Resumen - Universidade de Vigo

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PEREIRA DOMÍNGUEZ, C. y VALERO IGLESIAS, L. F. Cine
y educación social. Reflexiones de la película Babel en un mundo
globalizado. En CID, X. M. y PERES, A. (Eds.) (2007).
Educación Social, Animación Sociocultural y Desarrollo
Comunitario. Universidade de Vigo. Universidade de Tras-osMontes e Alto Douro Sociedad Iberoamericana de Pedagogía
Social. Imprime Gráficas Galegas. pp. 793-801. ISBN- 978-848158-349-6
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Resumen
CINE Y EDUCACIÓN SOCIAL. REFLEXIONES DE LA PELÍCULA BABEL EN
UN MUNDO GLOBALIZADO
Carmen Pereira Domínguez. Universidad de Vigo
Luis Fernando Valero Iglesias. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona
La película Babel cuestiona, una vez más, nuestra existencia en un mundo global
en donde todo está interrelacionado. Evoca el viejo concepto de la torre de Babel y sus
implicaciones actuales: las identificaciones erróneas, los malentendidos y las
oportunidades fallidas, esas manos invisibles que guían nuestras vidas, en definitiva, el
destino de una existencia cuyo destino principal queda lejos de nuestras manos mientras
perseguimos pequeñas y limitadas metas.
Se narra de forma sabia y exquisita la realidad de nuestra aldea global y cómo es
preciso aceptar un nuevo paradigma que interprete la sociedad actual en donde el
conocimiento es esencial y el cine, séptimo arte, una expresión inequívoca de la realidad
de la globalización. Que favorezca la vuelta al ser humano, fundamental, social y
solidario. Que no nos sintamos atrapados por una falsa civilización basada
exclusivamente en lo tecnológico.
Babel, de Alejandro González Iñárritu (USA-México, 2006), nos induce a
sumergirnos, dentro de un contexto de educación social, por las tramas que ofrece la
globalidad, en especial, a reflexionar si vivimos con las reliquias de un mundo
condenado o con los presagios de un mundo por nacer. Así como a buscar y aceptar al
otro, estar abierto a él, comprender que el sentido de nuestra vida depende más de lo
humano que del poder de la tecnología.
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CINE Y EDUCACIÓN SOCIAL. REFLEXIONES DE LA PELÍCULA BABEL EN
UN MUNDO GLOBALIZADO
Carmen Pereira Domínguez. Universidad de Vigo
Luis Fernando Valero Iglesias. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona
Lo mejor de Babel fue que empecé rodando una película acerca de las diferencias que separan
a los seres humanos, las barreras físicas y el idioma, pero en el camino me di cuenta de que
estaba haciendo una película acerca de lo que nos une, el amor y el dolor. Es muy posible que
lo que hace feliz a un marroquí y a un japonés sea muy diferente, pero lo que nos hace sentir
mal es lo mismo para todos. (González Inárritu, 2007)
1. A modo de introducción. Ahondar en nuestra forma de ser humanos
Nuestra respuesta quizás se acerque a nuestro habitual trabajo de reflexión e
investigación sobre la animación sociocultural y a nuestra dedicación a la formación de
futuros educadores sociales. (Ortega, 1999; Pérez Serrano, 2003; Caride, 2005 y Sáez y
García Molina, 2006)
En esa formación es fundamental profundizar en lo que es una determinada cultura y en
la globalización como un aspecto y dimensión que está definiendo y mediatizando, cada
vez con más fuerza, todo cuanto acontece. Por supuesto, la economía, el comercio, el
poder político-militar…, pero también la cultura, con la amenaza de imponer las de las
sociedades materialmente más ricas y poderosas y anular las otras, a pesar de toda su
riqueza humana, que no está en relación directa con su situación material-tecnológica.
Y también, en un aspecto fundamental, en la formación del educador o de la educadora
social: toda persona, incluso la aparentemente más pobre y necesitada, nos puede
aportar y enriquecer con su relación. Y tiene derecho a ser aceptada y comprendida a
partir de su cultura.
Con la posibilidad que nos ofrece este Congreso de Pedagogía Social (SIPS), de tratar
“Animación sociocultural y globalización”, era casi inevitable elegir la película Babel y
plasmar nuestras reflexiones sobre ella. Parecía estar cantado.
Difícilmente podíamos dejar pasar la ocasión de volcarnos en un filme reciente y
magnífico que profundiza -constituyendo una aparente paradoja- en el crecimiento de la
incomunicación en un mundo globalizado, pues no hay duda que:
- Somos personas amantes del cine, con el que disfrutamos y del que hacemos uno de
nuestros principales nutrientes culturales, aquello que nos permite ahondar en
nuestra forma y sentido de ser humanos.
- Somos docentes, que utilizamos asiduamente el cine para hacer vibrar a nuestro
alumnado, profunda y humanamente, en realidades sociales y, de ese modo, iniciarle
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en su futuro profesional. (Pereira: 2005; Pereira y Valero: 2006 y Gutiérrez, Pereira
y Valero, 2006)
Aproximarnos a Babel nos ha llevado a:
- Advertir y hacer ver en el estudiante cómo nuestras culturas nos inducen a percibir a
los de otras como inferiores; menos personas, diferentes y alejadas de
nosotros, cuando tenemos mucho en común. (Touriñán y Santos, 1999; García
Canclini, 2004 y Cobo, 2005)
- Destacar cómo la riqueza-pobreza material no está en relación directa con la calidad
humana.
- Reflexionar sobre la necesidad de no dejarnos dominar por una tecnología que nos
encierra en nosotros mismos y nos vuelve débiles y frágiles, a pesar del aparente
poder que nos proporciona.
- Comprender que la globalización nos relaciona, pero también nos hace más
dependientes, más vulnerables y más distantes.
- Imponernos la obligación de humanizar nuestras sociedades, de modo que podamos
encontrarnos con otras sin que esa relación se convierta en nociva…
Volviendo a la frase del Director que inicia este escrito, que queremos convertir en el
hilo conductor de toda esta comunicación, nos recuerda las palabras de El Mercader de
Venecia y las que se leen en El Pianista (Polanski, Francia-Alemania, 2002), cuando
toda la familia se encuentra en la estación de tren a punto de ser deportada, y también
en To be or not to be, y que parecen estar llamadas a ser un alegato permanente contra
el racismo y la discriminación:
“¿No tiene ojos un judío? ¿No tiene un judío manos y órganos, medidas, sentidos,
afectos y pasiones? ¿No se alimenta de la misma comida, o se hiere con las mismas
armas?
Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no reímos? (...) Si somos
como vosotros en lo demás, nos parecemos en esto también…”. Shakespeare, El
Mercader de Venecia (Acto tercero, escena primera).
Y es que el cine, en palabras de Fuentes (2007a), debe comunicar en un mundo
incomunicado, Por eso me llaman la atención las obras cinematográficas que atentan
contra su naturaleza comunicativa y de masas, para tratar el tema de la soledad y la
ausencia de comunicación. De eso trata precisamente Babel, de las esencias del cine,
como un medio donde el ser humano se refugia en él, para identificarse, a través de una
historia, que le proyecta lo que acontece, pero que no es, en demasiadas ocasiones,
consciente de ello, y viendo la película se descubre todo lo que trasciende a lo largo de
una vida vicaria.
Por ello, consideramos que no es casualidad que dos expertos mexicanos, el guionista
Guillermo Arriaga y el director Alejandro González Iñárritu, hayan escrito y dirigido
una película como Babel, incluida en los circuitos del cine mundial y candidata a los
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Oscar como mejor película extranjera, (Rose, 2007: 14-20).1 Y que ambos realicen
películas que proyectan una dimensión internacional, cuya temática se halle vinculada a
la realidad de vidas ajenas cruzadas y entreveradas.2
La irrupción de los directores mexicanos en el espacio del celuloide de élite, la entrada
de lo que podríamos denominar el mundo hispano, brinda una nueva perspectiva al cine
desde ópticas globalizadas en su producción y en su ejecución. Obras de talante
mundial, pero con batuta mexicana, pusieron en el punto de mira la realidad de un cine
que lleva años mostrándole al mundo la solvencia de sus credenciales. (Jarne, 2006: 8)
2. El magisterio de la narrativa cinematográfica
Un mundo tan interconectado, tan común hoy en día, nos lleva a vivenciar la crisis
mundial desde el fenómeno de la globalización. Se palpa la inexistencia de cotos
cerrados y la ausencia de exclusividad. En este sentido, nos los demuestra claramente
Babel a modo de metáfora creativa.3 Narra de forma sabia y exquisita la realidad de
nuestra aldea global y cómo es preciso aceptar un nuevo paradigma que interprete la
sociedad actual en donde el conocimiento es esencial y el cine, séptimo arte, una
expresión inequívoca de la realidad de la globalización. Que favorezca la vuelta al ser
humano, fundamental, social y solidario. Que no nos sintamos atrapados por una falsa
civilización basada exclusivamente en lo tecnológico, (Castells, 1998 y Stiglitz, 2002).
En la película se observa una tensión entre lo más cercano y personal y entre lo lejano
social o global, todo ello insertado en la sociedad que conocemos.
Hay países, civilizaciones en definitiva, que están preocupadas por su pérdida de
identidad o de que su esencia se pueda diluir en esta globalización, (Moreno, 2004).
Quizás por ello el director, González Iñárritu, ha señalado que la idea de rodar Babel es
una causa directa de haber salido de su país natal y también de su estado anímico actual.
Babel no responde a la pregunta, ¿de dónde soy?, sino, ¿adónde voy?: Creo que
compartimos esa angustia que produce estar fuera del país, pero al mismo tiempo esa
perspectiva que se obtiene de estar fuera y de verte a ti mismo a través de los demás.
(Rose, 2007: 16)
Hoy ya no se está en una situación de superioridad, aunque pueda parecerlo; todos
dependemos del otro, ya sea de un ser superior, del trabajo o de la identificación social.
Y eso se comprueba de nuevo en Richard, el protagonista de la película, cómo depende
totalmente de la tradición del guía en el pueblo donde llevan a su esposa, depende de
1
El cine mexicano, además de Babel, de Alejandro González Iñárritu, USA_México, 2006, ha puesto en
el candelero internacional, El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, España-México-USA, 2006 e
Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, USA, 2006, películas realizadas fuera de México, con capital
extranjero y dirigidas por tres sobresalientes directores de aquel país.
2
Amores perros, México, 2000; 21 gramos, USA, 2003, ambas de Alejandro González Iñárritu y Los
tres entierros de Melquíades Estrada, de Tommy Lee Jones y guión de Guillermo Arriaga, USA, 2005.
3
Ficha técnica: Título original: Babel. Director: Alejandro González Inárritu. País: USA-México. Año:
2006. Género: Drama. Guionista: Guillermo Arriaga. Productores: Alejandro González Inárritu, Jon
Kilik y Steve Golin. Fotografía: Rodrigo Prieto. Música: Gustavo Santaolalla. Interpretación: Brad Pitt
(Richard), Cate Blanchett (Susan), Gael García Bernal (Santiago), Elle Fanning (Debbie), Kôji Yakusho
(Yasujiro), Rinko Kikuchi (Chieco), Adriana Barraza (Amelia), Nathan Gambie (Mike), Mohamed
Akhzam (Anwar), Peter Wight (Tom), Harriet Walter (Lilly), Trevor Martín (Douglas), Mónica del
Carmen (Lucía). Producción: Paramount Pictures. Duración: 143 minutos. Distribuidora: VIP.
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Amelia para que le cuide a sus hijos, y ésta, a su vez, depende de su sobrino. En Babel,
dentro de globalización, hay un proyecto de convivencia, representado en la actitud del
guía con Richard.
Los problemas de la globalización actual, asociados a la incomunicación humana, en
especial en la familia que esta película nos ofrece, son parejos a esa torre bíblica; se
trata de cuatro historias íntimas acerca de padres e hijos. Todas tocan el tema de una
relación muy compleja, pero que nos deben interesar por el bien de la humanidad.
La película Babel plantea nuestra existencia en una aldea global donde todo está
interrelacionado. Ha sido rodada en tres lugares de otros tantos continentes (África,
Asia y América) y en cuatro idiomas (árabe-bereber, japonés e inglés), que cuando
entran en contacto chocan y presentan las diferencias y conflictos entre culturas
material y tecnológicamente desarrolladas y culturas más desfavorecidas, pero en las
que también se perciben valores diferentes. En este caso, en las culturas "pobres" se
vive de forma más “social”, más próxima y solidaria.
Indaga en lo personal y en lo político; y describe con realismo las barreras que separan a
los seres humanos.
Expone la historia de dos niños hermanos, hijos de un campesino, en el desierto
marroquí. Como de costumbre, salen a cuidar su rebaño de cabras y, para protegerlas de
los chacales, llevan un rifle Winchester, proporcionado por su padre, que acababa de
comprarlo por 500 dirhans y un cabrito.
Deciden ver hasta dónde llega el arma, comprobar si es cierta la afirmación del
vendedor, su alcance de tres kilómetros. Pero la bala va más lejos de lo que ellos se
imaginan, ya que se introduce en un autobús de turistas hiriendo a una pasajera
norteamericana. En un instante, colisionan las vidas de cuatro grupos de personas
separadas por tres continentes: una pareja estadounidense, inmersa en la
incomunicación, está atrapada en medio de un accidente que se escapa del control de
todos; una adolescente japonesa sordomuda convive en su silencio interior y su padre,
que acaba de perder a su mujer, buscan puntos de conexión para el diálogo en común;
una niñera mexicana que, sin permiso, cruza la frontera con dos niños norteamericanos;
y una familia marroquí anclada en una cultura ancestral.
Ninguno de los grupos descritos se va a conocer, a pesar de la repentina e improbable
interrelación entre ellos; siempre estarán aislados, debido a su propia incapacidad de
comunicarse con su entorno.
En toda la trama se hace presente el lenguaje en sus múltiples vertientes, como medio
para acercarnos o alejarnos de los deseos de la vida.
4. El género humano necesita, esencialmente, comunicarse
En un lado del planeta, Marruecos, una pareja, con la cual no tenemos ninguna
comunicación, ni somos capaces de articular palabra, y si se cruza alguna es de
reproche. Él, sigue sin poder expresarse para salvar a su mujer, herida gravemente, por
estar en una sociedad rural, cerrada, medieval y por unos diplomáticos atenazados por el
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pavor de desencadenar fuerzas insospechadas. La incomunicación de este matrimonio
americano a quienes acabará uniendo un medio hostil y, sobre todo, el daño y el peligro
físico que, incluso, les obligará a recurrir y a confiar en seres que, por su cultura y
apariencia, les provocarían desconfianza y rechazo, pero que terminarán siendo su
salvación; dándoles una verdadera lección de humanidad frente al egoísmo y la
inhumanidad de los compañeros de autobús de su misma cultura.
Es evidente que el matrimonio no desea otra cosa que recomponer su convivencia,
reencontrarse; y esa es la grandeza de este filme. Hoy, la convivencia más íntima, la de
siempre, la más cercana, está insertada en una comunión global que se interrelaciona.
La sociedad marroquí rural neta, con unas estructuras ancladas, casi medievales, en
donde llamar por teléfono o conseguir una ambulancia es una aventura, y cuyo gobierno
se niega a colaborar con la turista herida de gravedad, ya que en esa zona no hay
terrorismo. Asimismo, unos diplomáticos norteamericanos, histéricos en su trabajo
desde lo ocurrido el 11 de Septiembre, usan las técnicas más rigurosas de vigilancia
ciudadana: lectura del iris del ojo, custodia de las huellas dactilares a partir de 36
parámetros identificadores para todo aquel que llegue a su país. Es el control del terror,
generando un miedo cerval. Cuestión de seguridad, quizás; pero se palpa un atentado a
la libertad individual y a los derechos personales.
En otro lado del planeta, Japón, se nos presenta como el país con la más alta y potente
tecnología del mundo. Un japonés, empresario, vive su mundo acosado por el recuerdo
de su mujer muerta y una hija adolescente sordomuda, Chieco, recluida en su propio
mundo y sin entendimiento ninguno con su padre. Una sociedad tremendamente
ruidosa, en donde se nos muestra una chica sordomuda, en su silencio interior, acosada,
y viviendo como una joven francesa, inglesa, norteamericana o mexicana en esta
globalidad, donde se pasa de la historia de cada país y de su tradición.
Esta adolescente, casi un prototipo de soledad e incomunicación que, en su dificultad
extrema para comunicarse, pretende mantener una relación sexual a toda costa, aunque
quede reducida a su dimensión meramente corporal para salir de su aislamiento y
sentirse adulta, unida a un hombre cualquiera. Los ofrecimientos de Chieko al dentista,
a los jóvenes en la cafetería o al policía no son más que otro síntoma de una soledad
inmensa, en este caso acentuada por la sordera y la mudez incomunicadora que esta
persona desea romper, a través de su cuerpo, como elemento de expresión.
Ella intenta salir de ese silencio omnipresente a través de la comunicación más primaria,
el sexo y las drogas, como tantos adolescentes de este mundo globalizado, y así nos lo
muestra el Director de la película, en la discoteca o en ese paseo sin banda sonora y con
imágenes a gran velocidad de una noche en Tokio 4.
Pero, aún así, estas situaciones no logran desbloquearla y, en el cierre del filme, se abre
una puerta a la esperanza en la carta que le entrega al policía y que nunca sabremos su
mensaje, aunque en la última escena la vemos mirando ese Tokio nocturno silente y,
quizás, la salva la llegada de su padre, cuando estaba a punto de encontrarse con su
4
Por motivo de espacio no podemos detenernos en las técnicas fílmicas utilizadas en esta película y que
dejaremos para otra ocasión dado que seguiremos investigando sobre ella: contrapunto, historias
paralelas, rompecabezas, saltos en el tiempo, ritmo, color, planos, encuadres, imágenes superpuestas,
movimientos de cámara en zig-zag, música, efectos sonoros,.....(García y Coello, 2007)
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madre desaparecida. Ese broche final que nos ofrece un mundo de posibilidades a la
historia y que nos permite dudar de todo lo que hemos visto. 5
Mientras, Yasujiro y Cheiko, el padre y su hija, vivían ignorantes de que unas
vacaciones del primero, durante un safari en el Atlas marroquí, sea la causa de una
catastrófica situación que está poniendo al borde de la muerte a varias personas. Muerte.
Esa palabra que ellos conocen bien y que padecen en su desierto interior, pues han
vivido en carne propia esa sensación, con el suicidio de su ser más querido.
Y en otro tercer lugar del planeta, los hijos de la pareja son cuidados, en California, por
una mexicana, ilegal, una mujer absolutamente buena, dispuesta a darlo todo por los
niños. Lleva 16 años trabajando con ellos. Precisamente, ese día del fatal accidente, se
casa su hijo. En su cultura, la madre no puede faltar a tal acontecimiento. Como no
localiza a nadie que sustituya su cuidado, decide llevárselos a México, de paso que la
recoge en coche su sobrino. En otras ocasiones se pasa la frontera sin demasiado
problema, así lo exclama Santiago, el pariente de la sirvienta, Amelia, cuando ésta opta
por llevarse a los niños a la boda descrita. Total es ahí al lado. La sociedad mexicana
vive lindando con un país digitalizado, sensorizado con los mecanismos más
sofisticados, con alambradas y muros inalcanzables; aún así, miles de personas pasan
cada año, y demasiados dejan allí la vida para entrar.
5
La película cuenta con varios guiños en los que no vamos a entrar, tan sólo cabe mencionar, por encima:
-Comienza la globalización y las irrealidades a las que estamos todos sometidos. La noticia se vende, en
todas las televisiones y medios de comunicación del mundo, como que un grupo de terroristas ha asaltado
un autobús de turistas en una zona de Marruecos y han matado a una norteamericana (en el filme se dan
elementos sutiles para creer que son judíos) y consolidar así la relación, árabes-judíos-violenciaterrorismo.
-Que dos niños marroquíes, cabreros del Sáhara, en posesión de un rifle, que es algo más que un juguete,
para ellos lo es, y así se lo hace ver su padre, la defensa del rebaño de los chacales, va en ello la
supervivencia de la familia y, a pesar de que el arma es mortal, no cae en la cuenta que en manos de niños
tiene efectos imprevisibles.
-Cuando controlan el coche de Santiago en la frontera, la mujer mexicana que lleva años en los Estados
Unidos, ya se le ha olvidado que cruzar hacia su país con dos niños de tez blanca y de pelo rubio despierta
todas las sospechas y, sobre todo, los temores atávicos de los guardias fronterizos que, para más
desgracia, son de origen mexicano. Ahí se demuestra que la comunicación global se pierde en el día a
día de la incomunicación local.
-En el interrogatorio de Amelia, la nodriza hecha presa en el desierto norteamericano es una inmensa
metáfora del mundo globalizado y éste se presenta como un desierto atrincherado por la discriminación,
la sospecha, la arbitrariedad y la injusticia. Solamente se le ocurre decir, en su defensa, una auténtica
verdad, hice una tontería.
-O también como en los actos más primarios se rompe el silencio, la incomunicación, pues lo más
importante es sobrevivir. Así ocurre cuando Susan, la protagonista herida por el disparo, desea poder
orinar y entonces ocurre lo inesperado; o en el enfrentamiento soterrado de los turistas que iban con Susan
y Richard, que desean salir huyendo de esa sociedad medieval que visitaban turísticamente, pero que
cuando sienten de verdad esa sociedad de miseria, les aterra y se rompe la solidaridad de los civilizados,
causalmente alemanes y franceses contra el norteamericano; o en esa policía marroquí, que cuenta con
medios modernos, pero con interrogatorios basados en la tortura; o ese matrimonio marroquí, en donde el
padre es el rey y en cambio los hijos se muestran cainitas, o el incesto y el deseo de explorar, algo harto
patente en el hijo menor.
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Finalizada la boda, Santiago, el sobrino de Amelia, los lleva de regreso por la noche.
Conduce bebido y desencadena una hecatombe, abandonando a su tía y a los niños en
un entorno tan cruel y arriesgado como el desierto americano, tan duro como el
marroquí, donde están atrapados los padres de los niños y donde malviven, día a día, los
causantes primarios del suceso. Amelia será mal interpretada ante la policía por sus
actos obligados y sólo recibirá incomprensión y un trato frío y deshumanizado, en las
antípodas de su forma de ser y de comportarse.
Tampoco es casualidad, como ya hemos señalado, que el desierto es otra inmensa
metáfora del que ya existe, habitualmente, en el ser humano. El desierto del Sahara, el
desierto norteamericano y el desierto de soledad de una sociedad del futuro ya presente:
la incomunicación total de la ciudad de Tokio.
3. A modo de epílogo. La tragedia
A la vista de lo todo lo expuesto anteriormente, podremos insistir en algunos aspectos
esenciales:
En la omnipresencia de la globalización que se nos impone y que hay que afrontar para
que no nos intimide o nos destroce.
En la misma línea estaría el dominar la tecnología, en lugar de dejarnos dominar por
ella. Un rifle magnífico trae la desgracia y al mismo niño que se sentía feliz
utilizándolo, lo acabará por traumatizar. O el mundo supermoderno y tecnificado,
dotado de la mayor sofisticación, no impide la soledad y casi lleva al aislamiento.
En la necesidad de comprender a toda cultura como una forma humana de encarnar unos
valores y en toda la riqueza que pueden encerrar las que consideramos “culturas
pobres”.
En el valor de las personas que no han perdido su humanidad y sus buenos sentimientos
hacia otro ser humano y que pueden ser, en un momento dado, nuestra salvación, a
pesar de que su apariencia externa nos llevaría a despreciarlas e, incluso, a huir de ellas
(como es el caso del veterinario y la curandera marroquíes).
En la injusticia que supone admitir a emigrantes por el servicio que nos prestan con su
trabajo, sin comprender su cultura, ni interesarnos por ellos como personas, y hasta
tratarlos con el mayor rigor si han actuado de un modo que, desde nuestro punto de
vista, no es el adecuado. (Carrera i Carrera, 2007: 18-24)
Babel nos permite preguntarnos, dentro de un contexto de educación social, por las
tramas que nos ofrece la globalidad, si vivimos con las reliquias de un mundo
condenado o con los presagios de un mundo por nacer. (Fuentes, 2007 b)
Descubrir cómo esta película, dentro de los estudios de Educación Social, juega un
papel esencial en su formación. Babel nos describe, con un lenguaje cinematográfico, la
situación del mundo de hoy, para comprender al ser humano.
El cine no es más que un paso adelante en esa evolución sociocultural con elementos de
la técnica más novedosa. Esta muestra cinematográfica ofrecida sirve para recrearnos y
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aprender, para compartir conjuntamente vivencias que requieren miradas reflexivas que
despierten cambios de actitud hacia un mundo de valores personales y sociales
encaminados hacia una ciudadanía de convivencia pacífica.
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