Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero Resol. Serie “A” N° 06 En la Ciudad de Santiago del Estero, a los veinte días del mes de febrero de dos Comercial del Excmo. integrada por el mil catorce, Superior Dr. la Sala Tribunal Sebastián de Diego Civil y Justicia, Argibay, como Presidente, y los Dres. Eduardo José Ramón Llugdar y Raúl Alberto Juárez Carol, como Vocales y, a los efectos del art. 188 de la Constitución Provincial, con los Armando Lionel Suárez y por la Secretaria Dres. Gustavo Adolfo Herrera, asistidos Judicial Autorizante, Dra. Isabel Mercedes Sonzini de Vittar, a los efectos de resolver el recurso interpuesto contra la resolución de fs. 221/224 vta. del Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – caratulado: “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil”. Establecido el orden de pase a estudio, resultó designado para hacerlo en primer término el Dr. Raúl Alberto Juárez Carol y en segundo y tercer lugar, los Dres. Eduardo José Ramón Llugdar y Sebastián Diego Argibay respectivamente; y a los efectos del art. 188 de la Constitución Provincial, los Dres. Gustavo Adolfo Herrera y Armando Lionel Suárez. El Sr. Vocal, Dr. Raúl Alberto Juárez Carol dijo: Y Vistos: Para resolver el recurso de casación deducido por la demandada a fs. 225/232 de las presentes actuaciones.---------------------------------------------Y Considerando: I) Que impugna la recurrente la sentencia emanada de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Primera Nominación de fecha 6 de marzo de 2012 (fs. 221/224 vta.), que resuelve hacer lugar parcialmente al recurso de apelación interpuesto por su 1 parte y, en consecuencia, rechazar la demanda de los padres de las menores por el daño propio y confirmar la condena indemnizatoria a favor de las niñas Jardines; imponiendo las costas en la Alzada en un 70% al apelante y el 30% restante a los actores apelados.------------------II) expone que Que en para el resolver caso en de ese análisis, modo en el el A quo periódico demandado se publicó el supuesto abuso sexual de las hijas menores de los accionantes, identificando el barrio en que viven, ilustrado con dos fotografías en las que se observan a las niñas de espalda y de perfil, acompañadas de sus padres y que el título de la nota reza “El abuso sexual entre familiares es el más común en la provincia”. Que se demanda por daño moral para las menores y para sus padres, ocasionado por dicha publicación, que expuso a la familia a la consideración pública por el aberrante hecho, violando de este modo los derechos a la imagen, la intimidad y el honor.------------------------------------En relación a la vulneración del derecho a la imagen, sostiene que es de toda evidencia que en el caso no medió el consentimiento expreso que exige el art. 31 de la ley 11.723, para la publicación de las fotografías. No obstante, considera que es distinta la situación planteada por la publicación de la imagen de las menores, que por la de los actores mayores. Afirma que en cuanto a estos últimos, el citado art. 31 establece que la publicación es libre cuando se relaciona con “...hechos o acontecimientos de interés público o que se hubieren desarrollado en público”. Señala que las fotografías retratan a los padres y a las menores saliendo de ratificar judicialmente la denuncia por el aberrante hecho y, por ello, en el marco del derecho de informar, no advierte que, al tratarse de un hecho público, el diario haya excedido la mera pretensión de cubrir el evento con fines informativos, 2 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero descartándose una ilícita explotación de la imagen de los padres.--------------------------------------------------Pone de relieve que distinta consideración merece la publicación de las fotografías de las menores. Al respecto, manifiesta que la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño, las leyes 20056, 26061 (de protección integral de niños), protegen de modo expreso la imagen del menor, en una clara limitación al derecho de informar.-------------Expresa que idéntico tratamiento cabe a la invocada lesión al derecho a la intimidad. En ese orden, destaca que sin duda, la publicación de la noticia del hecho delictivo que tuvo como víctimas a las menores, con datos que permiten su individualización encuadra la situación, respecto de las niñas, en las previsiones del art. 1071 bis del Código Civil y recuerda, asimismo, que la protección de la intimidad de los menores resulta alcanzada por toda la normativa legal y constitucional citada respecto del derecho de la imagen.----------------En cuanto a los progenitores actores en esta causa, estima que el mentado art. 1071 bis no aparece vulnerado, ya que de la publicación en cuestión surge que el padre de periodístico las y niñas realizó se las prestó al requerimiento declaraciones que allí se publican, las que no fueron negadas por los accionantes, lo cual veda la invocada intromisión en la vida privada que argumenta como lesiva al derecho a la intimidad.-----Concluye, entonces, que el -presupuesto necesario de obrar antijurídico la responsabilidad extracontractual- se vió configurado únicamente respecto de las menores.------------------------------------------Analiza causado -en este a continuación, caso el daño si concurren moral el demandado- daño y la relación de causalidad entre el hecho y el daño. En este 3 orden, considera que de las probanzas agregadas en la causa, documental, testimonios (fs. 137/140), informes psicológicos (fs. 148/165 y 166), informe del Director de la escuela a la que concurren las menores (fs. 153), surge el daño moral experimentado por las niñas. Señala que nuestra legislación civil adoptó en la materia el principio de la causalidad adecuada (art. 901 del Cód. Civil) según el cual debe responderse por los daños que el hecho ilícito ocasione de acuerdo con el curso normal y ordinario de las cosas. Expone que, en el caso, se afirma que las menores fueron abusadas y ello, en definitiva, fue lo que motivó la publicación periodística. Entiende que atribuir en su totalidad los daños de los que dan cuenta las pruebas arrimadas en esta causa, en especial la pericia psicológica (fs. 165 y 166), a la publicación del diario demandado, resulta excesivo sobre todo si se atiende a la naturaleza del ilícito perpetrado. Agrega que, por otra parte, el victimario de las niñas es legitimado pasivo para un eventual reclamo indemnizatorio y que, no obstante ello, no puede desconocerse que la publicación periodística cuestionada aportó un plus importante en los padecimientos de las menores con la socialización del hecho el que, en atención a la relación de causalidad antes mencionada, debe ser reparado por los accionados.----------------------------------------------Respecto al reclamo indemnizatorio del daño moral de los progenitores de las niñas, afirma que debe desestimarse porque no se configura en relación a los mismos un obrar antijurídico, presupuesto indispensable del hecho Código ilícito que obliga a reparar (arts. 1066 y 1077 Civil). Sostiene que, por otra parte, el art. 1078 del mismo Código legitima a la víctima de un acto ilícito para reclamar la indemnización del daño moral, indicando que la acción sólo 4 compete al damnificado Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero directo.-------------------------------------------------Por último, analiza la cuantía fijada en el fallo recurrido como reparación del daño moral de las menores estimando ajustado a derecho el monto indemnizatorio de $30.000 para cada una de ellas, con más los intereses, condenados en la sentencia.---------------III) Que la recurrente afirma, en primer término, que su parte no ha obrado en forma antijurídica, en contravención con las disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño y las leyes dictadas en consecuencia -20056 y 26061-, en tanto el A quo debió hacer idéntica interpretación y aplicación de la ley que la efectuada respecto de los padres de las menores. Entiende que ello es así, por cuanto la demandada obró dentro del marco del derecho a informar fiel y certeramente un hecho público y de interés general, el que en última instancia es el único generador del daño reclamado, no teniendo su parte ninguna responsabilidad en tal sentido.---------------------------------------------En segundo lugar, estima incorrecta la aplicación del art. 1071 bis del Código Civil, por cuanto el derecho a la intimidad, como todos los derechos constitucionales, no es absoluto sino que tiene límites que deben ser razonablemente determinados y apreciados, lo cual no sucedió en este caso. Asevera que no ha trasgredido el ámbito de intimidad exigido por la ley para tener por configurado el daño, lo cual surge de la apreciación de las circunstancias de tiempo y lugar en que se produjeron indemnizatorio los hechos las que que, sustentan precisamente, el reclamo no fueron correctamente valoradas por el magistrado de grado ni por la Alzada al emitir sus fallos.--------------------------Por último, cuestiona la evaluación causal realizada por la Cámara por considerar que se limita a 5 conjeturar la causa del daño, a suponerla, en la medida que el daño fue causado no por la publicación periodística, sino por el abuso del cual fueron víctimas las menores Jardines. Insiste en que el diario se limitó a publicar un acontecimiento de interés público y que su accionar no se vinculó causalmente con el daño efectivamente sufrido, como lo entendió la Alzada. Explica que si bien el fallo refiere a un “plus” supuestamente aportado por la publicación a los padecimientos ya sufridos por las menores, ello no obsta a que haya mediado una extensión indebida en la apreciación del nexo de causalidad que determinó tan injusta sanción a su parte. Manifiesta que el A quo confunde causalidad con coetaneidad, y aclara que la causalidad que éste tiene por probada no se satisface con la mera cercanía temporal revistiendo tan sólo el carácter de una “conjetura de causalidad”, lo que es inadmisible por ser incompatible con el sistema de causalidad receptado por nuestro Código Civil en sus arts. 906 -a contrario sensu- y 901.--------IV) Que a fs. 253/255 obra el dictamen del Fiscal General del Ministerio Público quien sostiene que no se advierte errónea aplicación de las normas sobre las que se sustenta el fallo ya que si bien se encuentra vigente el art. 31 de la Ley 11.723 in fine; conforme el art. 75 inc. 22 de la CN, los tratados tienen jerarquía superior a las leyes, por lo tanto, las referidas a los derechos humanos y a los derechos del niño son de aplicación obligatoria. Señala que la Ley 26.061 sobre Protección Integral de Menores establece que los derechos de los mismos tienen un interés superior y que, en caso de conflicto entre sus derechos frente a otros, prevalecerán los primeros.--------------------------------------------Afirma que ante la disyuntiva sobre cuál de los derechos prevalece, el de 6 la intimidad o el de Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero información, ambos con rango constitucional, la doctrina mayoritaria se inclina por el primero mas aún cuando se trata de la intimidad de un menor, ya que se debe evitar preventivamente el daño al mismo por estar en plena formación y carecer de discernimiento para disponer de los aspectos íntimos de su personalidad.---------------------Entiende que está probada en autos la relación de causalidad entre la publicación periodística y el daño moral de las menores, según surge de los testimonios, la documental asimismo acompañada que dicha y del informe publicación psicológico; aumentó aún como mas los padecimientos de las mismas, provocando un daño que debe ser reparado conforme los arts. 1068 y 1109 del Código Civil.---------------------------------------------------Por lo expuesto, estima que debe rechazarse la casación impetrada.--------------------------------------V) Que corresponde, en primer término, examinar los requisitos intenta, en de orden admisibilidad a verificar del el recurso que se de las cumplimiento condiciones formales exigidas por la ley ritual. De las constancias de autos surge que el mismo ha sido promovido en contra de una sentencia definitiva (arts. 292 y 293), dentro del plazo legal establecido por el art. 297 (según cédula de fs. 234 y cargo del escrito postulatorio de fs. 232) y que se ha cumplido con el recaudo prescripto por el art. 300 del citado ordenamiento legal (cfr. boleta de depósito glosada a fs. 224 bis).-------------------------VI) Que se agravia la recurrente por considerar que el A quo ha efectuado una errónea aplicación de la Convención dictadas sobre en su los Derechos consecuencia, del la Niño 20056 y y las leyes 26061, como asimismo del art. 1071 bis del Código Civil, en razón de que su parte obró dentro del marco del derecho a informar. Por lo que, básicamente, 7 el caso de autos plantea un conflicto entre el derecho a informar y el derecho a la intimidad, ambos con jerarquía constitucional, con la particularidad que éste último es invocado a fundamental favor para de la menores de edad, determinación de circunstancia la normativa a aplicar.-------------------------------------------------VII) Que previo al análisis de las normas citadas resulta necesario precisar el concepto y alcance de los derechos en pugna. Así, cabe aclarar que si bien la libertad de expresión posee múltiples connotaciones, sólo se abordará aquélla que es objeto de debate en el presente: el llamado derecho de crónica, que “comprende el de difundir noticias que pueden interesar a la comunidad” (Pierini-Lorences-Tronabene, “Hábeas Data. Derecho a la intimidad”, Editorial Universidad, pág. 169). Al respecto, ha sostenido nuestro Máximo Tribunal Nacional, en un precedente de trascendental importancia en la materia, que “El sentido cabal de las garantías concernientes a la libertad de expresión contenidas en los arts. 14 y 32 de la Constitución Nacional ha de comprenderse más allá de la nuda literalidad de las palabras empleadas en esos textos, que responden fueron a la circunstancia sancionadas. concepciones y El críticas libre debe histórica en intercambio de ir acompañado la que ideas, de la información acerca de los hechos que afectan al conjunto social o a alguna de sus partes. La libertad de expresión garantizada por los mencionados artículos de la Ley Fundamental y por el art. 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ratificada por Ley 23054, incluye el derecho a dar y recibir información, especialmente sobre asuntos atinentes a la cosa pública o que tengan relevancia para el interés general” (CSJN, sent. de fecha 11-12-84, en autos: “Ponzetti de Balbín, Indalia c/ Editorial Atlántida S.A. s/ Daños y perjuicios”, del voto 8 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero de los Dres. Caballero y Belluscio; publicado en RC J 2629/11). Este derecho se complementa con otro, igualmente importante: el derecho social a la información, el que “Como ha dicho la Corte Suprema, reside en la comunidad y en cada uno de sus miembros, a fin de ajustar su conducta a las razones y sentimientos por esa información sugeridos (Costa, Fallos, 310:508, consid. 4º); es decir, para adoptar decisiones. Está definido como derecho social en “Ponzetti de Balbín” (...consid. 7º)” (Pierini-LorencesTronabene, ob. cit., pág. 169).--------------------------Por su parte, intimidad encuentra su “El derecho a la fundamento privacidad e constitucional en el art. 19 de la Constitución Nacional. En relación directa con la libertad individual protege jurídicamente un ámbito de autonomía individual constituida por los sentimientos, hábitos y costumbres, las relaciones familiares, la situación económica, las creencias religiosas, la salud mental y física y, en suma, las acciones, hechos o datos que, teniendo en cuenta las formas de vida aceptadas por la comunidad están reservadas al propio individuo y cuyo conocimiento y divulgación por los extraños significa un peligro real o potencial para la intimidad” (C.S.J.N., fallo cit., del voto de los Dres. Carrió y Fayt).--------VIII) Que definidos entonces los derechos en conflicto, no podemos dejar de precisar que en nuestro ordenamiento legal ningún derecho es absoluto y, por ello, su ejercicio es susceptible de ser reglamentado y limitado “a fin de que cumplan con su función social, o en aras de tutelar el orden, la moral y las buenas costumbres, o en virtud del poder de policía, o bien para armonizarlos con otros derechos constitucionales” (Pizarro, Ramón Daniel, “Responsabilidad civil de los medios masivos de comunicación”, Editorial Hammurabi, pág. 171). Ello, en consonancia con lo dispuesto por el art. 1071 del Código 9 Civil: “...La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considerará tal al que contraríe los fines que aquélla tuvo en mira al reconocerlos o al que exceda de los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres”. Así, en el citado precedente “Ponzetti de Balbín” se pone de relieve que “ni en la Constitución de los Estados Unidos ni en la nuestra ha existido el propósito de asegurar la impunidad de la prensa. Si la publicación es de carácter perjudicial, y si con ella se difama o injuria a una persona..., no pueden existir dudas acerca del derecho del estado para reprimir o castigar tales publicaciones sin mengua de la libertad de prensa... Es una cuestión de hecho que apreciarán los jueces en cada caso (Fallos 167:138)”. Por ello, el conflicto entre la libertad de intimidad, prensa no puede (latu sensu) recibir una y el derecho solución a abstracta la y válida para todos los supuestos, sino que dependerá de las circunstancias del caso en particular. Es decir que “En los casos concretos de conflictos que se suscitan entre la libertad de expresión y otros derechos protegidos se produce una tensión cuyo equilibrio debe ser buscado sin preconceptos ni fórmulas rígidas, con la prudencia propia que debe caracterizar a la labor judicial, pero siempre obrando con valentía y temple, de modo de proteger a las personas cuando su honor, su intimidad, su imagen, etc., fue objeto de agravio injusto e ilícito por parte de la prensa, pero también, sin dubitaciones de privilegiar a la prensa cuando la información que ha suministrado tenga un fin lícito y se ajuste a la verdad, moleste a quien sea (Voto del Dr. Adolfo Roberto Vázquez)” (C.S.J.N., sent. de fecha 17-12-96, Cooperativa en autos: Periodistas “Gesualdi, Dora Independientes Mariana Limitada c/ s/ Cumplimiento Ley 23073”, publicado en RC J 102135/09).---IX) En cuanto al marco legal aplicable al sub 10 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero examine corresponde señalar que el art. 16 de la Convención de los Derechos del Niño -incorporada al texto constitucional por la reforma de 1994, en el art. 75 inc. 22, segundo párrafo, de la Carta Magna- establece que “Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación (...)”.---------------------------------------Que, por su parte, la ley 26.061 dispone en su artículo 1º, segundo párrafo: “Los derechos aquí reconocidos están asegurados por su máxima exigibilidad y sustentados en el principio del interés superior del niño”; en el 3º define: “A los efectos de la presente ley se entiende por interés superior de la niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías reconocidos en esta ley... Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros”; y en el 22º establece: “Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a ser respetados en su dignidad, reputación y propia imagen. Se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan sujetos identificar, de esta directa ley, a través o indirectamente de cualquier a medio los de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar”.-----------------------------------------------Ahora bien, de la interpretación armónica de las normas, doctrina y jurisprudencia ut supra reseñadas podemos concluir que si bien cada caso deberá ser objeto 11 de un especial análisis, cuando esté en juego el interés de un menor de edad el principio es darle prioridad al mismo, salvo contrario, que el supuesto interés de general excepción justifique que tendrá que lo ser probado por quien lo invoque y cuya interpretación será siempre restrictiva.-------------------------------------X) Aplicados al sub examine los conceptos vertidos surge clara la improcedencia del agravio expuesto por la recurrente en este punto, en razón de haber incurrido su parte en el ejercicio abusivo del derecho a informar. En efecto, si bien resulta de interés el conocimiento por parte de la sociedad de la existencia de un abusador a fin de tomar las medidas de protección que se estimen oportunas, ello puede concretarse sin necesidad de afectar la privacidad de las víctimas -con el agravante que en este caso se trata de menores-, informando datos que puedan facilitar su individualización. Se trata de un hecho doloroso, difícil de superar, que horada a la persona en su integridad, por lo cual es lógico suponer la necesidad de los afectados de que lo sucedido no trascienda el ámbito familiar, máxime -insistimos- cuando se trata de menores. Ello, obviamente, resulta imposible si -como en el caso- el hecho se da a conocer entre los miembros de la comunidad en la que las víctimas habitan con detalles tales y fotografías -las que tampoco eran indispensables a los fines informativos- que permitan su identificación, lo que constituye una indudable violación del derecho a la intimidad. Así, los autores Samuel Warren y Louis Brandeis, en su famoso opúsculo “The Right to Privacy” (publicado por Editorial Cívitas S.A., págs. 62/63), sostienen que “La finalidad del derecho debe ser tanto garantizar a aquellas personas cuyos asuntos no son causa de preocupación legítima para la comunidad que no se han de ver arrastradas a una 12 publicidad indeseable e Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero indeseada, como proteger a toda persona, sea quien sea por su status o por su posición social, de ver divulgados, contra su voluntad, asuntos que pudiesen preferir, en verdad, mantener reservados. Lo que se censura y hay que evitar, siempre que sea posible, es la injustificada violación de la intimidad”. En esa línea, se ha sostenido, en criterio que compartimos, que “Resulta responsable del daño irrogado información el medio contraviniendo periodístico las que expresas propale prohibiciones establecidas en los arts. 18 de la Ley 10067 y 1 de la Ley 20056, lesionando derechos del menor y sin que haya de modo alguno difusión de demostrado la noticia o intentado obedeciera demostrar a un interés que la de la comunidad que fuera a su vez superior al interés mismo del menor comprometido en la especie, al que expresa y específicamente se le otorga rango superior (arts. 75 inc. 22 de la Constitución nacional y 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño)” (S.C.J. Bs. As., sent. de fecha 22-11-00, en autos: “Sciammaro, Liliana E. c/ Diario El Día s/ Daños y perjuicios”, del voto del Dr. Pettigiani, publicado en RC J 2063/10). Y que “También se afectó la privacidad de una menor que fue víctima de una violación, cuando se divulgó su identidad. El hecho que dió motivo a la información divulgada por la empresa demandada fue la condena entonces penal al menor de autor edad de la aún. violación Difundir de tal la actora, información, constituyó, sin duda, un ejercicio regular de la libertad informativa. Sin embargo, la Cámara de apelaciones que resolvió el caso sostuvo que revelar datos relevantes que permitieron, además, individualizar públicamente a la víctima de tal delito, menor de edad, implicó afectar la esfera de su intimidad y los sentimientos de recato o pudor que son inherentes al bien jurídico tutelado y al carácter privado de la acción penal ejercida” (Nicolau, 13 Noemí L., “La aptitud de los niños y adolescentes para la defensa de su privacidad y su imagen”, publicado en LA LEY 2007-B, 1151; en referencia al fallo de la CNCiv., sala F, de fecha 27-04-04, en autos “R., S. J. c/ Arte Gráfico Editorial Argentino S.A. y otro”, publicado en JA, 2004III-239).------------------------------------------------En consecuencia, la decisión del A quo, que confirma la responsabilidad de la demandada por estimar que ha vulnerado el derecho a la intimidad de las menores accionantes, resulta ajustada a derecho, por lo que se rechaza el planteo efectuado por la recurrente en esta cuestión.------------------------------------------------XI) De lo expuesto también surge indubitable que la publicación periodística por sí misma, al proporcionar datos que permitieron la individualización de las víctimas, ha sido la causante del daño moral reclamado; por lo que tampoco resulta atendible el agravio esbozado al respecto reiteramos- por se la trata recurrente. de un Ello, hecho atento penoso por que lo - cual resulta evidente que cualquiera que sea la víctima -y máxime cuando son menores de edad- querrá mantenerlo en reserva.-------------------------------------------------Por todo ello, normas legales aplicadas, jurisprudencia reseñada y doctrina citada, y conforme lo dictaminado por el Sr. Fiscal General del Ministerio Público, Voto por: No hacer lugar al recurso de casación deducido por la demandada y, en su mérito, confirmar la sentencia de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Primera Nominación, de fecha 6 de marzo de 2012. Con costas al vencido.-----------------------------A Eduardo estas José mismas Ramón cuestiones, Llugdar dijo: el Que Sr. Vocal atento a Dr. la coinidencia con el criterio sentado por el suscripto en autos “Expte. Nº 17.117 Año 2010 Autos: “Trejo Alcira 14 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero Ramona c/ Municipalidad de la Ciudad de Santiago del Estero Daños y Perjuicios Casación Civil” (Resol. Serie “A” Nº 78 de fecha 03/08/2012), adhiero a los fundamentos expuestos por el colega que me precede en el orden de votación. -----------------------------------------------A las mismas cuestiones, el Sr. Vocal Dr. Sebastián Diego Argibay, dijo: Y Vistos: Para resolver sobre el recurso de casación impetrado por la parte demandada a fs. 225/232 de autos.-----------------------Y Considerando: I) Que el Sr. Vocal que emite su voto en primer término ha efectuado una adecuada relación de la causa y análisis de admisibilidad del recurso en estudio a las que adhiero y me remito “bravitatis causae”, mas me permito esgrimir otras consideraciones en torno a la fundamentación del remedio incoado.----------------------II) Que ingresando en el tratamiento del recurso que nos ocupa, el casacionista se agravia de la condena en autos por considerar que el Tribunal A quo incurre en una errónea interpretación y aplicación del art. 31 de la Ley de Propiedad Intelectual 11723, toda vez que estima que el daño a las menores se concreta por no haber mediado el consentimiento expreso exigido por dicho dispositivo para la publicación de las fotografías, violando el derecho a la imagen.-----------------------------------------------Asimismo se queja de la errónea interpretación y aplicación del art. 1071 bis, de la Convención de los Derechos del Niño, de las leyes 20056 y 26061, al considerar que la conducta de la demandada lesionó el derecho a la intimidad de las menores Jardines, siendo que su parte actuó en ejercicio legítimo del derecho a informar un hecho de interés público.--------------------Así también, el recurrente alega que el A quo hizo una 15 apreciación indebida del nexo de causalidad entre la publicación periodística y el daño moral reclamado, en tanto se ha limitado superficialmente la causa a conjeturar del daño, dado y suponer que éste se concretó con el abuso y no con la publicación.-----------Ahora bien, referidos los agravios, es evidente que las quejas se dirigen a cuestionar la “ilicitud” en el obrar atribuido al demandado como presupuesto necesario para la atribución de responsabilidad, al que considera el ejercicio legítimo del derecho a informar.---------------III) Sentado ello, corresponde señalar de manera liminar que, a los fines del recurso de casación, ha de entenderse genérica que que “la violación abarca un de la aspecto ley es una positivo, esto figura es la violación propiamente dicha, es decir, la falsa elección del dispositivo legal aplicable y por otro negativo, su inaplicación” (Hitters, Juan Carlos en “Técnicas de los recursos extraordinario y de la casación” 2º edición, editora Platense SRL, año 1998, pag. 272).---------------Que tiene el la Estado, obligación incluido de el Poder Judicial, los tratados aplicar internacionales. En éste sentido, la CSJN tiene dicho en numerosos precedentes aplicación Humanos 319:1840, de la (Giroldi, respecto Convención Bramajo, 321-2767) internacionales (…) a que en sus la interpretación Americana Arteaga; “(…) de Fallos los diferentes y Derechos 318:514, organismos ámbitos, han elaborado pautas que contribuyen a integrar la perspectiva con que ha de ser evaluada la modalidad de su ejercicio por éste tribunal”, por lo que la Convención Derechos del Niño, junto con otros sobre los instrumentos internacionales, constituyen un corpus iuris internacional para la protección de los niños, en tanto establecen que ningún niño puede ser objeto de injerencias arbitrarias o 16 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación.----------------------------------------------Que para una mejor comprensión de la manera en que se resuelve el presente recurso, cabe realizar una breve reseña de los derechos que están en juego, partiendo de la premisa de que no existen en nuestro ordenamiento jurídico derechos absolutos, sino que todos, se encuentran sujetos a las leyes que reglamentan su ejercicio. En este sentido, se ha señalado en nuestra doctrina que “múltiples razones fundamentan y legitiman la necesidad de reglamentar el ejercicio de los derechos constitucionales. Esa atribución estatal –en situaciones ordinarias y corrientes– se requiere para armonizar la utilización de diferentes derechos por distintas personas, para evitar que la práctica de un derecho por una persona impida a otra emplear la condiciones misma de facultad, ejercicio, es para establecer decir para las hacerlos operativos estableciendo las obligaciones de terceros que posibiliten el ejercicio de los derechos; en fin, imponen límites social al y obrar el constituya bienestar un “Constitución humano para general patrimonio de la facilitar y común” Nación para (María la que convivencia la libertad Angélica Argentina, Gelli, Comentada y Concordada”, La Ley, Año 2.000, págs. 66/67).------------En contenido ese orden esencial de puede un señalarse derecho que constituyen subjetivo, aquellas facultades o posibilidades de actuación necesarias para que el derecho sea reconogsible como pertinente a un determinado tipo, sin las cuales deja de pertenecer a ese tipo, desnaturalizándose; todo ello referido al momento histórico de que se trata y a las condiciones inherentes a las sociedades democráticas. También la esenciabilidad del contenido del derecho hace referencia a aquella parte del 17 mismo que es absolutamente intereses jurídicamente derecho, resulten protegidos. derecho De esencial protegibles real, este necesaria se cuando que concreta modo los vida al efectivamente el mismo que dan y rebaza el para contenido queda del sometido a limitaciones que lo hacen impracticable, lo dificultan mas allá de lo razonable o lo despojan de la necesaria protección.----------------------------------------------En este orden de ideas, cabe referirnos en primer lugar a la libertad de prensa -o de imprenta-, en cuanto derecho que tiene toda persona a pensar y expresar su pensamiento; a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, sea, oralmente, por escrito, en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección (Fallo 308:789). Se trata de un derecho con jerarquía supralegal, en tanto la Constitución Nacional como los Tratados Internacionales procuran garantizar la facultad de todos los hombres de publicar sus ideas sin censura previa (art. 14 y 32 de la C.N.); esto es, “sin el previo control de la autoridad sobre lo que se va a decir, pero no en la subsiguiente impunidad de quien utiliza la prensa como medio para cometer delitos penales, violentar el derecho constitucional república, respecto alterar el a las instituciones bienestar general, la de la paz, la seguridad del país, o afectar declaraciones, derechos y garantías de que gozan todos los habitantes de la Nación” (Fallo 293:560).-----------------------------------------Por otra parte, cabe referir, que el derecho a la intimidad y privacidad implica que nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, reputación. ni de ataques Protege el ámbito 18 ilegales de a autonomía su honra o individual Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero constituida por los sentimientos, hábitos y costumbres, las relaciones familiares, la situación económica, las creencias religiosas, la salud mental y física; en suma, las acciones, hechos o datos que, teniendo en cuenta las formas de reservadas vida al aceptadas propio por individuo la y comunidad, cuyo están conocimiento y divulgación por los extraños significa un peligro real o potencial para la intimidad.-----------------------------En rigor, la jurisprudencia del Tribunal Supremo sostiene que el derecho a la privacidad comprende no solo la esfera doméstica, el círculo familiar y de amistad, sino otros aspectos de la personalidad espiritual o física de las personas, tales como la integridad corporal o la imagen, en tanto nadie puede inmiscuirse en la vida privada de una persona, ni violar áreas de su actividad no destinadas a ser difundidas, sin su consentimiento o el de sus familiares autorizados para ello y solo por ley podrá justificarse la intromisión, siempre que medie un interés superior en resguardo de la libertad de los otros, la defensa de la sociedad, las buenas costumbres o la persecución del crimen (Fallo 306:1982).-----------------A su turno, el límite establecido para la reglamentación legal de los derechos se encuentra dado por la necesidad de que el ejercicio de esta reglamentación no afecte el contenido esencial del mismo. Es así que la Constitución Nacional en su art. 28 dispone principios, garantías y anteriores artículos, no leyes reglamenten que afirmar que las derechos podrán su leyes reconocidos ser alterados ejercicio”, que que: “Los regulan lo el en los por las que uso implica de estas garantías de derecho público, no pueden so pretexto de reglamentar esencia. u Al reglamentario organizar respecto no es su se ejecicio, ha expresado incondicionado 19 alterarlas que: ni “El puede en su poder ser arbitrario. La reglamentación debe ser razonable, es decir, adecuada, justa, de acuerdo con el orden, la salud, la moralidad, el bien común, según las circunstancias de cada tiempo, lugar y modo. La reglamentación tampoco puede disminuir, restringir o adulterar la esencia de los derechos y garantías” (Cámara Contencioso Administrativo de Tuc., sent. del 20-10-09, en autos: “Peralta Luis Alberto c/Provincia de Tucumán s/Amparo”); y: “Una máxima elemental enseña que los derechos pueden ser reglamentados en los modos más diversos pero no degradados ni destruidos” (Cámara Contencioso Administrativo de Tuc., sent. del 27-10-11, en autos “Manzone Sandra Nelly y Otros c/Honorable Junta Electoral Provincial s/Amparo”).-------Por su lado, la incorporación a nuestro ordenamiento constitucional de las declaraciones y pactos sobre derechos humanos mencionados en el art. 75 inc. 22 de la Constitución conformación de incorporación prohibición un de de Nacional, sistema ha normativo disposiciones limitar los significado que que derechos la refuerza establecen y la la libertades reconocidos en estos instrumentos en mayor medida que la prevista en ellos (art. 29 de la Convención Americana sobre Derechos Universal de Humanos, Derechos art. Humanos 30 y de art. la Declaración 5.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos). Se trata de la consagración positiva del principio pro homine, “...criterio hermenéutico que informa todo el conjunto de los derechos acudir...a la humanos, en virtud interpretación más del cual extensiva, se debe cuando se trata de reconocer derechos protegidos e, inversamente... a la interpretación más restringida cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos ...” (Mónica Pinto, "El principio pro homine. Criterios de hermenéutica y pautas para la regulación de 20 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero los derechos humanos", publicado en "La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales", CELS, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 1997, pág. 163/4).---------------------------------------Que la ley 20056 prohíbe la “difusión o publicidad por cualquier medio de sucesos referentes a menores de dieciocho (18) años de edad incursos en hechos que la ley califica como delitos o contravención o que sean víctimas de ellos, o que se encuentren en estado de abandono o en peligro moral o material, o cuando por esa difusión o publicidad fuera escuchado o exhibido el menor o se hagan públicos sus antecedentes personales o familiares de manera que pueda ser identificado” (art. 1). En el mismo sentido lo hace la Ley Nº 26061 de Protección Integral de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes, que establece divulgar datos, la prohibición informaciones de o exponer, imágenes difundir que o permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres o representantes legales, cuando se lesione su dignidad o reputación o constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar (art. 22).-----------------------------------------------------Sentado ello, se advierte que, si bien de los términos de la resolución en crisis surge que la Cámara subsumió el caso en estudio en el art. 31 de la Ley de Propiedad Intelectual 11723, que tutela el derecho a la imagen, por considerarlo vulnerado al no haber mediado consentimiento de sus titulares y/o representantes y no en la legislación citada precedentemente, el agravio invocado por el recurrente no puede prosperar.--------------------En efecto, a criterio del suscripto, el ámbito de aplicación de la Ley de Propiedad Intelectual Nº 11723 21 se circunscribe a la protección de los derechos de autor de obras fotográficas o plásticas que reproducen las imágenes personales; no siendo éste el caso de autos, resultando aplicable la ley 20056.-----------------------A mayor abundamiento, se advierte que las imágenes en discordia toman de espalda y de perfil a las menores, lo cual no permite una directa o fácil identificación, sino indirecta, a partir, de otros datos que revela el informe periodístico como el barrio en el que se domicilian, siendo factible su reconocimiento solo por personas del entorno de las menores, por lo que el fundamento de la responsabilidad de la parte demandada es la culpa (art. 1109 y cc. del Código Civil), ante la falta de cuidado y previsión por parte del medio de comunicación en la publicación de las notas periodísticas en cuestión, las cuales por su contenido transgreden claramente (antijuricidad) el art. 1º de la ley 20.056 citada, así como la Convención de los Derechos del Niño, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos incorporados a nuestro derecho positivo como normas de rango constitucional a partir de la reforma de 1.994 (art. 75, inc. 22 C.N.).---Es por ello que, si bien la demandada sostiene que el informe periodístico en discordia fue resultado del ejercicio legítimo y regular de su derecho a informar (lo cual no constituir puede un -en términos ilícito), del art. derecho 1071 del c.c. de raigambre constitucional, intimamente vinculado con la libertad de expresión y de prensa, por la función que cumple en una república democrática, cuyo objetivo es informar en forma objetiva y verídica al lector, contribuir a la elaboración de la voluntad popular y servir de medio de expresión a la opinión pública; no podemos soslayar que como todo derecho no es absoluto y se encuentra sometido a limitaciones y/o 22 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero regulaciones razonables. Por tanto debe ser ejercido en forma responsable, procurando una prensa veraz, prudente y respetuosa de la dignidad humana, sin que ello implique autolimitar su función, más aún cuando se refiere a asuntos públicos o de interés general.-------------------En otras palabras su ejercicio no puede extenderse en detrimento de la necesaria armonía con los restantes derechos constitucionales, como la intimidad, el honor y la reputación de las personas; caso contrario, su ejercicio abusivo puede generar responsabilidades -civil o penal- para el medio de prensa. En este orden de pensamientos, es que solo se legitimarán las intromisiones en otros derechos fundamentales, en tanto sean congruentes con la finalidad para la cual ha sido reconocido, y por la cual la Constitución le otorga una posición preferente, que es garantizar la opinión pública.--------------------En consecuencia, una intromisión será legítima si tiene relevancia pública e interés general -es decir genera en el público el legítimo interés de conocerla-, puesto que el valor preferente del derecho a la información no significa, pues, dejar vacíos de contenido a los derechos fundamentales al honor o a la intimidad de las personas afectadas por esa información, que han de sacrificarse asegurar una en la medida información en que libre resulte en una necesario sociedad democrática.---------------------------------------------En efecto, en los casos donde se revela una presunta violación o afección del derecho a la intimidad o de otro derecho personalísimo fundamental- por parte de la prensa, hay que atender o dilucidar si la revelación resulta justificada en función del interés público, esto es, por el legítimo interés que tenga el público en su conocimiento. En este mismo sentido, deberá examinarse si la prensa ha excedido o no 23 los límites del ejercicio lícito del derecho de información, si ha sobrepasado o no lo que normalmente puede considerarse una crítica objetiva, si se ha desnaturalizado o no los hechos con dolo, culpa magnitud o del negligencia, daño y los así como perjuicios la a naturaleza, los intereses personales.----------------------------------------------En este sentido, siendo lo informado un hecho o acontecimiento de interés público, la demandada se encontraría, en principio, legitimada para su divulgación. Sin embargo, el eje de la litis no se centra en el contenido del informe periodístico, sino en la imprudente retractación y posterior publicación de fotos de niñas víctimas de abuso sexual, lo cual claramente excede la finalidad reconocida por la Constitución a la libertad de prensa, que es garantizar la opinión pública y transgrede la reglamentación.---------------------------------------Vale decir, que mas allá de la entidad y trascendencia del informe periodístico, el ejercicio por parte del medio gráfico de su derecho a informar libremente un hecho de interés general, resulta en autos ilegítimo y transgredido por el tanto marco reprochable, de en razonabilidad razón que de haber implica el ejercicio de la libertad de prensa, en tanto y en cuanto no se advierte la necesidad de las publicaciones en discordia.-----------------------------------------------Es consideró que por las ello que la imágenes Cámara publicadas de de Apelaciones las menores Jardines, lesionaron el esencial y personalísimo derecho a la intimidad y privacidad de las niñas, encuadrando la situación en las previsiones del art. 1071 bis del c.c., configurando el obrar antijurídico de la demandada.------En suma, la condición de menores de edad, mas la circunstancia de haber sido víctimas de abuso, configuran transgresión flagrante de la 24 legislación vigente en Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero materia de configurando protección la integral antijuricidad de en menores el de proceder edad, de la accionada. Y ello no solo por afectar el interés superior del niño; sino por importar una intromisión arbitraria en la esfera de intimidad de las menores.-------------------En síntesis, casacionista respecto cabe a rechazar la errónea el agravio de interpretación la y aplicación del art. 1071 bis, de la Convención de los Derechos del Niño, de las leyes 20056 y 26061, toda vez que la conducta de su representada efectivamente lesionó el ámbito de intimidad de las menores Jardines y transgredió el marco jurídico analizado ut supra.--------IV) Resta considerar el último de los agravios postulados por la casacionista, quien reputa como indebida la apreciación y extensión que hace la Cámara del nexo de causalidad entre la publicación periodística y el daño moral verificado.----------------------------------------Respecto al nexo de causalidad como presupuesto de la responsabilidad civil, cabe señalar que rige en nuestro ordenamiento jurídico el principio de la causalidad adecuada, según la cual un efecto es adecuado a su causa cuando acostumbra suceder según el curso natural y ordinario de las cosas, de acuerdo a las reglas de la experiencia, de la vida, del común y regular acontecer, cuya determinación nos permitirá individualizar al autor del daño, y la extensión del resarcimiento.--------------En el caso sub examine nos encontramos en el campo de la responsabilidad extracontractual, donde cabe responder tanto de las consecuencias inmediatas, mediatas previsibles y de las causales, cuando debieron resultar, según las miras que tuvo al ejecutar el hecho (art. 905 del c.c.).-----------------------------------------------De acuerdo a ello, y a las pruebas producidas en autos, particularmente la 25 pericial psicológica (fs.165/166), surge evidenciada la relación de causalidad adecuada entre ambos presupuestos, toda vez que de la misma -la cual no ha sido objeto de impugnación- se constata el daño psicosocial, así como el padecimiento y sufrimiento sufrido por una parte de las victimización menores terciaria, a raíz de producto haber de la publicación y/o difusión indebida e imprudente del abuso sexual que sufrieron, mas allá de los efectos propios del delito, lo que no se encuentra debatido en autos. En consecuencia, cabe rechazar el agravio de la casacionista relativo a la apreciación y extensión indebida por parte de la Cámara de dicha relación.--------------------------Por lo expuesto, normas legales citadas, doctrina y jurisprudencia reseñadas y oído el Sr. Fiscal General del Ministerio Público, Voto por: I) Rechazar el recurso de casación interpuesto por la parte demandada a fs. 225/232 de autos, y en su mérito, confirmar la sentencia de la Excma Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 1º Nominación, de fecha 06 de Marzo de 2012 por los fundamentos expuestos en los considerandos. II) Con costas a la vencida. --------------------------------A las mismas cuestiones, el Dr. Gustavo Adolfo Herrera, dijo: Que se adhiere en un todo a lo sustentado por el Dr. Raúl Alberto Juárez Carol votando en igual forma. Con lo que se dió por terminado el Acto, firmando los Sres. Vocales, por ante mí, que doy fe. Fdo: Raúl Alberto Juárez Carol – Eduardo José Ramón Llugdar - Sebastian Diego Argibay – Gustavo Adolfo Herrera - Ante mí: Dra. Isabel M. Sonzini de Vittar - Secretaria Judicial Autorizante - Es copia fiel del original, doy fe. 26 Expte. Nº 17.797 – Año 2012 – “Jardines José Antonio y otra c/ Nuevo Diario de Santiago del Estero y José Cantos s/ Daños y Perjuicios – Casación Civil” Excmo. Superior Tribunal de Justicia Provincia de Santiago del Estero Santiago del Estero, veinte de febrero del año dos mil catorce. En mérito al resultado de la votación que antecede, la Sala Civil y Comercial del Excmo. Superior Tribunal de Justicia, Resuelve: No hacer lugar al recurso de casación deducido por la demandada y, en su mérito, confirmar la sentencia de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Primera Nominación, de fecha 6 de marzo de 2012. Con costas al vencido. Protocolícese, expídase copia para agregar a autos, hágase saber y oportunamente archívese. Fdo: Raúl Alberto Juárez Carol – Eduardo José Ramón Llugdar - Sebastian Diego Argibay – Gustavo Adolfo Herrera - Ante mí: Dra. Isabel M. Sonzini de Vittar - Secretaria Judicial Autorizante - Es copia fiel del original, doy fe. 27