denuncia ante la comision interamericana de derechos humanos

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DENUNCIA ANTE LA COMISION INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS.Buenos Aires, 25 de septiembre del 2012.
Sr. Presidente y demás miembros de la
Honorable Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, Washington, D.C.-
Honorables señores comisionados:
GREGORIO JORGE DALBON, abogado, inscripto al T° 43 F° 837
del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, capital de la República
Argentina, de nacionalidad argentino, con Documento Nacional de Identidad
Nº. 18.057.614 expedido por el Registro Nacional de las Personas de la
República Argentina, con domicilio en Avenida Córdoba 1335 6to. Piso
departamento "B" de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República
Argentina (Código Postal 1055AAD) teléfono +5411-4812-4097 Fax +54114816-1998, correo electrónico [email protected], tiene el honor de
dirigirse a Uds., en ejercicio del derecho previsto en el art. 44 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos, para denunciar ante la Honorable
Comisión Interamericana de Derechos Humanos la violación del derecho a la
igualdad ante la ley (art. 24 de la Convención), a las garantías
judiciales (art. 8 de la Convención), y a la Protección Judicial (art. 25
de la Convención).
I.- CONDICIONES Y REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD.-
Requisitos formales.La presente petición cumple con todos los requisitos formales
previstos en los artículos 44, 46 y 47 de la Convención.
Requisitos internos.-
Resultando esta dignísima Comisión competente para entender en
la
materia
en
función
de
los
Tratados
Internacionales
oportunamente
suscriptos, comparezco, en mi calidad de querellante, constituido en calidad de
tal en el proceso judicial pertinente, en representación de la mayoría de las
víctimas de una de las más trágicas catástrofes ferroviarias ocurridas en la
historia de la República Argentina, a denunciar a este estado por las flagrantes
violaciones a los derechos a las Garantías Judiciales, a la Igualdad ante la Ley
y a la Protección Judicial, asegurados por la Convención Interamericana de
Derechos Humanos y por las Naciones Unidas, que se han sistemáticamente
evidenciado en el curso del proceso mencionado.
A los fines propuestos, corresponde señalar que deben estimarse
agotados los recursos de jurisdicción interna dispuestos a los fines garantizar
el ejercicio de los derechos flagrantemente vulnerados, puesto que la
manifiesta falta de interés evidenciada por parte de la autoridad judicial
respecto de las peticiones que mi persona ha deducido en su calidad de
querellante, deducidas para lograr el dictado de los debidos pronunciamientos
que conduzcan al enjuiciamiento de los culpables de la tragedia, han venido
siendo permanente e injustificadamente ignorados, superándose de manera
excesiva los plazos previstos para proveer en forma adecuada al servicio de
justicia por parte del Tribunal interviniente.
Mi parte atribuye la violación aquí denunciada a la existencia de
un acuerdo de voluntades arteramente organizado para impedir que la
investigación criminal avance, puesto que prominentes miembros del gobierno
e, incluso, quizás la titular del Poder Ejecutivo Nacional pueden verse
implicados en la causa en función de lo que evidencian las constancias
probatorias incorporadas a la misma.
Debo también destacar que lo aquí señalado no resulta una visión
solitaria y antojadiza del funcionamiento de parte del sistema judicial
argentino, resultando útil remitirse a lo, oportunamente, denunciado por el
propio Vicepresidente de la Nación, el Licenciado Amado Boudou, quien, en
abril de este año, al ofrecer una conferencia de prensa donde precisó detalles
referidos a una denuncia promovida para investigar supuestos negociados en
la impresión de boletas electorales, indicó “Me llamó mucho la atención que
nadie siguiera este tema…parece que hay personas a las que hay que
proteger”, señalando la existencia de “un entramado mafioso” con vínculos en
Tribunales, la política y las finanzas.
También resulta útil mencionar, a los fines aquí propuestos, que
en el transcurso del corriente año tomaron estado público los contactos
mantenidos vía mensajería instantánea entre un Juez y el abogado de una de
las partes, donde se intercambiaba información relativa a una de las causas
que involucra a miembros del Poder Ejecutivo Nacional, que se hallaba bajo la
jurisdicción de dicho magistrado.
No menos grave resulta ser la reconocida existencia de un
“operador judicial”, públicamente apuntada a la persona del Dr. Francisco
Javier Fernández, miembro de la Auditoría General de la Nación, por parte del
prestigioso periodista Jorge Ernesto Lanata quien, en la emisión de su
programa televisivo, “Periodismo para Todos”, transmitida el día 26 de agosto
del 2012 por la señal de canal 13 de la Ciudad de Buenos Aires, mostró
irrefutable evidencia que acredita que el funcionario público amedrenta a los
jueces del poder judicial para obtener pronunciamientos a favor del Estado
Nacional Argentino en las causas donde este se encuentra involucrado,
debiendo señalarse que el funcionario también se ha visto vinculado en el
armado de estrategias de defensa de personas acusadas de tener vínculos con
el gobierno para obtener beneficios contractuales.
Además de lo descripto en el párrafo anterior, en el programa
televisivo aludido se exhibieron documentos que acreditaban que el funcionario
público poseía inversiones millonarias en grupos multimedia y que dicho
funcionario ha declarado que las cuantiosas sumas invertidas provenían de
ganancias obtenidas en juegos de azar. Huelgan comentarios!
En cuanto a las “particularidades” que conducen a determinar que
la causa judicial en la que intervengo se encuentra influenciada por las
indicaciones que proporciona el Poder Ejecutivo Nacional para su sustanciación,
debo, por sobre todos los aspectos, poner en resalto la peticiones que el propio
Estado
Nacional
ha
deducido
requiriendo
ser
tenido
por
parte
como
particularmente ofendido por el hecho investigado, pese a que numerosos
integrantes de su estructura se hallan imputados como responsables del
mismo por haber omitido el debido control de los sistemas de freno del tren
siniestrado, deleznable estrategia que, necesariamente, debe interpretarse
como destinada a procurar la impunidad de estos.
En el sentido indicado debo señalar que el Magistrado a cargo de
la investigación, Dr. Claudio Bonadío, admitió, en una primera instancia, la
intervención del Estado Nacional como parte querellante, lo que motivó que la
querella representada por mi persona apelara la decisión, logando que la
Cámara de Apelaciones declare nula la resolución recurrida.
Sin perjuicio de ello, cabe destacar también que el Estado
Nacional se mantiene férreo en su postura de intervenir en calidad de parte
querellante en la causa, al punto tal que ha interpuesto recurso de casación en
contra de una nueva resolución de la Cámara de Apelaciones que confirmó la
desestimación de su pedido.
Las circunstancias descriptas en los párrafos precedentes llevan a
la querella encabezada por mi persona a considerar que los recursos que la
jurisdicción interna de la Nación Argentina tiene dispuestos, en un principio,
para afianzar la protección judicial de aquellos que ven violados los derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución Nacional y las normas de rango
internacional que así lo exigen, deben considerarse agotados puesto que la
evidenciada existencia de una clara voluntad del Estado Nacional y del
magistrado a cargo de la investigación, Dr. Claudio Bonadío, de no permitir
que esta avance se erigen como obstáculos insalvables que impiden que
puedan articularse las instancias destinadas a responsabilizar a los culpables
de la tragedia, dado a que las peticiones efectuadas en tal sentido conducen,
inexorablemente, al fracaso.
En el sentido expresado debe remarcar que no existe en la
actualidad, dentro de la legislación interna de la Nación Argentina, la menor
expectativa de que las acciones que se deduzcan en contra de los integrantes
de su Poder Ejecutivo lleguen a instancias que permitan la declaración de su
culpabilidad por hechos que corresponda atribuírseles, siendo de suma
gravedad que, a la querella representada por mi parte, no se le permitió el
acceso a los recursos de la jurisdicción interna evidenciándose un retardo
injustificado en la decisión de la causa.
Asimismo, debe considerarse que la denuncia que aquí formulo
resulta oportuna, por cuanto las violaciones que la motivan se hallan en pleno
curso de ejecución, ni existen pendientes de resolución otros procedimientos
de arreglo internacional, por lo que la presente denuncia debe considerarse
procedente habilitando la intervención de vuestra competencia.
II.- HECHOS.El hecho en el que se producen las violaciones que dan lugar a la
presente denuncia lo constituye el injustificado retardo en el que incurre el Dr.
Claudio Bonadío, magistrado a cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional
Nº 11, con asiento en la Ciudad de Buenos Aires, de proveer a las instancias
pertinentes que conduzcan al enjuiciamiento de aquellos que resultan
responsables de la tragedia ocurrida el día 22 de febrero del 2012, a las 8:30
horas, aproximadamente, cuando el tren Nº 3772 que cumplía el servicio de
transporte de urbano de pasajeros perteneciente a la línea Sarmiento que, por
aquel entonces, se encontraba concesionada a la empresa Trenes de Buenos
Aires Sociedad Anónima, procedía a terminar su recorrido ingresando a la
terminal “Once de Septiembre” de la ciudad de Buenos Aires, por la plataforma
Nº 2, no pudiendo ser detenido por el motorman encargado de su conducción
como consecuencia de la falta de mantenimiento de los sistemas de frenado,
de forma tal que no puede evitar impactar colisionar con el paragolpes de
contención del andén ubicado al final del andén, provocando la muerte de 51
personas y heridas a más de 700.
En el curso del proceso judicial abierto a los fines de investigar las
causas del accidente y responsabilizar a sus culpables, habiendo la causa
respectiva tenido radicación en la Secretaría Nº 21, del Juzgado a cargo del
magistrado mencionado, tramitando bajo Nº 1710/12, una vez indagados los
presuntos responsables y ya transcurrido en exceso el plazo legal previsto por
el art. 306 del Código Procesal Penal de la República Argentina para disponer
su procesamiento, instancia previa requerida a los fines de permitir su
enjuiciamiento, efectué la pertinente queja por retardo de justicia requiriendo
que se disponga el pronto despacho de la mencionada resolución de mérito,
puesto que el art. 306 del digesto procesal que, en el término de diez (10) días
a contar de la fecha en la que el imputado compareció al llamado a prestar
declaración indagatoria, debe ordenarse su procesamiento siempre que hubiere
elementos suficientes para estimar la existencia del hecho delictuoso y su
responsabilidad penal como partícipe de este.
Sentado ello, puse en resalto que las constancias incorporadas a
los actuaciones acreditaban, de manera incontrovertible, que el evento que
promovió el inicio de la investigación, siendo este la tragedia ocurrida el día 22
de febrero del corriente año en la estación terminal de "Once de Septiembre",
es la consecuencia de un concurso de delitos que, real o idealmente,
relacionados han propiciado su producción.
En efecto, el avance de la pesquisa permitió establecer, con el
grado de certeza que el estadio procesal permite, la materialidad del hecho
investigado como constitutivo de un delito, siendo este la colisión de la
formación férrea de la ex – línea Sarmiento contra el final del andén Nº 2 de la
estación terminal, que provocó la muerte de 51 personas y heridas a más de
700, no sólo como consecuencia de la falta cometida por el motorman al
acceder a conducirla cuando tenía pleno conocimiento de las serias deficiencias
que afectaban su sistema de frenado, sino que ha quedado también esclarecido
que contribuyó a la producción del evento la inexcusable falta en la que han
incurrido aquellos que tenían la obligación y el deber legal de verificar el
correcto mantenimiento y funcionamiento de dicho sistema.
Sobre este aspecto debo ilustrar que el servicio de transporte
ferroviario donde ocurrió la tragedia se encontraba otorgado en concesión a la
empresa Trenes de Buenos Aires Sociedad Anónima y que el control de
cumplimiento de las cláusulas del contrato respectivo que, expresamente,
establecía la obligación de proporcionar un servicio seguro, se encontraba a
cargo de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, organismo público
dependiente del la Secretaría de Transporte que, a su vez, integraba la
estructura del Ministerio de Planificación del Poder Ejecutivo Nacional.
Adunaba la conclusión aludida en los párrafos que preceden la
vasta prueba ya reunida en la causa, en particular, los informes elaborados
durante años por la Auditoría General de la Nación, los testimonios obtenidos
de personas que han daban cuenta de las deficiencias en el mantenimiento y
en el control del material rodante, así como también en el mantenimiento de
las vías férreas entregadas en concesión, los informes periciales incorporados
y, especialmente, la voluminosa pericia accidentológica practicada, que
identificaba, de manera concluyente, las fallas que afectaban los mecanismos
de frenado del tren siniestrado como determinantes en la producción de la
catástrofe.
Asimismo, recalqué que no podía controvertirse que la prueba
referida resultaba concluyente para establecer que casi la totalidad de las
personas citadas a prestar declaración indagatoria mediante la resolución
dictada el 16 de abril del 2012 no pueden reputarse ajenas a los hechos que se
le imputan toda vez que desde los cargos ejecutivos o políticos que ocupan u
ocupaban resultaba indudable su responsabilidad por haber omitido dar
cumplimento a su deber de controlar y verificar que las formaciones férreas
entregadas en concesión sean confiables para transportar, de manera segura,
a miles de personas.
Por lo tanto, encontrándose suficientemente comprobada la
materialidad del hecho y la responsabilidad que correspondía atribuir a
aquellos que resultan partícipes necesarios de su producción, correspondía, sin
mayor demora, ordenar el procesamiento de los mismos, de conformidad con
lo que estipula el art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación Argentina,
puesto que no hay fundamento argüible que permita continuar aplazando el
dictado de dicha resolución, siendo que esta circunstancia solo favorece que
transcurran los plazos de prescripción, a más de seis meses de ocurrida la
tragedia, y obsta a que aquellos que ya han sido indagados tengan definida
cual es su situación procesal.
La presentación a la que hago referencia fue deducida el 27 de
agosto del corriente año y, como era lamentablemente esperable, fue
desestimada por parte del Juzgado interviniente.
Tal circunstancia motivó que plantee la queja pertinente ante la
Excma. Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, dentro
de los a principios del mes de septiembre del corriente año, presentación que,
transcurridos casi un mes desde su deducción aún no ha sido resuelta.
En esta presentación alegué que dado a que el magistrado a cargo
del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 11, no ha dictó el
pertinente
y
procedente
procesamiento
de
aquellos
imputados
que
concurrieron a prestar declaración indagatoria en la causa indicada, cuando ya
han sido reunidos elementos de convicción suficientes para estimar existente el
hecho delictuoso y la culpabilidad que corresponde atribuir a los indagados
respecto de su producción, correspondía denunciar el injustificado retardo a los
fines procesales pertinentes.
En tal sentido expuse que la imputación que se formalizó como
consecuencia del hecho precedentemente descripto fue, con relación a los
directivos de la empresa concesionaria y al conductor de la formación, la de
"Integrar un grupo de personas que de manera sistemática y organizada,
detentando el control societario de la ex línea General Sarmiento participaron
en el hecho ocurrido el día 22 de febrero del 2012 consistiendo dicha
participación
en
la
impropia
utilización
del
material
rodante,
de
la
infraestructura concesionada, del personal transferido y de los fondos que el
Estado Nacional puso a su disposición “…para ofrecer un mejor servicio del
transporte público de pasajeros…que sea a su vez eficiente, seguro, confiable y
que proporcione un servicio cuya calidad y frecuencia sea superior a la actual,
niveles de tarifas acordes a niveles de ingreso de la población, nuevas
inversiones en infraestructura, más seguridad y un entorno digno para los
trabajadores del servicio”. (Conf. Art. 1°.I “Declaraciones y Principios” de las
cláusulas del contrato de concesión de suscripto con relación a la explotación
del servicio ferroviario).
Con relación a la imputación dirigida a los funcionarios de las
reparticiones estatales que se encontraban obligadas a controlar el correcto
funcionamiento del sistema de frenado de la formación férrea siniestrada, la
misma se basó "en que durante la gestión desempeñada por los mismos como
funcionarios del Estado Nacional, con injerencia funcional directa respecto del
transporte ferroviario, no controlaron las condiciones de funcionamiento del
material rodante, de la infraestructura y la aplicación de los fondos públicos
que puso a su disposición el Estado Nacional que posibilitó el hecho del 22 de
febrero del 2012, siendo entre sus funciones se hallaba el control y la
fiscalización del transporte ferroviario de pasajeros, de modo de lograr mayor
seguridad, mejor operación y confiabilidad, para lo cual se encontraban
facultados para controlar el cumplimiento de las normas vigentes, respecto de
las vías e instalaciones fijas, del material rodante, de los materiales y
repuestos correspondientes, así como también de las obras y previsiones que
integraban el plan de inversión del concesionario." (arts. 3 y 9 del Decreto
1388/96 y estatuto de la CNRT).
Sentado ello fundamenté la denuncia contra el magistrado en que
el día 16 de abril del 2012 se dispuso citar a indagatoria a 30 personas que, de
una u otra manera, se encontraban involucrados con la tragedia acaecida por
estimarse que contribuyeron a su producción al haber omitido cumplir con las
obligaciones establecidas a su cargo destinadas a proveer a la seguridad del
funcionamiento del tren siniestrado.
Resultando que el último de los imputados citados mediante la
resolución del 16 de abril compareció ante el Tribunal el día 11 de junio del
corriente año, debía estimarse que el plazo previsto por el art. 306 del Código
Procesal Penal de la Nación Argentina, para disponer el dictado de los
procesamientos de aquellos que resultaron indagados comenzó a correr a
partir de esta última fecha.
En este punto, no remarqué que el art. 306 del Código Procesal
Penal de la Nación Argentina prevé el dictado del procesamiento siempre que
hubiere elementos de convicción suficientes para estimar que existe un hecho
delictuoso y que el indagado es culpable como partícipe de este.
Por ello, señalé que la convicción legalmente requerida se veía
plenamente abastecida en las actuaciones con la pericia técnica presentada por
los ingenieros ferroviarios designados con fecha 18 de abril del 2012, que
conforma un legajo separado del expediente principal, en el que se aprecia, en
el punto 1.2 del dictamen, que solamente seis de los ocho vehículos de la
formación siniestrada contaban con compresor de freno en condiciones de
funcionar, siendo que uno se encontraba faltante y el restante se encontraba
fuera de servicio.
Asimismo, indiqué que la pericia referida constató que el sistema
de emergencia del guarda no estaba operativo y le faltaba su parte de
accionamiento. Destaqué por ello que, tal como el dictamen explica, el "freno
de guarda" constituye una posibilidad adicional de frenado de emergencia en
formaciones como la siniestrada en particular.
También puse en resalto que solo cuatro de los ocho coches que
conformaban la formación siniestrada pudieron ser peritados y que como
resultado de la evaluación se concluyó que "no surge mal funcionamiento de
los sistemas de freno de los vehículos...si bien cabe señalar que, para una
operación más eficiente, los tiempos de recuperación de la presión de frenado
luego de las aplicaciones ensayadas deberían haber sido menores que los
registrados en algunas de las pruebas.".
Por otro lado, al evaluar el estado del material rodante se
determinó que "Resulta evidente que la mayor parte de las unidades se
encuentra con mantenimiento diferido.
LA FALTA DE MANTENIMIENTO
PREVENTIVO COMO CONCEPTO GENERAL IMPLICA UN RIESGO EN LA
SEGURIDAD DE LA OPERACIÓN." (Punto 4.2 de la pericia).
También mencioné que la pericia destacó que "El alto grado de
informalidad con que se entregan vehículos al servicio de pasajeros...además
del riesgo potencial que tal procedimiento implica, el mismo no es compatible
con mínimos conceptos de organización de la seguridad que se debe garantizar
en este tipo de actividad, ya que implica la carencia de control interno y
seguimiento de procedimientos operativos básicos".
Lo precedentemente detallado daba cuenta de que los elementos
básicos que configuran la imputación de los indagados debían considerarse
comprobados, con la precariedad que el estado procesal habilita como para
determinar, sin mayor demora, su procesamiento, puesto que ello conducía a
la etapa de enjuiciamiento para analizar con total precisión las constancias
probatorias incorporadas.
A mayor abundamiento, argumenté que debía considerarse que
los claros términos del dictamen precedentemente aludido se ven adunados
con los pormenorizados informes agregados a la causa provenientes de la
Auditoría General de la Nación y los dictámenes preliminares elaborados por
los peritos que intervienen en el área contable, extremos que tornaban
injustificable la dilación en el dictado de los procesamiento de los indagados,
haciéndose cesar el estado de incertidumbre que se mantiene respecto de su
situación procesal.
Conforme lo expresado anteriormente, esta petición aún no fue
resuelta pese a haber transcurrido casi un mes desde que la misma fue
presentada, y más de siete meses desde que tuvo la tragedia en las que
resultaran víctimas las personas a quienes represento.
Existe abundante jurisprudencia en el ámbito de la Justicia
Argentina que avala la postura que sostengo en la presente denuncia,
evidenciando la falta de fundamento de los pronunciamientos que no hacen
lugar al pronunciamiento de los imputados, como por ejemplo cuando se
resolvió que "Es nula la resolución cuya fundamentación rebasa los límites
impuestos por la sana crítica racional, pues si bien dicho sistema autoriza al
magistrado a efectuar un análisis del material probatorio conforme a su propia
convicción, ello no implica que pueda prescindir arbitrariamente de elementos
probatorios esenciales y dirimentes para una adecuada solución del asunto..."
(CNCasación Penal, sala III, 2002/07/15. - Gattas, Felipe R. y otros s/ rec. de
casación – L.L. 06/05/03.).
En otro fallo, el máximo Tribunal penal de la Nación Argentina,
dispuso “Las reglas de la sana crítica, que son pautas del correcto
entendimiento humano, contingentes y variables con relación a la experiencia
del tiempo y del lugar, pero estables y permanentes en cuanto a los principios
lógicos en que debe apoyarse la sentencia, informan el sistema de valoración
de la prueba adoptado por el Código Procesal Penal en su art. 398, 2° párrafo,
estableciendo plena libertad de convencimiento de los jueces pero exigiendo
que las conclusiones a que arriben en la sentencia sean el fruto racional de las
pruebas; sin embargo esta libertad reconoce un único límite infranqueable, el
respeto a las normas que gobiernan la corrección del pensamiento humano, es
decir las leyes de la lógica -principios de identidad, tercero excluido,
contradicción y razón suficiente- de la psicología y de la experiencia común.
(Voto del Dr. Mitchell).” Registro N° 856 "Neder, Jorge y otra s/recurso de
casación". 20/02/96. Causa N° : 192. Cámara Nacional de Casación Penal.
Sala II.
Citas: Couture, Eduardo J., "Las Reglas de la Sana Crítica en la
Apreciación de la Prueba Testimonial", publicado en Jurisprudencia Argentina sección doctrina-, T. 71, Págs. 80 y ss. C.N.C.P.: Sala II "Waisman, Carlos A.
s/recurso de casación", del 4 de abril de 1994, Causa Nro. 84, Reg. Nro. 113.
Lo jurisprudencia invocada lleva a concluir que la resolución que
no hace lugar al pedido de procesamiento instado por mi parte deviene en
arbitraria y, por lo tanto, carente de fundamento lógico jurídico.
En el sentido expuesto, corresponde señalar que según Legaz y
Lacambra "La arbitrariedad es la negación del derecho como legalidad
cometida por el propio custodio de la misma, es decir por el propio poder
público”. (Legaz y Lacambra, Luis. Filosofía del Derecho, 5° edición, Barcelona,
Editorial Bosch, 1979, Pág. 630).
Asimismo, la sentencia arbitraria también ha sido definida, para
Juan Francisco Linares, como “aquella que excede del limite de posibilidad
interpretativa que el ordenamiento deja al arbitrio del juez"; para Esteban
Imaz como "aquella que adolece de un error inexcusable"; para Bartolomé
Fiorini aquella mediante la cual el magistrado “se ha puesto al margen de su
constitucional forma de actuar"; y para Luis M. Boffi Boggero la que “nace del
incumplimiento de un mínimo de requisitos jurídicos".
Asimismo, corresponde indicar que, para admitir su procedencia,
el vicio de arbitrariedad debe ser grave y tiene que resultar comprobable, toda
vez que el mismo reviste carácter excepcional y no representar un instrumento
que tiene por objeto abrir una instancia extraordinaria donde puedan discutirse
decisiones que se estimen equivocadas con la finalidad de cubrir meras
discrepancias entre lo decidido por el juzgador y lo sostenido por las partes.
Para
tornarse
viable
la
arbitrariedad
debe
invocarse
y
probarse
fehacientemente por el interesado.
Conforme lo expuesto, corresponde señalar que el fundamento
constitucional de la doctrina de la sentencia arbitraria se desprende de las
cláusulas que integran Constitución Nacional Argentina, debiendo citarse, en
primer término, al preámbulo, donde se refiere que uno de los objetos de su
promulgación el "afianzar la Justicia".
En tal sentido, la sentencia arbitraria es aquella que se aparta del
valor justicia sentado por dicho precepto.
Otro fundamento constitucional que avala la doctrina de la
arbitrariedad se encuentra presente en el artículo 1º de la Constitución
Nacional Argentina, al señalar que "La Nación Argentina adopta para su
gobierno la forma representativa republicana federal...".
Esta tesis es
sostenida por Rouzaut, quien considera que la sentencia arbitraria importa una
infracción al sistema republicano representativo de gobierno. (Rouzaut, “El
Recurso Extraordinario”, página 55.)
También aparece otro fundamento constitucional en la redacción
del artículo 18, al establecerse que "...es inviolable la defensa en juicio de la
persona y de los derechos...", siendo este el argumento más utilizado como
justificativo de la teoría al considerar a las sentencias arbitrarias como
sentencias opuestas a la Constitución (Vanossi.
“La sentencia arbitraria. Un
acto de lesión constitucional”, ED, 91-105.).
A los fines propuestos, no puede tampoco soslayarse que ha
quedado jurisprudencialmente definido que “Finalmente y en este orden de
ideas, cabe concluir que "en supuestos como el presente en los que se
encuentra en juego la interpretación de una norma procesal, es aplicable el
principio con arreglo al cual LAS LEYES DEBEN INTERPRETARSE teniendo en
cuenta el contexto general y los fines que la informan, DE LA MANERA QUE
MEJOR SE COMPADEZCAN Y ARMONICEN CON EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
RESTANTE Y CON LOS PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES, en
tanto con ello no se fuerce indebidamente la letra o el espíritu del precepto que
rige el caso (Fallos: 256:24; 261:36; 307:843; 310:933 y sus citas)...incluso,
que en casos no expresamente contemplados, HA DE PREFERIRSE LA
INTELIGENCIA QUE FAVORECE Y NO LA QUE DIFICULTE AQUELLA ARMONÍA y
los fines perseguidos por las reglas (Fallos: 303:1007, 1118 y 1403, entre
otros)" (conf. Dictamen del señor Procurador General de la República Argentina
en Fallos: 319:585 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).
Y que el máximo Tribunal de la Nación Argentina dispuso que "La
decisión que omite el tratamiento de una medida probatoria que la recurrente
solicitara en forma clara, y que, a tenor de las pruebas que a su favor acercara
a la causa, podría llevar a una decisión favorable a su pretensión, importa un
desmedro del derecho que a su favor consagra el art. 18 de la Constitución
Nacional, que priva de sustento al fallo impugnado” (Fallos 304:1880 CSJN)
En forma concordante, debe establecerse que el rechazo por parte
de los Tribunales competentes de dictar el procesamiento de los imputados
convalida la violación de la obligación de reconocer y garantizar los derechos
establecidos por la Convención (arts.1 y 2 Pacto de San José de Costa Rica)
confirmándose la violación de una expresa y definida garantía de jerarquía
constitucional y de derecho internacional cual es la consagrada en los arts.18
CN, 8: PSCJR y 14 PIDCyP (31 y 75:22 CN), esto es, el derecho de la querella
al debido proceso legal.
Que con respecto a tal obligación de reconocer y garantizar a toda
persona, y por ende, a todo justiciable, los derechos de la Convención, tiene
decidido la Corte Interamericana de Derechos Humanos que “144. Es un
principio básico del derecho de la responsabilidad internacional del Estado,
recogido por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que TODO
ESTADO ES INTERNACIONALMENTE RESPONSABLE POR TODO Y CUALQUIER
ACTO U OMISIÓN DE CUALESQUIERA DE SUS PODERES U ÓRGANOS EN
VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS INTERNACIONALMENTE CONSAGRADOS (108).
EL ARTÍCULO 8 DE LA CONVENCIÓN ESTABLECE, CON REFERENCIA A LAS
ACTUACIONES Y OMISIONES DE LOS ÓRGANOS JUDICIALES INTERNOS, LOS
ALCANCES
DEL
MENCIONADO
PRINCIPIO
DE
GENERACIÓN
DE
RESPONSABILIDAD POR LOS ACTOS DE TODOS LOS ÓRGANOS del Estado
(109)."
“145.
Los
Estados
NORMATIVAMENTE Y
TIENEN
LA
RESPONSABILIDAD
DE ASEGURAR
LA
DEBIDA
DE
CONSAGRAR
APLICACIÓN
DE LOS
RECURSOS EFECTIVOS Y LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO LEGAL ante
las autoridades competentes, que amparen a todas las personas bajo su
jurisdicción contra actos que violen sus derechos fundamentales o que
conlleven a la determinación de los derechos y obligaciones de éstas (110)."
“147. EN RELACIÓN CON EL PROCESO PENAL, es menester señalar que la
Corte, al referirse a las garantías judiciales, también conocidas como garantías
procesales, ha establecido que PARA QUE EN UN PROCESO EXISTAN
VERDADERAMENTE DICHAS GARANTÍAS, conforme a las disposiciones del
artículo 8 de la Convención, ES PRECISO QUE SE OBSERVEN TODOS LOS
REQUISITOS QUE "SIRVAN PARA PROTEGER, ASEGURAR O HACER VALER LA
TITULARIDAD O EL EJERCICIO DE UN DERECHO", es decir, las "condiciones
que DEBEN CUMPLIRSE PARA ASEGURAR LA ADECUADA DEFENSA de aquéllos
cuyos derechos u obligaciones están bajo consideración judicial" (103).” (Corte
IDH 02/07/2004, Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica).
Se encuentra confirmada hoy en día la doctrina de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación Argentina que afirma:
“16) Que, en tal
sentido, la violación de un tratado internacional puede acaecer tanto por el
establecimiento
de
normas
internas
que
prescriban
una
conducta
manifiestamente contraria, cuanto por la omisión de establecer disposiciones
que
hagan
posible
su
cumplimiento.
Ambas
situaciones
resultarían
contradictorias con la previa ratificación internacional del tratado; dicho de otro
modo,
significarían
el
incumplimiento
o
repulsa
del
tratado,
con
las
consecuencias perjudiciales que de ello pudieran derivarse.”
Resulta innegablemente vinculante para el Poder Judicial de la
Nación Argentina la recordada jurisprudencia de la Corte IDH en el citado caso
“Herrera Ulloa”, en cuanto al alcance de la garantía del debido proceso legal
pues –como ha dicho ese órgano supranacional-: “ES PRECISO QUE SE
OBSERVEN
TODOS
LOS
REQUISITOS
QUE
"SIRVAN
PARA
PROTEGER,
ASEGURAR O HACER VALER LA TITULARIDAD O EL EJERCICIO DE UN
DERECHO", es decir, las "condiciones que DEBEN CUMPLIRSE PARA ASEGURAR
LA ADECUADA DEFENSA de aquéllos cuyos derechos u obligaciones están bajo
consideración judicial".
Entiendo, entonces, que no existen escollos para que la presente
denuncia tenga favorable acogida en la vuestra dignísima Comisión, por lo que
solicito que se disponga la apertura del procedimiento pertinente para instar
los mecanismos que permitan el cese de la violación de los derechos
fundamentales aquí invocada.
III.- LUGAR Y FECHA DONDE SE PRODUJO LA VIOLACION
DE LOS DERECHOS HUMANOS.Conforme lo exhaustivamente expuesto en el punto que antecede,
la violación de los derechos humanos invocada a los fines de efectuar la
presente denuncia se perpetró, en forma continua, a través de una sucesión de
omisiones incurridas por parte del Magistrado a cargo de instar el curso de la
acción en contra de los responsables de la tragedia ocurrida el 22 de febrero
del corriente año, que conculcan, de manera irreparable, los inalienables
derechos que las víctimas de dicho evitable evento a la igualdad ante la ley, al
reconocimiento de las garantías judiciales y a la protección judicial.
Corresponde precisar, entonces, que la resolución que ilustra lo
sostenido a lo largo de la presente denuncia es la dictada por parte del Dr.
Claudio Bonadío, magistrado a cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional
Federal Nº 11, Secretaría Nº 21, mediante la cual, de manera injustificada, se
omite proceder al dictado del procesamiento de aquellos que resultan
imputados en la causa Nº 1710/12, seguida como consecuencia del hecho
descripto.
IV.- SITUACION ACTUAL DE LAS VICTIMAS.Como consecuencia de la inaceptable violación de sus derechos las
víctimas no ven el debido avance de la investigación seguida por la tragedia
que las transformara en tales, al no darse curso a las instancias judiciales
adecuadamente propiciadas para tal fin, encontrándose inmersas en una
situación de total desamparo por no poder lograr que se permita el
enjuiciamiento de los responsables.
V.- DERECHO.La conducta asumida por el Dr. Claudio Bonadío, magistrado a
cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, y de aquellos que la investigación permita
involucrar como partícipes de las violaciones que motivan la presente denuncia
debe considerarse como flagrantemente violatoria de lo dispuesto por el
Artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Artículo 14.1
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Artículo 6.1 del
Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales, el Artículo 47 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la
Unión Europea y el Artículos 8.1, 24 y 25 de la Convención Americana para los
Derechos Humanos.
VI.- PRUEBA.VI.- PRUEBA.Se ofrece como prueba, y para el caso:
Prueba informativa:
- Se oficie a efectos de que remitan ad effectum vivendi et
probandi, copias certificadas del expediente caratulado: “CORDOBA, MARCOS
ANTONIO Y OTROS S/DESCARRILAMIENTO NAUFRAGIO U OTRO INCIDENTE
CULPOSO” (Expte. Nro. 1710/12), que tramita en el Juzgado en lo Criminal y
Correccional N° 11, Secretaría Nº 21, sito en Av. Comodoro Py 2002, 4º piso,
de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
-
Asimismo, se oficie a ARTEAR SOCIEDAD ANONIMA, con
domicilio en Lima 1261 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los fines de
requerirles que remitan a V.E. copias del programa “Periodismo para Todos”
emitido el día 26 de agosto del corriente año, donde se denuncian las
presiones que el Poder Ejecutivo de la Nación Argentina formaliza ante los
medios de comunicación para lograr que los jueces dicten pronunciamientos a
su favor.
Prueba testimonial:
Oportunamente, se disponga recibir testimonio de:
- Licenciado AMADO BOUDOU, Vicepresidente de la Nación
Argentina, a los fines de que el mismo proporcione detalles relativos a la
“mafia judicial” que denunciara públicamente en el curso el corriente año.
- JORGE ERNESTO LANATA, periodista, con domicilio laboral
en Lima 1261, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los fines de recibirle
testimonio para que precise como es que el Poder Ejecutivo de la República
Argentina presiona a los jueces para obtener pronunciamientos que los
favorezcan.
Se constituya comisión especial:
Asimismo, solicito a V.E. que constituya una comisión especial
para que viaje a la república Argentina y verifique, in situ, las condiciones que
propician la violación de derechos denunciada en esta presentación.
Solicita Audiencia:
Asimismo, solicito a V.E. que, en representación de la mayoría de
las víctimas que se han constituido en parte querellante como consecuencia de
la tragedia ocurrida el día 22 de febrero del corriente año, se me autorice a
mantener una audiencia frente a Uds. a los efectos de exponer y precisar
acerca de las manifiestas violaciones denunciadas.
VII.- LO QUE SE PIDE DE LA COMISION.-
Con el mérito de lo antes expuesto, pedimos a esta Honorable
Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, en razón de los hechos
denunciados que afectan a las víctimas de la tragedia ocurrida el día 22 de
febrero del 2012 en la estación terminal de ferrocarril “Once de Septiembre” de
la ciudad de Buenos Aires, declare que la República Argentina ha incurrido en
violación de los arts. 8, 24 y 25 de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos, a través del accionar impropio de los integrantes de su Poder
Judicial, disponiendo, en consecuencia, las medidas reparadoras a que haga
lugar,
y
el
enjuiciamiento
de
aquellos
que
resultan
ser
penalmente
responsables de dicho acontecimiento.
Sin otro particular, saludos cordiales,
Dr.
18.057614.-
Gregorio
Jorge
Dalbon
DNI
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