cp30 Discerniendo la Voluntad de Dios

Anuncio
¿Qué es la voluntad de Dios?
Sal 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú
eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de
rectitud.
¿Qué es tu Dios? Cuando una persona piensa
hacia a Dios, y vamos a decirlo así, le hace a
alguien o algo a ser su dios, la idea bíblica de la
palabra “Dios” es quién o qué concepto que
manda en la vida de uno, entonces ¿Quién es tu
Dios? Es quién que obedeces, a qué o quién
pones como suprema prioridad para agradar o
para acomodar todo en tu vida bajo esta persona,
concepto, o cosa. Para unos, su dios es el dinero,
y para otros es la fama, o diversión y
entretenimiento. Ellos ubican estos conceptos en
su vida como máxima prioridad siempre
regresando a lo que demanda y exige estos
conceptos. Por lo cual, estos son su dios, y son
de fabricación humana. Satanás se cayó del cielo
(fue rechazado por Dios) porque empezó a poner
su propia voluntad sobre la voluntad de Dios.
Isa 14:13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono…14 sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al Altísimo. Pecado es de
exaltar tu propia voluntad en contra de los deseos y
carácter del verdadero Dios, Jehová de los cielos.
El Pecado. Podemos definir el pecado como
cualquier cosa que no es la voluntad de Dios. De
estar afuera de Su voluntad es pecado, y causa
este estado de enemistad y conflicto con Dios, y
en sí, es dañino para nosotros espiritualmente. La
lucha espiritual por todos los siglos es esto, de
entender que Dios tiene nuestro beneficio eterno
atrás de cada mandamiento, cada opinión, y que
cada elemento del carácter moral de Dios es una
representación de esa voluntad divina, y a fin de
cuentas, todo lo que es Dios (carácter o
moralidad), y todo lo que hace Dios (acciones,
decretos, mandamientos) es tejido intensamente
con la voluntad de Dios. La obedecemos ni modo
como nos parece (Jer 42:6 Sea bueno, sea malo, a
la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos,
obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de
Jehová nuestro Dios nos vaya bien.) Pro 16:25 Hay
camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es
camino de muerte. De “aceptar a Jesucristo” es
realmente de aceptar lo que es esta persona, de
abrazarlo, absorberlo, imitarlo, y ser como la
persona de Dios.
¿Por qué importa tanto?
Muchos piensan que la voluntad de Dios no es
muy importante, y vamos al cielo aunque no
seguimos la voluntad de Dios. Pero según 1Jn
2:17 “el que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre,” parece que la definición de la
salvación tiene que incluir una decisión de
hacer la voluntad de Dios. Y en Mat. 12:46-50,
Jesús define la relación salvadora, “Porque todo
aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. ”
Jn 6:39 Y ésta es la voluntad del Padre, el que me
envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite en el día postrero. 2Pe 3:9
El Señor… no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento. 1Ti 2:4 el cual
(Dios) quiere que todos los hombres sean salvos y
vengan al conocimiento de la verdad. Eze 33:11 dice
Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío,
sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva.
Mat. 18:14; Jn. 6:39-40 La voluntad de Dios es
muy enredada con nuestra salvación.
El arrepentimiento es también un renuncio de la
voluntad propia de uno para seguir la voluntad de
Dios, y en Lucas 13:3, dice “si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente.” Entonces, para
entender esto bien, la salvación viene porque te
entregas tu voluntad a Dios para hacer la Suya.
Esto es el corazón de la salvación. Es lo que nos
mete en la salvación, y se ve quien es salvo (1Jn
2:4-5; 3:24) o es un hijo del diablo por su
disposición hacia la voluntad de Dios (siempre
expresada más confiablemente en las Sagradas
Escrituras que otra fuente).
Jn 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y
me siguen, Rom 8:14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios. La salvación es una relación personal e
íntima con Dios, donde la persona se sujeta a
Dios (a Su voluntad), que sigan a Dios, que es
guiado por Dios. De conocer a Dios en la forma
de llevar una relación salvadora con Dios, es de
conocerle y sujetarse debajo de Su perfecta
voluntad. Actualmente toda la comunicación entre
Dios y el hombre se concentra en el asunto de
Dios comunicando Su voluntad al hombre.
Cuando el hombre se entrega su voluntad para
seguir la voluntad de Dios, entra en la salvación.
Dios condiciona entendimiento
espiritual sobre obediencia y actitud
Jn 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios,
conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi
propia cuenta. Sal 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi
corazón.
Turistas. Es muy importante de entender cómo
funciona la voluntad de Dios, y cómo Dios trata a
una persona. Dios no revela Su voluntad a
“turistas.” O sea, Dios no va revelando y dando
entendimiento espiritual a las personas que
solamente quieren “conocer” las cosas de Dios,
pero ellas no están dispuestas en su corazón a
obedecerla.
Jn 4:34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la
voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
Heb 10:7 vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad
Hay una actitud que Dios no acepta, y esto es de
saber lo que Dios quiere de uno, para que luego
la persona decida si sí o si no va a cumplir con
ello. Esto es como un turista que viene para ojear
y examinar como un chismoso pero de antemano
no para quedarse y obedecer. Dios da más
entendimiento solamente cuando la persona tiene
la disposición de obedecer lo que sea que es la
voluntad de Dios, sin controversia, sin discutir con
Dios, y sin la actitud de “quiero ver primero, y SI
ME GUSTA, entonces lo haré.”
Jn 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores;
pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su
voluntad, a ése oye. 1Jn 3:22 y cualquiera cosa que
pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos
sus mandamientos, y hacemos las cosas que son
agradables delante de él. Jn 15:7 Si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho. En esta
relación que llevamos con Dios que es nuestra
salvación, Dios nos hace caso (contesta a
nuestras oraciones) y nos bendice con
bendiciones (Josue 1:8), porque llevamos esta
sujeción a la voluntad de Dios. Entramos en el
favor de Dios porque buscamos Su voluntad.
Buscamos a Dios con mansedumbre (Sal 25:12)
y contrición, entonces Dios nos responde. Todo
empieza con temor a Jehová (Pro 16:6; Ecl
12:1).
Lo que es mandado en la Biblia
Simplemente puesto, la Biblia es la única
expresión inspirada y “siempre-fiel” de la voluntad
de Dios. Es por esto que un fiel y obediente
cristiano estudia tanto las Escrituras, para
discernir esta voluntad. En buscar la voluntad de
Dios, la base empieza con nuestra relación
personal con Dios. De sujetar a Dios es de ser
salvo. Además añadimos y aumentamos nuestro
entendimiento de la voluntad divina por conocer y
entender las Escrituras en nuestra vida. Es como
en cualquier profesión, entendimiento y habilidad
viene con el estudio Y LA PRÁCTICA. En hacer
constantemente la voluntad de Dios, aprendemos
mejor qué es la voluntad de Dios. Muchos no
entienden que no pueden discernir la voluntad
divina para sus vidas porque no han impuesto la
regla de la voluntad divina y no tienen esta
voluntad como la práctica de su vida. No son
fieles en buscar diariamente esta voluntad en las
cosas cotidianas, entonces está desamparados
por Dios en las decisiones grandes de la vida.
Error sigue tras error, simplemente porque
rehúsan de sujetar toda a la voluntad de Dios, y
de nuevo tenemos cristianos turistas, a ver sin
meterse (Jn 9:31; 1Jn 3:22 arriba).
El Espíritu Santo y consciencia
Jn 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo… él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que
yo os he dicho. 1Jn 2:27 Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así como la
unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha
enseñado, permaneced en él. Dios nos ayuda a
encontrar el camino de Dios por medio de las
Escrituras (lo que Jesús y los ministros de Dios
han dicho), y por el Espíritu Santo haciendo claro
(enseñándonos) estas cosas a nosotros. Las
condiciones para que esto pase son una relación
salvadora con Dios, el deseo que uno QUIERA
saber para obedecer (actitud correcta), que uno
estudie intensamente las Escrituras para
encontrar y obedecer esta voluntad, que uno está
siempre siguiendo esta voluntad.
Discerniendo la
Voluntad de Dios
Por David Cox
[cp30] v1 ©2011 www.folletosytratados.com
Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto
Consejos de cristianos espirituales
Hay muchas cosas que tenemos a fuerzas que
decidir de una forma u otra, y la Biblia no habla
específicamente sobre ellas. Primero, si
conocemos el carácter de Dios, ya tenemos idea
general muchas veces. Segunda, Dios ha
impuesto el Espíritu Santo de morar adentro de
nosotros y usando nuestras consciencias, nos
guía en estos casos. Además, Dios ha puesto
pastores y ancianos espirituales en la iglesia
como consejeros. En muchos casos, Dios mismo
revelará lo que debes hacer, pero solamente
después de mucha indagación y oración sobre el
asunto.
Col 3:1 4 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto.
Para muchos cristianos, el discernir o encontrar la
voluntad de Dios es muy difícil, pero no tiene que
ser. Hay unas guías que nos ayudarían
muchísimo. Alfonso dice en su obra, “Uniformidad
con la voluntad de Dios,” que el amor es el
perfecto vínculo, tomado de Col 3:14. Añade, “el
efecto principal del amor es para unir las
voluntades de los dos que aman para hacerles
querer la misma cosa.” Entonces lo más que uno
se une con Dios, lo más amará a Dios. La gloria y
adoración máxima que podemos dar a Dios es de
cumplir con gozo Su voluntad. La voluntad de
Dios es envuelta con el carácter y personalidad
de Dios, y todo esto es lo que agrada a Dios.
Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son
llamados. Romanos 8:28
Preguntaron a Rey Alfonso el Grande, Rey de
Aragon, “¿Quién es la persona más feliz en el
mundo?” Contestó, “El que abandona a sí mismo
para entregarse a la voluntad de Dios, quien que
acepta todas las cosas, bendiciones o adversidad
como viniendo de Sus manos.” Los verdaderos
felices son los que se encuentran satisfacción y
gozo en la idea de haber hecho la voluntad de
Dios el Padre, sea que se involucra placer y
bendición para ellos personalmente, o sufrimiento
y aflicción.
Prov 12:21 Ninguna adversidad acontecerá al
justo; Mas los impíos serán colmados de males.
Para el justo, su punto de vista es que todo lo que
le pasa es la voluntad de Dios. Él descansa en
este pensamiento.
Descargar