La mafia de las células madres

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La mafia de las células madres
por Fernando Cabanillas | 20 de Mayo de 2013 | 7:43 pm – 47 Comments
Ricky Rosselló y el Dr. Fernández Viña.
“Con el fin de realizar investigación y procedimientos experimentales de terapia celular,
los doctores Roberto Fernández Viña y Ricardo Rosselló Nevares establecieron una
colaboración internacional que ambos proyectan será de gran beneficio para la medicina
y biotecnología.” Añadió que “el doctor Fernández Viña ha sido un líder en el campo de
las células madre…”
Así comienza la noticia en El Vocero del 12 de marzo, 2013 donde aparece el Dr. Ricky
Rosselló vestido con indumentaria de cirujano y abrazado con el Dr. Fernández Viña en
un quirófano en la República de El Salvador. Todo esto financiado por el Recinto de
Ciencias Medicas de la UPR, según nos admite él en su página de Facebook. Pero
volvamos al primer asunto, porque me parece excelente idea que se establezca una
colaboración internacional y mucho más con un científico latinoamericano. Pero no nos
adelantemos a los hechos y examinemos cuidadosamente quién es este científico “líder
en el campo de las células madre”.
En su website el Dr. Fernández Viña nos explica que “se tiene previsto iniciar dos
nuevos centros (de terapia con células madre) en Europa y Asia durante el año 2011.”
Ya tienen centros fuera de Argentina tales como:
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Centro de Tratamiento de El Salvador: Hospital Central de Emergencias El
Salvador,
República de San Salvador
Centro de Tratamiento de Perú: Clínica San Felipe, Lima, República del Perú
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Centro de Tratamiento de México: Hospital San Javier, Guadalajara, Jalisco,
México
Centro de Tratamiento de Panamá: Hospital Santa Fe de Panamá, Panamá,
República de Panamá.
Éstos no son centros de investigación científica sino clínicas privadas donde se cobra
miles de dólares por terapias no comprobadas científicamente.
En el diario de la República Dominicana, “El Listín Diario” del 2 de mayo, 2012,
aparece un titular de una noticia que le debiera preocupar a cualquier persona razonable.
Nos dice el titular: Autoridades denuncian engaños con el uso de células madre: “Ante
el auge del uso de células madre en el país, las autoridades de Salud Pública sugieren a
la población evitar ser tomada como ‘conejillo de indias’, con la promesa de cura a
diversas dolencias sin garantías de éxitos en los procedimientos. El doctor Miguel
Montalvo denunció que algunos procedimientos son ofrecidos a través de la Internet y
por médicos dominicanos asociados a extranjeros, lo que constituye, en muchos casos,
un engaño.”
Veamos qué piensan del Dr. Fernández Viña sus propios compatriotas: “De a poco, la
Argentina comienza a transformarse en un destino para el llamado turismo de células
madre. Pacientes de todo el mundo llegan para tratarse de enfermedades para las que
aún no existe cura ni tratamiento homologado. El problema es que pagan miles de
dólares por intervenciones que no tienen comprobación científica… El caso
emblemático –pero no el único– es el de la Clínica y Fundación Fernández Viña, en San
Nicolás.”
Más adelante mencionan: “El uso de células madre para tratar enfermedades como el
Alzheimer, la diabetes o males cardíacos es altamente experimental. Sin embargo, en el
país estas terapias se ofrecen sin control… En el caso de Fernández Viña, además de dar
información falsa respecto de congresos en los que nunca presentó resultados, la página
(su website) remarca: ‘Nuestros protocolos de stem cells (células madre) cumplieron
con la reglamentación y normas requeridas y existentes hasta la fecha’. Algo que es
mentira, según informó oficialmente el Incucai a este diario.” Incucai es el Instituto
Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante, organismo que coordina y
fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos en Argentina.
Y para rematar nos relata cómo es que el gobierno ha protegido a este médico: “…otras
voces señalan que existen motivos políticos que hacen que no se proceda a cerrar la
clínica. Llegaron protocolos con la tarjeta del actualmente exdiputado Passaglia
pidiendo trato preferencial para la clínica de Fernández Viña…”
Pero no es justo evaluar a un individuo sólo basado en lo que comentan los periodistas.
Por tanto me tomé la molestia de revisar su curriculum vitae publicado por él mismo en
su propio website http://www.fundacionfernandezViña.org/don_roberto.php.
Dice el doctor Fernández Viña refiriéndose a sí mismo: “Con el reconocimiento y aval
de la Universidad de Stanford y el Hospital Emby Anderson de Houston, ambos de
Estados Unidos…. En enero de 2005 realizó el primer implante de Células Madre para
detener la diabetes.” Fernández Viña reclama “el aval” de Emby Anderson en Houston.
¿Cómo puede tener el aval de una clínica de la cual él no sabe ni escribir el nombre? Se
refiere él a MD Anderson, prestigioso centro de cáncer pero que no tiene programa
alguno de tratamiento de diabetes con células madre. Una fuente fidedigna de dicho
centro ha negado categóricamente que hayan avalado ese tratamiento. Luego menciona
la Universidad de Stamford, cuando realmente se refiere a la Universidad de Stanford.
Finalmente, en su curriculum reclama un gran total de dos trabajos originales. Luego de
varios intentos de conseguir estos trabajos en PubMed, en EndNote y en Google, me
topé con que estos trabajos son ficticios, ni siquiera son ciencia ficción. Pero este asunto
es más serio todavía. Este líder y “pionero a nivel mundial” no ha publicado trabajo
alguno en revistas científicas. Pueden comprobarlo fácilmente haciendo una búsqueda
de la literatura mundial bajo Roberto Fernández Viña. Hay varias publicaciones bajo
Marcelo Fernández Viña pero ése no es nuestro pionero y líder, sino su hermano.
Los primeros países víctimas de esta mafia de células madre fueron Argentina, El
Salvador, Perú, México, Panamá, República Dominicana. ¿Será Puerto Rico el
próximo? Alguien en esta Isla tiene buen olfato… pero no para la ciencia. El campo de
las células madre tiene un futuro magnífico siempre y cuando las investigaciones se
conduzcan con rigurosidad y por científicos serios.
Nos cuenta Ricky que “Esfuerzos como éste ayudan a añadirle valor al sector de la
medicina y biotecnología en Puerto Rico”. ¿En serio Ricky? ¿Seguro que no estás
bromeando? Cuidado que no te conviertas en su víctima. Existe ya un precedente en
Puerto Rico. Recordemos el caso del Dr. Eduardo Lasalvia Prisco, uruguayo que en el
2003 vino a curar puertorriqueños con su vacuna contra el cáncer por la cual cobraba
$10,000 y terminó declarándose culpable de múltiples delitos federales y teniendo que
regresarse a su país. Tal vez Ricky es muy joven para recordar que los colaboradores
puertorriqueños de Lasalvia, los Dres. Félix Cotto Ortiz y Rubén Otero López, además
del comerciante José Murati Sepúlveda, también terminaron con convicciones por delito
federal, dos de ellos tras las rejas. ¿Por qué? Pues tal vez le quede más claro a Ricky si
cito directamente en inglés uno de los delitos imputados en la corte federal: to
unlawfully market and distribute in interstate commerce a drug that was not approved
for use in human beings in the United States by the Federal Food and Drug
Administration, for personal gain and profit, for the purpose of impairing, obstructing
and defeating the lawful function of said agency of the United States. Véase USA v.
Cotto-Ortiz et als, Criminal No. 07-75 (CCC), USDCDPR.
Y en cuanto al viaje a El Salvador para la “colaboración científica” con Fernández
Viña, que responda el Dr. Rodríguez Mercado por qué tenemos que pagar nosotros los
ciudadanos por esta farsa.
* El autor es Director Médico del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo,
profesor adjunto del Centro de Cáncer MD Anderson (Houston) y profesor
universitario en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
* Publicado originalmente en Claridad.
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