SANTA MARÍA DE PAZ Y BIEN “UNA VIDA ILUMINADA” Hace unos días hemos celebrado el Nacimiento de Jesús. María al dar a luz al “Sol que nace de lo alto” Jesucristo nuestro Señor, ha quedado toda ella iluminada por el resplandor de esa luz. Junto a ella queremos reunirnos esta tarde para celebrar la fiesta de la Vida, el gozo de haber dado a luz al Salvador del mundo, la presencia del Espíritu en nosotros. Con María es más fácil recorrer los caminos nuevos de Jesús, en el mundo. Con María recreamos la esperanza y juntamos las manos para tejer la paz en el mundo. En ella se manifiesta la ternura entrañable de nuestro Padre Dios, se dibuja la humanidad nueva inaugurada por Jesús, y se estrena cada día el canto nuevo del Espíritu. María acoge el dolor y el gozo de nuestro mundo, alienta todas las esperanzas. María nos hace familia, nos abre su hogar. Por su maternidad, su historia es la nuestra, su camino el nuestro. En este ambiente de fiesta y familia en torno a nuestra madre Santa María de Paz y Bien, agradecemos al Señor estos 25 años que llevamos caminando junto a Ella. CANTO: Somos Comunidad que en el corazón…. Recorramos esta tarde algunos momentos de la historia de María. Veamos dónde puso Dios sus ojos En un lugar: Nazaret. Aldea de Galilea, de poco prestigio. Sus gentes se reúnen en la sinagoga para orar. Viven del trabajo del campo. El país está ocupado. Los romanos imponen sus exigencias. ¡Ahí va a poner Dios sus ojos! ¡Las promesas están a punto de brotar! En ese lugar desconocido proclamará, un día, Jesús el Jubileo de la Salvación. En una mujer: María. Muy de su tiempo y de su pueblo. Su corazón acaricia esperanzas de salvación para la humanidad. Sufre la marginación de todas las mujeres: por la sociedad, la religión y la ley. Forma parte de los pobres de Yahvé. Su vida es pura transparencia. Vive abierta a los planes de Dios. ¡Ahí pone Dios sus ojos! Dios entra en la vida de María de Nazaret. Busca un corazón abierto para derramar su amor. Busca unas manos vacías para ser acogido. Busca unos oídos atentos para poner en ellos su palabra. Busca unos ojos limpios para mostrarse en ellos. (Mientras se escucha de fondo el "Ave María" de Schubert acercamos este mensaje a nuestra vida) • Dios pone también en ti los ojos. Ábrele la puerta de tu vida. Quiere embellecerte. • Siempre que Dios llama y alguien le abre, se produce una Anunciación. • Dios mira con cariño los pueblos de la tierra, escucha el clamor de los pobres. Camina con nosotros en nuestra historia. Canto: SE LEVANTÓ MARIA Y SE PUSO EN CAMINO HACIA LA MONTAÑA. María se levanta y nosotros con ella. Lleva en su vida una presencia, en su vientre un fruto, en sus labios una canción. La experiencia de Dios la ha hecho libre y capaz de liberar. A su alrededor se extiende el gozo. ¡La nueva Arca de la Alianza va de camino!. Con María avanzamos como peregrinos de la fe, en busca de la luz. Del Evangelio de San Lucas. (Lc 1,39-56): En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa. Palabra del Señor. Vamos a contemplar despacio en este Evangelio los rasgos de María: María, «la madre de mi Señor». Así lo proclama Isabel a gritos y llena del Espíritu Santo. Es cierto: para los seguidores de Jesús, María es, antes que nada, la Madre de nuestro Señor. Éste es el punto de partida de toda su grandeza. Los primeros cristianos nunca separan a María de Jesús. Son inseparables. «Bendecida por Dios entre todas las mujeres», ella nos ofrece a Jesús, «fruto bendito de su vientre». María, la creyente. Isabel la declara dichosa porque «ha creído». María es grande no simplemente por su maternidad biológica, sino por haber acogido con fe la llamada de Dios a ser Madre del Salvador. Ha sabido escuchar a Dios; ha guardado su Palabra dentro de su corazón; la ha meditado; la ha puesto en práctica cumpliendo fielmente su vocación. María es Madre creyente. María, la evangelizadora. María ofrece a todos la salvación de Dios que ha acogido en su propio Hijo. Ésa es su gran misión y su servicio. Según el relato, María evangeliza no sólo con sus gestos y palabras, sino porque allá a donde va lleva consigo la persona de Jesús y su Espíritu. Esto es lo esencial del acto evangelizador. María, portadora de alegría. El saludo de María contagia la alegría que brota de su Hijo Jesús. Ella ha sido la primera en escuchar la invitación de Dios: «Alégrate...el Señor está contigo». Ahora, desde una actitud de servicio y de ayuda a quienes la necesitan, María irradia la Buena Noticia de Jesús, el Cristo, al que siempre lleva consigo. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa ORACIÓN PETICIÓN María, Madre del «sí», tú has escuchado a Jesús y conoces el timbre de su voz y el latido de Su Corazón. Estrella de la mañana, háblanos de Él y cuéntanos tu camino para seguirlo en la vía de la fe. María, que en Nazaret viviste con Jesús, imprime en nuestra vida tus sentimientos, tu docilidad, tu silencio que escucha y haz florecer en nosotros su Palabra . María, háblanos de Jesús, para que la frescura de nuestra fe brille en nuestros ojos y caldee el corazón de quien nos encuentre, como hiciste al visitar a Isabel, quien en su vejez se alegró contigo por el don de la vida. María, Virgen del «Magnificat», ayúdanos a llevar la alegría al mundo y, como en Caná, impulsanos, en el servicio a los hermanos, a hacer sólo lo que Jesús diga. María, puerta del cielo, ayúdanos a elevar la mirada a lo alto. Queremos ver a Jesús. Hablar de Él. Anunciar a todos Su amor. Amén. TESTIMONIOS: (se acercan libremente algunos miembros) IMPOSICIÓN DE LA INSIGNIA: El sentido de este rito marca el comienzo de la Evangelización dentro del Movimiento de Paz y Bien. - (Los que van a recibir la insignia se ponen de pie y leen todos.) Queremos “luchar contra el mal sólo con el bien”; y vivir la Buena Noticia de Jesucristo anunciada en su Evangelio. Sabemos que esto es posible sólo con la ayuda del Señor, con la de María, y con la de todos los hermanos que formamos el grupo. Por eso queremos agradecer al Señor el habernos llamado a vivir y a compartir nuestra fe en esta Fraternidad. ¡Estamos dispuestos a seguir por este camino, agarrados de tu mano, Señor y así vivir con alegría nuestra vida cristiana, dando testimonio ante el mundo de tu amor gratuito y misericordioso. - (Explicación del animador): En la insignia que recibiréis hay dos símbolos que os recordarán el estilo de nuestro grupo: UNA PALOMA: ¡Queremos ser gente de paz! Con el corazón de par en par... siempre dispuesto a perdonar y acoger... y la sonrisa siempre a flor de labios...! UNA CRUZ: El secreto de esta alegría y amor es Jesús, expresión suprema de su AMOR REDENTOR y trasparencia de la MISERICORDIA del PADRE - (Lee un representante.) Hemos experimentado el gozo de caminar en grupo, compartiendo alegrías, dificultades, ilusiones y plegarias, buscando en ellas sinceramente al Señor. Ahora manifestamos nuestro deseo de continuar en el Movimiento de PAZ Y BIEN; para en él, escuchar con corazón atento la Buena Noticia de Jesús de Nazareth. (Ahora se acercarán los miembros que van a recibir la insignia de manos de la Animadora). A las palabras que se le dirigirá a cada uno: “El Señor te dé su Paz y sea tu Bien”,responderán: : “PAZ Y BIEN”) Canto: De la mano del Maestro TOMA DEL FOULARD: Este rito marca el comienzo de una nueva Etapa en Paz y Bien: la etapa Camino. Con el foulard se significa externamente la acogida al Dios que “arropa” con su Amor. Se expresa el deseo de acoger la Palabra de Dios para ir conformando su vida al Evangelio. Todo compromiso en la Iglesia es una Alianza, en la que Dios tiene la iniciativa. Al acoger el foulard sobre vuestros hombros, aceptáis que Dios os arrope con su Amor y decidís caminar bajo su protección y Voluntad liberadoras. Responsable: R/ ¿Creéis en Cristo, el Señor, como único camino en Paz y Bien? J/ sí creo. R/ ¿Creéis que Jesús de Nazaret, Redentor y Hermano, os llama a una mayor amistad con él y servicio a todos? J/ sí creo. R/ ¿Creéis que su amor es más fuerte que vuestros miedos, timideces, egoísmos... pecados? J/ sí creo. R/ ¿Creéis en la construcción del Reino de la Paz evangélica, venciendo el mal sólo con el Bien? - (Los que van a recibir el foulard se ponen de pie y leen todos.) Nosotros… ( Cada uno dice su nombre) queremos comenzar a vivir en la Humildad, reconociendo nuestra situación de pecado y manifestando que creemos en el Amor de Cristo Salvador. Manifestamos que queremos acoger el amor de Dios en nuestra vida y expresamos que queremos vivir de la PALABRA de DIOS para ir conformando nuestra vida al EVANGELIO. * Entrega del Foulard: - Animador: ¡El Señor te bendiga y te guarde! * Entrega de la Biblia: Animador: continuáis vuestro Camino en Paz y Bien. Vuestra misión en la Iglesia es estar a la escucha de la Palabra de Dios, para comunicarla, con gozo, hecha Paz y Bien a los hermanos. Que la Palabra sea para vosotros LUZ, CAMINO, FORTALEZA Y VIDA Al entregarla dice: ¡Escucha al Señor como Santa María y síguele con fidelidad Animador: que vuestra fe se convierta en frutos de conversión y así viváis a la Escucha de la Palabra y en el empeño por hacer una fraternidad sencilla, alegre, disponible y dedicada a amar gratuitamente. ORACIÓN COMPARTIDA SOLO DIOS PUEDE DAR FE, Pero nosotros podemos dar testimonio. SOLO DIOS PUEDE DAR ESPERANZA, Pero nosotros podemos devolver la esperanza a los hermanos. SOLO DIOS PUEDE DAR AMOR, Pero nosotros podemos repartirlo. SOLO DIOS PUEDE DAR ALEGRÍA, Pero nosotros podemos dar una sonrisa cada mañana. SOLO DIOS PUEDE DAR PAZ, pero nosotros podemos sembrar la ilusión. SOLO DIOS PUEDE DAR LA FUERZA, pero nosotros podemos dar la mano al que cae. SOLO DIOS ES EL CAMINO, pero nosotros podemos enseñar a caminar. SOLO DIOS ES LA LUZ DEL MUNDO, pero nosotros podemos comunicar la paz. SOLO DIOS ES LA VIDA, pero nosotros podemos devolver al cansado el deseo de vivir. SOLO DIOS LO HIZO TODO, pero Él cuenta con nosotros. ORACION FINAL Es momento de volver a la calle, a las tareas de cada día. Llevamos dentro una luz y una presencia. Queremos vivir en esta hora, en esta historia, con María, la mujer creyente, que comenzó el tiempo nuevo; con María, la mujer que esperó confiada el proyecto nuevo del reino; con María, la madre que nos lleva en su corazón mientras presenta a Jesús nuestras necesidades. Ella viene con nosotros para ayudarnos a ser testigos de la Vida Nueva, a ser servidores del amor, a luchar contra el mal sólo con el Bien. Santa María de Paz y Bien: Camina siempre con nosotros.