ÉTICA Y MORAL. La moralidad de las acciones.

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ÉTICA Y MORAL. La moralidad de las acciones.
Contestad en grupo a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué entiendes por ética? ¿Y por moral? ¿Tienen algún interés para ti?
2. ¿Crees que el comportamiento moral es exclusivo de la especie humana?
3. ¿Qué entiendes por normas morales? Señala tres normas morales que te parezcan importantes.
4. ¿Qué es para ti la responsabilidad?
5. ¿Sientes que tienes la obligación de comportarte de la manera en que lo haces?
8. ¿Qué es para ti un problema moral? ¿Has tenido que resolver alguna vez alguno?
DEFINICIONES:
“Moral” deriva del latín mos, moris que significa “costumbre” y también “norma”. La moral está
formada por diversos modelos sociales de comportamiento. Estos modelos funcionan como patrones de buena
conducta y sirven para valorar el comportamiento de las personas. Así, “moral” hace referencia a las “formas de
vida” que reflejan las ideas compartidas acerca de los valores y del sentido de las cosas.
La ética es una reflexión filosófica sobre nuestro comportamiento moral (sobre las costumbres,
normas, responsabilidad, valores, obligación…) orientada a buscar soluciones a los problemas que tiene una
persona consigo misma (resolución de conflictos intrasubjetivos) y a los que genera la convivencia con otras
personas (resolución de conflictos intersubjetivos).
Así pues, la ética es la reflexión filosófica sobre la moral. Dicho de otro modo, el objeto de estudio de la
ética es la moral.
LA MORALIDAD DE LAS ACCIONES
¡Cuántas cosas hacemos durante un día, una semana, un año...! ¿De cuántas somos conscientes?
¿Cuántas las hemos decidido nosotros? Y de estas decisiones, ¿cuántas han sido tomadas después de la suficiente
reflexión? Sin embargo, de muchas de ellas depende nuestra forma futura de ser y, en definitiva, nuestra vida,
nuestra realización como personas humanas.
NUESTRAS ACCIONES
Después de comer, Raquel se ha echado en el sofá y dormita un rato respirando profundamente. Se
despierta de golpe: ¡las tres y media! Bosteza, se levanta y le dice a su madre que se va a casa de Julia a estudiar.
Se peina un poco, recoge sus bártulos y se va dando un portazo. Pone la moto en marcha y sale disparada. En el
primer cruce, en el que tenía preferencia, un coche deportivo que iba demasiado deprisa casi la atropella.
“¡Abusón!”, grita. En el siguiente hay un stop. Se para, mira a un lado y a otro y sigue.
En casa de Julia, Esteban, su hermano gemelo, que va a su misma clase, y Tomás, otro compañero,
juegan una partida de ajedrez. Éste acusa a Esteban de haber cambiado de sitio un peón mientras él estaba en el
lavabo. Aunque es verdad, Esteban lo niega.
Se disponen a estudiar, ya que mañana tienen un examen. Pero al poco entra Pedro, el hermano mayor
de Julia que viene de permiso del servicio militar. Se dan besos de alegría. Pero Raquel, que es antimilitarista, le
reprocha que no se haya opuesto a hacer la mili. Éste se justifica: tampoco él está de acuerdo, pero le resulta más
cómodo acabar de una vez que hacerse objetor. Estas razones no convencen a Raquel. Se meten todos en la
discusión y ésta sube de tono hasta el punto de insultarse. Hay cosas que a Raquel la sacan de quicio y entonces
no puede controlarse.
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Esteban quiere poner paz y propone que salgan un momento a dar un paseo. Pero al llegar a la plaza se
encuentran con otra compañera a la que le comentan el suceso. Ella opina que el deber de Pedro es hacer la mili.
No se dan cuenta, pero han pasado más de tres horas. Tendrán que preparar el examen por la noche. Esto
horroriza a Tomás, que después de cenar es incapaz de estudiar. Y todo por culpa de Raquel y sus dichosas ideas.
Para aprobar el examen no ve otra solución que hacerse una chuleta.
1. Clasifica las acciones que aparecen en la historia que acabas de leer según los criterios siguientes:
a) Acciones totalmente inconscientes.
Ejemplo: Raquel dormita.
b) Acciones conscientes pero automáticas.
Ejemplo: Raquel bosteza.
c) Acciones conscientes pero habituales.
Ejemplo: Raquel se levanta y se peina.
d) Acciones que requieren una decisión.
Ejemplo: Raquel va a casa de su amiga.
2. Trabajo en grupo. Discutid la clasificación que habéis asignado a cada una de las acciones. Hay
algunos actos que no está claro a qué categoría pertenecen. Cada uno debe exponer sus razones para, al final,
escoger la más convincente. (A lo mejor alguien opina que hay acciones que no pueden encuadrarse en ninguno
de los grupos propuestos y sugiere otra clasificación. Discutidla y, si lo creéis conveniente, adoptadla.)
3. Parece claro que las acciones de tipo a y las de tipo b no admiten calificación moral. ¿Por qué? ¿Por
qué la mayoría de las acciones calificables moralmente son del tipo d?
NUESTRAS DECISIONES
Voy a contarte un caso dramático. Ya conoces a las termitas, esas hormigas blancas que en África
levantan impresionantes hormigueros de varios metros por carecer de la coraza quitinosa que protege a otros
insectos, el hormiguero les sirve de caparazón colectivo contra ciertas hormigas enemigas, mejor armadas que
ellas.
Pero a veces uno de esos hormigueros se derrumba, por culpa de una riada o de un elefante (a los
elefantes les gusta rascarse los flancos contra los termiteros, qué le vamos a hacer). En seguida, las termitas
obrero se ponen a trabajar para reconstruir su dañada fortaleza a toda prisa. Y las grandes hormigas enemigas se
lanzan al asalto. Las termitas-soldado salen a defender a su tribu e intentan detener a las enemigas. Como ni por
tamaño ni por armamento pueden competir con ellas, se cuelgan de las asaltantes intentando frenar todo lo
posible su marcha, mientras las feroces mandíbulas de sus asaltantes las van despedazando. Las obreras trabajan
con toda celeridad y se ocupan de cerrar otra vez el territorio derruido… pero lo cierran dejando fuera a las
pobres y heroicas termitas-soldado, que sacrifican su vida por la seguridad de las demás.
Cambio de escenario, pero no de tema. En la Ilíada, Homero cuenta la historia de Héctor, el mejor
guerrero de Troya, que espera a pie firme fuera de las murallas de la ciudad a Aquiles, el enfurecido campeón de
los aqueos, aún sabiendo que éste es más fuerte que él y que probablemente va a matarle. Lo hace por cumplir
su deber, que consiste en defender a su familia y a sus conciudadanos del terrible asaltante. Nadie duda de que
Héctor es un héroe, un auténtico valiente.
1. Contesta a las siguientes preguntas:
- ¿Qué tienen en común y en qué se diferencian el comportamiento de Héctor y de las hormigas?
- ¿Son valientes las hormigas y merecen una medalla?
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Son muchas las decisiones que con más o menos reflexión tomamos durante el día, aunque no todas
tienen la misma importancia. Como hoy por la tarde no tengo clase, he de decidir qué hago hasta la hora de
cenar, si después de comer me pongo rápidamente a estudiar o veo un rato la televisión o, en fin, me echo una
siestecita. A lo mejor he decidido, no sin un notable esfuerzo, estudiar, pero al poco rato me llama un amigo y me
invita a ir a su casa a escuchar un disco que acaba de comprar. Si me inclino por ir a su casa, como ésta queda un
poco lejos, he de decidir si voy andando o en autobús. Al salir, para evitar sermones, ¿digo a mi madre que voy a
estudiar? Al subir al autobús, como el conductor está distraído, ¿pico la tarjeta? Ya dentro, veo a un vecino; ¿le
saludo, aunque me resulte muy antipático?
Como es fácil deducir, no todos estos dilemas son de la misma naturaleza ni tienen la misma
importancia. Fijémonos, de entrada, en qué consecuencias puede tener cada una de estas acciones. En principio,
estudiar o no (a) puede acarrearme una serie de consecuencias mucho más importantes (aprobar o no aprobar, el
contento o descontento de mis padres…) que las de ir andando o en autobús (b). Tampoco parecen muy
importantes las consecuencias de saludar o no al vecino (c); sin embargo, si nunca saludo a mis vecinos, seré
socialmente reprobado. El marcar o no la tarjeta (d) dependerá de si soy descubierto (me impondrán una multa);
en cambio, si digo una mentira (e) –“bien dicha”, claro está -, nadie me reprenderá y en principio tampoco tendrá
consecuencias externas negativas, a no ser cierto malestar conmigo mismo si creo que no decir la verdad no está
bien.
Para nuestro análisis podemos descartar las acciones de tipo (b), a las que podríamos calificar
simplemente de instrumentales (si no cojo el autobús, lo máximo que pierdo es un poco de tiempo). A las de tipo
(c) las podríamos calificar de puramente sociales, ya que no tienen en principio, más importancia que la
aprobación o la censura social. Alas de tipo (d) las podemos calificar de jurídicas o legales, ya que acatan o
incumplen una ley promulgada. Las de tipo (e) son las propiamente morales, ya que sólo depende de mi
convencimiento de si está bien o mal decir mentiras.
Estos grupos no son excluyentes. En general, casi todas tienen repercusión social. Además, la mayoría
de acciones de carácter legal o jurídico (reguladas por las leyes) tienen también un carácter moral. De hecho
estas fronteras que hemos establecido no son tan nítidas aunque nos sirvan de guía.
1. Clasifica según las siguientes acciones según los criterios establecidos (a. cotidiana, b. instrumental, c.
social, d. jurídica, e. moral)
1. Participar en las elecciones de delegado de curso
____
2. Socorrer a una persona accidentada ____
3. Ceder el asiento a una anciana en el autobús ____
4. Participar en un juego de rol ____
5. Escuchar la música que me relaja ____
6. Ayudar a mis padres en la compra del mercado
____
7. Pagar la entrada para asistir a un concierto _____
8. Hacer los deberes ____
9. Atender en clase ____
10. Participar en las fiestas del pueblo ____
11. Participar en una ONG ____
12. Cumplir con el servicio militar ____
13. Tomar el sol en la playa ____
2. Observa los dos conjuntos con intersección y coloca en la zona que corresponda los números de las
acciones siguientes:
A
B
A: acciones con carácter jurídico
B: acciones con carácter moral
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1. Hacer una estafa
7. Marcar la tarjeta del autobús
2. Contratar el seguro obligatorio del coche
8. Respetar un stop
3. Pasear al perro por una zona prohibida
9. No molestar a los vecinos con ruidos fuertes
durante la noche
4. Decir una calumnia
5. Ayudar económicamente al vecino necesitado
10. Prometer lo que sé que no voy a cumplir
6. Pagar los impuestos
ACCIONES CALIFICABLES MORALMENTE
Sólo podrán tener calificación moral aquellas acciones realizadas de modo consciente y libre. Así, si
alguien tropieza con un cable atado a una barra de hierro que al caer hiere a otro transeúnte, no se puede decir
que haya actuado moralmente mal, ya que ni se ha dado cuenta, ni lo quería lastimar. Normalmente, sin
embargo, tampoco en este sentido la libertad y la consciencia de muchas acciones son tan fáciles de calibrar. ¿Es
consciente una persona que realiza una acción bajo los efectos de alguna droga? ¿Son libres quienes actúan bajo
amenaza? Más adelante también habremos de tratar sobre este tema. En segundo lugar, sólo tendrán carácter
moral aquellas acciones que sean consideradas por el propio sujeto como buenas o malas. En este sentido
dependerán de la convicción interior, de lo que se llama normalmente conciencia moral.
¿Cuáles son pues los rasgos que caracterizan la moralidad? Si yo considero algo como bueno o malo es
porque responde o no a unos criterios de valoración que he asumido. Así, si considero que un texto está mal
escrito, es porque no se ajusta a los principios que rigen la buena escritura. ¿Qué características distinguen a los
principios morales? De esto es justamente de lo que trataremos en las unidades siguientes. Pero de entrada,
diremos que los principios morales se me presentan con estas características:
a) Obligación de ser cumplidos: Aunque yo sepa escribir bien, no me siento obligado a hacerlo. Por
pereza, por estrategia, o por el motivó que sea, puedo hacerlo mal sin que esto me cree un conflicto interior. No
me pasa lo mismo si incumplo una promesa, porque creo que las promesas se deben cumplir.
b) Incondicionalidad. Seguramente nadie considerará ilícito que alguien se esfuerce en escribir bien sólo
para que le pongan buena nota, o para ganar un premio o, en fin, para sentirse elogiado. En cambio, las promesas
no se cumplen para conseguir otra finalidad -por ejemplo, para que me consideren un “tío legal”- sino
simplemente porque hay que cumplirlas, sin más.
c) Universalidad. Cuando se está convencido de que algo es moralmente bueno o malo es porque se
cree que debe ser así y que todas las personas deberían considerarlo igual. Esto no significa, no obstante, que no
se respeten otros pareceres, pero se los considera equivocados.
1. Analiza cada uno de los casos siguientes y formula un principio de obligación incondicional y universal
que sirva para juzgar su bondad o maldad moral.
a) Ayer me quitaron la rueda de la motocicleta y tengo poco dinero; por lo tanto, le quitaré una a un
chico del barrio cuya familia sé que tiene mucho dinero.
b) Al llegar a casa me he dado cuenta de que en la tienda me han dado el cambio de un billete de
cincuenta, en vez del de veinte. Como sus dueños tienen más dinero que yo, no tengo por qué decirlo. Al fin y al
cabo, son ellos quienes se han equivocado.
c) Tengo que arbitrar un partido en el que juega mi equipo favorito. Si pierden tendrán que bajar de
categoría. Por tanto, esta vez tendré que ayudarles con un penalti a su favor.
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PARA ESTUDIAR:
La moral está formada por diversos modelos sociales de comportamiento. La ética es una reflexión
filosófica sobre nuestro comportamiento moral.
Realizamos muchas acciones. Podemos clasificarlas en diferentes grupos:
-
Automáticas e inconscientes (reflejos e instintos): las hacemos sin darnos cuenta.
-
Casi automáticas y conscientes (hábitos): nos damos cuenta de ellas pero las realizamos sin
pensarlas ni decidirlas. L as llamamos habituales.
-
Deliberadas: antes de realizarlas, han sido pensadas y se ha tomado la decisión de llevarlas a cabo.
Cuando esta decisión se ha tomado después de una reflexión larga sobre su conveniencia, se
denominan deliberadas explícitas, y deliberadas implícitas cuando esa reflexión prácticamente no
existe o se da por supuesta
En cuanto a las acciones que son fruto de nuestras decisiones, las hay de diversos tipos, según su naturaleza y las
consecuencias que nos pueden acarrear:
- Instrumentales: las que sólo facilitan nuestro quehacer.
- Sociales: las que facilitan el trato social y la convivencia.
- Jurídicas o legales: las que son exigidas por normas y leyes expresamente publicadas.
- Morales: las que dependen del convencimiento interior.
Estas clases no son excluyentes y muchas acciones, son de difícil clasificación porque participan de varias.
La acción moral tiene diversas características:
-
Es consciente: el sujeto se da cuenta de lo que hace.
-
Es libre: ha querido hacerlo.
-
Es considerada por el propio sujeto como buena o mala.
Las acciones buenas o malas moralmente se sienten como:
-
Obligatorias: deben realizarse.
-
Incondicionales: deben realizarse por sí mismas sin otra finalidad.
-
Universales: pueden exigirse a todos los humanos.
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