PROYECTO DE ARTESANÍAS: áreas de género y producción y comercialización. El apoyo a grupos de artesanos y artesanas desde la Red Puna se ha ido consolidando en el tiempo a través de las áreas de Género y de Producción y Comercialización (COPROCO). En la historia de la Red, la COPROCO fue la primera en formarse, a partir de la necesidad de las organizaciones más dedicadas a lo productivo. La COPROCO apunta al mejoramiento de la producción ganadera y agrícola de los campesinos, a través de la incorporación de prácticas adecuadas para cada micro región, que permitan un manejo sustentable de los recursos naturales, y al desarrollo de la producción artesanal. Allí se intercambian experiencias, se organizan capacitaciones según las necesidades, se presentan proyectos a fondos perdidos o rotatorios (créditos) y allí son evaluados, aprobados y financiados. En los últimos años se han realizado distintas experiencias de comercialización de carne de cordero y llama, de productos agrícolas y envasados, y de producción y comercialización artesanías textiles. En el caso de las carnes, conservas, frutas y verduras, se abrió una boca de expendio en la ciudad de San Salvador de Jujuy, además de otras experiencias puntuales de venta fuera de la provincia. En el caso de las artesanías textiles, desde el 2005 se comenzaron a vender en una feria de Matadero en Buenos Aires, como así también algunas ventas puntuales y a través de la participación en Ferias regionales y nacionales. El Área de Genero se formó en el 2002, luego de haber ido madurando la temática en los distintos espacios y organizaciones de la Red. Está integrada por representantes de cada una de las Microrredes, promotoras y dirigentas comunitarias y por un equipo de técnicas sensibilizadas en la problemática de Género. Este es un espacio muy importante donde se detectan las necesidades en lo referente a la problemática, se planifican y coordinan actividades y se diseñan caminos para abordar las necesidades inmediatas e intereses estratégicos que desde la mirada de Género pueden visualizarse en las familias campesinas. Además es un espacio de formación permanente entre dirigentas comunitarias, promotoras y técnicas. En sus inicios, desde el Área de Género empezamos a trabajar con grupos de mujeres, ya que creímos que era conveniente iniciar el desarrollo de las temáticas específicas diferenciando por género nuestra intervención, atendiendo a la histórica condición de desigualdad que padecen las mujeres. De esta manera comenzamos a impulsar diferentes proyectos en conjunto con los grupos en el campo que tendieran a responder las necesidades expresadas por las comunidades y en particular por las mujeres de las mismas. Los proyectos que empezamos a desarrollar comprendían las temáticas de la Salud Sexual y Reproductiva, Derechos de las Mujeres, Violencia hacia la Mujer y Relaciones de Género. Por otro lado, dentro de estos proyectos, contemplamos la capacitación y el apoyo a las actividades productivas que ya venían realizando las mujeres (de hilandería, tejido, teñido), ya que la mayoría de las que componen los grupos son artesanas textiles. A partir de la identificación y priorización de los problemas, se inició un proceso de formulación de proyectos productivos, la mayoría de ellos vinculados a la 1 producción textil artesanal con enfoque de género. La idea tenía como principal objetivo el empoderamiento de las mujeres, ya que debían ser ellas mismas quienes formulen, ejecuten y administren sus propios emprendimientos. Durante el transcurso del 2004, se financiaron 18 proyectos que permitieron empezar a equiparse (telares, máquinas de hilar, mobiliario, infraestructura, herramientas, insumos) y a capacitarse en algunas etapas de la producción artesanal (hilado, teñido, tejido en telar, a dos agujas). También se continuó profundizando la reflexión sobre la situación de las mujeres en relación a las desigualdades de género, y al fortalecimiento y empoderamiento como grupos. Hoy, si bien la mayoría de los grupos se encuentran funcionando, la situación de cada uno es distinta en cuanto a la etapa del proceso productivo en la que han hecho mas hincapié o en el tipo de productos (tejido en telar, hilado, teñido de lanas, tejido en bastidor, tejido a dos agujas) que han desarrollado. También es diferente el crecimiento y al proceso realizado desde lo organizativo. Algunos grupos ya comenzaron a vender sus productos en articulación con el Área de Producción y Comercialización de la Red, y en mercados y puntos de venta regionales. Cabe destacar que la venta de los productos es importante desde el punto de vista del empoderamiento de las mujeres y de las familias (aunque no exclusivo), ya que al generar ingresos propios, hay más posibilidades de que se den transformaciones en las relaciones de Género hacia el interior de las mismas. Por otro lado, abre otra posibilidad concreta en la economía familiar, para hacerle frente a las condiciones de precariedad económica en las que las familias puneñas y quebradeñas se encuentran. Es a partir de esta incipiente experiencia de comercialización que se comenzaron a visualizar necesidades de mejorar la calidad de las artesanías que producían estos grupos de mujeres y otros grupos mixtos que forman parte de la Red. Ciertas prendas y productos eran devueltos desde las vías de comercialización sin lograrse la venta, ya que aparecían fallas e inconvenientes recurrentes en lo que refiere a talles, morfología, diseño y variaciones en la calidad. Como respuesta a esta situación, iniciamos un proceso que, a largo plazo, tienda a revalorizar y fortalecer las prácticas textiles artesanales, por comprenderlas como una alternativa laboral de potencial envergadura y un componente importante de la identidad cultural. La idea radica en que al mejorar la calidad de la producción, además de que se amplíen las posibilidades de comercialización, se encuentre una identidad propia como Red Puna para los productos de los grupos de artesanas y artesanos de las distintas comunidades. Esto irá permitiendo instalar en el mercado productos textiles Red Puna, con calidad uniforme e identidad definida. Desde esta perspectiva, nos contactamos con una empresa textil de Buenos Aires, “Tramando”, que viene trabajando con proyectos que intentan, a través del diseño y la creatividad, colaborar en la mejora de las condiciones de vida de sectores desfavorecidos. En la primera etapa de trabajo que venimos ejecutando desde enero de 2007, nos propusimos alcanzar dos grandes objetivos en torno a: - Que la Tramando entre en un diálogo tendiente a colaborar en la mejora de la producción y comercialización de los productos textiles que actualmente elabora la Red Puna, mediante la identificación y transmisión de técnicas, herramientas y conocimientos útiles a tal efecto; y - Generar conocimiento mutuo y vínculos de confianza para desarrollar una segunda etapa de trabajo conjunto, de más largo plazo, que permita profundizar el estudio diagnóstico y el desarrollo de estrategias que habiliten el trabajo sobre el diseño de las piezas, la recuperación de prácticas ancestrales de producción, y el desarrollo de estrategias de comercialización de productos. 2 La propuesta que hizo Tramando bajo la dirección del diseñador Martín Churba para trabajar con la Red se centró en dos ejes: diagnosticar el estado de la artesanía textil y sus condiciones de producción; ofrecer técnicas útiles y pertinentes para mejorar la calidad de la producción y los productos, confeccionando para ello materiales didácticos. En estos primeros 9 meses de trabajo, la Red Puna y Tramando hemos avanzado significativamente en la ejecución de la primera fase de éste proyecto, que se plasmó en: - Se conformó un equipo de referentes comunitarios y técnicos en la Red Puna que coordina y conduce el proyecto, y que actúa como equipo promotor y agente de multiplicación y comunicación de las experiencias en sus propios grupos de base y en cada una de las cinco microrredes a las que se convoca. A su vez, en cada una de estas microrredes se establecieron “centros” donde se realizaron talleres, capacitaciones y distintos encuentros que han permitido planificar, ejecutar y evaluar las acciones enmarcadas en el proyecto, nucleando en cada uno a los distintos grupos de artesanas y artesanos de cada una de estas microregiones. - Se realizaron tres viajes de trabajo e investigación a cada una de las zonas con dos diseñadores y una socióloga de Tramando acompañados por el equipo coordinador del proyecto, en los cuales: se iniciaron los primeros acercamientos para generar lazos de confianza y conocimiento mutuo; se realizaron talleres en cada una de las zonas tendientes a delimitar el estado actual de la producción y comercialización de los textiles en la Red; se entabló una relación de articulación con el Instituto de Investigación para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF NOA), dependiente del INTA, para el acompañamiento y profundización de los estudios diagnósticos. - Como resultante de estos primeros acercamientos, se han podido delimitar problemáticas urgentes sobre las que hemos trabajado en los últimos meses, que radican en: problemas de salud que presentan artesanas y artesanos (posturales, de visión y respiratorios por la inhalación de fibra); problemas en lo que refiere a los productos en sí (morfología, estandarización de medidas, talles y calidad); problemas en cuanto a la disponibilidad de herramientas de trabajo (principalmente agujas para tejer); problemas respecto a la comercialización de los productos (escasos puntos de venta, dificultades para la presentación y exposición de los productos). - Por último, implementamos acciones como respuesta a estas problemáticas definidas como urgentes, centrándonos en: la confección de moldes y siluetas para lograr la estandarización de talles y modelos de los productos que se elaboran en mayor escala (pulóveres, medias, guantes, gorros); compra de sets de agujas para cada uno de los grupos; confección de barbijos; se ha presentado un proyecto ante el INAI para abordar las dolencias oftalmológicas y posturales y para trabajar sobre la prevención de las mismas; para incidir en las condiciones de comercialización realizamos un taller de display que buscó identificar formas convenientes de exponer y mostrar los productos, usando para ello los materiales disponibles en el lugar. Estas primeras acciones que venimos realizando resultan de un estudio diagnóstico que hemos llevado adelante en el transcurso de este año. A partir de este diagnóstico final al que hemos llegado entre Tramando, el equipo coordinador del proyecto y los distintos grupos de artesanas y artesanos de la Red, se desprenden nuevas necesidades y estrategias a profundizar. 3