TECNOLOGIA CON SISTEMAS NATURALES por RICARDO BARBETTI La tecnología con sistemas naturales aprovecha la diversidad y las múltiples funciones de los seres vivos, las cuencas hídricas, los suelos, etcétera, para lograr o mejorar el mantenimiento del aire, el agua, el suelo y el paisaje, el control de plagas y malezas, la cría de peces y de ganado, la producción de combustibles... con el mínimo de inversiones, consumo de energía y deterioro ambiental. Aparece en todas las profesiones, pero se usa poco porque en general se inculca la idea peligrosa de hacer todo mediante la fuerza bruta, la estandarización y la mecanización. Uno de los ecólogos1 más prestigiosos, Charles Elton, aconseja dejar hacer a la naturaleza algunos de los trabajos que ingenieros, químicos y biólogos utilitaristas intentan desesperadamente hacer. Es que la. naturaleza puede hacer muchas cosas mejor y con menor uso de materiales y energía, y menos destrucción ambiental, que los sistemas artificiales. ¿Que es natural y que es artificial? No hay una división precisa entre artificial y natural, hay un gradiente. Es característico de lo artificial que se lo hace mirando un solo objetivo, sin tener en cuenta sus efectos totales, sin importar que resulte destructivo en otros aspectos. En cambio, es característico de lo natural que cada evento, cada objeto es parte armoniosa de muchos otros sucesos y objetos; todos sus productos o resultados son positivos para otros procesos. La naturaleza funciona mediante unidades chicas dispersas, autónomas, pero armonizadas entre sí. Hay una enorme diversidad de objetos y eventos naturales -cada uno tiene múltiples funciones- que, actuando en conjunto, apoyados unos en otros, mantienen habitable y en funcionamiento el mundo de los seres vivos. La idea básica de lo que voy a presentar es aprovechar muchas de esas funciones complicadas que suceden automáticamente, en vez de eliminarlas y después intentar reemplazarlas por sustitutos mecanizados y difíciles que consumen gran cantidad de materiales y energía y estropean el ambiente. Ahora paso a los ejemplos concretos. 1°) Acondicionamiento del aire: Las plantas, en especial los árboles, enfrían el aire en épocas de calor, al evaporar por Ias hojas el agua que sacan del suelo. Este trabajo es automático, silencioso, no consume energía. El "acondicionador" se mantiene y se repara solo. También hacen sombra y frenan el viento. En arquitectura cada vez más se usan árboles para moderar la temperatura de los edificios. El follaje también extrae del aire polvo y sustancias tóxicas. Cuando hay un exceso de contaminantes en el aire, las hojas de muchas plantas crecen deformadas, pierden color o se caen, sirven entonces como alarma o indicadores, pueden ser el único modo de revelar contaminantes de los cuales no se sospecha la presencia y por eso no se tienen detectores artificiales. (Boullard, Despain, Favre, Pinkard, Elton.) 2°) Purificación del agua: El sistema purificador de agua más simple, barato y eficaz es una zanja zigzagueante, poco profunda, al aire libre, llena de plantas acuáticas (juncos, camalotes u otras) ; si por un extremo se le pone agua sucia, ya sea de cloacas, curtiembres, fábricas diversas, etcétera, por el otro sale agua limpia, incluso potable si la zanja es lo suficientemente larga. Los tallos, hojas y raíces de las plantas, y los microbios que viven sobre ellas, sacan incluso metales pesados, hidrocarburos y sustancias cáusticas y tóxicas del agua. Los pajonales y pantanos naturales cumplen la misma función, aunque de un 1 El verdadero ecólogo es un científico dedicado a conocer cómo funcionan las interacciones de los seres vivos entre sí y con su ambiente. No es correcto el uso periodístico de llamar "ecólogo” a cualquier activista que "lucha" en favor de la naturaleza o contra la contaminación o la violencia. modo más difuso; lejos de ser "inmundos", purifican. Este tipo de planta purificadora es utilizado por la NASA. Lo que necesita este sistema es terreno; en el país no falta. (Bullard, Olson, Shivaji Rao, Underwood.) 3°) Fertilización del suelo: Si las aguas cloacales y de industrias alimentarias se hacen llegar al suelo mediante cañerías, pasando previamente por lagunas de descomposición, o tanques de fermentación (que pueden dar productos valiosos, como explico en el punto 4°), entonces las partículas del suelo, los microbios del suelo y las raíces de las plantas retienen las impurezas, y las plantas las usan como fertilizante. Las cañerías pueden terminar en secciones perforadas a 20 cm de profundidad en el suelo, intercaladas con desagües que evitan la posible salinización, o en regadores aéreos si el fluido tiene mucha agua. Esta técnica hace aumentar la velocidad de crecimiento de las plantas. Y si se hace bien, no excediendo la capacidad del campo usado, no contamina; el agua que se escurre a napas subterráneas o arroyos es potable. Los microbios peligrosos son destruidos durante la descomposición o fermentación previas. Se puede usar el mismo método con desechos orgánicos sólidos si se los tritura y mezcla con agua en cantidad suficiente. Las cañerías hacen innecesario el transporte por vehículos, cuyo costo ha sido un argumento presentado por algunos fabricantes de fertilizantes para ridiculizar estas técnicas. Es posible usar residuos orgánicos sólidos (restos de comida, de cosechas, pasto cortado, tallos, ramas, cortezas, malezas, hojas y frutos de cualquier tipo, etcétera) directamente como fertilizantes. El costo de acarreo limita esta técnica, pero da resultados donde los residuos se producen cerca, o en campos chicos, o donde su transporte es facilitado por otras circunstancias. Este es otro motivo para tener la población y las industrias de base agraria dispersas en el campo: así, es más fácil devolver los residuos al suelo. Es suficiente con acumular los residuos orgánicos sobre el suelo, en una capa de 20 a 60 cm de alto, apisonando levemente pero sin compactar. En algunos casos es necesario triturarlos o cortarlos previamente. Si los residuos son antiestéticos o malolientes se cubren, no con tierra, sino con pasto cortado, hojas, aserrín, o cualquier residuo orgánico liviano, de aspecto presentable y sin olor, en un espesor suficiente. Esta es la técnica llamada "mulch", que se practica en muchos países con gran éxito, y en la Argentina, en Misiones, por ejemplo, donde la utiliza el señor Alberto, Roth 2. Esto se puede hacer en hileras entre los cultivos, alrededor de árboles, y en campos arados. Impide la erosión, retiene la humedad, evita el crecimiento de malezas, y la materia orgánica se va descomponiendo aeróbicamente (es decir, en presencia de oxígeno), forma humus, libera gradualmente las sales nutrientes y sirve de alimento a las lombrices que airean el suelo. Así se forma la mejor tierra, negra y fértil, de buena textura. Además, el humus retiene los nutrientes solubles que puede haber en el suelo, y los libera de a poco. En cambio los fertilizantes comerciales son únicamente sales nutrientes, que sobrecargan el suelo hasta el momento en que llueve, y entonces, si hay pocos restos orgánicos, rápidamente se los lleva disueltos la precipitación, contaminando el agua subterránea y dejando el suelo pobre. La sobrecarga de sales nutrientes acelera la descomposición del humus, lo hace desaparecer, y también perjudica a las lombrices y los microbios que hacen funcionar al suelo. Los errores en el cálculo de la cantidad o momentos de aplicación de fertilizantes industriales, o los de proporciones inadecuadas de nitrógeno, fósforo y potasio, pueden arruinar el suelo y las plantas. En cambio los residuos orgánicos depositados sobre el suelo (que son el fertilizante de la naturaleza) siempre dan la proporción y dosis adecuadas de sales nutrientes, porque la descomposición de la materia orgánica es un proceso viviente autorregulado. 2 Alberto Roth es un agricultor suizo de Misiones, que consiguió mantener la fertilidad de sus suelos mediante la aplicación de materia orgánica. Fundó la Asociación para la Protección de la Naturaleza de Misiones. Escribió varios libros, en los que da a conocer sus experiencias, alerta sobre el mal trato del ambiente y aconseja muy acertadamente. Para solicitar sus libros le puede escribir a C.C.1, (3326) Santo Pipó, Misiones. Pero no se deben enterrar los residuos: en ese caso falta oxígeno, la descomposición es por fermentación y produce sustancias que pueden matar las plantas si toman contacto con sus raíces. Ese es el motivo de los fracasos, guardados en secreto, del tan publicitado, aunque mal llamado, "cinturón ecológico" del área metropolitana. Otra alternativa, más complicada y trabajosa, y por eso a veces de mayor costo, es la de acumular los residuos en parvas, mojarlos y esperar hasta su descomposición parcial. Esto da la sustancia esponjosa, liviana y negra conocida como "compost", que puede usarse sin restricciones ni riesgos para fertilizar y mejorar el suelo en todo tipo de situaciones. Pero la técnica de "mulch" (descomposición aeróbica sobre el suelo, en el sitio mismo a fertilizar) es más conveniente. (Borgstrom, Bullard, Commoner, Faulkner, Konekamp, Kononova, Mc. Calla, Olson, Shivaji Rao, Stout, Underwood, Zack.) 4°) Producción de combustibles y otras sustancias útiles a partir de materias orgánicas de desecho o de bajo costo: La fermentación de materia orgánica produce metano, sin necesidad de métodos exactos de laboratorio. Es suficiente con poner en un recipiente adecuado, impermeable y del tamaño requerido, hojas o aserrín, aguas cloacales, restos de las industrias de alimentos, de frigoríficos, o estiércol, con la cantidad necesaria de agua. Los microorganismos que producen la fermentación están siempre presentes. Una de las precauciones a tomar es que no haya mezclados con la materia orgánica residuos de pintura, detergentes, desinfectantes, lavandinas, etcétera, venenosos para los microorganismos de la fermentación; esos residuos tóxicos están presentes en muchas aguas cloacales. Con un sistema para colectar y almacenar el gas, que no necesita ser de gran precisión, se puede tener este combustible no contaminante, utilizable para calefacción, iluminación, generación de electricidad, propulsión de automotores. El, residuo de la fermentación no tiene olor y, como dije en el punto 3°, puede usarse como fertilizante. Existen muchos libros y folletos en inglés, castellano y portugués que detallan las técnicas. Un paso más complejo es el uso del gas producido para calentar la materia orgánica haciendo posibles la destilación y la pirólisis; este último es un proceso que forma nuevos productos debido a la acción del calor. Mediante pirólisis y/o destilación de la materia orgánica se pueden obtener alcoholes, amoníaco, diversos hidrocarburos comparables a los que se obtienen del petróleo y que pueden reemplazar a éste, y una enorme variedad de sustancias aromáticas, aceites, etcétera. La pirólisis de la madera produce además el carbón de leña, pero en el método tradicional se dejan escapar como humo innumerables sustancias que, mediante destilación, pueden aprovecharse, siendo muchas de ellas más valiosas que el carbón de leña. (Jedlicka, Konekamp, Leach, Shivaji Rao.) 5°) Eliminación de todo tipo de residuos orgánicos: Para impedir la contaminación con basura, aguas cloacales, efluyentes de industrias de materiales orgánicos (curtiembres, envasadoras de alimentos, bodegas, fábricas de aceite, criaderos de pollos, etcétera), estos desechos de origen orgánico pueden transformarse en productos útiles (único modo de eliminarlos) mediante los procesos indicados en los puntos 3° y 4°. (Borgstrom, Bullard, Faulkner, Olson,. Shivaji Rao, Underwood, Zack.) 6°) Control de plagas y malezas: Ninguna especie animal es plaga, pero algunas poblaciones de animales se hacen plaga cuando su cantidad excesiva perjudica cultivos, ganado, granos almacenados, etc. Ninguna especie de planta es una maleza; algunas especies llegan al estado de maleza donde y cuando su reproducción y crecimiento excesivos hacen que las áreas donde crece sean difíciles de usar par otros fines. Una forma de hacer disminuir el número de individuos de las epscies en estado de plaga o maleza es usando insectos y otros animales que las comen, y enfermedades que las infectan. Estas técnicas, conocidas como “control biológico” de plagas y malezas, dieron una larga serie de éxitos en muchas regiones del mundo. Para comprender el porqué de este éxito hay que tener muy presente la especialización de la alimentación: si en un campo se largan “vaquitas de San Antón”3 para que se coman a los pulgones que podrían destruir un cultivo, no hay peligro de que las “vaquitas” se coman el cultivo o coman insectos útiles: únicamente comen pulgones y otros insectos chicos y blandos; cuando quedan muy pocos pulgones, la mayoría de las “vaquitas” se van o mueren de hambre, quedan unas pocas que son suficientes para impedir que la población de pulgones crezca hasta proporciones de plaga. (De Bach, Eidmann, Elton, Nilsson, Wallace.) Lo mismo pasa cuando para destruir una maleza se usan insectos que comen únicamente esa planta, o enfermedades que infectan solamente esa planta. El tema es complicado y ésta es una versión simple, pro hay publicaciones que lo explican de un modo comprensible y detallado (ver la “Bibliografía” al final). Una de las técnicas de control biológico consiste en dejar intercaladas entre los cultivos o pasturas áreas con su paisaje natural, donde pueden subsistir los animales que comen insectos, roedores y pájaros, y donde siguen existiendo los animales y enfermedades que atacan a las plantas que podrían hacerse malezas. Esta técnica simplemente conserva en los cultivos la estabilidad de las áreas naturales. Otra técnica de control biológico consiste en investigar qué insectos y enfermedades atacan exclusivamente a la plaga o maleza que se desea controlar, y, una vez hallados, reproducirlos en criaderos o laboratorios y largarlos en él campo. Para tener una visión realista de este tema se debe tener en cuenta que las plagas y las malezas son creadas por el hombre: al reemplazar la fauna y la flora variadas de una zona por cultivos de una sola especie los animales que comen ese cultivo se reproducen enormemente porque tienen comida de sobra y casi ningún enemigo. Y cuando el arado, el fuego, el desmonte o el sobrepastoreo dejan el suelo pelado, las plantas tienen terreno sin competencia y sin los insectos que las comen, y las que prosperan mejor en las condiciones de cada caso se hacen malezas. En la naturaleza no hay plagas ni malezas; cada especie tiene otras que controlan su expansión (también otras fuerzas -el clima, por ejemplo- impiden las explosiones de población, pero no las comentaré, con el fin de ser breve y porque es difícil o imposible manejarlas). El control biológico de malezas o plagas consiste en aprovechar el control natural en vez de destruirlo y esforzarse para reemplazarlo por plaguicidas y herbicidas químicos, que son costosos y peligrosos para el hombre, las plantas y los animales, por su acción indiscriminada y drástica, y obligan a nuevas aplicaciones porque arrasan violentamente con lo que pueda subsistir de los controles naturales. Es lamentable la campaña sistemática y bastante exitosa que hacen algunos grandes fabricantes de plaguicidas y herbicidas para desprestigiar el control biológico; insisten en esa campaña porque el control biológico, una vez establecido en un área, no necesita en general nuevas aplicaciones: los insectos y enfermedades beneficiosas sé propagan solos. Es un ejemplo más de la mentalidad dinerocéntrica que en este caso se interesa más en asegurarse las ventas de plaguicidas y herbicidas que en producir un control conveniente de las malezas y las plagas. Otras técnicas son las de hacer cambios moderados en los ambientes para favorecer a los animales que comen a los animales molestos. En esta categoría están: a) plantar (o dejar) árboles y arbustos de ramaje denso y espinoso para que puedan hacer su nido los pájaros que comen insectos; b) plantar o dejar plantas de muchas especies diferentes de modo que haya gran cantidad de flores durante todo o casi todo el año, que serán una provisión constante de polen y néctar en toda época para que puedan existir poblaciones de ciertas avispas y moscas, cuyas larvas devoran insectos; e) la conservación o excavación de zanjones y estanques, donde puedan criarse libélulas, peces, ranas y sapos (todos comen insectos; los dos primeros, especialmente mosquitos). Este modo de controlar los mosquitos 3 Son unos escarabajitos de colores brillantes, generalmente rojo con pintas negras. mediante la formación de zanjones para que críen peces y libélulas tuvo un éxito total en extensas áreas del mundo. 7°) Regularización de ríos: Los sistemas naturales de lagunas, bosques, pantanos, esteros, bañados y napas subterráneas son los más económicos y eficaces para impedir y retrasar inundaciones y suavizar las bajantes de los ríos. Los bosques absorben en su suelo el agua de las tormentas, que de ahí pasa a pantanos, esteros, lagunas y napas subterráneas, y sale gradualmente a los ríos. Si se eliminan los bosques y los bajos, el agua de lluvia llega rápidamente a los ríos, desbordándolos con agua barrosa, y se pierde pronto, quedando después el río seco o casi sin agua. Ningún sistema de diques y represas, por completo y costoso que sea, puede lograr la eficacia de regulación de caudal y prevención de inundaciones que tiene el sistema natural de bosques, áreas inundables y napas subterráneas que forman su cuenca. A esta conclusión llegó el cuerpo de ingenieros del ejército de los Estados Unidos después de décadas de estar atrapado en una especie de "fiebre" que lo impulsó a construir miles de diques y drenar miles de pantanos. (Faulkner, Roth, Wolf.) 8°) Control de la erosión: El mejor método para frenar la erosión que se lleva los suelos es la protección y el restablecimiento de áreas de vegetación nativa. No estoy sugiriendo eliminar los cultivos, sino dejar franjas, protectoras que hacen más eficaces a esos cultivos; el aumento de eficacia es superior a lo que no se cultiva por dejar estas franjas. La vegetación nativa no necesita cuidados, se resiembra sola, forma una barrera contra el viento (que seca y lleva suelo) y detiene los torrentes de escurrimiento, impidiendo la formación de cárcavas. Las franjas deben ser más anchas y más cercanas en sitios muy propensos a le erosión: suelos muy sueltos o con mucha pendiente, sitios muy secos o con mucha lluvia, etcétera. Pueden ser más angostas y espaciadas donde hay menos tendencia a la erosión: sitios planos, con suelo de gran contenido orgánico etcétera. Las franjas protectoras plantadas son menos densas que las naturales, por estar formadas con una o pocas especies, y necesitan cuidados, riego, etcétera, porque generalmente se hacen con plantas no autóctonas, mal adaptadas a las condiciones locales. Las plantas exóticas de las franjas protectoras se pueden convertir en malezas peligrosas como sucede con el paraíso en la Mesopotamia; el fresno en Tucumán y Salta; la rosa floribunda (de origen chino) en los Estados Unidos; la ligustrina, el bambú, la madre selva y la zarzamora en el delta del Paraná, por ser exóticas que se trajeron sin sus "podadores naturales" (insectos etcétera). (Ver punto 6°.) En la actualidad se trabaja en los Estados Unidos con plantas autóctonas para protección de suelos; pero se cometió el error de ofrecer productos de "calidad uniforme” por ser eso tradición en las empresas productoras de semillas. Es un error porque si las semillas fueran variadas (dentro de la misma especie) la planta se adaptaría mejor a las condiciones variables de los terrenos. (Allen, Alverson, Anderson, Brunig, Butcher, Carlson, Castro, Croeni, Despain, Faulkner, Favre, Robinson, Roth, Sedgley, Wallace.) 9°) Recreación: La mal llamada recreación pasiva, observación de la naturaleza, paseos, almuerzos campestres se puede hacer en condiciones inmejorables en los paisajes naturales, que ya vienen formados y no necesitan cuidados; pueden crearse de nuevo plantando las asociaciones de especies nativas en las zonas en que han sido eliminadas. A veces es necesario modificar los paisajes naturales para hacerlos más cómodos; esto lo explico más adelante. También la pesca deportiva es una recreación importante que puede hacerse en la naturaleza; sobre esto trato en el punto siguiente. (Allen, Bianchini, Boullard, Cox, Elton, Fessler, Forster, Gogerty, Hamor, Hejmadi, Henson, Narosky, Nelson, Robinson, Sedgley, Shomon, Turner, Wolf.) 10°) Cría de peces: La cantidad y la variedad de peces que se reproducen automáticamente y casi infaliblemente en los sistemas de ríos y esteros mantenidos en condiciones relativamente buenas superan enormemente a lo que puede producir la "piscicultura", que es falible. Los grandes éxitos de la piscicultura exigen técnicas perfeccionadas y generalmente grandes gastos de capacitación técnica, energía y materias primas. En un establecimiento norteamericano se conseguía producir por año y por hectárea una cantidad asombrosamente grande de carne de salmón ... pero los peces eran criados en tanques de acero inoxidable con el agua renovada constantemente por bombeo, y burbujeo de oxígeno puro y alimentación a base de productos especiales envasados; todo esto es un derroche asombrosamente absurdo de materiales, maquinarias, conocimientos y energía para producir lo que la naturaleza hace automáticamente. La carne de esos salmones "automatizados" es un artículo de lujo, un disparate insostenible. Muchos peces marinos, desovan o pasan sus primeros meses o años de vida en estuarios y lagunas salobres costeras. Para reemplazarlos por criaderos sería necesaria una organización gigantesca y costosa, con grandes probabilidades de fracaso. Más vale, entonces, cuidar los criaderos, naturales de paces. (Fessler, Mann, Nash, Wolf.) 11°) Tener Paisajes: La vida humana tiene que estar rodeada de un paisaje reconocible, estéticamente satisfactorio y hospitalario. Contrariamente a lo que muchos hijos de las ciudades y del campo cultivado sostienen, el paisaje natural es apropiado para el ser humano, no es necesario exterminarlo ni reformarlo drásticamente para hacer posible la vida humana. Por eso, lo más práctico es aprovechar las características de autorrenovación y de venir ya hecho del paisaje natural, manteniendo su carácter básico: especies vegetales, relieve, arroyos, lagunas, para hacer modificaciones menores que permitan hacerlo más habitable. Por ejemplo, donde hay matorrales espinosos o con insectos picadores, ralear esas matas o eliminarlas en parte, pero dejando en los sitios convenientes los árboles y arbustos mayores y las plantas bajas que forman el césped natural o son importantes visualmente o por su perfume. El costo de formación y mantenimiento de este tipo de paisaje con modificaciones moderadas es mucho más bajo que el de formar un paisaje totalmente nuevo, y sus probabilidades de sobrevivir y desarrollarse y ser estéticamente satisfactorio son mucho mayores que las de un paisaje nuevo. Y el paisaje natural estará amenizado por ejemplares de la fauna: aves, mariposas, etcétera, el canto de ranas y grillos. Puede parecer ridículo para algunos hablar de la importancia visual y auditiva de la fauna, pero cuando falta intentamos reemplazarla con la televisión y la "música funcional", que son industrias gigantescas, lo cual demuestra su importancia. Se pueden controlar las especies molestas: garrapatas, hormigas, mosquitos, tábanos, etcétera, según dije en el punto 6°; muchas de éstas desaparecen al eliminar matorrales, que son automáticamente reemplazados por césped autóctono si se hace correctamente su eliminación (corte, trituración y esparcimiento de lo cortado, sin retirarlo ni quemarlo). También se pueden restaurar paisajes naturales, restableciendo el funcionamiento automático. Es necesario reproducir en viveros y plantar plantas autóctonas. Los paisajes restaurados tienen las mismas ventajas que los originales. La restauración de paisajes se hace cada vez más. En los Estados Unidos varios aeropuertos, siguiendo esta práctica, restauraron las praderas naturales en los terrenos que los rodean; de ese modo, no necesitan cuidar céspedes. (Alverson, Anderson, Boullard, Brunig, Burkart, Cabrera, Correa, Croeni, Despain, Dimitri, Dimitri y Beloni, Elton, Garrison, Gogerty, Greenlaw y Brown, Hamor, Hejmadi, Henson, Huber, Knapp, Lewis, Lorenz 1973, Mc. Harg, Nash, Parodi, Robinson, Roth, Sedgley, Shomon.) 12°) Ganadería: En Africa, enormes manadas saludables de antílopes, cebras, elefantes, gacelas, rinocerontes, avestruces y búfalos, y, en los ríos, hipopótamos, existieron durante milenios, sin estropear la cobertura vegetal, siendo alimento de una gran población humana. La colonización europea llevó vacas y ovejas, que en pocas décadas arruinaron la vegetación, produciendo erosión y desertificación y vacas y ovejas flacas y enfermas. Es que la fauna y la flora africanas forman un sistema con el clima, el suelo y la población humana, funcionando armoniosamente. En cambio, el origen de la vaca y la oveja es Europa, donde pueden vivir sin producir destrozos porque son parte armoniosa de ese sistema natural. Algunos ganaderos africanos con mentalidad abierta decidieron cosechar moderadamente los animales silvestres, en vez de exterminarlos para reemplazarlos por vacas. Y tuvieron éxito. Obtuvieron carne y cuero sin degradar la vegetación ni provocar erosión. El ejemplo se está extendiendo. En América, la vicuña vive en alturas secas que no pueden soportar vacas, ovejas ni cabras, y en sitios algo más húmedos produce lana y leche sin arruinar la vegetación, como lo hacen los rumiantes de origen europeo, que hacen aumentar el área de desierto. Recientes estudios demuestran que la vicuña corta ramas para comer, donde la cabra o la vaca arrancan y destruyen plantas enteras, y camina sobre almohadillas plantares suaves, que no trituran ni el suelo ni la vegetación, mientras que las duras pezuñas de vacas y ovinos destruyen plantas y fragmentan el suelo, aumentando la erosión. Con paciencia, ya se redescubrió el modo que usaban los incas para capturar las vicuñas, cortarles la lana, y dejarlas de nuevo libres sin dañarlas. En Venezuela se estudia la ganadería del carpincho en zonas inundables que no sirven para el ganado tradicional. El gran peligro de todo esto es inducir una explotación aún mayor de la fauna silvestre, al crear un mayor mercado para su carne y cuero. Hay que enseñar a la gente de campo a que considere a los animales silvestres con el cariño y confianza que actualmente tiene reservado para los animales domésticos, para que se saque la idea de que son alimañas y sabandijas que hay que exterminar. En cambio debe comprender que, como el ganado, son su fuente de vida y debe estarles agradecida y cuidarlos. Por fin el INTA ha comenzado estudios para hacer un uso racional del guanaco en vez de la matanza sin cuartel de que es objeto este animal simpático y valioso. Otro aspecto es el mejoramiento de las condiciones para el ganado tradicional. Una técnica de manejo de campos degradados consiste en permitir el crecimiento de arbustos como la jarilla. Esto se hizo en campos estropeados por el mal manejo del ganado en zonas semiáridas de La Rioja. La jarilla da sombra, que permite al pasto soportar las sequías. Esto hizo aumentar la productividad ganadera hasta superar la máxima de las mejoras regiones de la pampa húmeda 4. (Allen, Alverson, Bianchini; Cabrera y Yepes, Cox, Despain, Escobar, Henson, Huber, Knapp, Nelson, Shelton en De Bell, Timberlake, von engelhardt, Wunz.) Hay muchos casos más de tecnología con sistemas naturales, pero el propósito de esta exposición es dar un panorama de los usos posibles para mostrar la modalidad general, no hacer una lista completa. Entonces, ¿por qué no es más usado este método? Uno de los motivos es el tremendo error, muy común, de idolatrar exclusivamente el aspecto “fuente de trabajo” en vez del resultado útil para el usuario, y considerar el aumento de las ganancias como algo más valioso que el aumento de bienestar que sea consecuencia de la actividad que da ganancias. Así se ve todo desde el punto de vista del productor y no del que usa lo que se hace, salvo para hacer propaganda para que quiera comprarlo. Es el mundo al revés. Este tipo de actividad es una plaga en todos los temas. Son comunes los absurdos, como encontrar, en un mismo número de un diario, un artículo elogiando la campaña de LALCEC contra el cigarrillo y, en otra página, la descripción del tabaco como "un noble producto salteño” o un editorial que critica la arquitectura inhumana, como cajas de zapato, mientras que pocas páginas después, en la sección “Arquitectura", se glorifica la supuesta "pureza de las líneas” de uno de esos edificios adefesio. La defensa de las "actividades económicas" es más fuerte que la lógica, el raciocinio, la inteligencia y la compasión. Si las técnicas de uso no cataclísmico de la naturaleza se usan poco en comparación con la explotación arrasadora, es porque predomina la enseñanza del hábito de ver el mundo a través del dinero, y porque la explotación aniquiladora puede dar más ganancias y más rápido. Y porque también están de moda la fuerza bruta, la mecanización, la estandarización, unidas a una enorme ignorancia sobre la naturaleza y su funcionamiento. De este hábito resultan cosas como explotar sin escrúpulos una zona con 4 Ingeniero David. L. Anderson, del INTA de Villa Mercedes, San Luis. paisaje agradable y de clima benigno hasta hacerla desierto, porque así se gana plata suficiente como para comprar acondicionadores de aire y pagar jardineros. En síntesis, es un problema cultural; entonces la solución también es cultural: enseñar a ver los valores que no se compran ni se venden. (De Bell, Faulkner, Lorenz, Mander, Mc. Harg, Nash, Robinson, Roth, Shomon, Stout, Wallace, White.) Energía del sol CO2 del aire Residuos orgánicos domiciliarios y de las industrias metano Plantas Fotosíntesis quemado e para Calefacción Electricidad Iluminación Bombeo o transportes de los residuos hasta el suelo fermentación Materia orgánica Alcoholes Amoníaco Hidrocarburos Sustancias oftalmológicas Etc. Destilación fraccionada Pirólisis Residuos orgánicos (minerales + agua) del suelo ESQUEMA QUE RESUME PARTE DE LOS PUNTOS 3, 4 Y 5. Fertilizante ESQUEMA DE TERRENO REFERIDO AL PUNTO 8° SOBRE CONTROL DE EROSION 100m 500m de largo Dirección de la pendiente Franja protectora compuesta por vegetación nativa Cultivo 200 m de ancho BIBLIOGRAFIA ALVERSON, K. (1976): Native grasses and wildflowers low maintenance plants, Soil Cons., S.C.Ser., U.S.D. of Ag., V. 41, 6, p. 18. ALLEN, D. (1974): Patterns for wildlife, Soil Cons., S.C.Ser., U.S.D. of Ag., V. 39, 8, p. 12. ANDERSON, T. 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