LA VOCACIÓN HUMANA EL LLAMADO A LA VIDA HUMANA OBJETIVO: Que el joven profundice y valore la vocación humana para que se realice como persona dentro de una vida digna. A) DESDE LA VIDA Tú como todas las personas, un día fuiste llamado por Dios a la existencia terrena, gracias al amor de tus padres. Hoy debe brotar de ti una acción de gracias a Dios, porque otorgándote la existencia, te ha dado con ella los demás dones de que disfrutas: la belleza con que está adornada toda la naturaleza, la vida que brota de todo tu ser y el funcionamiento de cada uno de tus órganos, movimiento, inteligencia, voz, sentidos; que son como ventanas abiertas por donde entra a raudales la luz, color, sonido, ambiente. Percibe que hay viveza, sentimientos, movimiento de la sangre en tu corazón, piernas, brazos y ojos; que tus pies toman base firme en la tierra, que tu inteligencia es capaz de pensar y discernir. Todo tu ser está diciendo que vivir es una apasionante oportunidad y aventura que merece la pena ser bien vivida que ninguna de las ocurridas al hombre merece tanta atención como ésta porque sientes que la vida se te ha dado y que no vino por tu voluntad sino por la de Dios. El te llamó a la existencia. ¡Ama la vida! ¡Agradece a Dios este magnífico regalo! * En pequeños grupos leer las siguientes preguntas y responder a ellas. ¿En qué consiste la dignidad humana? ¿Cómo puede un joven realizarse como persona? * Plenario compartir la síntesis de los grupos. B) PROFUNDIZANDO INTRODUCCIÓN: Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada.“Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó” (Gn. 1,27) DESARROLLO El primer y fundamental nivel de la vivencia de tu vocación es la vocación humana. Equivale a decir que eres llamado a ser hombre o mujer y a serlo en plenitud. La experiencia del llamado de Dios redimensiona toda tu persona. Esto sucede de tal manera que la misma fe te lleva a descubrir la profundidad y verdad sobre ti mismo. Ser cristiano y vivir una vocación específica ha de reflejarse necesariamente en una gran calidad de vida humana. La vocación humana se puede comprender como el cultivo de una vida digna. Es decir, que en tus planteamientos de vida logres vivir la verdadera dignidad humana, sin rebajar la condición altísima del llamado que has recibido de Dios. No siempre es fácil caminar con dignidad, sobre todo cuando estamos en un mundo en el que con facilidad se disminuye esta dignidad personal. Esta idea se comprende mejor analizando los siguientes aspectos: 1. Llamado a la vida El dato más inmediato es que hemos sido llamados por Dios a la vida. Esto significa que toda existencia, por el sólo hecho de ser humana, tiene sentido. Esto quiere decir que tu vida, desde su comienzo hasta su final, debe ser comprendida como un llamado de Dios. Así, aunque no siempre puedas descubrir el sentido y la plenitud de la vida, desde su comienzo hasta su final, debe ser comprendida como un llamado de Dios. Así, aunque no siempre puedas descubrir el sentido y la plenitud de la vida, sabemos que tiene sentido porque es. Esta idea del llamado a la vida clarifica el sentido de personas que pueden llegar a sentirse inútiles o poco productivas, y no por eso dejan de ser llamadas por Dios. El llamado de Dios nos compromete a crecer como personas. Este compromiso implica una serie de aspectos que es conveniente analizar, si quieres responder a su llamado. Lo puedes pensar como si fueran fundamentos o capas de la personalidad. Todo es tocado por Dios en su acción de llamar, que resuena en tu interior con todo el poder de su fuerza creadora: Fundamento físico: Un primer compromiso con tu vida es el cuidado de tu salud. Cualquiera que sea tu edad, la fe ha de llevarte a una práctica del ejercicio diario. Esto te hace ser persona más en plenitud porque te ayuda a estar bien. Cuando cuidamos este aspecto tan básico de nuestra persona, habitualmente nos sentimos felices y estamos más libres para responder a los retos que la vida nos plantea. Si llegas a estar enfermo, esta misma actitud se expresa a través del cumplimiento de los tratamientos necesarios para mejorar tu salud. Fundamento psíquico Ser persona significa vivir en paz, todo lo feliz que se pueda. Así como la fe te lleva a un compromiso con tu corporalidad, así te lleva a un compromiso con tu psiquismo. Haces lo posible por aceptarte como eres, por disfrutar de la vida y solucionar las tensiones. Qué mal puede responder a Dios quien se sumerge en una dinámica de nerviosismo o de depresión. Si hemos sido llamados por dios para ser felices, hemos de buscar por nosotros mismos un cauce de felicidad. Según vas madurando, conoces mejor tus reacciones y aprendes a distinguir qué te hace crecer y qué te hace estancarte. Todos tenemos aspectos débiles en nuestro psiquismo, pero lo que hay que afirmar es una tendencia a un creciente equilibrio. Fundamento consciente: La conciencia es un aspecto fundamental de la dignidad humana. Hay personas que tienen una conciencia adormecida, oscurecida. Pero la fe despierta en ti una conciencia pura, una gran claridad interior. Ser persona significa ir adquiriendo una conciencia moral recta; ser cristiano es permitir que tu conciencia sea iluminada por el Espíritu. De modo que la vocación humana supone que sabes lo que quieres y lo sigues con honestidad y prudencia. Fundamento laboral El trabajo es parte de la vida del hombre. La vocación humana pasa por ese fundamento laboral. Hacer un trabajo bien hecho, y servir por medio de él a la comunidad, te dignifica como persona. De manera que llegas a ser una persona útil, que sirve a los demás. Cristo es todo un modelo de trabajador. El llegó a decir: Mi padre trabaja siempre. Fundamento afectivo El llamado a la vida humana te compromete en el camino de la madurez afectiva. Esta consiste en no depender de tus sentimientos o de un ciego instinto, sino llenarlo todo con la serenidad y la luz de la razón. Eres más persona cuando, reconociendo y valorando tus sentimientos, eres dueño de ti mismo y capaz de servir a los demás. Fundamento sexual También afecta a este nivel la llamada de Dios. Por eso se valora entre los cristianos la virtud de la castidad. La vocación humana significa una dignificación de nuestra vivencia de la sexualidad, hasta hacerla manifestación del don de Dios. El hombre cristiano llena de razón y de espiritualidad su vida íntima, dando así testimonio de que es dueño de sí mismo. Fundamento espiritual La dimensión espiritual es parte de la vocación humana en el sentido de que todo hombre tiene en su corazón una tendencia hacia Dios y hacia los valores más altos de la existencia. En este sentido se usa la palabra espíritu en el ambiente profano. La vida cristiana nos conduce a un dinamismo creciente de trascendencia. Desde el que se valora todo desde una perspectiva espiritual. Fundamento social La vocación humana no es sólo personal. Ser persona significa también aprender a relacionarse con los demás y a edificar en una comunidad, en un ambiente social. Porque el hombre es para los demás, y en ellos encuentra la plenitud de su ser. En el lenguaje cristiano se llama a esta perspectiva fraternidad. La fraternidad consiste en aceptar a cualquier persona como de valor incondicional por el solo hecho de ser persona. Y la fe nos exige acogerlo como un hermano querido, reconociendo en él los rasgos de Cristo. Llegar a ser persona es ser solidario