ETICA DEL SERVICIO PÚBLICO Efraín Pichardo Veláustique [email protected] 1. ÉTICA Y CONTEXTO ACTUAL ¿Para qué sirve la utopía? … Yo también Me lo pregunto siempre. Porque ella está en el horizonte. Y si yo camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Y si yo me acerco diez pasos, ella se coloca Diez pasos más allá. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar. Eduardo Galeano ¿Qué es ética? Por su respectiva etimológica, ética viene del griego “ethos”, cuyo significado básico es: costumbre, uso, manera de conducirse. “Etica” es diferente de “moral”, sin embargo en muchos casos se confunden estos dos términos. El origen de esta confusión se produjo cuando el gran parlamentario romano Cicerón tradujo el adjetivo griego “ethicos” (referente a la costumbre) por el adjetivo latino “moralis”. En el desarrollo de la historia de la filosofía encontramos una razón fuerte para diferenciar la ética de la moral, pues en esta historia se han venido recibiendo contenidos relacionados pero no idénticos. Así, se puede entender hoy que la ética estudia el problema del bien y del mal y el de la conducta humana, independientemente del conjunto de normas que de hecho rigen esa conducta en un momento dado. La moral se ocupa del estudio de esas normas tal como ellas se expresan de hecho, en las diversas comunidades humanas. En definitiva, la ética es una disciplina fundamentalmente teórica y la moral se ocupa más bien de cuestiones prácticas. Discutir sobre cómo debe expresarse el bien en una nueva forma de gobernar o hacer política sería una discusión de carácter ético; el asunto de la corrupción en México es una cuestión de carácter moral o legal. El bien, tema de la ética, es una noción un tanto ambigua que en la práctica resbala con frecuencia al terreno de la subjetividad. De ahí la preocupación de muchos filósofos, desde la antigüedad, de dar entrada y profundidad a un concepto que aporta más precisión y objetividad: la noción de valor. La ética debe ser entendida como opción libre, madura, consciente, responsable, histórica y sustentada en una sólida fundamentación teórica que le dé rumbo y sentido a la presencia del ser humano en su aventura histórica llamada vida. Desde esta perspectiva, al atenderla individual y socialmente, luchamos y trabajamos para lograr que ese conjunto de valores y de criterios de acción nos permitan optar libremente, y desarrollar así (desde una perspectiva histórica), una identidad cultural que renueve el enfoque sobre la vida, la naturaleza y el proyecto de futuro, donde tengamos la felicidad como objetivo y el sueño del mundo mejor para todos. No es pues, la visión de la ética una visión solamente intelectual o descomprometida, pues al asumir y entender el enfoque ético de esta manera, lo asumimos como una opción y un compromiso que le da rumbo y sentido a la trayectoria vital de cada uno de nosotros. Contexto actual: No podemos negar los fenómenos ya presentes en el nacimiento de esta “nueva civilización”, como el impresionante avance tecnológico, el alcance de la comunicación, la cibernética, etc., fenómenos todos que nos refieren a la llamada “globalización”. Pero lo que no podemos aceptar, es que esas manifestaciones civilizatorias tengan que estar orientadas por el discurso, más que ideologizado, del neoliberalismo y su ética. Se habla de la globalización, y es un hecho; el mundo es cada vez más una “aldea global”, tanto en la economía, como en la comunicación o en la interdependencia política; pero que tenga que hacerlo en función de los intereses del mercado y sus leyes competitivas, es lo que no podemos asumir como inevitable ni como la única posibilidad de futuro para la humanidad. Recordemos que la ética aborda la noción de valor como manera precisa y profunda de asumir su objeto de estudio que es el bien. En este sentido, en nuestro contexto actual, los valores van a tener una fundamental importancia en lo que se refiere al bien del ser humano y su sociedad. Es evidente que existe una gran confusión en relación a los valores. La visión economicista, predominante actualmente en el mundo, enfoca todo el proceso de autorrealización de las personas, desde una visión exclusivamente material y tecnológica. Pretende reducir toda la complejidad de la vida, y todas las apetencias del ser humano, al área de las necesidades materiales. Sin embargo, no puede haber ningún auténtico desarrollo personal o social ignorando los valores éticos, morales y espirituales. Si no hay ética, el desarrollo y toda la vida, se vuelve salvaje. Cada valor tiene como contraparte un antivalor. Toda frustración, y todos los procesos recesivos de las personas y en los pueblos, tienen una causa principal: la creciente vigencia de profundos antivalores. principales antivalores del contexto actual son: Algunos de los - Asistimos a una pérdida de la ética para regular los comportamientos - La política, la economía, el comercio… se rigen por prácticas alejadas cada vez más, de los valores morales - Las leyes que rigen el mercado son cada vez más injustas y antisolidarias - Avanza la pérdida de la identidad cultural - Los modelos a imitar se alejan totalmente del entorno cultural - Crece el individualismo - Tendencia a evadir los problemas de la colectividad - Se generaliza la violencia en número y en formas cada vez más agresivas - Inclinación hacia las formas violentas para solucionar los conflictos - Pérdida de concentración tanto en el estudio como en el trabajo - Creciente dificultad en los procesos de aprendizaje - Relaciones interlaborales orientadas hacia el autoritarismo y la sumisión - Mayor inclinación a las adicciones - Incremento de enfermedades, estrés, hipertensión… - Trastornos emocionales - Falta de compromiso debido a la obsesión por lo religioso y/o esotérico - Sociedad cada vez más permisiva Es evidente que, frente a este largo y negativo listado, también se dan, en la sociedad actual, avances significativos de gran importancia: - Mayor estima de la vida cotidiana - Avances importantes hacia una concepción unitaria y holística de la vida. - Se va superando la concepción dualista y maniquea de nuestra existencia - Valoración de lo concreto, de lo experimental. - Alta estima del cuerpo y todo lo relacionado con él - Mayor valoración de lo sexual, de la amistad, de la coherencia, de la experiencia personal - Integración progresiva de la mujer en el área social, en el trabajo, en la política, en la administración pública. - Mayor aprecio por la libertad individual - Avances en lo referente a la tolerancia, el ecumenismo y en la aceptación del otro - Mayor preocupación por el medio ambiente Dialoga en tu grupo y señala: cuáles son los valores que ves más presentes en tu lugar de trabajo, en tu familia, en tus compañeros. Señala cuáles son los antivalores que creas que están más presentes en la sociedad actual. 2. EL SERVICIO PÚBLICO Y SUS ANTECEDENTES El servicio público se puede definir como la reconducción de un sector de actividades socioeconómicas a la órbita del poder público o sector público. El concepto varía entre formas de gobierno y entre Estados. En muchos casos se trata de un monopolio artificial del gobierno. Son brindados por determinadas entidades (por lo general el Estado), y satisfacen primordialmente las necesidades de la comunidad o sociedad donde estos se llevan a cabo. Los servicios públicos acarrean un fin económico y pueden estar ligados a empresas privadas. La función del servicio público. La función constitucional y práctica del servicio público es asistir al gobierno debidamente constituido en la formulación de políticas, la ejecución de las decisiones y la administración de los servicios públicos de que es responsable. Constitucionalmente, toda administración forma parte del Estado; a su vez, por estar sujetos a lo que la constitución establece, los servidores públicos deben lealtad a la dependencia para la que trabajan.1 Los servidores públicos deben administrar sus organizaciones tomando en cuenta: . la rendición de cuentas de los servidores públicos ante el ministro; . el deber de todo funcionario de desempeñar las funciones públicas de manera razonable y con apego a la ley; . el deber de apegarse a la ley, incluyendo las obligaciones que establecen la ley y los tratados internacionales, y la defensa de la administración de justicia, y . las normas éticas que rigen a las diferentes profesiones. Antecedentes históricos en México Sobre el servicio civil de carrera en México encontramos antecedentes desde el impero Azteca hasta nuestros días como a continuación se reseña. * El imperio Azteca En la Ciudad de México-Tenochtitlan el régimen político se integraba de instituciones religiosas, militares y administrativas, que evolucionaban constantemente sobresaliendo una, la fiel observancia de sus leyes mediante una impecable, eficiente y honesta actuación de todo el engranaje gubernamental y administrativo. Cabe señalar que las altas clases sociales, no constituían elites cerradas y se daba entre ellas gran diversificación en virtud de que se renovaban con la participación del pueblo así: “todo azteca sin distinción de clase, que demostrara su destreza para el combate, culto, comercio o vocación artística, pasaba a formar parte de la clase guerrera, sacerdotal, comerciante o de la clase de los artistas (que eran muy apreciados en la sociedad por su labor creadora); solamente quienes no habían podido sobresalir en estas actividades, estaban condenados a permanecer macehualli”. No es fácil el tratar de medir o de comparar un sistema con los parámetros de otros sistemas que entre otras cosas corresponde a otra cultura, a otro espacio y a otro tiempo, sin embargo puede establecerse que para la selección de cualquier servidor público, desde el Tlatoani hasta el último de ellos, los aztecas tomaban muy en cuenta y era requisito “sine qua non”, el tener las siguientes características personales: Espíritu de servicio, honestidad, capacidad física e intelectual para el puesto a desempeñar, no tener vicios, un interés por el mejoramiento de la comunidad. La sociedad azteca buscaba tener una sociedad en armonía de ahí que respecto a la selección del personal que integraría el poder judicial, es decir, de los jueces, señala Fray Bernardino de Sahagún lo siguiente: “También los señores tenían cuidado de la pacificación del pueblo y de sentenciar los litigios y pleitos que había en la gente popular, y para esto elegían jueces, personas nobles y ricas y ejercitadas en los caos de guerra... personas de buenas costumbres, que fueron criadas en los monasterios del Calmécac. Prudentes y sabios, y también criados en el palacio... mirábase mucho en que estos tales no fuesen borrachos, ni amigos de tomar dádivas, ni fuesen aceptadores de personas, ni apasionados... En la designación de sus funcionarios públicos, los aztecas tenían un especial cuidado, como se desprende del texto siguiente: El senado tiene estas propiedades, ser juez y averiguar bien los pleitos; ser respetado, grave, sereno, espantable y tener presencia digna, de mucha gravedad y reverencia.. no es aceptador de personas y hace justicia sin pasión. Por su parte López Agustín concluye que los aztecas siempre cuidaron que sus representantes fuesen hombres preparados” Estas cualidades evidencian una sociedad mexicana de excelencia; cualidades que una vez valoradas, les permitía tener el personal apto para servir dentro de la administración pública y como lo he señalado anteriormente era importante que se le capacitara en el Calmécac o en el telpachcalli o en las escuelas dedicadas a las artes. * El Servicio Público durante la Colonia En la administración de recursos humanos del sector público, durante la Colonia no se tenía una clasificación de puestos, es decir, no estaba definida, pues los trabajadores desempeñaban diversas funciones; para la selección de cualquier servidor público, como lo señala la autora Margarita Chávez “desde el virrey hasta el último de ellos, se tomó en cuenta y era requisito indispensable, el tener la siguiente característica personal: Ser español de nacimiento, para los puestos más importantes (virrey, alcalde, delegado, etc.); El criollo sólo tenía acceso a los puestos de menor importancia dentro del gobierno El aprendizaje o capacitación de los servidores públicos de la Colonia se daba dentro del a administración pública en forma empírica, por no estar sistematizada la capacitación como tal”. * El servicio público en el México independiente Para una sociedad que se encuentra de lleno en una guerra y lucha por su independencia, es complicado elaborar y aplicar un sistema de administración de personal como hoy se conoce, pero se debe indicar que en esta época de agitación bélica no había sistemas de elección de los servidores públicos; no había clasificación de puestos aunque se inician los intentos de establecimiento; ni tampoco se contaba con sistema de capacitación, los ascensos y/o promociones se daban por cambio de la gente en el poder; comúnmente por los golpes de Estado. La autora Margarita Chávez, nos ilustra en los siguiente: A pesar de que Don José Ma. Morelos y Pavón en “Los Sentimientos de la Nación consignara los cimientos de la seguridad social y jurídica de los trabajadores, justo es decir que dada la inestabilidad política reinante, los empleados públicos (sobre todo la base trabajadora) en ocasiones se quedaban sin cobrar un centavo hasta por meses; y estaban expuestos a ser despedidos en cada cambio de gobierno o golpe de estado, pues carecían de protección jurídica”. * El servicio público en la Reforma El Presidente Benito Juárez intentó establecer orden y racionalidad a la función pública y a él se le debe el inicio de la reestructuración de la administración pública lográndolo en cierto modo pues la clasificación de puestos, aunque no existió en una forma sistematizada, si se dieron intentos para lograr su establecimiento sin embargo la selección del servidor público no existe, y “en 1871, se comienza a organizar el Gran Círculo de Obreros que propugnaba por peticiones de tipo laboral; posteriormente como ya se dijo surge la Asociación Mutualista de Empleos Públicos, que como es de suponer y como lo establece su propia denominación, se trata de una mutualidad, en donde los trabajadores aportan cuotas y ellos mismos reciben todos igual auxilio en caso de necesidad”. * El servicio público en el Porfiriato Apunta la autora Margarita Chávez “en 1908 John Kenneth escribía: El soborno es una institución establecida en las oficinas públicas mexicanas y reconocida como un derecho que corresponde al funcionario que ocupa el puesto. Es además una institución respetada, hay dos funciones principales adscritas a cada puesto público. Una de ellas es un privilegio y la otra un deber. El privilegio consiste en usar las facultades especiales del puesto para amasar una fortuna personal; el deber consiste en impedir a la gente emprender cualquier clase de actividad que pueda poner en peligro la estabilidad del régimen existente. Andrés Molina Enríquez, al analizar el sistema de Díaz en 1908, o resumió en una frase: “amistad personal”. En este sistema de amigos, los gobernadores estaban ligados al presidente, los jefes políticos a los gobernadores y los presidentes municipales a los jefes políticos”. Con el tiempo Porfirio Díaz se rodeó de intelectuales y seudo intelectuales positivistas conocidos con el nombre de científicos, los cuales influyen en las actividades de su gobierno, y por ende, en la administración de personal. Así para el proceso de selección, y con influencia de José Yves Limantour, Díaz estableció la carrera de empleados en la Escuela de Contaduría y Administración que deberían cursar los aspirantes a empleo públicos. Par la capacitación, se dieron los primeros intentos por establecer un sistema de capacitación, sin cristalizar en nada concreto. Para el sistema de ascensos y/o promociones se publicó un trabajo titulado “Guía práctica del Empleado de la República Mexicana, en el cual se avizoran algunos lineamientos de lo que actualmente conocemos como sistema de méritos, base y sustento del ascenso y la promoción... pensión y jubilación, el servidor público no tenía seguridad social o derecho a una vejez digna y tranquila por jubilación. 3. LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA Y SU APORTE AL TRABAJO Se debe insistir en la creación de un entorno ético. En este sentido, se establecen y promueven una tradición de vida pública basada en la transparencia, la eficiencia y la honestidad. Sin embargo, esto es necesario más no suficiente, es prioritario crear un entorno laboral ético, en donde se desenvuelva esta tradición y que: a) Se desarrolle, promocione, adapte y actualice de acuerdo a la evolución de los escenarios dominantes en cada país. b) Sea reconocido y respetado por parte de los particulares y los funcionarios públicos. c) Sea susceptible de cambios rápidos para eliminar posibles puntos débiles que se detecten en su estructuración. d) Sea apoyado por parte del liderazgo político y administrativo de cada país, con el objeto de generar confianza y credibilidad por parte de la sociedad civil hacia ese entorno. Se debe generar mayor participación de la sociedad civil. Una de las razones fundamentales por las cuales las estrategias anticorrupción no han tenido resultados positivos se debe, en buena parte, a la falta de un elemento fundamental en la vida de todo país: la participación activa de la sociedad civil. Según un artículo en The Times of India: "La aceptación de la corrupción por parte de la sociedad como un hecho común y el desaliento generalizado debe ser lo primero que se debe enfrentar". Muchos de los integrantes de una sociedad civil tienen un interés especial en lograr un sistema de integridad efectivo, incluyendo el sector privado, líderes religiosos, los medios de comunicación, profesionales y, sobre todo, el ciudadano común que sufre las consecuencias diarias de la corrupción. No cabe duda de que la sociedad civil constituye un elemento fundamental en toda estrategia exitosa contra la corrupción. En Argentina por ejemplo, se está diseñando un proyecto de control y de transparencia del Estado. El objetivo planteado es darle impulso a la participación ciudadana para que intervenga en dicho control. Con este fin, se pretende contratar una consultora que en 24 meses organice un ámbito donde se discuta y participe, y a otra que cree mecanismos de control de la corrupción (por ejemplo, generando un banco de datos de los patrimonios de los funcionarios provinciales). El proyecto que es supervisado por el Banco Mundial, apunta a "generar algo que sea una parte más de las instituciones mendocinas" cuenta Alejandro Casabán quien está a cargo de la oficina de Inspección general- "y para el futuro, la esperanza es que cada municipio cuente con un organismo de esta naturaleza". Algunas de las soluciones se encuentran dentro de la misma sociedad, por ejemplo la necesidad de cambiar la apatía o tolerancia pública con respecto a la corrupción. Sin embargo, la sociedad civil es parte del problema. La idea de que las actividades del Estado se desarrollan en una esfera completamente ajena a la esfera de las actividades privadas es errónea. 4. SENTIDO DE VIDA LABORAL Según la logoterapia el ser humano no inventa un sentido en su vida, si no que lo descubre; y lo hace a partir de los valores éticos. Estos valores pueden ser a. Valores creativos (de dar) b. Valores de experiencia (de recibir) c. Valores de actitud Cuando hablamos del trabajo, estamos hablando definitivamente de los valores creativos. Si bien podemos dar al otro a nivel familiar, de pareja, en la convivencia con los seres queridos, la manera más concreta de dar es creando, y crear puede ser a través del arte o a través del trabajo. Cada vez que hacemos algo a nivel laboral estamos dando a los otros. En su obra “Psicoanálisis y Existencialismo”, Víktor Frankl dedica un apartado a la discusión de lo que el trabajo representa en la vida del hombre. Menciona el concepto de misión al cual plantea como un llamado existencial a convertirse en un ser responsable, el cual se concreta en la realización de una labor profesional. Cabe mencionar que dentro de la definición de misión aclara que no hay que confundirla con la profesión que el individuo elige o encuentra con el fin de poder ganarse el sustento. El sentido del trabajo es pues, permitir que una persona cumpla con una misión y, es el medio para cumplir con la vocación, la cual puede ser definida en términos existenciales, como un llamado a ser responsable. El sentido de la responsabilidad se hace consciente cuando la persona se da cuenta de que tiene que cumplir una misión. La realización de un valor creativo suele coincidir con la realización de un trabajo, que generalmente representa el área vital en que la persona se pone en relación con la sociedad. Ahora, el trabajo que una persona realiza no es lo que verdaderamente cuenta, sino el modo como cumple ese trabajo. No es el trabajo en sí mismo lo que da sentido al trabajo, sino la expresión de la persona ante ese trabajo y su singularidad en él. Es decir, el significado del trabajo hay que buscarlo más allá de la ocupación. Para algunos, el trabajo sólo es un medio de obtener dinero, y la vida empieza en el ocio. Así mismo, hay otros cuyo trabajo es tan exhaustivo, que no tienen tiempo de dedicarse al ocio; sólo trabajan y duermen. Otros dedican todo su tiempo a aumentar sus riquezas, ya que consideran eso como un fin en sí mismo. Otras veces, el neurótico, o llamado “trabajólico” se refugia en el trabajo para escapar de la vida en general. Cuando estas personas no están trabajando, se siente perdidas y se revela entonces el pobre significado de sus vidas. Pasan corriendo por la vida a la mayor brevedad posible, de manera que nunca se llegan a dar cuenta de su deficiencia. Al mismo tiempo están tratando de alejarse de sí mismos lo más posible, pero todos sus esfuerzos son vanos, ya que los domingos, cuando su frenética carrera se detienen por 24 horas, su falta de objetivos, de significados y todo el vacío de su existencia, se plantan delante de ellos. El trabajo ha sido siempre un elemento movilizador de la energía creadora del hombre, de su ingenio e imaginación aplicados a las más diversas facetas en el orden material, artístico e intelectual. Tal vez podríamos decir que la verdadera historia del hombre se inicia cuando este comienza a trabajar, porque es a través del fruto de su trabajo cuando empieza a apartarse de su unidad primitiva con la naturaleza, modificándola y modificándose a sí mismo. A partir del trabajo se libera y se convierte en creador, desarrollando sus facultades artísticas y racionales y de esta manera, evoluciona como individuo y como espíritu. Sin duda, el desarrollo humano y el progreso se basan en el trabajo, y en sentido inverso, este contribuye decisivamente en el desarrollo de las facultades humanas como el ingenio, la creatividad, la voluntad, la perseverancia; aspectos igualmente válidos para el trabajo físico e intelectual. Esta íntima relación entre el hombre y su trabajo, la manera en que lo hace, su actitud frente a esta labor diaria, es un factor determinante en el desarrollo de su personalidad, porque a través de él proyecta sus aspiraciones, se entusiasma con sus logros, canaliza su necesidad de realización individual, y lo que es muy importante, mantiene un vínculo con lo social que lo dignifica. Pero el sentido del trabajo ha cambiado a lo largo de la historia, acompañando las transformaciones de la sociedad y la economía, profundamente condicionadas por el avance tecnológico. Si bien los abusos en la explotación del hombre durante el inicio de la era industrial han sido en gran parte del mundo condenados por una sociedad más sensible y una legislación laboral que preserva su dignidad, asistimos hoy a un nuevo escenario socioeconómico dominado por la incertidumbre y la insatisfacción. Efectivamente, para cada vez mayores sectores de la sociedad el trabajo ya no constituye un acto de íntima significación humana sino una necesidad imperiosa para el sustento frente a una realidad dramática que no reconoce fronteras: la desocupación. Frente a un orden global ya establecido, muchos factores posiblemente confluyan en esta encrucijada que tiene derivaciones sociológicas de gran impacto en la salud física y espiritual del hombre. Y es que el ser necesita ocupar su mente y su tiempo, sentirse útil en la red social de la cual forma parte y desarrollar sus facultades intelectuales y emocionales dentro de un ámbito de relación. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ ¿Porqué sientes que tu labor concreta es importante? _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ ¿Qué puedes hacer para que tu trabajo sea más significativo para tu propia vida? _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 5. ACTITUD DE SERVICIO Y HONESTIDAD LABORAL Los servidores públicos deben conducirse con integridad, imparcialidad y honestidad, y manejar los asuntos del público con simpatía, eficiencia, rapidez, y sin prejuicios ni malos manejos. Deben asimismo esforzarse por garantizar el uso apropiado, eficaz y eficiente de los fondos públicos. Al mismo tiempo, los servidores públicos deben estar siempre conscientes de que sus Secretarios también tienen deberes y son responsables de diversas maneras: . Rendir cuentas ante los representantes electos del pueblo a través de la Legislatura; . Proporcionar tanto a la Legislatura como al público en general la información lo más detallada posible sobre sus políticas, decisiones y acciones, y no deben ni engañarlos ni defraudarlos a sabiendas; . No utilizar los recursos públicos para fines políticos partidistas; deben defender la imparcialidad política del servicio público y no deben solicitar a los servidores públicos que actúen de manera que contravenga el código de servicio público al que están sujetos. . Otorgar la debida consideración e importancia a la opinión informada e imparcial de los servidores públicos, así como a otras consideraciones y opiniones para la toma de decisiones, y . Apegarse a la ley, incluyendo las obligaciones que establecen las leyes y tratados internacionales y deben defender la administración de justicia (rindiendo cuentas a los tribunales cuando excedan o hagan mal uso de sus atribuciones). 6. ENFOQUE Y ATENCIÓN A LAS NECESIDADES DE LA CIUDADANÍA La sociedad no es una suma de voluntades anónimas, ni espacio en el que habitan ciudadanos en abstracto. Por el contrario, se reconoce y es reconocida como sitio de individuos, grupos, asociaciones, tipos de organización y estrategias de movilización que tienen incidencia en las estructuras de gobierno. La sociedad se refleja como un conjunto de voluntades y acciones que se orientan hacia la movilización de energías, recursos e información. Por eso, los gobiernos tienen que diseñar y aplicar respuestas puntuales a problemas específicos, y tomar distancia de las soluciones que pretenden abarcar de manera homogénea lo que en el mundo de la realidad es diverso. Los gobiernos tienen ante sí retos y desafíos mayúsculos. De este modo, su capacidad de respuesta depende de la preparación del personal público. Éste es el centro que acredita y justifica el servicio público como el puente que comunica a los ciudadanos con el gobierno. Del servicio público depende que el vínculo gobierno-ciudadanos sea fructífero. En efecto, la prestación de los servicios públicos, las tareas de justicia, la administración de la vida económica, la conducción de los asuntos políticos, el manejo de la política económica, de las relaciones exteriores y el logro del bienestar social, son, entre otros, capítulos básicos que tiene a su cargo el gobierno. Para cada uno de ellos es menester que la preparación, pericia y habilidades de los servidores públicos sean de vigoroso contenido cualitativo, ya que dirigir y coordinar a los ciudadanos implica que los gobiernos eran aptos para recoger demandas, escuchar problemas y seleccionar opciones de solución. La carencia de aptitud para proporcionar un servicio público moderno y eficiente provoca costos negativos para los gobiernos. Por su parte la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios establece: en su artículo 1.- “Esta Ley tiene por objeto reglamentar el Título Séptimo de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, en materia de: ... II.- Las obligaciones en dicho servicio público...”; más adelante en su artículo 42 indica: “Para salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia...”, en esta ley ya es clara la intención del legislador pues impone conductas a seguir para que la administración pública sea eficaz y busca congruencia en la actitud del servidor público con los fines del Estado. Debe señalarse que el actual gobierno, preocupado precisamente por sentar las bases para un servicio civil de carrera promovió la creación de una Ley que contemplara los aspectos más importantes para tal efecto, como es la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos del Estado y Municipios, la cual contiene en su “Capítulo II del sistema de Profesionalización de los Servidores Públicos Generales”, las disposiciones para regular ya en forma general el procedimiento para el servicio civil de carrera, por lo que considero que es el momento idóneo para realizar las acciones necesarias para conformarlo. 7. LEGALIDAD Y TRANSPARENCIA EN EL SERVICIO La inclusión del concepto "accountability" o rendición de cuentas en la administración pública. La palabra, que no encuentra sinónimo en el español, tal vez por falta de costumbre, puede ser traducida como la transparencia en la gestión pública y la capacidad de rendir cuentas, concepto que ha entrado paulatinamente en las prácticas políticas de la Administración Pública en México. El concepto supera el tradicional de publicidad del acto, toda vez que abarca la agenda gubernamental. El desarrollo de dicho concepto depende de la madurez de la sociedad civil y de la superación de una tradición centenaria por la falta de incentivos y participación popular, características, tanto del modelo autoritario cuanto del clientelismo/populismo, que no se refiere a los reales intereses del pueblo. La implantación del modelo de Contralorías Generales, importado de la gestión pública anglosajona, introduce prácticas de audiencias públicas, para brindar resultados iniciales, tanto por la participación de la sociedad civil junto con el gobierno, como por la conducción de los procesos de rendición de cuentas. En este sentido, una sociedad civil más madura exige una efectiva participación en la vigilancia del ejercicio del poder público. Su participación no puede ser reducida a la concepción tradicional de ser considerada como consumidora de servicios públicos ofrecidos directamente por el Estado. La existencia de una Accountability democrática constituye una conquista de la sociedad y no una concesión de la clase gobernante, porque ello representa la efectiva capacidad de ejercer un control de la sociedad sobre las actividades de sus representantes y gobernantes. El desarrollo de los conceptos de participación y transparencia, ha sido ampliado por los conceptos tradicionales de control, al ser desarrollados sobre el aparato del Estado, y al abordar nuevos temas en su agenda: medio ambiente, políticas sociales, etcétera, con la inclusión de otros temas: eficiencia, eficacia y efectividad, asociándolas a una valorización de economicidad de los actos de gestión pública. La implementación de los avances tecnológicos en el área de control, dependen directamente del grado de exigencia y satisfacción de la sociedad para el funcionamiento de la máquina pública, en cuanto fortalece en los ciudadanos una nueva conciencia sobre los asuntos públicos, que presupone la implantación del concepto ofrecido. Así, toda la sociedad le demanda al Estado –como un ente que los representa y con el cual colabora-, una mayor exigencia en servicios judiciales, justicia social, salud, vivienda, trabajo, etcétera. Sin embargo, la dificultad inicial para el desarrollo del tema se remite a una multiplicidad de conceptos sobre eficiencia, eficacia, efectividad, economicidad, legalidad y legitimidad que sobrepasan, en mucho el campo de la semántica. 8. LA ÉTICA DEL SERVICIO PÚBLICO COMO INSTRUMENTO DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL Sin lugar a dudas, después de todo lo planteado a lo largo de este módulo, es necesario reconocer que los servidores públicos adquieren una responsabilidad fundamental en la transformación social de nuestro país. Es la ética el punto de partida que permitirá que el aporte del servicio público a la sociedad genere cambios importantes en nuestro país. Esta ética debe ser con enfoque holístico, es decir, si desea ser elemento de transformación, tiene que abarcar todas las necesidades que plantea la realidad actual, desde la existencia humana digna, la promoción de la felicidad, así como el medio ambiente que sin duda es de vital importancia para que los seres humanos logren ese desarrollo integral. Así pues, el servicio público tiene que estar motivado por valores que generen cambios profundos a nivel individual y estructural. Recordemos que en nuestra sociedad existen valores y actitudes acordes y consecuentes con una ética humanista. El problema es el de lograr la coherencia entre el pensar y el sentir, entre el decir y el hacer, entre una ética humanista y vitalista y un comportamiento individual y social en consecuencia, entre una manera de vivir la ética del servidor público, y no dejarse avasallar por una ética que emerge del contexto actual. El capital humano en nuestras sociedades y, en especial, los servidores públicos, si bien es cierto que todavía es rico en valores y actitudes que sueñan con una sociedad mejor, también lo es constatar cómo en la cotidianeidad poco a poco, van asumiendo, expresando y viviendo los antivalores que impone la realidad. En definitiva, para que se genere una transformación social real, se hace necesario vivir coherentemente de acuerdo a una ética que fundamenta sus principios en el servicio a la comunidad, que sobre todo, busca el bien de la misma.