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LA PIEL DE LA MEMORIA
Kalil está presenciando su propia venta, su madre ha muerto y su familia pasa hambre.
El hombre que le compró, Zippo, le encadenó a su coche y sólo le dio un poco de
comida y agua. Fueron muy lejos de su aldea y tenía que dormir en el suelo del coche.
Pararon por muchas aldeas. Un día, al despertar, había un muchacho a su lado, Ieobá. Y
cuando volvió Zippo traía a dos niños y una niña muy pequeños. Los niños lloraban sin
parar, pero cuando Zippo dio una paliza a Kalil dejaron de molestar.
Al estar cerca de la frontera les ato y amordazó, llegaron a Costa Marfil. Siempre
estaban atados al coche y solo salían para comer y desentumecer los músculos. Al tercer
día de estar en Costa marfil les desató y les dejaba ir adelante. Un día Zippo cogió a los
niños y discutió con un hombre, solo le compró a la niña.
Llegaron a una ciudad y volvió a intentar venderlos, pero como no les querían les
abandonó en una estación donde había muchos chicos como ellos. A Kalil y Ieobá
nunca les intentó vender. Les hizo lavarse, les dio ropa limpia y zapatos. Les llevaron a
una plantación de cacao donde había muchos niños trabajando.
Les entregó a Manu, este les dio comida. Ieobá no podía comprender que fueran
esclavos, solo trabajadores. Al día siguiente les explicaron su trabajo y les dieron un
machete.
Ieobá, mientras trabajaba, se cortó el brazo con el machete, Kalil le ayudó pero nadie
más, por miedo a Manu. Por la noche le subió mucho la fiebre y Sibrai, un amigo suyo,
le dijo que fuese a trabajar al día siguiente. Manu ató a Kalil a un palo, por ayudar a
Ieobá, le pegó con látigo. Cuando despertó, no sabía como había llegado a la cama.
Sibrai le curaba las heridas, le acariciaba, le daba muestras de cariño, hasta que un día le
besó; Kalil le dio un manotazo, no quería saber nada de ese amigo que le daba cariño.
Un día Kalil se arrascó entre las piernas y le dijeron que podía ser el gusano de Guinea,
que se encontraba en el agua y que se quedaba en el cuerpo hasta que medía un metro e
intentaba salir.
El precio del cacao había vuelto a bajar y no les podían pagar. Kalil se escapó, se quedó
dormido y despertó con el ruido de la moto de Manu, en el campamento le enterraron
hasta el cuello, no sentía el cuerpo, quería morir. Le tuvieron allí un día y medio.
Otra vez bajó el precio del cacao. Un día conoció a Naya y se enamoró. Ella ,todas las
noches, iba a la habitación de un encargado, Abdji. Una noche fue hasta allí y descubrió
el sexo. Abdji había dado una paliza a Naya. Kalil iba todas las noches a verla.
Una mañana se encontró con Zippo y le dijo que su padre había muerto.
Una noche mientras miraba a Naya, ella despertó y le metió con ella en la cama, le besó
y en su idioma le dijo que estaba embarazada, este fue el paso definitivo al mundo
adulto, con solo quince años. Ieobá tuvo el gusano de Guinea. Algunas mujeres sabían
que se veía con Naya, mientras ella iba engordando.
Otra vez bajaron los precios. Pocos días después murió Abdji. Estaban abriendo un
camino y le mordió una serpiente, Kalil le dejó morir por tratar mal a Naya. Una semana
después murió Ieobá, por culpa del gusano de Guinea. Y una noche mientras estaba en
la cama con Naya, ella se puso de parto y murió.
Kalil no aguantó mas, robó comida, llenó una cantimplora de agua y escapó. Se
escondió en un depósito durante dos días, cuando llegó un camión a recoger el cacao, el
se metió dentro y escapó en el. Ya era libre. Llegaron a una ciudad y cuando pararon en
un semáforo, saltó del camión. Tenía hambre y robó una pieza de fruta en un puesto y
unos hombres le persiguieron. Se escondió en una puerta y la chica que vivía allí le dejó
entrar. Ésta se llamaba Ama, le dio agua y comida, le llevó a ver a su profesor Masa, le
dijo que por limpiar la escuela y hacer algunos recados le darían comida, agua,
alojamiento y le enseñaría a leer y escribir.
FIN
Mi opinión: Me ha encantado porque me conmocionó. Es una historia muy triste.
De: Alba Mª Urbano Rivera
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