http://www.madridiario.es/especiales/agua/rio-tajo/canalde-isabel-ii/made-in-madrid/411453 Martes 13 de mayo de 2014 Pioneros en la gestión del agua El acceso al agua es ante todo un derecho y una necesidad básica del ser humano, pero también un sector económico con una actividad que moviliza, solo en el ámbito urbano, unos 5.000 millones de euros. En Madrid, donde se bebe una de las aguas de mayor calidad de España, la principal entidad es el Canal de Isabel II, empresa pública con más de 160 años de historia, que hace dos años abrió sus puertas a la privatización. EDAR Casaquemada Autor: MDO El sector del agua emplea a unas 20.000 personas en el país y moviliza unos 5.000 millones de euros solo en el ámbito urbano, donde se consume alrededor de un 20 por ciento del agua utilizada, mientras que el 80 restante se destina al sector agrícola. La industria, repartida por los dos ámbitos, representa alrededor del 3 por ciento del consumo, según los datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento. "El agua es un derecho humano reconocido por la Naciones Unidas. No hay que considerarla solo un bien económico, sino que también es un elemento esencial para la calidad de la vida y el desarrollo", asegura José Luis González Vallvé, secretario general de la Asociación Española de Empresas Gestoras de Servicios de Agua a Poblaciones. Pero el agua es mucho más. En Madrid, el principal operador es el Canal de Isabel II Gestión, responsable del abastecimiento a 6,5 millones de personas, el 99,96 por ciento de la población de la Comunidad, que viven en 176 de los 179 municipios. Esta empresa también gestiona el alcantarillado, que da servicio a 5,72 millones de personas, y la depuración de la totalidad de las aguas utilizadas. Con estas dimensiones, el Canal tuvo en 2012 unos ingresos por cifra de negocio de 819 millones de euros y un beneficio neto de 169 millones de euros. Además, el grupo abastece a 2,64 millones de habitantes en Latinoamérica. El 1 de julio de 2012 nació la sociedad anónima Canal de Isabel II Gestión, quedando el histórico ente público Canal de Isabel II como regulador. "Esta fecha marca el inicio de una nueva etapa en al gestión del ciclo integral del agua en la región, propiciada por la voluntad del Gobierno regional de seguir ofreciendo a los madrileños una de las mejores aguas del mundo", destacaba el consejero de Presidencia y presidente del Canal Isabel II Gestión, Salvador Victoria, en el informe de la compañía de dicho año. Con esta operación, 111 ayuntamientos de la región, que representan al 90 por ciento de los madrileños, entraron a formar parte del accionariado. En el reparto, la ciudad de Madrid se quedó con un 10 por ciento de las acciones, el resto de ayuntamientos con el 7,6 por ciento y el ente público con un 82,4. En 2012, el Canal repartió 65,5 millones en dividendos. La intención era vender en Bolsa un 49 por ciento de las acciones, pero el Canal pospuso la privatización ante la crisis económica. "Tendremos que esperar a las mejores condiciones posibles para esa operación", afirma Victoria. Esta operación no estuvo exenta de polémica. "Creemos que el agua no es un recurso comercializable con criterios mercantiles. Suele ser escaso y un derecho humano", sostiene Ladislao Martínez, portavoz de la Plataforma contra la Privatización del Canal. El Partido Socialista de Madrid llevó la privatización al Tribunal Constitucional y a la justicia europea, aunque después algunos de los municipios en los que gobernaba suscribieron el convenio con el Canal. Radiografía del ciclo del agua El agua suministrada por el Canal se nutre de 14 embalses. De ellos, el mayor es el de El Atazar, con una capacidad de 425 hectómetros cúbicos de un total de 945 con los que cuenta Madrid. En su mayor parte, el agua proviene de la cuenca del Lozoya (62,2 por ciento). Además, cuenta con 77 pozos de captación subterránea, que juegan su papel fundamental en períodos de sequía. Para hacer llegar el agua a los diferentes puntos de la región, Madrid dispone de de 530 kilómetros de grandes canales y conducciones y una red de abastecimiento de 17.087 kilómetros. Además, para ejecutar este proceso, el Canal cuenta con depósitos reguladores, estaciones de bombeo y 14 estaciones de tratamiento de agua potable. Una vez utilizadas, las aguas residuales son transportadas por las red de saneamiento o alcantarillado, gestionadas en Madrid en su mayor parte por el Canal, que presta este servicio al 84,8 por ciento de la población. En 2012 esta compañía daba servicio a 133 poblaciones, 75 más que el año anterior, lo que supone la gestión de 11.148 kilómetros de redes municipales y 751 de supramunicipales. El ciclo del agua se completa con el proceso de depuración del agua para volver a ser vertida a los ríos o con el de regeneración para poder utilizarla en el baldeo de calles, parte de la industria o para el riego de jardines y campos de golf. Esto es posible gracias a 154 estaciones depuradoras (EDAR), con capacidad para más de 17 millones de habitantes y 23 instalaciones de agua regenerada, a las que se suman otras tres del Ayuntamiento de Madrid. Para distribuir esta agua reciclada la ciudad de Madrid dispone de 82 kilómetros de conducciones y el resto de la región de otros 173. En 2012, el Canal regeneró para uso terciario un 1,86 por ciento del total suministrado, pero su objetivo es llegar al 13 por ciento, equivalente a lo que se podría extraer en Madrid de los pozos disponibles en un período de sequía. "La Comunidad de Madrid es una de las pocas regiones que depuran el cien por cien de sus aguas residuales. En este sentido, desde el Canal de Isabel II Gestión estamos trabajando mucho para mejorar continuamente los tratamientos de las depuradoras, puesto que queremos aumentar la calidad del agua vertida a los ríos, tal y como marca la legislación europea", indica el presidente del Canal, Salvador Victoria. Por su parte, Pedro Catalinas, director general de Aguas del Ayuntamiento de Madrid, señala que "Madrid es referencia internacional en política hídrica. Una situación consolidada gracias a las inversiones realizadas en los últimos años". Inversiones millonarias La ciudad de Madrid y el Canal firmaron en 2005 un convenio por el que la ciudad encomendó a la compañía la gestión de los servicios de saneamiento, pero el Ayuntamiento continúa realizando inversiones en este sector. Así, está previsto que hasta 2015 invierta más de 80 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos, en la mejora de las depuradoras en construcción del gran colector de Pinos. Por su parte, el Canal tiene previsto invertir 245 millones en 2014. La gestión del agua en Madrid tiene como guía el Plan Hidrológico del Tajo, que acaba de ser aprobado por el Gobierno central. Según el presidente de la Confederación Hidrológica del Tajo, Miguel Antolín, su "programa de medidas propone una inversión en actuaciones en la Comunidad de Madrid, entre los años 2012 y 2017, que asciende a unos 3.400 millones de euros, de los que el 54,4 por ciento se destinarán a saneamiento y depuración de aguas residuales urbanas y el 41 por ciento a abastecimiento urbano". El objetivo de algunas de las inversiones en saneamiento y depuración, que pasan desapercibidas por los ciudadanos pese a su alto coste, es mejorar la depuración con tratamientos de eliminación de nutrientes (fósforo y nitrógeno) en las zonas declaradas sensibles. Madrid, que ha sido pionera en depurar el cien por cien de sus aguas, ahora tiene que adaptarse a las nuevas exigencias europeas. "Se actúa en zonas aguas arriba de los espacios naturales donde el vertido de esos nutrientes podría ocasionar daños en los espacios naturales. El agua que va por el Tajo, si está muy deteriorada por el exceso de nutrientes, puede generar problemas en algunos lagos o embalses por donde discurre. Para evitar esos problemas aguas arriba hay que proteger el vertido", explica Fernando Morcillos, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento. Otro aspecto fundamental en las políticas de agua es el ahorro, y más teniendo en cuenta que España es un "país marrón", como lo definen los expertos. "La menor disponibilidad económica y una mayor concienciación social en el uso eficiente de un bien valioso han sido muy importantes para que el consumo se haya contenido desde 2008. Sin embargo, nuestros hábitos de consumo siguen siendo completamente desajustados a nuestras necesidades reales, y los precios del agua aún siguen sin ser reflejo fiel del coste real del uso que hacemos del agua que consumimos", señala Luis Cid, CEO de Contadores Gómez. Según datos del Canal de Isabel II, el consumo se ha reducido en Madrid un 14 por ciento en los últimos ocho años, hasta bajar a los 520 millones de metros cúbicos en 2012. "España es uno de los países europeos que tiene menos consumo per cápita en el ámbito urbano, pero uno de los que más tienen por agricultura, porque aquí no llueve", resume Morcillos. El agua de Madrid Madrid disfruta de un agua de gran calidad gracias a su origen. Procede de una sierra granítica, lo que le da pureza. Además, según señala Salvador Victoria, "a esto hay que añadirle que el Canal de Isabel II Gestión aplica en sus plantas potabilizadoras los más avanzados sistemas de tratamiento de agua". Además, tiene uno de los precios más asequibles, pues cuesta un 15 por ciento por debajo de la media nacional. "Madrid ha recibido de Presupuestos Generales del Estado menos que otras regiones porque el ciudadano madrileño paga más porcentaje que otros en relación con lo que cuesta. En Madrid el precio está por debajo de la media nacional, porque nuestros tatarabuelos fueron visionarios e hicieron canales desde la sierra. También influye que hay mucha población, lo que favorece la economía de escala. El agua es más cara en un pueblo pequeño que en una gran ciudad. Madrid está cerca de cubrir los costes", asegura Morcillos, en referencia a la larga historia del Canal, que se inició con la firma de un decreto por parte de la reina Isabel II en 1852 con el fin de crear las primeras conducciones para abastecer la ciudad de Madrid. Ello permitió acabar con un sistema basado en la utilización de los viajes del agua, que conectaban pozos con fuentes públicas. Las obras que se iniciaron a mediados del siglo XIX para solucionar la escasez del agua en la ciudad dieron sus primeros resultados en 1858, cuando los madrileños pudieron contemplar admirados la inauguración de la traída de aguas hasta la nueva fuente monumental de la calle ancha de San Bernardo. A partir del año siguiente, los madrileños empezaron a disfrutar del agua potable en sus propias casas. Los trabajos realizados desde hace más de 160 años por el Canal de Isabel II y la economía de escala pueden ser una buena noticia para los madrileños, ahora que los expertos comienzan a destacar que el "agua es barata" y que cuando pensamos en ella no se tienen en cuenta los costes de depuración. En Madrid, sin embargo, el precio del agua no ha subido este año sino que, incluso, ha bajado una décima a causa de la caída del IPC y el presidente del Canal apunta que no tiene intención de recurrir a una subida de tarifas.