“Yo tenía ocho años y un día mis padrinos le pidieron a mis padres, que eran muy pobres permiso para llevarme a la ciudad, con la promesa de brindarme techo, comida, estudio, y trabajo. Yo recuerdo que lloré mucho porque no quería ir, pero no tenía otra alternativa. Desde que llegué mi madrina comenzó a enseñarme los oficios de la casa, me golpeaba porque me demoraba mucho tiempo en aprender. Me mandaban a dormir en un cuarto separado del resto de la casa. En las noches, mi padrino iba hasta mi cuarto, con el hijo más grande que tenía 15 años, para enseñarle cómo tener sexo conmigo, yo gritaba mucho, mi madrina escuchaba mis gritos pero nunca vino en mi auxilio…” Los gritos, el dolor, la soledad de esta pequeña niña, que desde su más temprana edad conoció el horror de la trata de personas, es un grito silencioso y silenciado, que abraza el mundo, en una espiral de violencia y degradación, que clama al cielo. La esclavitud no ha terminado, se ha refinado, se ha sofisticado hoy a través de las nuevas tecnologías de la comunicación, de las redes sociales, del libre mercado, de la globalización, de la mercantilización del ser humano. Cada día a lo ancho y largo del mundo, miles de personas están atrapadas, convertidas en objetos de compra-venta, por una devastadora práctica, que en palabras del Papa Francisco es la “Esclavitud del siglo XXI la trata de personas”. Los niños-niñas, adolescentes y jóvenes, hombres y mujeres son víctimas de diversas formas de sometimiento y explotación desde el reclutamiento ilegal de menores de edad para los grupos armados o para la venta y consumo de sustancias psicoactivas, la mendicidad ajena, hasta la extracción ilegal de órganos, pasando por las diversas formas de explotación del trabajo ajeno, en el servicio doméstico, la minería ilegal, los campos agrícolas, las fábricas y talleres clandestinos y en las mil formas de explotación sexual comercial. Sin embargo a la hora de establecer estadísticas reales se tropieza con múltiples limitaciones por cuanto el fenómeno de la Trata es una práctica que permanece invisibilizada, desconocida, tolerada culturalmente, con muy pocos casos judicializados y escasas denuncias, por cuanto las víctimas son amenazadas, siente miedo o vergüenza, no saben a quién acudir o no creen en las autoridades competentes. RESPUESTA DE LA VIDA CONSAGRADA: Frente a esta vergonzosa práctica, como afirma el Papa Francisco: “en una sociedad que se dice civilizada”, la vida consagrada del mundo ha sido convocada desde el año 2008, gracias a la sensibilidad y vocación profética de la Hermana Eugenia Bonneti, religiosa Consolata, a optimizar sus recursos humanos y logísticos, la fuerza de sus carismas fundacionales, en contra de este fenómeno que “es una llaga en el cuerpo de la humanidad, una herida en el carne de Cristo, un crimen contra la humanidad”, como sigue diciendo el Papa. Se trata del Movimiento Internacional “Talitha Kum”, presente en los cinco continentes, en 75 países y en 22 Redes nacionales y/o continentales que con la Espiritualidad del Buen Samaritano, quieren ser las manos, el corazón, la voz de Cristo Jesús, en favor de las víctimas, convirtiéndose así, en una muralla humana, que sensibiliza, investiga, previene, denuncia y se articula con otras instancias eclesiales y organizaciones de la sociedad civil para hacer frente a este delito del crimen nacional e internacional organizado. Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, han hecho una opción a nivel nacional e internacional, de sumarse a esta lucha, realizando jornadas pedagógicas con religiosas, Agentes de Pastoral, docentes, estudiantes, Padres de familia y organizaciones de base, con la clara conciencia de que sólo juntos y articulados, animados por la mística que brota del Evangelio de la Vida, podemos enfrentar este fenómeno que viola masivamente los derechos humanos fundamentales. Desde la red “Defensores de vidas” de las Hijas de la Caridad de la Provincia “La Milagrosa” hacemos un llamado a toda los estamentos eclesiales y civiles a sumarse a esta urgencia en favor de la vida y la dignidad. El lema de nuestra campaña es: LA TRATA DE PERSONAS EXISTE. IGNORARLA ES FAVORECERLA. El 18 de diciembre de 2013, en la décima séptima sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU, se reitera la enérgica condena de todos los Estados miembros contra la Trata de personas, especialmente de mujeres y niños-niñas como uno de los grandes desafíos que enfrenta la comunidad internacional, a pesar de los esfuerzos realizados desde el año 2000, a partir del protocolo de Palermo. En el Mensaje el Secretario General de la ONU reconoce la trata de seres humanos, como “una industria mundial despiadada que niega a las víctimas sus derechos y su dignidad y genera miles de millones de dólares para las redes de la delincuencia organizada. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños vulnerables, engañados para hacerles emprender una vida de sufrimiento y explotación en condiciones similares a la esclavitud. Dadas estas consideraciones declara, que a partir de 2014, se celebrará, el 30 de julio, como DIA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS, como un vehemente llamamiento a la acción para poner fin a este delito, dar esperanza a las víctimas, que a menudo viven entre nosotros sin ser reconocidas y poner fin a los traficantes cortando sus canales de financiación e incautando sus activos. ¿QUE PODEMOS HACER NOSOTROS COMO IGLESIA? 1.- Visibilizar por todos los medios que estén a nuestra alcance esta práctica en nuestros entornos familiares, sociales, comunitarios. 2.- El Voz a Voz la estrategia más efectiva: Pase la voz, no se calle, La trata de personas existe y puede estar muy cerca de nosotros. 3.- Generando estrategias con nuestros vecinos, creando redes de voluntarios, que estén alerta a cualquier movimiento sospechoso. 4.- Enseñar a los niños-niñas adolescentes a auto-protegerse, a denunciar la presencia de personas extraños, las propuestas engañosas que puedan recibir. 5.- A programar a nivel Parroquial, actividades litúrgicas, vigilias de oración, talleres para estudiar el tema y su incidencia en la comunidad. 6.- Organizar en los centros educativos y universidades cineforos, debates, marchas, obras de teatro, carteles, volantes, actividades lúdicas y deportivas para decirle NO A LA TRATA DE PERSONAS. 7.- Enviar a través de sus contactos, en las redes sociales CONTRAMENSAJES que contrarresten las propuestas que los tratantes hacen circular en el ciberespacio. 8.- Unirse a las actividades que a nivel nacional propongan las organizaciones sociales de lucha contra la Trata como la Fundación Esperanza, la Red Tamar, la red Kawsay- defensores de vidas, la Conferencia Episcopal de Colombia, el Secretariado de Pastoral social. 9.- Diseñar programas radiales o televisivos que muestren el fenómeno, sus alcances, las modalidades, sus modos operandi y la normatividad vigente en Colombia y en el mundo. 10.- Acceder a videos, documentales, historias de vida, que circulan por internet y divulgarlos masivamente. 11.- Realizar con los niños (as) de los grupos parroquiales jornadas festivas sobre el valor de la vida, el derecho a soñar, a ser feliz, y aprender a tomar decisiones. 12.- Diseñar el Muro de la libertad en un espacio público donde las personas se expresen libremente a favor de la vida y en contra de la Trata de personas. 13.- Unirse a la red de voluntarios defensores de vidas: Súmese a la red de voluntarios Defensores de Vidas Contáctenos: Facebook: /a la trata digo no Twitter: @a la trata digo no Sor Genoveva Nieto Guerrero HC Fijo: 244-29-64 Móvil: 3214751206 [email protected] El Movimiento Internacional de la Vida Consagrada, Talitha Kum comprometido en la lucha contra la Trata de personas, la Red “defensores de vidas” de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y la Red Tamar de la Conferencia de Religiosos de Colombia, estuvieron presente en este magno encuentro, en la Animación del taller contra la Trata de personas. En sintonía con la dinámica del Congreso, 35 participantes religiosos y religiosas procedentes de Italia, España, Estados Unidos, Brasil, México, Uruguay, Argentina, Honduras, Venezuela, Ecuador, Perú y Colombia, estuvieron reunidos en las tres jornadas de las tardes, para reflexionar juntos en torno a los clamores, las convicciones y los compromisos que la trata de personas, le plantea a la Vida Consagrada de América Latina y el Caribe, estas son algunas de sus conclusiones: CLAMORES: 1.- La Trata de personas es un fenómeno global que tiene rostros culturales propios, que es necesario identificar y encontrar a través de un trabajo intercongregacional, internacional e interdisciplinar estrategias concretas para visibilizarlo, comprenderlo y erradicarlo. 2.- La Vida es sagrada, su defensa y su promoción es un imperativo ético impostergable que nos incumbe a todos como personas y como discípulosmisioneros de Jesús. 3.- La dimensión profética de la Vida Consagrada es una exigencia fundamental del seguimiento de Cristo, que nos urge a salir a las periferias existenciales, donde la vida clama porque está amenazada y profanada. CONVICCIONES: 1.- Toda persona es hijo/Hija de Dios, mi hermano/hermana. Tiene derecho a una vida plena: justa, libre, digna y feliz. 2.- “La Trata de personas, es una herida abierta en el cuerpo de Cristo” La indiferencia, el miedo y el silencio de la Vida Consagrada frente a esta dolorosa realidad, es un pecado de omisión, que nos desafía actuar con audacia profética y misionera. 3.- La fuerza germinal de lo pequeño hace posible la defensa de la vida, genera esperanza, empodera, nos permite sentir el dolor del otro/a, permite escuchar sin juzgar, acompañar y prevenir todo lo que atenta contra la vida en todos los ámbitos. COMPROMISOS: 1.-Formarnos integralmente para incidir proféticamente y asumir a nivel personal, comunitario y congregacional la erradicación de la Trata de personas. 2.- Visibilizar el fenómeno de la Trata de personas, identificando sus causas, consecuencias, modalidades, indicadores en los distintos contextos culturales donde nos movemos, para crear conciencia, sensibilizar, prevenir y denunciar este delito. 3.- Articularnos con las redes de la Vida Consagrada del mundo, de América Latina y el Caribe a través de las Conferencias Nacionales de Religiosos, de las Conferencias Episcopales, de las instancias eclesiales y civiles para incidir políticamente y atender a las víctimas. Fraternalmente, Sor Genoveva Nieto G Hija de la Caridad. Red Kawsay” Defensores de vidas.