Democracia y tecnología en la sociedad del riesgo

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Democracia y tecnología en la sociedad del riesgo
Tomeu Sales Gelabert
Resumen
En la presente comunicación, en primer lugar intentaremos discernir el concepto
de “ sociedad del riesgo” y el uso que se hace tanto desde la sociología, como la
filosofía de la ciencia y la filosofía política, yendo de la mano de Ulrich Beck. A
continuación pasaremos a concretar los conceptos de “peligro” ,“riesgo” e
“incertidumbre”, tanto en la sociedad industrial clásica como en la sociedad del riesgo,
haciendo especial énfasis en los nuevos riesgos o “riesgos indeterminados” que
aparecen hacia la mitad del s.XX de la mano del cambio tecnológico. En tercer lugar,
introduciremos el concepto beckiano de “ irresponsabilidad organizada” que utiliza para
caracterizar la situación actual, donde el sistema jurídico y político, con el principio de
responsabilidad individual, legitiman y permiten la producción de riesgos por parte de
las industrias contaminantes. En cuarto lugar, expondremos las propuestas de Beck de
“ilustración ecológica” para hacer frente a las situaciones de riesgo e incertidumbre de
nuestra sociedad, oponiéndose a las soluciones “tecnocráticas”. He aquí, donde
aparecerán conceptos tales como“subpolítica” y “comunidades de riesgo”.
<<sociedad
del riesgo>>, <<riesgo>>, <<globalización>>,
<< modernidad reflexiva>>, << subpolítica>>.
Abstrat
<<irresponsabilidad
organizada>>,
In the present communication we will first try to discern the concept of “risk
society” and the use sociology, philosophy of science and political philosophy have
made of it, following Ulrich Beck. Thereafter we will specify the concepts of “danger”,
“risk” and “uncertainty”, both in classical industrial society and in the risk society. We
will place a special emphasis on the new risks or “undetermined risks” that appeared
towards the mid XX century, owing to technological change. Third, we will introduce
the Beckian concept of “organized irresponsibility”, used to characterize the present
situation, in which juridical and political systems, upholding the individual
responsibility principle, legitimize and allow contaminating industries to create risks.
Fourth, we will present Beck’s proposals of “ecological illustration” to deal with our
society’s situations of risk and uncertainty, opposing “technocratic” solutions. Here is
where concepts such as “subpolitics” and “risk communities” appear.
<<risk society>>, <<risk>>, <<globalization>>, <<organized irresponsibility>>,
<<reflective modernity>>, <<subpolitics>>
I Hacia el concepto de sociedad del riesgo
El concepto de “ sociedad del riesgo” se incorpora a la reflexión académica de la
mano de Ulrich Beck en 1986 con la publicación de su obra La sociedad del riesgo.
Hacia una nueva modernidad. No es que antes, no se hubiese hablado de riesgo .En la
década de los 70 hay una prolífera bibliografía sobre los riesgos en el mundo económico
1
empresarial, y en el mundo de la antropología, en 1982, Mary Douglas y Wildavsky1,
nos proporcionan un interesante acercamiento a la estrecha relación entre cultura y
riesgo en diferentes sociedades premodernas. Pero es Beck, que introduce el concepto
de “sociedad del riesgo” para referirse a una nueva forma de organización y
estructuración de la sociedad, que empieza a emerger a finales de la década de los 70, en
todos sus niveles; técnico- productivo, social y cultural.
Somos conscientes de que las sociedades son complejos heterogéneos que
escapan de cualquier intento de sistematización a partir de principios unitarios y
omniabarcantes( RAMOS, R., 2004; 37). Por tanto, si hablamos de “ sociedad del
riesgo” nos referimos a una particular configuración de la sociedad que está acaeciendo,
haciendo especial énfasis en la transformación social que han supuesto la aparición de
los macropeligros ( atómicos, químicos, ecológicos, genéticos). Ello ha supuesto una
nueva estructuración social, la emergencia de nuevos conflictos sociales, y la aparición
de nuevos sujetos o actores sociales con una determinada cultura política. Ello sin el
más mínimo cambio institucional o del sistema político, lo cual provoca una situación
paradójica y disfuncional, que Beck recoge bajo el concepto de “ irresponsabilidad
organizada”.
Por tanto se habla de “ sociedad del riesgo”, como se podría hablar de “ sociedad
de la información”,“ sociedad de clases”, o “sociedad de la incertidumbre” para referirse
adecuadamente a la sociedad actual. Si optamos por el calificativo “de riesgo” es
porque creemos que los conflictos y las nuevas estructuraciones que emergen o pueden
emerger de los nuevos riesgos van a marcar el futuro de la sociedad como un todo. Ello
no quita que, los conflictos o la estructuración social de la sociedad industrial y de
clases haya desaparecido o tenga visos de desaparecer. Beck lo tiene presente, aunque a
veces parece que se olvida. El que aquí escribe, lo tiene muy en cuenta y cree que la
sociedad de clases, inherente al sistema social y de producción del capitalismo, con la
aparición de los nuevos conflictos y estructuraciones propias de la sociedad del riesgo,
no hacen sino consolidarla, aunque bajo nuevas configuraciones2.
Si nos centramos en la obra de Beck, nos daremos cuenta, y ya desde el principio
de su reflexión sobre la “sociedad del riesgo”, que usa ese concepto de forma un tanto
diferente al uso que hace la bibliografía actual. Su análisis es pluridimensional, es decir,
1
DOUGLAS, M., y, WILDAVSKY, A., Risk and Culture. An essay on the selection of technological
and environmental dangers, Berkeley, 1982, University of California
2
Ver los trabajos sobre justicia ambiental o ecológica que se están haciendo.
2
analiza la “sociedad del riesgo” desde la dimensión técnico- productiva, desde la
dimensión más propiamente sociológica, y desde la dimensión de la ciencia, la política
y las instituciones administrativas. Por eso, se puede caer en el error fácilmente, cuando
se estudia una de estas dimensiones como si fuese la única a la hora de estructurar la
sociedad, lo cual Beck no ha hecho nunca, aunque alguno de sus críticos sí. Desde la
Filosofía de la ciencia o desde posturas ecologistas o ambientalistas, siempre se asocia
la “sociedad del riesgo” a la crítica de los nuevos riesgos que encarnan los
macropeligros tecnológicos3. Pero esto, en Beck, solo es una cara de la poliédrica
sociedad del riesgo. Otra cara principal viene representada por la intensificación del
proceso de “individualización institucionalizada”.Este concepto hace referencia a dos
procesos interconectados y que a veces se solapan: la pérdida de valor de las fuentes de
sentido de la sociedad industrial ( la nación, la clase, la comunidad, el partido.) y por
otro la desaparición de la “ biografía normal”, es decir, la desaparición de formas de
vida estandarizadas y compartidas por los individuos que configuraban diversas
colectividades. Todo ello combinado con una proliferación de la regulación por parte
del Estado, ha hecho que Beck hable de “individuo institucionalizado”. Se trata del
Beck más sociológico y aquí habla de “riesgo” en sentido más social; el riesgo viene
representado
por
la
biografía
hágalo-usted-mismo
que
implica
este
nuevo
individualismo, y la posibilidad de autoconfigurarse que va desde la anomia hacia la
autonomía4.
Y en último término, otra cara principal de la sociedad del riesgo, y que
últimamente es más explotada por Beck, es el análisis de las transformaciones del
Estado nacional en Estado transnacional, los procesos de globalización económica
neoliberal, la posibilidad de configuración de un nuevo contra-poder mundial frente al
poder económico mundial y el terrorismo internacional. Estos procesos abren
novedosos conflictos y riesgos a los que tenemos que hacer frente. Se trata del Beck
más político, y habla de riesgos en un sentido, que nosotros llamaremos, cosmopolita5.
3
Las obras fundamentales al respecto son : BECK, U., Las políticas ecológicas en la edad del riesgo.
Barcelona, 1998, Roure ( original 1988); BECK, U., La sociedad del riesgo. Hacia una nueva
modernidad. Barcelona, 1998, Paidós ( original 1986) ; BECK, U., La sociedad del riesgo global.
Madrid, 2002, Siglo XXI.
4
Las obras fundamentales al respecto son: BECK, U., La sociedad del riesgo. Hacia una nueva
modernidad .Barcelona, 1998, Paidós ( original 1986) ; BECK, U., BECK- GERSHEIM,E., La
individualización. El individualismo institucionalizado y sus consecuencias sociales y políticas.
Barcelona, 2003, Paidós ( Conjunto de artículos de finales de la década de los 80 y principios de los 90);
BECK, U., y BECK-GERNSHEIM,E., El normal caos del amor. Barcelona, 2001, Paidós- Roure.
5
Las obras fundamentales al respecto son: BECK, U., ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo,
respuestas a la globalización. Barcelona, 1998, Paidós; BECK, U., Poder y Contra-poder en la era
3
Cuando
intentemos
definir
los
conceptos
de
“riesgo”,
“peligro”
y
“incertidumbre”, estos se refieren tanto a los riesgos técnico-industriales, a los sociales
como a los cosmopolitas, aunque en el presente trabajo nos centraremos en la dimensión
analítica de los riesgos técnico- industriales.
La sociedad industrial clásica era la realización de la primera modernidad, o
modernidad simple. Ésta, era el marco discursivo, normativo y legitimador de las
instituciones de la sociedad industrial clásica tales como : el Estado- Nación, la clase, la
familia o la ciencia. El principio de estratificación y de demarcación de los diferentes
conflictos sociales, podríamos decir (simplificando) que venia representado por el
reparto de la riqueza producida socialmente. Las instituciones, tales como el Estado, los
empresarios, los partidos políticos, los sindicatos, la familia... jugaban un papel central
y se posicionaban en razón de un repartimiento más o menos equitativo de la riqueza. El
marco discursivo venia representado por el ideal de progreso del bienestar social y de la
ciencia, el principio de aplicación de la tecnología a la producción, el ideal de a más
producción más bienestar social, la idea de justicia social, la idea de que el hombre
ejerce su actividad en el ámbito de la producción y la mujer aunque puede optar a ello,
tiene su reino en el ámbito de la reproducción.... A esto
llama Beck primera
Modernidad o Modernidad simple: una serie de ideas, ideales, normas y principios que
legitiman y justifican la sociedad industrial clásica, sus instituciones y sujetos políticos.
El cambio social desde una sociedad industrial clásica a una sociedad del riesgo,
no es provocado ni por una revolución ( donde unos sujetos políticos intencionalmente
intentan cambiar las instituciones sociales) ni porque las instituciones de la sociedad
industrial se hayan vuelto disfuncionales. Todo lo contrario, el cambio proviene, dice
Beck, del éxito de las instituciones de la primera modernidad; por tanto es un cambio
sin ninguna intencionalidad por parte de sujeto político alguno. Son las propias
instituciones de la sociedad industrial, que en su proceso de producción y distribución
de riquezas, han provocado de forma no querida e inconsciente la aparición de “nuevos
riesgos”, respecto a los cuales son incapaces de gestionar, o distribuir. Más adelante nos
centraremos en la naturaleza de estos nuevos riesgos y la novedad que presentan
respecto a los riesgos de la sociedad industrial. Ahora lo que nos interesa es poner de
manifiesto que la producción continuada de “riesgos” como la cara oculta e inconsciente
del proceso de producción de riquezas, ha provocado la aparición de un nuevo principio
global. La nueva economía política mundial. Barcelona, 2004, Paidós. ; BECK, U., La mirada
cosmopolita o la guerra es la paz. Barcelona, 2005, Paidós.
4
estructurador y que funciona como principio de demarcación de nuevos conflictos
sociales : la lógica de la distribución de “riesgos”, “ males” o “ peligros”
(BECK,U.,1998;25).Este nuevo principio, configura la sociedad del riesgo. El marco
normativo, discursivo y de legitimación, deja de ser el de la primera Modernidad y pasa
a ser el de la segunda Modernidad o Modernidad reflexiva. “Reflexiva” en el sentido
de que la sociedad del riesgo aparece como un “reflejo”, como algo no intencionado, de
la dinámica de la sociedad industrial. Pero también se habla de “ reflexividad” en el
sentido de “ reflexión”, el nuevo marco discursivo que emerge de la sociedad del riesgo,
se cuestiona los fundamentos, instituciones y sujetos de la sociedad del riesgo; se
establece la contingencia, ya no solo en el ámbito social, sino también en el discursivo y
normativo, que llamamos Modernidad reflexiva( BECK, U., 1994).
El peligro radica, según Beck, en que en el plano fáctico la sociedad industrial
ya ha pasado a ser una sociedad del riesgo, mientras que en el plano contrafáctico o
normativo, perviven instituciones y comportamientos que se enmarcan claramente en la
primera Modernidad. Así, aparece la disfuncionalidad de ciertas instituciones y la
confusión en el plano de la opinión pública.
II Hacia una semántica del riesgo.
La amplia literatura actual sobre riesgos, hace que sea en cierta manera difícil
hallar una definición unívoca y universalmente aceptada de lo que se entiende por
riesgo. El concepto “riesgo” se ha vuelto ambivalente, de aquí, que propongamos
dibujar unos mínimos de significación referentes a tal concepto, para poder operar sobre
él, y observar las transformaciones que han acaecido en las últimas décadas.
El término “riesgo” es un término latino, que aparece históricamente a lo largo
del s. XII, XIII en algunas ciudades de la costa italiana, en relación al comercio
marítimo y el desarrollado en tierras lejanas. Este tipo de comercio representaba una
empresa insegura, que requería una estricta planificación, y cuyo final era muchas veces
incierto. La inseguridad de este tipo de comercio fue caracterizándose progresivamente
no como “ peligro”, es decir, como un efecto derivado de amenazas contra las cuales
nada podría hacerse, sino como “riesgo” (LUJÁN, J,L., ECHEVERRÍA, J., 2004; 57).
La “ incertidumbre” es una experiencia subjetiva, que se nos aparece en el
umbral de un conocimiento frágil. Cuando los daños que nos acechan son atribuidos a
fuerzas o entidades externas, que no obedecen a ninguna causalidad, y que se nos
inflingen de forma que no podemos evitar, estamos expuestos al “ peligro”. El peligro
emerge en situaciones de incertidumbre, no depende de nuestras acciones ni decisiones
5
y solo nos podemos enfrentar a él de forma defensiva, ya que es implanificable en su
curso y actuación. Ahora bien, a raíz de la secularización del mundo practicada por la
ciencia, y su principio de causalidad, desde s. XV, progresivamente las situaciones de
peligro pasan a ser conceptualizadas como situaciones de “riesgo”. Por “riesgo”
entendemos la exposición, voluntaria y deliberada, ante un daño, en vista a conseguir un
cierto éxito ( económico, social...). El riesgo nos enmarca en un horizonte ambivalente,
donde los éxitos pueden ir acompañados de fracasos, y todo ello dependerá de la
planificación, el cálculo, y el estado del conocimiento actualmente disponible. Que
actuemos de una o de otra manera, nos expondrá a un tipo de riesgo o a otro diferente.
El riesgo nos remite a la decisión; ya no estamos expuestos a fuerzas o amenazas
exteriores, sino que nos exponemos a tal o cual situación, que puede implicar éxito o
fracaso, de forma voluntaria y elegida. Aunque a veces son otros los que nos exponen a
situaciones de riesgo, y nosotros no tenemos margen para decidir o simplemente no
somos ni conscientes de la exposición al riesgo a la que nos enfrentamos. El riesgo, al
remitir a una decisión, individual o colectiva, está sujeto a las reglas de imputabilidad y
responsabilidad, lo cual no acaecía en el horizonte del peligro. Por otro lado, con el
riesgo se abre un ámbito de muchas posibilidades de actuación, el éxito o el fracaso de
las cuales puede ser calculado y domesticado por el estado del conocimiento actual. He
aquí, que con el riesgo aparece el florecimiento de las matemáticas y de una rama
específica de ésta: la probabilidad. El cálculo de riesgo, nos proporciona un marco de
actuación, que en principio intenta aminorar al máximo los umbrales de incertidumbre,
aunque no consigue hacerlo desaparecer del todo, proporcionándonos más libertad y
autonomía. Estamos en el marco de la Ilustración y la conceptualización del
conocimiento como instrumento para dominar y subyugar a la naturaleza en pro del
bienestar y progreso de la humanidad. En este sentido, se habla del riesgo como la
característica que emerge con el nacimiento de la Modernidad, y lo acompaña a lo largo
de los siglos. Todas las instituciones sociales, políticas y jurídicas de la modernidad y
de la sociedad industrial clásica, pueden leerse en clave de redistribución social de
riesgos, cuya culminación, y con gran acierto podemos decir a estas alturas, es el Estado
del bienestar que nace después de la segunda Guerra Mundial.
Por tanto, si lo que queremos es una semántica del riesgo, podemos decir que
este concepto está constituido por una serie de notas características: remite y hace
referencia a decisiones humanas, por tanto son evitables ( a diferencia de los peligros)
son cuantificables ( por tanto pueden desarrollarse los cálculos de riesgo y los planes de
6
gestión y control de estos), son imputables las
responsabilidades pertinentes y
dependen del conocimiento científico disponible. Estas características nos enmarcan en
un determinado entramado cultural del riesgo (LUJÁN, J,L., ECHEVERRÍA, J.,
2004;53); es decir, un marco cultural y socialmente construido, que nos hace percibir
individual y socialmente un determinado hecho como riesgo o como peligro.
Cuando Beck habla de nuevos riesgos, que han aparecido a raíz del desarrollo de
la tecnología atómica, química o genética, se refiere a que este entramando cultural del
riesgo se desmorona, aunque social e individualmente parezca que aún tiene sentido.
Los nuevos riesgos, que emergen de los macropeligros a los que nos ha expuesto el
desarrollo tecnológico en alianza con el desarrollo industrial, son calificados por
algunos como riesgos indeterminados(BECK, U, 2002; 84). Cuales son las
características de estos? Son imperceptibles por los sentidos humanos, por tanto
dependen del saber científico para su determinación y de una cierta mediación cultural y
simbólica para hacerlos visibles(BECK, U.,1998;286); de aquí el papel central que
juegan los medios de comunicación. Son ilimitables temporal y localmente, por eso, se
caracterizan como riesgos globales, indeterminables nacionalmente, y cuyo efectos
traspasamos, conciente o inconscientemente a las futuras generaciones. Son a menudo
irreversibles, y los efectos de posibles accidentes se tornan incalculables, por estar en
juego la aniquilación de la propia vida en el planeta( BECK, U, 1998; 194) . El
“accidente” pierde su sentido de delimitable, y se convierte en un acontecimiento con
principio, pero sin final, de aquí que se suprimen los estándares de normalidad, los
instrumentos de medida y las bases del cálculo de riesgo. La lógica de la investigación
se invierte: ahora ya no asistimos primero a la experimentación en el laboratorio, y la
aplicación posterior, sino que la comprobación sucede a la aplicación( VV.AA, 1993;
31). El principio de atribución de responsabilidad por las decisiones propias se diluye.
El reconocimiento y la atribución de culpabilidad exige el principio causal de su origen,
el cual es cuestionado, tanto desde la racionalidad científica, hasta por la interacción de
diferentes causas, que hacen indiscernible la responsabilidad individual en diferentes
daños o peligros (BECK, U.,1997; 49).
Por tanto, y recopilando, los riesgos que emergen de las nuevas tecnologías, son
incalculables e indeterminables, cuestionando el entramado cultural del riesgo propio de
la modernidad. Así, algunos autores hablan claramente, ya no de sociedad del riesgo ( si
entendemos el riesgo como algo calculable, determinable e imputable) sino de la
“sociedad de la incertidumbre”( RAMOS, R.,1999). Los “riesgos” se han vuelto
7
“peligros”, invirtiendo el proceso de conceptualización de la modernidad. La
contingencia y la inseguridad se han apoderado de la sociedad en su conjunto, tanto a
nivel técnico-productivo, como social o cultural.
Llegados a este punto, he de señalar que en Beck, el término “ riesgo” se usa a
veces de forma indiferenciada. Unas veces lo usa, siguiendo la significación que hemos
expuesto más arriba como genérica, y a veces no diferencia entre los riesgos propios de
la primera modernidad y los riesgos indeterminados o de la segunda modernidad. Ello
nos puede llevar, al principio, desde una lectura superficial, a denunciar la no
univocidad del término “riesgo” en la obra de Beck, y la confusión que expresa a lo
largo de su obra. Pero en un segundo nivel de reflexión, nos damos cuenta, que aunque
use continuamente analogías entre la sociedad de la edad media, y la sociedad del riesgo
contemporánea, para hacer emerger sus similitudes, para Beck, son más las diferencias
que las similitudes entre ambas sociedades. La base de tal diferenciación se halla en la
conceptualización del “riesgo” como aquello que se refiere a decisiones individuales o
colectivas. Lo que tienen en común los riesgos de la primera modernidad, con los de la
segundad modernidad, y que los diferencia de los peligros de las sociedades
premodernas, es que se atribuyen a la decisión de un sujeto humano. Así, la
indeterminación de los riesgos contemporáneos no les libera de ser imputados a
acciones o decisiones humanas, no son peligros. Aunque la incertidumbre se haya
instalado en el corazón de la sociedad del riesgo global ( ahora hablamos de sociedad
global, porque los nuevos riesgos, al no poder ser determinados territorialmente,
conforman una comunidad de amenaza mundial o comunidad de riesgo global, como
prefiere llamarla Beck), ello no es óbice para resignarnos a los poderes o amenazas
exteriores. Esto seria una actitud poco moderna y no acorde a los principios de la
Ilustración. Por eso, la propuesta de Beck consiste en una mayor radicalización de la
modernidad. Ésta consistirá, primero en denunciar la situación actual como de
“irresponsabilidad organizada”, y el problema tecnocrático que implica ,y en segundo
lugar proponer una estrategia de “ilustración ecológica”, es decir, una profundización
de la democracia participativa en la toma de decisiones técnicas, científicas, industriales
y sociales que configuran a la sociedad, propuesta que viene recogida bajo el concepto
de “ subpolítica”.
III Irresponsabilidad organizada.
Por “ irresponsabilidad organizada” se quiere caracterizar a la sociedad actual,
en el sentido de que los parámetros de control, gestión y atribución de “riesgos” son los
8
propios de la primera modernidad , mientras que los riesgos se han transformado en
riesgos indeterminados. Todo ello maquillado consciente o inconscientemente por el
subsistemas jurídico, el administrativo- político y el científico-técnico ( BECK,
U.,1997). De tal manera, que en la situación actual, concluye Beck, la producción de
daños o riesgos por parte del sistema productivo queda legitimado y justificado ante la
opinión pública, llegando a la situación paradójica en la que las regulaciones sobre los
riesgos no dejan de crecer, mientras que la producción de estos no ha bajado, sino todo
lo contrario, ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas. De esta manera,
estos subsistemas permiten normalizar estos riesgos no calculados( BECK, U., 1997).
¿Como se articula esta situación? Desde el subsistema jurídico, la necesidad de
señalar a un responsable individual, protege a los responsables que habrían de dar
cuenta de sus actos. Cuando una fábrica contamina el medio ambiente, y se pretende
denunciarla, nos encontramos que al estar al lado de muchas más que vierten sus
desechos al medio ambiente, nos es imposible imputarle la responsabilidad de forma
individual por contaminar. La contaminación ambiental es el resultado de la interacción
de acciones individuales, aunque no necesariamente coordinadas, de aquí, la
imposibilidad de aplicar el principio de responsabilidad jurídico. Por tanto, la
contaminación como output del sistema productivo queda no cuestionada, con lo cual,
de forma indirecta queda justificada y legitimada socialmente.
Desde el subsistema administrativo-político, el uso de los instrumentos de
cálculo y control del riesgo, como los umbrales de tolerancia ante ciertas substancias,
haciéndoles depender del conocimiento científico y técnico disponible, no hacen sino
normalizar las situaciones de exposición del riesgo. De esta manera surge la asimetría
de poder inherente a la diferencia entre riesgo y peligro. Como más arriba hemos indica,
el peligro es la exposición a una situación de amenaza que no depende de nuestra
elección y está al libre albedrío de fuerzas externas a nuestra voluntad. Mientras que los
riesgos son situaciones de exposición a daños, que hemos elegido, voluntariamente
nosotros. Así, el subsistema político-administrativo, otorgándose a él y al subsistema
científico-técnico, el poder de definir los umbrales de tolerancia, convierten lo que en
principio son riesgos desde una perspectiva colectiva, en peligros desde una perspectiva
individual. Los ciudadanos percibimos como situaciones de peligro, situaciones que son
fruto de decisiones de otros, por tanto, que son evitables. El paso de la percepción de
peligros en riesgos es lo que determinará la aparición de los conflictos de definición de
riesgos y la oportunidad de articular un nuevo discurso o acción política, la subpolítica.
9
Así, el subsistema administrativo-político, puede articular tres estrategias diferentes
frente a los nuevos riesgos o riesgos indeterminados ; hacerlos invisibles, normalizarlos,
o convertirlos en peligros, por tanto poniendo énfasis en su inevitabilidad.
El subsistema científico-técnico, a lo largo de la segunda modernidad, ha
mantenido su poder y autoridad social , aunque internamente han ido apareciendo
discursos que han cuestionado la fiabilidad y fragilidad del conocimiento científico.
Ello, ha sido abruptamente calificado como problema interno, mientras que de cara a la
sociedad, y en confluencia de la delegación de poderes que le ha hecho el subsistema
político- administrativo, al dejar en sus manos la determinación y caracterización de los
riesgos, ha limitado los debates sobre riesgos a cuestiones puramente técnicas o
científicas. Esta naturalización y ciencificación
de los debates sobre los riesgos
conlleva la consagración de su poder social como subsistema, y la substracción del
poder de decir como se quiere vivir a la sociedad civil ; es decir, hemos caído en una
especie de tecnocracia( BECK,U., 1998; 179) y ha disimulado , sino eliminado, los
conflictos de definición de riesgos. En este conflicto ve Beck la explosividad social y
política de los nuevos riesgos y de la sociedad actual, de aquí que la llame “ sociedad
del riesgo global” ( BECK, U., 2002;89). Convertir las disputas sobre riesgos en
disputas entre expertos ahonda más, si cabe, en la asimetría de poder entre la percepción
de peligro y de riesgo.
En este sentido, Beck critica a ciertos movimientos ecologistas, que al intentar
luchar por aminorar los riesgos y daños medioambientales, reducen las disputas a
disputas entre expertos, naturalizadas y sin la menor conciencia de que cuando se habla
de percepciones de riesgos se necesita una cierta mediación cultural, que tiene que ser
construida por los discursos políticos, para hacer percibir a la sociedad civil ciertos
peligros como riesgos, y por tanto su imputabilidad a alguien y su evitabilidad.
Mientras, los ecologistas no sean conscientes de ello, y dejen de creer que la mera
presentación de la destrucción o el daño basta para incitar a la actuación de la sociedad,
no tendrán éxito y sus esfuerzos caerán en saco roto( BECK, U, 1988; 99).
IV La ilustración ecológica: la subpolítica.
El análisis sistémico de la “irresponsabilidad organizada” de la sociedad del
riesgo, nos insta a proponer soluciones alternativas, ya que la producción de riesgos y
daños continuará , haciendo insostenible la situación. La propuesta de Beck, en línea de
la propuesta ilustrada o moderna ( de aquí que muchas veces se hable de radicalización
de la modernidad) , consistirá en más democracia participativa para constituir a los
10
ciudadanos de las sociedades de riesgo, en individuos autónomos y libres. Ahora bien,
si hemos dicho que el sistema político ( articulado por el subsistema administrativo, el
jurídico y el científico-técnico) imposibilita la aparición de ciertos riesgos, como tales,
convirtiéndoles en sucesos inevitables, será necesaria otra forma diferente de articular
las acciones y los discursos políticos; esta será la subpolítica.
Por subpolítica, Beck entiende la zona gris o intermedia situada entre el sistema
político (constituido por el parlamento, los partidos políticos, los sindicatos, las
magistraturas judiciales...) y la sociedad civil, es decir la zona en la que actúan los
nuevos movimientos sociales. Una articulación política de un ámbito de “ lo político”,
en terminología clásica. Se trata de la autoorganización de diferentes sujetos cuando se
le presenta de forma inmediata la presencia de un riesgo, y se sienten afectados por él.
Riesgo que en un principio perciben como peligro, pero a medida que se
autoconstituyen en “ comunidad de riesgo”, empieza a conceptualizarlo como riesgo; es
decir, fruto de la decisión de alguien, ajeno en cierta manera a los intereses de los
directamente afectados por su decisión. Las “ comunidades de riesgo” son la nueva
forma que adquiere la lógica de la acción colectiva en las sociedades del riesgo y que se
diferencian de las clases sociales o otros grupos de interés; colectividades propias de la
sociedad industrial clásica, que a pesar de ello no han dejado de existir. Por ejemplo
ante la contaminación que provocan las fábricas de productos químicos en el mar del
norte, se han articulado grupos contrarios a su actividad, denunciando el delito
ecológico que provocan. Estos grupos están constituidos desde por empresarios de
industrias conserveras, armadores de barcos, marineros, ciudadanos de los puertos del
norte, hasta por ecologistas y trabajadores de astilleros...Mientras, el otro polo se
autoconstituye alrededor
de los empresarios de las industrias químicas, expertos
científicos, trabajadores de estas industrias.... Como podemos ver, las comunidades de
riesgo, son transversales muchas veces a las clases sociales y a otros grupos de interés.
¿Como se podía pensar en el marco de la sociedad industrial, que los trabajadores se
alinearían con ciertos empresarios, y estos con sujetos provenientes del mundo
ecologista o naturalista?
En este momento, cuando se articulan las “comunidades de riesgo”,entran en
conflicto con las autoridades políticas y diferentes grupos de expertos, abriendo y
poniendo de manifiesto la lógica de intereses y de poder que subyace a las diferentes
definiciones de riesgos. La dinámica de las comunidades de riesgo empieza a cuestionar
el “sistema político” y aparece una autoorganización política, desde abajo, de los
11
individuos. Es la realización plena de la democracia, en la medida en que a lo largo de
la sociedad industrial, diversas decisiones sobre asuntos sociales eran monopolizadas
por algunos grupos de interés, tales como los grupos de expertos, los empresarios, o los
políticos. Estamos ante el renacer de nuevos sujetos políticos, que cada vez jugaran un
papel más importante, y que comportan una nueva cultura política, que dista mucho de
la que conocíamos hasta hace muy poco.
A nivel metodológico el análisis de Beck, del surgimiento de la sociedad del
riesgo y esta nueva cultura política, tiene una consecuencia teórica muy importante:
rompen con los esquemas analíticos de la teoría de sistemas de N. Luhman. La
subpolítica implica una dinámica intersistémica, que derrumbaría la teoría de los
sistemas autoreferenciales y autopoiéticos de Luhman. Por otra parte, el cambio social
del que emerge la sociedad del riesgo, es reflejo, y surge con el éxito de la sociedad
industrial clásica; por tanto, en el esquema beckiano, hay cambio social ( historicidad),
y este no se produce por la disfuncionalidad del sistema social, sino todo lo contrario,
por su éxito.
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12
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