SEMINARIO MISIONERO DEL ESPÍRITU SANTO (MIES) ANTROPOLOGÍA CULTURAL PROGRAMACIÓN INTRODUCCIÓN PARTE PRIMERA: POSIBILIDAD Y LEGITIMIDAD DE UNA FILOSOFÍA DE LA CULTURA 1. Significado de cultura 1.1 Concepción humanística 1.2 Concepción funcional 1.3 Concepción trascendental 1.4 Cultura y actividad humana a). Cultura como expresión de la naturaleza b). Etapas comunes de cada cultura. 2. Principales operaciones culturales 2.1 Percepción y conocimiento a). Mito b). Ciencia c). Historia 2.2 Expresión y creatividad a). Lenguaje b). Técnica c). Arte 2.3 Relación y comunicación a). Familia b). Comercio c). Sociedad 2.4 Búsqueda de la cosmovisiòn a). Magia b). Idolatría c). Reconocimiento de un Dios personal PARTE SEGUNDA: NATURALEZA DE LA CULTURA 1 1. HOMBRE SÍMBOLO VIVIENTE 1.1 Definición de símbolo 1.2 Definición de hombre en la filosofía 1.3 El hombre vehículo simbólico 2. SEMANTISMO DE LA ACTIVIDAD SIMBÓLICA 2.1 Estructura simbólica de la corporeidad 2.2 Producción de sentido y búsqueda del consenso 3. SEMANTISMO DE LAS INSTITUCIONES Y DE LAS PRODUCCIONES 3.1 Significado de las instituciones 3.2 Significado del arte 3.3 Significado de la técnica 4. ANALOGÍA Y CULTURA 4.1 Origen del proceso analógico 4.2 Lógica de la analogía TERCERA PARTE: LA CULTURA DE LA NATURALEZA HUMANA 1. Arquetipologìa transcultural 2. Mitología y realidad 3. La retórica: lenguaje de la cultura 4. Sincronía y diaconìa de la cultura 5. Cultura y comunicación 6. Cultura e historia. CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA 2 1. Produzione di senso, introduzione alla filosofia della cultura, Sante Babolìn, U.P.G., Roma, 1993 2. Antropologìa cultural, Tullio Tentori, Herder, Barcelona, 1993. 3. El hombre herencia y conducta, Antonio Velez, U. de A., Medellìn, 1990. 3 INTRODUCCIÓN Es esencial al hombre exprimir la propia vida, cultivar la propia existencia. El hombre vivo y concreto esta siempre inmerso en una cultura. El hombre se cultiva en diversos modos sobre el plano físico, psicológico y espiritual en la vida privada y publica con interés y desinterés, con y sin gusto, para donarse a alguno o cualquier cosa dentro y fuera de su grupo de pertenencia. Qué cosa es la cultura?. De cuál humana exigencia emerge?. Una respuesta a esta pregunta y a otras similares, a través de una reflexión sobre el fenómeno cultural, debe afrontar la filosofía en toda su historia. La cultura es parte de la filosofía. En este curso intentamos de superar este riesgo apuntando la atención sobre las posibilidades de expresión del cual todo hombre dispone desde siempre, para realizar sus relaciones con otros por si, para comprender y comprenderse, en su ser en el espacio y en el tiempo. Con èsto iniciamos la reflexión sobre la cultura del hombre. Daremos a conocer el origen de la cultura, su relación con la filosofía, las diferentes formas de expresión cultural, etc. PARTE PRIMERA: POSIBILIDAD Y LEGITIMIDAD DE UNA FILOSOFÍA DE LA CULTURA 1. SIGNIFICADO DE CULTURA 4 La antropología cultural esta considerada por muchos autores como una de las tres ciencias sociales básicas: ( la psicología y la sociología). Hace parte de la rama de las ciencias sociales. Se propone el conocimiento teórico de los fenómenos culturales y el estudio de su manifestación concreta en los individuos y en los grupos humanos. Por cultura se entiende aquella concepción de la realidad y aquella sensibilidad hacia ella, adquirida socialmente o inducida, que orienta a los individuos en las diversas situaciones en que se encuentran en el transcurso de su existencia. Dichas concepciones se constituyen: * Por efecto de las experiencias que cada cual realiza y de las posibilidades que cada uno dispone para afrontar los problemas existenciales. * Por efecto de la tradición. El primer problema que debemos afrontar tiene que ver con lo especìfico de la filosofía de la cultura, por que existen la antropología cultural y la semiótica de la cultura, ciencias que interpelan una filosofía que quiera intervenir sobre su mismo objeto. La antropología cultural es ciencia y en cuanto tal pone la cuestión sobre como se hace cultura, buscando luego la respuesta con un método experimental, o sea examinando especificas culturas. La semiótica de la cultura tiende a construir una metacultura, o sea a individuar aquella estructura de fondo que es común a todas la culturas; para su generalización, ella tiende a extender el propio campo hasta abarcar la antropología cultural y por èsto se acerca mucho a las pretensiones de una investigación filosófica. La filosofía de la cultura tiene su especifico campo de acción al interno del discurso filosófico. Su problema se puede formular así: por que el hombre hace cultura?. La 5 respuesta se debe buscar en el momento en el cual nace en el hombre el acto de cultivarse. Cultura viene de cultivo, es decir cultivar los valores del hombre, sin dejar a un lado los problemas filosóficos de la verdad o del fin ultimo del hombre. La filosofía de la cultura pone su acento especialmente en el problema del actuar recto como expresión de la vida. El hombre no puede vivir sin exprimir la propia vida. Ahora la expresión de la vida organiza la existencia humana ligàndola al espacio y al tiempo, así la natura humana florece en cada hombre con variedad de colores y dimensiones. La filosofía de la cultura intenta entender el significado pleno de este florecimiento, introducièndonos así a entender mejor la dignidad de la persona humana. En efecto el hombre es comprendido en modo mas exhaustivo si viene encuadrado en la esfera de la cultura a través del lenguaje, la historia y las posiciones que el asume delante de los eventos fundamentales de la existencia, como el nacer, el amar, el trabajar, el vivir, el morir. Al centro de cada cultura esta la actitud que el hombre asume delante del misterio mas grande: el misterio de Dios1. La filosofía de la cultura nos permite entender también la distinción entre sujeto natural y sujeto cultural. El primero es sinónimo de persona, mientras que el segundo es sinónimo de asujetado, preso, tomado, es decir la misma persona que logra entrar activamente, mediante varias operaciones en el dinamismo de una cultura, como miembro activo que ocupa un puesto reconocido. 1 JUAN PABLO II, Centesimus annus, 1991, n.24. Esta carta encìclica, como la Laborem exercens (1981), ofrece importantes reflexiones sobre el fenòmeno humano de la cultura. 6 Ahora la dignidad de la persona humana se funda sobre la naturaleza y no sobre la cultura. Por lo tanto si un hombre no logra, por varios motivos, llegar a ser un sujeto cultural, no pierde por esto la dignidad de su propia persona2. Después de haber dado a conocer la concepción humanística y moderna de la cultura, ahora tratemos de definirla con la ayuda de un texto de la Constitución pastoral Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano segundo. 1.1 CONCEPCIÓN HUMANÍSTICA: Según la concepción humanista la cultura es la expresión de la naturaleza humana, es la cultura del alma, o sea el conjunto de bienes, e valores, de principios y modelos de comportamientos universales y absolutos, la cual asumidos hacen civil y culto al hombre. Es una concepción absolutista, fundada sobre la definición metafísica del hombre capaz de producir su patrimonio cultural. Es discriminatoria en el sentido que una etnia se eleva sobre las otras en la medida en la cual realiza el patrimonio cultural humano. Es aristocrática, reservada es decir a pocos sujetos bien dotados. Hoy esta concepción no rige mas, ya que ha venido a menos su fundamento a través de la crisis de la metafísica, el acentuarse de la conciencia histórica , el progreso científico y el desarrollo de la civilización industrial 2 En concreto no se logra facilmente a establecer la linea de demarcaciòn entre la naturaleza y la cultura, pero del punto de vista del significado naturaleza y cultura presentan especìficas connotaciones: naturaleza viene de nasci = nacer: todo lo que existe, nace, se desarrolla, y se reproduce en forma autònoma y con leyes propias. Cultura viene colere = cultivar, hacer crecer, significa todo lo que el hombre produce y construye, del mito a la ciencia, del utencilio al arte, de la magia a la fe en el Dios personal y trascendente. Pero no es posible contraponer naturaleza y cultura, por que la cultura es para el hombre un fenòmeno natural y personal. 7 1.2 CONCEPCIÓN FUNCIONALISTA Según una concepción funcionalista la cultura es la estructura social fundamental, destinada a colegar los individuos de una generación y las generaciones de una etnia en el contexto mas amplio de una sociedad. Con esto la cultura se hace expresión de la vida, mas que de la naturaleza humana y se presenta como un fenómeno universal que toca a todo hombre en cualquier situación histórica que se encuentre en su vida. Este concepto de cultura (funcional, relativista y global), representa una antítesis del concepto tradicional (metafísico, etnocèntrico, selectivo); y se puede quizá reasumir este contraste diciendo que el concepto tradicional era caracterizado sobre todo de la exigencia metafísica y de la fuerza ejemplar y normativa del ideal, mientras en cambio el concepto contemporáneo se inspira en la exigencia científica de un siempre mas abierto reconocimiento y comprensión de las diferencias, sin preocupaciones valorativas. 1.3 CONCEPCIÓN TRASCENDENTAL: Si no es posible hablar de cultura particular, no es posible hablar de una filosofía de la cultura. De otra parte es también evidente que la cultura particular se hace inexorablemente una ideología, cuando ella se impone en un contexto pluralìstico. La práctica y la teoría de la cultura acceden a la honestidad cuando renuncian a la pretensión de superar mediante generalizaciones el corte que separa entre ellos los lugares en los cuales se enuncia una experiencia. Del saber científico cuando es exclusivista, hasta los discursos indígenas sobre los valores o sobre el humanismo, existen mil modos de eliminar otras existencias, las cuales tienen 8 como característica común la voluntad de instaurar la unidad, o sea un totalitarismo. La cultura particular impone siempre la ley de un poder. Ahora retomando la metáfora de la cultura como florecimiento de la natura humana, parece que no se puede superar la pluralidad de culturas, codificàndose una como la principal, pero buscando de individuar los mismos procedimientos iguales para todas. En otros términos y sin usar metáforas, la pluralidad de las culturas no excluyen un común fondo natural, sino que estimula la búsqueda de las condiciones de posibilidad, inherentes a la existencia concreta y personal del hombre, que hacen existir esta o aquella cultura. Podemos así hablar de una cultura trascendental tal, que haga evidente el reciproco reclamo de la cultura y de la naturaleza: NO HAY CULTURA SIN UN FONDO DE NATURALEZA Y NO HAY NATURALEZA SIN UNA EXPRESIÓN DE CULTURA. Toda perfección que un determinado organismo puede alcanzar en el curso de su vida individual, esta limitada a su existencia, no ejercita una influencia sobre la vida dela especie. Ni menos el hombre hace excepción a esta ley biológica general. Pero él ha descubierto otro modo de establecer y transmitir sus obras. EL NO PUEDE VIVIR SU VIDA SIN EXPRIMIR SU PROPIA VIDA. Los varios modos de esta expresión constituyen una esfera nueva. Tienen una propia vida, una especie de eternidad gracias a la cual sobreviven a la existencia efímera del individuo. En todas las actividades humanas se encuentra una polaridad fundamental que se puede describir en diversos 9 modos: se puede hablar de una tensión entre estabilidad y evolución, entre una tendencia hacia formas de vida fijas e inmutables y otra tendencia que lleva cortar toda rígida estructura. El hombre ha combatido entre estas dos tendencias, una de las cuales busca de conservar las formas antiguas, mientras la otra mira producir nuevas. Hay una lucha continua entre tradición e innovación, entre fuerzas que reproducen la existencia y las fuerzas creativas. Se puede encontrar este dualismo en todos los dominios de la cultura, desde el momento en que varia solo la proporción entre factores opuestos. Unas veces prevalece uno y después el otro. Con èsto el pluralismo cultural se transforma en categorías culturales que no deben ser pensadas como marcas o etiquetas que asume la naturaleza, sino como movimientos o explicaciones de la misma natura, o sea como operaciones culturas cargadas de dinamismo y diversificadas de los agentes externos a la natura, de la situación espacio-temporal en la cual se desarrolla toda vida humana. Por eso toda forma cultural presentará siempre dos veces, aquello esencial y estable dela natura y aquello contingente y efímero de una vida que se exprime en el breve arco de su existencia. 1.4 CULTURA Y ACTIVIDAD HUMANA: 10 Me parece útil citar y comenzar un paràgrafo dela Gaudium et Spes, en la cual encuentro el acento sobre la actividad humana en cuanto actividad y promoción de la persona. Me perece que en esta noción este implícito el referimiento a la cultura como tal: La actividad humana, como deriva del hombre, así está ordenada al hombre. El hombre en efecto, cuando trabaja no solo modifica las cosas y la sociedad, sino que se perfecciona a si mismo. Aprende muchas cosas, desarrolla sus facultades, es llevado a salir de si mismo y a superarse. Tal desarrollo, si es bien comprendido, vale mas que todas las riquezas que se puedan acumular. El hombre vale mas por aquello que es, que por lo que tiene. Igualmente todo lo que los hombres cumplen con el objeto de conseguir una mayor justicia, una mas extensa fraternidad y un orden mas humano en los reportes sociales, tiene mas valor que todos los progresos de la técnica. Estos en efecto, pueden fortalecer, por así decir, la materia de la promoción humana, pero por si solos no vale en ningún modo efectuarlos. Por lo tanto esta es la norma de la actividad humana: que según el diseño de Dios y su voluntad, ella corresponde al verdadero bien de la humanidad, y permite al hombre individual o social de cultivar y de actuar su integral vocación. (Parte Ia., cap.3, n.5). Este texto nos sugiere afrontar la cultura conjugada con el trabajo que modifica las cosas y la sociedad a la vez que se perfecciona a si mismo. Con esto la cultura entendida en sentido trascendental es la vía por la cual el hombre descubre y realiza aquel programa de desarrollo ontológico que hace perfeccionar la naturaleza humana. A) CULTURA COMO EXPRESIÓN DE LA NATURALEZA 11 Las acciones de los hombres emergen desde el inconsciente, dando a conocer lo que es el hombre, su ser, su esencia, que se trasciende en todas las dimensiones de su vida. En este exprimirse de la vida podemos marcar algunas etapas de un largo camino que parten de la íntima interioridad de la persona, cargada de pulsaciones y de promesas que terminan delante del misterio de Dios: de la toma de conciencia del propio valor personal y del propio rol en el contexto del grupo social de pertenencia, el hombre busca la propia realización con las actividades y las obras que puede ofrecer, en el ámbito familiar, social y humano. El misterio de Dios viene descubierto sobre todo dentro de la humana existencia y luego acabado todo intento de apropiàrsele, se afirma en su pura trascendencia. B) ETAPAS COMUNES A TODA CULTURA Toda actividad humana sale desde su profunda interioridad, en la cual convergen todas aquellas pulsaciones exigentes del cuerpo y de la psique que anticipan la aparecida de los deseos y pensamientos conscientes. Sobre este complejo de percepciones y tendencias, el espíritu organiza las energías de las intencionalidades que conducen al hombre a mirar fuera de si y a buscar otros sujetos humanos con los cuales poder satisfacer su innata exigencia de comunicación. Y esto se realiza en la vida familiar y social: trabajo, estudio, ambiente, etc. De la existencia de las familias emerge la exigencia de reconocer y sostener la etnia, que no es el simple prolongamiento de la vida doméstica, sino la respuesta al 12 deseo innato de supervivencia. De aquí el colegamiento entre el presente y el pasado, entre la existencia y la no existencia, entre los individuos y la misma especie. Del descubrimiento de la etnia entre las otras etnias emerge el conocimiento en todo individuo de pertenecer a la especie humana, al grupo social y familia determinada. Con èsto, toma forma tal conciencia del destino humano y la exigencia de descubrir el origen primordial y el fin último. De igual manera se encuentra puesto el problema de Dios, como ideal del movimiento expansivo de toda la actividad humana. 2. PRINCIPALES OPERACIONES CULTURALES Me parece importante precisar la diversidad entre etapas y formas de la cultura: las etapas ìnidican los pasajes que toda cultura cumple, mientras las formas ìndican los diversos modos segùn la cual avienen estos pasajes. Por èsto la diversidad de las culuras depende màs de las formas que de las etapas de evoluciòn. Ahora quisiera individuar las principales etapas que caracterizan toda cultura y que pueden orientarnos en la bùsqueda de las diferentes formas de actuaciòn y por lo tanto de las condiciones de posibilidad de la cultura. Todas las clasificaciones pecan poco o mucho de arbitrariedad, pero son necesarias al menos como estrategia de bùsqueda. Con tal estrategia propongo una lista de categorias culturales: el conocimiento, la expresiòn, la relaciòn y la elaboraciòn de una cosmovisiòn. 1a. Conocimiento: (experiencia e interpretaciòn de sì y de la realidad): 1. El mito: conocimiento analògico mediante el uso de simbolos. 2. Ciencia: conocimiento verificado y ordenado. 13 3. Historia: memoria y programaciòn de la existencia. 2a. Expresiòn: ( salida del yo hacia el otro): 1. Lenguaje: articulaciòn de la voz con significado comunicable. 2. Tècnica: ejercicio de los oficios y construcciones de los elementos. 3. Arte: expresiòn de la gratuidad en las palabras y en el don. 3a. Relaciòn: ( relaciones personales) 1. Familia: comunicaciòn interpersonal fecunda. 2. Comercio: intercambio de bienes. 3. Sociedad: organizaciòn de la humana convivencia 4a. Cosmovisiòn: (visiòn global de la realidad) 1. Magia: percepciòn del divino como inmanente y tentativo de dominarlo. 2. Idolatrìa: reconocimiento del divino como un ser respetable. 3. Religiòn: reconocimiento de un Dios personal y trascendente. Ahora vamos a analizar cada una de las categorias culturales: 1a. PERCEPCION Y CONOCIMIENTO: Es la primera etapa de la vida expresiva del hombre, signada por la experiencia y el conocimiento que de ella deriva. En ella encontramos el ejercicio de la imaginaciòn, de la memoria, del sentimiento, de la creencia acrìtica, y el uso siempre màs refinado de la racionalidad que prueba y verifica, a travès de la cual el hombre realiza un conocimiento de la realidad y de si mismo. Para entender las varias formas que puede asumir esta operaciòn del conocimiento, es ùtil apuntar la atenciòn sobre el saber, que se enuclea en modo fuerte en la 14 ciencia. De esta forma podemos entender el pensamiento y el conocimiento històrico. Siguiendo algunas reflexione hechas por el P. Carlo Huber3, consideramos el saber como la capacidad de hacer proposiciones verdaderas, en modo apropiado y en contexto vivido y hacer validad las regiones. El valor proposicional de verdad y de falsedad no està tanto en el pensamiento o en el decir, sino en un aactividad inserta en el contexto màs amplio de las actividades humanas, en las cuales se toma porsiciòn. Por esto el saber en cuanto actividad, toma posiciòn inmediatamente, en el contexto de las actividades inelectuales y mediatamente en el amplio contexto cultural. Por esto el saber humano se inserta en el amplio contexto de la cultura y adquiere por esto una estructuraciòn. Por lo tanto el saber humano es valido en cuanto es una estructura abierta; y la ciencia en cuanto estructura ulteriormente determinada del saber es tambièn ella valida para la relalidad y acentùa propio por èsto la validez del saber. Podemos asì decir que el saber humano es tanto màs valido cuanto màs es estructurado. Y si queremos representar el fenòmeno del conocimiento humano en su complejidad, podemos pensar en una esfera, el cual su nùcleo interno es la ciencia, y el anillo intermedio es el saber y la superficie es el conocimiento. Toda ciencia es saber y conocimiento, todo saber es conocimiento, pero no necesariment ciencia, todo conocimiento no necesariamente es saber y tanto menos ciencia. 3 C. Hubber, Critica del sapere, Ed. Pontifica Università Gregoriana, Roma, 1989. 15 En este cuadro podemos ahora entender el pensamiento mìtico, como fase pre-objetiva del saber, y la historia como conocimiento de sì sea a nivel individual que colectivo. 1- El mito: Del griego mythos: que quiere decir leyenda. Es la verdad representada en forma simbòlica o afectiva. Originariamente corresponden a las leyendas de los dioses que tienen que ver con cuestiones cosmològicas. Es tambièn una ficciòn representada como verdadera historicamente, pero no fundada en los hechos. Es tambièn el mito un recuento falso sostenido por la tradiciòn popular (ej., los duendes). La mitologìa es el conjunto de los mitos de una determinada comunidad etno-linguìstica. Como tambièn es la disciplina que busca de describir, analizar y comparar los diversos mitos. Se ha convertido en ciencia por que se dedica al estudio de los mitos. El mito es un raporte que existe entre la percepciòn del mundo y su interpretaciòn y que exige de ser creìdo. El pensamiento mìtico, derivando desde el sentimiento, tiene su sentido racional y su coherencia, que le vienen màs de la unidad del sentir que de los sentidos lògicos. Tal sentimiento comporta una visiòn sintètica de la vida en general, una visiòn simpatica de la naturaleza y un conocimiento simbòlico. Origen del pensamiento mìtico es la emociòn o el sentimiento vivo de una fundamental e insuprimible solidariedad de vida o simpatìa de todos los organismos. De èsta proviene el mito, funciòn central de tal forma. El mito tiene por asì decir una doble cara: es un raporte entre una estructura conceptual del mundo y una 16 correspondiente percepciòn interpretativa. No se puede por lo tanto reducir el mito a una composiciòn de elementos estàticos y fijos; se necesita tomarlo en su mobilidad y versatilidad, en su principio dinàmico, en aquel mensaje profundo que por ser anunciado, se ordena discursivamente en recuentos, representaciones y pulsaciones pertenecientes al patrimonio de sabiduria y experiencias de una etnia. El pensamiento cientìfico y la investigaciòn filosòfica han quitado a los mitos el valor objetivo y cosmològico, pero no el antropològico que nace de la interpretaciòn del mundo: el mito permanece de todas maneras como una expresiòn fundamental de la vida humana, caracterizada por la socialidad, mobilidad y dinamismo que se traduce en ritualidad (las acciones valen màs que las representaciones) y de una cierta racionalidad màs extensa del territorio de la dialètica. 2. La ciencia: El tèrmino ciencia tiene varios significados: 1o. En modo impropio viene usado para indicar en genral el conocimiento. 2o. Con mayor precisiòn se usa para denotar un cierto modo de conocimiento con determinados caracteres de organicidad y rigor. En este sentido el tèrmino fuè usado por los griegos hasta los tiempos modernos para indicar, en contraposiciòn al conocimiento vulgar o puramente empìrico, del cientìfico o filosòfico. 3o. En los tiempos màs recientes el tèrmino particularmente es usado para indicar, en contraposiciòn a la filosofia, las disciplinas (matemàtica, fìsica, quìmica, biologìa, etc.), que han venido adquiriendo del 600 en adelante su autonomia de objeto y mètodo. La ciencia inicia con el paso del simbolo al concepto, por simplificaciòn de los conocimientos y la percepciòn de la 17 realidad por nuestros sentidos. La matemàtica, el nùmero, la acciòn de contar los eventos que se repiten entran en el saber y cuantifican, en cualquier modo toda la realidad: “pero el hombre ha vivido en un mundo objetivo mucho antes de vivir en un mundo cientìfico. Todavìa antes de elaborar la ciencia, la experiencia del hombre no era una masa amorfa de impresiones sensoriales, sino un experiencia organizada y articulada, con una estructura definida. Pero los conceptos que daban al mundo una unidad sintètica, no eran del mismo gènero y del mismo nivel de nuestros conceptos cientìficos: eran conceptos mìticos y linguìsticos”. En el paso del conocimiento simbòlico al cientìfico la matemàtica ejèrcita una influencia determinante: el descubrimiento del lenguaje de los nùmeros demuestra el nacimiento de la concepciòn moderno de la ciencia, aunque si inicialmente los nùmeros tuvieran màs una balanza simbòlica que lògica. Hoy la epistemologìa moderna no considera màs la matemàtica como un estudio de cosas, sino como un estudio de relaciones y de tipos de relaciones. Cuando de habla de objetividad del nùmero, no se piensa en la objetivdad propia a una determinada entidad, sìsica o metafìsica, sino que se considera el nùmero como instrumento para el descubrimiento de la naturaleza y de la realidad. 3. La historia: La historia es el equivalente etnìco y cultural del conocimiento de sì: como el individuo, tambièn el grupo se conoce a sì mismo; y este autoconocimiento de la etnia cultural se cumple unificando el apriori del mito y el tiempo con el apriori de la ciencia y el espacio, y convirtièndose asì en conocimiento històrico cìclico y lìneal. 18 No podemos, identificar la historia con el devenir, en cuanto contiene algo de inmutable, es decir su identidad estructural que nos sonsciente de tener una verdad històrica sobre el hombre, ya que segùn una celebre sentencia de Heràclito, el camino hacia lo alto y el camino hacia lo bajo es la misma cosa. La historia debe aprender a leer y a interpretar los documentos y los monumentos, no solo como restos muertos del pasado, sino como sus mensajes vivos que hablan con su propio lenguaje. Por èsto el contenido simbòlico de estos mensajes no son conocidos inmediatamente. Es tarea de la linguìstica, del filòlogo y del historiador hacerlos hablar y hacernos entender su lengua. La distinciòn fundamental entre las obras de la historia, de la geologìa o de la paleontologìa està por verse no en la estructura lògica del pensamiento històrico, sino en el cientìfico. Si el històrico no supiese decifrar el lenguaje simbòlico de estos monumentos, la historia permanecerìa para èl un libro cerrado. En un cierto sentido lo històrico es màs linguìstico que cientìfico, solo que èl no estudia unicamente los lenguajes hablados y escritos de la humanidad, sino que busca penetrar el sentido de todos los idiomas simbòlicos. Con èsto la historia, pegada al arte y al lenguaje busca los instrumentos màs vàlidos para una bùsqueda sobre la naturaleza humana: la historia nos hace progresar en el conocimiento de la naturaleza humana, asumiento en la identidad del recuerdo todo aquello que nos concierne. 19 2a. EXPRESION Y CREATIVIDAD La narraciòn del mito, aùn conservando la cualidad del misterio, en el desvelamiento de una verdad destinada a pocos y la eficacia de una transformaciòn iniciatica, por su intrìnseco colegamiento con el rito, cumple un cambio sustancial en el uso de la palabra que cesa de ser fòrmula y comienza a hacerse discurso. La expresiòn linguìstica acepta el semantismo racional con el uso de los conceptos. Este semantismo actùa sobre todo en la denominaciòn de la realidad, en la fabricaciòn de lo ùtil y enla bùsqueda de lo superfluo. Ornamento y exaltaciòn de cuanto las manos y la mente del hombre tratan de producir. De la palabra a la obra se exprime una amplia gama dela interior riqueza del hombre. 1. El lenguaje: Nace con la articulaciòn de la voz en correspondencia con los estados de conciencia. Una profundizaciòn de este fenòmeno nos lleva del significado de la denominaciòn y del paso del nombre propio al comùn. El acto originario del lenguaje es la denominaciòn de la cosa que no es una designaciòn de su esencia, sino una simple declaraciòn de su presencia. La funciòn del nombre es siempre limitada a un aspecto particular de la cosa y propio de esta restricciòn y limitaciòn depende el valor del nombre. 20 Los tèrminos del lenguaje corriente no son aquellos usados por los conceptos cientìficos confrontados con la terminologìa cientìfica, las palabras del lenguaje comùn presentan una cierta indeterminaciòn y son poco precisas y definidas de no resistir la prueba de un anàlisis lògico. Pero no obstante los tèrminos y los nombres usados en la lengua corriente son las bases de la expresiòn linguìstica que puede llegar hasta los conceptos cientìficos. Gracias a estas expresiones, se forma la primera visiòn objetiva y teorètica del mundo. Una tal visiòn no es un simple dato, sino el resultado de un esfuerzo intelectual constructivo, que sin la continua asistencia del lenguaje, no podrìa alcanzar su fìn. Se sigue que el primer nombre es un nombre propio y en un segundo momentose hace el nombre comùn. 2. Tècnica: El hombre construye de los instrumentos no solo para responder a necesidades vitales sino tambièn por que quiere dominar la naturaleza: los instrumentos son la materializaciòn de estas intencionalidades. El conjunto de estos instrumentos, de los que el hombre se sirve en el propio trabajo fisico e intelectual, constituye la tècnica que comprende tambièn la electrònica, la informàtica y la telemàtica. Para conseguir las finalidades expresadas de los instrumentos, el hombre comienza con el cultivar la tierra y sucesivamente reelabora los productos adaptàndolesa las propias exigencias: la agricultura es el primer campo de la producciòn de los bienes y de los medios para intercambiar. 21 La industria nace del desarrollo del intervento humano sobre la naturaleza y del consiguiente disfrute de los recursos minerales y quimicos de la tierra y de sus productos. Hoy en la industria y en la agricultura la actividad del hombre ha cesado en muchos casos de ser un trabajo prevalentemente manual, ya que la fatiga de las manos y de los mùsculos es ayudada por la obra de maquinas y de mecanismos màs perfeccionados. No solo en la industria, sino tambièn en la agricultura somos testigos de las transformaciones hechas posibles por el gradual y continuo desarrollo de la ciencia y de la tècnica. La tècnica en fìn es tambièn habilidad manual y como tal, puede servir sea a la producciòn de lo ùtil que a la creaciòn artìstica. 3. Arte: El arte es expresiòn de formas puras producidas por la mente del hombre. Es invenciòn y ficciòn, obra de la imaginaciòn creadora que actùa siempre sobre el estìmulo de una belleza adquirida o buscada. Si la lògica es la ciencia normativa del pensar y la moral es la ciencia normativa del actuar, la estètica es la ciencia normativa del sentir de las percepciones visibles, tangible y audibles. Esta teoria estètica lentamente alcanza a reconocer y a aceptar plenamente estas fundamentales diferencias. Veamos un ejemplo: 22 * Un geometra puede describir un paisaje en manera plàstica: da un concepto empìrico y no una visiòn del paisaje. * Un geologo busca individuar el orìgen del terreno y de establecer cuàles cambios ha adquirido la forma actual. * Un artista: estas relaciones empìricas y bùsqueda de los nexos causales no tienen importancia, ya que èl busca y descubre detràs de la existencia del paisaje nuevas dimensiones, nuevos orientamientos del pensamiento de la fantasìa y del sentimiento. Con èsto se vè còmo el arte se liga al lenguaje y se puede definir por lo tanto, una palabra absoluta, definitiva en el exprimir un significado que toca siempre, en cualquier modo, al destino del hombre. Pero el lenguaje y la ciencia son abreviaciones de la realidad, mientras el arte es una intensificaciòn de dicha realidad. Lenguaje y ciencia se relacionan entre si con un proceso de concretizaciòn: el artista es descubridor de las formas de la naturaleza, asì como el cientìfico es descubridor de los hechos y de las leyes de la naturaleza. Con el arte estamos por lo tanto de frente a un fenòmeno de conocimiento, segùn una intuiciòn kantiana que consider el juicio estètico pura contemplaciòn del objeto: el arte es por lo tanto una cierta realidad vista y expresada sobre una luz que emana del artista. De aquì viene que el arte tiene tambièn un valor catàrtico, ya que realiza una actividad intelectiva tanto del bien como del mal, en la que domina la racionalidad: “la imagen de una pasiòn no es la misma pasiòn”, y el poeta que 23 representa una pasiòn no nos contagia con la realidad inmediata, sino que todo lo transforma, transfirièndolo en un mundo de puras formas en el cual todo adquiere la libertad y la actividad de la racionalidad. La catarsis es por lo tanto un fenòmeno racional que sabe tomar distancia de la emotividad por construir aquel mundo irreal que resplandece con el semantismo autògeno del genio. 3a. RELACION Y COMUNICACION La apertura del yo hacia el otro por si es esencial a la misma subsistencia de la persona. La causa ùltima de este hecho evidente es la pluralidad de las personas, la socializaciòn. Por esto todo hombre es constitutivamente abierto hacia los otros sujetos humanos. Y tal apertura, en fuerza del papel del hombre y de la mujer conduce a la formaciòn de la familia como primera forma de relaciòn y comunicaciòn. 1. La familia: La familia es la sociedad natural domèstica, la cèlula de la etnia, en la cual se realiza el primer inserimiento en la cultura: en la familia se verifican los eventos màs importantes de la vida humana, mediante el nacimiento, la educaciòn y la muerte. La actividad productiva es en cierto modo, la condiciòn para hacer posible la realizaciòn de una familia, ya que èsta exige los medios de subsistencia que en vìa normal del hombre adquiere mediante el trabajo. Trabajo y operosidad condicionan tambièn todo el proceso de educaciòn en la familia, ya que todo sujeto se hace hombre. Ahora es propio este hacerse hombre que exprime 24 a punto el objeto principal de todo el proceso educativo, que inicia con el nacimiento y termina con la muerte. La familia es pues el centro de la sociedad. La uniòn de varias familias forman los pueblos y ciudades. 2. Comercio: El comercio implica la presencia de una vida social, el reconocimiento del valor de intercambio de los productos y de los instrumentos. Por esto comporta una percepciòn de totalidad y un sentimiento de solidaridad, que muestran còmo un bien poseìdo por uno que pueda ser intercambiado con un bien poseìdo por otros, y una atribuciòn de valor a este o aquel bien en relaciòn a su capacidad de satisfacer las necesidades, màs que a su realidad constitutiva. Aùn se podrìa decir que el alma de la actividad comercial es la dinàmica de los deseos: los crea y los satisface. 3. La sociedad: La vida social se organiza no solo al interno de una etnia, sino entre las etnias y sus valores que aseguran la supervivencia de la familia, del grupo etnico y de la sociedad humana. Todo esto hace que el hombre una, su màs profunda identidad con la pertenencia a una comunidad de vida màs 25 amplia, por la cual todas las actividades sirven para multiplicar el patrimonio cultural. Por esto la sociedad no es solo la grande educadora de cada hombre, sino que es la gran encaranciòn històrica del trabajo de todas las generaciones, de toda la familia humana, de todos los hombres vivientes en el mundo. Las formas en la cual los seres humanos viven juntos o trabajan, en el cual se organiza el dominio o el contacto con lo suprasensible; todas estas formas se coagulan en conformaciones de un propio principio. Las instituciones que al fìn obtienen algùn poder autònomo en contraposiciòn a los individuos, en modo tal que, por regla general se pueda predecir, en modo extremamente seguro el comportamiento de cada uno, puesto que se conozca su posiciòn en el sistema social, se sabe de cuales instituciones esta rodeado. Las exigencias de la profesiòn y de la familia, del Estado y de cualquier grupo al cual se pertenezca no se limitan a regular nuestro comportamiento, sino que intervienen con decisiòn hasta en nuestro sentido del valor y en las resoluciones de nuestra voluntad; y èstos despuès, proceden sin duda como de si mismo, es decir en modo obvio, sin que se pueda imaginar otra posibilidad y por lo tanto en definitiva con la fuerza de convicciòn de lo que es natural. 26 4a. BUSQUEDA DE LA COSMOVISION De la tendencia de nuestro espiritu a inserir toda experiencia y conocimiento en un contexto de totalidad, para afirmar nuestra participaciòn en la vida de la naturaleza humana, toma forma el reconocimiento de lo divino y el sentimiento religioso, entendido en sentido amplio que incluyela magia y la supersticiòn, la idolatrìa y el culto, la religiòn y el reconocimiento de un Dios trascendente. 1. La magia: La magia exprime aquel profundo sentimiento de solidaridad que involucra todos los seres humanos: vivos y difuntos; y hasta los sobrehumanos. Busca luego de realizar comunicaciòn e intercambio con todos los sujetos y las mismas fuerzas de la naturaleza. Con esto la magia tiende a una paz universal en la cual lo divino, inmanente en lo humano y omnipresente, juega un rol esencial. La magia comporta por lo tanto un cierto espiritu religioso o quisa mejor supersticiòn. Desde este punto de vista, no hay diferencia radical entre magia y religiòn ya que ambos traen el mismo origen de los fenòmenos de la vida humana y no es posible establecer, en el desarrollo de la cultura, el punto en el cual la magia termina o la religiòn comienza. Por lo tanto un toque de religiosidad invade la magia y segùn Cassier (filosofo de la cultura) uno de los postulados de la antropologìa moderna parece ser la existencia de una completa continuidad entre religiòn y magia. 27 Pero tal simpatia es entendida desde la religiòn en modo diverso, respecto a la magia, en cuanto que la religiòn se funda sobre el sentimiento de la individualidad. 2. La idolatrìa: La idolatrìa nace de un sentimiento de temor y miedo hacia lo divino que debe ser respetado y reconocido. En el fondo de la idolatrìa se refleja la angustia del hombre hacia lo desconocido que surge en coincidencia con la duda y el sentido crìtico, que abren la vìa al saber cientìfico. Podemos tambièn observar que hay una profunda tendencia del hombre hacia la idolatrìa, en el sentido que toda realidad maravillosa que sacie en cualquier modo las satisfacciones y las esperanzas, viene guardada y custudiada con gran cuidado (ej., el sagrario: para los catòlicos). Una realidad se hace ìdolo cuando a la mirada de aquel que la admira le ofrece todo aquello que a èl le compete: la mirada encuentra todo maravilloso en lo que vè: la mirada hace el ìdolo y no el ìdolo a la mirada. “Lo que significa que el ìdolo colma con la propia visibilidad la intenciòn de la mirada”. Delante el ìdolo, la mirada no quema màs la etapa del espectàculo, sino que hace la etapa en el espectàculo: se deja tomar en èl, y en cambio de transmitir otras permanece a mirar lo que se hace para èl un espectàculo respetable. Asì el ìdolo refleja la mirada que lo hace existir, lo restituye a si mismo, y la mirada idolàtrica no quema màs lo visible con la bùsqueda, por que retiene erroneamente haber 28 alcanzado el conocimiento. (El hombre maneja el ìdolo a su antojo y a la vez el ìdolo conserva al hombre para su adoraciòn). En cada forma de idolatrìa, el hombre une ìdolo con ignorancia, mediante la complacencia màs o menos consciente de conocerse a si mismo. Quiza el sentimiento de lo sacro, nace de esta profunda actitud mental del hombre, lo que lleva expontaneamente a sentarse, a evitar la fatiga de vivir, pero tambièn de dar sentido a la propia existencia. 3. Reconocimiento de un Dios trascendente: Es preferible hablar del reconocimiento de un Dios trascendente, como de la autèntica realizaciòn del sentimiento religioso: un toque de religiosidad invade sea la magia que la idolatrìa. Por esto la religiòn se hace una actitud profundamente antigua. El reconocimiento de un dios Trascendente y personal es el corazòn de toda actitud religiosa. Por esto la religiòn asì entendida exige un pronunciamento màs personal de parte del hombre. La individualidad parece ser una negaciòn o al menos una restricciòn de aquella universalidad del sentimiento que es postulado por la religiòn. Esto significa existencia finita y que si nosotros no rompemos los limites de esta existencia finita, no podemos llegar hacia el infinito. En su desarrollo el pensamiento religioso ha debido superar esta dificultad de la finitud y soltar este enigma hacia la trascendencia. Se puede seguir tal desarrollo en tres direcciones: psicològica, ètica y social. La evoluciòn de la conciencia individual, social y moral tiende hacia un mismo punto, hacia una progresiva diferenciaciòn que conduce hacia una nueva integraciòn. 29 1. La linea psicològica conduce al descubrimiento personal de lo sacro. 2. La linea sociològica al desubrimiento de las actividades sociales. 3. La linea ètica a la separaciòn entre el bien y el mal, de lo sacro y lo profano. A la interiorizaciòn mediante un cambio religioso del significado y dignidad religiosa de la mente y el corazòn. Por eso los grandes maestros religiosos han sabido suscitar un nuevo impulso, gracias al cual la vida del hombre, toma un orientamiento màs positivo en orden a la promociòn de la vida misma. PARTE SEGUNDA: NATURALEZA DE LA CULTURA 1. HOMBRE SIMBOLO VIVIENTE El hombre está dotado de un sistema simbólico que lo hace conocer su propia realidad y la del mundo e incluso lo entra en relación con lo divino o trascendente. Toda esta realidad hace parte del ámbito cultural como un problema gnoseològico y ético. Y la cultura aparece como inevitable mediación entre el yo personal y todo objeto real, entre la dignidad de la persona humana y el acercamiento a los sistemas socio-culturales. El hombre vive de la realidad simbólica: formas lingüísticas, imágenes artísticas, símbolos míticos y hasta ritos religiosos. El hombre vive tanto de esta realidad que no puede ver y conocer mas allá de esta mediación artificial. 30 La situación es la misma tanto en el campo teorético que en el practico. Aunque el hombre no vive en un mundo de duros hechos, o según sus necesidades o deseos inmediatos. Vive sobre todo de emociones suscitadas por la imaginación, entre miedos y esperanzas, ilusiones y desilusiones, fantasías y sueños. Por èsto no basta definir el hombre animal racional, sino también como animal simbólico. Esto significa conferir a la racionalidad un significado más amplio, que es la misma actividad del hombre que estructura y organiza la realidad con la cual viene relacionado, confirièndole sentido y unidad de significado, según una visión orgánica de la existencia. 1.1 DEFINICIÓN DE SÍMBOLO La primera noción de símbolo emerge del confronto entre realidad dada y el significado que ella puede adquirir en relación a nuestra existencia. El símbolo parece ser la designación y las representaciones de las elecciones, o sea el fruto de la actividad del hombre en el acto de estructurar la realidad en la cual vive. Aquí debemos referirnos a aquel fenómeno al inicio de nuestra interpretación: nuestras respuestas a los estímulos que la realidad provoca en nosotros. Desde este punto de vista emergen la cualidad del símbolo y su distinción de la señal: una señal es una parte del mundo físico del ser; un símbolo es una parte del mundo humano del significado. Las señales están ligadas a la realidad física o sustancial, mientras los símbolos presentan solo un valor funcional. SÍMBOLO Y CULTURA: En el contexto de la experiencia global, la actividad simbólica mete en luz la dimensión típicamente humana en la percepción del espacio y del tiempo. El espacio no solo 31 abre al hombre un nuevo campo del saber, sino que le índica una dirección nueva en el desarrollo de su cultura. La memoria simbólica, en orden al pasado, es el proceso con el cual el hombre no revoca el pasado, sino que construye sus experiencias vividas. Kant había sostenido que el hombre no puede intuir sin las percepciones, no puede conocer sin los conceptos. Cassirer agrega que “el intelecto humano tiene necesidad de símbolos y que el conocimiento humano es, por su misma naturaleza un conocimiento simbólico y èsto caracteriza sea su fuerza que sus limites”. Es la función simbólica la que transforma los hechos en ideales. 1.2 DEFINICIÓN DEL HOMBRE EN LA FILOSOFÍA DE LA CULTURA: Para formular una definición del hombre en términos culturales, es necesario anotar lo que dice el filósofo de la cultura, Cassirer: “el hombre es un animal simbólico”. Sòcrates había considerado el hombre como individuo: “para comprender el hombre, debemos tenerlo delante, encontrarlo directamente cara a cara”. Así la característica de la filosofía de Sòcrates no es un nuevo contenido objetivo, sino una actividad y una función nueva del pensamiento. Hasta ahora la filosofía había estado concebida como un monólogo intelectual. Ahora ella se transforma en diálogo. Solamente mediante una pensamiento dialògico o dialéctico podemos acercarnos al conocimiento de la naturaleza humana. (Cassirer). 32 Es decir que el diálogo hace al hombre pensar, filosofar, y ser un hombre cultural. Platòn realiza una verdadera revolución histórica acerca del conocimiento del hombre, en cuanto que sostiene, diversamente de Sòcrates, que es posible comprender al hombre como individuo únicamente en su contexto social. “La filosofía no puede darnos una teoría satisfactoria del hombre antes de haber formulado una teoría del estado. La naturaleza del hombre está escrita en mayúsculas en la naturaleza del Estado” (Cassirer). Pero hace falta pasar de la teoría del contexto, al conocimiento del individuo, es decir de la teoría a la practica. Cassirer sostiene que un estudio de las formas simbólicas, para conocer la naturaleza humana, puede ser solo funcional y no sustancial. No se puede definir al hombre refirièndose a cualquier principio intrínseco que constituya solo la esencia metafísica, ni a cualquier facultad innata o a cualquier instinto individual mediante la observación empírica. La principal característica del hombre, lo que lo distingue no es su naturaleza física o metafísica, sino su obra. Y esta obra es el sistema de las actividades humanas que definen y determinan la esfera de la humanidad. El lenguaje, el mito, la religión, el arte, la ciencia, la historia son los constituyentes y los diversos sectores de esta esfera. Una filosofía del hombre debería ser una filosofía que haga conocer a fondo la estructura fundamental de cada una de estas actividades humanas y que en el mismo tiempo diera modo de entenderlas como un todo orgánico. 33 Lenguaje, arte, mito, religión no son creaciones aisladas y casuales, están unidad por un común vínculo. Este vínculo no es algo sustancial, es sobre todo funcional. Más allá de las innumerables formas y expresiones, debemos buscar la función fundamental del lenguaje, del mito, del arte y de la religión y en último análisis debemos intentar de reconducirlas a un origen común. El método se precisa mejor: “Todas las operaciones humanas vienen realizadas en particulares condiciones históricas y sociológicas. Pero no podemos jamás comprender estas especiales condiciones sino fuésemos capaces de coger los principios estructurales generales que están a la base de estas obras. En el estudio del lenguaje, del arte y del mito el problema del significado tiene precedencia sobre e problema del desarrollo histórico... Para quien tiene una visión de la filosofía en general, se trata de buscar una unidad no de los efectos, sino de la acción, no la unidad de los productos sino aquella del proceso creativo. Si el término humanidad tiene cualquier significado, éste deberá exprimir que a pesar de todas las diferencias y las antítesis entre las varias formas de actividad, estas formas tienden hacia un fin común, por el cual se alcanzará a encontrar una configuración esencial, una carácter universal en la cual todas concuerdan y se armonizan. De frente a la múltiple variedad de las imàgnes míticas, de los dogmas religiosos, de las formas lingüísticas y de las obras de arte, el pensamiento filosófico revela la unidad de la función general por la cual todas estas creaciones son colegadas unas a otras. 34 Mito, religión, arte, lenguaje, la misma ciencia, hoy vienen consideradas como tantas variaciones de un tema común y es tarea de la filosofía hacer este tema inteligible y comprensible: “El hombre hace cultura, y la cultura hace al hombre”. SÍNTESIS: Según Cassirer podemos ilustrar el método de la filosofía de la cultura con los siguientes pasajes: definir el hombre en modo funcional y no sustancial y su obra como un conjunto orgánico resultado de las varias actividades. Toda actividad humana luego debe ser considerada como una función fundamental y toda función como un acto humano que estructura las obras mismas del hombre. Se deben luego descubrir los colegamentos de los múltiples sectores de las obras humanas con el vinculo funcional, o sea con la naturaleza humana entendida como actividad fundamental. Así al final resultará claro que de tal vínculo, como de un origen común, derivan todas las actividades humanas, que van a formar la cultura entendida como segunda naturaleza. 1.3 EL HOMBRE VEHÍCULO SIMBÓLICO El hombre en su concreta existencia produce cultura por que tiene un cuerpo; o sea la diversidad de la respuesta de los individuos a un mismo estìmulo depende de las relaciones tanto corporales como espirituales. Para la filosofia de la cultura resulta importante entender el valor y 35 el funcionamiento del cuerpo en la realidad de toda la persona humana. El cuerpo introduce en la persona humana el espacio y el tiempo. El hombre por su cuerpo es una extensiòn en relaciòn con otras extensiones, ocupa una pequena parte del mundo, donde vive, crece, se reproduce y muere. Por eso aparece claro que el hombre es un compuesto de alma y cuerpo que se desenvuelve en un tiempo y espacio determinado. De consecuencia en el compuesto humano, de hecho, es màs cualificante la presencia del cuerpo en el alma que no la presencia del alma en el cuerpo: el cuerpo no es solo un limite para el espiritu, sino tambièn una promesa de vida y de desarrollo, la concreta significaciòn de lo que el hombre no es todavìa, el hacerse presente de su ser germinal y polivalente al yo personal. El cuerpo del hombre es su posibilidad real de ser, la sintesis programada de su futuro desarrollo ontològico, el deseo vital y condicional de su ser en plenitud. Por eso mientras la corporeidad, hecha de carne que nace, crece y muere, hace limitada y pobre, la vida del hombre, el cuerpo dotado de cerebro y de manos, realiza las proyecciones del yo personal y confiere al hombre un real poder y una superioridad sobre los otros seres corpòreos. Los dos aspectos, pobreza y riqueza, parecen correlativos al punto que no se da el uno sin el otro: no hay plenitud sin la acogida del limite, no hay mano sin carne, no hay solidaridad sin la comunicaciòn del indiviudo corpòreo, no hay ser sin el deber ser. Similes correlaciones dependen del hecho que el destino del hombrese hace realidad unicamente cuando el ser humano, en su raporte con sigo mismo, se acepta y se 36 ofrece como don, cuando el movimiento intencional, que genera conocimiento, prosigue su tensiòn hasta el amor. Es el amor, no el conocimiento que lleva a cumplimiento todo anhelo de vida. Por esto en el hombre, la plenitud de su ser es la actuaciòn de sus posibilidades, de aquellas simples y primordiales y de aquellas màs complejas y sùtiles. El poder de su mano es poder de vida y supera la muerte, solo cuando se mete a servir la debilidad de la carne. La solidaridad se hace comuniòn en el ser cuando se actùa en la reciprocidad del dar y del recibir, en el respeto de la intimidad inviolable del yo personal, en su libertad. A. EL CUERPO Y EL MUNDO: Existe un raporte entre el cuerpo y el mundo, entre la persona humana y el ser del otro, por la solidaridad y recìproca dependencia. El cosmos y la natura vienen muy relacionados en la vida, en la evoluciòn, en el destino de la persona humana. El cuerpo humano es como un microcosmos: el cuerpo humano es la conjugaciòn vital de la materia y el espiritu. No se puede identificar la materia con el espiritu. El cuerpo serìa la vida concreta que consiente al hombre de existir. Vestido y habitat: en el modo comùn de pensar el vestido es una extensiòn exterior del cuerpo. Pero el raporte entre el vestido y el cuerpo es màs ìntimo de aquel de un simple contacto, en cuanto compenetrado por los significados de 37 la organizaciòn corpòrea. El vestido se hace parte del organismo mismo. Por lo tanto se entiende que si viene reconocida al cuerpo la capacidad de revelar mediante el retrato la identidad personal de un individuo, es posible atribuir analogicamente tal facultad tambièn al vestido, el cual exprime y amplifica la idea del propio cuerpo de aquel que lo porta. Aparece evidente la importancia del vestido en la cultura humana. B. EL CUERPO Y LA CONCIENCIA: La interioridad espiritual presupone aquella psicològica y èsta presupone la fisiològica. De todos los seres dotados de alma, el hombre parece el màs pobre para adaptarse al medio ambiente, pero con el tiempo logra la asimilaciòn del ambiente. La conciencia juega un papel muy importante en el comportamiento humano. Dirige los actos humanos y ordena la forma còmo el hombre debe comportarse en sociedad, con sigo mismo y con Dios. El cuerpo realiza el primer y profundo ligamen con el mundo externo a travès de la nutriciòn, que satisface una necesidad esencial para la supervivencia. La muerte es otra de las realidades humanas que el hombre tiene que aceptar. Aunque es el fìn de la existencia humana, sin embargo por la religiòn se tiene un concepto de esperanza en la otra vida. 2 SEMANTISMO DE LA ACTIVIDAD SIMBOLICA Si el hombre se puede definir como un simbolo viviente, es lògico saber que sus actividades sean en cualquier modo 38 simbòlicas. Podemos entender y verificar este hecho siguiendo el curso de la vida, entendida en sentido pleno, natural, como determinaciòn de las tendencias y culturas, como expresiòn de las interpretaciones de la realidad que lo circunda y de los eventos que vive. La experiencia del cuerpo se vive como presencia del hombre en el mundo: el cuerpo realiza una cierta comprensiòn de la realidad, una especie de intencionalidad material, de conocimiento experiencial, antes de pasar por la mediaciòn de las operaciones racionales. Cuando se pierde el contacto con la realidad y sobre todo su signficado existencial, por una falta o por un mal funcionamiento de la sensibilidad, el hombre cae en la dispersiòn, en el abatimiento y hasta en la enfermedad. En el efecto la corporeidad del hombre se exprime sobre todo a travès de la energìa vital y de los procesos somàticos y psiquicos. El sentir humano, en su significado radical es deseo de vivir, es aquel impulso bioenergètico del cual se comprenden la importancia y la necesidad de vivir. En el hombre la necesidad es una energia vital, que alimenta todo proceso cognoscitivo y afectivo. Tal energìa se especìfica y se exprime en las mùltiples tendencias sensitivas y racionales. Por esto podemos establecer que la sensibilidad humana, no es la facultad ùnica en el hombre, pero si de ellas dependen las demàs facultades humanas, las necesidades y satisfacciones que conducen a dar significado a la vida del hombre, a la funcionalidad de su estructura corpòrea. 39 2.1 ESTRUCTURA SIMBOLICA DE LA CORPOREIDAD A. El tacto y el contacto fisico: El tacto es expresiòn de la sensibilidad que puede ser tàctil, tèrmica, dolorìfica, energètica, cinestètica y palestètica. Si el tacto es aquel sentido que percibe la presencia de cualquier cosa en el cuerpo, para entenderlo debemos referirnos a aquella sensibilidad humana fundamental que es al origen de todos los sentidos, el cual funcionamiento en cada caso exige una presencia de contacto entre el organo de sentido y su objeto especìfico. Del sentido del tacto, bien que es el màs genèrico de todos los sentidos, por medio de èl, vienen ofrecidos los primeros indicios del conocimiento racional, las primeras reflexiones: el simple contacto con el otro, se entra en relaciòn la amistad y el amor: donde surgen las primeras reflexiones, los primeros conocimientos entre las personas. Asì el tacto aparece primordial, fundamento de toda la sensibilidad humana, capaz de condicionar y en cualquier modo de sustituir todos los otros sentidos, al punto de influir en forma desiciva en la autocomprensiòn y en la autodeterminaciòn del hombre en sentido completo. En efecto es obra del tacto la solidaridad de los sentidos. La mano es el organo privilegiado del tacto. En la mano el tacto puede hacerse conocimiento y lenguaje, agresividad y carino, comuniòn y divisiòn. Por esto solo la mano exprime el sentido del tacto y revela asì la plenitud de la vida del hombre. Segùn los antiguos la mano exprime la inteligencia del hombre y la superioridad sobre los otros seres vivientes. Aristòteles considera la mano como el instrumento de los intrumentos, por que permite utilizar cualquier instrumento. 40 B. El rostro y el otro: Si la mano es la parte del cuerpo en la cual el conocimiento puede hacerse poder y voluntad de expresiòn, el rostro es aquella parte corpòrea que puede exprimir el deseo de ser del hombre, entra en relaciòn màs directa con todas las personas. El rostro expresa la identidad visible de una persona (ej., las fotos expresan la identidad de las personas). En èl se sitùan todos los sentidos externos del hombre. En èl se sitùan todos los sentidos externos del hombre. El rostro es la expresiòn del hombre, y el cuerpo es la expresiòn del hombre con el universo. Los ojos son el espejo del alma. El alma es la expresiòn del hombre. El rostro nos hace meter en relaciòn en con el otro. La mirada es traducciòn orgànica de la intenciòn del interior de la persona, es la situaciòn que absorbe todo lo vivido de una persona y lo transforma en don, en llanto, alegrìa u oraciòn. En el rostro humano se reflejan todas las etapas de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Todas las etapas de la vida: infancia, adolescencia, juventud, edad adultad, ancianidad. 2.2 PRODUCCION DE SENTIDO Y BUSQUEDA DEL CONSENSO: La natura humana es un ser dado. La cultura pertenece a lo que el hombre produce o construye con los otros. Ahora buscamos de entender como adviene el paso de la naturaleza a la cultura. El raporte entre naturaleza y cultura se comprenderà mejor metiendo en evidencia el raporte entre impresiòn y expresiòn; y èsta nos cunducirà a descubrir el significado 41 complejo de los gestos humanos en cuanto tal. El gesto se inicia ya en el nivel fisiològico, como respuesta a un estìmulo. La relaciòn entre estìmulo y respuesta es el esquema que nos permite entender la producciòn de sentido y la bùsqueda del consenso: dos sujetos similares, puestos en condiciones idènticas, dan respuesta diversas a estìmulos idènticos. Lo que hace la diferencia de las respuetas es exactamente el sentido producido, o sea el significado existencial que acompana su respuesta y que es expresiòn de su subjetividad. Este sentido producido es natural y cultural, nace de la corporeidad de cada uno y de su personal cultivaciòn. Es fruto de la convergencia de los cuatro elementos, ya mencionados, que determinan toda actividad humana: el patrimonio genètico y el sistema psico-cerebral a nivel individual, el sistema ecològico y el sistema socio-cultural a nivel individual y colectivo. La respuesta dada atiende al consenso ya que la diversidad de las respuestas generalmente, nos impide el entendimiento de los sujetos, la cual està a la base de la vida social. Por este sentido y consenso se desarrollan y se articulan en diversos niveles, pasando del individual al colectivo y al trascendente. Con èsto la recepciòn de los estìmulos y la gestualidad ligada a las respuestas asumen connotaciones individuales, sociales, universales o religiosas. A. IMPRESION Y EXPRESION: El cuerpo funciona como intemediario entre lo externo y lo interno se hace asì lugar de la impresiòn y de la expresiòn. La impresiòn es el movimiento que va del exterior al 42 interior, la expresiòn es el movimiento que va del interior al exterior. El cuerpo emerge en la realidad circundante y le permite estimularnos con una acciòn cada vez màs activa. La primera reacciòn se envuelve en la sensibilidad; la percepciòn y el mismo pensamiento cuando la acciòn es total envuelve hasta el espìritu. La percepciòn es ante todo impresiòn actio immanens, acciòn inmanente que enriquce el sujeto, no mediante la adquisiciòn de elementos eterrogeneos, sino ampliando el horizonte de la subjetividad: el sujeto alarga el territorio de su dominio con la asimilaciòn de la realidad percibida. El proceso de subjetivizaciòn adviene mediante la elaboraciòn de la imagen y de la idea concreta. La imagen luego como tèrmino de la percepciòn es elemento unificante. Como inicio de la expresiòn se hace en cambio fuerza propulsiva. El espiritu fecundado produce necesariamente alguna cosa: la fuerza de la impresiòn es directamente proporcional al imperativo de la expresiòn. La expresiòn es actio transiens : como las percepciones expontàneas de los sentidos advienen sobre el control de la actividad del espiritu, asì la expresiòn se forma siempre por la iniciativa del espiritu. Tìpico de la expresiòn del hombre es comunicar algo donandose; en el don en cuanto don, està siempre presente aquel que dona y que se dona. La expresiòn conjuga el sujeto con lo sensible, la esfera personal, con el mundo material conocido, interpretado y por lo tanto subjetivizado. Una acciòn puramente transeunte es imposible. En la actio transiens la expresiòn hace la persona don de si y de los otros. 43 La actividad expresiva se convierte en lenguaje, que son palabras implicitas y esta a la base de la ciencia, el arte, la moral y la religiòn: la clave de todas las expresiones y de todos los lenguajes es el lenguaje. Las varias formas expresivas, para tal ligamen de analogìa de la cual la palabra es el analogado principal. Varias categorias expresivas, pueden ser: las ciencias, las artes, la ètica y la religiòn. La expresiòn es connatural al hombre, es inherente a la vida. La expresiòn se hace siempre incompleta, por que mientras uno se exprime es re-impresionado por la misma expresiòn. (es decir que lo que expresamos es muy poco a lo que tenemos que decir). Las razones de tal fenòmeno son fundamentalmente dos: 1a. Una imagen provoca el surgir de otras imàgenes y es tanto màs estimulante cuanto es màs determinada. 2a. El producto luego, cualquiera que sea dice siempre el referimiento al artìfice, propio por que es imposible una acciòn totalmente transeunte. Por lo tanto el externo reclama el interno y lo que se exprime hace nacer siempre algo nuevo que permanese inexpresado. La razòn ùltima de tal inadecuateza es el paso expontàneo y necesario del universal concreto al universal abstracto; de la abstracciòn total a la abstracciòn formal, debido a la acciòn en acto de la razòn operante en el sentir mediante la imaginaciòn. En otra palabras, en el descubrimiento del elemento formal permanece la visiòn de la totalidad concreta. Al final expimir es tambièn inhibir, optar por alguna posibilidad y no por otras. Y esto significa meter en ejercicio la facultad de la 44 razòn; por èsto no es posible oponer imaginaciòn y razòn ya que la imagen es fruto de la razòn particular. B. GESTO Y DON: La impresiòn que es siempre reactiva pone en ser un movimiento hacia si y hacia los otros. Hacia si como movimiento percibido, pensado, comunicado (es el gesto); y hacia los otros como movimiento recibido, comprendido, celebrado (es la gestualidad). El gesto està a la gestualidad como la palabra està a la lengua. Gesto y gestualidad hacen la cultua, como la palabra y la lengua hacen el lenguaje. Lowen interpreta el gesto como descarga bioenergètica en una visiòn enteramente personalista de la modalidad y la gestualidad humana y oberva: “el impulso es un movimiento de energìa que va del centro del organismo a la superficie, que influencia el raporte entre organismo y mundo externo. Este movimiento de energìa del centro a la periferia tiene dos fines: 1o. Uno esta colegado a la funciòn de carga (la alimentaciòn, la respiraciòn, la excitaciòn, etc.). 2o. El otro està colegado a la funciòn de descarga energètica, la cual màs importante expresiòn es la descarga sexual y la reproductiva. El objetivo de estas actividades no es un nivel constante de tensiòn o de carga energètica, sino sobre todo son parte del proceso vital, el cual objetivo màs allà de nuestra comprensiòn”. El gesto es la transformaciòn del hecho perceptivo en hecho motor, es la respuesta a un estìmulo. Este es su estatus fisiològico. El gesto es por lo tanto la expresiòn 45 espacio-temporal de un fenòmeno interior, como mecanismo reflejo e inconsciente antes de ser conocido y voluntario. Es la carne se hace psique, sentimiento y palabra. La energa espiritual y psiquica se hace energìa muscular. Por esto con un gesto el individuo sale de los limites de la propia superficie corpòrea y se objetiviza y exprime en la propia personalidad. Todos los tentativos de definir el caràcter del hombre y de determinar las tipologìas se fundan sobre la correlaciòn existente entre gesto y personalidad. El gesto se hace como la parte final de un movimiento del yo psiquico que alcanza el objeto querido y està ligado siempre a la voz, al grito o a la palabra o bien aùn en el silencio. El gesto precede la palabra, sea en orden de tiempo que de naturaleza. Què cosa sucede cuando se produce un signo o una secuencia de signos?. La emisiòn de los signos supone un trabajo, sobre todo el trabajo de la emsiòn del senal. Esta emisiòn del senal requiera de una elecciòn entre los signos de que dispone - para componer una expresiòn en diferentes signos. Existe un profundo raporte ente grito y gesto, entre palabra y gesto. La palabra luego emerge del grito y construye el lenguaje. La palabra aclara y limita el gesto, se dirìa que conjuga el grito, materializa el pensamiento. La palabra goza de una dimesiòn energètica. “Hablar es encender el fuego de la comunicaciòn que implica un darse y un dejarse decir”. (Gadamer) Colocàndose sobre la lìnea del lenguaje, el gesto realiza un inserimiento en la colectividad de los otros sujetos, por 46 los cuales los tienen el mismo valor y se hacen por èsto reconocidos. El rito, gestualidad motiva y codificada se inserta en la colectividad y realiza con èsto la identidad cultural de cada miembro la comuniòn y la comunicaciòn con todos, la celebraciòn o confirmaciòn dela propia tradiciòn. Con esto la gestualidad se hace un camino hacia la libertad personal y hacia la armonia colectiva y universal. Se hace un viaje hacia el fondo de si mismo y hacia la interioridad dela propia clultura, con el objetivo de alcanzar aquella sabiduria universal que es armonia activa e integral con todo y con todos. Muchas actividades expresivas del hombre estàn orientadas al cuidado estètico de la personalidad y del ambiente donde vive. Debemos por lo tanto examinar atentamente la expresiòn artìstica y la gestualidad estètica. C. GESTUALIDAD ESTETICA Y ARTISTICA La belleza de la persona se manifiesta progresivamente: en formas fisicas, intelectuales y morales. El arte y la educaciòn juegan un papel importante en la vida de toda persona. El hombre que sabe descubrir y producir en sì la belleza, es tambièn capaz de descubrirla fuera de sì. La belleza de la religiòn se entiende como evoluciòn de la experiencia estètica, es decir la belleza interior o espiritual, hace de la persona algo diferente por muy fea que sea. Los recursos del hombre son indefinidos, pero dos son las elecciones que el hombre debe hacer: 1a. O el hombre tiene vivo el don inherente al obrar, hacièndose don y aceptando asì la lecciòn que lo conduce abrirse al Ser trascendente. 47 2a. O bien el hombre toma la iniciativa sobre la experiencia estètica y busca de dominar todo el ser, haciendo triunfar la lògica y la ètica, atribuyendo o imponiendo una utilidad a todo lo que èl vive. 3. SEMANTISMO DE LAS INSTITUCIONES Y DE LAS PRODUCCIONES 1. SIGNIFICADO DE LAS INSTITUCIONES: El signifcado de las instituciones emerge con màs claridad si ellas vienen relacionadas con todas las obras del hombre: el vestido, la vivienda, la alimentaciòn, etc. Aunque las instituciones responden a necesidades vitales del hombre, ellas son un sosten sin las cuales el hobre no podrìa vivir. La bùsqueda de la antropologìa cultural pone en evidencia la increìble inventiva y genialidad usadas por el hombre para mantener en las condiciones màs fatigosas, las instituciones y costumbres que pueden constituir un patrimonio de certezas y comportamientos adquiridos, tales de conferir identidad y seguridad a la etnia, al pueblo o a cualquier grupo determinado. Si es verdad que el hombre esta abierta al mundo, el mundo se abre para el hombre. Desde este punto de vista resulta evidente que las instituciones de una sociedad (institutos, leyes, derechos y deberes, estilos de comportamiento, formas de interacciòn en el campo econòmico, polìtico, social, religioso y hasya recreativo), funcionan como sostenos externos, con la fuerza de una norma moral, ya que la interioridad humana 48 es un territorio demasiado fluìdo, para entrar en relaciòn con sigo mismo. Si se destruyen las instituciones de un pueblo, se pierde la seguridad de base, la capacidad de generaciòn, se cae en la desilusiòn y el fracaso, (ej., una incursiòn guerrillera). Hay por lo tanto en las instituciones un aspecto natural, que no puede ser destruido, por el ejemplo en la instituciòn familiar, la religiòn , la cultura, el estado, etc. por màs que el hombre quiera destruirlas no podrà contra ellas. Toda la actividad humana tiene lugar al interno de una cultura e interactùa con ella. Para una adecuada formaciòn de tal cultura se requiere de todo el hombre, el cual desarrolla su creatividad, su inteligencia, su conocimiento del mundo y de los otros. El hombre con su capacidad de autodominio, de sacrificio personal, de solidaridad, y de disponibilidad promueve el bien comùn. Por esto el primer y màs importante trabajo se cumple en el corazòn del hombre. Y el modo enel cual se empena a construir su propio futuro depende del conocimiento que tenga de si mismo y de su destino. Es a este nivel que se coloca el contributo especìfico y decisivo de la Iglesia en favor de la verdadera cultura. Ella promueva las cualidades de los comportamientos humanos, que favorecen la cultura de la paz contra los modelos que confunden al hombre en la masa, desconocen el rol de su iniciativa y libertad; y ponen su grandeza en las artes del conflicto y de la guerra. La Iglesia hace un gran servicio predicando la verdad en torno a la creaciòn del mundo, que Dios ha puesto en las manos de los hombres para que lo haga màs fecundo y màs perfecto con su trabajo, predicando la verdad en torno a la redenciòn. 49 2. SIGNIFICADO DEL ARTE: El arte exprime la exprìme la espiritualidad del hombre mediante las obras que realiza. Para entender el arte es ùtil establecer algunas analogìas entre la creaciòn de Dios y la creaciòn artìstica. Propiamente hablando, la creaciòn compete unicamente a Dios, el hombre no crea, sino que aflora superficialmente el ser, plasmandolo segùn los modelos de su mente. Pero una atenta reflexiòn puede permitirnos de reconocer al artista alguna acciòn creadora. El arte es creaciòn verdadera de apariencia, es fusiòn de un conrtenido e una forma y por lo tanto una cierta producciòn total de algo. Es una presencia siempre actual y escondida. 1. Creaciòn artìstica: El arte en los confrontos de la realidad natural y cultural, es activa y a veces agresiva. De esta realidad hace algo nuevo, ya que la interpreta, la transforma, la transfiere a un significado nuevo. Cuando un escultor hace una estatua, lo hace en un doble sentido: activa y pasivamente. Activamente el escultor tiende con toda su capacidad e intenciòn de aplicaciòn a ensimismar en el marmol, el bronce, el leno, la idea que èl tiene en mente. La medida de esta acciòn es la impresiòn que tiene el artista y la realiza en la figura que desea plasmar. Y pasivamente es el material trabajado que recibe la idea del artista que desea plasmar. Idèntica es la idea que el artista tiene en mente y aquella que viene impresa en el material transformado. Sin esta 50 identidad entre el artista y el objeto serìa imposible entender la narìturaleza del arte. No hay duda que el modo de ser de la idea en la mente y en el material tabajado es profundamente diverso (el uno es una realidad espiritual con todas las caracterìsticas del espiritu, el otro es un modo de ser material, con todas las caracterìsticas de la materia). El hombre no puede conocer, actuar y hacer sino difundiendo su identidad, asimilando y elevando las cosas con las cuales trabaja. En una palabra: humanizando el mundo infrahumano confiado por el Creador. La tarea que debe cumplir el hombre es la de plasmar la imagen de Dios en la creaciòn. Asemejarse màs a El. Que todo lo que haga el hombre sea una expresiòn de la imagen de Dios. Por eso el hombre es continuador de la obra creadora de Dios. Esto vale por la actividad divina que no puede actuar y causar si no comunicàndose a si misma en la medida en que las creaturas puedan recibir la semejanza con el Creador. Todo lo creado es obra de Dios, pero el hombre es su principal continuador. 2. El valor absoluto del arte: El valor es palabra absoluta. El arte no puede ser comprendido como simple hecho semiòtico, ni puede ser interpretado como operaciòn del lenguaje. El arte es una forma simbòlica que consolida la persona y ayuda a entrar en relaciòn entre las otras personas. Por eso el arte es a menudo definido en tèrminos de perfecciòn y de autonomìa. El arte està al saber cientìfico y 51 filosòfico, a la norma ètica y jurìdica a todo lo que tiene que ver con la actividad humana. Si el arte se coloca en el orden del sìmbolo se necesita agregar que toda obra de arte es un sìmbolo absoluto, lo que vale a decir que la palabra absoluta del arte se actùa en el orden de la senssibilidad. 3. SIGNIFICADO DE LA TECNICA Para descubrir el significado de la tècnica es ùtil retomar el filon de reflexiones sobre la actividad expresiva del hombre. En efecto parece que esta actividad considerada en sentido genèrico, asume dos modalidades: aquella del artesano: en la que fabrica lo ùtil que satisface necesidades inmediatas y corpòreos segùn las instancias del homo faber; y aquella del artista: que es la bùsqueda de lo superflùo y del orden que responde a las necesidades màs internas y màs elevadas del homo sapiens. El artesano no abarca los confines del espacio y del tiempo. Se puede decir que dejàndonos guiar del anàlisis de las ciencias positivas, concentra sus esfuerzos en la producciòn tècnica. Pero en la conquista de lo que es inmediato y necesario, el hombre busca algo que es màs necesario que lo necesario, cualquier cosa que haga, siente el deseo o la nostalgia de lo que no es todavìa. Tal sentimiento es manifestaciòn de la sensibilidad profunda del espiritu, de la presencia de la necesidades màs profundas que deben ser expresadas y satisfecidas. Tal exigencia provoca todas las formas de acomodaciòn de las personas. La tècnica ayuda pues al mejoramiento de la vida de las personas. Desde su orìgen el hombre ha estado acompanado de la tècnica y ella es originarimaente “sapiens” en cuanto lo es el hombre. 52 Desde este punto de vista vemos que la tècnica alcanza la cultura, ya que ella solidifica el pensamiento y las intenciones del hombre. Colocamos asì el problema sobre el significado de los instrumentos, construidos por el hombre en todas las èpocas y en todos los campos de su actividad. * Semantismo de los instrumentos: El instrumento materializa una intenciòn y ls intenciòn trasciende la acciòn actùal, (por ej., la acciòn de cocer una tela, para producir un vestido, para arreglar una habitaciòn, etc.), ya que todo instrumento realiza un profundo colegamento con el gesto y por lo tanto con el deseo. Por esta razòn el instrumento, que sale de las manos y de la mente del hombre, es la sìntesis entre la materia y la energìa espiritual. * El sentido de la tècnica: Muchos pensadores deducen el sentido de la tècnica por las carencias del hombre, debidas a los lìmites de su corporeidad, por el cual sus organos de sentido son a menudo ineficientes de frente a la voluntad humana. Quizà tal ineficiencia, atribuida a los organos fìsicos, se comprenderìa mejor desde el versante de la espiritualidad del hombre, el cual, propio por ella, aspira a tener siempre màs de lo que tiene en sus manos. Desde este punto de vista la tècnica asume la funciòn de sustituir el organo y de superarlo: una piedra empunada para golpear no solo sustituye el puno de la mano, sino que exonera y la supera en el resultado. Asì la cabalgadura, el automovil, el tren, el aviòn, nos exoneran del caminar y 53 superan enormemente las capacidades del caminar del hombre. Pero este modo de proceder, se extiende al externo de nuestra coroporeidad. El progreso cientìfico y tècnico superan enormemente las capacidades humanas. Los horizontes de la tècnica hoy coinciden con aquellos de la ciencia. La tècnica como una extensiòn del cuerpo (la mano) y del espìritu (mente) del hombre, adquiere el gusto por la magia, sobre todo cuando estamos de frente a una maquina, que maniobrada por pequenos toques, alcanza resultados extraordinarios, por ej., el computador, o una maquina de juego cualquiera. El gusto que el hombre le coloca a la tècnica le produce movimiento y vida a dichos instrumentos. Lo que es interesante en esta hipòtesis esta en la idea de una primitiva autocompresiòn a partir de lo externo y por lo tanto en la posibilidad de recomprender nuevamente el simbolo o la metafora que conducen al hombre al mejor aprovechamiento de las cosas de la naturaleza. * Tècnica y evoluciòn cultural: La tècnica estìmula màs deseos de aquellos que de hecho satisfacen; y èsto significan que los deseos son a menudo satisfacidos con otros deseos. Por eso mientras de un lado la tècnica resulta ser la consecuencia del saber, de otro lado es causa del saber: la tècnica produce la ciencia. Lo que hoy nos mueve es en primer lugar un crecimiento casi ecplosivo del ritmo del desarrollo. Y hemos visto como la causa de este fenòmeno està en el confluir de dos corrientes: la tècnica en sentido propio y la ciencia natural. La tècnica ha adquirido de la segunda la sistematizaciòn omnicomprensiva y el mètodo plenamente cientìfico. La 54 ciencia ha adquirido de la primera el automatismo de le ejecuciòn. Asì se ha alcanzado el ritmo entre la ciencia natural, la tècnica y la industria. Este ritmo va calificado como progresivamente acelerado, por que la nuevas invenciones, se sobreponen en sus efectos, en modo tal que se tengan nuevos desarrollos. 4. ANALOGIA Y CULTURA 4.1 ORIGEN DEL PROCESO ANALOGICO: Podemos descubrir el origen del procedimiento racional analògico, analizando el comportamiento de los vivientes en general, entre los cuales està el hombre. El vital movimiento de un organismo incluye el ambiente natural en la estructura orgànica. Todas las operaciones de supervivencia conducen a reconocer al hombre dentro de un habitat especìfico, donde se expresa por medio de la lengua, los simbolos y la comunicaciòn analògica, que sierve al hombre para la comunicaciòn consigo mismo y con los demàs seres de la naturaleza. La lengua universal de la analogìa y de los sìmbolos es la lengua de la naturaleza, que se expresa o manifiesta en realidades tanto naturales como sobrenaturales. 4.2 LOGICA DE LA ANALOGIA: 55 Hoffding, en su libro “el concepto de analogìa”, dice lo siguiente con relaciòn a la analogìa: “Desde el punto de vista de la teorìa del conocimiento se debe notar que es necesario designar a menudo la semejanza de forma y de estructura con el nombre de analogìa, por que nos interesa màs el reporte de las partes que la semejanza cualitativamente de las diversas partes. La semejanza de forma es una forma transitoria entre la semejanza de cualidad y la semejanza de reporte. Podemos por lo tanto concluir que se pueden dar diversos tipos de semejanza: de funciones, de formas y de reportes. * Definiciòn de analogìa: La analogìa es una forma de conocimiento segùn la cual de realidades materiales, podemos conocer realidades inmateriales. Es decir que partimos de lo material, para llegar a lo inmaterial. Realidades materiales me pueden significar realidades inmateriales y viceversa, realidades inmateriales pueden significar realidades materiales. Segùn Hoffding la analogìa es una semejanza de reportes entre dos objetos, basada no sobre particulares propiedades o sobre partes de estos objetos, sino sobre reportes recìprocos entre estas propiedades o estas partes. En la escolàstica se distinguìa una analogìa de atribuciòn y de proporcionalidad. La analogìa de atribuciòn es cuando un solo tèrmino conviene a muchas cosas; en cambio la analogìa de proporcionalidad cuando el tèrmino anàlogo conviene a muchos en forma igual y a la vez en forma diferente. 56 ¿COMO PASAMOS DE LA IMAGEN MATERIAL IDEA INMATERIAL?. A LA A esta cuestión se pueden dar cuatro respuestas y cada una de ellas fué defendida por un grupo de filosofos: 1. El intelecto recibe sus ideas de la imaginación como la imaginación recibe sus imágenes de los sentidos y como los sentidos reciben sus sensaciones del mundo externo. Esta es la posición de los empiristas y sensistas. Llevan necesariamente al materialismo. Según esta concepción el intelecto no es más que una forma superior de sentido que recibe pasivamente sus ideas de la imaginación. Los sentidos y la imaginación pueden recibir pasivamente sus contenidos por que son facultades materiales. El intelecto siendo inmaterial, no puede recibir nada pasivamente de una facultad o de un objeto material. 2. El intelecto no recibe sus ideas, las posee desde el principio, sus ideas son innatas. Esta fué la solución de Platón, quién afirmaba que “recordábamos” las ideas que habíamos contemplado en nuestra existencia anterior. Fué también defendida por Descartes, leibniz, Spinoza. 3. El intelecto recibe sus ideas directamente de Dios. Esta posiciòn no difiere mucho de la anterior. Fue defendida por Malebranche. Estas posiciones tienen la ventaja de recalcar y salvaguardar el carácter inmaterial de nuestras ideas. Los grandes pensadores que las defienden tienen la convicción de que nuestras ideas no pueden provenir integramente de los sentidos materiales. 4. Si nuestras ideas no vienen de los objetos a través de los sentidos y si no vienen directamente de Dios, solo 57 queda una única solución: las ideas son producidas por el intelecto mismo. El intelecto en esta hipótesis es activo y pasivo. Como activo produce las ideas en si mismo, como pasivo las recibe. La función activa del intelecto es llamada generalmente intelecto agente, mientras que la pasiva es llamada intelecto posible. Ejemplo: cuando un estudiante atiende al profesor, pareciera que el profesor estuviera introduciendo nuevas ideas en la mente del estudiante. De hecho no ocurre; así el profesor solo emite sonidos con la esperanza de que estos sonidos han de ayudar al estudiante a desarrollar sus propias ideas en correspondencia con las ideas del profesor. De modo semejante el intelecto agente, tomado la imagen como modelo, imprime la idea correspondiente en el intelecto posible. En el lenguaje tradicional se dice que el intelecto agente “abstrae” la idea de la imagen y la coloca en el intelecto posible. “Abstraer la idea” significa dejar de lado todos los aspectos materiales, individuales, concretos de la imágen y tomar en cuenta sólo los aspectos generales y universales. En la imagen del árbol individual, el intelecto ignora el hecho de que es una encina o un roble, grande o pequeño, con hojas o sin hojas. Considera solo la arboreidad , lo que es común a todos los árboles. Pero surge una dificultad. Para discriminar entre lo que haya que excluir y lo que haya que retener en la imagen, el intelecto debe conocerla. Pero el intelecto inmaterial no puede conocer la imagen material. Conocerla significa estar influido por ella y el intelecto inmaterial no puede ser influido pasivamente por un agente material. 58 La solución a esta dificultad se hallará tomando en consideración la unidad del ser humano y la intima cooperación de sus potencias. En el hombre el alma y el cuerpo constituyen un solo ser. Por eso el intelecto y los sentidos deben estar intimamente unidos y no pueden operar de un modo independiente. Ni el intelecto, ni los sentidos conocen, es el hombre quien conoce por medio de ellos. Hablando tecnicamente, el intelecto es la causa final de los sentidos y también de cierto modo su causa formal y eficiente. 1. El intelecto es la causa final de los sentidos por que en el hombre el conocimiento sensitivo está hecho para servir al conocimiento intelectual. El conocimiento sensitivo en el hombre tiene indudablemente una función biológica o de supervivencia como en los animales. Pero su función no termina en esto. De hecho es potencialmente inteligible, lo que significa que puede ser transformado en conocimiento intelectual y además que en cierto modo, tiende hacia esta transformación, está penetrado de una finalidad intelectual. 2. El intelecto es de cierto modo, la causa formal del conocimiento sensitivo. Decimos de cierto modo: por que si tomáramos esta expresión al pie de la letra, transformaríamos nuestras ideas en entidades materiales, ya que la unión de la forma espiritual y de la materia se da en los seres materiales. Con todo, podemos comparar la relación entre conocimiento sensitivo y conocimiento intelectualcon la que se entre materia y forma. Como el alma espiritual no se agrega al cuerpo, sino que vive en él, penetrándolo y animándolo desde dentro, del mismo modo el intelecto no está por encima por encima de los sentidos, sino que vive 59 en ellos, animándolos, inspirándolos y guiándolos. Por eso cuando la imaginación produce su imágen, no lo hace solo para el intelecto, sino también bajo su guía e inspiración inconsciente, de un modo parecido a como todas las células de un ser viviente operan bajo la dirección inconsciente del principio vital. El intelecto en cuanto dirige inconscientemente la construcción de la imagen, recibe el nombre de intelecto agente. Esta cooperación vital e inconsciente en la construcción de la imagen hace que el intelecto “viva”, “ejercite”, conozca inconscientemente la estructura esencial, la figura universal de la imagen. Esta impresión inteligible inconsciente es pronunciada, expresada, afirmada en y por el intelecto posible, volviéndose de este modo “expresión”, palabra mental, concepto o idea afirmada. 3. El intelecto es también de cierto modo la causa eficiente de los sentidos. Esto tampoco ha de ser tomado en sentido literal. Con todo podemos decir que el intelecto pone fuera de sí, produce los sentidos por cierta forma de emanación, siendo éste el único modo posible por el cual una potencia espiritual puede ponerse en contacto con la realidad material. Este modo general de ponerse en contacto con el mundo, debe ser especificado por los datos definidos y concretos, reunidos por los sentidos, centralizados por la imaginación o por la potencia cogitativa. Así la imagen es la especificación de la mirada del hombre sobre el munda material. El intelecto nos da el aspecto universal, los sentidos lo restringen y aplican a un indiviuo particular. ¿Penetra nuestra inteligencia por medio de sus ideas en la esenia de los objetos materiales?. Sí, en cierto sentido. Pero no en el sentido de un conocimiento que abarque todo lo que puede ser conocido del objeto. Este conocimiento lo adquirimos gradualmente por el conocimiento cuotidiano y la investigación cientifica. 60 Lo que nuestra inteligencia conoce sobre el objeto es su “quididad”, “lo que es”. En este conocimiento solemos proceder de lo más general a lo más específico. CONOCIMIENTO ANALOGICO DE LAS REALIDADES INMATERIALES Toda idea universal se refiere a “algo que afecta a nuestros sentidos”: al ser. Qué es este ser al que en última instancia se refieren todos los datos sensitivos?. Es siempre una realidad cuantitativa y por eso la unidad del ser al que hace referencia la multiplicidad de los sentidos parece ser la unidad del ser cuantitativo. Esta es la posición de Kant y de los agnosticos. Afirman que la unidad del ser al que en última instancia se refiere todo nuestro conocimiento, es la unidad del ser cuantitativo y que nuestro intelecto no puede ir más allá de esta unidad, que es incapaz de alcanzar las realidades inmateriales, tales como el alma humana y Dios. Pero la unidad más alta de nuestro intelecto se eleva muy por encima del ser material y cuantitativo, hacia la suprema unidad del ser, de Dios mismo. En otras palabras nuestra humana, en cuanto es una facultad espirutal, refiere todos los objetos que conoce al Ser Infinito. En este punto Santo Tomás introduce una distinción importante entre lo que nuestros conceptos representan y lo que signigican, entre su elemento representativo y su elemento significativo. Nuestros conceptos sólo pueden representar seres materiales, en cambio pueden significar objetos inmateriales. 61 Representar significa: retratar por medio de las notas distintivas o características. Significar quiere decir: tender, dirigirse a, afirmar. Cuando distinguimos entre “lo que es representado” y “lo que es significado”, queremos decir que el objeto al que tendemos, que queremos afirmar, no es necesariamente el mismo que se representa nuestra mente. Así cuando forjamos el concpeto de alma, podemos observar en nuestra conciencia una figura, una representación de cierta realidad material. Con todo aún valiéndose de esta imagen, tenemos conciencia de que no es correcta, que no corresponde con lo que realmente el alma es. Sabemos que el alma es inmaterial, aunque nos la representemos por medio de una imagen material. Significamos, tendemos, hacioa lago diferente de aquello que representamos, de la figura que nos hacemos en nuestra mente. Pero si la representación es tan inadecuada, por que la utilizamos?. Por que no somos espiritus puros, por que necesitamos de las imagenes, de las representaciones, para cada uno de nuestros pensamientos y por que estas figuras son parcialmente correctas. Nos figuramos el alma como una realidad sutil que penetra con todo nuestro cuerpo, lo “informa”, lo “anima”. La prepresentación es parcialmente correcta. Pero el alma no penetra nuestro cuerpo como un fluido sutil. La representación es parcialemente falsa. Este es el significado del conocimiento analógico. En el conocimiento analógico de la realidad inmaterial, nos valemos de representaciones materiales. Nuestra representación es parcialmente verdadera y parcialmente falsa. Y lo que significamos implica afirmación, negación y trascendencia. En verdad queremos signifcar que el alma se compenetra con todo el cuerpo (afirmación), sin embargo, no a la manera de un fluido (negación), sino de un perfecto e inmaterial (trascendencia). 62 De un modo semejante conocemos a Dios. No conocemos a Dios directamente sino por medio de sus efectos. Entre los efectos y Dios mismo, hay una relación. Sin embargo los conceptos que expresan a Dios y sus efectos, no pueden ser unívocos, no pueden aplicarse a Dios y a sus creaturas con el mismo significado. Tampoco estos conceptos son equívocos, su significado no es enteramente diferente. Son análogos, se aplican a Dios y a sus creaturas parcialmente con un significado y parcialmente con otro significado. Así podemos decir de Dios que es un ser, que no es un ser y que es un super ser. En cierto sentido las tres afirmaciones son verdaderas y nos muestran los tres pasos de nuestros conocimiento de las realidades inmateriales: afirmación, negación y trascendencia. Cuando conocemos a Dios tenemos en nuestra mente la representación de un ser: Dios es un ser. Pero esta representación viene de una imagen, es la representación de un ser material y por eso no puede aplicarse verdaderamente a Dios: Dios no es un ser. Con todo, tenemos que valernosde una representación si queremos conocer a Dios. Lo que es representado en nuestro concepto de Dios es una realidad material, lo que es significado trasciende toda realidad material. Nuestra representación de Dios esta muy lejos de que Dios es, pero lo que queremos significar es realmente el SER INFINITO. Vimos que nuestro conocimiento analógico de Dios supone en nuestra mente una representación de Dios que debe ser corregida. Pero ¿cómo podemos corregir esta representación si no tenemos otra representación que sea correcta?. Cada una de las correcciones que hacemos en 63 nuestras representaciones de Dios parece suponer el conocimiento exacto de Dios. Esta es una dificultad seria contra la teoría de la analogía y que no se resuelve si la inteligencia es concebida como una facultad estática, como una ventana abierta hacia el mundo de la realidad inteligible, como una cámara que recibe pasivamente la impresión de la realidad. Pero nuestra inteligencia es una facultad dinámica, es decir una facultad que tiende activamente hacia su objeto, hacia el conocimiento, la verdad, la inteligibilidad. Tenemos conciencia de esta tendencia en cada una de nuestras operaciones intelectuales. Esta tendencia no es un apetito elícito, sino natural, es decir un apetito que no viene precedido de conocimiento4. Todo acto de conocimiento es un pasaje de la potencia al acto, un movimiento real. Pero todo movimiento real tiene un término: la verdad. Nuestra inteligencia tiende más allá de ellos hacia un fin último que la sacie plenamente. Cual es el fin último de nuestra inteligencia?. Si examinamos este apetito de nuestra inteligencia notaremos que todo objeto finito no la sacia, precisamente en razón de su limitación. Es la limitación como tal la que impide que nuestra inteligencia encuentre perfecta satisfacción en cada uno de sus objetos. Un limite solamente puede ser conocido como tal por alguien que actual o potencialmente, de hecho o de deseo, sea capaz de trascender este límite. 4 Puede plantearse una objección contra la naturaleza dinámica de nuestra inteligencia. El objetante puede notar que el tender pertenece al apetito, no al conocimiento. Esto vale plenamente para todo apetito ilícito. Pero todos los objetos en la naturaleza tienen un apetito natural y ésto también se aplica a nuestra inteligencia. Para ser más exactos diríamos que no es la inteligencia sino el hombre mismo el que tiende hacia el conocimiento con apetito ilícito con su voluntad, con apetito natural por medio de su inteligencia. En cuanto el hombre es un ser dotado de una inteligencia inmaterial, tiende naturalmente, inconscientemente hacia la posesión de toda la verdad. 64 Como consecuencia, podemos decir que la aspiración más profunda de nuestra inteligencia la lleva más allá de todo límite de espacio y de tiempo, más allá de toda finitud, hacia el Ser sin limites. Y éste es precisamente el modo como conocemos a Dios. No por medio de un concepto común, sino como el termino hacia el que en todo acto de conocimiento singular, tiende nuestra inteligencia. Punto delicado del conocimiento analógico: podemos comparar verdaderamente a Dios con las creaturas sin conocer directamente a Dios en si mismo?. Supongamos que una relación definida vincula a Dios con las creaturas y que esta relación como tal nos sea conocida en su término inferior; entonces conociendo el termino inferior como relativo, también podemos tener una noción del termino superior. Conocemos a las creaturas como relativas, como contingentes, respecto a un Principio absoluto Necesario, y por este camino - y solo por él -, conocemos a Dios. Nuestra ideas universales, el conocimiento de la verdad nos ponen implícitamente en contacto con el Acto Puro. La demostración de la existencia de Diosconsiste precisamente en hacer explícito lo que está implícito en todo acto de conocimiento; expresa en conceptos lo que afirmamos a través de nuestra actividad intelectual. El punto capital de cada una de estas demostraciones es el principio de causalidad metafísica, que establece que todo ser que no existe por si mismo depende del Ser Auto-existente; o el principio de razón suficiente, que afirma que todo lo que no es inteligible por si 65 mismo, se vuelve inteligible por su relación con lo que tiene inteligibilidad en si mismo5. 5 El hecho de que nuestra inteligencia tienda hacia Dios implica la real existencia de Dios?. Aunque este problema pertenece propiamente a la Teología natural, trataremos de responder brevemente. La tendencia de nuestro intelecto es una tendencia natural, independiente de nuestra voluntad. Esta tendencia no puede dirigirse hacia lo imposible. Una tendencia natural hacia lo imposible sería un absurdo. De aquí podemos concluir que el Ser sin limites, el Acto Puro, es posible. Pero el Acto Puro es posible, si y solamente si existe. Luego el Acto Puro existe. 66 CUESTIONARIO 1. Què es la antropologìa cultural. 2. Cuàl es la diferencia de la antropologìa cultural con la filosofia y las otras ciencias. 3. Explique la concepciòn humanista, funcional y trascendental de la cultura. 4. Què es el mito, la ciencia y la historia. 5. Explique las diferencias entre: lenguaje, tècnica y arte. 6. Dentro de las operaciones culturales explique el significado que hay entre familia y sociedad. 7. Diferencia entre magia e idolatrìa. 8. Què es el simbolo. 9. Por què el hombre es un vehìculo simbòlico. 10 Explique en què consiste la estructura simbòlica de la corporeidad. 11 Significado del arte y de la tècnica. 12 Què es la analogìa y como conocer cosas inmateriales, partiendo de realidades materiales. 13 Importancia de la antropologìa cultural en la filosofia. 14 Haga un breve anàlisis de la cultura en nuestro paìs. 15 Conclusiones pràcticas del tratado de antropologìa cultural. 67