La Navidad y los tres mundos

Navidad y los 3 Mundos….
Como cada año, nos acercamos a la Navidad y este es un tiempo especial para
reflexionar y meditar en torno a nuestras vidas y al despertar de la Consciencia del Ser
Humano. Aunque de hecho, cada día del año, podemos trabajar sobre nosotros
mismos y darnos cuenta de lo increíble que es la vida y la existencia del Ser Humano.
La Navidad o Natividad del Christo y la llegada de los 3 Reyes Magos, es una
época del año, que nos acerca al Mundo de lo Material, de lo Espiritual y de la Magia o
del Desarrollo Evolutivo de la Consciencia.
Sé, que cada una de las cuatro dimensiones intra-personales del Ser Humano:
Física o Biológica; Energética o Emocional; Mental y Espiritual. Así como los 2 aspectos:
Lo Humano y el Ser. Es y pueden ser considerados todo un Mundo, depende de la
persona que las mira y de los paradigmas, ciencias, filosofías, creencias y mitos, que
podemos encontrar y descubrir en torno a cada una de ellas. Pero esta vez quiero
dedicarle alguna reflexión al Mundo de la Materia, de lo Espiritual y a la Dimensión del
Ser.
El Mundo de la Materia, comienza con nuestra concepción y vida, terminado
con la muerte física y la última de las etapas del proceso de morir. En esta dimensión
humana, en este Mundo, podemos alcanzar la Maestría del mismo, si aprendemos a
poner la materia, al servicio del espíritu y viceversa. Así como también cuando
pasamos de la etapa de acumular dinero o riqueza material, a ponerla al servicio de la
vida.
Podemos ver este mundo material, en esta época del año, en todo su apogeo.
Cuando recibimos nuestros aguinaldos, los fondos de ahorro, etc., para las personas
que trabajan de manera remunerada, así como por las compras, que nos deleitamos
en realizar, al comprarnos ropa, accesorios y juguetes para nuestros hijos y para la
parte infantil que todos tenemos. Como dice una broma por ahí; cuando somos niños
compramos cochecitos y cuando somos adultos, nos compramos nuestros autos. Y si
somos niñas nos compramos nuestras muñecas y casitas en miniatura, y cuando somos
adultas, compramos todos aquellos artículos para el Hogar, que vamos necesitando o
que queremos actualizar. Y con el tema de la flexibilidad en torno a los géneros
femenino y masculino, podemos o encontramos el gusto por desempeñar ambos roles.
Todo esto se suma a preparar la Cena de Navidad o el, o los Festejos de estas
fiestas de fin de año y comienzo del siguiente. De manera que necesitamos cuidar
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nuestra dieta y las comidas que realizamos, así como de desvelarnos o cometer
cualquier tipo de excesos en lo físico, para no perder la salud. Podemos disfrutar de
todo, siempre y cuando, no perdamos el equilibrio o nos dejemos llevar simplemente
por el placer.
El Mundo del Espíritu, también entra en su apogeo, especialmente si vivimos
de acuerdo a la tradición Judeocristiana y celebramos la navidad o la “natividad” de
Jhesú el Christo. Bien sea que lo consideremos un personaje Histórico; Religioso o
Simbólico; o bien un Sendero o Camino a realizar, para el Desarrollo de nuestra
Consciencia Crística.
De acuerdo a la Tradición Cristiana, la entrada al mundo espiritual, comienza
como propone el Maestre Jhesú, por el nuevo mandamiento que nos dio: Amaras al
Señor tu Dios y a tu Prójimo, como a Ti Mismo.
Estas palabras pueden sonar muy fáciles o conocidas, pero sin embargo,
implican la vivencia no solamente del amor, entendido como un sentimiento o
emoción; sino como la práctica, el estudio y la vivencia, de nuestra Autoestima, del
Amor o Estima al otro y a lo otro, como nos enseña San Francisco de Asís, y del Amor a
Dios, que implica el estudio y la práctica de las 3 virtudes Teologales: Fe, Esperanza y
Caridad. Claro que todo esto, desde una perspectiva Cristiana, que no está tan lejana
de otras perspectivas como la Budista, que empieza con la Compasión y el Desapego,
y que terminará en la Liberación, a través de la práctica de la Meditación.
En este sentido, vale la pena ver y revisar, la película; Más allá de la Luz, en
referencia a la vida y a la propuesta de René Mey ó al llamado que nos hace Eckhart
Tolle, cuando nos invita a Vivir el poder del Ahora. Además de todos los Maestros y
Yoghis, que nos hablan del Poder de la Meditación y de la práctica del Amor, de
acuerdo a la Tradición, Escuela o Colegio de cada uno.
Amar es la puerta de entrada a la Espiritualidad, que implica: La no
discriminación, por sexo, raza, creencias, nacionalidad, orientación sexual o religión; El
aprender a ser incluyentes, tolerantes y compasivos; La práctica del servicio
impersonal, sin dejar de servirnos a sí mismos, al prójimo y a Dios; El aprender a
compartir, lo que nos enriquece de lo nuestro y lo que enriquece a otros; y El Sabernos
Hermanos o Ser Fraternales, de aquí la potencialidad de ser todos, parte de la Gran
Fraternidad Universal, que implica a todos los Seres en Todos los Planos. Sabiendo que
nadie es más grande o más pequeño que el otro, comprendiendo que hay Jerarquías,
pero estas no se imponen, sino que se ponen al Servicio de los demás, dado que esa es
la más grande Jerarquía, la posibilidad de SERVIR a todos por igual. Esto último es a lo
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que nos invitan, la mayoría de cuentos, como Harry Potter, mitos y leyendas, como la
de los Tres Mosqueteros y tradiciones, como la Cristiana o Crística.
El Mundo del Ser, comienza por las auto-disciplinas y por Seguir un Sendero o
Camino, que nos lleve al desarrollo de nuestra consciencia o capacidad de darnos
cuenta.
Bien decía el Maestre Jhesú: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene
al Padre sino por mí”. De tal manera, que para ir al Padre o alcanzar nuestra
Iluminación, necesitamos seguir un camino o un sendero. Como decía el Maestro
Estrada: Estrada significa “Sendero o camino”. Y todos los grandes Maestros y
Maestres de la Humanidad, vienen a enseñarnos, a seguir un Sendero o un Camino,
que conduce a nuestra Liberación y a nuestra Iluminación, a través del ejemplo de su
propia vida.
Estos Senderos o Caminos, no están exentos de errores y no son para “santos”
ni para “personas perfectas”, son para seres humanos, mujeres y hombres que son
“perfectibles”. Esto es, que tienen la capacidad de darse cuenta de sus errores y
aciertos. De los errores aprenden, no solamente a levantarse, sino también lo que cada
error les enseña. Por ejemplo: Pedro niega tres veces a Jesús. Sin embargo aprende de
esta lección, que su Maestro le había dicho: “Antes de que cante el gallo, me negarás
tres veces”. Esto forma parte del valor de la Humildad, que es necesaria para transitar
por el Sendero y el Gran SENDERO.
Al decir el Maestre Jhesú YO SOY, me sitúa en el camino de la Auto-afirmación,
de tal manera que sea cual sea nuestro Sendero, sabemos que vamos por el correcto o
que estamos haciendo lo correcto, cuando nos vamos re-afirmando, cuando vamos
teniendo la seguridad, de que somos únicos, originales e irrepetibles. El Sendero que
algunos de nosotros le llamamos Iniciático, como nos vino a enseñar el Maestre Serge
Raynaud de la Ferriere, no es el sendero de la milicia, donde todos somos idénticos o
uniformes, cada uno de nosotros es quién es y necesitamos aprender a respetar la
individualidad de cada ser humano, mientras siga dentro de una Línea que le conduce
a su propia Iluminación, que es el Despertar de la Consciencia Individual, como una
manifestación de lo Divino o de lo que el Maestro José Marcelli le llamaba el SER. Por
supuesto que cuando encontramos el Ser Individual, encontramos el Ser Colectivo, o
como dicen los Maestros de la India, Âtma se une a Paramâtmâ y se produce el
fenómeno de la Iluminación.
La Verdad, es un aspecto muy importante de la vida. Bien decía San Ignacio de
Loyola y dicen los Jesuitas: “La verdad os hará libres”. Efectivamente la verdad nos
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conduce a la libertad y a liberarnos de la “Rueda del Destino” y entonces como
también se dice dentro del campo de la Cosmobiología o de la Cosmogenética, “El
Sabio rige las Estrellas, el Ignorante es regido por ellas”.
Necesitamos aprender, a vivir con verdad y con veracidad. Esto es, practicar los
dos primeros Astângas del Yoga; Yama y Niyama. Particularmente el Ahimsa y el Satya:
No causar perjuicio a nadie ni a nada y no mentir o distorsionar la realidad. Desarrollar
ese principio fundamental en la vida, como es el “Principio de Realidad”, para poder
alcanzar la Verdad. Esto puede empezar por algo muy sencillo, que es no pretender ser
lo que, o quienes no somos.
Un último aspecto, es comprender y respetar, lo que es la Vida, si, la vida en
todas sus manifestaciones y formas. Quizás en los tiempos de Jhesú, no se hablaba o
conocía lo que ahora le llamamos ecología, pero Jhesú se adelanto en este sentido a su
tiempo, porque ahora mismo es indispensable para todos nosotros, que cuidemos el
equilibrio ecológico, comenzando por nuestro propio equilibrio individual, que no es
otra cosa, más que cuidar, nuestra salud. De ahí la importancia de comenzar a trillar el
sendero, con la práctica de una autodisciplina. Necesitamos aprender a comer, para no
padecer sobrepeso, obesidad o algunas de las patologías de la alimentación como la
anorexia y la bulimia. Necesitamos aprender a respirar, beber agua sin ningún tipo de
azúcar o saborizante, hacer ejercicio diario y todo aquello que el Maestre Serge
Raynaud de la Ferriere nos sugiere en sus libros, particularmente el Yug, Yoga,
Yoghismo. Una Matésis de Psicología, o de Conducta para el Ser Humano.
También es importante trabajar sobre nuestra calidad de vida, aprendiendo a
darnos tiempo para todo, incluido el cuidado de la esposa, los hijos y la familia. En esta
época desde mi perspectiva y desde lo que le aprendí a los Maestros de la GFU, la
Célula Familiar, que es la base del mundo material, del amor y es también, la base de la
Iniciación y de la Iluminación, donde esta última puede alcanzarse. Así que vivamos y
disfrutemos a nuestras familias en esta época de invierno para el Norte y de verano
para el Sur del Mundo, de nuestros Tres Mundos. Feliz Navidad.
Saludos para toda(o) s….
Juan Carlos Ortiz Honc
México DF 16 de Diciembre del año 2010
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