VITAMINA K O FILOQUINONA Los complementos vitamínicos son vitales en casos de desnutrición grave. Parte de las vitaminas son solubles en grasas y parte son solubles en agua. En el primer grupo se incluyen las vitaminas liposolubles A, D, E y K; en el segundo, las vitaminas B y C. El exceso de vitaminas liposolubles no se excreta sino que se deposita en la grasa corporal (se pueden amontonar en los tejidos), por lo que el consumo en exceso puede producir acumulación de estos compuestos a niveles tóxicos. Las vitaminas liposolubles necesitan bilis para su absorción desde el intestino, por tanto, cuando la digestión de las grasas está perjudicada o cuando las grasas están rígidamente excluidas de la dieta, puede desarrollarse rápidamente una deficiencia vitamínica. Las vitaminas hidrosolubles están normalmente presentes en los líquidos en el interior y alrededor de las células y tejidos; por lo tanto, estos líquidos son valiosos como nutrientes. Existen 3 clases de vitamina K: K1 o filoquinona de origen vegetal, la más presente en la dieta; K2 o menaquinona de origen bacteriano, que difieren en el número de unidades isoprenoides que se encuentran en la cadena lateral; K3 o menadiona, liposoluble de origen sintético, sus derivados bisulfíticos son solubles en agua. Como se ha dicho con anterioridad, al igual que las vitaminas anteriores (A, D y E), la vitamina K necesita de la absorción de grasas y bilis para ser correctamente absorbida. Es necesaria para la coagulación de la sangre y, al igual que la vitamina E, contribuye a la transferencia de hidrógeno en la respiración. Se suministra a menudo antes de las operaciones, particularmente en operaciones de los conductos biliares bloqueados por cálculos biliares. Como se disuelve en las porciones grasas del alimento, se requiere la bilis para su adecuada absorción desde la cavidad intestinal. Por consiguiente, si el conducto biliar queda bloqueado, el individuo sufrirá probablemente una deficiencia de vitamina K y su mecanismo de coagulación sanguínea estará afectado. Por consiguiente, la ingestión de esta vitamina (junto con sales biliares) antes de una operación puede prevenir las hemorragias. A parte de su acción preventiva de las hemorragias internas, también se encarga del metabolismo de los huesos; cuando el calcio se une a otra proteína, la vitamina K influye según sus niveles en la coagulación, mineralización y en la reabsorción de calcio por el riñón (en medicina, se añade a los tratamientos de osteoporosis). Se localiza en las plantas de hoja verde y es sintetizada por las bacterias normalmente presentes en el intestino humano. Una deficiencia conduce de manera previsible, a una demora en la formación de coágulos y a una hemorragia potencialmente fatal como consecuencia de una herida. Se recomienda consumir bastante cantidad en caso de obstrucción de la vesícula biliar, en sobredosis de anticoagulantes, cáncer y alcoholismo. Alimentos con Vitamina K VERDURAS FRESCAS Contenido bajo: vainita verde, zanahoria, coliflor, apio, maíz, berenjena, champiñones, cebolla, pimiento verde, papas, calabaza, tomate, pepinillo, col fermentada. Contenido medio: espárragos, maníes, lechuga verde, repollo, alverjas. Contenido alto: brócoli, col de Bruselas, espinaca, col, lechuga de hoja roja, perejil, nabos, acelga, mostaza en grano. FRUTAS FRESCAS Manzana, plátano, arándano, melón, uva, pomelo, limón, naranja. CARNES Y PESCADOS Buey, pollo, jamón, cerdo, pavo, ternera, atún, merluza, gambas, caballa, bonito. GRASAS Y ACEITES Contenido bajo: Aceite de maní, aceite de ajonjolí, aceite de azafrán, aceite de girasol. Contenido medio: Margarina, aceite de oliva. Contenido alto: aceite de sacha inchi, aceite de soya. OVO-LACTEOS Mantequilla, suero, queso, yogurt, huevos, cuajada o BEBIDAS Café, colas diversas, zumo de frutas, té negro, leche, agua mineral. PASTAS Y CEREALES Arroz, pan, cereales, harinas, avena, rosquillas. VARIOS Miel, gelatinas, mantequilla de maní, azúcar. requesón. Vitamina K o Filoquinona Compuesto químico Naftoquinona Fuentes principales Té. Síntesis por bacterias intestinales; verduras verdes. Funciones en el organismo. Interviene en la síntesis de los factores de coagulación hepáticos. Posibles síntomas de deficiencia Coagulación sanguínea deficiente. Posibles síntomas de exceso Lesión hepática y anemia. Figura 1. Tres clases de vitamina K: K1 o filoquinona de origen vegetal; K2 o menaquinona de origen bacteriano; K3 o menadiona, liposoluble de origen sintético. HORMONAS TIROIDEAS Las hormonas tiroideas son secretadas por la glándula tiroides, que se localiza en el cuello, justo delante de la tráquea y debajo de la laringe. Las células secretoras forman esferas huecas de una sola capa y los espacios huecos, dentro de las esferas, constituyen depósitos de almacenamiento para las secreciones de la glándula. Estas hormonas son esenciales para el crecimiento y desarrollo normales y estimulan la intensidad del metabolismo de casi todos los tejidos del cuerpo. En la mayoría de los mamíferos, la glándula tiroides se compone de dos lóbulos localizados en la cara ventral de la tráquea. Ésta produce dos hormonas muy similares sintetizadas a partir del aminoácido tirosina y yodo: triyodotironina, que contiene tres átomos de yodo y está formada por una proteína transportadora (globulina), y tetrayodotironina, o tiroxina, que es un aminoácido combinado con cuatro átomos de yodo y acelera la respiración celular. La tiroides secreta principalmente tiroxina, pero las células diana convierten la mayor parte de ella a triiodotironina, eliminando un átomo de yodo. Si bien, ambas hormonas se unen a la misma proteína receptora localizada en el núcleo celular, el receptor tiene mayor afinidad por triyodotironina que por tiroxina. Así, la que genera las respuestas en las células diana es, principalmente, la triyodotironina. La temperatura del cuerpo está regulada por una complicada red de acciones donde intervienen el sistema nervioso y el endocrino. El centro regulador de la temperatura está en el hipotálamo, que controla además muchas otras funciones corporales. El hipotálamo recibe la información de los termorreceptores situados en la piel y ciertas partes internas, como el mismo hipotálamo. En el hombre, la ruta hormonal juega un papel más secundario. El TRH es la hormona de liberación tireotrópica, segregada por el hipotálamo, que estimula a la hipófisis para que fabrique TSH, la hormona estimulante del tiroides. Cuatro de las hormonas que fabrica la hipófisis anterior son las hormonas trópicas, hormonas que actúan sobre otras glándulas endocrinas para regular su secreción. Una de estas hormonas trópicas es la hormona estimulante de tiroides (TSH). La hipófisis secreta TSH, la cual actúa a través del AMP cíclico para promover la síntesis y secreción de las hormonas tiroideas, así como para incrementar el tamaño del tiroides en sí. En un circuito de retroacción negativa, en donde participan la hipófisis e hipotálamo, una subida de la concentración de tiroxina inhibe una posterior secreción de TSH por la hipófisis. Cuando la concentración de hormonas tiroideas en la sangre alcanza un nivel superior al normal, las células de la hipófisis anterior son inhibidas y la liberación de TSH disminuye. La glándula tiroides desempeña un papel crucial en el desarrollo y maduración. El cretinismo, una enfermedad hereditaria por deficiencia tiroidea, produce un crecimiento esquelético con un notable retraso y escaso desarrollo mental. Estos defectos, con frecuencia, pueden evitarse, al menos en parte, si se comienza el tratamiento con hormonas tiroideas en etapas tempranas de la vida. Una deficiencia de yodo en la dieta puede producir bocio; un crecimiento anormal de la glándula tiroides, pudiéndose asociar con hiper o hiposecreción. Una de las causas del bocio es la enfermedad de Graves; otra es el bocio endémico, causado por deficiencia de yodo en la dieta. Sin suficiente yodo, la glándula tiroides no puede sintetizar cantidades adecuadas de triyodotironina y tiroxina, y los bajos niveles de triyodotironina y tiroxina en sangre no pueden ejercer la retroalimentación negativa habitual en el hipotálamo y la hipófisis anterior. En consecuencia, la hipófisis continúa secretando TSH, aumentando los niveles de TSH y agrandando la tiroides. Las glándulas tiroides también tiene funciones homeostásicas importantes. En los adultos, por ejemplo, las hormonas tiroideas ayudan a mantener la presión normal, la frecuencia cardíaca, el tono muscular, la digestión y las funciones reproductivas. En todo el organismo, la triyodotironina y la tiroxina son importantes en la bioenergética; por lo general, incrementan la tasa de consumo de oxígeno en el metabolismo celular. Un exceso o un defecto en la cantidad de estas hormonas en la circulación sanguínea puede provocar enfermedades metabólicas graves. El exceso de hormona tiroidea en la sangre afecta al hipotálamo, inhibiendo la secreción de la hormona liberando de la TSH. Sin embargo, se piensa que ese órgano ejerce sus efectos reguladores principalmente cuando hay ciertas condiciones de estrés. También genera tanto calor a través de la respiración que el individuo siente siempre calor. A pesar de la abundante toma de alimento, se quema tal cantidad que el peso corporal puede disminuir. El hipertiroidismo, o la excesiva producción de tiroxina, conduce a nerviosismo, insomnio e irritabilidad; aumento del ritmo cardíaco y presión sanguínea; intolerancia al calor, subdoración excesiva y pérdida de peso. No provoca un crecimiento anormal, pero aumenta la tasa de metabolismo basal en un 60% o más. La forma más común de hipertiroidismo es la enfermedad de Graves (bocio tóxico), en la cual el tamaño y la actividad de la tiroides están aumentados; la exoftalmia causada por la acumulación de líquido detrás de los ojos es un síntoma típico. La enfermedad puede ser tratada con medicamentos, cirugía, o mediante la inyección de yodo radiactivo, que es incorporado a la tiroides y destruye parte del tejido tiroideo. El hipotiroidismo o la poca producción de tiroxina (la enfermedad opuesta), en la infancia, afecta al desarrollo, en especial a las células nerviosas, ocasionando una baja intensidad del metabolismo y retraso físico y mental. Si se desarrolla una deficiencia de esta hormona en la primera fase de la juventud puede provocar cretinismo en los niños y producir otros síntomas. El crecimiento está obstaculizado, se retarda el desarrollo mental, el desarrollo sexual se demora o no se produce y el peso del organismo aumenta, ya que se respira poco alimento pero se almacena mucho en forma de grasa. En un adulto puede padecer como aumento de peso, letargo, sequedad de piel, falta de vitalidad e intolerancia al frío. Si no se trata a tiempo, puede conducir a una deficiencia mental permanente y enanismo. Cuando la función de la tiroides es prácticamente nula, la tasa de metabolismo basal se reduce aproximadamente un 40%, y se desarrolla una situación conocida como mixedema. Un individuo con mixedema puede sentir fatiga, retardo mental, reducción del vigor físico, pérdida de potencia sexual, caída del pelo y una acumulación anormal de agua en la piel. Un enano cretino es muy diferente de un enano hipofisario. Cuando se diagnostica y trata oportunamente el cretinismo es posible que la persona tenga un desarrollo normal si se le administra clínicamente hormona tiroidea sintética. Hormonas tiroideas Glándula Tiroides Hormona Triyodotironina y tiroxina Clase química Aminoácidos iodados Acciones representativas Estimula y mantiene los procesos metabólicos Mecanismo de regulación de la TSH secreción Figura 2. Eje Hipotálamo -Hipófisis- Tiroides. La hormona hipotalámica liberadora de tirotropina, TRH, estimula la secreción hipofisiaria de tirotropina, TSH, la cual a su vez estimula la secreción de tiroxina, T4, y triyodotironina, T3, de la glándula tiroides. La secreción de TSH es regulada principalmente por un sistema de retroalimentación negativo por T3 libre proveniente de T3 circulante y conversión intrahipofisiaria de T4. La secreción de TRH también es inhibida por T3 libre. La somatostatina inhibe la secreción de TSH. La secreción de somatostatina es estimulada por T3 y T4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Campbel, Reece (2007): Biología. Editorial Médica Panamericana. Curtis, Barnes (1997): Panamericana, S.A. Invitación a la Biología. Editorial Médica Paul B.Weisz (1984): La ciencia de la biología. Editorial Omega. Villee, Solomon, Martín, Martín, Berg, Davis (1992): Biología. Editorial Interamericana·McGraw-Hill PÁGINAS WEB UTILIZADAS Natura Salud Complementaria (junio 2009): http://naturasaludcomplementaria.blogspot.com/2009_06_01_archive.html