatales, es decir donde la responsabilidad se diluye: los bienes XXV. Externalidades 778 naturales cuando son públicos no son mantenidos o renovados por nadie y nadie se responsabiliza por ellos. En contraste, los bienes privados tendrían responsables específicos a cargo de su mantenimiento. Sostienen que la legislación estatal medio-ambiental es contraproducente y es parte del problema al fortalecer los privilegios y la irresponsabilidad de ciertos sectores 42 . 12.1 Ambientalismo de libre mercado El Ambientalismo ha tomado un renovado fervor que constituye, tal vez, la amenaza más grande a la libertad individual en el siglo XX. Mientras observamos la caída del comunismo alrededor del mundo, la economía dirigida y de controles está viva y le está yendo muy bien bajo el disfraz de la protección al medio ambiente. Las acciones de los intereses ambientales tienen un efecto muy grande, no sólo en el público americano, sino que también en el resto del mundo, debido al crecimiento de los problemas «globales». El ambientalismo, tal y como se practica en USA, es principalmente un movimiento elitista. Debido a que virtualmente todos están a favor del aire, del agua y de la tierra limpia, la mayoría de las personas están dispuestas a sacrificar racionalmente algo de su bienestar material para lograr beneficios ambientales. El interés especial del ambientalismo, sin embargo, ha seguido un programa en donde la consecución de un medio ambiente límpido a cualquier costo es prioridad número uno. Ya no es suficiente, por ejemplo, limpiar los basureros al punto de minimizar los peligros a la salud. Bajo los nuevos reglamentos federales los sitios peligrosos deben ser limpiados técnicamente al punto de que el agua en esos lugares sea más limpia que el agua potable clorificada. Lo que asusta de este panorama es que las demandas ambientales están siendo respaldadas cada vez más por una gran influencia política. Las demandas ambientales se han traducido efectivamente en regulaciones federales, estatales y locales muchas de las cuales son francamente absurdas. Por ejemplo: Los Ángeles está en proceso de prohibir las cortadoras de césped con motor de gasolina, y los tradicionales asados en el patio trasero; Denver se encuentra en vías de prohibir la quema de leña para estufas; Vermont ha prohibido la venta de aire acondicionado en los autos nuevos; Maine está tratando de prohibir los Tetrapaks, recipientes de jugo que son tan populares porque no necesitan refrigeración; y Minnesota ha prohibido los recipientes de espuma plástica comprimida usados por restaurantes como McDonalds. Pero esto sólo es la punta visible del témpano de hielo. El precedente para este tipo de regulaciones es toda una madeja de legislación federal que regula virtualmente todos y cada uno de los recursos ambientales y naturales que uno se puede imaginar. Hay una Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua, la ley del aire limpio, la ley del agua limpia, la ley de residuos peligrosos, la ley de la planificación de los bosques, la ley de las especies en peligro, etc.. Tan sólo en el mes de octubre de 1990 el Congreso votó las enmiendas a la Ley del Aire Limpio que pretenden reducir drásticamente elementos que se creen son responsables por la lluvia ácida, el «smog» urbano y el consumo de ozono a un costo para el público de 35 a 50 mil millones de dólares. Los ambiciosos objetivos de los grupos de presión del medio ambiente han sido logrados a través de efectivas campañas públicas, aprovechándose del miedo y de las emociones. Los problemas ambientales se presentan de forma apocalíptica. Cada día se informa sobre nuevas amenazas a la salud o al bienestar, o que los viejos peligros son peores de lo que se creía. Con el factor miedo y el emocionalismo asociado, ha habido una tendencia creciente y dominante a que la gente piense que «el gobierno debería hacer algo». La actitud prevaleciente acerca del ambientalismo es que el gobierno debe administrar, ser propietario o proteger nuestros recursos de los egoístas y avaros explotadores. Y así que, a pesar de la imagen de la nación como un estado democrático y capitalista, el medio ambiente es un área en donde no hay democracia. Como se mencionó anteriormente, hay una historia extensa de regulaciones, mandatos y controles que afectan a los recursos naturales. El gobierno 42 “Se puede lograr una reconciliación entre la economía y el medio ambiente usando las instituciones de la primera para alcanzar las metas del segundo. Puede expresarse esto de otra forma, como una solución cooperativa al problema de la contaminación ambiental. Es decir, podemos solucionar los problemas de la contaminación confiando en los mismos comportamientos y motivaciones que dan lugar al crecimiento y desarrollo económicos.” (Walter Block, economista y anarquista del mercado). XXV. Externalidades 779 federal es el terrateniente más grande en los Estados Unidos, propietario de aproximadamente 30% del total de las tierras. Esta confianza en las instituciones del Estado existe, a pesar de que el gobierno ha demostrado tener tremendos problemas en llevar a cabo su papel de custodio. Por ejemplo: En 1988 el Parque Nacional de Yellowstone fue objeto de la atención mundial debido a sus tremendos incendios forestales. Los fuegos no pudieron controlarse en gran parte debido a disputas políticas internas en el Servicio de Parques Nacionales sobre lo que era apropiado con respecto a la «administración natural». El resultado final para el medio ambiente fueron millones de hectáreas de tierras salvajes destruidas innecesariamente o severamente dañadas. De manera similar, el Departamento de Administración de Tierras Internas ha sido severamente criticado por sus políticas de pastura y minería por medio de las cuales otorga derechos a particulares por una fracción de su valor de mercado. El Servicio Forestal ha sido atacado por sus ventas de madera bajo el costo en las cuales los contribuyentes han subsidiado la tala de los bosques nacionales. El Servicio de Pesca y Vida Salvaje ha manejado mal la conservación de especies en peligro al permitir el contagio de enfermedades entre los últimos especímenes. A pesar de eso, no existe un alto a las regulaciones ambientales. El hombre promedio aún cree que la única forma de proteger los recursos es confiarlos al gobierno, sigue Wikipedia. Es irónico que esto continúe pasando en tiempos en que los sucesos mundiales han dado un vuelco radical: con la caída del comunismo a nivel mundial, podemos observar cada vez más los impactos devastadores de las economías dirigidas y de controles. Los países del bloque oriental y la Unión Soviética tienen unas de las peores condiciones ambientales en el mundo. Polonia, Hungría y lo que era antes Alemania Oriental y Checoslovaquia se consideran áreas de desastres ambientales; son los más contaminados de todos los países industrializados. De acuerdo a grupos ecológicos occidentales, sus ríos, tierras y bosques están tan contaminados que muchos están biológicamente muertos, sin posibilidades de recuperación sin ayuda. Las condiciones son tan malas que los checos solían bromear acerca de que el antiguo gobierno comunista era el único que practicaba la guerra química a su propia gente. En varias áreas se han repartido máscaras de gases de uso militar, incluyendo a Ucrania, para proteger a los residentes de las emanaciones tóxicas. Uno de los periódicos de Washington, D.C., reportó hace poco que el espectáculo de lagos, ríos y ciudades crónicamente contaminados es lo que ha inspirado a millones de rusos y a muchas comunidades siberianas a demandar el derecho de manejar sus propios asuntos. El recién elegido primer ministro adjunto de Rusia, cuya carrera política se inició con la campaña de salvar el Lago Baikal, uno de los lagos más grandes del mundo, ha dicho «El uso eficiente de los recursos es posible sólo cuando aparece un dueño real de los recursos. En tanto las decisiones que afectaban el futuro de Siberia eran tomadas por algún burócrata en Moscú, el mal manejo era inevitable». Es difícil creerlo pero los políticos occidentales necesitan aprender esta importante lección del político ruso: Que los recursos naturales necesitan «dueños» para poder prosperar. Un gran número de los problemas ambientales de Estados Unidos surgen del hecho de que muchos de sus recursos son propiedad común es decir, muchos recursos de aire, agua y tierras son propiedades en conjunto de «todas las gentes del estado». Cuando existe la tenencia en común, surge la condición de que ninguna persona se toma la responsabilidad de cuidar el recurso. Todos asumen que otra persona lo hará, o simplemente no les importa lo que pase. Nada de esto ocurre debido a malas intenciones. Es simplemente parte de la naturaleza humana. Vemos ejemplos de esto bajo miles de aspectos de la vida diaria. Los dueños de casa cuidan mejor su propiedad que los que alquilan, no necesariamente porque les importe más, sino porque en ellos recae la responsabilidad de un mal mantenimiento. Si el techo necesita reparación, los dueños lo componen para proteger sus pertenencias. Pero en una casa alquilada, el inquilino no posee incentivos para efectuar este desembolso financiero. Si al dueño no le interesa proteger su propiedad, tiene más sentido para el inquilino cambiarse a otra casa que efectuar una reparación costosa que le traerá pocos beneficios a largo plazo Analogías similares se aplican a autos arrendados y autos privados. Las personas cuidan bien de sus propias piscinas pero no de las piscinas públicas o los lagos; las personas pasean a sus perros en parques públicos, pero no en sus jardines. La gente tira latas de aguas gaseosas y palomitas de maíz en los pisos de las salas de cine, pero usualmente no en sus propias salas. La diferencia entre esas situaciones es la propiedad. Cuando las personas son dueñas de propiedades, tienen incentivos para cuidarlas. Esto no quiere decir que necesariamente lo harán pues siempre podemos encontrar un dueño de casa que deja que XXV. Externalidades 780 su propiedad se estropee. Sin embargo, tiene el incentivo de cuidarla. El dueño de la propiedad abandonada acarreará con los costos de su mal mantenimiento cuando venga el tiempo de vender la casa. Al formular una política nacional en la cual todos son co-propietarios de los recursos, le estamos dando a la gente poco incentivo para que cuiden apropiadamente tan valiosos recursos. Necesitamos, como dijo el primer ministro ruso, «dueños» detrás de los recursos. Veamos unos ejemplos de cómo funciona esto. Elefantes africanos. En los últimos 10 años, la población de los elefantes africanos ha disminuido de 1.5 millones a menos de 500,000. Kenya ha perdido ¾ partes de su población paquiderma desde 1981. Pero al considerar los números globales estamos omitiendo importantes hechos. El número de elefantes está decreciendo en el centro y el Oriente de Africa, pero no en los países del Sur como Botswana, Zimbabwe, Sud Africa y Namibia, en donde los elefantes están incrementándose. En Zimbabwe, por ejemplo, la manada de más o menos 50,000 ha crecido 5% anualmente. Ahí el gobierno otorgó a las comunidades de campesinos el derecho de cazar y pueden vender este derecho. Como resultado, la población tiene interés en la salud de la población de elefantes. También tienen incentivos para administrar los elefantes para la cacería, lo que es tremendamente más lucrativo que la caza ilegal del comercio de marfil. La cacería promedio proporciona $25,000, en la cual el elefante es el trofeo principal. El valor del marfil es de sólo $4,000. Debido al valor turístico de la caza, los dueños privados protegen sus manadas de los cazadores ilegales y de enfermedades, de la misma forma en que los granjeros protegen su ganado doméstico. En contraste, Kenya ha escogido combatir la caza con leyes de protección de los elefantes, prohibiendo la cacería. En lugar de otorgar derechos de propiedad, el enfoque de propiedad colectiva continúa. Como resultado, la cacería ilegal ha proliferado con la ayuda de sobornos a los guardias de los parques y a funcionarios del gobierno. Sin incentivos ni derechos sobre los elefantes, los campesinos no tienen interés en protegerlos. Al contrario, el incentivo para cazarlos ilegalmente se acentúa pues es la única forma en que los nativos pueden beneficiarse de la fauna salvaje. Añadiéndose a la ineficiencia de este enfoque, el año pasado el gobierno quemó ceremoniosamente $3,000 millones de dólares en colmillos como ejemplo para instar a otros gobiernos a sumarse a la prohibición internacional del comercio del marfil. Desafortunadamente, tales prohibiciones han demostrado ser ineficaces una y otra vez. Se puede establecer una comparación con el rinoceronte negro, cuyo cuerno es muy valioso. A pesar de la prohibición de su comercio, su población ha continuado en descenso estrepitosamente, excepto en Zimbabwe en donde algunos existen en ranchos privados. Este razonamiento no sólo se aplica a bienes de consumo concretos o a la vida salvaje. También funciona para conservar recursos ambientales valiosos como playas, riberas, bosques y parques. En la medida en que el gasto público expande el límite mediante el cual se proporcionan estos bienes de forma pública, más y más oportunidades surgen para proveer estos bienes de forma privada. Las personas están dispuestas cada vez más a pagar por las playas privadas para escapar de las condiciones congestionadas y deterioradas de las públicas. Los propietarios de playas privadas pueden limitar el número de personas y ofrecer una diversidad de servicios que satisfacen las diferentes necesidades de sus clientes. De modo que la esencia del enfoque de libre mercado al ambientalismo son los derechos de propiedad. Al estructurar leyes y regulaciones que proporcionan derechos de propiedad sobre los recursos, podemos alentar la custodia del medio ambiente. Una gran parte de la belleza de este enfoque es que anima a las personas a proteger voluntariamente el ambiente, no porque se les vaya a multar o a coaccionar sino por interés personal. Y todos nos beneficiamos de las inversiones en la conservación o protección del medio ambiente que hacen los particulares. 13. El informe de Nicholas Stern La “Stern Review on the Economics of Climate Change” es un extenso reporte (700 páginas) emitido en Octubre de 2006 por el economista Nicholas Stern para el gobierno británico, que discute los efectos del cambio climático y del calentamiento global sobre la economía mundial. Aunque no se trata del primer informe sobre el calentamiento global, ha resultado significativo como el más ampliamente conocido y discutido. Sus principales conclusiones son que se requiere XXV. Externalidades 781 la inversión de un 1% anual de PBI a fin de evitar los peores efectos del cambio climático, y que el fracaso puede poner en riesgo hasta un 20% del PBI global. Stern sugiere que el cambio climático amenaza con ser el mayor y más amplio fracaso del mercado jamás visto, e incluye consejos acerca de aplicar impuestos medioambientales para minimizar las alteraciones económicas y sociales. Afirma, por ejemplo, que “nuestras acciones en las próximas décadas pueden crear alteraciones de la actividad económica y social, hacia fines del presente siglo y en el próximo, a una escala similar que la que tuvieron las dos guerras mundiales y la depresión económica de la primera mitad del siglo 20.” La Stern Review ha sido criticada por algunos economistas, que sostienen que Stern no ha considerado los costos más allá del 2200, que utilizó una tasa de descuento incorrecta para realizar sus cálculos, y que desacelerar en forma significativa el cambio climático requerirá de recortes de emisiones por todos lados. Otros economistas han sostenido el enfoque de Stern o argumentado que resultan razonables las estimaciones, aún si los métodos por medio de los cuales llega a los mismos están sujetos a críticas. En Julio de 2005 el Ministro de Hacienda, Gordon Brown, anunció que había solicitado a Sir Nicholas Stern realizar una revisión mayor de la economía del cambio climático para comprender de forma más exhaustiva la naturaleza de los desafíos y de cómo podían ser enfrentados, en el Reino Unido y en el mundo. La Stern Review puso énfasis en la necesidad de una acción urgente a fin de mitigar el cambio climático. Las críticas desfavorables han sido variadas. Richard Tol, un ambientalista y economista del IPCC, mantiene que “...Stern siempre elige en forma consistente el escenario más desfavorable. Sobreestima haciendo caso omiso de una porción significativa de casos relacionados con el o los datos que puedan contradecir esa posición, contabiliza en forma duplicada los riesgos y subestima los resultados que pueden tener el desarrollo y la adaptación.” William Nordhaus criticó la Review por sus supuestos sobre la tasa de interés: “Las conclusiones de la Review Sir Nicholas Stern (1946- ) sobre la necesidad de acciones extremas inmediatas no sobrevivirán al cambio de los supuestos sobre descuento por otros más consistentes con los observados en los mercados hoy. Luego permanecen abiertas las cuestiones centrales sobre la política de calentamiento global – a saber cuánto, cuán rápidamente y a qué costo. La Review informa pero no responde a estas cuestiones fundamentales.” La cuestión central del debate económico alrededor de la Stern Review se refiere al procedimiento de descuento utilizado para evaluar el flujo de costos y beneficios en el futuro. Hay tres motivos que son argumentados usualmente para aplicar un menor valor al consumo futuro que al consumo presente: Los niveles de consumo serán más elevados en el futuro, luego la utilidad del consumo adicional será inferior; Los niveles de consumo futuro son inciertos; El consumo futuro debería ser descontado simplemente porque tiene lugar en el futuro y la gente prefiere en general el presente al futuro (descuento inherente). XXV. Externalidades 782 El debate sobre la Review se concentró inicialmente sobre el tercero de estos puntos. Estudios previos de William Nordhaus y otros habían adoptado tasas de descuento inherentes de hasta el 3 por ciento, lo que implicaría (caeteris paribus) que un costo o beneficio medioambiental que tenga lugar 25 años en el futuro tendrían un valor igual a la mitad que hoy. Stern argumentó que el descuento inherente es técnicamente no apropiado. Su punto de vista recibió el apoyo de Brad DeLong que escribió: “Mi visión – que admito puede ser errónea – es que somos impacientes en el sentido de que valoramos al presente y al futuro cercano mucho más que al futuro distante, pero no debería ser así.” Pero fue criticado por Hal Varian y Partha Dasgupta. La diferencia entre las estimaciones de Stern y las de Nordhaus pueden ser explicadas en buena parte (aunque no completamente) por la diferencia de enfoque al tratar el descuento inherente. Los partidarios y opositores al enfoque de Stern han usado comparaciones con tasas de retorno sobre el capital a fin de justificar sus posiciones. La tasa elegida por Stern está próxima a la tasa de interés real de los bonos del gobierno. Las tasas más elevadas preferidas por sus críticos están más próximas al costo promedio ponderado del capital para la inversión privada. La diferencia entre ambas está determinada por la prima sobre el capital de las sociedades. No existe una teoría generalmente aceptada que tenga en cuenta la magnitud observada de la prima sobre el capital de las sociedades, luego no hay una manera sencilla de determinar cuál de ambos enfoques debería ser considerado como el patrón de comparación del mercado. 13.1 Resumen de las principales conclusiones 1) Todavía se está a tiempo de evitar los peores impactos del cambio climático, si a partir de ahora mismo son adoptadas las acciones necesarias. 2) El cambio climático podría tener un impacto muy serio sobre el crecimiento y el desarrollo. De no tomarse acciones para reducir las emisiones, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera podría duplicar el nivel pre-industrial hacia 2035, comprometiendo un incremento global promedio de la temperatura superior a 2ºC. En un plazo más largo, existe un 50% de probabilidad de que el aumento de la temperatura exceda los 5ºC. Este incremento es el cambio de temperatura registrado desde la última Edad de Hielo. Todos los países serán afectados. Es esencial adaptarse al cambio climático – es decir, dar pasos para ganar en resistencia y minimizar los costos – ya que no resulta posible evitar el cambio climático que tendrá lugar en los próximos veinte o treinta años. 3) Los costos de estabilizar el clima son altos pero manejables; las demoras serán peligrosas y mucho más costosas. Los riesgos de los peores impactos del cambio climático pueden reducirse en forma sustancial si los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera pueden ser estabilizados entre 450 y 550 ppm de equivalente CO2 (CO2e). Hoy en día el nivel corriente es de 430 ppm CO2e y está creciendo en 2 ppm por año. La estabilización dentro de este rango requiere que las emisiones se sitúen al menos un 25% por debajo de los niveles actuales hacia 2050, y tal vez mucho más. Una estimación de los costos anuales de lograr estabilizar entre 500 y 550 ppm CO2e está alrededor de 1% si comenzamos hoy mismo a tomar las decisiones involucradas. Los costos podrían reducirse si se producen mejoras importantes de la eficiencia, o si hay fuertes beneficios conjuntos (derivados por ejemplo de una reducción de la contaminación del aire). Los costos podrían ser superiores si la innovación en tecnologías con bajo contenido de carbón es más lenta que lo esperado o si los políticos fracasan en adoptar los instrumentos económicos que permitan reducir las emisiones. Ya resultará muy difícil y costoso lograr estabilizar en 450ppm CO2e. Si nos atrasamos, se habrá perdido la oportunidad de estabilizarnos en 500-550ppm CO2e. 4) Todos los países deben intervenir en la acción por el cambio climático. Esta acción no tiene por qué limitar las aspiraciones al crecimiento de los países ricos o pobres. XXV. Externalidades 783 5) Existe un rango de opciones para recortar las emisiones; una política de acción deliberada es requerida a fin de motivar su aprensión. El cambio climático es el mayor fracaso del mercado que el mundo haya presenciado jamás, e interactúa con otras imperfecciones de mercado. Se requiere de tres elementos de política para una respuesta global efectiva: el primero es el precio del carbón, implementado mediante impuestos, negociación o regulación. El segundo es una política para promover la innovación y el desenvolvimiento de tecnologías de bajo contenido de carbón. Y el tercero es una acción para eliminar barreras a la eficiencia energética, e informar, educar y convencer a los individuos sobre lo que pueden hacer para responder al cambio climático. 6) El cambio climático requiere una respuesta internacional, basada en un entendimiento mutuo de los objetivos de largo plazo y el acuerdo sobre bases para la acción. Varios países y regiones ya están adoptando acciones: la Unión Europea, California y China se encuentran entre aquellos con políticas más ambiciosas que reducirán las emisiones de GEI. La UN Framework Convention on Climate Change y el Protocolo de Kyoto sientan una base para la cooperación internacional, junto a otras compañías y enfoques. Pero aún se requiere una acción más ambiciosa alrededor del mundo. Elementos clave de los futuros marcos internacionales serían los siguientes: • Comercio de emisiones: expandir y vincular el número creciente de esquemas de comercio de emisiones a lo largo del mundo es una manera poderosa de promover reducciones que sean costo-efectivas de las emisiones y de que los países en desarrollo puedan participar. Metas importantes en los países ricos podrían llevar flujos por decenas de miles de millones cada año a fin de apoyar la transición hacia senderos de desarrollo con bajo contenido de carbón. • Cooperación tecnológica: la cooperación formal e informal puede acelerar la efectividad de las inversiones en innovación a lo largo del mundo. El sostenimiento de la I&D energética debería duplicarse por lo menos, y el sostenimiento para el despliegue de nuevas tecnologías de bajo carbón debería al menos quintuplicarse. • Acciones para reducir la deforestación: la pérdida de bosques y selvas naturales a lo largo del mundo contribuye más a las emisiones globales de cada año que el sector transporte. Reducir la deforestación es una forma que es altamente costo-efectiva para reducir las emisiones; programas piloto a gran escala para explorar las mejores maneras de hacerlo deberían estar disponibles muy rápidamente. • Adaptación: los países pobres son los más vulnerables al cambio climático. Es esencial que el cambio climático esté plenamente integrado con la política de desarrollo, y que los países ricos honren sus compromisos de incrementar su apoyo por medio de asistencia técnica en el exterior. El financiamiento internacional también debería apoyar mejorar la información regional sobre los impactos de cambio climático, y la investigación en nuevas variedades de cosechas más resistentes a la humedad y las inundaciones. 13.2 Las dudas de Christopher Bliss Bliss subraya que, si bien la Review de Stern admite incertidumbre con respecto al futuro, esta incertidumbre está expresada mayormente como incertidumbre cuantitativa asociada al tamaño del PBI. No se refiere, por cierto, a la incertidumbre cualitativa que surge de la alteración tecnológica del patrón de vida. Lo cual recuerda lo expresado por Tom Schelling en su Discurso Presidencial de 2002 a la American Economic Association: “Aunque tengamos estimaciones confiables del cambio climático en distintas regiones del mundo, todavía existirá incertidumbre sobre el tipo de mundo que tendremos dentro de 50, 70 o 100 años a partir de ahora. Imaginemos XXV. Externalidades 784 que estuviéramos en 1900 y se proyectara el cambio climático asociado con un incremento de la temperatura media de 3ºC en 1992. ¿Sobre qué tipo de mundo superpondríamos un cambio potencial del clima vagamente descripto, o aún una descripción específica del clima en todas las estaciones del año, incluso para nuestro único país? No habría manera de evaluar el impacto del clima cambiante sobre los viajes aéreos, las comunicaciones electrónicas, la construcción de rascacielos, o el valor de los bienes raíces de California. Muchos de nosotros trabajábamos al aire libre; la esperanza de vida era de 47 años (ahora es de 75); grosso modo una quinta parte de nosotros vivía en ciudades con más de 50,000 habitantes. Anticipando el automóvil podríamos habernos preocupado acerca de si la mayor humedad y la temperatura más seca podría traer aparejado más o menos barro, sin darnos cuenta que las rutas nacionales terminarían totalmente pavimentadas. La evaluación de los efectos sobre la salud carecería de los antibióticos o la inoculación. Y en contraste con la mayoría de las preocupaciones contemporáneas con la imagen popular de veranos más cálidos por venir, pienso que habríamos estado más preocupados con los inviernos más templados, las últimas escarchas de otoño y el deshielo temprano en primavera.” El punto científico de la Review que más llama la atención es el elevado nivel de reabsorción de carbono que se plantea. Se afirma que la estabilización de largo plazo de la concentración atmosférica de carbón es posible, a pesar del crecimiento económico mundial enorme y continuo. El documento involucra varias proyecciones científicas, mezclando proyecciones de largo plazo, a veces hasta fines de este siglo, o hasta el siguiente, bajo la idea central de que se requiere una acción extremadamente urgente. Pese al estrellato académico de Stern, éste no es un estudio académico, sino un documento intensamente político, que propone y justifica un programa de control de emisiones a nivel Thomas Schelling (1921- ) mundial. Se argumenta que los costos de no hacer nada son Premio Nobel de Economía 2005 masivos, mientras que los costos de tratar el fenómeno son modestos. La modelización económica está armada para sostener este caso. El documento no contiene ningún análisis de sensibilidad. Pasando a aspectos más técnicos, la Review está basada en un análisis costo-beneficio. Por consiguiente maximiza una función de bienestar social, como la siguiente: [1] ∑t ∑i U(cit) donde t es el período de tiempo e i un índice de los individuos que viven en t. He fijado la tasa de descuento de la utilidad en cero. Stern la fija igual a 0.001, igual a la probabilidad de extinción, pero que es igual a cero por aproximación. El objetivo [1] no es necesariamente utilitarista en el sentido de que U mide útiles gozados por distintas personas. Puede ser que U mida la valuación relativa del Tesoro de Inglaterra de consumos de las distintas partes. Lo que interesa es que todas las generaciones son tratadas en forma simétrica, y que la curvatura de U mide la aversión del Tesoro de Inglaterra a la desigualdad, tanto dentro como entre generaciones. Este enfoque no es el estándar, porque no hay una tercera sumatoria sobre los distintos estados del mundo ponderados por sus probabilidades. Luego veremos la forma en que Stern trata a la incertidumbre. A veces la Review utiliza un caso especial de [1], a saber [2] ∑t ∑i log(cit) XXV. Externalidades 785 Esta función de bienestar implica que el consumo adicional que es necesario proporcionar a Bill Gates a fin de que éste tome $1 de consumo de un pobre agricultor Indio, es igual a la relación entre el consumo de Gates y el consumo del agricultor. Lo cual representa una moderada animadversión a la desigualdad. Asimismo, si todos los ingresos per capita crecieran al 2% por año durante los próximos 50 años, los incrementos marginales de ingresos de los próximos 50 años serán valuados en una tercera parte del mismo cambio marginal en 2057. Lo cual implica que la protección de ingresos en el futuro distante medio, pagada por las generaciones presentes, debe resultar muy efectiva. Stern argumenta que esta prueba se cumple. La Review argumenta que los cambios marginales como los anteriores no son materia de la economía del cambio climático. Sin embargo, los experimentos mentales marginales sirven para docimar la plausibilidad de una función objetivo. Stern ha sido ampliamente criticado por elegir los supuestos más pesimistas de un menú de posibilidades. Por ejemplo, su prognosis favorita es mucho más funesta que la de las Naciones Unidas (IPCC). Una justificación posible de este procedimiento es que los peores resultados tienen suficiente probabilidad asociada como para justificar calcular cualquier posibilidad de estos resultados como verosímil. Bliss denomina a este enfoque el de la Compañía de Seguros que es muy similar. La destrucción de una casa no asegurada por el fuego es un desastre tan grande que uno está dispuesto a pagar un premio considerable para evitarlo, aunque la probabilidad de un incendio sea minúscula. Stern argumenta a favor de un principio precautorio. Las probabilidades son sólo adivinanzas. Bliss afirma: en caso de que el resultado desastroso sea más probable que lo que parece, tratémoslo como si fuera prácticamente cierto. Bliss comenta que, antes de la publicación de la Stern Review, su posición era de lo más pesimista. El cambio climático es un problema real y amplio, y Bliss piensa que prácticamente nada puede hacerse al respecto. El cambio climático es un enorme problema global del Dilema del Prisionero, y la deserción conjunta parece resultar el único equilibrio posible. Cuando apareció la Stern Review, Bliss se dijo a sí mismo: “Con seguridad Nick comprende el problema del Dilema del Prisionero.” Y así es: la Review es muy consciente del dilema del Prisionero, pero su discusión no es tan aguda como se podría esperar. Hay una referencia a cambiar el clima de pensamiento, de modo que países y votantes resulten más conscientes de sus responsabilidades colectivas. También se menciona a la teoría de los juegos repetidos, y hay una leve discusión de las estrategias de castigo y de sus problemas. Pero recurrir a la teoría de los juegos repetidos es problemático: El problema de calentamiento global es diferente de la versión repetida del Dilema de los Prisioneros en, al menos, los siguientes aspectos: Si se piensa que cada ronda del juego es un año de políticas, luego cada año cambia el juego. El stock de CO2 en la atmósfera se altera, y los proyectos de inversión de largo plazo (a más de un año) están, en parte, terminados. En realidad, el juego no es de información plena y conocimiento común. Los jugadores no hacen una simple elección bimodal: (Cooperar, No cooperar). Pueden elegir un amplio rango de acciones, no cooperando hasta el nivel deseado. Y pueden operar con disimulo y hacer trampas. Los sistemas de castigo en este tipo de juegos son difíciles. El mismo castigo de no cooperar a pequeña escala no resulta creíble. Luego los jugadores egoístas irán siempre en forma directa hacia el nivel de provocación de la no cooperación. El protocolo de control de emisiones de la UE careció al principio de efectividad porque los gobiernos nacionales engañaban descaradamente. Comercio de carbón La Stern Review está a favor del Comercio de Carbón como una manera eficiente de reducir las emisiones a mínimo costo. Su implementación descansa en dos sistemas simples, a saber: XXV. Externalidades 786 A los emisores existentes se les asigna permisos de emisión, proporcionales, pero a un nivel más reducido que sus emisiones existentes. Si los emisores existentes no pueden recortar sus emisiones en la magnitud necesaria, deben comprar certificados en un mercado mundial de derechos de emisión. Lo mismo sucede con cualquiera que desee instalar una nueva planta emisora. Todos los certificados que permiten un derecho de emitir GEI deben ser adquiridos de una agencia internacional que subastará el número correcto de certificados para congelar las emisiones mundiales al nivel apropiado. El primer esquema premia a los antiguos emisores con relación a las nuevas empresas. El segundo deposita ingentes sumas de dinero en manos de un organismo internacional. ¿Cómo serán desembolsados estos fondos? ¿Servirán a los países pobres para pagar sus emisiones, o serán empleados como ayuda al desarrollo? Transferencia, burocracia y política El control de emisiones, en particular con respecto al comercio de carbón, da lugar a la posibilidad de transferencias sustanciales a los países más pobres. La Stern Review aboga por la asistencia a gran escala de los países ricos a los países pobres a fin de permitir que éstos puedan adaptarse. Esto puede plantear situaciones políticas delicadas. Imaginen a un político populista exclamando: “¿Por qué deberíamos permitir que los impuestos pagados por mis pobres votantes sean usados por chinos que duermen en colchones de plumas, dadas sus repetidas violaciones a los derechos humanos?” Todo esquema de comercio de carbón necesita ser vigilado a fin de asegurar que una emisión ilícita de CO2 no tenga lugar. Esto podría requerir una enorme burocracia internacional, que traerá aparejadas posibilidades ilimitadas de discusión y de fricción. ¿Cuáles serán las últimas penalidades? La Stern Review menciona casos de cooperación internacional exitosa en el caso de la proscripción de químicos que reducen el ozono. Pero éste es un caso relativamente sencillo. ¿Qué se puede decir del Tratado de no-Proliferación Nuclear, que ha sido minado por la falta de conformidad desde sus inicios, y ahora se está disolviendo ante nosotros? Otra amenaza: el proteccionismo En la Unión Europea se oyen voces que preguntan cómo es posible que a las exportaciones de países emergentes se les permita el acceso a los mercados de esa Unión, cuando la producción de sus exportaciones es más contaminante que la de los países europeos que compiten con los mismos productos. Costos de Estabilización del Carbón Hay dos aspectos de la Stern Review que parecen notablemente optimistas: La concentración de carbón puede ser estabilizada en tanto que continúa el crecimiento económico, y las emisiones permanecen positivas (aunque a un nivel mucho más reducido). Ello depende de la reabsorción natural. Se menciona a los bosques. Pero sólo el crecimiento neto de los bosques implica absorción. ¿Cómo puede ser éste un proceso que continúe en el tiempo? Una pregunta similar surge con relación a la absorción por los océanos del mundo. Llama la atención que el costo de estabilización sea extremadamente bajo – 3% del PBI en el extremo superior. La Review no justifica esta estimación. Menciona diversas tecnologías, habla sobre la reducción de costos como resultado de la experiencia, y cita algunos estudios externos. Costos y Beneficios El reciente rápido crecimiento económico en Brasil, China, India y otros países ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza. Lo que se ha venido considerando no pone en riesgos estas ganancias. El crecimiento ha sido un medio efectivo de XXV. Externalidades 787 reducción de la pobreza, allí donde, en general, la ayuda internacional no lo fue. La ayuda transfiere dinero a los gobiernos, que son típicamente ineficientes y corruptos. La Review propone un tipo diferente de ayuda internacional, que implica costos pagados en particular por los ricos actuales en beneficio de la gente pobre futura. No se requieren transferencias monetarias directas. Algunos problemas muy grandes no resultarán afectados por las acciones sobre el calentamiento global. Aunque el control de las emisiones sea de particular importancia para el África subSahariana (SSA), ese control no ha de resolver las condiciones catastróficas de la región SSA. Y si la subasta de permisos de emisión produjera grandes transferencias monetarias a SSA, ello podría inhibir su crecimiento económico, porque las transferencias tienen el mismo efecto que la abundancia de recursos. Conclusiones La Stern Review es un documento impresionante. Si como opina Bliss es correcto tratarlo como un documento político, se trata del documento político con más referencias académicas que haya sido visto jamás. El informe descansa fuertemente en el principio del seguro para justificar la urgencia de la acción. Sus conclusiones benignas con relación a costos y beneficios dependen fuertemente de estimaciones sorprendentemente bajas de los costos involucrados. ¿Puede suceder así? El argumento resulta que “saca las manos de encima” en cuestiones de implementación. El recurso a la teoría de los Juegos Repetidos es poco fiable. Y no es enfrentada la necesidad aparente de una enorme burocracia internacional. 14. Evidencia empírica adicional La siguiente información está incluída en James Hansen, “Climate Tipping Points: The Threat to the Planet”, Illinois, Feb. 2008. 14.1 Temperaturas anómalas superficiales (2007-2008) (ºC). Base 1951-1980 XXV. Externalidades 788 14.2 Temperatura media anómala superficial (ºC) (2001-2007). Base 1951-80. Media global 0.54 14.3 Pérdida de masa de Groenlandia XXV. Externalidades 14.3 Áreas cubiertas por agua 789 XXV. Externalidades 14.4 100 ciudades más grandes del mundo 790