Dirección de Asuntos Limítrofes y de las Representaciones Nacionales Ante Comisiones Mixtas Binacionales FRONTERA E INTEGRACIÓN INFORME 2012 Durante la última década se han incrementado las distintas prácticas de cooperación transfronteriza en la región. Esta nueva estrategia viene a contraponerse a las visiones estáticas y preventivas que los estados tenían sobre sus fronteras. América Latina tiene más de 40.000 kms fronterizos, cincelados a través de tensiones, negociaciones, acuerdos y discrepancias. La frontera, usualmente era el lugar en el que se enmarcaba el límite, la contención y la separación; sin embargo, también es el espacio en que los pueblos conviven y comparten su cotidianeidad. Estas regiones de frontera son entendidas por nosotros como áreas de prioridad estratégica en el despliegue de nuestra política exterior, y escenarios de fundamental importancia para nuestros procesos de integración regional Las hipótesis de conflicto que promovidas en el pasado han sido sustituidas, dando espacio en el presente a un contexto de integración regional, en el que las relaciones fronterizas se pretenden como zonas de desarrollo, bienestar y paz. EL NUEVO PARADIGMA El carácter de las fronteras está cambiando en diversos grados y con diferentes ritmos. El proceso integrador ha venido sustituyendo algunas disposiciones y predisposiciones. Ya no se trata del “confín”, el lugar donde culmina el Estado-Nación y se marca la diferencia sino que la frontera es una zona con características propias, con historias particulares y procesos socio-comunitarios que anticipan la integración y la anuncian desde hace muchos años. Las viejas tensiones han desaparecido Con el cuadro integracionista, sin embargo, aparecen nuevas fricciones relacionadas con aspectos comerciales, ambientales, de tránsito y de seguridad ciudadana, absolutamente esperables en un contexto de aumento la actividad y el intercambio. La frontera como “zona de paz” merece instituciones “de paz” y muchos de las tensiones que se suscitan en la actualidad tienen que ver con el desfasaje entre el desarrollo del intercambio y la integración y la capacidad de respuesta institucional que desde el Estado se tiene. El aumento del flujo turístico, el intercambio vecinal, la propia convivencia fronteriza muchas veces satura la infraestructura disponible o los modelos de gestión pensados en el viejo esquema de contralor y vigilancia. Lo mismo sucede con la infraestructura vial, la conectividad y la logística que no logra absorber el incremento exponencial del transporte relacionado con el intercambio comercial. La actual coyuntura demanda una serie de transformaciones de manera impostergable que hagan viable el proyecto integracionista de manera sostenida, moderna, construida sobre bases soberanas y democráticas. Durante los últimos años se ha asistido a cambios profundos en el terreno de la política nacional y de las políticas públicas locales. En este marco, todo parecería indicar que la conformación de una “gobernanza” fronteriza se abre paso, reclamando una legislación acorde y una atención política de primer orden. El gobierno de la frontera es una tarea compartida, con muchos aspectos delegados, de construcción de confianza y cooperación permanente. La cooperación transfronteriza hace posible operativamente concertar los dos criterios fundamentales que han impulsado la integración latinoamericana en las últimas décadas. Por un lado, el criterio geo-económico que ha servido de guía a la integración física del subcontinente. Por el otro, el criterio geo-político que ha guiado los procesos de integración y concertación política regional. Por cierto, no se trata de criterios incompatibles, por el contrario, su grado de interacción e interdependencia es imprescindible. Sin embargo, su compatibilidad no se traduce automáticamente en una instrumentación operativa para promover la integración y la cooperación transfronteriza. Cuando la construcción o ampliación de una infraestructura de conectividad permite potenciar la movilidad de bienes y personas en un paso fronterizo, la movilidad real dependerá de diversos factores, pero la existencia de acuerdos institucionales regionales estructurados ofrece mayor fuerza y legitimidad para encontrar las soluciones necesarias. En la actualidad están dadas todas las condiciones para avanzar en el proceso de integración y cooperación transfronteriza. La Agenda Positiva con Argentina, la revitalización de CODEFRO y el funcionamiento de los Comités de Integración por un lado; la Reunión de Alto Nivel y la Nueva Agenda con Brasil, los Comités de Frontera son expresiones claras en las que se manifiestan las oportunidades de articulación en los diferentes niveles de gobierno. Los temas de la agenda fronteriza son parte de la política exterior del país, pero en un esquema que involucra una secuencia interinstitucional no sólo del gobierno nacional sino que abarca los gobiernos departamentales y municipales, en un esquema que no es taxativo sino que muchas veces apela a la creatividad y la complementariedad que habilite la consideración territorial extensa en tanto “cuencas” o “regiones”. La gobernabilidad que se propone para las áreas fronterizas tiene como eje central la cooperación transfronteriza, como modalidad de desarrollo territorial que busca evitar la duplicación de objetivos, funciones y servicios entre entidades e instituciones de ambos lados de la frontera, necesita de una combinación armónica, equilibrada y racional de políticas de gobernabilidad tanto vertical (con los otros niveles institucionales) como horizontal (con los actores del territorio). Uruguay tiene la oportunidad de realizar una síntesis política generando una estructura normativa e institucional que dé cuenta de esta nueva realidad y la potencie, a partir de los consensos que la frontera ha construido en el último período como verdadera escuela de convivencia democrática y cívica. LA PROYECCION ESTRATEGICA A PARTIR DE LO ACTUADO Las relaciones transfronterizas están en condiciones de crecer sin tensiones: los controles deberían volverse programados y coordinados entre los países y agilitar la operativa de los puntos de paso. Nuevas oportunidades se abren a los actores económicos y sociales. La posición con respecto al largo plazo consiste en sobrepasar las relaciones basadas en la explotación de estas oportunidades puntuales, desarrollando relaciones durables (tanto en el plano económico como en el plano institucional, en los niveles locales y regionales). Hoy existe una institucionalidad consolidada y en pleno desarrollo en las Comisiones Binacionales y se vienen fortaleciendo nuevas formas de articulación con vocación de contribuir al desarrollo. El Comité Binacional de la Hidrovía del Río Uruguay ha tomado un creciente protagonismo y cada vez cobran mayor importancia los puertos fluviales del Rio Uruguay como Nueva Palmira, Fray Bentos, Paysandú, Carmelo. El impulso y constitución de CODEFRO ha sido ratificado por Argentina y Uruguay .Los Comités de Integración constituidos y en vías de consolidarse son: Paysandú-Colón, Salto-Concordia, Bella Unión-Monte Caseros, Carmelo –Tigre. La reglamentación de los Comités tiene aprobación parlamentaria en ambos países y excelentes perspectivas de desarrollo. La Comisión Mixta de la laguna Merín (CLM) ha sido dinamizada a partir de la indicación expresa de los presidentes para la concreción de la Hidrovía de la Laguna Merin, y se han generado compromisos concretos para la consolidación de los proyectos de la cuenca. Hoy la Delegación Uruguaya en CLM cuenta con representación y asesorías de numerosas reparticiones estatales y académicas que fortalecen su capacidad operativa. La CLM está llamada a cumplir el compromiso fundacional de transformarse en la referencia institucional referida al desarrollo regional La Comisión Técnico Mixta del Río Cuareim, incluyendo además del agua, temas ambientales, biodiversidad, creación de áreas protegidas, etc. Al igual que CLM, la CRC ha tenido un importante repunte en su funcionamiento y cuenta con representaciones de varios organismos del Estado La Nueva Agenda de cooperación trasfronteriza se ha potenciado y la Reunión de Alto Nivel (RAN) ha pasado a tener un régimen anual. En el marco de la RAN funcionan seis grupos de trabajo interinstitucionales así como el Comité de Intendentes, alcaldes y prefeitos, y el de Cónsules de Frontera. En los Grupos de Trabajo se discuten temas de educación, salud, regulación laboral e infraestructura, ambiente, desarrollo económico y asuntos sociales. En el contexto de las ciudades fronterizas funcionan anualmente los Comités de Frontera: Chuy-Chui; Aceguá-Acegua; Rivera-Livramento; Rio Branco-Yaguarão; Artigas-Quarai Son numerosos los proyectos tanto sociales como económicos que se vienen desarrollando en la frontera, lo que en definitiva transforma el modelo estacional o “zafral” que caracterizaba los vaivenes de la zona de frontera y comienza a consolidar las bases de un crecimiento sostenido en el tiempo. Para llevar adelante esta estrategia se hace necesario establecer un marco normativo preciso, eficiente, moderno y con capacidad de articular los diferentes organismos de actuación fronteriza. Es necesario, también, dotar de recursos la operativa de frontera, capacitar los funcionarios, especializar y tener planes con objetivos compartidos. La política exterior también debe procesar algunos cambios: los consulados de frontera deben ser priorizados en el contexto del trabajo de la Cancillería, permitir mayor agilidad en el trabajo, coordinaciones periódicas, visitas a las ciudades uruguayas de referencia como parte de la rutina jurisdiccional. Hoy el país se prepara para discutir sobre el futuro de corredores, comunicaciones, puertos infraestructura y logística. Es ineludible hablar de obras bi-nacionales de infraestructura y servicios. La inversión productiva, el medio ambiente el tránsito de bienes y personas los centros urbanos y el rural. La educación, la cultura, el patrimonio; las políticas sanitarias, han tenido importantes avances pero es necesario mirar hacia el futuro para poder proyectar verdaderas políticas públicas para que finalmente la actuación en frontera sea una Política de Estado. En esto estamos. Dirección de Asuntos Limítrofes Diciembre de 2012