Pedagogia Menesiana II A5 Merino

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PEDAGOGÍA
MENESIANA II
Hno. Miguel Ángel Merino
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PEDAGOGÍA
MENESIANA II
3
4
PEDAGOGÍA DE GETSEMANÍ.
CÓMO HACER LA VOLUNTAD BUENA.
Getsemaní punto de partida de la pedagogía
menesiana.
El objetivo de la pedagogía menesiana podemos enunciarlo así:
Hacer la voluntad buena para estar en el Orden de la
Providencia y abrazar el designio de Dios para nuestras vidas.
La pedagogía menesiana es una pedagogía del discernimiento,
siendo Getsemaní la casa, el hogar, la escuela donde se aprende y
se vive ese discernimiento.
Hemos dicho, también, que la pedagogía menesiana es una
pedagogía de la voluntad.
Ambos dimensiones van íntimamente unidas.
La voluntad humana es una voluntad siempre tentada entre hacer
su propia querer o hacer la voluntad de Dios. Una voluntad
tentada entre la búsqueda del orgullo y el egoísmo o la búsqueda
de la verdad y el amor.
Discernir es aprender a separar lo que es voluntad propia de
lo que es querer de Dios para entrar en comunión con la
voluntad de Dios.
5
La voluntad se “hace buena” cuando se habitúa a elegir
y acoger en toda circunstancia el querer de Dios.
La finalidad primordial de la pedagogía menesiana es
hacer buena la voluntad del educador menesiano para
que éste enseñe, a partir de su experiencia, al niño y al
joven a hacer buena su voluntad.
El lugar donde se manifiesta el camino, el método, la
pedagogía para hacer la voluntad buena es Getsemaní.
En Getsemaní es donde Jesús llega a poder decir: “No lo
que yo quiero sino lo que quieres Tú”. Getsemaní
muestra el itinerario pedagógico para hacer la voluntad
buena, tanto del educador como del alumno.
Abba, Padre
La pedagogía menesiana es una pedagogía del amor.
Solo el amor es capaz de transformar la voluntad desde
su raíz, desde lo profundo del corazón, haciéndola, así,
verdaderamente libre. Sin amor no puede haber libertad.
El amor crea el espacio donde la libertad puede crecer y
desarrollarse, donde desaparecen los miedos y se diluyen
las desconfianzas. La voluntad actúa libremente cuando
se ve envuelta en un clima de confianza y de amor.
En consecuencia el ministerio del educador menesiano
es, en primer lugar, un ministerio de misericordia y de
amor. Misericordia que se expresa en la bondad y en la
caridad para con los niños y jóvenes. La bondad suscita
la acogida, la dureza el odio y el rechazo.
6
“Tu ministerio debe ser siempre un ministerio de bondad y
caridad. Por otra parte no se gana nada con la dureza y te
harás odioso ante los niños”1
El niño para poder crecer debe sentirse y saberse
querido. Sin esta actitud de cercanía y de cariño no hay
ninguna posibilidad de hacer buena su voluntad. La
autoridad, la capacidad de hacer crecer al niño y de
desarrollar todas sus posibilidades, no es nunca poder o
dominio, que provocan el temor y el miedo, sino la
facultad de atraer y convencer desde la actitud de un
amor incondicional.
“Corregirás mejor los defectos de tus alumnos haciéndote amar
que haciéndote temer”2
Los castigos, las coacciones, aparentemente eficaces,
sólo provocan irritación y rechazo.
“Procura hacerte amar de los niños, creo que es el mejor
medio para dominar y tener autoridad en la escuela. Los
castigos no hacen más que irritar”3
"Hay que tener en cuenta las circunstancias y no reprochar
demasiado vivamente a los niños cosas de las que no tienen
culpa; por otra parte los medios suaves son siempre los más
eficaces"4
La dureza cierra el corazón del niño, le irrita y como
dice Juan María agria su carácter.
1 Carta Al Hno Arturo 23 – 11 - 1846
2 Lettre 3790. Au F. Liguori-Marie Langlumé. D. S. Au Folgoät Le 8 Xbre 1845.
3 Lettre 3987. Au F. Liguori-Marie Langlumé. D. S. Ploërmel Le 1er Xbre 1846.
4 Lettre 1536. Au F. Lucien Deniau. Redon Le 13 Avril 1832
7
“La mansedumbre es el mejor remedio para obtener de tus
alumnos lo que deseas de ellos. Si los reprendes y castigas se
irritarán contra ti y su carácter se agriará”5
“No golpeéis nunca a vuestros alumnos ni con la mano ni
con la regla; eso es totalmente contrario a la Regla."6
Sin la actitud de amor, incluso, la transmisión de saberes
se hace difícil, prácticamente imposible, pues no se da la
mínima actitud de apertura y acogida en el niño, toda
enseñanza es rechazada.
“Pon el máximo empeño en hacerte amar por tus alumnos,
no menos que en instruirlos”7
Como dice San Pablo, el amor es paciente, perdona todo
y disculpa todo.
"Sed pacientes con los niños y no esperéis que sean
perfectos; su edad disculpa muchas miserias y tus lecciones
no están perdidas, aunque no aprovechen al instante"8
Por lo tanto, los lazos de amor, de mansedumbre, de bondad
son los que el educador menesiano cultiva y establece, cada
día, con sus alumnos.
Podemos tener la tentación e incluso caer en ella de
establecer lazos de dureza, de aspereza y de fuerza porque
nos parecen, aparentemente más eficaces, pero estos no son
lazos ni verdaderos ni educativos ni durables. Estos son los
5 Lettre 1834. Au F. Lucien Deniau. D. S.. Ploërmel Le 5 F(Évri)Er 1835.
6 Lettre 1265. Au F. Jean-Marie Le Net. D. S. St Meen Le 31 Xbre 1826.
7Carta Al Hno. Lucien 6 – 11 - 1831
8 Lettre 3628. Au F. Lucien Deniau. D. S. Ploërmel Le 14 Mars 1845.
8
lazos del mundo, muy diferentes de los lazos de los que Dios
quiere que seamos testigos, porque revelan su rostro.
"El mundo tiene lazos llenos de gran aspereza, y de una
falsa dulzura; de dolores ciertos y placeres inciertos; un
trabajo duro, un reposo incierto; cosas llenas de miseria y
una esperanza vacía de dicha"9
El amor tampoco cae en la trampa de la arbitrariedad, ni
depende del estado de ánimo, está lejos de la coacción, de la
dureza o de la impaciencia. Estas son actitudes que no
educan.
“Para conseguirlo intentarán inspirarles confianza, respeto
y cercanía, pero sin familiarizarse con ellos” “Se esforzarán
en reprimir los movimientos de impaciencia que pudieran
hacer nacer en ellos la ligereza y la indocilidad o la falta de
aplicación de los niños”.10
Pero el amor no es tampoco indiferencia, fría lejanía. A
Dios no le da igual que el hombre viva en plenitud o no.
Dios quiere apasionadamente que el hombre llegue a su
plena estatura. El educador menesiano tampoco es
indiferente al crecimiento y desarrollo de sus alumnos.
No fuerza, pero no cesa de hacer propuestas, de animar,
de presentar exigencias. Sabe conjugar esa extraña
mezcla de amor y exigencia, clave de la pedagogía
menesiana. Quiere ayudar a crecer al alumno y a hacer
de él un verdadero discípulo de Jesucristo.
9 Mercurio P.249
10 Règles de Conduite pour les Frères de l'instruction Chrétienne
9
“Sé bueno con los niños, paciente y dulce. Sin duda es
necesario ser firme también, pero sin ser duro y sin dejarse
llevar por la impaciencia”11
“Estarán, a la vez, llenos de dulzura y de firmeza, no
permitiendo ningún desorden, pero tampoco reprendiendo o
castigando por capricho o con mal humor”12
Detrás de cada práctica pedagógica hay una imagen de
Dios que estamos transmitiendo a nuestros alumnos y
que quedará gravada en sus espíritus. La pedagogía
revela un Rostro de Dios. Prestar atención a esta realidad
es un elemento clave y de especial importancia, a la cual
debemos estar muy atentos. Hay pedagogías que
provocan el rechazo de Dios.
TU LO PUEDES TODO. LA PROVIDENCIA
La creación, la historia, mi vida están en las manos de
Dios, no son fruto ni del destino ni del azar. Dios está
presente, actúa y obra al interior de toda la realidad. La
pedagogía menesiana enseña a leer toda la realidad
descubriendo en ella esta presencia activa, paterna y
vivificante de Dios, que viene expresada por la
Providencia.
Este convencimiento y esta creencia implican:
- Enseñar a leer la realidad y comprender la
historia a partir de las diferentes asignaturas.
Dios conoce la física, sabe matemáticas, escribe
11 Lettre 3790. Au F. Liguori-Marie Langlumé. D. S. Au Folgoät Le 8 Xbre 1845.
12 Règles de Conduite pour les Frères de l'instruction Chrétienne
10
las mejores obras de teatro, es actor de la
historia.
El niño aprende en la escuela a “Ver a Dios y
no ver más que Dios en todo”. El educador
menesiano educa la mirada sacramental que
sabe descubrir a Dios en la vida.
Debemos inculcar y transmitir a nuestros
alumnos un sentido de confianza en la vida.
Todo está en las manos de la Providencia, Dios
dirige la historia.
“Espera con profunda paz; confíate en Aquél que puede todo y
no engaña nunca. Tienes su palabra; esta palabra ha creado el
mundo ¡y temes que el mundo sea más poderoso que ella!
¿Temerás, hombre de poca fe? No, Dios mío, no temo nada. Tú
estás con nosotros ¿quién estará contra nosotros?”13
- Enseñar a leer los lazos con los que se va
tejiendo y construyendo nuestra vida. Enseñar a
tejer la propia vida. El educador menesiano está
llamado a tejer su vida con Dios a través de los
lazos que Dios ha querido establecer con la vida
de los alumnos, que El le ha confiado, lazos
llenos de sentido. A través de los lazos que
viven con sus alumnos aprenderán éstos a tejer
su propia vida con sentido.
- Enseñar y acompañar al niño y al joven para
que logre encontrar su vocación dentro del plan
de Dios, y vivir en el Orden de la Providencia.
La pedagogía menesiana tiene una dimensión
vocacional extremadamente fuerte.
13 Lettre 11. A M. Brute de Remur. 18 Juillet 1807.
11
Una de las finalidades de la pedagogía menesiana es
ayudar al niño y al joven a encontrar “su estado” a
descubrir la llamada de Dios en sus vidas, dónde el
Señor quiere ser amado y servido por él.
“Finalmente, es necesario que os pongais a prueba, es
decir, que examineis seriamente cuál es, de todos los
estados, aquél en que podeis dar más gloria a Dios, en
el que podeis alcanzar con mayor facilidad vuestra
salvación, aquel que es el más apropiado para vosotros
teniendo en cuenta las cualidades de vuestro espíritu y
de vuestro corazón. Y si después de todo esto estais,
todavía, inciertos, San Ignacio os recomienda
plantearos estas dos cuestiones:
a) ¿Qué aconsejarías a otro que esté en tu lugar? ¿Qué
estado de vida le aconsejarias? Lo que diría a otro debo
decírmelo a mí mismo.
b) En la hora de la muerte ¿qué estado me hubiera
gustado elegir? Pues es entonces que veré las cosas tal
como son, y que ni mis pasiones ni los prejuicios del
mundo pueden obscurecer ya mi razón, quiero vivir en
el estado en el que me encontraría a gusto en el
momento de la muerte”14
David y Samuel son los modelos. Debemos decir al
Señor, como David: Múestrame, Señor, el camino por
donde debo caminar. O como Samuel: habla, Señor y
14 221 Précautions à prendre pour conserver la foi
12
"múestrame los designios que has formado sobre mi
alma"15
Educar a saber elegir y a tomar la opción vocacional
exige educar en la oración, acompañar, y entrar en
diálogo con otras personas, especialmente con el
educador, "de modo que ni los prejuicios del mundo ni
mis pasiones obscurezcan mi razón"16.
SI ES POSIBLE
La pedagogía menesiana busca educar el deseo. Educar
el deseo desde la realidad concreta del educando,
haciéndolo consciente de lo que de verdad vive y siente,
sin caer en la tentación del autoengaño. No es una
pedagogía que parte de la transmisión de ideas sino de la
experiencia concreta de la vida. Como decía Juan María
se discierne vida, no ideas. No es un adiestramiento ni
una ideologización, es búsqueda de la verdad en la
propia vida. Se trata fundamentalmente de enseñar a
vivir en verdad.
Enseñar al niño y al joven a leer sus deseos, sus
acciones, sus sentimientos. Descubrir las pulsiones y
mociones profundas que mueven, dirigen y orientan su
vida, sus elecciones y sus decisiones.
15 270 Aux Congréganistes de St-Brieuc, Sur le choix d'un état de vie
16 270 Aux Congréganistes de St-Brieuc, Sur le choix d'un état de vie
13
Juan María pide, en primer lugar, al educador menesiano
que sea un experto en saber leer sus propios deseos.
Cuando el educador está habituado a vivir en esta
atención permanente a sus deseos tendrá la capacidad de
poder enseñárselo a lo niños y jóvenes.
“Penetra en los repliegues más escondidos, escruta tus
profundidades, date cuenta no sólo de tus acciones, sino de
tus sentimientos y de tus disposiciones más íntimas”17
Como dice Cencini: “Un buen educador debe conocer
las paredes y los sótanos del corazón humano, a partir
de los de su propio corazón, si quiere conducir a otros a
lo largo de este misterioso viaje. Nadie puede pretender
acompañar a alguno allí donde no ha estado.Escavar es
identificar el origen andando hacia atrás en la
experiencia de vida del sujeto. Es responder a la
pregunta: ¿Qué hay detrás de este deseo?”
No se trata de ahogar ni de reprimir el deseo pero sí
descubrir su fuente y a dónde nos lleva.
VIGILAD Y ORAD.
El educador menesiano conoce y sabe de esa llamada
insistente de Juan María: “Vigilad y orad”. Dos actitudes
que intenta encarnar y hacer realidad en su vida. Sabe
vivir atento a lo que acontece en su corazón y a
descubrir el paso del Señor por su vida.
17 520 Ouverture de Retraite : Conditions pour profiter.
14
“Muchos se han perdido porque no han estado atentos a sí
mismos, olvidando esta palabra de nuestro divino maestro:
vigilad y orad para no entrar en tentación”.18
Por eso es capaz de enseñar al niño y al joven a vivir en
esa actitud de vigilancia, de atención sobre sí mismo, de
interioridad. Les ayuda a no vivir dispersos en medio de
los acontecimientos y de las sensaciones. Les enseña a
saber estar atentos a la propia vida.
“Vigilad y orad: os he dicho que la conservación de la fe
dependía para cada uno de nosotros de la fidelidad en
cumplir este doble precepto, porque es imposible evitar las
trampas que la impiedad ha sembrado en nuestro camino si
no vigilamos sobre lo que hacemos con una atención
infatigable, porque es imposible resistir a las seducciones de
los malos ejemplos y de las malas doctrinas si no estamos
unidos fuertemente a Dios por la oración.”19
Sabedor, por propia experiencia, de la importancia de la
vigilancia vivirá con actitud de cuidado y de
acompañamiento de los niños y jóvenes.
"Los Hermanos no abandonarán los niños de los que están
encargados ni de día ni de noche, ni estando a la mesa, ni en
el recreo, ni durante el tiempo de trabajo, ni durante la
20
oración."
18 Lettre 3468. Au F. Anastase Gélébart. D. S. Ploërmel Le 6 Juin 1844
19 221 Précautions à prendre pour conserver la foi.
20Recueil.
15
El educador menesiano puede rezar al Padre como Jesús:
“Mientras estaba con ellos, yo los protegía en tu lugar;
tú me los confiaste, yo los tuve seguros” (Jn 17, 12)
“¡Cuántos jóvenes están expuestos a peligros de los que
vosotros felizmente estais preservados! Con qué ternura, con
qué vigilancia y con qué amor estos educadores (señoritas)
trabajan por vuestra educación. Entrega admirable que
solamente Dios puede inspirar y recompensar dignamente.
Seriais muy culpables, queridos niños, y sería lamentable, si a
causa de vuestra indocilidad y de vuestra ligereza hicieseis
inútiles todos los esfuerzos que estos educadores hacen para
corregiros de vuestros defectos y para haceros sabios y
virtuosos”.21
Dirá Juan María a los padres que vigilar es cuidar,
acompañar, animar, sostener, estar cercanos de los niños
cuando nos necesiten.
“Si queréis que vuestros hijos perseveren y conserven las
gracias tan preciosas que han recibido, os pido que redobleis
vuestros cuidados y vuestra vigilancia, conocéis su
inconstancia, la paja que el viento lleva no es más ligera que
ellos. Estad siempre cerca de ellos para animarles y
sostenerles en todo lo que hacen, vigilad para que no
estrechen imprudentes y perniciosas amistades con jóvenes sin
costumbres”.22
Vigilar es enseñar a los niños y jóvenes a tomar la
medida de los propios actos.
21 198 Bénédiction des classes de la Providence
22 364 Importance et avantages d'une bonne éducation.
16
Orar: la oración nace de la conciencia de la propia
debilidad y pobreza. De ahí nace el grito de confianza en
el Señor y la esperanza. El Señor no nos deja solos y se
acerca a aquél que le invoca. Esta confianza esperanzada
hecha oración es la que el educador menesiano, desde su
propia experiencia, enseña al niño y al joven.
“Exponer nuestras necesidades y nuestras miserias a nuestro
Padre que está en los cielos con una humilde confianza”23
Como dice Juan María debe inspirar a los niños el gusto
por la piedad.
"Cuide que se dediquen especialmente en todas las escuelas a
la enseñanza religiosa y a inspirarles a los niños el gusto de la
piedad; temo que por brillar, se busque demasiado las cosas de
brillo, y a hacer sabios antes que santos; sería ir contra el
objetivo de su misión”24
NO LO QUE YO QUIERO SINO LO QUE
QUIERES TÚ.
Es la meta, el objetivo, la finalidad de la pedagogía
menesiana como discernimiento. Es el llegar a “ser
santos”.
“No lo que yo quiero sino lo que quieres Tú”. Es el
criterio, el indicador fundamental de que la voluntad es
buena. Cuando uno llega a vivir en la actitud permanente
23 Memorial. Aviso Nº XII
24 Document 464. Informations à prendre par le Frère Ambroise et avis divers. Le 1er
Xbre 1840
17
de elegir el querer de Dios, ese es el signo de que la
voluntad se ha hecho buena. Poder decir como Juan
María: “un simple Dios lo quiere, eso me basta”, es el
signo de que nuestra voluntad se ha hecho buena.
Hacer del querer del Señor el objeto de nuestros
pensamientos, de nuestro corazón, de nuestra voluntad.
“Querer una cosa es hacer de ella el único objeto, por así
decir, de sus pensamientos. Es no asustarse por ningún esfuerzo
o pena por conseguirla. Es tender a este fin sin permitir que
nada nos desvíe de él”25
Hacer la voluntad buena exige del educador dedicar el
tiempo suficiente y necesario y saber ejercer el servicio
de la autoridad.
“Más tarde se lamentarán amargamente de que sus padres y
sus maestros no les hayan mantenido sobre ellos durante
tiempo suficiente y con la fuerza necesaria su autoridad y que
no hayan logrado doblegar su voluntad indócil”.26
25 248 Discours à la Congrégation des Demoiselles.
26 047 Sur l'obéissance
18
INTEGRALIDAD DEL ACTO EDUCATIVO
PEDAGOGÍA INTEGRAL :
VOLUNTAD, CORAZÓN, INTELIGENCIA
EVANGELIZAR
Hacer conocer y amar
a Jesucristo.
Ser imagen de
Jesucristo
El Designio de
Dios.
Estar en el Orden
de la Providencia.
(dimensión
vocacional)
EDUCAR
“Hacer la
voluntad
buena”, para
encontrar el
camino de la
paz.
Educar para que la
voluntad se deje
atraer y conducir
en cada momento
por la verdad y el
amor.
Para :
INSTRUIR
Desarrollar al
máximo las
facultades del
educando para
que saque el
mayor
provecho de
los medios a
su disposición.
Exigencias:
Clima de
silencio,
disciplina,
interioridad,
orden.
Aceptar el proyecto
de Dios en mi vida.
Pedagogía de los
lazos
El orden de la
Providencia se
encarna en los
lazos.
Educador : es
aquel que se siente
llamado a vivir
esta vocación. Ha
descubierto los
19
Crear la mesa
común : el
Reino. La
comunión es el a
priori de la
educación
menesiana.
lazos de Dios en
su vida: “Dejad
que los niños...”
Niño: Es necesario
educarle para que
descubra y viva los
lazos. Enseñarle a
tejer su vida.
Pedagogía del
ángel
Educación preventiva.
El ángel es el modo
popular de expresar la
Providencia.
Educador: es el ángel
de los niños que les
anuncia buenas noticias
y les parte el pan.
Niño : estar con los
niños.
Seguir la ley de la
comunidad.
El pastor se
convierte en
ángel.
Encontrar el
camino de
la paz.
Calidad
menesiana.
Para
Integrar la ley de
la comunidad y la
ley del progreso.
Seguir la ley
del progreso.
Metodología.
Aplicar los
mejores
métodos
didácticos y
pedagógicos
Calidad
educativa.
20
INTEGRALIDAD DEL ACTO EDUCATIVO.
El documento “El laico católico en la escuela” presenta
la integralidad del acto educativo. Educar es, según este
documento, desarrollar todas las facultades del
educando, formar en el sentido ético, abrir a la
transcendencia. Tres dimensiones que no pueden
separarse si se quiere que verdaderamente la educación
sea un educación integral.
“La formación integral del hombre como finalidad de la
educación, incluye el desarrollo de todas las facultades
humanas del educando, su preparación para la vida
profesional, la formación de su sentido ético y social, su
apertura a la trascendencia y su educación religiosa.
Toda escuela, y todo educador en ella, debe procurar
«formar personalidades fuertes y responsables, capaces
de hacer opciones libres y justas», preparando a los
jóvenes «para abrirse progresivamente a la realidad y
formarse una determinada concepción de la vida»27
Esta es, también, la opción clara de la pedagogía
menesiana en fidelidad al pensamiento de Juan María.
a) El conocer y tener en cuenta el contexto cultural,
social y político en el que nace la pedagogía
menesiana nos ayuda a comprenderla mejor.
Teniendo en cuenta ese contexto podremos llegar a
27 El Laico Católico en la Escuela nº 17
21
descubrir mejor su peculiaridad, su identidad, su
riqueza y sus límites.
A partir de la Revolución francesa, con la Ilustracción,
se produjo la separación de la evangelización del ámbito
de la escuela. Es la primera fase de la crisis de sentido
en la que aún estamos inmersos. Juan María reaccionó
fuertemente frente a esa crisis de sentido. Expresión de
esa protesta es la afirmación clara y rotunda: “Mis
escuelas han sido fundadas para hacer amar y dar a
conocer a Jesucristo”
El cambio de horizonte cultural y social produce la
progresiva fragmentación entre instrucción-educaciónreligión. En esta fragmentación está ya, en germen, toda
la crisis de sentido que se producirá a continuación en la
sociedad y en la escuela, hasta nuestros días.
Al separarse de la religión, la moral será comprendida
más como una moral represiva que como un
reconocimiento y una fundamentación de la dignidad
humana.
"Un error de estos tiempos, es el de querer la moral sin religión,
es decir,reglas de conducta separadas de creencias religiosas,
como si los preceptos y los dogmas podrían separarse y no se
garantizasen los unos a los otros, como si se pudiera hacer
cristianos sin cristianismo, darnos una religión sin culto, una
creencia sin símbolo...Que se tenga cuidado, el hombre no obra
más que por lo que cree y según lo que cree...Querer construir el
edificio de la moral haciendo abstracción de la religión, es una
pretensión tan rara de la que uno se maravilla que haya podido
22
brotar en cerebros que, por otra parte, no dan muestras de
alienación"28
La segunda gran crisis de sentido se produce cuando se
borra del horizonte cultural la moral y la educación
queda reducida a simple instrucción. Como horizonte de
la escuela queda la dimensión funcional. Valores y ética
son expulsados del ámbito escolar.
Como bien expresa José Antonio Merino: “La razón se
desvincula de la fe, la moral se emancipa de la religión
y la ciencia racional y experimental se convierte en
autónoma y autosuficiente”29
Hoy existe una urgencia, recuperar la escuela como
ámbito de sentido. Es un reto mayor para la educación.
La escuela, como la sociedad, son víctimas de la crisis
generalizada de sentido. Una crisis de sentido que abarca
el campo personal, social, político, religioso. Una crisis
que nos invade y nos envuelve. En este sentido recuperar
la visión y el compromiso de Juan María resulta algo
urgente. Impulsar la pedagogía del sentido es una
prioridad.
b) El pensamiento pedagógico de Juan María lo
podemos comprender también por su posición ante
la enseñanza mutua y el método lancasteriano.
Para Juan María la pedagogía lancasteriana es una
pedagogía exterior, sustentada en actos y prácticas
mecánicas Aunque se sigan manteniendo las prácticas
religiosas la religión no es la fuente de sentido. No
28 Enseignement Religieux p. 10.
29 José Antonio Merino : Antropología Filosófica. Ed. Reus p. 132
23
debemos dejarnos engañar, detrás de las prácticas
religiosas puede alojarse un gran absurdo, una grande
incredulidad, como denuncia Juan María. La educación
no es un acto mecánico.
“Para justificar sus escuelas nos hace observar que está escrito
en sus reglamentos que la oración se recitará en ellas por la
mañana y la tarde, que se enseñará el catecismo, que el
Evangelio se aprenderá de memoria y que los niños irán todos
los domingos a misa. Que eso esté escrito no lo niego, pero que
no haga falta más que eso para que una escuela sea
verdaderamente cristiana, lo niego. ¿Hay algún establecimiento
educativo en Francia donde estos actos exteriores de culto, como
suele llamárseles, no se practiquen, en virtud de hermosas
ordenanzas? Y sin embargo ¿cuántos establecimientos
educativos no han sido durante mucho tiempo, y quizá continúan
siéndolo, seminarios de ateos?”30
El sentido no brota de las prácticas sino de la relación,
de la comunicación, de la atención personal Es la falta
de relación personal lo que Juan María no acepta de la
pedagogía lancasteriana. Esta es la crítica que él hace.
“La enseñanza mutua separa a los alumnos del maestro, para
confiarles a jóvenes monitores, sin experiencia en educación y
cuya instrucción es a penas superior a la de los niños que les son
confiados. De este modo la cultura intelectual y moral de los
alumnos, en lo que tiene de íntimo e individual, esta cultura que
es el primer medio de realizar una educación verdadera, y que es
el resultado de una comunicación personal, a menudo incluso,
confidencial del maestro con cada uno de sus alumnos, esta
cultura se debilita y encuentra pegas en la escuela mutua. Se ve
30 De L’enseignement mutuel.
24
claramente que cuanto más numerosa es la escuela, tanto más la
educación individual de los alumnos será difícil. La enseñanza
mutua puede ser conveniente para los objetos susceptibles de ser
reducidos, por medio de un análisis completo, a elementos muy
determinados, capaces de ser comunicados por medio de
expresiones rigurosas, o que es posible hacer conocer por la
simple intuición. Tales son, por ejemplo, los inicios de la lectura,
de la escritura, de la aritmética. Las operaciones intelectuales se
realizan, entonces, con facilidad e incluso por sí mismas. Pero
siempre que la instrucción exija operaciones más difíciles,
comparaciones complicadas o delicadas, extensas deducciones,
percepciones vivas, rápidas, matices de ideas, de hechos o de
sentimientos; todas las veces que las facultades deban recurrir a
un orden superior, e incluso estimular la sensibilidad o la
conciencia moral, la enseñanza mutua fracasa”31.
Educar no es endosar un hábito exterior, educar es
transformar el corazón de la persona.
“La enseñanza mutua tiende a dar un desarrollo desmesurado a
la memoria, a expensas de las facultades más relevantes. Da
demasiada importancia a las formas exteriores de la enseñanza y
oculta, bajo la regularidad de la división de la escuela, de las
prácticas mecánicas y de los movimientos, la realidad del
hombre, es decir, el estado de su pensamiento, de sus afectos y de
su voluntad”32
31 Sobre La Educación Religiosa.
32 Sur L'éducation religieuse
25
Al método lancasteriano Juan María le echa en cara
fundamentalmente:




La ausencia de un clima de silencio y reflexión que
favorezca la interiorización, elemento esencial de
toda pedagogía.
El mecanicismo que crea hábitos exteriores pero
que no favorece los hábitos interiores en la persona
del niño, los hábitos de virtud que dice Juan María.
La ausencia de relación personal con el educador
que priva a la educación de toda autoridad moral.
El estilo de relaciones entre el alumno y los
monitores que no es el ideal para descubrir el
sentido de la verdadera autoridad.
Reconociendo las ventajas que puede tener el
método lancasteriano, Juan María descubre sus
errores fundamentales. Esto explica su posición de
rechazo radical del método sabiendo sin embargo
reconocer e incluso aprovechar algunas de sus
ventajas.
26
INDICE
PEDAGOGÍA
MENESIANA II
5
PEDAGOGÍA DE
GETSEMANÍ.
ESQUEMA
INTEGRALIDAD DEL
ACTO EDUCATIVO
19
21
INTEGRALIDAD DEL ACTO
EDUCATIVO
27
28
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