FORO ANALÍTICO DEL RÍO DE LA PLATA Material de Circulación Interna - Biblioteca La nominación como soporte del lazo social Carolina Zaffore Lunes del Foro 6 de abril de 2015 La Nominación como soporte del Lazo Social Carolina Zaffore “Si, (como afirma el griego en el Cratilo) el nombre es arquetipo de la cosa, en las letras de rosa está la rosa y todo el Nilo en la palabra Nilo.” Jorge Luis Borges, El Golem. Introducción A partir del trabajo que realizamos el año pasado en el Seminario anual “Ética y Política del Campo Lacaniano”1 –en el marco del Colegio Clínico– advertimos la importancia de la noción de “Nominación” que Lacan explora, amplía y establece a lo largo del seminario 22: RSI.2 En función de ello, nos propusimos captar las coordenadas centrales de ese desarrollo, ponerlas en perspectiva con los antecedentes de la noción en la enseñanza de Lacan y delimitar su especificidad en el discurso analítico, siendo una noción interceptada desde diversas zonas discursivas (filosofía, lingüística, comunicación etcétera). Con miras al próximo Encuentro Internacional de Medellín, proponemos hoy un trabajo preliminar –en curso– que intenta extraer las consecuencias de una noción capital para pensar lo que el psicoanálisis tiene para decir acerca de los lazos sociales. 1. Seminario anual del Colegio Clínico del Río de la Plata (2014): Lectura del Seminario 22 de Jacques Lacan. Coordinación: Gabriel Lombardi. 2. LACAN, J. (1974-75) El seminario 22: RSI. Inédito. Versión Corregida. 2 La Nominación Entendemos que si bien la tesis central sobre la Nominación presente en RSI, es su función de “anudamiento” de los tres registros, es una noción lo suficientemente compleja, que tiene peso en sí misma, y que no se reduce a ser un mero antecedente del sinthome, ni a una prolongación conceptual de la lógica del significante del Nombre del Padre. Entonces, ¿qué es la nominación en el sentido propiamente analítico? ¿Qué usos le de da Lacan a la hora de situarla en el enlace de los tres registros de la experiencia analítica? ¿Es posible pensar la Nominación como soporte del lazo social, distinguiéndolo de otros tipos de soportes, en particular, la identificación? ¿Tiene algún valor específico que Lacan haya elegido la “nominación” como el modo de inscripción de los lugares o funciones que conforman la estructura de una Escuela de psicoanálisis? Son estas algunas de las preguntas que guiarán la charla de hoy, acentuando entonces una doble dimensión en la que entendemos se apoya Lacan en los años ’70, retomando la teoría de los discursos a la luz del nudo borromeo: la nominación en su dimensión de “acto” y de “lazo”. La nominación ante todo como un acto de decir, una invocación que funda la posibilidad de un lazo social –particularmente aquel de a dos que es un análisis, y aquel más amplio que es una Escuela–. La Nominación en el seminario 22 El contexto en el que introduce el abordaje de la noción de nominación es en la interrogación sobre la relación entre el sentido y lo real al ras de la experiencia analítica. Tomemos algunas fórmulas presentadas en esta clase3 para extraer la lógica en juego: “lo real es la a-versión del sentido”, “lo real es lo que ex-siste al sentido”, “lo real es el contragolpe del verbo”, “lo real es lo expulsado del sentido”. Entendemos que la pregunta que hila estas fórmulas gira alrededor de lo que llama allí mismo lo “real discernible”. Es decir, el real que surge en un análisis. No está al nivel de lo real físico o inefable sino más bien al nivel del real que es efecto del discurso analítico. 3. Ibid., clase del 13/5/1975. 3 FARP | Carolina Zaffore Aquel real que si bien está por fuera del sentido, es al mismo tiempo un efecto de él, le ex-siste. Está por fuera, pero es asimismo algo aledaño, surge como efecto, como contragolpe. Deviene de lo que el mismo sentido expulsa, cerniendo siempre eso que no entra, es su “aversión” pero con la correspondiente homofonía que orienta, su “versión-a”. Tras lanzar esta serie de fórmulas que distinguen y articulan sentido y real, concluye: “por medio de la Nominación el parloteo se anuda a lo real”. Entendiendo allí por “parloteo” el costado imaginario y simbólico de la palabra, el campo de los sentidos múltiples que se recorren en un análisis. Extraigamos al menos dos consecuencias de esta secuencia: 1) cabe distinguir que hay sentidos y sentidos. Hay sentidos coagulados, repetitivos y contaminados por la significación fálica, y hay sentidos que devienen rumbo, dirección, y cuyo efecto no es la reproducción de significaciones sino más bien un rumbo que toca un punto real, cuyo efecto es un sujeto que ya no es el mismo 2) si la nominación es lo que permite que sentido y real se anuden, ya que no son campos anudados naturalmente, ¿qué se entiende allí por nominación? Si bien Lacan no da directamente la respuesta, puede deducirse por el correr de la clase, que es justamente la interpretación la que adquiere ese valor de “nominación”. Sentido y real sólo se anudan por “un decir que nombre”. No cualquier decir está claro. Un decir que nombre es un decir que incita, que alude, que toca fuerte pero de costado. En la interpretación no cuentan tanto los enunciados sino “la jaculatoria de los significantes”.4 Es simplemente una palabra que incita, es “sentido contra la significación oracular”.5 Es una invocación. La interpretación es un decir que nombra de algún modo el rumbo, el sentido hacia lo más real de un ser hablante que se anime a tomar la palabra en serio. Es por ello que la interpretación/nominación introduce de lleno la contingencia. En sentido estricto un decir incluye siempre la dimensión de lo contingente, de lo que pueda surgir más allá del guión repetido del Otro. Un decir esencialmente es un acto, ni siquiera puede juzgárselo como verdadero o falso, simplemente existe o no. Hay algo del decir interpretativo que anuda, que permite indicar el rumbo de lo 4. Jaculatoria (del latín: iaculari = arrojar). En la cultura cristiana, la jaculatoria es una breve oración o invocación fervorosa. 5. LACAN, J. (1972) “El Atolondradicho” en Otros Escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 473 y ss. 4 La Nominación que el sentido expulsa, de lo no fácilmente tipificable, identificable, y sin embargo, determinante. Tal vez el resto diurno es una buena traducción clínica de aquello que el sentido repele. Lo que en la vigilia es exiliado del sentido, retorna durante la noche causando un sueño, disfrazado, claro, pero retorna al fin eso que se escapa. En el mejor de los casos, un decir interpretativo, es un decir que nombre de algún modo ese escape. Por ejemplo cuando el hombre de las ratas trae a Freud su sueño transferencial:6 la imagen de la hija de su analista con dos emplastos en los ojos. La interpretación apunta a señalar la repetición, la insistencia de la demanda anal, la significación fálica en juego que pone en serie heces y dinero. Descontando el valor de dicho sueño y su interpretación en la coyuntura del análisis, ya que permite corroborar la hipótesis de la eficacia traumática del plan marital, ensayemos un ejercicio. Hay otro costado del sueño que tal vez no se reduzca a la línea fálica sino que está al costado. En definitiva el resto diurno que ocasiona el sueño es un encuentro contingente con una mujer que “excita su complacencia”. Encuentro efímero, un simple cruce de miradas con una mujer desconocida, que sin embargo puede involucrar una dimensión del deseo que no entró en el sentido y que operó como resto diurno para la producción onírica. Es en un segundo momento donde las asociaciones llevan ese resto expulsado del sentido al terreno familiar de la demanda obsesiva: hija, dinero, padre. Los nombres del inconsciente que insisten. Emplastos que aplastan la pista del deseo que apenas asoma y se esconde bajo el mortífero betún, como lo metaforizara Lacan. La interpretación/nominación ¿no podría intentar nombrar algo de esa a-versión del sentido? ¿Algo de aquello que escapa a la significación oracular del Otro que lo demanda como yerno, tapando lo que una mirada enigmática, femenina puede incitar? Destacamos así un uso de la nominación que tiene un valor en términos de la dirección de la cura. En términos de un decir, que más allá de los enunciados, arroje una palabra que permita, tal vez, anudar el parloteo a lo real. Ese real que no está demasiado lejos sino que se efectúa en la manipulación de la palabra en su valor de acto. Queda delimitado así un uso propiamente analítico que aleja cualquier versión reducida de la nominación como comunicación, como indexación, o incluso como 6. FREUD, S. (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” en Obras Completas, volumen X, Amorrortu, Buenos Aires, 1993. p. 157. 5 FARP | Carolina Zaffore creación de la nada. La nominación que nos concierne no es crear un nombre de la nada, sino más bien ir haciendo con las palabras de modo tal que advenga alguna cosa nueva en su maniobra. Vertiente que permite acercar mucho más la nominación al acto de palabra, contingente, encarnada de modos diversos, que a la operatoria significante del Nombre del Padre. Si Lacan logra en esas clases extremar la función paterna a la “función radical de dar nombre a las cosas” es para acentuar que de ningún modo ese decir se limita a un significante, que de ningún modo ese “un decir” tiene que estar necesariamente ligado al padre. Temática planteada a partir del encuentro con el Hombre Enmascarado del Despertar de la Primavera,7 que logra a través del enigma y del semblante de su máscara, re-nombrar todo lo sucedido hasta el momento, cambiando sorpresivamente el tono de la obra en términos narrativos. Dándole nombre a las cosas pero justamente desde un lugar que incita a que el propio sujeto se vaya nombrando, o re-nombrando, encontrando nuevos nombres a los ya dados por el inconsciente repetitivo. La Nominación en seminarios anteriores Entre el seminario 18 y 3,9 aislamos las escasas referencias a la noción de nominación en dos contextos: por un lado, la importancia del nombre en cuanto lo que produce sobre la cosa, un orden del ser nuevo. El aspecto creacionista de lo simbólico. La palabra “elefante” hace palpar el advenimiento de la cosa. Por otro lado, la palabra que funda, “la palabra plena que es la palabra que hace acto”. “Tú eres mi mujer” introduce una palabra que nomina, que inscribe una relación, la funda. No quiere decir que la garantice, pero sí es su condición de posibilidad. Ya está ubicada la perspectiva que diferencia nítidamente un mandato del Otro que aplasta de otra dimensión del Otro, el de la “invocación simbólica que crea un orden del ser nuevo”. De la nominación declinan 7. LACAN, J. (1974) “Prefacio a El Despertar de la Primavera” en Otros Escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 587. 8. LACAN, J. (1953-54) El seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”, Paidos, Buenos Aires, 1990. Clase “La función creadora de la Palabra” y p. 265. 9. LACAN, J. (1955-56) El seminario 3: “Las Psicosis”, Paidós, Buenos Aires, 1990. Clase “Tú eres…”. 6 La Nominación dos expresiones cercanas: “invocación” y “conminación” como verdaderas palabras, voces evocadoras a las cuales responder. En el Seminario 610 Lacan utilizará la expresión cadena de nominaciones en el contexto del análisis del conocido sueño de Ana Freud a sus 19 meses, pronunciado en voz alta… “Las imágenes del sueño encuentran en estas palabras un afijo simbólico, término de la teoría de los números complejos. Un afijo en el cual vemos que el significante se presenta en estado floculado, es decir dentro de una cadena de nominaciones” (p. 83) Este estado del significante que sería más bien una nominación, involucra –a partir del análisis del sueño– al nombre propio, la satisfacción prohibida y la elección. Ana Freud se nombra en esta cadena, que apila los significantes que han sido interdictos durante la vigilia. La cadena de nominaciones no se halla ni en la cadena inferior ni en la superior del grafo, sino más bien entre ambas cadenas. Es una cadena que fija algo de la satisfacción prohibida en esas letras fijas y repetidas, en la que se afirma la pequeña. En el seminario 9,11 retomará la noción de nominación ligada al nombre propio, esta vez en el contexto del trabajo sobre el rasgo unario. Define más claramente el acento conveniente del nombre propio: la letra. Propone un rico diálogo entre Russell y Gardiner, polarizando posiciones sobre la cuestión del nombre propio, para posarse en el intervalo entre ambas versiones. Transita dos clases analizando estos autores y sus campos de acción, la lógica y la lingüística. Va mostrando –al modo platónico– como ambas perspectivas, aunque divergentes, tocan aspectos válidos del asunto, aunque siempre parciales. Finalmente concluirá que el acento del nombre propio no está puesto ni en el sentido (Russell) ni en el sonido (Gardiner) sino estrictamente en la letra “La emisión nominante está en relación con algo que en su naturaleza radical es del orden de la letra”. Es así que queda ya planteada definitivamente la perspectiva de la 10. LACAN, J. (1958-59) El seminario 6: “El deseo y su interpretación”, Paidós, Buenos Aires, 2014. Clase “El sueño de la pequeña Ana”. 11. LACAN, J. (1961-62) El seminario 9: “La Identificación”, inédito. Versión Corregida. Clases del 20/12/61 y 10/1/62. 7 FARP | Carolina Zaffore nominación como escritura. El nombre es “una marca abierta a la lectura”,12 es la “raíz del sujeto”. El nombre propio lleva la huella de lo que no se traduce “me llamo Lacan en todas las lenguas”. “Hay una nominación latente que es el primer núcleo como significante que enseguida va a organizar la cadena giratoria”. Hacia la última clase del seminario 10,13 reencontramos este punto en una referencia que conecta la nominación con lo invocante, una vez más. La nominación es en definitiva una invocación del Otro que llama a una respuesta del sujeto, invitando más que ordenando. La voz queda claramente ligada a la escritura, mucho más que al sonido. La voz hace al texto mismo, al significante en tanto tal, de allí que no se confunde con ninguna versión de lo sonoro, ni musical ni fonética. Será en el seminario 1214 donde ubicará una vez más el nombre como la traza, la marca que se diferencia irremediablemente de cualquier versión clasificatoria de la nominación en términos comunicacionales. Aparece allí la dialéctica entre lo que el nombre indica del “desgarro del sujeto”, “el agujero del sujeto” y lo que el nombre al mismo tiempo “sutura”. El nombre apunta así a lo más insondable e impredicable del sujeto, brota del agujero de lo simbólico y a su vez lo “enmascara”, lo “encola”. Marca de lo impredicable que inscribe en una cadena, ¿enlaza? Lacan se valdrá en este seminario del Cratilo de Platón, en particular se detiene en la figura del “artífice del nombre”. El acento queda puesto así en el nombrante, en el acto de nombrar, que funda, invocando. Apunta que una verdadera nominación, en su uso, debe ser memorial del acto fundador del nombre. Interesante aspecto que introduce ya en torno al “uso” o “usos” de la nominación. Usos de la nominación que Lacan destaca en una coyuntura donde la Escuela de psicoanálisis y su estructura está en primer plano. Podríamos decir que cada nominación debería ser entonces memorial del acto fundante. “Toda nominación en su uso, debe ser siempre mentalmente referida por nosotros a que ella es memorial del acto de nominación. (…) Al momento 12. LACAN, J. (1963) De Los Nombres del Padre, Paidós, Buenos Aires, 2005, p. 87. 13. LACAN, J. (1962-63) El seminario 10: “La Angustia”, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 351 y ss. 14. LACAN, J. (1964-65) El seminario 12: “Problemas Cruciales para el Psicoanálisis”, inédito, clase 7/4/1965. 8 La Nominación en que el nombre es dado se juega la elección, el rol, la función de aquel que Cratilo muy genialmente, y nunca retomado, llama ‘El artífice del nombre’.” (p. 102) Expresión linda la de “artífice” que se acerca mucho más al artificio, artesano, al inventor de nombres, más que al creador todopoderoso. Se nombra, se inventa, se hace con las palabras que hay a disposición y con las marcas, trazas, letras que se repiten elementales entreveradas en el campo del sentido, pero que un análisis, tras un tiempo prudencial, va cerniendo, precipitando y en consecuencia, escribiendo de a dos. El uso de la Nominación en la Escuela Retomemos desde esta perspectiva del uso de la nominación en una estructura social, la última referencia del seminario 22,15 sorprendente, ya que agrupa una serie en apariencia heterogénea. Dirá Lacan finalmente que la nominación está en la base de la pareja sexuada, los AME y el cartel. Es la nominación entonces el anudamiento de los tres registros pero también el soporte del lazo entre seres hablantes. El antecedente a esta idea está en el seminario anterior, donde en la misma clase16 donde trabaja la invención del saber y la escritura del saber, logra desplazar el asunto del ser del analista a su autorización. Allí Lacan sitúa en serie el ser sexuado y el analista, ambos se autorizan de sí mismos y de algunos otros. En estructuras como la IPA, el analista es nombrado para, expresión que se distingue de una verdadera nominación. El “ser nombrado para” si es una nominación, es una modalidad rígida, sostenida en un mandato, una orden del Otro, más que una invocación. Supone criterios estandarizados que ordenan e inscriben una serie posible. Descartada esta perspectiva para su escuela de psicoanálisis, admite que tampoco podría permitirse que entre cualquiera como rinoceronte en la porcelana. Queda planteada así la perspectiva del uso político de la nominación como soporte del lazo social de una escuela, que intentará establecer 15. LACAN, J. (1974-1975) El seminario 22: RSI. Inédito. Versión Corregida. Clase 15/4/75. 16. LACAN, J. (1973-74) El seminario 21, inédito, clase del 9/4/74. 9 FARP | Carolina Zaffore algún lazo otro que no se limite a la masa freudiana soportada en la identificación al Ideal.17 Las nominaciones en una escuela de psicoanálisis apuntan a poder escribir un lazo que no elimina, pero que se diferencia y escolta el lazo identificatorio, alienante. Precisa Colette Soler, “hay que medir hasta qué punto la nominación no es una identificación e incluso se sitúa como contrapunto, en contrapeso de la identificación”.18 Entendemos que las nominaciones ya sean de los AME, de los AE, de los más uno de un cartel apuntan todas a alguien que pueda hablar en nombre propio y que no se autorice en lo que dice tal o cual. El escrito de un cartel es en nombre propio, en un contexto de grupo, de nudo social que enlaza pero no aplasta ni aliena, causa. Es así como entendemos que el lazo social en la escuela se sostiene sin duda de una posición analizante de los analistas, pero también de una posición nombrante. Subrayamos la vertiente más interrogativa y elaborativa de la posición analizante / enseñante así como también lo asertivo del nombrante como lo que entrama, sostiene y pretende un lazo social acorde a una escuela, que atesora mucho más que un puñado de analistas. 17. SOLER, C. (2003-2004) La querella de los diagnósticos, Letra Viva, Buenos Aires, 2009. p. 91 y ss. 18. Ibid. p.75 y ss. 10 Secretaría del FARP Horario de atención: de lunes a jueves de 18 a 22 hs. Teléfono: (011) 4964-5877 Dirección: Viamonte 2790 e-mail: [email protected] Colegio Clínico del Río de La Plata Formaciones Clínicas del Campo Lacaniano Director: Gabriel Lombardi Coordinadora: Cristina Toro Coordinador adjunto: Luis Prieto Ofrecemos una formación psicoanalítica de acercamiento sostenido a los textos cardinales con un marcado sesgo clínico, tanto en los seminarios como en los talleres donde practicamos el ejercicio de escritura y lectura de la casuística hasta extraer su lógica. Nuestra enseñanza se integra a la Red Internacional de Foros y a la Escuela de Psicoanálisis del Campo Lacaniano. En el seminario anual “Ética y Política del Campo Lacaniano” nos proponemos situar los alcances de las diversas instancias que componen nuestra comunidad analítica, su sentido y sus usos posibles: el Colegio Clínico, la Escuela Internacional, el Foro y nuestra Red Asistencial. Red Asistencial del FARP Desde el año 2007 el FARP ofrece tratamiento psicoanalítico a niños, adolescentes, adultos y parejas. Esta oferta toma los rasgos particulares de una institución que, orientada por la Escuela, transmite y promueve el Psicoanálisis. Integrantes: Laura Salinas, Sebastián Fernández Mores, Natalia Domínguez, Leonardo Itzik, Valeria Mercuri y Santiago Candia. Material de circulación interna -Biblioteca Responsable de biblioteca: Eduardo Boyé Coordinador de Publicaciones: Luciano Lutereau Coordinador general del FARP: Pablo Peusner