¿QUÉ HACER PARA VIVIR Y GUSTAR

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¿QUÉ HACER PARA VIVIR Y GUSTAR
LAS FIESTAS CRISTIANAS?
En mi caminar creyente, me siento afectado por
cuanto sucede en mi entorno. Y no es fácil
discernir entre lo verdadero y válido y lo que es
intrascendente y que no debiera de “pillamos por
dentro” Qué difícil es “ausentarse” de cuanto
nos bombardea cada día a través de los medios y
de la propaganda que gratis llega a nuestras
familias.
Miro los días previos a Navidad. El “ruido” es
ensordecedor y “en estéreo”, como el hilo
musical constante, que irrumpe a todas horas y lugares y nos sosiega o nos
martillea y atonta. En navidades se dispara la lucha feroz por un consumo
desenfrenado. Cada comercio te ofrece todas las ventajas posibles y creíbles.
“Escaparse” a estas sirenas es muy complicado.
Desde aquí nacen estas sencillas reflexiones y sugerencias para todos los
Amigos de Angosto.
¿Qué podemos hacer o debemos trabajar para vivir y gustar el meollo de las
fiestas cristianas, sean las navidades, las primeras comuniones, bodas...
ahogadas y empobrecidas por el consumo?
Con mirada retrospectiva escribo mis reflexiones sobre las navidades pasadas, y
las proyecto sobre las celebraciones bodas, comuniones... Es importante que
recuperemos el corazón de nuestras fiestas.
PRIMERA CLAVE que requieren estas fiestas es llenarlas de una gran dosis de
VALORES HUMANOS. Es necesario HUMANIZAR estos días. Y lo digo
conscientemente y desde su significado cristiano, porque proclamamos aquello
de que “Dios se hizo hombre”, esto es, se ha hecho humano, dándole un valor
incomparable a todo lo humano. Es aquí donde Dios ha plantado su Tienda
entre nosotros.
Y... ¿qué más supone y significa “humanizar estos días”? Valorar y cuidar lo
más auténtico y profundo de la dimensión humana de la vida. Cuidar con esmero
los encuentros familiares. Con detalle y dedicación, y no simplemente
“soportando” estas “interminables” fiestas.
De hecho, en estos días, las familias se reúnen, están mucho más tiempo juntas;
comen, charlan, se comunican... Miles de felicitaciones, y por los medios más
diversos, cruzan los mares y llegan a los rincones más recónditos... Hacer que
los encuentros sean más sosegados, sin tanta prisa ni estrés, fomentando el
compartir la vida y más allá de los cotilleos de siempre... Hacer un esfuerzo
consciente por una comunicación serena y cuanto más profunda... ¡mejor que
mejor! Dios da sabor y color a todo lo humano que hay en nuestras vidas.
SEGUNDA CLAVE: para vivir en cristiano estas fiestas es necesario
HUMANIZAR EL CONSUMO. Estamos en la “rueda” y no será fácil
escaparse de su dinámica. Pero hoy más que nunca es necesario “plantar cara” a
esta situación y afrontar el desafío de vivir de forma más sencilla.
Además, es necesario trabajar el convencimiento de que con bastante menos
podemos sentirnos muy bien, y nuestra economía mejorará. Consumir MENOS
y de forma racional es un síntoma de libertad y de “buena salud” cristiana.
TERCERA CLAVE: cuidar los ELEMENTOS CELEBRATIVOS específicos
de nuestra fe y de nuestra religiosidad. Elemento celebrativo es desde el belén
que se pone en casa, hasta la participación activa en las celebraciones de esas
fiestas con la comunidad cristiana. Será bueno poder realizar una BENDICIÓN
sencilla de los belenes familiares, iluminándolos desde la lectura de la palabra
de Dios; como participar en un concurso de villancicos o belenes, y que pueden
tener una enorme carga de emotividad y de fe, si se viven en una tónica
adecuada.
CUARTA CLAVE: es necesario querer y vivir gestos concretos de
SOLIDARIDAD para con personas y grupos que en estas fechas tienen mucho
menos y, en bastantes ocasiones, no tienen nada o prácticamente nada. Claro
que vivir la solidaridad sólo estos días puede ser una “cortina de humo”; pero
estos días son muy interesantes para EJERCITARNOS en la difícil labor de la
solidaridad e iniciar un nuevo estilo de ser y de vivir.
Oportunidades de todo tipo no suelen faltar en estas fechas. Saber
aprovecharlas... es de creyentes “sabios”, que han entendido el significado de
algo tan vital y profundo: el regalo de un Dios-con-nosotros, que es el motivo
fundamental de estos días, vividos desde la óptica creyente; esto es, la nuestra
como seguidores de Jesús de Nazaret.
Se podrán añadir otros elementos o CLAVES DE VIDA, pero no está de más
tenerlas en cuenta a la hora de EVALUAR estos días navideños que hemos
vivido. ¿Crees haberlos vivido en creyente o no?, es la pregunta clave, hoy, para
nosotros.
Amets
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