Sociedad Española de Inmunología (SEI) Presidente: Vicepresidente: Secretario: Tesorero: Dolores Jaraquemada José Antonio Brieva Margarita del Val Rafael Solana Vocales: Eduardo López Cecilia Muñoz Marcos López Manuel Muro Oscar de la Calle Paloma Sánchez-Mateos Ilmo. Sr. D. José Javier Castrodeza Director General de Ordenación Profesional MINISTERIO DE SANIDAD SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD Madrid, 8 de agosto de 2012 Ilmo. Sr. La junta directiva de la Sociedad Española de Inmunología, órgano de representación profesional de los inmunólogos españoles, desea transmitir el profundo malestar y descontento que existe entre sus socios por el anteproyecto del Real Decreto de Troncalidad. Consideramos que el borrador actual propone un modelo de formación troncal que proporcionará una formación deficitaria y mermará enormemente las capacidades y desarrollo profesional de los futuros especialistas en Inmunología. Creemos que, en contraposición a la enorme relevancia del Real Decreto y su previsible vigencia prolongada, las consideraciones de los profesionales actuales de la Inmunología no han sido suficientemente atendidas en el anteproyecto. La Inmunología no es una especialidad exclusivamente de laboratorio, ya que sus profesionales médicos están desarrollando una actividad médico-clínica importante y creciente. Sin embargo Inmunología ha sido incluida en el Tronco de Laboratorio y Diagnóstico Clínico, que tiene actualmente un diseño único de Laboratorio. Esta adscripción contrasta con el estado actual de los conocimientos de esta disciplina científico-médica, que está contribuyendo de manera sustancial al entendimiento de la etiopatogenia de numerosas enfermedades, su diagnóstico y el desarrollo de terapias inmunoduladoras tan relevantes como las terapias biológicas que requieren una aplicación ajustada y personalizada a cada paciente. Para aprovechar al máximo este conocimiento en beneficio del enfermo es necesario contar con Inmunólogos Clínicos consultores, bien formados en su ciencia. La transversalidad de la Inmunología hace imposible que otros especialistas médicos desarrollen la necesaria visión global e integradora de conocimientos médicos y biológicos en Inmunología. En opinión de los profesionales, el modelo de formación troncal propuesto no solo no va a contribuir a mejorar la aplicación de este conocimiento al proceso asistencial, si no que va a comprometer su incorporación plena y coste-efectiva. Este modelo contrasta sobremanera además con los programas formativos en Inmunología Clínica vigentes en países de nuestro entorno, como Gran Bretaña, Alemania o Italia donde la Inmunología es una especialidad mixta, clínica y de laboratorio. El anteproyecto del RD no es tampoco adecuado en cuanto a la formación de los inmunólogos de otras licenciaturas (Biólogos, Bioquímicos y Farmacéuticos). Este propone la creación de un tronco común de Laboratorio y Diagnóstico Clínico en el que se formarían los profesionales que han de realizar las pruebas diagnósticas de laboratorio. El RD regula una formación polivalente inicial (primeros dos años de tronco común) para adquirir las competencias polivalentes propias de dicho tronco (competencias troncales) y, 1 posteriormente, desarrollar la formación específica en Inmunología (siguientes 2 años). Las unidades docentes de Inmunología cuestionan que esos dos años aporten una suficiente formación para que la realización de pruebas diagnósticas inmunológicas se pueda hacer con las necesarias garantías técnicocientíficas que exige este laboratorio altamente especializado. Además, este diseño formativo propone la formación de profesionales que tras el periodo formativo troncal continúen el desarrollo de una formación polivalente durante la fase formativa específica (Análisis Clínicos). Es decir, que las fases específicas de formación sólo se desarrollarían plenamente para las especialidades de Bioquímica, Microbiología e Inmunología. A nuestro entender habrían de suprimirse las diferencias en cuanto a la multifuncionalidad de las especialidades participantes en el tronco. Un profesional de laboratorio que sepa un “poco de todo”, podría tener cabida en laboratorios de hospitales comarcales o de primera atención, pero no debería sustituir a un especialista que sepa “adecuadamente de algo” en un hospital terciario. De ocurrir esto, se producirá una disminución ostensible de la calidad asistencial especializada. Si se pretende mantener una formación multivalente, sería más razonable que Inmunología, Microbiología y Bioquímica Clínica pasaran a ser super-especialidades a hacer después de tener el título de especialista de laboratorio, y restringir claramente las competencias del profesional exclusivamente multivalente y de la estructura de laboratorio en la que puede ejercer su profesión. Estas opciones tranquilizarían además a los especialistas actuales, y permitirían que la aplicación del RD no dé lugar a un conflicto generalizado entre especialidades. Le saludan atentamente Dr José A Brieva Vice-presidente de la Sociedad Española de Inmunología Dr. Eduardo López Granados Médico Especialista en Inmunología Vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Inmunología 2