Modelo de análisis de la coherencia del texto de

Anuncio
TEXTO DE LA PÁGINA 100 DEL LIBRO DE TEXTO
PERSONAS
ROSA MONTERO
No se confundan: esto que voy a decir no tiene nada que ver con lo políticamente correcto, que
es esa ideología retrógrada e idiotizante que se ha convertido en una especie de torpe inquisición
y que, en sus excesos, oculta y falsea la realidad, utiliza eufemismos e intenta censurar los
infinitos conflictos de la vida. Políticamente correcto, por ejemplo, es decir con melosa
hipocresía que ser obeso es algo estupendo, cuando la obesidad es una enfermedad grave y un
verdadero problema para quienes la sufren. Ahora bien, supongamos que en un programa de
televisión de máxima audiencia se dedicaran semana tras semana a burlarse despiadadamente de
unos obesos, sacándoles en bañador para verles el retemblor de carnes y llamándoles sacos de
grasa sucia entre las carcajadas del público. Resultaría repugnante, y no por corrección política,
sino por un mínimo sentido de la decencia.
Esto es lo que lleva haciendo el programa Un, dos, tres desde hace semanas con dos actores
enanos que aparecen en un indignante número del penoso cómico Manuel Sarriá. A los enanos,
disfrazados de niñas, se les insulta de las maneras más zafias: "Cuando nacieron denunciaron a
su madre por sacar escombros a la calle". Les utilizan como el emblema de lo más grotesco y
horroroso, como verdaderas alimañas, porque les hacen morder y patear al presentador (gran
hilaridad del respetable). Estas bromas crueles no son inocentes: exudan una ideología
reaccionaria y feroz. Son como los chistes sobre mujeres que quieren ser violadas o sobre
maridos que pegan a sus esposas. ¿Aguantaría la audiencia, por ejemplo, que se burlaran de los
mutilados por ETA? Me parece inconcebible que el Un, dos, tres persevere en este esperpento
de la España negra. Los actores enanos del programa han escrito una carta defendiendo su
trabajo: como es natural, temen quedarse en paro. Pero un actor enano no está obligado a
burlarse de sí mismo para poder actuar: véase a la estupenda Linda Hunt, que ganó un Oscar por
El año que vivimos peligrosamente. Espero que Chicho acabe con esta ignominia y les dé otro
papel. Pero no de enanos risibles, sino de personas. Que es lo que son.
(AVISO: la numeración sigue las líneas del libro de texto, no las del presente artículo)
TEMA
Intención: crítica mordaz
Concreción del asunto: aparición de unos enanos en el 1, 2, 3.
Apostilla: atenta contra la dignidad de las personas.
El tema del presente texto lo podemos enunciar de la siguiente manera: “Crítica mordaz al
programa 1, 2, 3 por la burla a la que somete a dos actores enanos”.
RESUMEN
Rosa Montero no quiere que se confunda el concepto de lo “políticamente correcto”, que
considera como algo negativo en la sociedad actual y que la conduce hacia la autocensura, con
lo que es deleznable desde el punto de vista humano, como ocurre con la actuación en el
programa 1, 2, 3 de unos enanos de los que público y participantes se burlan abiertamente. Cree
la autora al respecto que la necesidad de trabajar no debe estar por encima de la dignidad
humana.
ESQUEMA ORGANIZATIVO DEL TEXTO
El presente texto presenta dos partes claramente diferenciadas desde el punto de vista del
enfoque temático, que además viene potenciado por el hecho de dividirse en dos párrafos. El
texto se corresponde con el tipo expositivo-argumentativo, dándose en él los elementos
habituales en estos casos: introducción (párrafo 1), cuerpo argumentativo (párrafo 2 hasta la
línea 19) y conclusión (línea 19 y 20).
PÁRRAFO 1.
En el primer párrafo, que se corresponde con la introducción, la autora señala la diferencia entre
lo políticamente correcto y lo que es el sentido de la decencia. Define aquí Rosa Montero el
concepto de lo políticamente correcto y argumenta sobre ello utilizando argumentos de
ejemplificación. Destacan aquí las siguientes ideas:
Idea principal: lo políticamente correcto es una especie de inquisición que no se debe
confundir con la denuncia de aquello que carece del mínimo sentido de la decencia. (repartido al
principio y el final del párrafo).
Idea secundaria: coincide con el argumento de ejemplificación referido a las
personas obesas (“ser obeso es algo estupendo…, en la línea 3).
Este primer párrafo sería la parte más expositiva
PÁRRAFO 2
El segundo párrafo coincide casi completamente con el cuerpo argumentativo del texto y
desarrolla en él lo que verdaderamente quiere la autora poner de manifiesto: que es indignante
que se utilice a dos enanos para el disfrute del público del programa 1, 2, 3, insultándolos y
burlándose de ellos. Esto lo podemos apreciar en las siguientes ideas más destacadas:
Idea principal: en el 1, 2, 3 aparecen unos actores enanos realizando un número
indignante (l. 9-11).
Idea principal: un actor enano no está obligado a burlarse de sí mismo (línea 17 y 18).
En el desarrollo de estas ideas, dentro del cuerpo argumentativo, utiliza la autora una serie de
argumentos que pasamos a analizar:
-Generalizaciones indiscutibles (o argumento ético): “Estas bromas crueles no son
inocentes: exudan una ideología reaccionaria y feroz” (línea 13).
-Comparaciones (o también argumento ético): “Son como los chistes sobre mujeres que
quieren ser violadas o sobre maridos que pegan a sus esposas” (línea 15)
-Históricos: “Me parece inconcebible que el Un, dos, tres persevere en este esperpento
de la España negra.” (línea 16).
También en el segundo párrafo encontramos la conclusión del texto, en donde la autora utiliza
dos argumentos más:
-Ejemplificación: “Un actor enano no está obligado a burlarse de sí mismo para poder
actuar: véase a la estupenda Linda Hunt, que ganó un Oscar por El año que vivimos
peligrosamente” (línea 18 y 19).
-Generalizaciones indiscutibles: “Espero que Chicho acabe con esta ignominia y les dé
otro papel. Pero no de enanos risibles, sino de personas. Que es lo que son.” –línea 20.
Dichos argumentos sirven a la autora como la expresión de la tesis, explícita, por tanto,
dando como resultado una estructura claramente sintetizante: “Un actor enano no está obligado
a burlarse de sí mismo para poder actuar.
De otro modo, si no entendemos que la frase literal sintetice la idea que defiende la
autora, la podemos enunciar con nuestras propias palabras, diciendo que la tesis que aparece
centrada en la parte final del texto, es de carácter implícito y podría ser enunciada de la
siguiente manera:
“Nadie está obligado a burlarse de sí mismo para poder trabajar, puesto que todos,
aunque sean diferentes, tienen derecho a ser tratados como personas”.
En dicha tesis se pone de manifiesto la intención de la autora, que no es otra que la
defender la dignidad de las personas con cualquier tipo de diferencia, y, en concreto en este
caso, la de los enanos, desenmascarando la hipócrita actitud de una sociedad llena de
eufemismos para seguir las directrices de lo que se considera políticamente correcto, pero que se
ríe y se burla grotescamente de las deficiencias de los demás.
Descargar