4. VOLOSHINOV Y BAJTIN

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Miguel Esteban Rebagliato
Semiótica de la comunicación
4. VOLOSHINOV Y BAJTIN
VALENTIN N. VOLOSHINOV (1877-1932)
MIJAIL BAJTIN (1896-1975)
-Freudismo
-El método formal en los estudios literarios (1974)
_______________________________________________
-La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El contexto de F. Rabelois
(1974)
-Problemas de la poética de Dostoievsky (México, 1986)
-Problemas literarios y estéticos (1989)
-El problema de los géneros discursivos (1984)
-Estética y creación verbal (1995)
Obra que se publica en 1929, en la URSS, bajo el nombre de Valentín N.
Voloshinov. Después de mucho debate se llega a la conclusión de que el autor
verdadero, la figura importante del grupo de estudio fue en realidad Mijail Bajtin.
Todas estas obras están a nombre de Bajtin, porque él fue la figura central del círculo
de Bajtin.
Estos dos autores estudian los procesos comunicativos. Adelantan el camino
importante que lleva del estructuralismo al post-estructuralismo. Voloshinov
desaparece en 1932. Bajtin muere en el 75. Deja que Voloshinov firme sus primeras
obras y a él lo hacen desaparecer.
El marxismo es la ideología de Estado en los años 30. Voloshinov dice que
pretende tratar temas que los padres del materialismo histórico, Marx y Engels, no han
tratado, la comunicación y el lenguaje.
Voloshinov critica la causalidad mecanicista. Se pone en cuestión la idea de los
hechos como algo fijo y estable. Cuando se habla de cine clásico, por ejemplo, se habla
de una estructura narrativa basada en la relación de causa-efecto, en la que todo se
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resuelve al final. ¿Pero es esta la mejor estrategia narrativa? Si pensamos en nuestra
vida, esta forma de contar es muy artificial. En nuestra vida hay más cosas casuales
que causales. Se nos presenta la idea de un mundo regido por un principio racional. Se
quiere extender un mensaje que quiere hacernos creer en un modelo establecido. La
causalidad mecanicista da por sentado que las cosas tienen una causa bien definida,
que producirá un efecto determinado.
A Voloshinov le interesa entrar en el ámbito de la estructura social. Para el
marxismo, la sociedad funciona por la base económica (infraestructura) y por las leyes,
la religión, la cultura, etc. (la superestructura). Es la forma básica de entender cómo
funciona toda forma social, el pensamiento de la ortodoxia marxista, la ideología de
Estado. No obstante, esta forma de pensar la critica Voloshinov, porque implica que la
economía es el principio causal y, por tanto, todos los fenómenos culturales son un
efecto, un registro pasivo, de la base económica. Una sociedad capitalista tendrá una
cultura con intereses capitalistas y una sociedad socialista no puede tener entonces
desigualdades ni lucha de clases. Voloshinov va desacreditando el punto de vista del
marxismo ortodoxo.
Piensa que si se reduce la reflexión sobre la forma social a aplicar de forma
dogmática, se nos deja en un camino sin salida. Lo que Voloshinov deja claro es que el
lenguaje y el estudio del lenguaje tienen mucha importancia para la estructura social.
El elemento básico de toda forma social es la palabra como signo, es el signo.
Reconoce la base material de nuestra existencia, pero al mismo tiempo, junto a la
materialidad, existe otra dimensión, que hace que las cosas se conviertan en signos.
Dimensión sígnica: toda cosa se convierte en un signo. Al lado de la realidad material,
el mundo existe como signo, en el momento en que entra en juego el intercambio
comunicativo.
Hay que poner en cuestión que la palabra es el reflejo de una cosa. El signo
refleja y refracta otra realidad, según Voloshinov, hay un desvío, se desfigura el objeto.
Esto hace que haya siempre algo más. La palabra remite a una otredad, a otra
dimensión. La palabra es un signo puro, sirve para la comunicación
fundamentalmente. El signo desde el primer momento implica que lo sígnico se
identifica con lo ideológico; donde hay signo, hay ideología. El estudio de los signos es
fundamental para un estudio de las ideologías.
Por otra parte, la palabra es importante por su capacidad para convertirse en
discurso interno, como discurso de uno mismo, como creador de la conciencia, aunque
también sea muy importante en lo exterior, para comunicarnos con los demás.
Además, la palabra es importante por su ubicuidad social, participan de la forma
pública y privada de los miembros de la sociedad. Acompaña todo hecho social. Para
Voloshinov, la palabra es ideológicamente neutral. La palabra como signo es un
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fenómeno ideológico desde el primer momento, porque nos remite a la otredad,
porque nos remite a lo humano. La palabra por definición tiene muchos sentidos. Para
Voloshinov, signo es lo que surge en la interacción entre sujetos individuales. El sujeto
hablante no es el origen de la palabra, la palabra surge de lo social y la conciencia
individual no es la sede de los signos, sino el producto de los intercambios
comunicativos. La comunicación implica pasar de un signo a otro sin fisura en la
cadena sígnica. Se adquiere una conciencia gracias a los signos. La palabra siempre es
una palabra dirigida hacia alguien. Al mismo tiempo, la palabra es lugar de la lucha
social y por eso hay una dimensión ideológica asociada a la palabra.
La palabra por lo menos tiene dos caras, nos remite al emisor y al receptor. El
sentido no depende de un valor propio que tenga la palabra, sino del contexto
situacional en el que se dice la palabra. Importancia de un contexto histórico concreto.
Siempre está presenta la dimensión axiológica, de valoración, y siempre se habla en un
tiempo y un espacio determinado, que da sentido a un hecho comunicativo concreto.
Recapitulación:
1. Es un signo puro, porque siempre sirve solo para la comunicación.
2. Capacidad de convertirse en discurso interno, se convierte en discurso
intrasubjetivo; los signos plasman la conciencia individual. Dependencia del ser
humano del lenguaje.
3. Ubicuidad social, la palabra acompaña cualquier hecho comunicativo.
4. La palabra está presente en los discursos cotidianos.
5. Neutralidad ideológica, que puede parecer paradójico, pero que se entiende
gracias a la flexibilidad de la palabra. El signo está entre dos sujetos, surge de la
interacción.
Está hablando de ideologías históricas y de que el lenguaje es la sede del
antagonismo social; afirma que la base no es la economía, sino el signo. En realidad,
Voloshinov está planteando que, ya que el signo plasma la conciencia, que el signo
surge de la interacción, la causalidad mecanicista se deshace. Va contra el marxismo
ortodoxo. El principio agente es el lenguaje, donde tiene lugar la lucha social. Está
eliminando el principio de causalidad, porque el lenguaje es crucial. Está diciendo que
la lucha de clases no acabó con la revolución, que sigue habiendo antagonismo social
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en 1929. Stalin consideraba que el lenguaje no tenía clases sociales, porque
hablábamos todos el mismo lenguaje. El discurso de Voloshinov implica una cierta
lectura novedosa del materialismo histórico, de lo que implica la comunicación. La
comunicación social tiene el signo de base. Dinamita el proyecto saussuriano también.
12-05-10
Pureza sígnica
Ubicuidad social
Capacidad ser discurso interno
Presencia en la vida cotidiana
Neutralidad ideológica
Enunciado
OBJETVISMO ABSTRACTO (Descartes, Durkheim, Saussure). Lenguaje como
ERGON
SUBJETIVISMO INDIVIDUALISTA (Vossler, Spitzer, CroceI. Lenguaje como
ENERGEIA
Dimensión ideológica siempre presente en la comunicación. Otredad a la cual el
lenguaje nos remite. Discurso de “el otro”, que ha tenido mucha importancia en el
siglo XX. El discurso del otro de Voloshinov influye al psicoanálisis.
Lacan, teórico francés, lee a Freud desde el punto de vista de la lingüística
saussuriana. Lacan habla del discurso del otro, pero el texto de Voloshinov parece
adelantar el psicoanálisis de Lacan. Siempre se habla desde el discurso del otro. La
heteroglosia es el discurso del otro. Voloshinov dice que el signo surge entre la
interacción de dos conciencias individuales. El signo surge entre dos hablantes
socialmente organizados. El signo se da entre dos polos, dos hablantes, es interacción
entre uno y otro. Confirma la importancia de un elemento que Saussure da como
modelo básico de la comunicación, la idea de que en la comunicación hay una relación
entre emisor y receptor y el mensaje que va de uno a otro, que Saussure llama el
circuito del habla.
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En la noción de signo que Voloshinov plantea hay una novedad muy importante
y adelanta muchas reflexiones posteriores que constituirán el postestructuralismo.
Subraya el carácter multiacentuado del signo, puesto que en cada idioma hay un
número limitado de palabras, pero a partir de esos elementos limitados podemos
comunicar una serie infinita de cosas. Multiplicidad de los sentidos posibles. Cada
palabra tiene múltiples sentidos. En cada ejecución puede haber un sentido distinto,
un acento distinto, y la cantidad de sentidos no se puede limitar. Es la naturaleza del
signo verbal, del lenguaje, su carácter multiacentuado.
Pureza sígnica, la palabra solo sirve para la comunicación. Ubicuidad social, la
palabra está en todas partes. Capacidad de ser discurso interno. Presencia en la vida
cotidiana. Neutralidad ideológica, la palabra puede dar múltiples sentidos por su
carácter multiacentuado y, por tanto, la ideología no se reduce a una ideología
concreta.
Saussure hablaba de la mutabilidad del signo, el cambio lingüístico es posible
en la dimensión diacrónica, pero no en una dimensión sincrónica, en el aquí y el ahora.
El individuo no puede cambiar ni una sola palabra del lenguaje, porque es un hecho
social. En la cuestión de la neutralidad ideológica de Voloshinov encontramos la
cuestión del cambio de sentido. Con las palabras hacemos referencia a ideologías, pero
como la palabra tiene muchos sentidos posibles, tiene neutralidad ideológica, porque
no hace de por sí referencia a una ideología determinada.
Ejemplo: palabra nigger, es despectivo si se usa por un blanco, pero, por
ejemplo, los negros se lo dicen entre sí sin un sentido negativo. Es el mismo
significante, término, pero tiene sentidos diferentes.
Voloshinov critica a Saussure, porque el cambio no solo se puede entender en
términos diacrónicos, a través del tiempo, sino que las palabras tienen múltiples
acentos, depende de quién habla, la situación, etc. Siempre se habla en un contexto,
en una situación socio-histórica concreta. La palabra siempre es una palabra dirigida a
alguien, incluso si no hay un receptor histórico empírico, la palabra ha de entenderse
siempre como dirigida a alguien, a algún tipo de receptor.
Voloshinov considera que la verdad absoluta se puede convertir en una
mentira. Geocentrismo, por ejemplo: la Tierra era el centro del universo. Es
característico del lenguaje para Voloshinov. No hay verdad absoluta, se presenta como
verdad.
En la definición de signo de Voloshinov, lo importante es “entre”. Entreidad:
concepto muy importante dentro de la definición de signo. Importa menos el término
conciencia, que sin los signos sería pura ficción. La conciencia se plasma a través del
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lenguaje aprendido. El signo es algo que surge, producido en un contexto social
determinado.
El emisor no es el origen del mensaje para Voloshinov. Las formas y contenidos
de mi acto comunicativo están determinados por el receptor además de por el
receptor. El receptor no es una parte sin importancia del proceso comunicativo, es
parte del origen también.
El signo surge en la interacción entre dos hablantes socialmente organizados.
En ningún momento se habla sin ninguna organización social. Se habla desde y hacia
un lugar, un espacio, una relación organizada.
Voloshinov pone en cuestión la lógica marxista que separa infraestructura y
superestructura. El lenguaje es en principio superestructural, pero repercute en la base
económica. No es verdad, por tanto, que la base económica es la base de todo. El
lenguaje está presente en todas las formas sociales. El lenguaje es el lugar de la lucha
de clases, es el lugar donde se manifiesta el antagonismo social. Con ello, se niega que
la sociedad soviética sea socialista, como pretendía la ideología oficial que fuera.
Discurso. Se usa el término discurso cuando se dice que los hechos
comunicativos deben ser estudiados de manera discursiva, que surgen en un tiempo y
lugar concreto y se dirigen a un emisor concreto. Estudiar hechos del lenguaje como
hechos históricos
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Voloshinov propone entender el signo como interacción discursiva, como un
enunciado, dicho en un contexto histórico concreto. Esto es lo que tiene que
preocupar al estudioso de la comunicación. En realidad, este objeto de estudio es en
términos de Saussure el habla.
Voloshinov critica también cómo se ha pensado en el lenguaje hasta entonces y
define dos grandes corrientes de pensamiento sobre el lenguaje: el psicologismo
individualista y el objetivismo abstracto. El psicologismo individualista entiende el
lenguaje como una actividad de creación llevada a cabo por el hablante individual,
implica generación incesante de formas, sus leyes son las leyes de la psique individual
y el lenguaje se entiende como energeia, flujo ininterrumpido de creación.
El objetivismo abstracto entiende el lenguaje como un conjunto estable, fijo, de
formas idénticas, que el individuo encuentra como algo dado e interioriza, su lugar es
externo, fuera de la conciencia individual, las leyes propias del lenguaje son leyes
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lingüísticas que se basa sobre lo correcto y lo incorrecto, en relación con la sintaxis y la
gramática; entiende el lenguaje como algo sólido, rígido. En ese sentido, entiende que
los valores lingüísticos no tienen nada que ver con la ideología.
Voloshinov critica las dos corrientes. Habla del protón pseudós (primera
falsedad), que está en las dos tendencias. La noción crucial que lleva al error de ambas
es su forma de entender el individuo. En el psicologismo individualista el individuo es
el que hace todo. En el objetivismo abstracto, el individuo no puede hacer nada. Según
Voloshinov, nunca el conjunto puede ser un conjunto de entidades abstractas, como
pretende Saussure y los lingüistas, porque la interacción es lo que es importante. No se
puede entender el lenguaje aislándolo de su contexto, porque no se estudia así la
interacción y, por tanto, no se puede entender el lenguaje.
Para Voloshinov, además, tampoco se puede mantener la separación entre
social e individual, que mantenía Saussure entre lengua y habla. Es una noción típica
del liberalismo burgués, que considera que una sociedad es una suma de
individualidades. Con esta lógica, una cosa sería social o individual, pero no puede ser
así, porque los sujetos hablantes son seres sociales, son un producto de la sociedad; no
hay una oposición entre lo social y lo individual. El habla es individual, pero también es
social. A lo social habría que oponer lo natural, si quisiéramos encontrar una oposición,
pero no lo individual.
Cuando hablamos del hablante individual, este no es el individuo del que
depende toda la comunicación, sino que se trata de algo social. Se entiende el
individuo como algo preconcebido, pero en realidad está condicionado socialmente.
Saussure es un pensador burgués, tiene elementos interesantes para él, pero llega un
momento en el que cae en el objetivismo abstracto, propio de un pensamiento
burgués. Nuestra concepción del individuo, que vemos como natural, es una
construcción de la modernidad.
Hay una oposición entre las dos posiciones y hay que elaborar una síntesis
dialéctica. No se puede entender el lenguaje como simplemente externo al individuo,
pero el individuo es parte del lenguaje, porque también es producto social como el
lenguaje. El lenguaje no es solo un flujo ininterrumpido de creación, porque en
realidad la conciencia individual es a su vez producto de la dimensión social. La
conciencia individual se plasma gracias a los signos. Hay que hacer una crítica de lo que
Voloshinov llama la teoría de la expresión. La expresión supone dar por sentado que lo
que hay dentro del sujeto es suyo. Se supone una interioridad de la conciencia, pero
no está muy clara esa barrera entre lo interior y lo exterior.
Freud rompió con la unidad del individuo cuando habló del concepto del
inconsciente, que choca con la concepción racional del mundo. Voloshinov dice que la
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conciencia individual es producto de la dimensión social y concretamente de los
signos. Por ello, no podemos poner el origen de todo en la base económica, porque el
lenguaje es parte de las condiciones de existencia de los seres humanos. Es totalmente
criticable la teoría de la expresión, considerar que comunicar es transmitir lo que está
dentro, porque eso se ha formado en la dimensión social, interactuando con los otros,
todo lo que es otro, lo que no soy yo. Como producto de esta interacción mi conciencia
se constituye. La conciencia individual como una totalidad estable no puede explicar
nada, porque se crea en función de la sociedad. La conciencia individual sin los signos
no es nada.
Lo que yo tengo dentro, que se ha formado en la interacción social, en el
momento en que se materializa en enunciados, adquiere una materialidad y puede ser
estudiado. No obstante, consigue expresión a través del lenguaje, que siempre está
marcado por ciertos acentos, nos llega por cierta formulación. Nos llega una visión
determinada del mundo, la propia de mi sociedad. Ninguna expresión humana puede
prescindir de la determinación social que condiciona la existencia humana en todo
momento, también el intercambio comunicativo, por tanto. Todo hecho comunicativo
empieza por ser individual en el aquí y ahora, pero tiene una matriz social.
En la comunicación siempre hay singularidades, no se puede reducir el lenguaje
a hechos idénticos. Lo que se dice en un momento no será exactamente igual si se dice
en otro momento. La palabra para Voloshinov es siempre una palabra dirigida a un
receptor concreto en un contexto histórico concreto. Critica la teoría de la expresión,
la noción de que el lenguaje proviene de la conciencia. El lenguaje como abstracción es
una posibilidad, pero no explica la naturaleza del lenguaje; hay que entender el
lenguaje como un proceso continuo de generación que se lleva a cabo en la interacción
discursivo entre hablantes, no en la conciencia. En ese sentido, las leyes de la
producción lingüística no se pueden identificar con las leyes psicológicas del individuo,
pero tampoco se pueden desvincular de la actividad específica de los hablantes. Son
leyes sociológicas las que rigen la comunicación. La creación del lenguaje no se puede
identificar con la creación artística y no se puede separar en ningún momento de la
dimensión ideológica; implica un punto de vista concreto. Siempre tendremos una
pluralidad de sentidos posibles o dados.
Para Voloshinov, una sociedad autoritaria se basa en que ciertos grupos
sociales tienen el control social a través del lenguaje, a través de la limitación del
carácter polilógico de las palabras y reducir la comunicación al monologismo, a limitar
el carácter polisémico de las palabras. Para Voloshinov lucha social implica una lucha
con y a través del lenguaje. El antagonismo social toma forma a través del lenguaje. El
lenguaje tiene un papel productivo, produce nuestra conciencia.
Miguel Esteban Rebagliato
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El lenguaje se articula de forma dialógica. La comunicación social se articula
según la forma de un diálogo. Estamos acostumbrados a entender el diálogo en una
situación de igualdad en la que acaba habiendo un cierto entendimiento. Para
Voloshinov no es así, porque para haber un diálogo, según él, tiene que haber más de
una persona. Voloshinov dice que en la comunicación social nunca es de uno a uno,
sino que siempre hay una otredad, tiene que haber un otro. Emisor Receptor.
Nunca tenemos una unidad. Diálogo en el sentido de que hay posiciones distintas, que
nunca se fusionan; es la condición esencial del hecho comunicativo, del hecho del
lenguaje y, al mismo tiempo, de la dimensión social. En el hecho comunicativo siempre
hay una otredad.
Según la dialéctica, hay una tesis, una antítesis y finalmente una síntesis, se
superan las dos posturas. Teoría de Hegel, que luego toman Marx y Engels. Hay dos
clases opuestas y con la revolución hay una síntesis, según ellos. Voloshinov, con el
principio dialógico, niega la posibilidad de una síntesis, siempre habrá una oposición
entre dos polos. La configuración propia de la comunicación social es el diálogo e
implica que no habrá una posición única. Hay una tendencia al monologismo, a
marginar a los otros.
19-05-10
Voloshinov propone el concepto enunciado, el signo hay que entenderlo como
un enunciado, nos remite al habla de Saussure. En un aquí y un ahora y con un
receptor del mismo grupo social que el hablante. El signo no empieza en la cabeza del
hablante. Hablamos desde una posición, un lugar social, ideológico y culturalmente
definido. Múltiples acentos en las palabras. Este tipo de noción del lenguaje implica
anclarse en lo verdaderamente material, porque las palabras son un hecho material,
pero material también en el sentido de que lo que yo digo tiene que ver con el
contexto histórico material. Analizar la comunicación tiene una base material histórica,
porque no lo consideramos como algo externo o interno al sujeto hablante.
Para Voloshinov, en el momento en que una idea, vivencia, etc., que queremos
decir, se pone en palabras, adquiere materialidad, objetividad. Es material que es mío
pero también está determinado por la otredad. Por ello, la conciencia es producto del
lenguaje y al mismo tiempo no es la vivencia la que determina el signo, sino que el
signo el que condiciona la vivencia. Cualquiera que sea nuestra vivencia, cuando
queremos comunicarla, hay que plasmarla en un material que en parte está
predeterminado. La vivencia tiene que amoldarse a los significantes disponibles. El
lenguaje es como un filtro previo. Por ello, el lenguaje da sentido a la vivencia. Hay
siempre como un plus en la comunicación, que va más allá de la intención pura del
sujeto hablante.
Miguel Esteban Rebagliato
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El concepto de enunciado implica que siempre existe, en cambio, la capacidad
para expresar lo vivido. Hay que entender la comprensión como activa. La significación
es diferente de la comprensión. Hay que diferenciar entre comprensión pasiva
(comprensión como reconocimiento, propia de Saussure) y comprensión activa (existe
un material preexistente, pero el hablante utiliza el lenguaje de forma flexible,
adaptándolo a las circunstancias; para Voloshinov implica la comprensión absoluta del
hecho comunicativo). Gracias al lenguaje tenemos acceso a los mecanismos esenciales
que rigen la comunicación y la forma social.
Hay que diferenciar el signo de la señal. La señal funciona como mediante el
reconocimiento. Con la señal de tráfico es importante entender qué significa. El
lenguaje, en cambio, requiere entender el uso concreto que se hace de un término.
Para Voloshinov, la señal implica un significado fijo y estable, que funciona sobre la
base de identidades; pero no funciona así la comunicación humana. El significado
nunca se da de antemano, depende del uso que un hablante hace de la palabra. El
significado son los múltiples contextos de uso de un término (parecido a lo que dice
Barthes)., no se puede definir de antemano diacrónica y sincrónicamente.
Voloshinov dice que el lenguaje como fijo con formas idénticas es una
abstracción. Como abstracción el lenguaje no sirve para estudiar la comunicación entre
hablantes. El lenguaje es un proceso continuo de generación. Es un proceso llevado a
cabo en la interacción discursiva de los hablantes. Implica formas nuevas, es una
creación, pero no se puede entender como una creación individual, se da entre
hablantes. Hay que entender la creación individual como una inscripción o
reinscripción: un sujeto hablante concreto en un contexto concreto adapta lo
preexistente a una exigencia concreta.
Las leyes de la comunicación son leyes sociológicas, no psicológicas, porque
depende de una interacción y del momento histórico. El hecho comunicativo no puede
ser identificado con la producción artística, como obra de un sujeto individual, pero
tampoco se puede desanclar de la dimensión ideológica de un contexto concreto. Hay
que relacionar el hecho comunicativo con los intereses que lo motivan. La estructura
del enunciado es eminentemente sociológica, pues surge entre dos hablantes. Un acto
de habla individual no se puede concebir, es una contradicción.
El lenguaje siempre remite a la heteroglosia, al otro. El lenguaje preexiste al
sujeto individual, porque está fuera del individuo. Nazco como sujeto humano y hago
mío el lenguaje. El lenguaje es otro. La existencia humana adquiere materialidad
cuando se plasma en el lenguaje concreto. Existe antes que el sujeto. El hecho
comunicativo implica heteroglosia porque es un otro, tiene una existencia exterior, y
luego con el aprendizaje es interior. No hay una frontera clara. El sentido lo determina
el receptor.
Miguel Esteban Rebagliato
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Es muy importante para Voloshinov el grupo social concreto al que se
pertenece y para el que se hable, con unos intereses concretos. Remite a la cuestión
de la ideología. Un individuo siempre pertenece a un grupo social concreto, no existe
un vacío. Voloshinov utiliza el término clase, pero se puede redefinir como grupo
social. Este grupo tiene ciertos intereses y, en función de estos intereses, se habla. La
heteroglosia nos remite también a la otredad como clase, el grupo social que no es el
mío. Todo hecho comunicativo puede ser puesto en cuestión, porque hay grupos
sociales distintos con intereses distintos. Lenguaje como arena de la lucha de clase.
Esta otredad nos lleva a la refracción, al signo que refleja y refracta la realidad.
Cuando alguien dice algo está determinado por la situación más inmediata pero
también por la dimensión social más amplia.
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