Rodrigo Rato, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de

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JJGG-Gernika (24-2-2004)
* Intervención del Diputado de Hacienda y Finanzas, José María Iruarrizaga
PRESENTACION DEL PROYECTO DE NORMA FORAL DE RÉGIMEN
FISCAL DE LAS ENTIDADES SIN FINES LUCRATIVOS E INCENTIVOS
FISCALES AL MECENAZGO
Las entidades privadas sin fines lucrativos han experimentado
un gran avance en los últimos tiempos, alcanzando una importancia
creciente en relación con la cobertura de necesidades y el desarrollo
de actividades de interés publico. La última década ha sido testigo del
importante desarrollo conseguido por este tipo de entidades.
El denominado “tercer sector” está desempeñando un papel
destacado en casi todos los ámbitos de la actividad social,
contribuyendo a la creación de empleo, proporcionando una amplia
gama de servicios, representando en definitiva los intereses de los
ciudadanos ante las administraciones públicas y asumiendo una
función vital en la salvaguarda de los derechos humanos.
Hoy en día nadie se cuestiona que la contribución de las
asociaciones y fundaciones al desarrollo de la sociedad debe
fomentarse y ampliarse.
El crecimiento de la conciencia social a cerca de la necesidad de
la participación del sector privado en las actividades de interés
general, en apoyo de un sector público en ocasiones incapaz de cubrir
las crecientes necesidades sociales surgidas al amparo del
denominado Estado del Bienestar, ha impulsado tanto la aparición de
entidades sin fines lucrativos como el aumento del apoyo ciudadano a
las mismas.
Cuando en 1995 se promulgó la Norma Foral 9/1995, de 5 de
diciembre, de Régimen Fiscal de Fundaciones y Asociaciones de
Utilidad Pública y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en
Actividades de Interés General, el legislador foral ya era consciente
de las dimensiones alcanzadas por el fenómeno de la participación
privada en actividades de interés general, en sus diversas formas
jurídicas, si bien no pudo prever entonces que dicho fenómeno, lejos
de atenuar su crecimiento, tendría en nuestro Territorio Histórico un
gran desarrollo en menos de una década.
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Por este motivo con este proyecto se pretende dotar a estas
entidades de una regulación más moderna, flexible y que les ofrezca
una mayor seguridad jurídica.
La finalidad que persigue este proyecto es más ambiciosa
que la mera regulación de un régimen fiscal propio de las
entidades sin fines lucrativos, ya que, como su propio título
indica, esta norma viene a establecer también el conjunto de
incentivos que son aplicables a la actividad de mecenazgo
realizada por particulares. En efecto, si bien la Norma Foral
9/1995 contenía ya una serie de preceptos destinados a estimular la
participación del sector privado en las actividades de interés general,
la realidad permite constatar que su eficacia ha sido limitada.
Por este motivo se ha hecho necesaria, por tanto, la aprobación
de un proyecto, que ayude a encauzar los esfuerzos privados en
actividades de interés general de un modo más eficaz, manteniendo y
ampliando algunos de los incentivos previstos en la normativa
anterior y estableciendo otros nuevos, más acordes con las nuevas
formas de participación de la sociedad en la protección, el desarrollo
y el estímulo del interés general.
Asimismo es necesario destacar que mediante una serie de
enmiendas aprobadas por los grupos de esta Cámara se ha
incorporado como una nueva forma de mecenazgo la
realización de prestaciones de servicios de forma gratuita,
junto con los donativos, donaciones y aportaciones, regulación
pionera en los sistemas de nuestro entorno.
En consecuencia, este proyecto tiene una finalidad
eminentemente incentivadora de la colaboración particular en la
consecución de fines de interés general, en atención y reconocimiento
a la cada vez mayor presencia del sector privado en la tarea de
proteger y promover actuaciones caracterizadas por la ausencia de
ánimo de lucro, cuya única finalidad es de naturaleza general y
pública.
Estructura de la NF
En cuanto a su estructura, este proyecto de Norma Foral consta
de treinta y un artículos estructurados en tres Títulos. El Título I
recoge, exclusivamente, el objeto, el ámbito de aplicación y la
normativa supletoria, y dedica los otros dos Títulos a regular,
respectivamente, los ámbitos constitutivos de su objeto, a saber, el
régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y los incentivos
fiscales al mecenazgo.
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Título II
Así, el Título II, encargado de regular el régimen fiscal de las
entidades sin fines lucrativos, condiciona la aplicación del mismo al
cumplimiento de los requisitos y supuestos de hecho, de manera que
el incumplimiento de cualquiera de ellos conlleva la pérdida del
régimen fiscal especial y la obligación de ingresar las cuotas de los
tributos devengados durante el ejercicio fiscal en que se produzca el
incumplimiento, junto con los intereses de demora que procedan.
La justificación de los requisitos que impone la normativa
obedece a la intención de asegurar que el régimen fiscal especial que
se establece para las entidades sin fines lucrativos se traduce en el
destino de las rentas que obtengan a fines y actividades de interés
general.
Entre los requisitos establecidos destacan los siguientes:
 Que destinen al menos el 70% de sus rentas e
ingresos al cumplimiento(s) de los fines de interés
general propios de la entidad, constituyendo una
novedad que se exceptúen las cuantías procedentes de
la enajenación de bienes inmuebles en los que la
entidad desarrolle su actividad propia cuando se
reinviertan en inmuebles con este mismo destino.
 Que la actividad realizada no consista en el
desarrollo de explotaciones económicas ajenas a su
objeto o finalidad estatutaria.
 Con carácter general, las entidades no pueden
dispensar trato de favor ni tener como destinatarios
principales de sus actividades a quienes las fundaron o
formen parte de sus órganos rectores, ni a sus
familiares.
 En el supuesto de disolución, el destino de la
totalidad del patrimonio de la entidad disuelta habrá de
ser una entidad considerada beneficiaria del mecenazgo
de acuerdo con los requisitos establecidos en esta
Norma Foral, o alguna entidad pública no fundacional
con fines de interés general.
 Por último, se establece la obligatoriedad de
elaboración anual de una memoria económica que
incluya, ordenados por categorías y por proyectos, los
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ingresos y gastos del ejercicio y su porcentaje de
participación en entidades mercantiles.
Por lo que se refiere a la tributación de las entidades sin
fines lucrativos por el Impuesto sobre Sociedades, la Norma Foral
introduce novedades significativas:
Así, se declara la exención de las siguientes rentas: las
derivadas de los ingresos obtenidos sin contraprestación; las
procedentes del patrimonio mobiliario e inmobiliario de la
entidad, como los dividendos, intereses, cánones y alquileres;
las derivadas de adquisiciones o de transmisiones, por cualquier
título, de bienes o derechos; las obtenidas en el ejercicio de las
explotaciones económicas exentas; y, finalmente, las que de
acuerdo con la normativa tributaria deban ser atribuidas o
imputadas a las entidades sin fines lucrativos.
En relación con las rentas derivadas del ejercicio de
explotaciones económicas, la Norma Foral sustituye el anterior
sistema de exención rogada por una, de carácter general, para
todas aquellas actividades que constituyan su objeto social, de
tal manera que las rentas derivadas de las explotaciones
económicas incluidas en su objeto estarán exentas «ex lege».
Además, la exención se extiende a las rentas obtenidas de las
explotaciones complementarias y auxiliares de las dirigidas a
cumplir los fines que persiguen estas entidades, siempre que
respeten los límites establecidos en la propia norma, así como a
las derivadas de las explotaciones económicas consideradas de
escasa relevancia.
En cuanto a la base imponible del Impuesto sobre
Sociedades de estas entidades, se establece que en su
determinación únicamente serán computables los ingresos y los
gastos correspondientes a las explotaciones económicas no
exentas. Adicionalmente, se regulan los efectos de la
transmisión del patrimonio resultante de la disolución de
entidades sin fines lucrativos a otras entidades, disponiéndose
la conservación de los valores y la antigüedad que tenían en la
entidad transmitente los bienes y derechos transmitidos.
La base imponible del Impuesto sobre Sociedades será
gravada a un tipo único del 10 por 100, tipo especialmente
reducido si tenemos en cuenta que el general aplicable en el
Impuesto sobre Sociedades es del 32,5 por 100.
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En cuanto a los tributos locales, se suprimen ciertas
limitaciones para la aplicación de las exenciones en los
Impuestos sobre Bienes Inmuebles y sobre Actividades
Económicas e introduce una exención en el Impuesto sobre el
Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana para
las entidades sin fines lucrativos.
Título III
Por lo que se refiere al Titulo III, en el mismo se regulan los
incentivos fiscales al mecenazgo, estableciéndose un listado de las
posibles entidades destinatarias de los mismos.
En el capítulo relativo al régimen fiscal de las donaciones y
aportaciones, se establece una deducción del 30 por 100 del importe
de los donativos, donaciones y aportaciones a aplicar en la cuota el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del 25 por 100 en
el Impuesto sobre la Renta de no Residentes para los contribuyentes
sin establecimiento permanente.
En cuanto a las aportaciones efectuadas por los sujetos pasivos
del Impuesto sobre Sociedades y en el Impuesto sobre la Renta de no
Residentes para los contribuyentes con establecimiento permanente,
se configuran como partida deducible a efectos de determinar la base
imponible de ambos impuestos, mejorando su tratamiento
tributario al eliminar los límites existentes en la normativa
actual.
El Capítulo III se dedica a los beneficios fiscales aplicables a
diversas actuaciones de mecenazgo consistentes en convenios de
colaboración empresarial en actividades de interés general con las
entidades calificadas como beneficiarias del mecenazgo y gastos
realizados para los fines de interés general, manteniéndose el
tratamiento de las adquisiciones de obras de arte para oferta de
donación, asumiendo también en estas especiales formas de
colaboración la supresión de los límites que se prevé con
carácter general.
En el Capítulo IV se establece el marco normativo en el que se
desenvolverán las actividades consideradas anualmente por la
Diputación Foral de Bizkaia como prioritarias de mecenazgo en
el que, fruto de las enmiendas presentadas durante la
tramitación del proyecto, se ha elevado el porcentaje de
deducción al 18% en lugar del 15% previsto en su redacción
original y, como novedad, se introducen los programas de
apoyo a acontecimientos de excepcional interés público.
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A este respecto, el último artículo (el 31) fija, por primera vez,
un criterio de reciprocidad con carácter general respecto a las
actividades y programas declarados, respectivamente, prioritarias y
de apoyo a acontecimientos de excepcional interés público, por el
Estado y otros Territorios Forales, siempre que en la normativa de
estos se reconozcan las actividades y programas aprobados por la
Diputación Foral de Bizkaia.
Las Disposiciones Adicionales se dedican, por un lado, a
modificar diversos artículos de las Normas Forales reguladoras de los
Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas, sobre Sociedades y
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados,
así como la dedicada al régimen fiscal de las cooperativas, y por otro,
a establecer las peculiaridades aplicables a la obra social de las cajas
de ahorro, a las federaciones deportivas, a las fundaciones de
entidades religiosas y al régimen tributario de la Iglesia Católica y de
otras iglesias, confesiones y comunidades religiosas.
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