08.02.01.-

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08.02.01
SALAMANCA
Un estudio de la Universidad de Salamanca pone en
entredicho los altos índices de violencia escolar
F. GÓMEZ/SALAMANCA
----- http://www.nortecastilla.es/prensa/20070307/salamanca/estudio-universidad-salamancapone_20070307.html
Un estudio del Departamento de Sociología y Comunicación de la Universidad de
Salamanca, que dirige el catedrático Mariano Fernández Enguita, ha puesto en
entredicho los altos índices de violencia y acoso escolar presentados por los 'Informes
Cisneros', a los que el profesor salmantino acusa de publicar «resultados
espectacularmente alarmantes basados en técnicas de investigación insolventes y que
dan lugar a inferencias descabelladas».
Fernández Enguita subraya en su estudio que el acoso «existe y lleva el riesgo añadido
de no ser percibido ni reconocido como tal y nada está más lejos de mi intención sugerir
ignorarlo o menospreciarlo», aunque señala que «como en el cuento del lobo y el pastor,
pedir socorro cuando no viene el lobo solamente puede servir para que nadie haga caso
cuando ya está aquí».
En este sentido, el catedrático de Sociología asegura que los estudios -que señalan entre
otros datos que el 90% de los centros están afectados por actos de violencia, que el 54%
de los profesores sufre violencia física o verbal o que el 43% de los escolares ha sufrido
acoso-, son «informes a medida para uso corporativo».
Fernández Enguita señala específicamente los informes Cisneros VIII y Cisneros IX
como realizados para la Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza, Anpe, del
que asegura que es «cliente, ejecutor inconfeso del trabajo de campo y coautor de las
conclusiones», con el objetivo de «legitimar unos intereses particulares y justificar una
política previamente decidida».
El catedrático de Sociología, acusa así a los autores del estudio, Iñaki Piñuel y Araceli
Oñate, de prestarse «a un discurso apocalíptico que quiere presentar la enseñanza en
España, y en especial la pública, como una jungla. Fragor del que participan diversos
profetas del desastre y ciertos sindicatos asilvestrados en busca de argumentos
contundentes».
Fernández Enguita acusa a los 'Informes Cisneros' de ser «una exhibición de ignorancia
estadística y de frivolidad», enumerando una sucesión de «errores técnicos», tales como
la falta de aleatoriedad del muestreo, que no se realice por conglomerados -al tratarse de
alumnos que conviven en centros-, que se deje fuera del universo de estudio al 30% de
los alumnos o que no exista ponderación regional, originando que haya comunidades,
como Castilla y León, subrepresentadas.
Así, el catedrático concluye que el equipo Cisneros «ha alcanzado plenamente su nivel
de incompetencia, propulsado por la demanda corporativa sobre acoso laboral y la
alarma social sobre el matonismo escolar» y asegura que todo el informe está hecho
para «sobreestimar» el problema, con cuestionarios en los que, por ejemplo, puntúa
igual en la «escala de acoso» haber sido víctima de amenaza con arma o haber sido
objeto de risas. En definitiva, insiste en que estos datos se alimentan por sindicatos que
«necesitaban legitimidad para sus reivindicaciones, para lo cual nada mejor que un
oráculo del acoso».
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