Guía de clases Pablo Brevis

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Guía de clases Pablo Brevis
FORMATO : GUIA DE CLASE
PERÍODO ANTROPOLÓGICO: Los Sofistas
Protágoras y los Sofistas: Los sofistas fueron los primeros en dar un nuevo matiz a la filosofía. Por vocación fueron maestros y educadores que se dedicaban a preparar a la juventud ateniense para la vida pública. Los enseñaban a
actuar y a hablar. Aparecían como oradores y dirigentes.
La Aristocracia ateniense les echó en cara que enseñaban por el pago que recibían, cosa que el griego juzgaba que era rebajar la actividad intelectual; al mismo tiempo les salieron al paso los conservadores diciendo que destrozaban las
tradiciones y la fe existentes.
Este es el motivo por el cual el término “sofista” significaba “doctor”, y pasó después a significar “pseudo-doctor”, pues la sofística cambió de repente en “Erística”, vale decir, en arte de argumentar de tal manera que permitía hacer
aparecer una afirmación falsa como verdadera y vice-versa, por un abuso de la dialéctica. Entre los sofistas la mentalidad más profunda y filosófica fue Protágoras.
Protágoras vivió del 482 al 411 a.C. Se destacó como orador y populizador. En edad ya madura llegó a Atentas y perteneció al grupo de los amigos de Pericles. Su escrito más importante es el tratado de “La verdad y el ser”. Otra de sus
obras es “Acerca de los dioses”.
SU DOCTRINA:
El objeto de su investigación fue el HOMBRE. Se preocupó por la dialéctica política, retórica y ética. También se preocupó por la lingüística. Los primeros filósofos de Grecia tomaron la ciencia como una actividad puramente teorética que
buscaba la verdad por la verdad.
Los sofistas, en cambio, subordinaron la ciencia a lo práctico. La ciencia la acercaron acentuadamente a la técnica. La raíz de la debilidad de la filosofía sofista reside precisamente en no haberse preocupado por lo verdadero sino más
bien por lo efectivo y práctico.
EL MÉTODO DE SUS INVESTIGACIONES:
Los sofistas se servían del método deductivo en su dialéctica; pero la dialéctica no era un método de estudio, sino más bien un método de discusión. Las investigaciones las hacían en forma empírica (experimental). Protágoras procuraba
atenerse a los hechos y no se preocupaba de la estructura misma de la ciencia. De él viene el término “Empiría” que implica tanto la observación de un fenómeno como el establecimiento de la secuencia entre un fenómeno dado y el
siguiente. Según este enfoque la ciencia consistiría en la verificación de los hechos; fijar el nexo existente entre ellos y la posibilidad de prever (entre ellos) los fenómenos futuros.
TEORIA DEL CONOCIMIENTO:
Sensualismo y relativismo: Los filósofos griegos eran racionalistas. Protágoras era sensualista. El sensualismo a su vez lo llevó al relativismo. Nuestro conocimiento es relativo, afirmaba, ya que se apoya en las diversas observaciones
sobre una misma cosa, observaciones que pueden ser diferentes dependiendo del individuo que observa las circunstancias.
RELATIVISMO Y PRACTISISMO:
Protágoras extiende su relativismo desde el campo epistimológico (estudio del conocimiento) al campo ético afirmando: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Afirma que frente a cualquier situación puede haber opiniones
diametralmente opuestas, por ejemplo: “La enfermedad es buena y mala a la vez. Es mala para el enfermo, pero buena para el médico.”.
En este sentido, la base para aceptar una opinión como verdadera o para rechazarla como falsa, depende del aspecto práctico del problema. A un hombre sano una comida le parece dulce, mientras que un enfermo la encuentra amarga.
No por eso el sano está más cerca de la verdad que el enfermo, lo que pasa es que se encuentra en una posición mejor porque resulta más agradable en la práctica.
EL CONVENCIONALISMO:
El convencionalismo es otra consecuencia del relativismo. La obligatoriedad entre dos verdades relativas puede ser tan sólo la consecuencia de una convención. Los sofistas se inclinaban hacia el convencionalismo y se pronunciaban al
mismo tiempo de la obligatoriedad del convencionalismo.
ROL DE PROTÁGORAS Y LOS SOFISTAS:
Fueron los primeros entre los pensadores de Grecia que han concentrado su investigación en el HOMBRE., su actividad y sus relaciones con los demás. Protágoras como los sofistas introducen en la teoría del conocimiento.
El éxito de la sofística se cifraba en el éxito de sus alumnos en la vía pública. No interesaba tanto la verdad como el triunfo sobre el adversario. Por esto los sofistas cultivaban especialmente la retórica, y sobre todo, la oratoria política.
Eran profesores de elocuencia.
Históricamente se ha recogido de la sofística lo puramente negativo: el relativismo, esceptisismo, nihilismo. Los sofistas pueden catalogarse en dos grupos: Al primer grupo pertenecen los dos sofistas de mayor fama:Protágoras, Gorgias.
Por la vía teórica establecen el relativismo y el escepticismo; para ellos todo es mudable y condicional.
Frente a la convención moral, política y jurídica se levanta el segundo grupo: por la vía práctica, la constancia de la ley natural en cuya interpretación afaman Calicles, Hipías, Tracímaco, Pródicos y Antifonte.
El modo primario de los sofistas para referirse a los objetos, es la opinión que ellos le merecen, el parecer de cada cual, y como toda opinión se ve contrapuesta y contradicha frecuentemente por otras opiniones, surge la necesidad de la
discusión. El razonamiento llevado sobre las cosas en sí mismas será sustituido por mis razones personales expresivas de la opinión que me he forjado de las cosas tal como aparecen en mi vida. La razón deberá ceder paso a la
persuación; el razonamiento al discurso; la ciencia misma a la retórica.
La filosofía es concebida por los sofistas como retórica sobre asuntos humanos. Así se yerra el camino y se pierden los mejores esfuerzos, para la caída en el subjetivismo y en la pura retórica.
Gorgias de Lontina (483 – 390 a.C.): Criticó la doctrina del ser de los Eleáticos, escribiendo sobre ella en su libro “El no ser” una serie de proposiciones encadenadas que constituyen la más alta expresión del nihilismo filosófico.
1) Nada es.
2) Si algo fuere, sería incognoscible (no conocible)
3) Si algo fuese y lo conociésemos, sería incomunicable a los demás.
Esta explicación con la primera proposición dice que no hay realidad, con la segunda niega el conocimiento y con la tercera la validez del lenguaje. Un escepticismo tan radical jamas se ha vuelto a dar así. Definida la primera proposición
así, 1) Nada es ya que si algo fuese habría comenzado a ser o sería eterno. Según ya lo demostraron los eleáticos no puede comenzar a ser, luego tendría que ser eterno, más lo eterno es infinito y lo infinito en ninguna parte existe. 2)
La incognoscibilidad la intenta justificar por la falta de homogeneidad entre el ser y la mente y 3) El defecto de validez en el lenguaje lo justifica por la incongruencia entre la palabra y el pensamiento que la palabra expresa.
Otros sofistas: Contra las tendencias relativas y escépticas de Protágoras y Gorgias, otros sofistas defienden la existencia de una ley natural; al oponer la naturaleza a la convención, ha surgido en la práctica la distinción entre el derecho
natural y el derecho positivo. Este es un efectivo aporte a la sofística, al progreso de la filosofía. Lo grave del caso está en que la distinción entre el derecho positivo (fruto de la convención) y el derecho natural (previo a las convenciones
sociales) se extendió como contraposición. En la interpretación misma de la ley de la naturaleza estuvieron divididos los sofistas, y, desde luego, desconectados.
Tracímaco sostenía que la ley natural es el derecho del más fuerte, imposición de la clase dominante. Cacicles enseña que el más fuerte, el super-hombre debe imponer tiránicamente su voluntad por encima de toda convención. Otros,
como Hipías de Elis defendían que mientras la ley es el tirano de los hombres, la ley natural es el principio de igualdad y fraternidad universal. Prodicos de Keos muestra una mayor austeridad en la concepción moral, pero será necesaria
la presencia de Sócrates para purificar la atmósfera ateniense del relativismo gnoseológico del escepticismo moral y subjetivismo político.
En general los sofistas postulan la presencia del Areté (virtud), pero, para ellos la virtud era la habilidad. Lo que importa según ellos no es el ser o el saber, sino el hablar bien (oratoria), el escribir bien (retórica) y el saber presentarse. A
pesar de sus excesos los sofistas hicieron progresar la filosofía y sobre todo, la gramática y la lógica.
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