Vacunos - Compañia Cibeles / Dr. Zerbino

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En Invierno Suplementación y No Sustitución!
El aparato productivo de la ganadería, el rodeo de cría, no ha logrado en el Uruguay, un
comportamiento reproductivo eficiente que permita sostener una rentabilidad en el
tiempo y con ella establecer claramente las claves del negocio.
Sabemos bien que los factores que inciden en dicho comportamiento son varios y que
además interactúan entre sí. Esta caractrística le otorga un grado de complejidad que
muchas veces frustra a quienes nos toca la responsabilidad de lograr índices eficientes
de producción. Ahora bien, “complejo” no necesariamente quiere decir “difícil” y
entendemos que el hecho de lograr un buen comportamiento reproductivo es una
decisión empresarial. Se podrá demorar un poco más o un poco menos, gastar un poco
más o un poco menos hasta captar y entender los principios básicos, pero se aprende y
se termina preñando las vacas.
También sabemos, está en la tapa del libro, que de todos los factores que inciden en un
bajo comportamiento reproductivo, la mala nutrición es en la mayoría de los casos la
principal causa del mismo. Mala nutrición, dicho así, parece fácil de atacar, hasta que
vemos el amplio abanico de situaciones que abarca y que en nuestro país se ven
agravadas por los excesos o faltas de lluvias al igual que el crónico sobre-pastoreo de
nuestros campos, lo que hace casi imposible contar con la reserva de forraje en pie.
Entendemos que la falta de pasto vista como “mala nutrición”, dadas sus graves
consecuencias en el estado de los ganados y por ende en su fertilidad, es básicamente un
tema de “manejo” y de planificación empresarial. En este caso no hay argumentos
técnicos ni complejos principios fisiológicos para profundizar. Si hay pasto, bien y si no
hay pasto, o buscamos una solución efectiva o no preñamos las vacas, si no se nos
mueren durante el invierno o a la salida del mismo.
Continuaremos nuestro análisis asumiendo que en el campo “hay” pasto y veremos qué
medidas de suplementación estamos recomendando para, en primer lugar, aumentar los
índices de preñez y luego mantenerlos en un nivel que permita estructurar las bases para
un funcionamiento reproductivo sostenido.
Hasta el cansancio hemos visto que para lograr una rentabilidad en la cría no es
suficiente con que “haya “ pasto. Ese pasto varía como es lógico sus características
nutricionales a lo largo del año ganadero y es bien claro que durante los períodos
críticos como lo es el invierno, hay un menor crecimiento de la pastura y pérdida de
calidad de la existente por efecto básicamente de las heladas.
Esta pérdida de calidad conlleva a una menor digestibilidad de la pastura, lo que
ocasiona pérdida de la condición corporal de los ganados y esa merma de kilos durante
los meses del invierno es lo que ha condicionado históricamente los porcentajes de
preñez.
Porqué ocurre esto?
Pensamos que nuestro país al tener un clima relativamente benigno y con suelos en
general con buena aptitud para la ganadería ha llevado a que el productor se ha formado
y conformado,“especulando”. Cuando no llueve, “algún día va a llover”, cuando llueve
demás,” siempre que llovió paró”. Cuando pisa agosto y los campos están repelados y
con los ganados ya sentidos, empezamos con que “ya los días son más largo” y que “a
partir del 10 de agosto ya entró la primavera”.
Hemos visto en países con climas más rigurosos, donde no es posible especular que la
suplementación es un “debe”, siempre, todos los años.
Tienen absolutamente asumido que para producir tienen que suplementar, aportando a
los ganados los nutrientes o “el” nutriente fundamental del que carecen los pastos y lo
interesante es que con peores condiciones para la ganadería que nosotros logran en
general buenos índices de producción. La ventaja en nuestro caso y es nuestra
recomendación en el tema de suplementación durante el invierno, es que podemos
clasificar los ganados por edad, estado reproductivo y condición corporal y así
suplementar sólo lo que realmente hace falta suplementar.
Como suplementar en el invierno?
Lo inteligente es aprovechar la energía y los nutrientes que están el la pastura y que por
pérdida de calidad y consecuente baja digestibilidad , no estan disponibles para el
ganado. El principio que rige este concepto es el de “suplementación y no
sustitución”. Si aprendemos a manejar el aporte proteico en estas condiciones, vamos
a lograr suplementar las pasturas en invierno y no sustituir la energía forrajera por otra
energía como la de los concentrados, más cara, que hay que comprarla fuera del
establecimiento, fletearla, enseñarle a comer a los ganados y repartirla en forma
periódica. Un lío. Esto, sin entrar en otras consideraciones de si filosóficamente
debemos o no dar concentrados a los rumiantes, dada su exclusiva capacidad de
aprovechar eficientemente el forraje.
Cibeles desde el año 1999 está trabajando una línea de suplementación de orígen
sudafricano. Qué tiene de particular que sea de origen sudafricano? La experiencia de
muchos años en este tipo de suplemento y el logro de productos que cumplen con los
dos requisitos básicos de la suplementación: práctico y económico. Sí, en ese orden. Es
fundamental que el suplemento sea de fácil aplicación y los bloques lo son. Si el
suplemento en cuestión no se adapta facilmente al esquema ganadero del país, no sirve
y si el costo de implementarlo no es largamente superado por el resultado, tampoco
sirve.
Hoy estamos fabricando tres tipos de bloques de suplementación : Proteico, Energético
y Fosfórico.
Hemos aprendido que la suplementación durante un invierno con pasto en los campos
debe ir dirigida a los microorganismos ruminales y no a la vaca. Cuando el factor
nutricional limitante es la proteína, lo que hay que suplementar es proteína, como
ser en inviernos con pastura de baja calidad o al suplementar los rastrojos o fardos de
paja. Cuando lo que falta es energía y proteína de calidad, como durante el otoño en
verdeos con alto contenido de agua, el Bloque Energético es lo que se debe usar.
Para un invierno como el que estamos a punto de encarar, nuestras recomendaciones
son:
Rodeo de Cría:
Después del diagnóstico de gestación, se deben apartar las vacas en los 5 grupos por
estado reproductivo y condición corporal :
1) Vacas de primer cría. Esta categoría, vaquillonas que preñadas van por su
primer ternero, debe ser suplementada con proteína en invierno sí o sí. Son
vientres nuevos que aún no han completado su desarrollo y además preñados.
Con una correcta asignación de bloque proteico a razón de 200grs por día
durante dos meses, es suficiente para lograr el mantenimiento de la condición
corporal durante los meses críticos, permitiendo una rápida recuperación
postparto en la primavera y un retorno a la función reproductiva muy eficiente.
2) Vacas adultas preñadas con condición corporal al tacto por debajo de 4.
Siguiendo la recomendación del Plan Agropecuario de hace unos años sobre la
importancia de la “vaca 4” como objetivo para lograr altos índices productivos.
Hemos comprobado “en la cancha” la importancia de suplementar con proteína
durante el invierno a esta categoría y así impedir que sigan perdiendo estado y
con el perdiendo puntos en el próximo tacto. El tratamiento para estas vacas es
igual que el de las primer cría.
3) Vacas adultas preñadas con condición corporal al tacto de 4 o mayor. Este
lote en principio no necesita suplementación proteica invernal. De cualquier
forma,durante el invierno hay que “llavearla” como dicen en campaña. Esto
significa recorrer semanalmente los ganados preñados y estar atentos a las
medidas de manejo que deben ser tomadas a tiempo y realizar los cambios de
ganado necesarios de acuerdo a la evolución del invierno y de los campos.
4) Vacas preñadas al tacto de última parición. Son vacas que si bien van a parir
y criar su último ternero no vuelven a toro por lo que no requieren la misma
atención que los grupos anteriores en cuanto a optimizar los recursos
alimenticios.
5) Vacas vacias al tacto. Al no estar preñadas sus requerimientos son mínimos,
sólo lo necesario para cruzar el invierno y aprontarse a recibir toro en la entrante
primavera, tarea que les debiera insumir poco esfurzo.
Categorías de recría:
Nos referimos a las vaquillonas de 1 a 2 años y a las terneras de destete que deben pasar
el invierno a campo natural.
Son estas dos categorías animales jovenes, en pleno desarrollo, en las que una correcta
asignación de proteína en el invierno no sólo les permitirá no perder quilos sino que les
asegura el futuro productivo y reproductivo.
En las terneras de destete una suplementación prolija con 150grs de bloque proteico por
día durante digamos 60 días, sumado esto a una correcta asignación de fósforo en la
primavera-verano, les asegura prácticamente llegar al otoño siguiente muy cerca de los
300 kgs peso vivo, como quien dice con peso de entore! Lo hemos visto una y otra
vez, siguiendo un plan sencillo esto se logra sin sobresaltos.
Las vaquillonas de sobreaño en caso de estar “ajustadas” para llegar al próximo entore,
pueden necesitar una suplementación proteica en el invierno de forma de asegurar un
celo temprano en primavera.
PRIMAVERA-VERANO
Una vez entrada la primavera, cuando se mueve la pastura hay buena calidad y con
suficiente volúmen,los ganados comen bien y ganan kilos.
El objetivo del criador en esta etapa debe ser maximizar esas ganancias para lograr los
mayores beneficios de la primavera y así maximizar la productividad en todas las
categorías.
A esta altura estamos plenamente convencidos por teorías pero más aún por los
resultados vistos en casi todos los ensayos realizados en diferentes puntos del país de la
importancia que el FOSFORO tiene como elemento limitante en los campos ganaderos
del país.
Ese factor “limitante” es ejercido cuando los otros elementos determinantes de la
productividad a saber: proteína, energía, vitaminas, etc están presentes.
Es durante la primavera – verano que la carencia del mineral es perjudicial para la
productividad del rodeo de cría, así como para lograr el mejor desarrollo de las
categorías en crecimiento y asegurar su futuro productivo.
Es duranrte la primavera – verano la época en que hay que suplementar con bloques
fosfóricos “ en serio”, no “mostrarle” los bloques a las vacas, vaquillonas y terneras,
sino darle lo que realmente precisan durante el tiempo adecuado a los efectos de tener
un resultado positivo y un retorno razonable de acuerdo a la inversión realizada.
Es en la primavera-verano y no durante todo el año y menos durante el invierno como
ha sido característico en el Uruguay que se debe realizar la suplementación fosfórica,
durante todo el período de lactancia. La correcta suplementación mineral incide tanto en
el comportamiento reproductivo de la vaca como en el desarrollo del ternero.
Cibeles elabora también siguiendo la tecnología y experiencias sudafricanas un bloque
fosfórico de gran calidad y con muy buena resistencia a las condiciones climáticas,
asegurando el aporte de sus minerales y oligoelementos durante el tiempo de exposición
a campo.
Con mucho gusto esperamos su consulta sobre la cantidad de bloques a dar en las
diferentes categorías y por cuanto tiempo pero aquí van algunas generalizaciones que
como tales deben ser tomadas y ajustadas a la realidad productiva de cada uno.
Podemos estar seguros que siguiendo estos lineamientos los resultados logrados van a
superar sin lugar a dudas la tradicional suplementación con “sales minerales ad-libitum
todo el año”.
1- Vacas paridas: 9 grs.de fósforo por vaca y por día durante 120 días. Equivale a
¾ de bloque fosfórico por vaca durante toda la lactancia.
2- Vaquillonas a entorar: 6 grs.de fósforo por vaquillona por día por 90 días.
Equivale a 1/3 de bloque fosfórico por vaquillona durante la pimavera.
3- Terneras s/ año: 6 grs.de fósforo por ternera por día durante 120 días. Equivale a
1/5 de bloque fosfórico por ternera durante primavera – verano.
4- Novillos, novillitos y terneros: está fuera de discusión la importancia para esas
categorías de una buena suplementación fosfórica en primavera, las dosis diarias
son similares a las de las hembras y el período de tiempo se extiende mientras
haya suficiente cantidad y calidad de pastura que aseguren la ganancia de peso.
Debemos destacar como corresponde las bondades de los bloques fosfóricos que
Cibeles está trabajando desde hace 5 años.
Utiliza fosfato monocálcico como fuente del mineral, con una asimilación de hasta
un 10% mayor que la fuente más utilizada en plaza.
No incorpora sal en más de un 20% , lo cual sumado al hecho de que utiliza la
melaza como “vehículo” para el fósforo, asegura un buen consumo del mineral,
evitando la saturación por cloruro de sodio( sal).
El sistema de compactación por reacción química , permite una excelente resistencia
a las condiciones climáticas sin perder consistencia ni palatabilidad por mucho
tiempo.
Lo esperamos por Cibeles para conversar más en detalle ésta y otras herramientas de
suplementación, las que utilizadas por el tiempo justo y en la dosis indicadas
permitirán una clara comprensión del funcionamiento de las mismas y una mejora
significativa y permanente en sus resultados operativos.
Pablo Zerbino.
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