Nota: Colegio Antil Mawida Prof.: Tamara Cepeda A.

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Nota:
Colegio Antil Mawida
Prof.: Tamara Cepeda A.
Filosofía 4° Medio
Comprensión Lectora
Puntos____de 36
Fundamentos de la Moral: La naturaleza humana, el deber y el amor
Nombres: ____________________________________________________ Curso: 4° Medio ____
Unidad N° 3: Fundamentos de la moral
Objetivo
: Analizar fundamentos de la moral en textos específicos.
Lee los siguientes fragmentos contestando las preguntas que sean requeridas:
Existen diversas posiciones respecto al fundamento de la moral humana.
examinaremos a continuación, es la de la propia naturaleza humana.
La primera, que
Raúl y Roberto discuten respecto al derecho de propiedad.
Raúl, siguiendo una tesis marxista, afirma que el que una persona tenga la propiedad de ciertos
bienes, especialmente bienes de producción, de da un poder sobre otras personas, lo que
determina una situación injusta.
Roberto dice que el derecho de propiedad es un derecho natural del hombre y que es parte de su
libertad.
Supone Roberto que existe una naturaleza humana y que hay ciertos derechos inherentes a esta
naturaleza.
Sócrates y Aristóteles pensaron que esta naturaleza humana era la base de la moral. Por esto
Sócrates, como vimos anteriormente, afirmaba que el actuar moral del hombre se fundamentaba
en el conocimiento de su naturaleza y en un actuar conforme a ella.
Aristóteles se preocupaba de buscar qué era lo que realmente distinguía a esta naturaleza y lo
encontraba en la vida intelectual.
Ambos filósofos, como también lo hacen después los filósofos cristianos, piensan que existe una
naturaleza humana y que ella nos da la pauta acerca de lo que es bueno o malo para el hombre.
La dificultad que tiene esta posición es poder determinar cuáles son las verdaderas características
que forman parte de la naturaleza humana y cuáles son las características culturales que parecen,
en las diferentes culturas, ser esenciales a esta naturaleza.
Actividad 1: (3 puntos)
Analiza el siguiente problema “Si la naturaleza humana es la misma en todos los hombres, quiere
decir que para todas las razas y todas las culturas, el bien sería el mismo”. Escribe 3 conclusiones al
respecto.
EL DEBER
La ética formulada por Kant es conocida como la Ética del Deber. Este deber se refiere a un
mandato que debemos cumplir.
Así como la razón teórica se preguntaba ¿qué puedo conocer?, la razón práctica se pregunta ¿qué
debo hacer?, ¿cómo debe ser la conducta humana?
¿A qué ser refiere el mandato que debemos cumplir? Como recordaremos, Kant se interesaba por
lo universal y que estuviera más allá de toda experiencia (epistemología), cosa que se lograba a
través de lo formal puesto por el hombre: espacio y tiempo y categorías.
Imperativos hipotéticos y categóricos:
En la Ética, Kant distingue también un aspecto formal, que es el que da la calidad moral a la acción.
Existe un mandato ético, un imperativo que ordena, no lo que debemos hacer, sino cómo hacerlo.
Él no encuentra fundamental la materialidad de las acciones. Según Kant, una misma acción
puede ser buena o mala, según la presencia o ausencia de la buena voluntad.
El filósofo formula así el imperativo moral:
“Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre, simultáneamente, como
principio de legislación universal”.
Crítica de la Razón Práctica, I, 1, 1, 1-8.
Este imperativo es categórico, es decir, válido siempre para todos los hombres, no está sujeto a
ninguna condición. Pero existen, según Kant, otros imperativos, a los cuales llama hipotéticos y
que son válidos si se acepta la condición que plantean. Por ejemplo: si quieres ser respetado,
deber ser honrado en tus negocios, la persona puede no aceptar la condición y no interesarse en
ser respetado por los otros.
La voluntad se da a sí misma esta ley, por lo cual es libre y autónoma. Lo importante en el actuar
moral será el actuar por amor al deber, o sea, conforme a la ley, por el respeto que se tiene a la
ley, no por los resultados prácticos de la acción.
¿Qué puede ser, pues, la libertad de la voluntad, sino autonomía, esto es, propiedad de la
voluntad de ser una ley para sí misma? Pero la proposición “la voluntad es, en todas las
acciones, una ley de sí misma”, caracteriza tan sólo el principio de no obrar según ninguna
otra máxima que la que pueda ser objeto de sí misma, como ley universal. Ésta es
justamente la fórmula del imperativo categórico y el principio de la moralidad así, pues,
voluntad libre y voluntad sometida a leyes morales son una y la misma cosa.
Fundamentación de una Metafísica de las Costumbres, III.
La buena voluntad
Llama él una buena voluntad a la que actúa conforme al deber, por amor y respeto a la ley y ésta
es la que constituye la grandeza moral del ser humano. Todo lo demás (felicidad, bienes
espirituales y materiales) está supeditado a esta buena voluntad.
TEXTO DE KANT
Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda
considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad. El entendimiento,
el gracejo, el juicio, o como quieran llamarse los talentos del espíritu; el valor, la decisión, la
perseverancia en los propósitos, como cualidades del temperamento, son, sin duda, en muchos
respectos, buenos y deseables; pero también pueden llegar a ser extraordinariamente malos y
dañinos si la voluntad que ha de hacer uso de estos dones de la naturaleza, y cuya peculiar
constitución se llama por eso carácter, no es buena. Lo mismo sucede con los dones de la fortuna.
El poder, la riqueza, la honra, la salud misma y la completa satisfacción y el contento del propio
estado, bajo el nombre de felicidad, dan valor, y tras él, a veces arrogancia, si no existe una buena
voluntad que rectifique y acomode a un fin universal el influjo de esa felicidad y con él el principio
todo de la acción; sin contar con que un espectador razonable e imparcial, al contemplar las
ininterrumpidas bienandanzas de un ser que no ostenta el menor rasgo de una voluntad pura y
buena, no podrá nunca tener satisfacción, y así parece constituir la buena voluntad la
indispensable condición que nos hace dignos de ser felices.
LA BUENA VOLUNTAD NO ES BUENA POR LO QUE EFECTÚE O REALICE, NI POR SU ADECUACIÓN
PARA CONSEGUIR ALGÚN FIN QUE NOS HAYAMOS PROPUESTO; ES BUENA SÓLO POR EL
QUERER, ES DECIR, ES BUENA EN SÍ MISMA
Algunas cualidades son incluso favorables a esa buena voluntad y pueden facilitar muy mucho su
obra; pero, sin embargo, no tienen un valor interno absoluto, sino que siempre presuponen una
buena voluntad que restringe la alta apreciación que solemos -con razón, por lo demás- tributarles
y no nos permite considerarlas como absolutamente buenas. La mesura en las afecciones y
pasiones, el dominio de sí mismo, la reflexión sobria, no son buenas solamente en muchos
respectos, sino que hasta parecen constituir una parte del valor interior de la persona; sin
embargo, están muy lejos de poder ser definidas como buenas sin restricción -aunque los antiguos
las hayan apreciado así en absoluto-. Pues sin los principios de una buena voluntad, pueden llegar
a ser harto malas; y la sangre fría de un malvado, no sólo lo hace mucho más peligroso, sino
mucho más despreciable inmediatamente a nuestros ojos de lo que sin eso pudiera ser
considerado.
La buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para
alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena en
sí misma. Considerada por sí misma, es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que
por medio de ella pudiéramos verificar en provecho o gracia de alguna inclinación y, si se quiere,
de la suma de todas las inclinaciones. Aun cuando, por particulares enconos del azar o por la
mezquindad de una naturaleza madrastra, le faltase por completo a esa voluntad la facultad de
sacar adelante su propósito; si, a pesar de sus mayores esfuerzos, no pudiera llevar a cabo nada y
sólo quedase la buena voluntad -no desde luego como un mero deseo, sino como el acopio de
todos los medios que están en nuestro poder-, sería esa buena voluntad como una joya brillante
por sí misma, como algo que en sí mismo poseo su pleno valor. La utilidad o la esterilidad no
pueden ni añadir ni quitar nada a ese valor.
Immanuel Kant, Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres,
Capítulo I, Austral, Madrid, 1980.
Contesta las siguientes preguntas: (no olvides fundamentar bien tus respuestas)
1. ¿Por qué Kant no considera completamente buenos los bienes de la fortuna o los talentos
del espíritu? (1 punto)
2. ¿Es la felicidad el fin último del hombre, según la ética kantiana? (1 punto)
3. ¿Qué significa que la buena voluntad es buena en sí misma? (2 puntos)
4. ¿Es la buena voluntad algo débil, que se queda en el deseo? (2 puntos)
5. Comenta por escrito la afirmación de Kant de que los resultados de una acción no son
determinantes para juzgarla moralmente. (3 puntos)
EL AMOR
El amor ha sido considerado tradicionalmente como uno de los motivos que llevan a acciones que
tienden al bien. Los sentimientos de afecto, de solidaridad, de amistad, de amor de pareja, de
amor de madre o padre hacia sus hijos o de los hijos hacia los padres, llevan a las personas,
frecuentemente, a tomar decisiones que van muchas veces contra el propio bienestar o felicidad.
En el diálogo El Banquete, Platón dice:
El amor hará que los hombres se atrevan a morir por la persona amada; sólo el amor es capaz,
tanto en los hombres como en las mujeres. De esto, Alcestis, la hija de Pelias, es un monumento
para toda Grecia, pues se dispuso a dejar su vida por amor a su esposo cuando nadie más quería
hacerlo, aunque él tenía un padre y una madre; pero la ternura de su amor era tanto mayor que
la de ellos, que ella los hizo aparecer como ajenos a su propio hijo, sólo relacionados con él por
el nombre. Y tan noble pareció su acción a los dioses y a los hombres, que ella, entre los muchos
que han actuado virtuosamente, es una de las poquísimas personas a quien, por admiración a su
noble actitud, los dioses concedieron el privilegio de volver viva a la tierra. Tan excelso honor
otorgan los dioses a la virtud y la devoción del amor.
[…] Aquel que no es tocado por el Amor, camina en las sombras.
Platón, El Banquete
Cuestionario:
1. ¿Estás de acuerdo con la importancia fundamental que daban los griegos a la virtud en el
amor? Justifica tu respuesta. (1 punto)
2. ¿Piensas que es virtuoso entregar la vida por la persona amada? (2 puntos)
3. ¿Qué quiere decir Platón con la última frase del texto? ¿A qué se refiere con las sombras?
(3 puntos).
Examinemos ahora este pasaje de La Ilíada, de Homero:
Héctor, el héroe troyano, debe salir a la lucha contra los griegos, en una batalla llena de peligros.
Busca a su mujer para despedirse de ella y de su pequeño hijo. Cuando los encuentra, ella le dice:
“¡Héctor, tú que para mí eres padre, madre, hermano y amadísimo esposo… ten piedad de mí!
¡Quédate en estos muros; no hagas de tu hijo un huérfano y de tu mujer una viuda!”.
[…] Y Héctor responde: “Esposa, también he pensado mucho en estas cosas. Pero ¿con qué cara
podría mirar a los troyanos, hombres y mujeres, si rehuyera la batalla como un cobarde? No
puedo hacerlo.
[…] Tomó entre sus brazos a su hijo muy querido, lo besó y mientras lo mecía en sus brazos rezó a
Zeus y a todos los dioses: ¡Zeus!, clamó, “concede que este hijo mío llegue a ser, como yo, jefe de
los troyanos; permite que me iguale en la excelencia de la fuerza y déjalo gobernar Ilión con su
poder. Así pueda alguien decir, cuando él vuelva de la batalla, “el hijo es mucho mejor que el
padre…” y que el corazón de su madre esté contento”.
Cuestionario:
1. Compara la situación descrita en el diálogo de Platón con la de La Ilíada. ¿Te parece que
una de las decisiones es más moral que la otra? (2 puntos)
2. ¿Cuáles son las 2 virtudes que están en juego en la decisión de Héctor? (1 punto)
3. ¿Te parece que el amor de Héctor por su esposa y por su hijo no es suficientemente
grande? (2 puntos)
4. ¿Piensas que en esta época alguien podría actuar como Alcestis o como Héctor? En caso
afirmativo señala algún ejemplo, en caso negativo explica por qué. (3 puntos)
El filósofo Baruch Spinoza, en su libro Ética, no se refiere, como en el texto de Platón, al amor de
los esposos, sino a los lazos de afecto que deben unir a las comunidades humanas. Hace mención
especial del odio, como fuente de acciones malas e injustas.
Tratamos de destruir al hombre que odiamos. Es decir, tratamos de hacer algo que es malo.
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[…] Todo lo que deseamos cuando estamos movidos por el odio es bajo e injusto para
el Estado.
[…] Las mentes de los hombres no son conquistadas por las armas, sino por el amor y
la generosidad.
[…] Es bueno para los hombres formar comunidades y unirse unos a otros por lazos
que los hagan a todos como un solo hombre; y necesariamente será bueno para ellos
hacer todo lo que contribuya a fortalecer la amistad.
Baruch Spinoza, Ética.
Cuestionario:
1. ¿Por qué, a tu juicio, Spinoza sostiene que las acciones movidas por el odio son bajas e
injustas para el Estado? (2 puntos)
2. ¿Estás de acuerdo con que las mentes se conquistan con el amor y no con las armas?
Fundamenta. (2 puntos)
3. ¿Crees, como Spinoza, que la amistad y el afecto son necesarios en las comunidades
humanas? Ilustra tu respuesta señalando ejemplos de comunidades humanas. (3 puntos)
4. ¿Piensas que, para Spinoza, los actos movidos por el odio son inmorales? ¿Por qué si o por
qué no? (3 puntos)
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